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- Presidente Kim, ¿se encuentra usted bien? - La pregunta se escucha lejana en sus oídos. Inhala lentamente, buscando relajar su cuerpo y atenuar el malestar que comienza a intensificarse poco a poco frente a la mayoría de sus accionistas.

- Estoy bien. - Intenta que su voz suene lo más firme y segura posible, sin levantar la más mínima sospecha de que la sala de juntas de su empresa es el último lugar en el que desea estar en esos momentos. - Puede continuar, Jaemin-ssi. - El aludido asiente, continuando lo que llevaba casi dos horas exponiendo y es agotador, Taehyung siente que no debió levantarse de la cama en la mañana.

El aroma mezclado de las personas en la habitación da golpes certeros al malestar que ha estado gestándose desde temprano, un malestar que le impidió desayunar algo más que una simple tostada porque todo lo demás en su refrigerador le causaba el más grandísimo asco y si le preguntan, Taehyung solo quiere esconderse en su oficina por lo que resta del día, tomar su batido de fresas y dormir hasta que su bebé nazca, gracias.

- Señor, ¿seguro que se encuentra bien? - La voz de Jaemin vuelve a preguntar y si pudiera ver su propio rostro, Taehyung no se hubiera atrevido a fruncir las cejas de la forma en que lo hizo. - Disculpe mi indiscreción, pero está muy pálido. - El Alfa insistió y Taehyung llevó ambas manos a su rostro, sintiendo la piel fría bajo las palmas.

- Si el presidente Kim se encuentra indispuesto, quizás podamos terminar la reunión por nuestra cuenta mientras usted descansa en su oficina hasta que alivie su malestar. - Jongsoo ofrece, una sonrisa complacida adornando su rostro cuando una parte de los accionistas asintieron en acuerdo.

- Creo que pasa por alto, Jongsoo-ssi; que no se debe ni se puede tomar una decisión relacionada con cualquier asunto de Heal si su director ejecutivo no ha dado su aprobación. - La voz suave de Jisoo señaló, ganándose un par de miradas cortantes. - Lo más apropiado, a mi parecer, es que aplacemos la reunión hasta que el presidente se sienta mejor de salud.

- Estoy de acuerdo. - Jaemin concordó, ganándose una sonrisa por parte de la chica y Taehyung suspiró tranquilo, sintiéndose aliviado al saber que dentro de un grupo de diez personas, al menos dos no iban tras su cabeza. - ¿Qué le parece la idea, presidente Kim? - Le preguntaron y pronto tuvo todos los ojos de la habitación sobre él, los aromas mezclados con distintos estados de ánimo chocando contra su nariz y Dios, quería tanto vomitar.

- Me parece bien, es lo mejor. - Admitió, totalmente tentado con la idea de desaparecer de allí. La saliva amarga que comenzaba a formarse en su boca acompañada de los constantes escalofríos siendo un recordatorio mudo de que debía irse de allí lo antes posible si no quería hacer una escena en media junta.

Y aunque vomitarle encima a Kang Jongsoo no se escuchaba para nada mal, no quería crear más enemistad con el hombre.

- Retomaremos la reunión lo antes posible, pido disculpas porque mi estado haya hecho que aplazaramos un asunto tan importante.

- No se preocupe, le aconsejo que acuda al hospital para que pueda saber a que se debe su malestar y espero que mejore lo más pronto posible, presidente Kim - Jongsoo murmuró, con los dientes apretados casi rechinando y Taehyung sonrió amplio, logrando que la aparente expresión calma del hombre se desencajara.

- Estoy seguro que mi malestar no se debe a nada malo, ya mejoraré con el tiempo. - Afirmó, levantándose del asiento y obtuvo reverencias por parte de las personas dentro de la sala de juntas. Sonrió hacia Jaemin y Jisoo, en un agradecimiento silencioso antes de retirarse y suspiró en tranquilidad al verse fuera del cóctel de olores.

Sus pasos fueron rápidos hasta su oficina, sintiendo la bilis subir cada vez más hasta alcanzar su esófago y solo tuvo que abrir la boca en cuanto llegó al baño de su oficina, viendo como el poco contenido de su estómago era vaciado sin vacilaciones en el inodoro.

Sus ojos lagrimearon, su vista nublándose un poco y todo el cuerpo le tembló, un estremecimiento helando los vellos de su nuca cuando su vientre latió en dolor. Fueron solo tres punzadas seguidas, pero fue suficiente para hacerlo palidecer aún más.

- Taehyung.

Una voz conocida llamó y se apresuró el enjuagar su boca, intentando quitar el mal sabor del vómito, sorbiendo un poco su nariz y acomodando su ropa antes de salir del baño. Una figura alta con una bata blanca y los mechones negros revueltos invadió su campo de visión, logrando que sus hombros tensos se relajaran por instinto.

- Escuché de Nayeon-ssi que habías aplazado la reunión porque te sentías mal. - Jungkook comentó, acomodando sus anteojos con la mano que no sostenía la mediana bolsa de plástico. - ¿Estuviste eliminando tu contenido gástrico? - Preguntó y el Omega alzó ambas cejas en escepticismo.

- ¿No es más fácil decir que estuve vomitando lo poco que he comido en el día en su lugar? - Cuestionó, sintiendo su estómago revolverse de nuevo. - Prefieres buscar palabritas rebuscadas para que suene más bonito que me estoy muriendo del hambre. Tengo hambre, Jungkook. Y, ¿sabes qué es lo más triste? Vomito todo lo que como. - Se quejó, con los ojos brillosos y el Alfa se apresuró en sacar lo que había traído para él.

- Fui a comprar un Americano y compré un batido de fresas para ti. También compré de esos caramelos de leche que te gustaron la última vez que fuimos. - Jungkook contó, extendiéndole la bebida fría y vio a Taehyung hacer muecas de asco. - El batido de fresa sigue siendo tu favorito, ¿no? - Jungkook cuestionó, observando al contrario asentir despacio pero sin acercarse a tomar la bebida.

- Sí me gustan, pero ahora no. Pienso en tomarlo y se me revuelve el estómago. Llevo toda la mañana vomitando, no quiero tentar mi suerte. - Admitió, acercándose a curiosear en el contenido de la bolsa. - ¿Qué más traes ahí? A lo mejor hay algo que llame mi atención y que el bebé considere digno de no vomitar. - Jungkook rió al escucharlo, abriendo aún más la bolsa para Taehyung.

- Supongo que vamos a tener un bebé que es exigente con la comida, es bueno saberlo desde ahora. - Comentó. El Omega asintió, totalmente de acuerdo con él y se apuró en tomar una de las pequeñas botellitas de plástico. - Es leche saborizada de banana. - Contó y observó con una sonrisa a Taehyung escrutar la bebida, abriéndola y colocando el absorbente antes de darle un corto sorbo. -¿Te gustan?

- Dame todas las que tengas. - Taehyung pidió, sacándole un par de risas a Jungkook. - ¿Cómo ha estado Blancanieves? No pude verla ayer. - Cuestionó, recibiendo dos leches saborizadas más, con los ojos brillantes.

- Ella está bien, algo dormilona pero bien. - El Omega asintió totalmente de acuerdo con que la idea de dormir era la mejor opción de todas. - Además de los vómitos, ¿has tenido algo más? ¿Náuseas, mareos, alguna fiebre? - Cuestionó y Taehyung negó, caminando rápido hasta sentarse sobre su escritorio.

- Hoy mi vientre dolió un poco, como punzadas. Justo aquí. - Apuntó con su mano libre al punto debajo de su ombligo. - Fue justo después de vomitar y no sé, ¿debería asustarme? - Jungkook frunció las cejas, acercándose con pasos rápidos hasta el Omega, quien lo miraba con los ojos color miel asustados.

- ¿Puedo tocarte? - El Alfa pidió y Taehyung sintió sus mejillas enrojecer un poco al escuchar la petición. - Estuve investigando en mi tiempo libre y leí que es necesario pedir permiso al Omega cuándo está gestando, porque cualquier acción puede ser malinterpretada y convertirse en una potencial amenaza. Necesito tu permiso para tocar tu vientre, ¿puedo? - Taehyung asintió varias veces, dejando de beber la leche saborizada para prestarle atención a las acciones del Alfa.

Jungkook dejó la bolsa sobre el escritorio, acomodando los anteojos en el puente de su nariz antes de inclinarse y Taehyung sintió la necesidad involuntaria de ir hacia atrás, buscando alejarse instintivamente del posible toque de las manos ajenas sobre su cuerpo. Las yemas de los dedos del Alfa tantearon suavemente la zona, presionándose despacio hacia abajo y el Omega apretó los labios, teniendo difícil alejarse al encontrarse sentado sobre el escritorio.

La mano sobre su abdomen avanzó más hacia arriba, palpando con suavidad y Taehyung fijó la mirada en el cabello negro de Jungkook, sus hombros luciendo más anchos al tenerlo cerca e inhaló, sintiendo el aroma fuerte del Alfa invadir sus sentidos, relajando a su lobo casi al instante.

- ¡Auch! - Se quejó cuando la presión sobre su abdomen resultó dolorosa y colocó una de sus manos sobre el pecho del pelinegro, empujándolo para que se alejara. - Me lastimaste. - Se quejó, reprendiéndose a sí mismo al escuchar el tono lastimoso de su voz.

- Todo está bien, solo te duele el estómago. - Jungkook musitó, alejándose para evitar invadir más el espacio personal del Omega que lo miraba con ligeros destellos verdes en sus ojos. - Una vez leí que los músculos abdominales tienen un origen embrionario común, lo que hace que el dolor en una determinada zona se irradie hacia otra diferente. En este caso tu estómago está un poco resentido porque no has estado comiendo bien debido al malestar, te ocasiona un dolor que se irradia hacia el vientre y por eso sentiste solo aquellas punzadas de dolor. - Explicó. - Pero si quieres, podemos ir al hospital y pedirle a Jimin-ssi que te revise. - Ofreció y Taehyung negó con rapidez, volviendo a sorber su bebida.

- No, no es necesario. - Admitió, dejando de lado la botella vacía para tomar otra. Le dio un sorbo, sus ojos fijos en Jungkook cuando preguntó. - ¿Ya comiste algo? Es casi hora de ir a almorzar y la leche saborizada no va a llenarme. ¿Quieres ir a comer algo, a la cafetería de la empresa tal vez? - El Alfa frunció el entrecejo, sopesando la idea y Taehyung alzó las cejas hacia él con obvia curiosidad. - ¿No quieres que te vean almorzando con el jefe?

- Voy a tener un bebé con el jefe, que me vean almorzando con él es un escándalo menor. - Jungkook admitió, haciendo reír a Taehyung. - Si quieres podemos ir, pero si la comida no es de tu agrado podemos ir por otra cosa. - El Omega sonrió, bajándose de su escritorio.

- Jungkook-ah, prefiero comer en la cafetería de la empresa antes de tomar un auto e ir a almorzar a un restaurante cinco estrellas. - Confesó, acercándose al Alfa y pronto el aroma fuerte se intensificó, deleitando los sentidos del Omega. - ¿Sabes algo, Jungkook? - Taehyung preguntó, acercándose un poco más e inhaló suave, sonriendo al percibir como la esencia del Alfa atenuaba el malestar en él. - Hueles muy bien.

- Es tu embarazo hablando. - Jungkook contó, sus ojos sobre el Omega cuando añadió. - Tu lobo me reconoce como el padre de tu cachorro, es normal que te resulte atrayente mi olor, que llegue a calmar tu malestar también. - Explicó y Taehyung rodó los ojos, luciendo exasperado.

- ¿Por qué le das explicaciones lógicas a todo? ¿No puedes simplemente aceptar el cumplido y ya? - Preguntó con una sonrisita, contento al ver el casi imperceptible sonrojo en las mejillas ajenas. - Antes del embarazo, olías muy bien y ahora hueles mucho mejor. No sé, es como si mi olfato fuera más sensible ahora y pudiera percibir tu aroma como verdaderamente es, con todos los matices, puro. - Confesó, dando un paso hacia adelante cuando Jungkook retrocedió otro, buscando crear distancia entre sus cuerpos. - Hueles como todo lo que está bien en esta vida.

- Gracias por el cumplido. - El Alfa aceptó, haciendo reír a Taehyung. - Vayamos a comer algo, creo que tus niveles de glucosa en sangre están disminuidos y por eso andas divagando, diciendo todo ese tipo de cosas sobre que huelo bien. - El Omega asintió en acuerdo.

- Digas lo que digas, seguirás oliendo bien. - Taehyung murmuró, buscando molestarlo y supo que surtió efecto al ver las cejas arrugadas de Jungkook. - Vamos a comer, el bebé pide alimento. - Taehyung pidió y minutos después, Jungkook ve como sus sospechas son confirmadas.

Sentados en una mesa de la cafetería, siente como los ojos de los presentes están sobre ellos. Taehyung luce inafectado mientras mastica con lentitud el poco de ensalada que Jungkook logró colocar en su plato a duras penas, tal vez demasiado acostumbrado a ser el centro de la atención por cuestiones de su empresa. Sin embargo, por su parte siente como la incomodad de ser observado le impide concentrarse en la tarea de tragar.

- Solo ignóralos. - Taehyung murmura bajito, dejando de masticar para observarlo. - Dejarán de mirar cuando se den cuenta que la comida es mucho más importante. ¿Vas a comerte esa salchicha? - Jungkook negó, dejando el embutido en el plato del Omega.

- Van a pensar que me das un trato preferencial.  - Murmuró, apartando los trozos de zanahoria de su plato. Taehyung rió, observándolo con obvia diversión en el rostro.

- Jungkook, tienes un trato preferencial. - El Omega admitió, llamando la atención del Alfa. - Tienes un laboratorio personal desde que pusiste un pie en Heal, lo que es algo con lo que la mitad de los científicos de aquí sueñan y no menos importante, eres el padre de mi bebé. Ese simple hecho hace que tengas preferencia por sobre todos los demás de aquí, podemos decir que eres mi científico loco favorito. - Jungkook apretó los labios, luciendo disconforme. - No puedes vivir de lo que piensa la gente, ¿sabes? Es algo que aprendí mientras dirigía Heal. Siempre habrá alguien que critique lo que hagas, las decisiones que tomes o los tratos que ciertas personas tengan hacia ti y eso no significa que seas tú quien esté mal o esté haciendo las cosas incorrectas.

- No me preocupa lo que piensen de mí. - Jungkook afirmó, mirándolo a los ojos. - Pero estaba pensando que tengas un trato "preferencial" hacia mí tal vez traiga problemas para ti. - Mencionó, ganándose una sonrisa de Taehyung y pronto tuvo las manos ajenas sobre sus mejillas, pellizcándolas con suavidad y Jungkook pudo escuchar los jadeos colectivos que aquel acto ocasionó.

- ¿Por qué tienes una personalidad tan bonita, mhm? Es como si fueras un príncipe de cuentos de hadas, de esos reservados para la fantasía. - Jungkook llevó las manos a su rostro, tomando las del Omega que estaban en sus mejillas y sintió el tacto suave de las palmas ajenas sobre las suyas, dejando una corta caricia que hizo que los ojos mieles de Taehyung se abrieran un poco más.

- ¿Sientes esto? - Jungkook preguntó, dejando una suave caricia sobre las manos que sostenía. - Soy de carne y hueso, Taehyung-ah. -Murmuró bajo, logrando que las mejillas del Omega enrojecieran. - Y puedo asegurarte que soy de todo menos perfecto.

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