(6)
- Mi bebé bonito, ¿por qué eres tan precioso, mhm? - A sus veinticinco años de edad y con sus metas bien definidas, Kim Taehyung se sintió sonrojar por los halagos de su madre. Recibió las suaves manos en sus mejillas, que fueron estrujadas con cariño ante la mirada de varios de los inversionistas de su compañía y pronto la vergüenza inhundó su cuerpo.
- Mamá, no soy un niño. Me avergüenzas.- Se quejó, más toda la respuesta que obtuvo fue una risita de su madre y varios besos en la mejilla. Ella limpió los rastros de labial sobre su piel, observando a su único hijo con adoración. Taehyung sonrió, tomando una de las manos que descansaban sobre su rostro para dejar un beso en la palma.- Tú también estás muy bonita. - Los ojos de Soyeon brillaron.
- Gracias, mi cielo.- Ella le dijo con suavidad, observando los alrededores y su rostro se iluminó al reconocer a alguien a lo lejos.- Iré a saludar a una amiga, nos vemos después, ¿bien?- Taehyung asintió, observando a su madre alejarse con pasos elegantes hasta las mesas donde unos brazos extendidos la esperaban.
- Su madre sigue siendo una mujer encantadora.- La voz de uno de los inversionistas añadió, llamado su total atención y la sonrisa política de Kang Jongsoo invadió su vista. Taehyung asintió de acuerdo, con el cuerpo tenso y su lobo alerta al tener a tantos Alfas rodeándolo.- Es una lástima que no asista tan seguido a los eventos de la empresa, es una presencia muy agradable a la vista, ¿no creen?- Varios de los hombres estuvieron de acuerdo con murmullos confirmativos y no pudo hacer más que apretar sus labios.
- Mi madre está muy ocupada, por lo que asistir a eventos le es muy difícil y agradezco que su presencia le resulte encantadora, mi padre también la veía así. - Fue todo lo que dijo, resultándole demasiado incómoda la conversación como para añadir algo más que no fuera una advertencia silenciosa ante cualquier intento de proximidad por parte de alguno de esos hombres.
El recordatorio de su padre, el antiguo presidente de Heal siempre sentaba bien ante aquellos potenciales pretendientes de su madre. La mayoría de ellos eran accionistas o posibles inversores de su empresa, personas que aprovecharían la más mínima posibilidad de formar parte del círculo cercano de la familia Kim. Su madre era un acceso directo a ello y Taehyung agradecía silenciosamente que tras la muerte de su padre, ella se negara a tener cualquier tipo de relación amorosa con alguien.
Kang Jongsoo era uno de los "pretendientes" más insistentes de su madre. Desde un comienzo el Alfa había dejado claro el interés por ella y por tener un lazo que lo atara a Heal más allá de sus acciones en la empresa. Taehyung no era estúpido y agradecía que su madre conociera perfectamente las intenciones ocultas tras las pretensiones amorosas de sus accionistas.
Revisó la hora en el reloj de su muñeca, las manecillas doradas marcaban las nueve y diecisiete minutos de la noche. El lugar ya estaba prácticamente lleno de importantes figuras de la alta sociedad, desde políticos en ascenso hasta reconocidos magnates, todos ellos en la búsqueda de crearse una impecable imagen pública tras el flash disimulado de las cámaras de los reporteros que estaban esparcidos estratégicamente por todo el salón, esperando la próxima premicia que los llevaría al estrellato de su carrera.
Una figura que avanzaba con pasos tranquilos hasta el grupo en el que se encontraba llamó su atención. Sus ojos reconocieron a Jeon Jungkook a lo lejos, entallado en un traje azul oscuro y con el cabello azabache perfectamente peinado, no había rastro de las ondas rebeldes a las que se había acostumbrado en las últimas semanas y parpadeó maravillado ante lo que veía.
