Jungkook retiró sus anteojos cuando terminó de leer el contrato que Kim Taehyung le había dado. En simples palabras, era la propuesta perfecta. No había encontrado nada que le resultara negativo para él, ninguna trampa empresarial oculta entre párrafos, parecía un acuerdo de mutuo beneficio que se atrevería a firmar. No podía pedir un trato mejor sí era sincero, y se encargaría de llamar al CEO de Heal Corporations para hacerle saber que aceptaba su propuesta.

-Entonces, ¿vas a aceptar?-Hoseok preguntó desde el otro lado de la mesa. Jungkook asintió despacio y pronto un corto grito de victoria se escuchó por parte del mayor.-Bien, sabes que prometiste que si todo salía bien irías a beber conmigo. Tienes la financiación que querías y un contrato con una de las empresas más importantes del país, hay que celebrarlo.-Jungkook frunció sus cejas.

-Tú solo quieres ir a tomar.-Hoseok no negó sus palabras, en su lugar, hizo pucheros hacia Jungkook.-Sabes que ese tipo de cosas no funciona en mí, Hyung. Por muy adorable que seas es irracional que ceda a tus peticiones por ver tus labios juntos y estirados en un puchero.-El mayor lo miró serio.

-Sabía que tener un cerebro tan grande debía tener alguna consecuencia. ¿Cómo no puedes caer ante mis pucheros? Mira.-Hizo otro puchero y Jungkook alzó sus cejas.-Es lo más adorable que verás en tu vida.-Jungkook sentía que podía contradecirlo, más por el bien emocional de su Hyung calló.-De todas formas, una promesa es una promesa, dijiste que saldrías conmigo y eso harás.-Lo apuntó con el dedo.-Vístete antes de que Nam llegue por nosotros.

-No usaré ese pantalón apretado que me regalaste para Navidad.-Advirtió mientras se ponía de pie y supo por la expresión de HoSeok, que pensaba aconsejarle usar dicha prenda.-Por Dios, Hyung. Eres tan predecible.-Se burló, sintiendo los pasos del Omega seguirlo hasta su habitación. Jungkook quitó su camisa y un torso totalmente trabajado se mostró frente a Hoseok, quien le dio una rápida mirada pero sin dejarse turbar.

-A ver, solo es una talla más pequeña que la que usas normalmente y no soy predecible, solo llevo pidiéndote que lo uses desde que te lo regalé.-Contradijo, acercándose a rebuscar en el guardarropa del Alfa algo decente para la noche. Frunció sus cejas.-Dios, esto parece el armario de un anciano de setenta y cinco años. Todo es negro, blanco y café. ¡Oh, espera! ¡Eso es...! Olvídalo, es marrón.

-Perdón, pero no a todos nos gusta vestir como un arcoíris.-HoSeok le hizo una mala cara y Jungkook rió.-Lo siento, Hyung; no critiques mis gustos y yo no lo haré con los tuyos.-El Omega resopló, rodando los ojos antes de colar la mitad del cuerpo en el armario.

-Solo digo que necesitas más color en tu vida, ¿sabes? Algo de amarillo, verde, tal vez rosa. No sé, algo que no sea negro o esos colores aburridos que te gustan.-La voz de Hoseok sonó amortiguada desde el interior del armario.-Dios mío, ¿por qué todavía conservas esa odiosa bufanda? ¿Y eso es un hueso? Jungkook, ¿por qué mierda hay una vértebra humana en tu clóset? Iugh, asco, asco, asco. La toqué.-El Alfa rodó los ojos.

-Hobi Hyung, concéntrate, por favor.-Le pidió y el Omega se incorporó, mirándolo con cejas fruncidas. Jungkook se apresuró a imitar el gesto del mayor.-No me pondré ese pantalón.-HoSeok le apuntó con un dedo.

-Lo harás.-Contradijo.-E iré a mi clóset por algo de color para ti. Tengo una camisa de un rojo vino que te quedará bien. Sí, creo que te servirá.-Murmuró, mirando el cuerpo del Alfa.-Vete cambiando que Nam está por llegar.-El mayor salió con pasos rápidos de su habitación, para regresar al cabo de los segundos. Jungkook suspiró, tomando la camisa cuando HoSeok se la extendió.-Vamos, necesitas relajarte un poco, ¿bien? Llevas años sumergido en tu investigación y de vez en cuando es bueno salir y...tomar aire.

-¿Así es como le dicen ahora ir a beber?-HoSeok sonrió.-Solo serán unos tragos, ¿de acuerdo? Y si me aburro, me voy.

Bien, quizás si podía ir a relajarse. La preocupación de estancarse en su investigación por falta de dinero había desparecido ahora, así que podría tomar un respiro.

-Dios, este pantalón me aprieta tanto. Ni siquiera sé cómo logré ponerlo.-Se quejó.-Hyung, se me marca todo con esto.

-Ese es el caso, Kook, que se te marque todo.-Jungkook resopló mientras daba saltos en el lugar para terminar de acomodar la prenda.

-Le diré a Namjoon Hyung que quieres que se me marque todo.-Amenazó y Hoseok palideció unos instantes.

-Dile algo y te trituro el pene.

-No te atreverías a cometer tal crimen contra la humanidad, te condenarían a cadena perpetua.-Retó al mayor con la mirada.

-Pruébame, perra.

-¿Por qué vas a triturar el pene de Jungkook? Es más, ¿por qué le harías cualquier cosa al pene de Jungkook?-Una tercera voz preguntó y la vista de ambos fue a parar hasta un Namjoon apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y una ceja alzada.

-Namjoon Hyung.-Jungkook lo llamó y la atención del mayor fue a él.-Hobi Hyung dijo que trituraría mi pene por decirte que quiere que se me marque todo.-El aludido miró con sorpresa a HoSeok.

-¿Lograste que se pusiera el pantalón que compraste para él en Navidad?-Contrario a las expectativas de Jungkook, Namjoon preguntó curioso. HoSeok asintió con una sonrisa que hizo al Alfa de hoyuelos silbar.-Dios, Jungkook-ah. ¿Cómo demonios lograste meterte en un pantalón dos tallas más pequeña que la tuya? Se te va a asfixiar en pene.-El menor palideció.

-¡¿Dos tallas?! ¡Me dijiste que solo era una talla más pequeño!-Le reclamó al Omega, quien se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.-¡Hyung, se me va a morir Jk junior!-HoSeok rodó los ojos.

-No lo usas mucho de todas formas, así que si se muere, nadie más que tú lo llorará.-Le dijo y Jungkook jadeó ofendido.

-No por eso voy a dejar que se muera, él es muy importante para mí.-Namjoon observó su interacción con las cejas fruncidas.

-¿Podemos dejar de hablar de tu pene como si fuera una persona?, es más, dejemos de hablar de tu pene. Esta conversación está comenzando a turbarme y amo mi estabilidad emocional, no pienso renunciar a ella por ustedes.-Les advirtió a ambos.-Terminen de acomodarse para irnos, mi jefe lleva toda la semana tocándome los huevos y es emborracharme o ir a su casa a quebrarle su cuellito de gacela estirada.-Resopló.-Dios, que ganas le tengo a ese cabrón.

-Hyung, eso es lo que le dices a la persona con la que te quieres acostar.-Jungkook contradijo, colocándose la camisa que le había traído Hoseok en un rápido moviminto, abotonándola casi al instante.

-Jungkook, no se dice acostarse, se dice follar.-El Alfa alzó las cejas.

-Significan lo mismo, Hyung.

-Para nada, follar se escucha más estético.-Refutó Namjoon. Hoseok se rió de ambos, acomodando un poco el cabello negro del menor.-Piénsalo, sucede como con pene y polla. Significan lo mismo, pero decir polla me gusta más, no sé, se escucha más bonito. Piénsalo así, que te gustaría que te dijeran más...¿Quieres que te chupe el pene o quieres que te chupe la polla?-HoSeok se encogió de hombros y Jungkook le dedicó una mueca de asco.

-Me gustaría que me dijeran que te vas a lavar la boca con agua bendita.-El menor respondió, observando su reflejo en el espejo.

-No sé, a mí me daría lo mismo siempre y cuando me lo chupen.-HoSeok respondió, encogiéndose de hombros.--Si terminaron su discusión, ¿podemos irnos ya? Esas cervezas no se van a tomar solas.

Como todos los meses, Jungkook se dejó arrastrar por sus amigos a un bar de la ciudad para tomar algo. El viaje fue ameno, cargado de las risas escandalosas de Hoseok y de los comentarios fuera de contexto por parte de Namjoon. Jungkook se relajó en su compañía, viendo a sus dos amigos interactuar entre ellos desde el asiento trasero del auto. Fueron al bar que Namjoon solía frecuentar, cada vez que lo convencían de salir terminaban allí y Jungkook no se quejaba porque le gustaba el ambiente.

Una música suave les da la bienvenida en cuanto ponen un pie dentro, el lugar no está abarrotado como de costumbre, quizás por el hecho de que es mitad de semana. Sigue a los mayores hasta la barra y un rostro conocido le sonríe al otro lado de la misma. Namjoon se acerca a saludar al chico de forma incómoda por la madera que los separa y una vez que saluda a HoSeok, la atención de los tres recae en Jungkook.

-¡Vaya! Lograron sacar del laboratorio a Jungkook.- Jackson, si bien recuerda, lo mira con los ojos bien abiertos, luciendo sorprendido de verlo allí. Jungkook solo sabe del chico que es un amigo cercano de Namjoon desde que están en la Universidad y que trabaja como barman en el sitio.

-No fue fácil, créeme.-Hoseok dice, tomando asiento en la barra y Namjoon respalda sus palabras con varios asentimientos.-Sírveme lo de siempre, Jack y a Namjoon lo más fuerte que tengas a ver si se le pasa la rabieta con su jefe.-Jackson se ríe y Jungkook lo ve moverse de un lado a otro, preparando los tragos con agilidad.-Dice que quiere quebrarle el cuello de antílope estirada.-Namjoon resopla por sus palabras.

-Gacela.-Corrige Namjoon. HoSeok rueda los ojos y Jungkook agradece bajito cuando el Alfa al otro lado de la barra le extiende una cerveza.-No es mi culpa que el hombre me tenga ganas y que por eso me trate mal. ¿Qué puedo decir? Provoco ese efecto en la gente.-Se halagó.-Pero bien, no estamos aquí para hablar de Kim Narcisita Seokjin.-Las manos de Namjoon van a los hombros de Jungkook, dándole un suave apretón.-Nuestro Jungkookie aquí presente, acaba de conseguir un contrato con Heal Corporations para financiar su investigación.-Las cejas de Jackson se fruncieron, su expresión tensándose.

-¿Heal Corporations?-El Alfa pregunta y al fondo se escucha como la canción suave de hace unos minutos termina, empezando una con el ritmo más rápido. Jungkook no pasa desapercibido como la sonrisa de Jackson no está y su rostro luce un poco sombrío.-Felicidades, Jungkook. Es una gran empresa.-El aludido asiente.

-Pero al parecer te trae malos recuerdos. ¿Puedo saber por qué?-Jackson aprieta los labios, manteniendo su mirada sobre el baso que está limpiando.

-Mi padre es accionista de Heal.-Responde. Namjoon entiende sus palabras, Hoseok las ignora terminando su bebida y Jungkook se traga la curiosidad que lo hace querer seguir preguntando.

En algún momento de la noche HoSeok se pierde en la pista de baile, Namjoon ha desaparecido y Jackson continúa demasiado ocupado repartiendo tragos a las personas que llegan al bar. Eventualmente, se aburre. Paga por lo que consumió y mira varias veces alrededor en busca de sus Hyungs. Como siempre, se han ido a hacer sus cosas dejándolo solo y después se quejan cuando les dice que no quiere salir.

Es temprano todavía, no más de las doce de la noche y Jungkook se apresura a tomar el taxi del que otra persona se acaba de bajar para ingresar al bar. Le da al taxista la dirección del complejo de apartamentos en el que comparte piso con HoSeok.

Cierra sus ojos, recostándose en el asiento y un par de manos bonitas invaden su mente. Kim Taehyung tiene manos muy bonitas, con dedos largos y delgados. Imagina que deben ser suaves al tacto y se tensa inmediatamente al percatarse de lo que está pensando. Él no tiene por qué estar pensado en eso.

Paga la tarifa por el viaje y sus pasos son rápidos hasta la entrada del edificio. Saluda al portero al pasar y lo primero que hará al llegar será quitarse esos jodidos pantalones que dificultan el flujo circulatorio de su cintura para abajo. El camino en el elevador hasta su piso es rápido y Jungkook se detiene a mitad de camino al ver una figura delgada recostada en la pared al lado de la puerta de su apartamento.

En medio del vacío pasillo, sabe que no está lo suficientemente borracho como para imaginarse a la personita a unos pasos de distancia y pronto unos ojos color miel se abren un poco al percatarse de su presencia. Jungkook acorta la distancia que le falta por recorrer hasta llegar a la puerta y sus sentidos son invadidos con la presencia sorpresiva del Omega.

Kim Taehyung luce demacrado, sus ojos están rojos quizás debido a que debe haber estado llorando y el delicioso aroma a rosas ahora sólo es una marea ácida y asfixiante de feromonas tristes. Su traje está desaliñado y luce ansioso, nervioso, tan pequeño frente a él y nunca imaginó que una presencia tan imponente como la del Omega pudiera resumirse a lo que está viendo ahora.

-¿Director Kim?-Pregunta extrañado, esperando que el aludido note su desconcierto al verlo allí. Es plena madrugada, tal vez el Omega lleva un rato esperándolo y eso solo hace crecer más la curiosidad del Alfa.

Y Kim Taehyung luce desesperado cuando lo mira, con los ojos brillantes en lágrimas contenidas y su voz tiembla cuando le dice.

-Necesito su ayuda, Jungkook-ssi.-Le pide, casi sin aliento.- Ayúdeme, por favor.