Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(18)

- ¿Cuánto tiempo tenemos? - Seokjin preguntó con voz agitada, luchando con el nudo apretado de la corbata azul marino en su cuello.

Sobre la pequeña mesa de café en el centro de la sala de su apartamento, tres pilas de billetes permanecían una al lado de la otra, en una imagen que hizo sus ojos brillar.

- Jungkook dijo que vendría por mí en unos diez minutos más o menos. Así que aún nos queda algo de tiempo.-
Taehyung murmuró, sus ojos sobre el dinero, un monto de varios miles de wons mostrándose ante él, haciéndole la boca agua.

- Bien, caballeros. Hagan sus apuestas. - Yoongi añadió, llamando la atención de ambos al deslizar su parte del dinero al centro de la mesa. - Apuesto cincuenta mil wons a que es un niño.

Seokjin y Taehyung arrugaron las cejas, mirándose uno al otro antes de dirigir su mirada seria a Yoongi.

- Cincuenta mil wons a que es niña. - Taehyung apostó, llevando su monto al centro de la mesa, junto al de Yoongi. - ¿Qué hay de ti, Seokjin-ah? ¿Niña o niño? - El mayor de los Omegas apretó los labios, sopesando su decisión.

Si elegía el bando ganador, guardaría el dinero de la apuesta junto al que tenía reservado para el futuro regalo del baby shower del cachorro de Taehyung y entonces, tendría capital suficiente para comprar el mejor obsequio de todos y lo coronarían padrino de la criatura.

El bando ganador era con Taehyung; Seokjin suponía que por cosas relacionadas con el instinto, el Omega gestante debería dar en el clavo con el sexo del cachorro.

Así que su respuesta debía ser más que obvia.

- Yo digo que niña. - Yoongi rodó los ojos al escucharlo, tomando el dinero de la mesa para guardarlo en una caja mediana de color negro.

- Estás apostando a que es niña porque crees que Taehyung siente que lo va a ser, ¿verdad? - Yoongi acusó, chasqueando la lengua cuando las mejillas ligeramente sonrojadas de Seokjin le confirmaron sus sospechas. - Eres tan predecible, los dos lo son y por eso, perderán contra mí.

- Eso está por verse. - Taehyung refutó, apoyándose en el sofá. - Apenas el ultrasonido diga que es niña, te llamaré para confirmarte que perdiste tu apuesta. - Yoongi rodó los ojos al escucharlo, no dejándose perturbar por lo que se le decía.

- Jimin te dijo algo, ¿verdad? Es por eso que estás tan seguro de tu apuesta, ¿no es así? - Seokjin acusó y Yoongi sonrió amplio, no negando ni afirmando nada, más fue razón suficiente para hacer dudar al mayor de los tres. - ¡Jimin sí te dijo algo! ¡Ya sabes el sexo del bebé! ¡Eso es trampa, Min Yoongi!

- Jimin no me dijo nada. - Murmuró en un quejido. - Solo estoy seguro de lo que me dice mi instinto. ¿Cuándo has visto que algo de lo que yo haya dicho que va a pasar no pase? 

Seokjin permaneció en silencio, luciendo asustado. La sonrisa de Yoongi se amplió.

- Exacto, si digo que va a ser niño, entonces será niño.

- ¡Oh, mierda! Aún puedo cambiar mi apuesta, ¿verdad? - Seokjin preguntó y junto a él, Taehyung jadeó, incorporándose escandalizado.

- ¡Seokjin Hyung! - El Omega exclamó, apuntando con un dedo a Yoongi. - ¿Cómo puedes siquiera pensar en abandonarme para irte con Yoongi Hyung? ¿No estabas de mi lado?¡Mírame y compadécete!

- ¡Compedécete tú!Eres millonario y CEO de una importante farmacéutica. Prácticamente le estás pidiendo a una caja de arena para gatos que se compadezca del Sahara.- Seokjin se quejó, observando suplicante a Yoongi. - ¿Qué tan seguro estás de que va a ser niño?

- Ciento diez por ciento. - Contestó rápidamente. Seokjin jadeó, recreando mentalmente todas sus posibilidades.

