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🍦19 - New

“Estoy construyendo esta casa en la Luna, como un cosmonauta perdido.

Mirándote como a una estrella, desde un lugar que el mundo olvidó.

Y no hay nada que pueda hacer excepto enterrar mi amor por ti.”


Yoongi ha escrito bastante los últimos dos días.

Como, para un estudiante de literatura, cualquier cantidad de escritos son pocos. Pero Yoongi ha escrito..., mucho. La musa, o lo que sea, no para de acompañarlo.

Y eso es bueno, ¿cierto?

Está escribiendo, está concentrado, se ha bañado y comió un poco de arroz hace unas horas. Sin embargo, ha tomado mucho café, muchísimo.

Quizá por eso no puede dormir.

[[...]]

Hay un golpeteo molesto en la puerta.

Yoongi está tan conectado ahora mismo. Si se levanta a abrir, ¿perderá el hilo de sus pensamientos? Sí, sin dudas. Los escritores deben de tener prioridades claras.

Escribir es lo mas importante. Si esta persona de verdad quiere ser atendida, esperará.

Yoongi definitivamente no está abriendo puertas ahora mismo.

[[...]]

Su padre ha rota la puerta de su departamento. Su madre está gritando como histérica y Hoseok está visiblemente alterado.

¿Qué carajo le pasa a todo el mundo? ¿Se ponen de esta manera solo porque Yoongi no abrió la puerta? Por mas que trata, su cabeza está vacía y agotada, y no entiende porqué todos actúan de esa forma.

—¡Cinco días, Min Yoongi! —grita su padre, alzando los brazos por todos lados como un loco. Yoongi sigue sin entender el alboroto. —No has dado señales de vida desde el viernes. Tienes el jodido móvil apagado, no has ido en semana y media a la Universidad. Tu madre y yo estamos al borde de la locura por ti. ¿Qué diablos pasó para que estés así?

—¿Así cómo? Estoy bien, padre.

—¡Solo mírate! —gritó JiSoo, tirando de su cuerpo hasta estar frente al espejo ovalado del pasillo. —Mírate y dime que estás bien.

Yoongi se miró y vio..., nada.

Estaba vacío y descolorido. Con ojeras profundas como cráteres y los labios resecos. Su cabello arremolinado y su ropa le hacían parecer un mendigo. Seguramente camino a la deshidratación o ya en ella. Pero lo peor fue lo poco que le importó verse así.

¿Qué mas daba? Considerando lo mal que se sentía su interior, Yoongi se veía exactamente como se sentía. Quizás hasta mejor que como debería.

La sensación de que estaba mal armado y vacío era casi un ente vivo. Se sentía, básicamente, una de esas muñecas rusas de cerámica.

La mas pequeña del set.

—¿Qué te está pasando? ¿Por qué no me cuentas, eh? —rogó su madre, arrodillándose a su lado. —Mamá puede ayudarte, ¿sí? Habla conmigo.

No tenía caso. ¿Para qué molestarse?

[[...]]

Jimin POV:

La entrada a la Universidad fue una mezcla trágica entre Jin llorando y NamJoon mirando amenazante a cuanto alfa pasara.

—Papá, por favor deja de hacer eso. —imploró Jimin, bajando la cabeza y rogando porque nadie se fijara en el alfa vestido de policía. —Ni siquiera eres policía, deja de hacer eso.

NamJoon abrió su chaqueta de manera para nada dramática y mostró su arma (la cual nadie sabe si es real o no) y la placa (misma situación que con el arma).

—Hay que proteger a la familia, hijo. La familia es lo más importante. —dijo el alfa, colocándose sus lentes de sol. —Quien se atreva a mirarte de más sentirá el peso de la ley...

Jin giró los ojos y dio otro abrazo de oso a Jimin, aplastándole junto a su mochila, para luego estamparle quinientos besos en las mejillas y criticarle su ropa y peinado por quince minutos.

—¡Papá, ni siquiera me estoy yendo! Estaré en casa por la tarde.

—Te cuidas. —advierte el omega mayor. —Y no te separes de TaeHyung.

Jimin giró la cara, buscando a TaeHyung quien, hasta hace un segundo estaba a su lado. Y lo encontró, obviamente, en el otro extremo de la lengua de su hermano.

Por dios, ¿en serio?

—TaeHyung, mi hermano la necesita para hablar y sentir los sabores. No te la puedes quedar.

Su amigo no solo le mostró el dedo medio, sino que se abrazó mas a JungKook envolviendo sus piernas a la cintura del alfa y continuando con el beso como si no fuera el espectáculo más sucio que aquella sagrada institución hubiese visto.

—Estamos entrando en la Universidad, Tae~. —canturreó Jimin. —De verdad no quieres tener fama de calentón desde el primer día. 

JungKook bajó al omega de un tirón y se aseguró que el abrigo que traía estuviera perfectamente puesto.

—Mejor dejamos los besos para la casa, ¿si? Quiero que tengas fama de frío e inalcanzable. —murmuró, arreglando en cuello de la prenda hasta lo mas alto. —Por lo menos hasta que todos sepan que tienes novio y eres papa casada.

TaeHyung hizo un mohín ante el asfixiante abrigo que, sobraba decir, apestaba a JungKook y dejó otro beso sobre los labios del alfa.

—Bien. —suspiró. —Frío e inalcanzable hasta que todos los alfas sepan que tengo novio.

—O puedes dejar que te mee, digo yo, es mas fácil. —añadió Jimin ante el espectáculo de su hermano y cuñado. De verdad que no podía soportar lo celoso y posesivo de los alfas.

‹‹Mentiroso››, dijo una voz en su mente. ‹‹Te encantaba ese aspecto de Yoongi y lo sabes.››

Jimin parpadeó, ¿qué carajo? ¿Tenía consciencia ahora?

—Nadie va a mear a nadie. —cortó Jin, apartando a los tórtolos de una vez. —Se besaran y harán sus cochinadas en casa. JungKook debe ir al instituto todavía, y ustedes dos están empezando la Universidad. Así que adiós.

Jimin hizo un baile feliz como burla a su tonto hermano que debía volver al instituto (no que repitiera ni nada, pero era un año menor. Si JungKook se reía de él por ser bajito, él le devolvía lo mismo con la edad) y estuvieron gritándose basura hasta que el alfa subió al auto con sus padres.

Fue cuando el auto se perdió en la esquina que Jimin tomó su tiempo para caer en la realidad.

¡Estaba en la Universidad!

No cualquiera, sino que la de Seul. La SNU que había tenido entre sus estudiantes hasta el jodido Ban KiMoon. Estaba entrando en la Universidad de Seul y, ¿qué había hecho el último mes que contara, mas que deprimirse por no tener a Yoongi?

Yoongi podía joderse. Sí. Irse muy, muy a la mierda y quedarse ahí. Podía salir con personas que realmente le gustaran y dejar de compadecerse de Jimin. Jimin no necesitaba compasión, y mucho menos necesitaba a Yoongi. Jimin estaba perfectamente.

—¿Estás listo para entrar? —irrumpió TaeHyung.

No. No estaba listo si la sola idea de volver a ver a Yoongi hacía que sus piernas temblaran y su estomago se anudara. Su valentía hecha polvo solo de pensar en afrontarlo. No, no estaba listo. Pero se negaba a continuar siendo la criatura necesitada y melosa que Yoongi había creado.

El estaba bien por su cuenta y, quizás, era tiempo de volar solo en la vida. Que estuviera pegado a la cadera de Yoongi los pasados 19 años no significó nada para el alfa. Para él tampoco lo haría.

—Vamos. —alentó TaeHyung, extendiendo su mano larga y elegante para él. —Estamos juntos en esto, Chiquitín. Tu hermano me premiará con favores sexuales si te cuido bien.

—Iugh. —se quejó Jimin, pero de igual manera tomó la mano que le era brindada con una sonrisa. —Los odio a los dos.

TaeHyung apretó sus manos juntas y tiró de él hacia el campus.

—Nos amas.

Y lo hacía. Amaba a los dos como una misma cosa y agradecía el apoyo silencioso que le daban.

—Los amo. —admitió, devolviendo el apretón de manos. —En especial a ti, Tae. Te amo mucho a ti.

—Ya bájale a la intensidad. La gente va a pensar que somos una pareja de omegas y nos van a acosar y shippear en busca de contenido sexy para sus pajas nocturnas. Ni tu ni yo queremos eso. —jugueteó el omega más alto, moviendo sus cejas con picardía. —¿O quizás sí?

—Ya para, estúpido.

Riendo y olvidando todos sus temores, Jimin dio sus primeros pazos en la institución. A penas y podía detenerse a mirar, pues TaeHyung tiraba de él como si fuese su perro y lo arrastraba por las escaleras.

Infinitas escaleras de un edificio de infinitas plantas. ¿Qué la Corea del siglo 21 no sabía lo que era el ascensor?

Para cuando llegaron al aula, Jimin estaba sudando y con la idea de lanzar el abrigo escalera abajo. Su olor estaba bastante intenso también; entre los nervios y el ejercicio, era normal que su aroma se disparara.

