Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10

—La semana de exámenes se avecina, así que espero que todos estén preparados...

La maestra de ciencias hablaba sobre cosas que a Sanha no podían importarle menos.

Era 18 de marzo, Sanha había seguido con sus ensayos de baile con Minhyuk y Hyojeong, con el tiempo y la paciencia que ambos hermanos le tenían se sentía muy bien porque poco a poco se volvía evidente la confianza en sí mismo para hacerlo y los pasos ya no se le olvidaban.

Hyojeong metía peluches en el garage a modo de "público" o ponía imágenes en un proyector, simulando una gran cantidad de gente –lo que era muy gracioso–, e incluso a veces Jihoon o Sooyoung entraban a ver el ensayo.

El club seguía y la maestra ya había visto una parte de la coreografía, ella lo había felicitado por verse más seguro y confiado, también les sonrió en grande diciendo que tenía muy altas expectativas de la coreografía completa.

El timbre sonó, sacando a Sanha de sus pensamientos, levantándose y guardando sus útiles en su mochila para ir al club, encontrando a Minhyuk ya ahí, estirando y preparándose para el ensayo que tenían ahí.

Durante el club, la maestra se la pasó hablando de que la fecha del evento de fin de curso sería en 25 de mayo, anunciando el orden en que todos debían bailar.

El evento estaba dividido en dos días, el primero, donde presentarían sus bailes era una feria, por así decirlo, enfocada en exponer maquetas, proyectos o lo que sea que se trabajara en clubes, todos estos formando parte de una cantidad considerable de puntos en las calificaciones de cada alumno.

Cada año, se escogía uno de los demasiados clubes para ser la presentación principal, y ese año, como era de esperarse, al club de baile le tocó ser lo más anticipado.

Así que, todo se volvió borroso en la mente de Sanha cuando la maestra pronunció:

—Primero deberán bailar aquí, presentarse con sus parejas frente a toda la clase y yo misma seleccionaré junto al comité organizador a los mejores para presentar sus bailes en el evento.

Dos presentaciones.

Dos presentaciones para las que Sanha no estaba mentalmente preparado.

—¿El comité vendrá también a ver la primera presentación? — preguntó una persona que Sanha no pudo distinguir por perderse en sus pensamientos.

—Sí, el comité estará aquí conmigo mientras ustedes se presentan, será como un examen, así que basta con que vengan a bailar ese día para obtener los puntos que corresponden, la segunda presentación será el día del evento frente a todos.

Entendió en unos minutos que si quería mejorar, era algo que debía hacer. La primera presentación con el comité lo ponía nervioso, porque si estropeaba algo, ni él ni Minhyuk podrían presentarse.

—Las presentaciones serán aquí en unas semanas, como ya está definida la fecha del fin de curso, una vez escogidas la parejas que bailarán tendrán ese tiempo para preparar vestuarios y lo que necesiten para que su baile sea perfecto.

Recordó las palabras de la maestra, diciendo que esperaba mucho de ellos dos y que estaba orgullosa de sus avances.

Por un segundo ideó algo, haciéndose pasar una lesión o una enfermedad con tal que no baile y evite pasar una vergüenza o haga quedar mal a Minhyuk.

Tal vez meter una excusa de salud o un problema familiar así estaría casi justificado.

Pero...

Pero recordó el esfuerzo de Minhyuk en hacer todo eso, recordó los espacios de tiempo que Minhyuk sacrificaba para ensayar y ayudarlo con su seguridad, recordó a Hyojeong dando su tiempo para observarles mientras hacía tareas.

Y también se vio tomando una seguridad que hace mucho no tenía.

Aunque sea poquito, había avanzado, la familia de Minhyuk podía entrar a los ensayos y él estaría bien, podía incluso ensayar un poco frente al espejo en su habitación sin despreciar sus esfuerzos o sentir repulsión por su falta de valentía en el pasado.

No podía fallarles. Ni a ellos, ni a sí mismo.

Minhyuk le había mencionado una vez que el cambio es bueno, tomar riesgos de ese tipo eran buenos porque el esfuerzo hace que todo valga la pena.

No podía aventar todo ese esfuerzo por la borda.

—Sanha, ¿estás bien? — preguntó Minhyuk observando al menor.

Asintió.

—Sí... Sólo algo nervioso. — confesó.

—Oh — Minhyuk suavizó su mirada — Tranquilo, sé que le estás poniendo mucho esfuerzo así que ya verás que todo saldrá bien... seremos los mejores. Lo sé.

Sanha soltó una risita, inclinando la vista mientras pensaba en lo positivo que era Minhyuk con ese tema.

—Por cierto, sé que hoy saldrás con tu hermano y no podremos ensayar así que ten... — agregó Minhyuk, sacando un pequeño traste de su mochila cuando la maestra los dejó irse — Hyojeong cocinó.