Taehyung no era ciego, desde la primera vez que lo vio se percató de que Jeon Jungkook es un Alfa demasiado atractivo, abrumadoramente llamativo a los ojos de las personas y las miradas que se ganaba tras su paso le confirmaban que tenía razón. Tenía una buena contextura corporal, el traje abrazaba sus músculos deliciosamente y un tamaño perfecto que le permitía mirarlo a la cara sin alzar la cabeza como debía hacer con otros Alfas. Sus manos eran grandes, se había percatado de aquello cuando lo veía manipular los distintos equipos del laboratorio y la piel de sus palmas era suave, propio del trabajo que ejercía como científico y un recordatorio mudo para él cada vez que sus manos y las del Alfa se rozaban cuando le extendía el café.
- Buenas noches, Taehyung-ssi. - Jungkook lo saludó, con el tono de voz suave y delicado, sin ese efecto rasposo y ronco que la mayoría de los Alfas usaban cuando hablaban con él, buscando intimidarlo con su presencia al usar cautelosamente cierto rastro de su voz de mando en ella.
- Buenas noches.- Respondió, mirando su rostro tranquilo y se percató entonces de que Jungkook no llevaba anteojos, revelando detalles de su rostro que no había podido apreciar con anterioridad. Sus ojos eran preciosos, grandes y casi tan negros como su cabello, con pestañas pequeñas y oscuras adornándolos y volviéndolos atrayentes a la vista. - Me alegro de que las donas hayan funcionado.- Le dijo, para la confusión de los accionistas junto a ellos y para la diversión de Jungkook, quien sonrió bonito, con pequeñas arruguitas en las esquinas de sus ojos.
- Tenían glaseado de chocolate, ¿cómo me iba a negar? - Respondió, ganándose una rápida sonrisa del Omega y un carraspeo los trajo de regreso a la realidad. Taehyung apretó los labios, recordando la razón incial por la cual Jungkook estaba allí esa noche y tomó un poco de aire, esperando que su voz sonara firme antes de decir.
- Te presento a los princpales accionistas de Heal Corporations, Jungkook-ssi. Señores, él es Jeon Jungkook.- Varios ojos fueron hasta el cuerpo del Alfa pelinegro, con sonrisas tensas y miradas escrutadoras.
- Es un placer conocerlo, Jungkook-ssi. El presidente Kim nos ha hablado mucho de usted y de su investigación.- Tomó la mano que se le era extendida y un fuerte apretón que arrugó sus cejas le dio la bienvenida al grupo.- Soy Kang Jongsoo, tanto yo como el señor Wang aquí presente.- Apuntó a otro señor de unos cincuenta y tantos a su lado, quien lo saludó con una corta sacudida de su cabeza.- Somos los principales inversores de su trabajo, pero el presidente Kim es muy receloso con su investigación. No nos ha confirmado de que se trata.-Jungkook leyó entre líneas el motivo verdadero de sus palabras.
- Se lo haremos saber cuando se encuentre listo, señor Kang. Tómelo como una sorpresa, ¿de acuerdo? Una sorpresa que lo hará muy rico.- El brillo en los ojos del Alfa mayor le hizo saber que había utilizado las palabras adecuadas, el argumento perfecto para evitar que el hecho de mantener su investigación como una incógnita no trajera problemas para ninguno.
Las conversaciones resultaron menos forzosas a partir de ese momento. Se dedicó a responder las dudas de muchos de los inversionistas, con la noche transcurriendo entre presentaciones y risas frías que le costó demasiado fingir. Sus ojos terminaban a cada rato sobre Taehyung, sintiendo como una broma de mal gusto el hecho de que el Omega lo hubiera impresionado con su apariencia cuando era él quien se había propuesto impresionarlo en un primer momento.
No sabía bien por qué, pero los reconocimientos y felicitaciones por parte de Kim Taehyung siempre alzaban su ego por las nubes, demasiado abrumado con la idea de que una figura reconocida de la alta sociedad coreana lo estuviera halagando a él.
