🍦24 - Dear; The End
Cuando Jimin abre la puerta del departamento realmente no espera encontrar nada del otro mundo.
Esa mañana Yoongi se comportó normalmente, tomaron el desayuno juntos y cada quien fue a su trabajo, sin mencionar nada del tema.
Así que cuando ve a a todos reunidos en la sala está tan genuinamente sorprendido que suelta su bolso a sus pies.
—¡SORPRESA! —grita TaeHyung antes de que los demás puedan decir una palabra y luego salta en su sitio sin importarle haber arruinado un poco el momento.
Y un poco, porque Jimin sigue en shock a pesar de que su amigo chille y el resto de los invitados se mueva por el departamento con copas en la mano diciéndole "felicidades" a cada paso. Así que el objetivo de sorprenderlo está más que cumplido.
De hecho, sigue en shock cuando su alfa se acerca a él y presiona un beso en su frente antes de decirle..
—Feliz aniversario, amor.
Y es que realmente no lo esperaba. Al menos no anticipaba que Yoongi fuese a planear toda una celebración por su aniversario número seis, siendo que el alfa estaba tan ocupado con su trabajo últimamente que a penas y tenía tiempo para descansar.
—¡Yah! ¿Te sorprendí tanto? —bromeó Yoongi, pasando un brazo por su cintura hasta pegarlos pecho contra pecho. —¿Creías que lo olvidaría?
Jimin asiente, aun un poco aturdido por la multitud que los rodea en vítores, y luego sonríe cuando nota cuan ofendido está el mayor.
—¿En serio parezco tan mal esposo? —se queja Yoongi, frunciendo las cejas. —Claro que no podría olvidar nuestro aniversario, Imini. Jamás pasaría por alto algo así de importante. —y luego se acerca y susurra. —Además..., tu padre me arrancaría las pelotas si se enterara de tu embarazo por Instagram de nuevo. Aprobecha la fiesta y dícelo.
Jimin sonríe y se hace chiquito entre los brazos del alfa, recuperado de la sorpresa, moviendo sus manos para envolverlas por sobre su cuello de modo que están meciéndose suavemente como si bailasen. Con su cabeza recostada sobre su pecho y el agitado palpitar de su corazón rezonando en su oído.
Se balancean torpemente en medio del salón y Jimin casi olvida el resto del mundo por estar así. Y es una habilidad digna de apreciar que Yoongi logre abstaerlo por completo en una sala con mas de treinta personas.
Y también es digno de apreciar que quien lo devuelva a la realidad es el llanto de su celoso EunWoo, quien llora en brazos de su tío JungKook, mientras mira hacia ellos y agita sus bracitos impotente.
—Yah, en serio no soporta vernos siendo cariñosos. Es un mocoso celoso igual a ti. —se burla el alfa y se aparta, solo un poco, dejando que Jimin pueda tomar al bebé y acunarlo hasta calmar su llanto. —Mira eso, solo quiere a su madre. Ni siquiera le importo yo.
—Es una pequeña versión de Jimin. —añade JungKook, acomodando el gorro de su sobrino sobre su copioso cabello negro. —Bueno, versión, porque Jimin ya es pequeño.
Jimin sonríe y acuna al bebé mas cerca antes de masticar las palabras "Vete a la mierda" directamente a su hermano. Pueden pasar los años y los chistes sobre su altura nunca dejaran de ser sus favoritos y es muy inconveniente que Jimin no pueda decir malas palabras frente a su EunWoo y tampoco cuando su hermano trae el uniforme.
No es apropiado que un omega civil ofenda a un alfa que ya ostenta el grado de Comandante de Tropas Especiales. Por muy hermano suyo que sea.
Yoongi le da una palmada en el hombro a JungKook y suspira —Paren con eso de ofenderse. Casi tienen treinta. Es raro.
—Secundo la moción. —agrega Taehyung, quien se engancha de manera poco disimulada al brazo de su alfa y, de alguna forma, se las arregla para mostrar tanto su marca como su anillo de bodas extremadamente brillante. —Mi esposo, con quien tengo dos hijos... —aclara casi gritando —parece olvidar su edad cuando está cerca de su hermano.
Jimin tiene que aguantarse la risa, pues su mejor amigo no pierde oportunidad de marcar territorio sobre su hermano y la reciente promoción no ha hecho mas que empeorar las cosas. (Al parecer a los omegas realmente le vuelven locos los alfas en uniformes.)