Tomó el traste en sus manos, viendo que tenía una pequeña nota pegada en la tapa.

"¡Hola Sanha!

Hoy me levanté temprano a cocinar y quise enviarte un poco de la comida que hice, espero que te guste.

Cuídate mucho, come bien y date un descanso.

Te queremos

Hyojeong

P.D. Escribí 'te queremos' porque Jihoon me ayudó con esto y no quiere admitir que también te quiere"

Sanha sonrió al ver que Hyojeong a pesar de ser una niña, se preocupaba por él, sabía que toda la familia de Minhyuk de cierta forma lo tenía al pendiente, siempre preguntándole cosas normales o dando hasta lo más pequeño por hacerle saber que se preocupaban y a pesar de no ser parte de la familia, él les importaba.

Así como lo hicieron cuando Moonbin y Minhyuk se conocieron, así como lo hicieron cuando Dongmin se unió a ellos y se presentaban una vez a la semana en su casa, contando muchas cosas, tomando una buena plática y un método de desahogo cuando querían hablar cosas que con sus propios padres no podían.

Guardó la notita y se despidió de Minhyuk, dándole un sincero abrazo y agradeciendo por la comida que Hyojeong mandó.

Se detuvo en seco cuando recordó algo importante.

—Oh... Minhyuk — llamó.

—¿Sí? — preguntó el mayor, a punto de irse.

Sanha tomó aire.

—Hablé con Jeonghan y mamá — comenzó — Y bueno, mi cumpleaños es el 21, así que quería invitarte a ti, a Dongmin y Moonbin para cenar en casa, es el sábado, igual quisiera que tu familia vaya... si tienen tiempo.

Minhyuk le sonrió.

—Claro, estaremos ahí.

—Y-Yo le avisaré a Dongmin y Moonbin para que vayan — agregó — Sé que tal vez mamá no sea la mejor cocinando pero igual espero que... puedan ir...

—No te preocupes por eso, Sanha, es lo de menos, te aseguro que estará bien.

Sanha asintió, dándose vuelta y retomando su camino a casa.

Después de todo, Jeonghan y él debían salir de compras para ese día, él había terminado por aceptar la cena que su mamá quería organizar, serían sólo su mamá, Jeonghan y sus amigos de todos modos.

Minhyuk quiso disimular una sonrisa cuando Sanha desapareció de su vista, contento de que el plan que había armado funcionara, y no exactamente por la fiesta, si no por lo que él había preparado para el menor.

A fin de cuentas, Sanha no sabía nada, ni siquiera era consciente de que Minhyuk y toda su familia, incluyendo a Dongmin y Moonbin sabían de su cumpleaños y llevaban planeando algo que fue idea de Minhyuk desde una charla que tuvieron.

Minhyuk esperaba que todo saliera bien.


Los días pasaron y como era esperado, el cumpleaños de Sanha llegó.

Sanha despertó a las ocho de la mañana, sorprendido al ver una caja asentada en su escritorio.

Se estiró, queriendo quitarse ese rastro de sueño para poder iniciar el día. Lavó su cara, se cepilló las dientes y caminó hacia la caja, abriéndola con cuidado.

En ella había un pastel, uno chiquito. Tenía la cubierta hecha de chocolate y unas letras en las que se podía leer "Feliz cumpleaños Sanha".

Sonrió al ver los dibujos de estrellas hechas de dulce y azúcar esparcidas por todo el pastel.

Supo que era un regalo de su mamá, porque ella no era buena con las palabras y de alguna manera, demostraba el afecto con cosas como esa.

De todos modos, cuando bajó a la cocina, estaban ahí Jeonghan y su madre, desayunando. Al verlo, Jeonghan se levantó y corrió hacia él, abrazándolo con un gran afecto y apretando el cuerpo de su hermanito contra el suyo.

—Feliz cumpleaños Sannie — le dijo — Te quiero muchísimo, pasemos un buen rato hoy.

Sanha agradeció con una sonrisa lo que su mamá y Jeonghan tenían preparado, de igual forma, sabía que en la noche vendrían sus amigos y la familia de Minhyuk, así que quiso mentalizarse que el día valdría la pena por el simple hecho de terminarlo con ellos.

Al principio dudó en invitar a la familia Park, lo dudó demasiado. Sabía bien que su mamá no los conocía y que eran extraños a su vista... pero por otro lado, habían apoyado a Sanha de una forma que nadie había hecho, ellos habían hablado con él, le dieron un lugar en la familia, lo hicieron sentir cómodo.

Sanha veía a la familia de Minhyuk como la que siempre quiso tener, y no podía evitar quererlos tanto como él había querido a la suya de pequeño.

Recibió un mensaje de Dongmin felicitándole, le había enviado fotos de dibujos de perritos con un cartel de cumpleaños, lo que se le hizo un poco gracioso ya que Dongmin no solía enviar ese tipo de cosas.