Y algunas cosas no cambian, sin importar que sea la Universidad. Los chiflidos vulgares y las miradas lascivas de algunos alfa no se hicieron esperar y Jimin se sintió tan incómodo con eso que terminó borrando su buen humor. Al fin y al cabo, eso solo le recordaba algo que ya sabía.

Yoongi solía impedir que esas cosas pasaran. Yoongi lo cuidaba, incluso de si mismo, haciéndolo inalcanzable para todos y marcado con su olor.

Aquí nadie intercedería por él, y no se engañaría creyendo que TaeHyung podría.

Esto era territorio sin explorar, marcador en blanco. Y la verdad es que era chiquito ante el mundo real. Independientemente de lo civilizados que parecieran todos, eran animales en un estado mas avanzado.

Pero animales al final.

No fue sorpresa que, al intentar entrar en el salón de conferencias, un enorme y musculoso alfa se plantara frente a la puerta y le sonriera con sorna.

«Maldita sea, ¿es en serio?¿Ya?»

—¿A donde van dos cositas tan bonitas y solas?

«¿Cositas? ¿Y esto llegó a la Universidad de Seul? Ah, padres ricos. Sí, por supuesto.»

—Bueno..., —dijo Jimin, dado un paso adelante hasta plantarse frente a la versión coreana y molesta de Kronk. —Esta es el aula de introducción a primer año de la carrera Literatura de la Facultad de Humanidades, y mi amigo y yo estamos parados frente a la puerta. ¿A dónde cree el genio que vamos?

El alfa se tomó su tiempo para asimilar la respuesta, sus neuronas fritas debido al tinte, supuso Jimin, y luego pareció ofendido. Luego tenso y luego relajado. Al parecer su cerebro era demasiado lento para entender si Jimin le estaba ofendiendo o no.

Lo estaba.

Que quede claro que si Jimin midiera 30 cm más y pesara sus buenos 100kg, se lanzaría contra el alfa y le enseñaría que los omegas no son "cositas".

—¿Y qué están dispuestos a hacer para entrar a su clase? —preguntó el imbécil, cruzándose de brazos y sonriendo como si hubiese hecho la pregunta mas inteligente de la década.

«Oh, mirenme. Soy un alfa grande y fuerte y mi cerebro es del tamaño del de un avestruz. Y mi pene puede hacer un nudo, soy lo máximo.»  Sinceramente, ¿qué estaba mal con la sociedad si Jimin se encontraba con esto en su primer día de clases.

Aun peor TaeHyung, quien no tenía mucha paciencia, bufó e intentó empujar al alfa para abrirse paso. Siendo empujado y sostenido por su muñeca, sin posibilidad de soltarse o defenderse del otro.

Jimin vio rojo.

En menos de un segundo estaba sobre el alfa, sin importar su tamaño, su peso de mosca y su condición de omega.

Y hubiera llegado a más si no hubiese sido sostenido. Unas manos enormes y cálidas apresando su cintura y reteniéndolo contra un pecho igual de cálido. Tan rápido y, a su vez, delicado, que Jimin ni siquiera pensó en defenderse de esa cuarta persona.

—Suelta al chico, WonHo. —ordenó con firmeza la voz tras él, todavía sosteniéndolo.

El gigante, WonHo, soltó a TaeHyung como si quemase. Se disculpó a trompicones e incluso hizo varias reverencias apresuradas hacia Jimin y el alfa tras él.

Jimin ni siquiera tuvo que girar para saber quien era.

Había algo en esa voz que, a pesar de haberla oído contadas veces, lograba remover a su omega de una manera extraña. Como si se conocieran de siempre, como si con él no hubiera nada que temer.

—¿Están bien? —inquirió el alfa, y fue ahí que Jimin decidió girar a enfrentarlo. No muy sorprendido, pero si agradecido.

—Estamos bien, Chanyeol-sunbae. —respondió con una pequeña inclinación de cabeza. —Gracias a usted.

—Llegó en el momento justo. —añadió TaeHyung. —¿Se conocen?

El alfa sonrió apenado y declaró. —Un poco. No tanto como quisiera, de hecho.

Y era de esperarse el giro dramático que hicieron los ojos de TaeHyung. Mirando a Jimin con esa cara que solo los mejores amigo hacen, la que grita : ¡Tenemos taaanto que hablar y estás taaan en problemas conmigo, señorito!

🍒🍒🍒

Hi, ¿Que tal la vida? ¿Que tal el amor? ¿Como los lleva el covid?

Ban KiMoon fue secretario de las Naciones Unidas y sí estudió en SNU.

Durante la redacción de este capítulo, no se hirió u ofendió intencionalmente a Kronk. De hecho, en esta cuenta se glorifica Krok y, por sobre todo, a Isma. (Go Queen! 🏁)

Nos leemos. 💋

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