Sin embargo, ve con asombro como un grupo de omegas, las amigas escritoras de Yoongi, cuchichean y refunfuñan en un rincón, lo que demuestra que el mensaje de su amigo fue recibido y que realmente tenían segundas intenciones.
Lo que hay que ver.
A lo mejor Jimin debe prestar mas atención a Taehyung y sus enseñanzas.
—¿No nos pasa a todos lo mismo? —comenta JungKook, mirando a su esposo. —Tu olvidas que te amo y me casé contigo en cuanto vez un grupo de omegas rondando. ¿Eso no es un poco infantil también?
—Cuido lo que es mio. —aclara el omega, tocando con su dedo la punta de la nariz del alfa. —Si eso me hace infantil...
—¡No peleen! Voy a dormir a EunWoo y vuelvo en un minuto. —se excusa Jimin, caminando fuera de la guerra de miradas que se da la pareja. —Yoon, ¿puedes encargarte de los invitados?
Yoongi asiente, y le da un beso en la pequeña mano del cachorro justo antes de besar su mejilla. —Me encargo de todos, tranquilo.
Es solo un montón enorme de personas -algunas a las que Jimin no conoce muy bien- y están todas en su casa, apestando con su olor y llenando la cabeza de Jimin de tensión.
Le encanta el hecho de que su alfa organizase algo pero, ¿estaría mal que, ahora que tiene una celebración elegante con champaña y copas, solo quiera ponerse un chándal y tomar una siesta? Es probable que sea su embarazo hablando por él, o su cachorro de siete meses que aun es muy dependiente, o su trabajo como editor, pero Jimin últimamente está muy agotado.
Y siendo tan cabezota y terco como es, le apena admitirle a su alfa que, quizás, no debió volver a trabajar tan rápido después de tener a EunWoo. Mucho mas ahora que está embarazado de nuevo.
Suspira agotado cuando finalmente llega a su habitación y deja al pequeño sobre su cuna en lo que se cambia a algo mas práctico.
EunWoo es un bebé de mejillas regordetas y cabello oscuro, que le mira como si Jimin fuese la cosa mas maravillosa del mundo y se sonríe cada que le tocan la barriga. También es muy enérgico y parece tener un gran problema por ser el centro de atención de todo cuanto su madre omega haga, a veces maltratando a Yoongi en el proceso.
—¿Mi bebé consentido tiene hambre? —canturrea en cuanto vuelve a sostener al cachorro en brazos. —Mamá realmente demoró en el trabajo hoy, ¿cierto? Muy mal por mi.
EunWoo parece ocupado con sus propios dedos y realmente no presta mucha atención a todo lo que pasa hasta que Jimin se desabrocha la camisa y deja expuesto su pecho. Entonces si que le mira e, incluso, gorjea una jerigonza indescifrable antes de que el omega lo coloque en su pezón y el pequeño comience a alimentarse.
Aunque ya no es necesario, a Jimin le gusta la sensación de cercanía que le da lactar. Es uno de los momentos en que mas conectado se siente al bebé y, si no fuese por su estúpido trabajo, podría hacerlo mas a menudo.
La idea de retomar la licencia golpea su mente con demasiada fuerza.
Luego son las manos del alfa en su cintura y su boca rozando su oreja, lo que lo sacan de su estupefacción.
—¿Qué estás haciendo aquí, pervertido? —se queja, con falsa molestia, ajustando al adormilado bebé. —¿Y los invitados?
—Están ahí. —murmura Yoongi, demasiado ocupado olisqueando su cuello para reparar en otra cosa. —¿Te he dicho que hueles muy bien cuando estás alimentando a EunWoo?
Las vibraciones sobre su piel hacen reír bajito a Jimin —Solo un millón de veces.
—Es que lo haces. —repite Yoongi contra su nuca. —Me encanta.
Jimin sostiene al cachorro, que ya está dormido, con ambas manos y Yoongi se pega mas tras él, por lo que es doloroso para su cuello voltearse a mirarle.
Puede imaginar la cara del alfa, sin embargo.