Moonbin igual le había mandado unos mensajes de felicitación, acompañado de emojis y stickers graciosos.

Y por último Minhyuk, que envió un mensaje que logró hacerlo sonrojar, era largo, porque en ese mismo venían las felicitaciones de parte de Hyojeong y Jihoon, así que agradeció por eso y apagó su celular.

De verdad esperaba, que el día se mantuviera de esa forma, feliz, tranquilo y estable.

Cuando llegó la tarde, Sanha ya había regresado de almorzar en casa de su abuela, que por cierto, le había regalado una cantidad generosa de dinero para que él comprara lo que quisiera.

Una de sus tías igual le regaló algo de dinero y el juró ahorrarlo para comprarse algo, algo que llevaba tiempo deseando y si era posible, con el permiso de su mamá, lo compraría.

Su mamá había estado cocinando junto a él y su hermano, como bien había dicho, ella nunca fue la mejor en cocina, había comidas que le salían deliciosas pero había otras que no lo eran, y a pesar de que tanto él como Jeonghan actuaban lo mejor posible y hacían el intento de que les gustara, no lo lograban.

La señora Yoon había comprado un pastel más grande para la pequeña fiesta de Sanha, igual había hecho varios guisos para la cena y una jarra enorme de jugo, sabía que Sanha no tenía muchos amigos, pero aún así, quería dar una buena impresión.

Sanha, al momento de tomar su ducha y prepararse para la cena, se miró al espejo por unos segundos.

Analizó su rostro, su cuerpo, analizó todo de sí.

Y no vio nada.

Los rastros de ojeras que solía tener no se veían, eran casi invisibles, se podía ver en su rostro esa constante expresión de preocupación y ansias, esa que solía cargar siempre.

Pensó que a pesar de sus defectos, ese día lograba verse particularmente lindo.

Se veía bien, se veía algo sano. Sabía que en el fondo no todo estaba bien y que ese día era uno que tomó para olvidarse de los problemas que solía cargar.

Pero no dejó que ese pensamiento le ganara.

Porque era su cumpleaños.

Y si bien no era uno de los mejores, seguía siendo su día y si él se prometió no pensar en nada más que dejar ir todo al menos sólo por esas 24 horas, lo haría.

Cuando salió de la ducha, recibió un mensaje de Minhyuk diciendo que él y su familia ya iban en camino y no pudo evitar sentirse nervioso ante la presencia de la familia de Minhyuk entre la suya.

Sabía que Minhyuk era una persona fácil de comprender y por lo tanto su familia también, así que se metió en la cabeza que no había nada de qué preocuparse.

Se vistió de una forma no tan casual, pero tampoco era algo tan elegante, más bien era una camisa sencilla de esas que usaba las pocas veces que iba a la iglesia con su familia y el pantalón más cómodo que pudo encontrar.

—Sanha — llamó Jeonghan afuera de su habitación —. Dongmin y Moonbin llegaron — anunció.

Sanha pasó su mano por su cabello en un intento torpe de peinarlo, saliendo de su habitación no sin antes mirarse una vez más en el espejo, dándose una sonrisa de aliento.

Cuando bajó a la sala de estar, ahí estaban sus amigos, Dongmin tenía una bolsa de regalo y Moonbin una caja mediana.

—¡Sanha! —casi gritó Dongmin — ¡Feliz cumpleaños!

Dongmin lo abrazó con mucho cariño, apretando a Sanha contra sí para exagerar su manera de felicitarlo. Cuando se separaron, Moonbin se acercó, extendiendo sus brazos en señal de querer abrazarlo igual.

—Muchas felicidades Sanha — le dijo mientras lo abrazaba — Espero que pasemos más cumpleaños todos juntos.

Y eso lo hizo feliz, pensar que era su primer cumpleaños con amigos de verdad le hizo muy feliz. Porque ellos no estaban por el compromiso con la señora Yoon, ni por esa típica invitación de amigos de la familia o algo así, porque la verdad ellos eran todo lo distinto a lo que estuvo acostumbrado en las pocas fiestas de cumpleaños que tuvo en su infancia.

Ellos estaban ahí porque lo querían, lo apreciaban, porque lo consideraban su amigo.

Tomó los regalos de la pareja y los puso en la mesa del comedor, pero antes de poder decir algo más, el timbre sonó.

Y supo que se trataba de Minhyuk.

Corrió hacia la puerta, dando un respiro profundo antes de abrir.

Ni siquiera pudo terminar de abrir la puerta cuando sintió un cuerpo mas pequeño estamparse contra él.

—¡Sanha!

Hyojeong se colgó del torso de Sanha, abrazándolo con toda la fuerza que podía. Sanha le devolvió el abrazo, inclinándose un poco para poder quedar de la estatura de la menor.

—¡Feliz cumple Sanha! — le dijo ella levantando la vista — Te quiero mucho.

