Por momentos Regulus ha sentido un trato diferente hacia el con respecto a su edad. Pero es algo que nunca pudo comprobar, así que nunca dijo palabra alguna y se concentro en su puesto.

La única vez dónde dijo algo serio acerca del tema es cuando se emborracho por primera vez. Estaban el y Manigoldo en el templo de cáncer, Regulus quiso probar su límite cuando Manigoldo le ofreció Sake (no era la primera vez que lo hacía) en un impulso infantil, diciendo lo que pensaba del asunto pero casi cayéndose por las escaleras en el proceso debido al aturdimiento.

El estado de embriaguez casi se le fue por completo cuando Manigoldo lo sujeto del brazo y lo jaló hacia su cuerpo antes de caerse. Negándose a soltarlo por un largo rato, terminando por admitirle que no son ideas de él, pero tampoco lo están subestimando: todos en la orden desean que si alguien merece sobrevivir es él.