Yoongi seguramente le está dando esa mirada de alfa de las cavernas (esa que pone segundos antes de follarselo) y, seguramente, sus ojos han cambiado a dorado en su iris. Su lobo está rozando la superficie todo el tiempo desde que nació el cachorro, y no parece con intenciones de retirase.
Y a Jimin le encanta que esté tan sobreprotector y lujurioso, ¿pero era necesario volver a embarazarlo cuando EunWoo solo tiene siete meses?
—Espera un minuto, voy a arroparlo. —pide en voz baja, apartándose poquito del alfa para acomodar con cuidado al cachorro.
El niño se estira una vez que lo colocan en la cuna y luego se encoje sobre si mismo, envolviendo entre sus bracitos su manta de felpa suave, que huele muchísimo a Jimin, y entregándose al sueño con facilidad.
Verlo así logra que Jimin suelte todo estrés de un solo suspiro.
—Es muy hermoso.
—Igual a ti, Imini.
Jimin hace un ligero sonido de hartazgo y controla su risa cuando siente al alfa volver a acomodarse tras él.
—Por dios, alfa. —regaña. —Basta de ser tan cursi.
—En el fondo sabes que querías que dijera eso.
Jimin gime y se da la vuelta, apresando entre sus manos los anchos hombros del alfa. Yoongi se ríe y rueda con él, apartándolo poco a poco de la cuna hasta llevarlo a la cama. Todo con singular maestría, como quien no planea nada.
Le besa el cuello y la marca, y en ningún momento deja de sostener su vientre bajo. Protegiendo aquello que se está gestando justo ahí.
Yoongi se vuelve especialmente celoso con él durante su embarazo. Y, el echo de que se casaran hace seis años, no ha disminuido ese descontrol inicial que parece azotarlo cuando están solos. Por lo que Jimin no se sorprende mucho cuando el alfa lo acuesta en la cama y se tiende a su lado, desabotonando el resto de su camisa para dejar su vientre libre.
—¿Te has sentido bien hoy?
—Un poco cansado. —murmura, adormecido por la mano del alfa y sus suaves feromonas. Yoongi le da una mirada descontenta y ya puede imaginar todas sus quejas. —A penas y hago algo en el trabajo, Yoon. Son tus hijos los que parecen trasmitirme tu pereza.
Yoongi gruñe bajito. —No soy perezoso.
—Para lo único que no eres peresozo es para ayudarme con EunWoo en las noches.
—Tampoco soy perezoso para follarte en las noches. —manifiesta el alfa. —O a cualquier hora, si vamos a ser sinceros.
—¿Entonces estamos de acuerdo que eres un animal nocturno?
—Lo soy. —se ríe y presiona un beso sobre la panza que a penas y ha comenzado a crecer con sus casi tres meses. —Este animal está bastante seguro de que hay mas de uno aquí dentro.
—No puedes saber eso.
—Te advertí que EunWoo sería alfa y fue así. —recuerda Yoongi. —Hay mas de un cachorro ahí dentro y al menos uno es una chica.
—¡No puedes saber eso!
—Tu lobo me lo dijo, está seguro de ese pronóstico. —manifiesta, volviendo a olfatear toda la zona hasta dejar un beso bajo su ombligo que hace que su cintura se retuerza. —Huele mucho a cachorritos justo aquí.
Jimin baja sus manos hasta adentra las en el cabello de Yoongi y le acaricia, rastrillando con la yema de sus dedos, hasta hacerlo ronronear bajito. —Iremos al doctor la semana entrante y confirmaremos que es UN cachorro. Solo uno. Uno.
—Serán más. —se burla el alfa, levantándose y abriendo sus piernas hasta que puede acomodarse entre ellas. Al inicio del embarazo de EunWoo, Yoongi sufrió un terror a ponerse sobre él y, aunque superado, todavía prefiere apoyarse mayormente en sus codos para no hacer peso. —Y serán tan hermosos y amados como nuestro Woo. —tararea, besando sobre la cicatriz de su mordida antes de subir a atrapar sus labios.
Se besan suave y descuidado por un rato, mientras la música y las voces de la fiesta parecen ir apagándose en la cabeza de Jimin, dando paso solo a la sensación de la erección del alfa frotándose contra la propia. Lentamente. Con capas innecesarias de ropa y la salida de su lubricante, que parece colmar su agujero.
—¿Ya estás mojado?
—Umn.
—¿Debería follarte bien y rápido?