Hyojeong iba con una sonrisa radiante que le hizo creer que estaba viendo luces por todos lados, ella le abrazó con muchas más fuerza antes de soltarlo para que el resto de su familia le felicitara.

Y eso hicieron, todos se acercaron uno por uno, Jihoon extendió una bolsa de regalo hacia él, susurrando un "esperamos que te guste".

Minhyuk se quedó de último, sonriéndole, le dirijo una mirada llena de alegría y una calma casi conmovedora que cuando se acercó y abrazó a Sanha, pudo sentir su cuerpo en una especie de descanso.

Un descanso porque el cuerpo de Minhyuk era cálido, reconfortante, y el hecho de que en ese instante lo estuviera abrazando fue algo maravilloso porque ningún abrazo que se dieron antes se sintió de esa manera.

Pero la vergüenza y la pena apoderaron a ambos cuando notaron a toda la familia Park mirando su escena, casi entretenidos por ella.

Sanha notó que su abrazo se veía interrumpido por algo en brazos de Minhyuk, era una caja.

Una caja algo grande que despertó su curiosidad y no podía esperar para saber qué había ahí.

—¿Sanha?

Escuchó el llamado de su madre, que se asomaba por la puerta para ver quiénes llegaron.

—Oh, hola.

La señora Yoon extendió su mano, saludando con un gesto extraño hacia la familia Park, porque en primera, no sabía casi nada sobre los amigos de su hijo, y segunda, mucho menos sabía que este se llevaba con una familia entera.

Toda la familia saludó de forma educada, presentándose y entrando a la casa no sin antes agradecer a la señora Yoon por dejarles entrar y recibirlos para celebrar el cumpleaños de Sanha.

Cuando Sanha cerró la puerta, ella se aseguró de que todos estuvieran en la sala de estar con tal de que nadie escuche, acercándose a su hijo.

—Sanha, ¿quiénes son? —preguntó de forma seria.

Sanha vaciló su respuesta.

—Es la familia de Minhyuk, e-ellos han estado ayudándome un poco con los ensayos en su casa...

—Has pasado mucho tiempo en casa de ellos, ¿no es así? ¿Ahí has estado todas las veces que sales? —la pregunta sonaba casi demandante.

—Solo por los ensayos, mamá.

—¿Qué hay de Minhyuk? —cuestionó —. Hace mucho que no me hablabas de él.

Por un segundo quiso rodar los ojos.

—Nada nuevo, es mi amigo y trabajo con él... —explicó — Hablemos luego sobre eso...

Con tal de evitar las preguntas incómodas, Sanha se dirijo a la sala de estar donde se encontraban todos, ahora sí, su ánimo decayendo y temiendo porque su mamá tomara un comportamiento no adecuado ante la familia Park y sus amigos.

Cuando se sentó, vio a Hyojeong observando las fotos que se encontraban esparcidas por toda la casa.

—¡Sanha ahí te ves muy lindo!

Todos parecían ponerle atención a las imágenes de Sanha y Jeonghan de niños, haciendo comentarios lindos sobre su aspecto.

—¿Ese es el lago Jinyang?

La voz de Jihoon sonó por la casa, llamando la atención de todos ahí. Y como era de esperarse, la foto de Sanha parado junto a Jeonghan con el lago atrás de ellos como vista se volvió el centro de la conversación.

Minhyuk sonrió al ver la foto, una imagen de Sanha con los cachetes rellenos, una sonrisa plasmada y una ropa veraniega infantil. Jeonghan se veía de la misma manera, además, ambos estaban enormemente felices en la imagen que era imposible no esbozar una sonrisa al verla.

Sin embargo, Sanha vio la foto, desviando su mirada hacia su madre que tenía los labios apretados al ver a todos admirando la imagen.

Sobretodo porque era su padre quien había tomado esa foto.

Por una parte, Sanha mantenía el recuerdo de su padre tomándola, pero no era uno malo cómo los que solía tener... Era un recuerdo lindo, porque el lago Jinyang significaba mucho para él y Sanha de alguna manera también permaneció con el pensamiento de que ese lugar era demasiado significativo en su vida, así que no tenía nada de malo. Por eso había insistido mucho en no quitar esa foto de la casa, en primer lugar.

Pero al parecer, su mamá no pensaba de la misma forma.

La señora Yoon carraspeó.

—Jeonghan, ayúdame a servir la cena.

Ante el llamado, el mayor se levantó del sillón para ir, siendo detenido por Sooyoung.

—¿Necesita que le ayudemos en algo? Si gusta podemos servir la cena o...

Sooyoung ya estaba lista para dirigirse a la cocina con ella, dispuesta a ayudar, de hecho, todos ya estaban parados para ir ahí dentro y ayudar a servir la cena.

—No es necesario, ustedes son los invitados.

—Pero...

—Insisto —recalcó la señora Yoon, tratando de lucir amable.