- La subasta comenzará en unos minutos.- La voz suave de uno de las chicas del personal anunció y pronto las personas que los estuvieron rodeando desaparecieron de su lado. Jungkook vio como los hombros de Taehyung perdían tensión, su mirada perspicaz tornándose tranquila y aliviada al estar fuera del foco de atención.
- Creí que era una gala de beneficiencia.- Jungkook añadió, llamando la atención del Omega. Taehyung lo miró, sus ojos color miel brillando con destellos verdes y sintió a su lobo revolverse en su pecho al presenciar aquello.
- Y lo es.- Confirmó, haciendo una seña con su cabeza al Alfa para que lo siguiera.- Es para la fundación del hospital que supervisa mi empresa, hacen una subasta para que los peces gordos gasten su dinero comprando y entonces, todas las ganancias van al fondo del hospital. -Jungkook rió bajito.
- Es extraño que lo digas así cuando también eres un pez de los gordos. -Añadió, las cejas alzadas de Taehyung se mostraron ante él y Jungkook contuvo una sonrisa al ver la mueca ofendida de su rostro. - ¿Toqué algún nervio sensible, presidente Kim? -La sonrisita del aludido le confirmó que no era el caso.- Si tiene tanto dinero, por favor compre más donas para mí. Me gustan también las de glaseado de caramelo, y las que tienen frutos secos arriba.
- Es usted una persona muy descarada, Jungkook-ssi. - Le dijo, con sus ojos brillando en diversión. - Pero supongo que debo mantener feliz al científico loco si quiero buenos resultados en su investigación, ¿no? - El Alfa asintió y Taehyung negó con una sonrisa en el rostro.- No debí dejar que nos tutearamos, eres muy confianzudo.-Murmuró, más no había reproche en sus palabras.- Tendré en cuenta tus gustos la próxima vez que compre donas. -Aseguró.
Caminaron en silencio el resto del camino hasta llegar donde se desarrollaba el evento principal de la noche. Había un gran escenario en cuya parte trasera una inmensa pantalla exhibía estilizadas letras en las que se leía " Fundación Kim Taesung". Habían varias mesas para cuatro personas en las que muchos de los invitados ya se encontraban sentados y un chico con esmoquin negro y una pajarita de igual color los llevó hasta su mesa donde ya otra persona se encontraba. Tomó asiento bajo la mirada poco disimulada del que por su aroma a frutas supo que era un Omega y Jungkook iba a pedirle que dejara de mirarlo de esa forma, más Taehyung habló antes por él.
- Buenas noches, Hyung. - Jungkook percibió confianza y familiaridad en la voz del Omega, permitiéndose ver a la persona junto a ellos en la mesa. Era elegante y de cabello rosa, con labios gruesos y un rostro bonito, muy bonito.- Jungkook-ssi, él es Kim Seokjin. Su bufete representa legalmente a Heal.- El nombre se le hizo familiar en los oídos.
- ¿Kim Seokjin, del bufete WWH?- El aludido asintió, mirando a Jungkook con curiosidad.- Oh, me han hablado de usted. - Confirmó y los ojos del mayor de los tres brillaron en ilusión. Taehyung se mantuvo atento a su interacción, tomando una de las copas en la mesa para darle un corto sorbo, su atención sobre Seokjin cuando este habló.
- ¿Es así? ¿Puedo saber de quién escuchaste de mí?- Preguntó y el Alfa se lo pensó durante unos segundos si era correcto revelar dicha información, exponer a su Hyung de esa forma. Concluyó que, siempre y cuando no revelara los pensamientos del mayor, decirlo no supondría un problema.
- ¿Le suena el nombre de Kim Namjoon? - Un fuerte sonrojo invadió las mejillas de Seokjin al escucharlo, un par de cejas fruncidas añadiéndose a la expresión aparentemente molesta del Omega.
- Entonces supongo que no has escuchado cosas buenas de mí, Namjoon-ssi y yo tenemos una relación un poco...tensa.- Admitió en voz baja. - Me saca de quicio casi tanto como rompe los útiles de la oficina, que es algo que hace muy seguido. - Murmuró, con sus ojos en Jungkook. -¿Qué te dijo de mí? - Cuestionó curioso y Jungkook apretó los labios, no atreviéndose a responder su pregunta.
- Para ser alguien que tiene una relación tensa estás muy curioso sobre lo que esa persona diga de ti. - Una cuarta presencia se acercó a la mesa, sentándose en la silla libre. - Estoy seguro de que su relación es " tensa " por motivos más allá de lo profesional. - Min Yoongi acusó y Seokjin frunció sus cejas, mirándolo con un reproche que el de ojos gatunos ignoró. - Hola, Jungkook-ssi. ¿Disfrutando de la fiesta?
- Bastante, gracias. - Yoongi le dedicó una corta sonrisa, luciendo relajado y bonito en un traje rojo vino que favorecía el tono pálido de su piel. Llevaba una camisa cuello de V que mostraba un par de clavículas marcadas y un hermosos colgante con un dije con dos letras unidas entre sí. "JM", leyó Jungkook disimuladamente y supuso que debía tratarse de las iniciales de la pareja del Omega.
- Creí que esta clase de eventos no eran de tu agrado, Yoongi. - Seokjin dijo, quizás un poco resentido todavía con el cometario anterior del Omega y Taehyung sonrió, llevando la copa a su boca para ocultar su sonrisa por la interacción de los mayores.
- Park me obligó a venir. - Dijo en un quejido, que sonó más a molestia.- Sé que es su hospital y que debo brindarle apoyo, pero su mamá vino a la gala y me tiene hasta aquí.-Señaló uno de los mechones de su cabello. - Dios, es que parece más su boda que la mía. Pregúntame por qué discutimos los otros días. Vamos, hazlo. - Jungkook parpadeó varias veces, totalmente confundido ante la nueva faceta quejumbrosa que mostraba el Omega frente a él.
Las pocas veces que había interactuado con Yoongi le habían dado la impresión de que era una persona calmada y seria, que no perdía la compostura, pero al parecer todos tenían algo - o en este caso alguien- que los hacía perder los estribos.
- ¿Por qué discutieron? - Taehyung preguntó, totalmente divertido con la situación mientras Seokjin miraba la escena con una copa de champagne en su mano.
- Porque ella cree que los lirios se verían mejor como centros de mesa que las orquídeas. - Contó, luciendo hastiado. - Es decir, no tengo mucha experiencia en todo esto de la planificación de bodas y eventos de la alta sociedad, pero las escogí porque son las favoritas de Jimin y no porque quedaran mejor o peor en las mesas.
- ¿Y le dijo lo que pensaba? - Jungkook se atrevió a decir, ganándose la mirada de los tres Omegas sobre él. Tragó en seco antes de añadir. - Quizás si le dice por qué escogió las orquídeas para los centros de mesa, ella se muestre más positiva con sus reacciones. - Yoongi negó.
- Si le digo entonces me dirá algo como " Oh, mi cielo. Pero que cosas tan bonitas haces por Jiminie, pero sigo creyendo que los lirios se verían mejor." - Imitó la voz de su suegra, parpadeando varias veces.- La mujer es idéntica a su hijo, cuando tiene algo en mente no hay quien le saque la idea de la cabeza. -Aseguró.- Pero yo soy mucho más terco que dos Park juntos y si quiero centros de mesa con orquídeas, pues eso tendré.
- Hablando de Park. - Seokjin murmuró, señalando con la cabeza hacia el escenario sobre el que subía una figura masculina. Jungkook se fijó en él, en su cabello rubio y su tez blanca. Sus pasos firmes hasta el micrófono en el centro y una brillante sonrisa adornó su rostro antes de que comenzara a hablar.
- Bienvenidos a la octava gala de beneficiencia de la Fundación Kim Taesung. - La voz suave del Alfa anunció, llamando la atención de todos los presentes. - Su contribución al fondo del hospital será valorada en unos minutos, por favor. No escatimen en gastos a la hora de la subasta.
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