Por favor, por favor.
—Alfa.
Yoongi sonríe de lado y continúa besándolo y lamiendo su cuello, mientras quita su pantalón y tira del suyo hasta sus tobillos. Jimin no logra mas que gemir pequeños "alfa", intentando seguir el ritmo que parece aumentar a cada segundo.
Apretó los muslos cuando sintió dos dedos entrando en su cuerpo y se estremeció, a penas procesando el ardor, cuando estos fueron suplantados por el miembro caliente de su alfa.
—¿Se siente bien? —se burló Yoongi, dando un primer empuje contra el punto que hacía que todo pareciese en llamas. El maldito sabía exactamente donde estaba y parecía con ganas de jugar.
Jimin se muerde el labio, todavía intentando adecuarse a la circunferencia gruesa del alfa y luchando por contener los gemidos, cuando siente las manos de Yoongi sujetando sus caderas y el inicio de las embestidas. Rápidas y certeras sobre su próstata, llegando tan profundo que Jimin casi puede ver su abdomen abultarse en cada embiste.
Todo es caliente y brusco, con Yoongi besando su cuello hasta cubrirlo de sus feromonas y manteniendo su peso fuera de su vientre para proteger a su cría.
Su mente se funde en el calor, en lo primitivo de estar bajo el dominio de un alfa, de ser usado para su placer y llevar sus cachorros y, pronto, Jimin a penas sabe nada de si mismo.
Abrumado ante el placer, arquea su espalda y deja escapar un quebrado gemido de entre sus labios.
Y eso es todo.
EunWoo comienza a llorar tan alto que Yoongi sale de él como si su trasero tuviese espinas. Se vuelve blando casi de inmediato y salta de la cama rodeado de incomodidad para mirar al cachorrito llorón que, aparentemente, tampoco desea que sus padres mantengan una vida sexual activa.
—Hijo de puta. —masculla Jimin, lloriqueando ante la perdida de su orgasmo y el ardor de su agujero que, ahora, resulta que fue por nada. —Es un bebé, ¿como puede saber cuando estamos cogiendo?
Yoongi aprieta la mandíbula y se envuelve en una sábana antes de tomar al niño —Te escuchó gritar, por eso.
—¿Grité? —cuestiona el omega, perplejo, levantándose de la cama con movimientos lentos y buscando en dónde terminó su pantalón. —¿Cuándo grité? No lo hice, no.
Yoongi se carcajea, zarandeando a Woo contra su pecho. —Eres increíble, Kim Jimin. Tu pantalón esta ahí detrás.
—Min Jimin. —corrige, agachándose a tomar la prenda, siseando de dolor por el movimiento. Se lo coloca de mala gana y se apresura a tomar al bebé que no ha parado de llorar.
Por supuesto, es solo sentir que está con su madre y Woo se lleva un dedo a la boca y detiene su llanto para succionar. Él obviamente nunca lloraría cuando está con su precioso mami omega, lo que deja a Yoongi muy mal parado.
—Esto es increíble. —bufa el alfa, dándole la espalda al sonriente Jimin y al cachorrito. Busca su propio pantalón y se las arregla para verse medio decente, peinando su cabello hacia atrás. —Me odia y voy a tener que aprender a vivir con ello. Ya está.
—No te odia.
—Bueno, vale, pero a ti te idolatra. De mi se pone celoso y a ti ama.
—Te ama y yo también te amo. —se ríe el omega, acercándose para dejar un beso sobre sus labios. —Pero no pienso salir de esta habitación. Vas a ir, traerás algo de comer para mi y el biberón de Woo, y le dirás a JungKook que se encargue de vaciar mi casa en la siguiente hora alegando que tengo un dolor de cabeza fuertísimo. Vendrás, le darás el biberón y, luego de que se duerma, ambos tomaremos un baño de espumas muy, pero muy, largo. ¿Suena bien?
Yoongi sonríe y le besa de vuelta, apretando entre ambos al bebé que en seguida se queja del espectáculo.
Antes de salir deja una suave mordida en la mejilla rechoncha de Woo y se gana la primera sonrisa desdentada del día.
Es un buen comienzo.
[[...]]
La cafetería no ha cambiado mucho y a Jimin le alegra ese detalle. El cartel de la entrada sigue siendo el mismo y el ambiente acogedor es perfecto para una salida familiar.
Lástima que lo máximo que está dispuesto a esperar EunWoo es que sus padres tomen un café y luego lo lleven a su cita de juegos en casa de sus primos.
Jimin lo trae de la mano, pues con tres años se niega a que su madre lo cargue -a menos no todo el rato- y prefiere caminar por si solo. De todos modos, con la enorme panza de embarazado, el omega agradece que su alfa en miniatura sea tan independiente.
Por otro lado, Yoongi ya trae a los trillizos (dos en su propio coche y una en la mochila para bebés) y realmente no puede ayudarle. Los niños son inquietos y, aunque solo tienen un años, de alguna manera saben que van a divertirse y están mas enérgicos que de costumbre.
SeoJun y SooHo han pateado al menos dos veces sus juguetes fuera del coche y, por el amor de dios, Yoongi agradece que JiKyung sea tan perezosa como es él.
La pequeña de cabellos rubios es tan dormilona que a penas y ha despertado en todo el trayecto, incluso si Jimin ha discutido con Woo sobre la importancia de la paciencia y él a regañado a los chicos por sus desastres.
Al final, logran entrar los seis y encontrar una mesera lo suficientemente amable que se compadece y les toma el pedido a prisa.
—El batido de aquí es el mejor. —murmura Jimin, acomodando a Woo sobre su regazo. —¿Quieres que te pida uno?
El niño mira a su madre con hartazgo y pucherea. —Quero ir.
A Yoongi se le escapa una risa, que intenta disimular ante la mirada molesta de Jimin.
—No he hecho nada, no hago nada. ¿Ves? —se excusa el alfa, bajando la mirada a la bebé. —Solo estoy aquí calladito, siendo un buen padre para mis hijos.
Jimin resopla y vuelve a mirar a EunWoo. —Bebé, ya te dije que solo será un momento. Tus primos no se irán a ninguna parte.
Yoongi se aclara la garganta, llamando su atención de vuelta. —De hecho, escuché decir a Taehyung que si JungKook permanecía en la base demasiado tiempo, él pedirá que lo dejen vivir también ahí. —comentó, colocando de vuelta el chupete en la boca de SooHo. —Creo que con el rango de tu hermano es posible que pase.
—Oh, dios mio. —exclama Jimin, abriendo sus ojos como platos. —¿Acaso está loco? Va a hacer que los niños ¿qué? ¿Estudien en el ejercito?
—No sería la primera pareja en hacerlo. —razona Yoongi. —Piensalo así, ¿no te volvería loco no saber de mi por semanas y no verme por meses? Imagina como debe de estar Taehyung si se plantea esa decisión.
Jimin lo piensa por un momento y asiente cabizbajo. No va a negar que se ha puesto en lugar de su cuñado varias veces en los últimos años. Si fuera su caso él no hubiera aguantado ni un mes lejos de Yoongi.
Por supuesto, embarazado y con cuatro cachorros, se ha vuelto tan o mas dependiente a su alfa que un omega promedio.
Pero Yoongi no tiene porque saber eso.
Prefiere dejarlo en...
—Te dije que no podrías huir de mi, Min Yoongi. Por supuesto que te seguiría a todas partes.
Y es agradable que Yoongi se ría y le asegure "Lo sé" antes de inclinarse a besarlo.
A EunWoo sigue sin gustarle mucho verlos besarse, pero tanto SooHo como SeoJun aplauden y ríe como si entendiesen algo de lo que está pasando.
Y Jimin, pese a saberse en un lugar público, no duda en morder el labio inferior del alfa y luego chuparlo. Al carajo lo que puedan pensar los dueños de la tienda. Un embarazado tiene sus caprichos.
Minutos después, cuando finalmente se apartan para respirar, se percata que Yoongi había cubierto con una de sus manos la carita enfurruñada de Woo y que la mirada del alfa parece tomada por su lobo, pues brilla un poco en los bordes.
Y se ve increíblemente guapo, también.
Ugh, estar enamorado y embarazado es malo para Jimin y su corazón.
—Ya llegaron los pedidos, amor. —le señala el alfa, sin dejar de mirarlo. —¿Nos vamos?
—Unm.
Yoongi recoge todo y coloca ambos pedidos en los portavasos del cochecito antes de tirar de él hacia fuera. Jimin le sigue, conteniendo la risa ante la cara casi dramática que trae el pequeño EunWoo.