- No te dejes perturbar por Yoongi Hyung. ¿Acaso no lo conoces? Sus intenciones son las de separarnos, quebrar nuestra alianza. - Taehyung añadió, mirando con cejas arrugadas al Omega de ojos gatunos.- Eres un espíritu maligno.

- Este espíritu maligno les va a ganar la apuesta a ambos. - Yoongi habló, apuntando a la puerta de la entrada a unos metros cuando toques fueron dados contra la madera. - Y ese debe ser Jungkook-ssi. Alguien ábrale y de paso le preguntamos si quiere apostar sobre cuál será el sexo de su hijo no nato.

- Yo le abro. - Taehyung dijo, levantándose, con la mirada de ambos mayores sobre él y Seokjin arrugó las cejas al escuchar a Yoongi reír bajito.

- ¿Qué es tan gracioso?

- Míralo, prácticamente levita hasta la puerta.- Contó.

La mirada de Seokjin fue a la entrada de su apartamento, inclinándose un poco para ver mejor la puerta donde un sonriente Kim Taehyung recibía caricias suaves en su espalda por parte del Alfa. Alzó ambas cejas, observando aquella escena en silencio.

Ambos chicos demasiados inmersos en sí mismos como para notar los ojos sobre ellos y se sorprendió al ver a Jungkook dejar un beso en la frente del Omega que se aferraba al borde de su abrigo, luego otro en su sien y uno en su mejilla.

Seokjin retomó su lugar en el asiento al sentir aquella escena demasiado íntima.

- ¿Desde cuándo esos dos? - Inició, no elaborando más su pregunta. Yoongi se encogió de hombros en respuesta, no tardando en añadir.

- Hace un par de días que están demasiado táctiles el uno con el otro.- Contó, apresurándose en decir cuando vio a la pareja acercarse. - Sobre todo en la oficina cuando Jungkook le lleva algo de merendar, Taehyung va y se frota contra él como un gato necesitado de afecto.

- ¿Es así? - Seokjin murmuró, sus ojos sobre los pucheros que Taehyung formaba inconscientemente en sus labios mientras parecía quejarse de algo con el Alfa. - Quizás es por el bebé. - Yoongi asintió en acuerdo.

- Quizás. - Aceptó, la maldad brillando en sus ojos. - Hey, Jungkook-ssi. - Llamó, ganándose la atención del Alfa de pie a unos pasos del amplio sofá. - Estábamos apostando sobre el sexo del bebé. ¿Quieres unirte? Y de querer, ¿qué crees que sea?

- Uhm...un niño. - Jungkook dijo. Taehyung gruñó a su lado y Yoongi sonrió amplio a la vez que Seokjin lloriqueaba al ver todas sus esperanzas perdidas.

- Bien, supongo que es un dos contra dos. - Yoongi contó. La mirada curiosa del Alfa fue a Taehyung, quien lo fulminaba con la mirada.

- ¿Qué pasa?

- Taehyung-ah apostó que sería una niña, al igual que Seokjin. - Yoongi contó. - Lo que nos convierte a ti y a mí en el equipo ganador, porque el bebé va a ser un niño. - Taehyung resopló, luciendo indignado.

- Los dos tienen el insisto atrofiado. - El Omega gestante se quejó y Jungkook no pudo evitar reír cuando prácticamente comenzó a ser arrastrado hasta la entrada. - Te restregaré en la cara que perdiste hasta el día que muera. ¡Para que lo sepas, Yoongi Hyung!

-¡Esa debería ser mi línea!- Yoongi exclamó, sonriendo al escuchar la puerta cerrarse bruscamente. - Es como un niño chiquito cuando se trata de perder.

- Esos dos...- Seokjin inició y su mirada seguía sobre la puerta por donde Taehyung y Jungkook habían salido. - Tienen un aura rara. - Yoongi alzó ambas cejas al escucharlo.

- ¿Rara cómo?

- Como la que tenían Jimin y tú cuando empezaron a coger.


⋆。゚☁︎。⋆。 ゚☾ ゚。⋆


Kim Taehyung inhala suavemente, vaciando con cuidado el líquido humeante y negro dentro de la taza. Contiene la mueca cuando el aroma fuerte del café llega hasta su nariz, revolviendo su mal humor y quizás, no debería estar haciendo este tipo de cosas por personas que realmente no se lo merecen.

Aún así, toma la taza mediana con café y las galletas que su madre le llevó en la tarde, colocando ambas cosas sobre la bandeja metálica para comenzar a andar escaleras arriba y al llegar a su destino, empuja con la cadera la puerta semiabierta.

Arrastra los pies hasta la puerta a uno de los costados de la habitación, caminando a paso lento y cuando entra, la imagen de un Alfa de cabello oscuro despeinado y ojos adormecidos invade su campo visual.

- ¿Eso es para mí?

Jungkook le pregunta, girándose en la silla junto al escritorio en el que lleva ya media noche escribiendo y Taehyung se mantiene en silencio todo su camino hasta él, dejando la bandeja sobre la superficie de madera.

-Realmente necesitaba café. Muchas gracias. - Murmura contento, acercándose a tomar la taza y cuando sus dedos se acercan a tomar una de las galletas, recibe un golpe rápido en la mano.

- No son para ti. - Taehyung le dice, mirándolo con desprecio en sus bonitos ojos y Jungkook alza ambas cejas al verlo tomar las galletas, yéndose a sentar en el sillón individual a unos pasos del escritorio.

- ¿No hay galletas para mí? - El Alfa pregunta, recibiendo la mirada afilada del Omega sobre él.

- No te las mereces, Judas.

Jungkook se ríe y desde el sillón escucha al Omega gruñirle, con el bol lleno de galletas sobre su regazo, abrazándolas recelosamente y quizás, Kim Taehyung es tan orgulloso como mal perdedor.

- No puedes estar molesto conmigo por algo tan absurdo. Sabes que no es mi culpa que hayas perdido la apuesta. - Afirmó y quizás, le estaba echando más leña al fuego.

Desde que habían salido del apartamento de Seokjin, durante todo el camino a la consulta y todo el tiempo hasta sus actuales momentos; Jungkook ha recibido más de una mirada helada y uno que otro comentario afilado.

Y es que, cuando supuso que su cachorro sería un niño no esperaba que minutos después el ultrasonido confirmara sus propias palabras y las de Yoongi, menos que Taehyung le hiciera la guerra por ello.

- Te va a doler el estómago si te comes todo eso. - Advirtió, mas fue ignorado y era algo tan hilarante como infantil que el Omega fuera donde estaba solo para hacerle la ley del hielo. - Tae...- Lo llamó y vio su expresión molesta vacilar.

Taehyung apretó los labios, conteniendo la sonrisita traicionera al escucharlo llamarlo así, más las mejillas enrojecidas delataron sus verdaderas emociones, emociones que el Alfa aprovechó para acercarse.

Jungkook se arrodilló frente a él en el sillón y el Omega se apresuró a elevar sus galletas, sosteniéndolas sobre su pecho; más las manos del Alfa se dirigieron a su vientre y no al aperitivo, colándose debajo de la tela de su camiseta para dejar una suave caricia.

- Siempre voy a estar de tu lado. Elegí el bando de Yoongi Hyung porque tú habías tomado el contrario. Si no ganabas, lo haría yo y podría usar el dinero de la apuesta para comprarte los dulces de tus meriendas. - Jungkook se excusó, esperando silenciosamente a que sus motivos fueran juzgados.

Taehyung resopló al cabo de los segundos.

- Sabes usar bien tus palabras, Judas. - Le dijo, mirándolo con ojos entrecerrados y Jungkook sonrió, acercándose a dejar un beso sobre su vientre.

Era la manipulación transformada en hombre, Taehyung no podía mantener su fachada ofendida si recibía semejantes tratos por parte del Alfa y lo más molesto del asunto era que Jeon Jungkook lo sabía y no dudaba usarlo en su contra.

- No es justo que uses tus encantos conmigo. - Taehyung recriminó, haciendo al Alfa reír y se estremeció poquito cuando este de recostó entre sus piernas, hundiendo la nariz en su vientre.

- No es mi culpa que seas débil ante mis encantos. - Jungkook murmuró, sus labios moviéndose sobre la piel estirada y el Omega resopló, arrebatándole un quejido cuando lo apartó de su vientre, sujetándolo por el cabello.

- No te pases de listo conmigo, Judas. Aún no perdono lo que hiciste. - Taehyung dijo, aflojando su agarre en el cabello del Alfa cuando este tomó su mano, entrelazando sus dedos juntos para llevarla hasta su boca, dejando un beso sobre el dorso.

- Me maltratas.

Jungkook se quejó, arrodillado frente al Omega que no tardó en rodar los ojos por lo que se le decía y el Alfa lo vio fruncir los labios en una fingida mueca de disgusto.

- Y pensar que puedes hacer muecas así de feas con esa boca tan bonita. - Comentó, viendo al Omega alzar las cejas.

- Tengo que ocuparla en algo ya que tú lo único que sabes hacer con ella es verla y decir que es bonita. - Taehyung murmuró, el sonrojo en sus mejillas contrastando con el tono hosco de su voz. - Lobo que aulla no muerde.

- Ese dicho no es así. - Jungkook corrigió, ganándose un gruñido bajo por parte del Omega.

- Yo lo digo como quiera. - Refutó.

- Que quieras decirlo como quieras no significa que vaya a cambiar como verdaderamente es. - Contradijo, buscando molestarlo y supo que quizás había sido mala idea jugar con las hormonas malhumoradas de Taehyung cuando pronto lo oyó mascullar.

- Te estás ganando una patada directo a tu hombría, Jeon Jungkook; y te aseguro que te joderá tanto que el cachorro dentro de mí será la única descendencia que tendrás. - Amenazó, apartando al Alfa para levantarse y Jungkook lo vio incorporarse con algo de dificultad, yendo a dejar el recipiente con galletas sobre el escritorio antes de acariciar su espalda baja. - Vamos, quiero un masaje.

- Creí que estabas molesto conmigo. - Taehyung lo retó con la mirada.

- Estoy molesto contigo, no con tus manos. - Confesó bajito. - Además, no puedo hacer mucho si tu hijo resultó ser igual de Judas que tú.

Jungkook sonrió, incorporándose para ir hasta donde se encontraba el Omega, llevando una de sus manos a la espalda baja de Taehyung para dejar una caricia por todo lo largo, deteniéndose cuando lo escuchó resoplar.

- Ambos sabemos que puedes hacerlo mejor que esto. - Le dijo, viendo al Alfa colocarse frente a él, llevando ambas manos a su cadera para acariciar despacio, uno que otro toque deslizándose bajo la camiseta que llevaba, acariciando su piel.

Taehyung se contuvo a sí mismo de ronronear complacido.

- ¿Y cómo sería eso? - Él le preguntó, sus ojos brillosos sobre la expresión tensa del Omega. - Dime cómo puedo hacer esto mejor para ti, ¿mhm?

- ¿En serio vas a hacerme pedirte un beso? - Jungkook amplió su sonrisa, encogiéndose de hombros.

- Tal vez. - Taehyung le gruñó.

- En serio te estás ganando esa patada en los huevos, Jeon Jungkook. - Amenazó, cruzándose de brazos cuando el Alfa lo atrajo más a su cuerpo, pegándolo a su pecho todo lo que el vientre del Omega permitía.

- Siempre me maltratas. - Jungkook le dijo, con la voz suave y bajita, como un susurro que relajó instintivamente sus hombros. Aún así, Taehyung no se abstuvo a sí mismo de quejarse.

- Podría hacerte otras cosas...- Él le dijo, deshaciendo el agarre de sus brazos para llevarlo a los hombros del Alfa, sintiendo los músculos bajo sus palmas. - Pero eres tan mojigato que no te dejas.

- Podrías hacer otra cosa mejor con tu boca que no sea gruñirme y quejarte. - Jungkook le dijo, la sonrisa en sus labios tentándolo con la mirada y Taehyung rió cuando el Alfa acarició su mejilla con la nariz, marcándolo silenciosamente con su aroma.

El Omega suspiró encantado.

- Sí, ciertamente podríamos estar haciendo mejores cosas. - Concedió, observando con ojos entrecerrados el rostro cercano del Alfa a milímetros del suyo, sus alientos mezclándose.

Jungkook sintió su boca hacérsele agua cuando el aroma dulce del Omega se intensificó.

- Podríamos, si no hablaras tanto. - Taehyung le dijo.

Sus manos sobre los hombros del Alfa deslizándose hasta su cuello, otra a su cara donde dejó una caricia y Taehyung nunca se consideró a sí mismo una persona que se negaba las cosas que quería, a las personas que deseaba; por lo que cuando Jeon Jungkook acercó más sus rostros, él terminó por acortar la distancia que lo separaban.

Gimió en el beso que se le dio, recibiendo las manos firmes del Alfa sobre su cuerpo y tanto las rodillas como el corazón le temblaron cuando Jungkook lo apegó más a él, sonriendo sobre sus labios antes de profundizar más el beso y, ¿por qué jodida razón llevaba ya casi medio día negándose aquel tacto?

Cruzaron la delgada línea de los besos hace un par de días atrás cuando, en medio de una discusión sobre el diseño del futuro cuarto del bebé, Jeon Jungkook decidió que sería una buena idea besarle para que se callara la boca y quizás, se ha vuelto un poco -muy- adicto a los besos del Alfa.

- Joder.

Taehyung jadeó, su corazón latiendo rápido contra su pecho cuando el Alfa se separó unos segundos para dejarle tomar algo de aire.

- Es que ves las cosas que te pierdes por parlanchín, las cosas que haces perderme por seguirte la corriente. Realmente eres de lo peor que hay. - Murmuró quejumbroso y escuchó a Jungkook reírse, yendo a besarlo en la frente; gesto que el Omega recibió con los ojos cerrados.

- Fuiste tú quien se pasó medio día sin hablarme solo porque perdiste aquella apuesta con Yoongi-ssi. - Refutó, besando fugazmente los labios del Omega cuando lo vio con intenciones de quejarse nuevamente. - Quiero que sepas que me quejaré de tu actitud con mi cachorro cuando nazca. Le diré todo lo que armaste.

Taehyung se rió, recibiendo los besos en sus mejillas como "castigo" por su reciente actitud y suspiró contento, aferrándose a la ropa que Jungkook traía en un acto casi instintivo y, si alguien le hubiera dicho que interesarse en aquella investigación vanguardista terminaría con él entre los brazos del Alfa, Kim Taehyung le hubiera dado toda la razón del mundo.

- Vamos a la cama. - Pidió, encogiéndose en el lugar para intentar hacerse más chiquito, lo suficiente como para poder acurrucarse en el Alfa, hundiendo la nariz en su cuello para aspirar profundo su aroma. - Nos acostamos, me das un masaje y de paso me pagas los besos que me debes de todo el día.

Añadió, saliendo de su escondite en el cuello ajeno al escuchar al Alfa reírse y Taehyung se dedicó a mirarlo hasta que los brillantes ojos negros se posaron en él.

- ¿Alguna objeción? - Preguntó y frente a él, Jeon Jungkook solo pudo sonreír, besándole la frente.

- Ninguna.

Taehyung sonrió contento al escucharlo solo para que unos minutos después su felicidad se incrementara al verse sumergido en su más reciente y nuevo lugar feliz, con el Alfa abrazándolo mientras dejaba caricias distraídas en su vientre, ambos acurrucados en la calidez de su nido sin saber que, a un par de kilómetros de distancia, sus nombres flotaban en medio de una conversación desde hacía un par de horas.

- Te digo yo, que esos dos tienen algo. - Desde su lugar en la cama Park Jimin fijó su vista en Yoongi, quien caminaba hacia él con la expresión decidida y en pijama.

- Te lo estás imaginado, amor. No hay forma que Tae y Jungkook-ssi tengan algo. - Refutó en medio de un bostezo, recibiendo el cuerpo ajeno que se acurrucó junto a él en la cama. - Es normal que su relación sea cercana, son compañeros de trabajo y van a tener un bebé juntos.

- ¿Cuánto te apuestas a que sí tienen algo? - Yoongi le dijo, escapando de entre su agarre para sentarse en la cama, enfrentándolo.

- Lo que quieras, bebé.

Yoongi sonrió, regresando a su lugar entre los brazos del Alfa mientras sopesaba con una sonrisa lo que le pediría a su adorado prometido como pago de su apuesta sabiendo que, todo lo que escapa de su boca siempre, siempre, siempre, se cumple.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro