(20)
Min Yoongi no es una persona de mucha paciencia. Dios sabe que es de mecha corta y que cuando la insensatez sobrepasa sus límites termina explotando como una bomba que arrasa con todo a su paso.
Su suegra parece ser la próxima víctima de la venidera explosión.
- Jihye-ssi, agradezco su intención pero es mi boda y creo que ya habíamos hablado de esto. - Murmuró entre dientes, aumentando su agarre en el celular mientras escuchaba a la mujer hablar. - No, no me interesa que el melocotón sea tendencia y no pienso cambiar el menú solo a dos semanas de casarme por algo que leyó en una revista, tampoco voy a...¿Sabe qué? Terminaremos esta conversación aquí y si sigue insistiendo con los melocotones o los centros de mesa, me encargaré personalmente de que no conozca a sus nietos.
Yoongi resopló, terminando la llamada con una brusca presión sobre el táctil de su teléfono. Inhaló suavemente, buscando regular su estado de ánimo con su respiración, más una risita proveniente de un lado le impidió alcanzar su paz mental.
- Amor. - Jimin lo llamó, por lo que Yoongi no tardó en girarse hacia él, observándolo conducir con una estúpida sonrisa en el rostro que, si su humor seguía estando así de mal, iba a borrar de un puñetazo. - No te estreses, ¿de acuerdo? Dijimos que nos tomaríamos las cosas con calma.
- Tu mamá no colabora mucho para que me tome las cosas con calma. - Masculló, frunciendo las cejas hacia el Alfa. - Te juro que ni siquiera tú logras sacarme de quicio como ella lo hace. Es su superpoder de suegra.
Jimin se rió al oírlo, con las feromonas flotando en el espacio reducido del auto calmando silenciosamente su malestar. Yoongi inhaló amplio, buscando obtener más del aroma del Alfa.
- Ella solo quiere ayudar. - Refutó, con la voz suave y aguda, en ese tono bonito que el Omega sabía que usaba cuando quería calmarlo. A pesar de conocer sus intenciones, Yoongi se dejó engatusar por los encantos de Park Jimin. - Por cierto, ¿debería preocuparme de que mi madre me esté superando en sacarte de tus casillas? Creí que esa habilidad era lo que te había gustado de mí en primer lugar.- Yoongi rodó los ojos.
- Lo que me gustó de ti cuando nos conocimos era lo apuesto y encantador que te hacían lucir los efectos post-anestésicos luego que me operaron, después que entré en sí y vi donde me había metido ya era demasiado tarde para retroceder. - Jimin se rió, contagiándolo lo suficiente como para que su malhumor cediera un poco y dibujara en sus labios una sonrisa.
- Entonces, ¿qué hay de los bebés? - Yoongi alzó sus cejas, no sabiendo como una cosa se relacionaba con la otra, más supo que quizás se debía a la reciente amenaza que había utilizado para callar el parloteo de su suegra. - Después de la boda, ¿cuánto tengo que esperar para que tengamos un bebé juntos?
- Cuatro años. - Respondió sin dudar, sonriendo ampliamente cuando Jimin lloriqueó disconforme, como un pequeño cachorro.
- Siete meses. - Negoció. Yoongi se retorció en el asiento, no queriendo dar el brazo a torcer.
- Tres años. - Refutó.
- Un año. - El Alfa pidió, aprovechando los minutos de detención que les ofreció esperar el cambio de semáforo. - Un año y cuatro cachorros. - Yoongi arrugó las cejas ante la idea, ofreciendo su última propuesta.
- Un año y dos cachorros.- Contraofertó. Jimin asintió varias veces, con la expresión contenta y los ojos brillosos.
- Acepto. - El Omega sonrió, recibiendo complacido el beso que su Alfa se acercó a darle antes de poner el auto en movimiento. - Quiero una niña.
- Y yo quiero ser presidente y montar unicornios, pero, ¿qué crees? No se puede. - Murmuró, ignorando los pucheros en Jimin para mostrar su credencial al guardia de seguridad. - No pongas esa cara. Sabes que no puedo controlar cuál será el sexo del bebé.
- Quiero una niña. - El Alfa volvió a repetir y Yoongi suspiró, girándose a mirarlo una vez que el auto se detuvo frente a las instalaciones de Heal.
