AU: Abused Shinjurō
Alert: Gore... MUCHO GORE Y TEMAS SENSIBLES (este libro ya se deberia llamar Headcanons de Ruka x Shinjuro de mis AU's turbios-)

"Saojuro-niichan..." llamo el pequeño niño de 8 años, con cierta timidez

"Que sucede Shin?" Le pregunto curioso, acercandose y acariciando los pelos del menor, quien se podia notar que estaba incomodo y algo receloso al tacto

"Pa- digo... Nenjurō-sama, te ah estado golpeando no?" Viendo las marcas de moratones en la piel de su hermano mayor

"... para que negartelo?" Suspiro y lo abrazo con fuerzas "s-se... que Nenjurō-sama nos quiere si? El algun dia no nos pegara entendido?"  tomo los pequeños y debiles hombros del menor, sacudiendolo sutilmente, tratando de no llorar, manteniendo la cordura "Tōjuro, Kyjurō y yo te queremos... no temas en pedirnos ayuda si te hace algo... si?" Lo abrazaria con fuerzas viendo como el pequeño se mantenia algo tenso y asustado "nunca dudes en contarmelo..." pidio en un susurro acariciando la espalda del pequeño quien solo queria ser amado, no correspondia al abrazo mucho menos separaba a su hermano, simplemente, no sabia como reaccionar

"Es... esta bien Saojuro-oniichan" murmuro aferrandose al cuerpo mas grande de su hermano de 17 años, temiendo perderlo por los fuertes puños y golpes que lo mantenian reacio y adolorido todo el dia, temia por la vida de su amada madre, Loto, quien era constantemente aporreada y maltratada por su padre... el creia que a las mujeres se les debia de proteger ya que eran importantes, muy importantes, mantenian la compostura de quien pelease por cuidarlas, los protegian y enseñaban, los inculcaban y hacian madurar o tambien atontar, dependiera el sentimiento que genere su sola prescencia en el misero mundo "(pero... no tengo que corazon de preocuparte... lo siento)" fueron los sutiles pensamientos mientras correspondia al abrazo de su adorado hermano mayor

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"NENJURO-SAMA!! DETENGASE!!" rogaba el mayor de los hermanos a su padre, siendo vilmente aporreado hacia un rincon de la extensa sala

"Misera escoria..." fueron las simples palabras del hombre que eran tajantes cual puñales recien echos, agarrando el cabello de su hijo menor y empezando a arrastrarlo hasta el 'punto sin retorno', el pequeño luchaba por su integridad, logrando escapar por unos segundos y aferrarse a Kyjurō, quien estaba en el suelo, machacado y ensangrentado por los frios y tenaces golpes de su padre "Shinjurō" llamo el mayor con recelo y enojo, separandolo de su moribundo hermano y azotandolo al suelo, Saojurō miraba atonito las acciones crueles y despiadadas de su padre, intento intervenir pero de un solo golpe en el torax lo detuvo, luego otro en el craneo y llegaron mas contuciones y moratones en los brazos, callendo rendido al suelo sin fuerzas de nada, mirando con enojo y odio a su progenitor, viendo como nuevamente agarraba de saco de boxeo a su pequeño hermanito quien se intentaba proteger a toda costa, sabiendo que era el mas debil de todos ellos, el mas pequeño y escuincle de los hermanos, quien no tenia ninguna misera habilidad rescatable y miseramente era la deshonra de los Rengoku

"aniue!! Aniue!!" Eran las pobres palabras de desespero del pequeño, quien era azotado contra el suelo y vorazmente apuñalado en las piernas, llevandolo a rastras a la habitacion sin retorno, donde se escuchaban mas golpes y gritos ahogados por la lejania, Saojuro sin fuerzas temia que le sucediera al pequeño niño que tanto queria, busco con la mirada a su madre, quien estaba muerta, sin vida o rastro alguno de dolor en su mirar, solo una dulce sonrisa al ya haber partido de este cruel castigo, esos cabellos ondulados y negros, ojos dorados y con un leve tono anaranjado, un pleno atardecer, el amor de Saojurō hacia su madre era infinito... el la adoraba, la tenia en el mejor pedestal que su amor y cariño le ofrecian, pero... ahor aestaba muerta, sin vida, tirada en el suelo como una muñeca de porcelana, rota, que su dueña ya no quiere y es desechable a sus ojos, la colera en su mirada estaba clara, pero poco a poco la sangre se iba perdiendo y poco a poco su mirada se apagaba callendo dormido en brazos de morfeo, escuchando a la lejania como la puerta principal era abierta y escuchando los llamados horrorizados de Tōjuro, asi volviendose cada vez mas lejano y desmayandose

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"SU-SUELTAME-!!" Suplicaba, luchando contra la fuerza bruta de quien era mayor por casi 30 o 40 años a el, obviamente no cedia, el mayor arranco la parte superior de su yukata empezando a golpearlo mas fuerte, grata fue su sorpresa al ver como el pequeño se resistia a caer y a dejarse dominar, peleando por sobrevivir una hora mas en el martirio en el que estaba

"Maldito mocoso, ojala... tu madre me hubiera echo caso de matarte apenas nacieras" siseo con odio y cierto enojo, tirandolo a un mueble que le hizo unos cortes a su piel, luego volvio a agarrarlo del cuello y tumbarlo al piso de aquel Tatami, el cual estaba cerrado y tenia cierto papel que no dejaba entrar mucho la luz del sol o siquiera ver que sucedia, luchaba por liberarse y le empezaba a faltar mas aire cada vez "G-Gaaahsp!!" Fue el quejido que desato el rencor de su padre, sintiendo su vida arruinada en pequeños fragmentos de segundos, los gritos de Tōjuro quien recientemente habia llegado de mision, de que su padre era un cobarde por hacer esto, que deberia darle verguenza haber matado a dos de sus hijos y a su esposa... "(espera- ¿dijo 'matado'?)" Fue el oensamiento que logro congelar todo movimiento de escape, Nenjuro dio solo una sonrisa algo sinica oara proceder a jalonear los cabellos del menor, quien se quejaba entre pequeños sollozos del dolor y enojo, ¿por que la vida le habia dado tal trato?

"Mocoso insolente!" Fue el pequeño gruñido del mayor al escuchar los pasos de uno de sus hijos mayores, tiro a Shinjuro hacia una pared de la habitacion haciendo que se golpee y caiga al suelo con las ropas mal arregladas, dejando ver pequeños moratones y mordidas en su piel y cuello, en hombros y brazos, piernas y en las rodillas, cicatrices de navajas o latigo que lo habian azotado, con los restos que quedo de su destruida Yukata se tapo esas marcas en su piel, timido y reacio a quererlas o mostrarlas al mundo, temeroso al escuchar los tajantes sonidos que provenian al rebanar la carne con una katana, se sentia atemorizado

"HIJO DE PERRA!! TE MATARE!!" fue la sentencia de su hermano tras las puertas del tatami y escucho el golpe de algo caer en seco hacia el piso, pequeños golpes y apuñalaciones, que poco a poco se apaciguaban por la distancia "te odio!!! Odio!! Entendiste maldito?! Los has matado!! Mataste la inocencia de todos aqui!! Y les arrebataste la vida a tu esposa y 2 de tus hijos!!" Le recriminaba en lo que seria el patio, escuchando los gritos alarmados de los vecinos y el como estos desenfundaban sus espadas y puñales para vengar al honrable Saojurō, quien se sacrificaba mucho por el pequeño pueblo, los gritos de la muchedumbre eran un ruido estruendoso que lo adoloria peor, escondiendose mas entre los andrajos y las telarañas del rincon, espantado de lo que sucediera

"Mama...-" llamo con temor y lagrimas, como una madre ricriminaba los actos inmundos al hombre que le habia arrebatado todo de su alma "aniue-... ayudame..." sollozo abrazandose a si mismo, asustado de que llegara a pasar, sosteniendo con firmeza un pequeño trozo de la yukata de Kyjuro, quien ahora estaba en un lugar mejor, sentia el constante golpe que provocaban los atolondrados pasos en los pisos de madera de la gran finca

"Aqui! Aqui!" Gritaban algunos hombres y escuchaba las voces farfullantes de los kakushis que llegaban a la escena, tratando de salvar a ambos hermanos, pasos pasaban cerca de su posicion y se escondio mas, callando en el insolito silencio de la habitacion, viendo atravez de sombras y siluetas el como pasaban rapido y asustados para encontrarlo

"Shin! Shin!" Llamaban ese apodo cariñoso que le habian puesto de pequeño, el no queria salir, ¡era una deshonra! ¿¡por que deberia de caer mas bajo de lo que ya esta para los rengoku!?

El sollozo lamentable de una pequeña niña llamo su atencion, ella tambien lo buscaba

"Shin-kun, Shin-kun! Sal... por favor" entro al tatami, el olor era algo nauseabundo, como un tenue olor a cadaver o podrido "Shin-kun!" Esa pequeña niña de ojos rojos y una trencita habia llamado su atencion, viendo como rebisaba el lugar con la mirada

"R-Ruka chan-..." la llamo por ese bello nombre, las lagrimas de la pequeña niña oji-carmin no se hicieron de esperar, corrio donde su adorado amigo y lo abrazo con fuerzas levantandolo y cubriendolo con su Ahori con copos de nieve y de color blanco, esperando que nadie lo viese de esa manera, sudado, asustado, abusado... golpeado y humillando su postura como un varon de la familia mas 'recatable' del pueblo

"Tra-tranquilo... estoy aqui... ya esta.. ya estoy aqui" daba palabras de apoyo, secando las saladas lagrimas del pequeño de pelo foguino, quien sollozaba y se abrazaba a Ruka, aferrandose a que ella no se vaya, a que no muera "eres fuerte... nadie lo negara, fuiste fuerte para defenderte y tratar de proteger a tus hermanos" decia con calma, calmando al pequeño conmocionado niño de 8 años, casi 9, quien lloraba y suplicaba que no le dijera a alguien de las marcas, que lo rebajarian mas de lo que ya estaba, que realmente se sentia sucio pero a la vez tan adolorido y lastimado

"T-tengo miedo" sollozo abrazandose, aferrandose a su unica amiga, gimoteaba y pedia ayuda para escapar lejos, que nadie lo encuentre luego de esta catastrofica intervencion de sus vecinos para salvarlos

"Tenerlo es normal... eres normal" decia calmandolo, dejandolo descargar todo lo negativo con las suaves palabras que le daba "no eres nada extraño... eres alguien que siempre ah sido mas fuerte que todos... eres quien eres por que no te han rebajado, ellos te estan buscando por que te quieren y sienten aprecio por ti, vamos... Tōjuro-sama y Sakonji-niichan te estan buscando" habia levantado al pequeño quien salia detras de ella caminando, algo cojeante y timido ante las lacivas miradas de los demas, quienes se sorprendian al ver el estado tan deplorable del pequeño, quien cojeaba por el golpe en su tobillo, que se mantenia alejado de los abrazos y los tactos, pero cerca de Ruka, agarrando con firmeza la mano de la pequeña y simple seriedad de la muchachita

"Arigatō" susurro viendo la luz del sol tocando su terza y magullada piel, siendo abrazado por la niña para luego dejarlo sentado y descanzar un poco, el cuerpo aporreado y con leves Yagas de su padre se vio reflejado en sus ojos mientras una pequeña sonrisa de sastifaccion llego a el

"Shin!" Llamo Tōjuro viendo a su hermanito casi al borde de dormirse, corrio y lo abrazo, a el y a Ruka "(gracias... gracias kami-sama!... gracias por darmelo sano y salvo...)" sollozaba mientras pensaba, con pesar se aferraba a ambos niños, Ruka algo conmovida tambien abrazando a su amigo, Shinjuro algo nervioso y timido pero cedio. Abrazandolos empezo a dormirse y Tōjuro lo recosto en su pecho, cargandolo con esa expresion suave y paternal que suele caracterizarlo, ademas de su cabello corto y algo caido..

Todo habia terminado ¿verdad?

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Ruka siempre tendra la confianza de cuidar a Shinjuro

Shinjuro siempre confiara en Ruka para que esta lo cuide y proteja del mal que le acecha en sus recuerdos mas tempranos

Ambos siempre se apoyaran con su saber y su amor, a pesar que el otro sea una deshonra