Al final, se quedó de ese modo, todos hablando, ya sentados en el comedor cuando la señora Yoon se asomó con una bandeja de platos, todo ya estaba servido y Jeonghan iba trayendo el jugo y los vasos.

Mientras cenaban, la señora Yoon no pudo evitar entrar en curiosidad sobre la presencia y la cercanía que todos los Park tenían con su hijo, viendo la forma en que todos estaban charlando animadamente, incluso Sanha se veía más hablador que de costumbre con ellos, así que, tomando un respiro, encajó una sonrisa en su rostro, tratando de averiguar disimuladamente sobre ello.

—Minhyuk, Sanha me ha dicho que están trabajando en un baile, o algo así, ¿no?

Minhyuk dejó de comer para poder hablar.

—Sí, señora Yoon.

—¿En tu casa han estado practicando? Me he enterado que Sanha sale a ensayar pero no me ha dicho casi nada al respecto...

—En mi casa —señaló — Los ensayos son ahí, tengo un espacio para poder bailar.

Sooyoung notó la voz tensa de su hijo, sabiendo que la señora Yoon buscaba sacar algo de sus respuestas.

Como mamá, Sooyoung sabía que no era perfecta, ni ella ni la señora Yoon lo eran y tampoco tenía caso armar un escándalo por eso, su hijo llevaba la situación con calma pero de todos modos, sentía esa pizca de molestia porque, si de algo estaba segura, era que la señora Yoon buscaba respuestas en ellos porque no era lo suficientemente interesada para preguntarle a su propio hijo.

O puede que sí sea interesada y solamente no pudiera preguntarle por algún motivo que, por más que ella quisiera, no podía meterse en él.

Pero ya llevaban meses de ensayo, meses en los que Sanha salía para ir a ensayar o comprar y al parecer, su mamá por poco se enteraba de eso. Si había algo que Sooyoung hacía, era ayudar, le habían inculcado desde pequeña lo que el apoyo puede hacer en los demás, y por supuesto, se encargó de transmitir esa enseñanza a sus hijos. Vio cómo Minhyuk ayudó a sus amigos cuando tenían problemas, vio a Hyojeong y Jihoon crecer en base al apoyo de sus padres y su hermano mayor, siendo ellos ahora unas personas buenas, y claro que como todos, tenían acciones o comportamientos que no eran correctos, y también como madre, ella sabía que debía estar ahí para aconsejarlos y hacerles ver los errores que cometían.

Pero ella no era madre de Sanha, no podía meterse donde no debía por eso, y, por más que apreciara a los amigos de su hijo y quisiera ayudarles en todo, tenía que establecer un límite.

—Ya veo... eres un año mayor que Sanha, ¿no es así?

Minhyuk asintió.

—¿Entrarás en la universidad? ¿Qué planeas estudiar?

—Pues... estoy preparándome para entrar en la Universidad de Seúl, para estudiar administración empresarial.

Con eso, todos enfocaron su vista en él, porque sí, lo que pensaba estudiar era casi lo mismo que sus padres habían ejercido por todo ese tiempo, así que no le veía el problema. Al contrario, de ellos había tomado el interés.

Jeonghan sintió la intención de su madre sobre Minhyuk, el interés que ella tenía por esa familia. Y al igual que Sanha, no sentía que fuera nada bueno.

—Dongmin, Moonbin... ¿Qué estudiarán ustedes?— agregó Jeonghan.

—Yo aplicaré para la Universidad de Seúl también, en el área de medicina. — explicó Dongmin.

—Yo igual iré ahí, para estudiar arquitectura.

Jeonghan por un momento se arrepintió de haber preguntado, porque después de todo, sabía que Sanha no era muy seguro para hablar de ese tema y era muy sencillo hacerlo sentir incómodo con eso.

—Sanha aún no sabe qué estudiar — soltó su madre.

Sanha bajó su vista sintiéndose incómodo de repente, Jeonghan buscó un cambio de tema sobre la comida, diciéndole a su mamá que debía ir a servir más.

—Tal vez aún no encuentra su carrera ideal, ¿cierto Sanha? Aún tiene un año más para pensarlo, o también puede tomar años sabáticos para explorar lo que le gustaría estudiar— le dijo Sooyoung, sonriendo y tratando de animar aunque sea un poco el ánimo del menor.

—A estas alturas ya debería saberlo — siguió hablando la señora Yoon.

—No tiene nada de malo —le contradecía Sooyoung —. Yo escogí mi carrera mucho después.

A este paso, toda la cena se había vuelto incómoda, y absolutamente todos los presentes lo notaban.

Sanha de un momento a otro sintió sus ojos picar, avergonzado por el comportamiento de su madre y los comentarios que ella hacía por estar a la defensiva con la señora Park.

Incluso Hyojeong y Jihoon dejaron de comer por miedo de que su mamá soltara algo indebido ante su desacuerdo con los comentarios de la otra mujer.

Minhyuk, Dongmin y Moonbin, no pudieron evitar bajar la vista también, incómodos y sintiendo unas pena que los ahogó por completo porque el ambiente de la fiesta de Sanha se estaba arruinando.

—Sanha, ¿abrimos tus regalos? —sugirió Hyojeong.

Sanha la miró, agradecido porque sí, prefería estar ocupado abriendo los regalos que estar sentado en esa mesa viendo a su madre soltar lo primero que se le venía a la mente.

Todos, a excepción de los señores Park, la señora Yoon y Jeonghan, fueron a la sala, tomando los regalos. Sanha sugirió ir a su habitación y abrirlos ahí.

De ese modo, no escucharía la discusión que probablemente se desataría en el comedor.

Cuando entraron, Jihoon saltó de la emoción viendo las figuras coleccionables que Sanha tenía.

—¡Wow! Sanha, no sabía que tenías de estos también — dijo acercándose al estante sin tocar ninguna de las figuras.

—Bueno, no tengo muchas, pero esas son algunas de mis favoritas —trató de explicar, asentando sus regalos en la cama.

Todos se sentaron a su alrededor, dándole el espacio lo más amplio posible.

—Veamos... —soltó, agarrando la bolsa de regalo que Dongmin le dio cuando llegó.

De ella sacó unos audífonos, unos inalámbricos como esos con los que solía jugar videojuegos. Tenían un micrófono adherido y eran negros, lo suficientemente buenos para gustarle.

—Muchas gracias, Dongmin hyung. Están muy bellos.

—No es nada, Sanha, me alegra que te hayan gustado.

Cómo siguiente, abrió la caja que Moonbin le había dado, estando llena de papelitos de colores como relleno, y ahí estaba un libro.

Un libro de Star Wars, uno sobre los personajes y toda la información necesaria sobre ellos.

La portada era linda, llamativa, tenía a sus personajes favoritos en ella y eso era más que suficiente.

—Minhyuk me dijo que te gustan las películas, así que supuse que esto sería bueno.

—Lo es...— agregó con una sonrisa — Muchas gracias.

Moonbin sólo asintió, mientras Sanha abría los demás.

Disfrutó cada uno, agradeció por todos, porque quienes estaban ahí con él sabían sus gustos, las cosas que le interesaban y se sentía muy feliz de que su cumpleaños estuviera tan bien... Se sintió tan feliz de ver a esas personas disfrazar con alegría los comentarios malos que su madre había hecho abajo.

El regalo de Minhyuk fue el último, tomó la gran caja en sus manos, quitando con cuidado la envoltura y pudo ver una caja café, que al parecer, tenía en ella otras cajas más. Como Minhyuk había dicho: "Es para cuidar que no se dañe".

Cuando la abrió, su boca cayó en una mueca de emoción viendo el logo de LEGO en ella y el Destructor Estelar Imperial como imagen.

—Wow.

No pudo decir nada más, su rostro se había vuelto un dilema y su felicidad sobrepasaba los límites al ver la caja.

—Es... Wow. Muchas gracias Minhyuk.

Minhyuk asintió, con una sonrisa, disfrutando por completo la buena reacción que tuvo Sanha por su regalo.

Sanha notó que había algo más, así que, dejando con cuidado la caja de Legos en la encimera, regresó su vista a la caja. Tomando lo único que quedaba ahí.

Su rostro se contrajo en una sonrisa aún más grande cuando vio en ella las figuras de sus dos personajes favoritos de toda la saga.

—¿Quiénes son? —preguntó Hyojeong.

Jihoon le susurró la respuesta mientras Sanha, en un gesto que consideró infantil, abrazó la cajita, porque siempre había soñado por poder comprarse esas cosas. Sí, podría sonar muy superficial o materialista, pero la felicidad que le causaba entrar a su habitación y ver todo aquello, nadie podía quitársela.

—Esa mujer viste raro. —comentó Hyojeong de nuevo, apuntando a la figura de Padme.

—¡No te atrevas a insultar a la Senadora Amidala! —exclamó Jihoon.

Todos rieron, porque únicamente Minhyuk, Sanha y Jihoon entendían lo que hablaban.

Sintiendo la pena que había contenido por mucho tiempo, Sanha se acercó y abrazó a cada uno de los que estaban ahí con él.

Porque a fin de cuentas, gracias a ellos su cumpleaños había sido bueno.

—¿Ya terminó con su comida, señora Park? —preguntó Jeonghan de forma cortés.

—Sí, muchas gracias, estuvo muy delicioso todo —agradeció Sooyoung con una sonrisa corta.

Desde que la cena había empezado, podían sentir esa tensión entre ambas, el señor Park podía sentir también esa molestia que las preguntas y comentarios de la señora Yoon despertaban en todos y el hecho de que Jeonghan no interviniera en ellos.