- Veré que puedo hacer para darte una niña, ¿bien? Pero ni yo ni mis óvulos te prometemos nada genéticamente. - Aseguró, más sus palabras fueron suficientes para dibujar una enorme sonrisa en el rostro de Park Jimin.
- Eres el amor de mi vida. - El Alfa le dijo, inclinándose a darle un beso para luego frotar la nariz contra su mejilla, marcándolo con su aroma. - No me imagino mi existencia sin ti. - Yoongi bufó una risa, sujetando el rostro de Jimin entre sus manos para alejarlo de su espacio.
- ¿Eres así de baboso? Guárdate tus cursilerías para los votos. Quiero que me escribas unos que no me dejen dudar de cuánto me amas. - Jimin asintió solemne a sus palabras.
- Tendrás los mejores votos del mundo. - Yoongi sonrió, acercándose para darle un beso profundo.
- Te amo. - Los ojos de Jimin se iluminaron.
- Yo te amo más, gatito. - Aseguró, dejando ir a Yoongi cuando este se acercó ha abrir la puerta del auto. - ¿Llevas las invitaciones contigo? - El Omega asintió, señalando el portafolio entre sus manos como el lugar donde las tenía guardadas. - No olvides darle la suya a Jungkook-ssi.
- No lo haré. - Murmuró, deteniéndose con una pierna dentro y otra fuera del auto. - ¿Aún sigue en pie nuestra apuesta? - Cuestionó y la sonrisa en el rostro del Alfa le aseguró que así era. - Bien, porque después no quiero que te eches para atrás.
- No lo haré; no cuando yo soy el que está ganando.- Jimin dijo, mostrándose confiado de su suerte para las apuestas. - Será un placer verte con mi nombre tatuado en tu piel pálida. - Yoongi rodó los ojos.
- No más placer que el mío cuando no pueda verte caminar después de meterte mi gordo y grande pe...-
- ¡Ni lo digas! Acepté tu parte de apuesta porque sabía que no iba a pasar. - Yoongi sonrió, guiñando un ojo hacia el Alfa.
- Ya lo veremos, cosita. - Jimin presionó los labios mientras Yoongi se alejaba escuchando y correspondiendo la despedida del Alfa,con el buen humor calando en sus huesos ante la idea de que en su luna de miel, luego de ganar la apuesta, podría disfrutar del agujerito virgen de su...
- Yoongi-ssi. - El aludido detuvo el tren de sus pensamientos cuando escuchó a alguien llamarlo. Se giró en el lugar para ver a Jeon Jungkook acercarse a él con lo que parecía un batido en sus manos. - Buenos días.
- Buenos días. - Correspondió, rebuscando entre sus cosas para extenderle la invitación al Alfa. - Estás invitado a mi boda, es en dos semanas, por si quieres ir. - Jungkook tomó la invitación en sus manos, asintiendo hacia él con una sonrisa.
- Creo que no había tenido la oportunidad de felicitarlo por su compromiso antes. Muchas felicidades y gracias por invitarme. - Yoongi asintió.
- Asegúrate de ir. Necesito alguien que sepa cómo lidiar con los cambios de humor de Taehyung y que a la vez impida que se coma el pastel a escondidas. - La sonrisa del Alfa vaciló un poco y Yoongi se apresuró en añadir, esperando que sus palabras no hayan sido malinterpretadas. - Realmente me encantaría que estuvieras allí.
- Veré que puedo hacer. - Murmuró, extendiéndole el batido para que lo tomara. - ¿Cree que pueda llevárselo a Taehyung? Me pidió uno hace unos minutos pero tengo algo importante que terminar en el laboratorio. - Yoongi asintió, aceptando la bebida. - Muchas gracias.
- No hay de que. - Aseguró, la curiosidad picando en él. - ¿Acaso Taehyungie está de nuevo con los cambios de humor y me estás sacrificando a mí en tu lugar? - Jungkook se mostró sorprendido unos segundos, solo para negar con una pequeña sonrisa.
- Nada de eso, solo tengo algo que hacer. - Se despidieron, más Yoongi no dejó que el bichito de la curiosidad dejara de poner idea tras idea en su cabeza y es que Jeon Jungkook negándose tiempo de calidad con Kim Taehyung solo para ir a trabajar era algo que ameritaba ser investigado cuánto antes.
Sus pasos fueron apresurados hasta la oficina de Taehyung, dejando solo un par de toques en la puerta para anunciar su presencia antes de abrirla e ingresar al interior del lugar.
- Buenos días. - Saludó, atrayendo la atención del otro Omega sobre sí mismo y las dudas crecieron aún más cuando Taehyung le sonrió, luciendo demasiado contento para darle fundamento a las sospechas en su cabeza. - Aquí te mandó Jungkook, me pidió que te lo entregara porque él tenía algo que hacer en el laboratorio. - Contó y no se perdió cómo la sonrisa de Taehyung decaía un poco.
- Mhmm, él me dijo algo parecido esta mañana. - Comentó, recibiendo el batido de mango que se le había antojado en plena mañana y que usó como pretexto para tener a Jungkook en su oficina un rato. Al parecer, la estrategia no le había funcionado esta vez. - Jungkook está extraño desde anoche. - Las cejas de Yoongi se alzaron. Ahí estaba justo lo que quería escuchar.
- Define extraño. - Pidió, siguiendo los movimientos del menor mientras apartaba la bebida a un lado.
- No lo sé, sólo...- Suspiró bajito, encogiéndose de hombros. - Ayer conocí a sus amigos y todo fue bien. Fue una tarde estupenda pero cuando regresamos a casa él estaba tan...distante. - Contó. - Jungkook no es para nada distante y ni siquiera recibí mi beso de buenas noches y no sé si se acostó a dormir conmigo porque cuando fui por él me dijo que tenía algo importante que hacer, cosas del trabajo y eso y cuando desperté estaba solo en la cama.
- Ya veo. - Yoongi murmuró. - Suena extraño pero me da aún más curiosidad saber desde cuándo Jungkook te da besos de buenas noches y duerme contigo en tu cama.
Las mejillas de Taehyung enrojecieron rápidamente al percatarse de que había hablado cosas respecto a su relación con el Alfa que no le había comentado a ninguno de sus amigos.
- Quita esa cara de susto. El único que no se ha dado cuenta de que tú y Jungkook se traían algo es Jimin. - Confesó, riéndose de la expresión estupefacta del menor. - No son muy sutiles que digamos.
- Yoongi Hyung.- Taehyung murmuró avergonzado, viendo al mayor sonreírle.
- Está bien, preocupémonos mejor por descubrir la razón tras la distancia emocional de Jungkook. - Taehyung asintió hacia el mayor. - ¿Ya hablaste con él?
- No. Tenía pensado hacerlo cuando viniera, pero ya que no está supongo que puedo ir y hablar con él luego de que regrese de almorzar. - Yoongi alzó ambas cejas, mostrándose curioso. - Minho-ah está en Seúl. Quedamos de almorzar juntos para ponernos al día. - Taehyung le contó y Yoongi escuchó sus neuronas hacer sinapsis al instante.
- Oh, ya veo. - Murmuró.- Y, ¿Minho y tú siguen siendo igual de buenos amigos como la última vez que los vi abrazándose como si su vida dependiera de ello? - Taehyung rió, asintiendo despacio.
- Lo hacemos, sabes que él es una persona muy importante para mí. - Confesó, viendo a Yoongi asentir en comprensión.
- Y, ¿Jungkook estaba allí cuando Minho y tú se encontraron? - Taehyung asintió. - ¿Te vio abrazándolo y siendo cariñoso con él? - El Omega volvió ha asentir, el terror y el entendimiento palideciendo poco a poco su rostro. - ¿Le explicaste a la persona con la que tienes sentimentalmente algo en estos momentos por qué abrazas a tu ex-prometido como si fuera lo más importante de tu vida? - Taehyung negó, dejando caer sus hombros, totalmente abatido y Yoongi resopló, con el ceño fruncido. - Te creí más inteligente que esto.
- Oh Dios, por eso él...Pensó que yo...- Taehyung jadeó, dejando ir un lloriqueo. - Soy un idiota. ¿Cómo no me di cuenta antes? - Se quejó, maldiciendo bajito mientras Yoongi lo miraba de brazos cruzados. - Tengo que hablar con él cuánto antes. - Aseguró, levantándose, más las manos de Yoongi empujando sus hombros hacia abajo lo hicieron volver a sentarse.
- Cálmate. - Taehyung presionó sus labios, mirando al mayor con ojitos llorosos. - Respira, no dejes que tus hormonas alteradas se apropien de ti. - Taehyung acató la orden, respirando despacio, acariciando su vientre con cuidado buscando calmarse. - Antes de ir a hablar con él, ¿ya sabes lo que le vas a decir?
- Voy a explicarle todo el asunto de Minho. - Contó. Yoongi asintió conforme, aún de brazos cruzados y con la expresión tranquila.
- ¿Y después? - Taehyung se mostró confundido. - ¿Qué le dirás después? ¿Qué pasaría si él se comporta cliché y te dice que no importa, que está bien lo que hagas porque no es como si ustedes dos tuvieran una relación o algo? ¿Qué pasaría si te dice que no tienes por qué darle explicaciones porque es tu vida personal y él no tiene voz ni voto en ella? - Taehyung arrugó las cejas.
- Él no diría algo así. - Aseguró, no tardando en añadir cuando Yoongi lo miró como si no le creyera. - No beso ni duermo con una persona cuya opinión emocionalmente no me importe.
- Ya, ¿y él sabe eso? - Preguntó. - Porque para mí lo único que Jungkook seguramente recuerde es a ti aferrándote a tu ex-prometido y si él no te pidió ninguna explicación al respecto luego de ver eso, solo se me ocurren dos posibles motivos: Uno, que no le importe verdaderamente lo que tienen o dos, que no se crea con el derecho de pedirte explicaciones. - Enumeró ambas razones. - Y si me permites mi humilde opinión, no creo que sea la primera razón. - Explicó. - Por eso te digo que es mejor que te aclares a ti mismo que quieres tener exactamente con él para que luego se lo expliques y se ahorren todo el cliché de las películas en los que ambos protagonistas piensan que el otro no quiere una relación cuando verdaderamente ambos quieren estar juntos. - Taehyung sonrió.
- Suenas frustrado. - Yoongi rodó los ojos, más tenía una sonrisa en el rostro.
- Jimin no deja de obligarme a ver esas clichés novelas rosas. - Confesó, haciendo reír al otro Omega. - Así que si quieres a ese Alfa, pon las cartas sobre la mesa y ve tras él. - Aconsejó, sintiéndose tranquilo de ver a Taehyung más calmado.
- Lo haré, gracias por todo esto, Hyung. - Yoongi negó, restándole importancia al asunto con un rápido gesto de su mano.
- No es para tanto, solo estoy asegurando tu felicidad y de paso, la mía. - La expresión de Taehyung fue curiosidad pura con su decir.
- ¿Tu felicidad? - La sonrisa que le dedicó Yoongi por su pregunta fue enorme, con cierto matiz de perversión dibujado en las comisuras de su boca.
- Hice una apuesta con Jimin sobre si tú tenías algo o no con Jungkook. - Contó y Taehyung no pudo evitar sonreír.
- Ya veo, y, ¿qué le pediste a Jiminie si ganabas la apuesta? - Los ojos de Yoongi brillaron, la malicia refulgiendo en ellos.
- Que me dejara follarlo.- Contó, riéndose cuando Taehyung casi se ahoga con su propia saliva. - Y puedo asegurarte que después de nuestra luna de miel, a Park Jimin le costará sentarse en cualquier superficie.
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Charles Bukowski dijo una vez que la tristeza era causada por la inteligencia, que cuanto más comprendíamos ciertas cosas más desearíamos no comprenderlas.
En su estado de ánimo actual, a Jungkook le resulta fácil identificarse con ese pensamiento.
Se siente triste y cobarde porque no quiere seguir indagando más en un asunto que probablemente termine haciéndole daño y es que ver a Kim Taehyung aferrarse a otra persona no dejó la más bonita de las secuelas en su pecho.
Quiere acercarse y preguntar, porque su cerebro no está siendo muy condescendiente con sus emociones en estos momentos y no ha parado ni un segundo, desde la tarde anterior, en crear teorías que cada vez tienen más sentido en su cabeza.
Minho solía ser el prometido de Taehyung, por la forma en la que ambos se trataban suponía que su relación había terminado en buenos términos y Jungkook se hacía una idea del por qué.
Probablemente en el rumbo de su compromiso la infertilidad de Taehyung había salido a flote y a lo mejor se había convertido en el desencadenante de su ruptura. Jungkook podía imaginárselo fácilmente, a Taehyung terminando su compromiso con Minho por no ser capaz de darle una familia y a los dos terminando una relación que estaba destinada a ser algo más.
El hecho de que ambos se volvieran a reencontrar y que a simple vista dejaran ver el obvio cariño que aún sentían el uno por el otro, no terminaba por calmar el temor que se resguardaba en su pecho y tampoco ayudaba ser consciente de que la razón por la que probablemente habían terminado ya no estaba allí.
Taehyung tenía la posibilidad de tener un bebé, su actual embarazo era prueba de ello y Jungkook no sabía muy bien que hacer con el lío que eran sus emociones cuando se presentó al mediodía para invitarlo al almuerzo solo para terminar descubriendo que Taehyung había quedado en comer en algún lugar con aquel Alfa.
En conclusión, Jungkook estaba deprimido y tenía el cerebro entumecido en teorías, una peor que la otra; por lo que no podía hacer más que esperar en su laboratorio y llenarse de trabajo para callar pensamientos internos que lo dejaban con un sabor amargo en la boca.
- ¿Tú tampoco tienes hambre? - Murmuró hacia la pequeña conejita, extendiendo un trozo rectangular de zanahoria hacia ella sólo para que lo olisqueara y terminara alejándose, indispuesta. - Asumiré que no estás de humor y que por eso rechazas el aperitivo.
Blancanieves sacudió sus bigotes finos hacia él y Jungkook estaba lo suficientemente creativo como para tomar aquello como un sí.
La sostuvo entre sus manos, cargándola mientras repartía caricias en el pelaje suavecito, teniendo sumo cuidado cuando pinchó con el dedo la barriguita hinchada.
- Hora de descansar, no te molestaré más. Ya tienes suficiente con tus bebés, ¿cierto?- La dejó sobre la mediana jaula adaptada para ella, viéndola acomodarse en un pequeño nido antes de quedarse quieta. Jungkook no se contuvo de dejar una caricia en su cabecita. - Eres una chica buena, ¿no es así? - Murmuró hacia ella, todos sus músculos tensándose cuando escuchó a lo lejos la puerta del laboratorio abrirse.
Solo habían dos personas que tenían acceso al lugar, él era una de ellas y Kim Taehyung era la otra, así que podía apostar una capa de su corazón a que sabía quien se había adentrado en el lugar.
Caminó hasta donde oyó pasos, solo para ver a Taehyung vistiendo ropa informal, cubierto con pantalones cómodos y una camisa ancha cubriendo el crecido vientre bajo el abrigo cálido que dejó sobre el sofá en una de las esquinas.
- Buenas noches. - Él lo saludó y Jungkook arrugó las cejas, dispuesto a corroborar el horario en el reloj en su muñeca. Sus ojos se abrieron sorprendidos al ver la hora que era. - Supuse que se te había ido el tiempo. Así que te traje la cena, lo más seguro es que no hayas comido nada. - Taehyung le comentó, luciendo todo bonito y besable de pie frente a la mesa en la que fue a dejar unas bolsas con varios paquetes de comida dentro.
Jungkook se contuvo a sí mismo de acercarse.
- ¿Lograste terminar en lo que estabas trabajando? - Taehyung le preguntó curioso y de hecho, no, no había terminado; porque su trabajo de todo el día se había limitado a organizar sus pensamientos solo para que el Omega irrumpiera en su espacio para desbaratarlo todo. - ¿Jungkook?
- Perdona, estoy algo distraído. - Confesó, alzando la vista para ver a Taehyung sonreírle, su expresión cargada de algo que Jungkook no quería malinterpretar como adoración o ternura.
- Quería que comieras algo antes de que se enfriara, pero supongo que tenemos que hablar antes, ¿no? - Al oírlo, Jungkook sintió los músculos de su corazón ser sustituidos por plomo. - Ven aquí, vamos a hablar los dos de algo importante. - Taehyung palmeó un lado en el sofá al que fue a sentarse. El Alfa se unió a él al cabo de los segundos.
- ¿Sucede algo? - Preguntó y sí, a Jungkook le gustaba hacerse el loco y el desentendido. Nada bueno se avecinaba de una frase como lo era: "Tenemos que hablar."
- Me comprometí con Minho a los quince, fue un matrimonio arreglado. - Jungkook tragó en seco cuando Taehyung comenzó a hablar. - Al principio era molesto pero después nos empezamos a conocer y fue diferente. Empezamos a tener sentimientos el uno por el otro y a los diecisiete empezamos oficialmente a salir.
- ¿Por qué me estás contando todo esto? - El Alfa preguntó, haciendo ademán en levantarse, más las manos de Taehyung alrededor de su muñeca lo detuvieron, trayéndolo de regreso al sofá.
- Escucha todo lo que tengo para decir, ¿bien? Después puedes hablar. - Suspiró, agradecido cuando el Alfa se mantuvo sentado junto a él, en silencio. - Creo que teníamos veinte cuando mi celo se adelantó y lo pasamos juntos, sin protección. No hubo un bebé luego de eso y ahí fue cuando supe por primera vez que era infértil. - Confesó, con la voz algo rota.
- Taehyung...
- Terminamos después de eso, porque me sentía egoísta de atarlo junto a mí cuando no podía darle una familia. Los herederos son algo importante de donde vengo, así que lo mejor era terminar. - Contó. - Aún así, Minho me apoyó y guardó el secreto de mi abuelo y el resto de mi familia. También me apoyó cuando rompí nuestro compromiso e incluso me presentó un médico de confianza especializado en infertilidad. - Jungkook tragó en seco, su pecho apretado al corroborar que sus sospechas habían sido ciertas. - Es por eso que él es tan importante para mí y a pesar todo el tiempo que ha pasado le guardo un cariño inmenso.
- No tienes que darme explicaciones. - Murmuró, con el tono de voz tenso. Taehyung negó frente a él, sentándose de lado en el sofá para enfrentarlo y llevar sus manos hasta las mejillas del Alfa.
- Tengo que.- Contradijo.- Porque si bien Minho es un amigo importante, no quiero que la persona por la que siento algo crea que mis sentimientos por él van más allá de la amistad. - El Alfa frunció las cejas y Taehyung no tardó en reírse de su expresión, acariciando sus mejillas.
- ¿La persona por la que sientes algo? - Jungkook murmuró, con la voz ronca y algo recelosa. Taehyung hizo un sonidito afirmativo hacia él, no dejando de acariciar su rostro.
- Mhmm, me gusta alguien desde hace un par de meses, un científico loco. Se podría decir que lo adoro con la vida, casi tanto como al bebé en mi vientre. - Admitió, sintiéndose satisfecho cuando una sonrisa iluminó el rostro del Alfa. - Es un poco distraído y piensa siempre las cosas de más. A veces habla hasta por los codos cuando está nervioso y me dan ganas de callarlo a besos cada vez que se pone a balbucear. - Contó, inclinándose un poco hacia adelante cuando el Alfa se movió en el sofá.
- Suena como una persona muy comunicativa.
- Yo diría que es un parlanchín.- Contradijo, haciendo reír al Alfa. Taehyung lo miró serio, deteniendo sus caricias. - Me encantas, Jeon Jungkook; lo suficiente como para volverme loco con la idea de que pienses siquiera que puedo elegir a alguien más con quien estar por encima de ti. Sácate todos esos pensamientos estúpidos que tienes en la cabeza.
- Perdón por asumir cosas. - El Omega negó.
- Yo debí hablar contigo y dejar las cosas claras antes. Lo que viste ayer en la tarde era una escena que invitaba a la especulación. - Se disculpó, acercándose a dejar varios besos regados por el rostro del Alfa hasta hacerlo reír. Jungkook sostuvo su vientre, acercándose hasta unir sus frentes, las manos del Omega sobre sus mejillas.
- Tú también me encantas, Kim Taehyung. - Dicho Kim Taehyung sonrió, mostrándole una expresión complacida y de mejillas rojas.
- Provoco ese efecto en la gente. - Jungkook sonrió, sosteniendo su rostro para dejar un beso corto pero profundo en su boca. Taehyung aferró sus manos a la bata blanca del Alfa.
- Puedo decir que lo haces. - Jungkook confesó, perdiéndose en la mirada que le dieron aquel par de ojos color miel.
- Entonces, ¿eso quiere decir que puedo llamarte mío? - El Alfa sintió su corazón revoltear eufórico ante la pregunta.
- Eso quiere decir que podemos ser un nosotros. - Jungkook murmuró sobre sus labios, con las manos sobre su vientre. - Taehyung-ah, seamos una familia.
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