Pasan la puerta de la tienda y ambos se quedan paralizados cuando le ven.
ChanYeol luce cambiado, mas maduro y, si es posible, mas alto que la última vez que le vieron. De eso ha pasado casi diez años, por lo que tiene sentido que ambos sientan incomodidad al verle.
No terminaron en los mejores términos. Tampoco es que hubiera alguna forma de hacerlo.
Yoongi recuerda claramente sus últimas palabras al otro alfa.
Es mío
Gruñido entre dientes y con ojos desafiantes.
Y recuerda la inquietud en su pecho esos catorce minutos que Jimin se apartó a hablar con el otro.
Catorce minutos y el lobo de Yoongi casi se desmorona del miedo a ser abandonado por su pareja. Catorce minutos y eso bastó para que Yoongi le marcara esa misma noche, hace casi una década atrás.
Esa inseguridad, ahora, no es mas que una sombra. Ha construido una relación fuerte y segura con su omega y nadie, ni su destinado, podría hacerle dudar de lo sólido que es su lazo.
De igual manera, agradece cuando siente la mano diminuta de EunWoo tomar la suya mientras sostiene del otro lado a Jimin. Su pequeño alfa, sin dudas, es un sobreprotector.
Chanyeol se aclara la garganta y se inclina en una pequeña reverencia —Jimin-ah, Yoongi-ssi. Hola. Tiempo de no vernos.
Jimin le saluda con una sonrisa y le retribuye la reverencia, instando al pequeño Woo a que le imite.
Por supuesto, EunWoo refunfuña antes de inclinarse.
—Veo que están bien. —suspira el alfa, con una sonrisa que a Yoongi se le antoja sincera. —De verdad me alegra verlos felices a los dos. También tienen una hermosa familia. Eso es bueno.
—Gracias, sunbae. —responde Yoongi, sosteniendo mas cerca de si la mano del cachorro y feliz de que el otro alfa no pueda ver bien a ninguno de los trillizos. Su lado humano puede estar tranquilo, pero su instinto alfa le insta a ser celoso y protector con lo suyo.
Y ver que el otro alfa mira el vientre hinchado de su omega encinta hace que su naturaleza tranquila se comprometa. Sus iris cambian y aprieta sus dientes ante la necesidad de gruñir y arremeter contra el otro.
Sin embargo, Chanyeol sonríe pacífico y se inclina de nuevo, dos veces, mientras pide disculpas por cualquier incomodidad que pudo traerle.
—Es que mi esposo también está embarazado. Lo siento mucho. —se lamenta, avergonzado, y luego se voltea a mirar a su derecha y sonríe brillantemente. —Ahí está.
Tanto Yoongi como Jimin miran hacia la dirección señalada y ven a un joven omega de cabellos grisáceos con una pronunciada barriga y una sonrisa esplendida que saluda desde lejos.
—Se llama BaekHyung, nos casamos hace tres años y estamos esperando nuestro primer hijo. —cuenta el alfa, todavía mirando hacia el omega recostado en el auto que sigue haciendo formas de corazón con sus brazos (algo que solo un omega logra que quede tierno) —Debería llegar en la siguiente semana, así que decidimos que naciera en Seul.
—Ese es un buen plan, sunbae. —se ríe Jimin y saluda con una mano, la que Woo no está sosteniendo, al otro omega. —Me alegra por ti. Espero que todo salga bien, entonces.
Chanyeol asiente enérgico. —Sé que todo saldrá bien.
La despedida es rápida y desenfadada, y Jimin ya está de espaldas cuando el alfa dice en voz alta. —Tenías razón en lo que dijiste aquella vez, Jimin-ah. Gracias por todo. —antes de voltearse e irse al interior de la cafetería.
Jimin sonríe.
—Por supuesto que tenía razón.
—¿En qué tenías razón? —inquiere Yoongi, acomodando a los trillizos en sus sillas, antes de sentarse frente al volante. —¿Por qué nunca me dijiste lo que hablaron aquella vez?
—¡Yah! No voy a saber repetir todo, que sé yo, recuerdo que dije un montón de cosas poéticas y cursis sobre el amor. —se excusa el omega. —Si te repitiera arruinaría todo. En mi mente fue un gran discurso, así que déjalo ser.