—¿Puedo... Puedo saber cómo se conocen tanto con mi hijo?

La pregunta sonó ridícula.

La señora Yoon miraba a la pareja como si quisiera sacarlos de ahí, queriendo saber, queriendo una respuesta inmediata a su pregunta.

Sooyoung, por su parte, quiso contestar y decir todo lo que quería, pero su esposo la detuvo.

—Sanha y Minhyuk se llevan muy bien, así que Minhyuk lo ha invitado varias veces al almuerzo o la cena, además de todos los ensayos que están teniendo.— comentó.

—Oh... ¿No ha sido una molestia? Sanha a veces es demasiado...

—No, no lo ha sido. — cortó el señor Park. — Nos gusta tener a Sanha ahí, es como parte de la familia, al igual que Dongmin y Moonbin.

El ambiente se había vuelto calculador y más tenso, todos agradeciendo que los demás estaban tan concentrados en abrir los regalos de Sanha en su habitación, de ese modo no estarían escuchando la discusión que estaban seguros que se desataría.

—Veo que les gusta mucho tener a los amigos de sus hijos en su casa, parece que ellos pasan más tiempo ahí que en sus propios hogares.— siguió la señora Yoon con un sarcasmo que hizo a la señora Park enojarse más.

—No, en realidad ellos han adoptado esa costumbre de ir a almorzar, mis hijos menores disfrutan la compañía de ellos y nos aseguramos de que pasen un buen rato con la familia, además...

—¿Usted tan siquiera puede llamar a esto un hogar? — interrumpió Sooyoung.

La mirada de la señora Yoon se volvió enojada, demasiado enojada.

—¿Disculpe?

—No tengo que ser adivina para saber que esos comentarios que usted ha hecho toda la cena afectan a sus dos hijos, especialmente a Sanha.

—Usted no conoce a mi hijo como para decir eso.

—¿Y usted sí lo hace?— atacó, arqueando una ceja.

El silencio formado fue sepulcral, empezando por el rostro de la señora Yoon y Jeonghan, que apenas se asomaba por la puerta, regresando a su silla después de haber llevado los platos sucios con tal de escapar un momento de ese ambiente pesado formado por los adultos.

—No sé de qué quiere hablar.

—Sí lo sabe, otra cosa es que no quiera verlo.

—Sanha está bien con eso.— aseguró.

—No, no lo está, y es algo terrible el hecho de que yo lo he notado, mis tres hijos lo han notado y llevamos apenas unos meses de conocerlo — inquirió Sooyoung —. Y me parece aún peor que usted que lo conoce de toda su vida no quiera aceptar que Sanha necesita ayuda.

—No la necesita.

—Sí. — insistió. — La necesita, porque estas cosas no se van por arte de magia.

—Señora Park, por favor, pare. — quiso intervenir Jeonghan.

—¿Para qué? ¿Para que Sanha llegue al siguiente ensayo en la casa con lágrimas secas y sin ganas de hacer nada pero forzando sus sentimientos para ocultarlos frente a nosotros, como lo ha hecho muchas veces? — preguntó irónicamente — No lo creo.

—Debería preocuparse por sus propios hijos, yo me encargaré de los míos. — agregó la señora Yoon, casi harta de esa situación. — Sanha ha estado bien, desde que conoce a Minhyuk y sus amigos ha estado bien, o mejor. — dijo con cansancio.

—Es exactamente eso lo que yo quiero decir, él ha estado mejor, pero no porque esté controlado todo — comenzó a decir Sooyoung levantando un poco la voz — Sanha ha encontrado dónde apoyarse, no dónde aprender a sobrellevarlo.

—¿Y qué se supone que deba hacer? ¿Eh? Minhyuk ha resultado de mucha ayuda, al igual que Dongmin y Moonbin.

—Ellos no son psicólogos.

—Sanha no necesita uno.

Sooyoung estaba a nada de jalarse su propio cabello, desesperada por el nivel de terquedad y negación que la señora Yoon presentaba por los problemas de su propia familia.

—No me quedaré de brazos cruzados viendo a uno de los amigos de mi hijo sufriendo por algo que lo está acabando por dentro.

—Y yo ya le dije, señora Park, usted dedique su tiempo a sus hijos y yo lo haré con los míos — recalcó la señora Yoon — ¿No tiene usted un trabajo que mantener? ¿Unas horas que por más que quiera no puede negar? Sus hijos deben entender que no siempre estarán ahí.

—Bueno, yo me esforcé por demostrar que sí puedo estar siempre, porque son mis hijos y desde que los tuve han sido mi prioridad.— casi gritó —No pondría nunca el trabajo encima de mis hijos.

—¿Se supone que me está dando lecciones de cómo ser una buena madre? —atacó la señora Yoon, evidentemente enojada —Mis hijos y yo hemos pasado por cosas que usted no imagina, y disculpe, señora Park, pero cualquier cosa que haga a mis hijos felices o les haga olvidar sus problemas es suficiente para mí.

Sooyoung no podía creer lo que escuchaba, de verdad, jamás había sentido una pena tan grande que ni siquiera podía encontrar las palabras adecuadas para describir su frustración.

—Entonces señora Yoon, debería saber que yo tampoco soy una mamá perfecta, es algo que no podemos dejar de lado —trató de explicarse—, pero hay cosas que no podemos controlar, y en caso de hacerlo, no están en nuestras manos.

—Si me está queriendo decir de nuevo que Sanha necesita terapia, por favor evite...

—No tiene nada de malo ir a una.

—No las necesita... ¿Es usted psicóloga para saber eso? ¿Es experta en salud mental o en estas cosas para saberlo?

—No lo soy, pero yo la he necesitado, Minhyuk la ha necesitado varias veces y créame cuando le digo que es lo mejor que puede hacer por él.

—A Sanha le basta con tener a sus amigos.

—Los amigos no son una cura —interrumpió —Ellos te acompañan en ella.

—No dejaré que usted venga a hablar de mi familia de este modo.— cortó la señora Yoon.— Si va a seguir hablando de esto, por favor váyase.

En efecto, Sooyoung se levantó, visiblemente enojada y su esposo la siguió, agradeciendo a la señora Yoon y a su hijo mayor por la comida.

Sooyoung subió las escaleras, siendo guiada por el ruido de una conversación dada por los menores en lo que, ella suponía, era la habitación de Sanha. Se acercó y tocó dos veces, esperando que abrieran para poder retirarse.

—Oh... señora Park —habló Dongmin cuando abrió la puerta— ¿Vino a ver a Hyojeong y Jihoon?

—Sí —dijo sonriendo, como si nada hubiera sucedido abajo —Vamos niños, recuerden que Minhyuk regresa después a casa.

Hyojeong y Jihoon compartieron una mirada, sintiendo la incomodidad de su mamá y claro que Minhyuk igual la sintió, anotando mentalmente que debía hablar con ella en casa cuando regresara.

Ambos menores se despidieron, abrazando a Sanha una vez más, igual agradecieron a la señora Yoon por todo y con sonrisas en sus rostros, casi ajenos a lo que pasaba, se fueron con sus padres.

Ya habían quedado en un acuerdo, Minhyuk debía quedarse un rato más con Dongmin y Moonbin para acompañar a Sanha, después de todo, la presencia de los adultos ahí podía ser algo molesta para ellos, sabiendo que entre los cuatro hablaban de cosas privadas y querían darles el espacio.

Pero en un rato más, Dongmin y Moonbin se fueron, despidiéndose de todos y agradeciendo también por la cena. Minhyuk sabía que era un plan entre ellos para dejarlo con Sanha nuevamente, no era la primera vez que lo hacían. Aunque de todos modos, lo iba a necesitar.

Porque había un regalo más, ese que tanto había estado preparando.

—Me alegra que hayan venido.— dijo Sanha, compartiendo una sonrisa.— Y... lamento si mamá fue algo... incómoda, con sus preguntas y eso...

—Está bien, no te preocupes... aunque...

—Estoy acostumbrado.

—Si no quieres hablar de eso está bien. — dio un respiro— De hecho, hay algo más que quiero darte...

—¿Eh?

—Tengo un regalo más para ti.— dijo.

Sanha abrió sus ojos con sorpresa.

—¿Otro? No es necesario yo–

—Sí lo es. — suspiró Minhyuk — Escucha, no... no pienses que no mereces esto ¿Okay? Más bien es un regalo mío y de mi familia para ti... Así que toma.

Extendió un sobre, sacándolo del bolsillo de su suéter, un sobre largo. Era delgado y tenía un moño de color rojo en él.

A primera vista, parecía vacío, pero cuando Sanha lo tuvo en sus manos, pudo sentir lo que había dentro, otro papel quizás.

Esperó una carta, esperó incluso un billete, quedando sin ideas más creativas de lo que podía haber en el sobre. Así que, sin contener más sus ganas de saberlo, lo abrió.

Una tira de papel, y otra más pequeña pegada al frente. Tenía cortes en la orilla que eran llamativos y cuando leyó lo que contenía en él, perdió el ritmo de su respiración.

Porque era un boleto. Un boleto y un pase pequeño en sus manos.

Y ahí, todo, absolutamente todo se volvió distante cuando tuvo el boleto de tren hacia Jinju, con un pase más al hotel en el río Jinyang en sus manos.

Si no me equivoco este fue el último capítulo que subí antes de dejar la historia en el olvido jaja, me esforzaré por subir el siguiente pronto

Espero que les haya gustado, en lo particular este fue algo difícil de hacer jeje

Muchas gracias por leer<33


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro