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Inhaló con suavidad, sintiendo todo su cuerpo cosquillear ante el aroma que se volvía más dulce con cada paso. Los ojos verdes se mantuvieron sobre su cuerpo mientras caminaba; unas delgadas manos estiradas hacia él y un corto jadeo fueron motivo suficiente para que casi corriera la distancia que faltaba para que alcanzara la cama.

- Alfa.

Taehyung murmuró bajito, en un susurro que se perdió en la habitación y pronto las manos temblorosas del Omega envolvieron su brazo, atrayéndolo con una inesperada fuerza hacia adelante. Jungkook tuvo que apoyar con rapidez una mano sobre la mullida superficie de la cama para no colapsar sobre el cuerpo contrario y pronto tuvo unos brazos alrededor de su cuello, una nariz hundida en su ropa, olfateando su aroma.

- Omega. - Le dijo y pronto la respuesta a sus palabras vino en forma de un ronroneo que hizo a su lobo revolverse complacido. - ¿Cómo te sientes? - Preguntó, esperando una respuesta que nunca llegó, con el rostro de Taehyung hundido en su cuello. - Necesito que me digas cómo te sientes, ¿bien? Perdiste la conciencia y no dejas que la doctora te revise. - Se sorprendió al escuchar al Omega gruñir.

- No. - Masculló, su agarre tornándose tenso alrededor de su cuello. - No quiero que me toque, ni a mí ni a mi cachorro. Tampoco a ti, Alfa. No dejes que te toque. - Exigió, quejándose cuando sintió a Jungkook removerse, apartándose hasta crear algo de distancia entre sus cuerpos.

El Omega lo miró con ojos tristes, su labio inferior temblando y Jungkook se sintió la peor persona del mundo cuando escuchó un corto sollozo.

- No, no hagas eso. No me mires así. - Pidió y Taehyung pronunció aún más sus pucheros, con las mejillas rojas y el cabello revuelto.

Dios sabía que no era el mejor de sus guerreros, Jungkook nunca fue bueno resistiéndose a las personas así de bonitas, por lo que se apresuró a sentarse, ignorando las manchas de sangre sobre la sábanas y abrió sus brazos, invitando al Omega a un abrazo que terminó con el cuerpo contrario aferrado a su torso con fuerza.

Suspiró despacio, dejando caricias en la espalda encorvada, encontrando divertido como Taehyung buscaba hacerse más chiquito, hundiéndose entre sus brazos.

- La doctora me dijo que el bebé estaba bien. - Contó y sintió al Omega asentir, apoyado en él. - Pero me dijo también que tu cuerpo estaba muy débil y que te tenían que hidratar, pero te quitaste el abordaje en tu brazo y te lastimaste. - Taehyung se separó, mirándolo con cejas fruncidas y la expresión molesta mientras el Alfa evitaba a toda costa mirar aquellos ojos verdes que indicaban que el lobo del Omega estaba al control. 

- No dejaré que me toque, Alfa. - Taehyung mantuvo su postura, alejándose de él y de su toque, con Jungkook leyendo la ansiedad que se comenzaba a formar en sus orbes. - No pueden obligarme, no quiero. Es mi cachorro y no dejaré que lo toque. - La espalda del Omega chocó contra el espaldar de la cama en su propósito de mantenerse lejos y Jungkook lo vio cubrir con ambos brazos su vientre, sus hombros tensos y el cuerpo rígido cada vez que buscaba acercarse.

- Omega. - Lo llamó bajito, más el lobo en Taehyung no cedió, manteniendo su postura frente al Alfa. - ¿Sabes lo preocupado que estaba cuando me llamaron? - Preguntó, logrando captar un poco de la atención del contrario. - Mi corazón dolió mucho al pensar que algo malo le había pasado a ti y al cachorro, me preocupé mucho cuando me contaron que te desmayaste y yo tampoco quiero que nadie te toque, ni a ti ni al bebé, pero tampoco quiero que les pase nada malo. Por eso necesitas que la doctora te revise, ¿de acuerdo? Es para ver si el cachorro está bien.

- El cachorro está bien. - El Omega lo interrumpió, sobando su vientre con cuidado. - Sé que está bien, nuestro cachorro está aquí, Alfa. Yo lo cuido bien. - Jungkook sonrió.

- Lo sé, sé que vas a cuidarlo con tu vida. Pero, estás débil. ¿Crees poder cuidarlo sintiéndote mal? - Preguntó, acercándose a dejar cortas caricias sobre las mejillas ajenas, sintiéndose aliviado de que el Omega no se alejara de él.

- No. -Cedió con un suspiro cargado de pesar. - Pero aún así no quiero que me toque. - Jungkook sonrió, asintiendo.

- ¿Y si yo me quedo todo el tiempo que le tome a la doctora revisarte? - Preguntó, ganándose la mirada curiosa del Omega en él. - Puedo quedarme aquí contigo y cuidarlos a los dos, ¿qué dices? ¿Confías en mí?

Minutos después, Jeon Jungkook ve la respuesta del Omega materializarse con acciones. La espalda de Taehyung está recostada en su torso, los ojos verdes permanecen fijos en las acciones cuidadosas de la doctora mientras venda el antebrazo herido. Los músculos del Omega están tensos y Jungkook se percata que quizás la posición en la que están dista mucho del tipo de relación que le comentó a la chica que tenían cuando puso un pie en el hospital.

Taehyung se remueve entre sus brazos y Jungkook se apresura en reforzar su agarre alrededor del Omega, buscando transmitirle tranquilidad y pronto tiene un par de ojos brillantes sobre él, un puchero que luce malcriado sobre los labios algo pálidos y suspira temblorosamente, acercándose a dejar un beso en la sien de ajena, cumpliendo con su parte del trato.

El Omega había accedido a que lo revisaran si él permanecía allí todo el tiempo, obtener mimos y una que otra golosina por permitirle a la chica hacer su trabajo era la otra parte del acuerdo que Jungkook firmó con su meñique entrelazado junto al de Taehyung.

- Listo. - La doctora terminó, sonriendo hacia el Omega quien solo se encogió más en el lugar, ignorando la presencia de la chica al girarse a hundir su rostro en el cuello del Alfa. Jungkook la mira con la disculpa reflejada en sus ojos y Haeri solo niega, restándole importancia al asunto. - Le pediré a la enfermera que traiga algo de comer. Sería bueno que comiera algo, señor Jeon. Aunque sea un poco. ¿Cree que podría...? - El Alfa asintió.

- Yo me encargaré. - Aseguró y la doctora asintió, alejándose con pasos rápidos. Taehyung pierde la tensión de su cuerpo al mismo tiempo que la puerta de la habitación se cierra. - Omega. - Lo llama y ve al aludido salir de su escondite en su cuello, esperando atento sus próximas palabras. - Gracias por dejar que te revisara, realmente lo aprecio.

- ¿Soy un buen Omega? - Taehyung pregunta, sentado de piernas cruzadas frente a él y Jungkook se siente extraño por el cambio en la personalidad.

El seguro director de Heal Corporations no está y solo queda el lobo que pide por su aprobación, pero lo que lo disloca aún más es la sensación de no poder negarse a lo que sea que pida el contrario.

- Muy bueno, eres el mejor Omega. - Adula y las mejillas ajenas enrojecen, la mirada se torna aún más brillante y el dulzón aroma llena la habitación, impregnándose en su ropa.

Taehyung sonríe, dejando caer su cuerpo sobre el del Alfa y pronto tiene un par de manos dejando caricias vagas en su espalda.Se relaja, es el instinto el que hace caer sus hombros al encontrase junto al Alfa.

Sin embargo, Jungkook se tensa casi al instante cuando, en un rápido y ágil movimiento, tiene a Taehyung sentado en su regazo, con los bonitos ojos verdes iluminados sobre él. El Omega junta sus frentes, sus alientos chocan mientras las manos suaves sostienen las mejillas rojas del Alfa, quien lo mira con grandes ojos oscuros ante la cercanía.

Taehyung sonríe, dejando un beso en una de las mejillas del pelinegro, luego en la otra, casi ronroneando en felicidad cuando el aroma del Alfa se intensifica, mezclándose con el suyo.

- Alfa. - Murmura bajito, frotando sus narices juntas en un gesto cariñoso. Jungkook toma aire despacio, llevando las manos a los costados del Omega cuando las siente picar por contacto y es un gesto instintivo e inconciente el que lo hace deslizar el toque hasta el vientre de Taehyung, dudando en acariciar la zona con más confianza.

Una risita llama su atención y las manos del Omega que estaban en sus mejillas fueron a tomar sus muñecas, colando sus manos por debajo de la camisa del hospital, provocando miles de revoluciones en su lobo al sentir la piel caliente y fina sobre el vientre aparentemente plano, con una pequeña protuberancia casi imperceptible que Jungkook acarició con cuidado.

Taehyung soltó sus manos y Jungkook lo vio levantar la camisa, revelando la piel acanelada de su abdomen. Contuvo el aliento, sintiendo su corazón chocando contra su pecho, fuerte y errático.Latiendo tan rápido que juraría que su frecuencia cardíaca está por encima de cien, mientras que el culpable de todas aquellas reacciones permanece sentado en su regazo, como si la confianza sobrara entre ellos.

Y le resulta extraño.

Su relación con el Omega es tan cercana como lo puede ser la de dos personas que decidieron tener un hijo juntos a pesar de no tener una relación amorosa anterior, personas que se conocen desde solo hace un par de meses y Jungkook se pregunta en qué momento su vida se convirtió en una tenelovela.

Tiene que apretar los labios y hacer tripas corazón cuando Taehyung se frota en él, como un gato en busca de afecto, impregnado su aroma en el Alfa y sabe que sólo es el lobo del Omega dejándose llevar por su instinto, ese que lo reconoce a él como el padre de su cachorro y que está quebrando poco a poco su voluntad.

- Alfa. - La voz suave del Omega lo llama y Jungkook quizás pueda acostumbrarse a que lo llamen así, fácilmente puede hacer una rutina tener el aroma dulce de Taehyung encima y ciertamente, Jeon Jungkook no debe pensar tales cosas. - Tengo sueño, Alfa. - Taehyung le hace pucheros, con la mirada somnolienta y brillante sobre Jungkook cuando se aleja unos centímetros para mirarlo a la cara.

- Está bien, descansa. Yo me quedaré aquí. - Aseguró, no perdiéndose como un destello color miel aparecía fugaz en los irises del Omega.

- ¿Nos cuidas? - Preguntó y ya estaba recostándose en el pecho del Alfa, apoyando la cabeza en el hombro firme de Jungkook antes de hundir la nariz, sonriendo contra la tibieza del cuello ajeno.

- Yo los cuido. - Hizo de su voz un murmullo, acariciando con suavidad la espalda del Omega, quien sonrió al sentir un beso ser dejado en sus cabellos, las manos siendo delicadas con las caricias - Los cuidaré a los dos, lo prometo, Omega. - Lo próximo que supo Jungkook es que tenía el cuerpo tenso de Taehyung entre sus manos.

Se preguntó que dijo o hizo mal, preocupándose al sentir ligeros temblores invadir el cuerpo que hacía unos segundos estaba derretido sobre él y la respuesta vino a él en forma de unos bonitos ojos mieles. Amplios y brillantes sobre él mientras las mejillas del Omega se volvían cada vez más rojas por cada segundo que se miraban.

- ¿Jungkook?- Taehyung jadeó su nombre y esta vez fue el turno del Alfa de sonrojarse, deteniendo las caricias en el cuerpo del Omega. - Pero, ¿qué...?- Taehyung luce consternado, totalmente perdido en el momento y situación en la que están, sentando sobre el regazo de Jungkook y con las manos del Alfa en su espalda.

- Hola.

Es la única frase funcional que el Alfa logra formular y Taehyung balbucea algo que Jungkook no logra escuchar totalmente, levantándose con rapidez de su regazo, alejándose.

- ¿Estás bien? - Pregunta. Taehyung lo mira asustado, con los ojos brillosos.

- El bebé...

- Está bien. - El Alfa se apresura a decir, viendo los hombros del Omega perder tensión. - Te trajeron al hospital porque colapsaste, al parecer no has estado comiendo bien en estos días y estás débil. - Taehyung apretó los labios, luciendo culpable y Jungkook le sonrió, dejando un pequeño toque en la mano del contrario para llamar su atención. - No es tu culpa, ¿lo sabes, verdad? Este tipo de malestar es común en el embarazo, no eres ni la primera ni la última persona que perderá la conciencia por ello.

- Me paso todo el día sintiéndome mal. No puedo comer casi nada y todos los olores son demasiado fuertes, los mareos no me dejan en paz nunca y hace unos días sentí que me iba a desmayar y no sé... - Taehyung murmuró, abrazándose a sí mismo, dejando caricias sobre sus brazos bajo la atenta mirada del Alfa. - Es solo que hay ocasiones en las que estoy bien pero hay otras en las que de repente todo a mi alrededor se siente tan grande y aterrador, mi lobo no coopera tampoco y...la razón por la que estaba sobre tu regazo, fue por mi Omega, ¿verdad? - Jungkook asintió despacio, logrando que la vergüenza creciera más en Taehyung. - Oh Dios Mío, lo siento tanto.

- No te preocupes por eso...

- Me preocupo. - Refutó. - No es la primera vez que hace eso, que toma el control. - Jungkook frunció las cejas.

- ¿No es la primera vez? - Preguntó curioso y Taehyung asintió. - ¿Qué tan seguido lo hace?

- Algunas veces en la semana, a veces dos o más, no sé. Es variable. - Se encogió de hombros. - Jiminie dice que es común porque mi lobo se siente desprotegido y porque no está cerca el Alfa que... - Taehyung se calló de repente, negando a sus propias palabras. - Olvídalo, no es...-

- Taehyung. - Jungkook lo llamó y pronto unos asustados ojos color miel lo miraron. Sonrió poquito, buscando relajar al Omega con el simple gesto y supo que funcionó cuando lo vio dejar ir un suspiro tembloroso.

Y quizás Jeon Jungkook es tan impulsivo como inteligente, quizás sus padres tenían razón cada vez que lo reprendían por no pensar bien las cosas que podrían llevarlo a situaciones incómodas y complicadas, situaciones de las que le sería difícil salir.

Más frente a Kim Taehyung y su mirada triste, solo tiene un pensamiento en mente: Complacer.

Darle todo lo que le Omega quiera, todo lo que pida, todo lo que necesite. Todo, todo, todo.

- ¿Tienes alguna habitación libre en tu casa? - Taehyung lo miró confundido por sus palabras y Jungkook tragó despacio, no permitiéndose acobardarse en el lugar. - Puedo quedarme en tu casa, hasta que el malestar se alivie y tu lobo se sienta más seguro. Así no tienes que lidiar con él tomando el control cada vez que te sientas mal y cosas así. Pero solo quieres, ¿bien? Es tu decisión. - Ofreció. El verde esmeralda y el color miel mezclándose en los irises del Omega. - ¿Quieres? - Preguntó temeroso y Taehyung...

Kim Taehyung solo le sonrió.



Perdón por no haber actualizado hasta ahora.
Estuve, estoy y estaré en exámenes.
:(

Convertirse en adulto apesta.

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