—¿Hablaste mierdas sobre mi aquel día, cierto?
—Si. —se burla el omega, colocándose el cinturón y dando una mirada por el espejo a los cuatro cachorros en la parte trasera. —Dije que eras un alfa perezoso pero que ya te había dado mi virginidad y que, lamentablemente, me era imposible dejarte. ¿Feliz?
—Ugh, eres realmente imposible, Min Jimin.
—Así y todo me amas. —le responde y luego le muestra la lengua, burlándose de él como cuando tenían ocho años. Las connotaciones de mostrarle la lengua, ahora que llevan años juntos, varían un poco. —Ahora conduce, alfa tonto. Tengo que tirarle las orejas a mi cuñado.
Pero Yoongi tiene toda la noche -y la vida- para disfrutarlo.
[[...]]
Cuando ChanYeol sale de la cafetería y entra al auto siente como un peso enorme sale de él.
Ver a Jimin resultó ser liberador. Y se siente ridículo porque pasó años aterrado con verlo. Asustado de descubrir que lo suyo con Yoongi no hubiese funcionado bien y era un omega infeliz, mientras él seguía adelante.
Su alfa no le hubiera perdonado el haber dejado a su destinado tan fácilmente.
Pero Jimin y Yoongi parecían realmente felices, y habían construido una gran familia en esos años.
Y él, finalmente, podía darse por satisfecho.
—Pareces feliz. ¿Qué pasó? ¿Te dieron todo gratis?
El alfa se voltea y encara al omega sentado en el lugar a su derecha.
Baek le mira con los ojos muy abiertos, parpadeando confundido y mirando de hito en hito su batido de fresa que aun está en su poder.
¿Es ridículo que piense que se ve mas bonito que nunca cuando está embarazado?
—¡Yah! Me estás asustando, ¿que pasó?
—Esos eran Jimin y Yoongi. —murmura, extendiendo el vaso con batido al peligris.
El omega lo toma con lentitud y solo lo sostiene en su mano, ignorándolo. Se ve ansioso, de repente, y duda un poco cuando pregunta "¿Aquellos Jimin y Yoongi?"
—Si. —confirma bajito. —Aquellos.
BaekHyung baja la vista su regazo, dubitativo, y para él es imposible no estirar su mano y envolver la palma ajena con la suya.
Le sonríe en cuanto sus miradas se encuentran.
—Le di las gracias. —confiesa, y se muerde los labios tratando de contener la sonrisa. —Por dejarme el camino libre aquel día y permitirme encontrar mi propio destino, mas allá del que la luna tenía para mi.
El omega resopla y pasa su mano libre por su vientre hinchado, mirando con curiosidad mal disimulada hacia él.
—¿Y qué te dijo..., aquel día? ¿Qué fue lo que te convenció de apartarte?
Y él lo sabe. ChanYeol se lo ha contado antes, en su época de noviazgo o mientras hacían los planes para su boda. Pero quiere oírlo otra vez y lo pide con tanta ternura que ChanYeol no puede evitar reírse de él y besarle su boca hecha mohín.
No podría quererle mas, así se entrenara a diario.
—Me dijo que las relaciones no debían basarse solo en "encuentros mágicos y destino". —recordó. —Que una relación verdadera conllevaba tiempo, sacrificios y comprensión. Y él tenía todo eso con alguien mas, no lo desperdiciaría por algo tan incierto como lo era yo. Dijo que su lobo estaba enamorado de Yoongi y, en ningún momento, me dio pruebas de lo contrario. —y luego susurró. —También dijo que, el día que encontrara mi verdadera felicidad, se lo agradecería.
Ante eso, el omega pestañea coqueto. Sus párpados tienen una caída casi adormilada y su sonrisa termina por joder el corazón del alfa.
Ahg, maldita cosa eso de enamorarse.
—¿Y le agradeciste?
—Por supuesto. —asiente enérgico. —No todos los días tu destinado te ayuda a encontrar al amor de tu vida. Creo que los dos se merecen mis gracias, a fin de cuentas.
El fin.
Bueno, otra mas terminada.
Espero que les gustase aunq sea un poquito y perdón por la demora.
Nos leemos en otra.
🎉Mi Chanie feliz, como debe de ser siempre.🎉
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