Capitulo 70
Mientras tanto, en la nave de la casa del duque, Livia como invitada de Anjie se encontraba en una gran habitación, tal vez más grande que una casa de una familia promedio.
—¿Ya estas lista, Livia? —preguntó la hija duque con una sonrisa expectante mostrándose en sus suaves labios carmín.
—A-, Anjie, n-, no estoy muy segura de esto. P-, Parece muy caro, ¿Y si lo daño? —preguntó Olivia desde el otro lado de una cortina.
—Tranquila, solo es un vestido de doscientos veinte mil dia, es bastante barato. —comentó con una sonrisa Anjelica sentada en el borde de su cama.
—¿D-, Doscientos veinte mil? —Olivia estaba asustada.
—Vamos Livia, ya sal. —insistió Anjelica.
Ante la insistencia Olivia no pudo hacer más que salir del vestidor, mostrando su cuerpo cubierto por un fino vestido de tres capas de diferentes tonos de azules en forma de flor, con cristales brillantes como diamantes decorándola, sus hombros estaban cubiertos por una larga y fina bufanda de seda blanca la cual estaba colgando en su espalda descubierta. Su cabello rubio, estaba sostenido por un broche con incrustaciones de diamantes pulidos con un valor bastante elevado.
Anjelica se contuvo el gemido. Al verla Olivia se sintió nerviosa.
—¿A-, Anjie? L-, Lo sabía, debe verse mal en mí.
Olivia se dispuso a volver al vestuario para quitarse el vestido cuando fue detenida por Anjie.
—¡No, no, no —respondió tropezándose con sus palabras, estaba muy nerviosa—! No es eso, al contrario, te queda muy bien, te ves linda, Livia.
—Anjie...
Ambas se vieron, con pequeñas sonrisas en sus labios ninguna pudo encaminar la conversación provocando un silencio algo incómodo de ambas buscando un tema de conversación.
—B-, Bueno — Anjelica interrumpió el silencio finalmente—, yo también iré cambiandome, el baile será dentro de poco.
Anjelica ingresó al vestidor dejando a Olivia sola en el cuarto, ella fue a sentarse en el borde de la cama mientras acunaba sus brazos alrededor de sus rodillas.
Entonces, mientras escuchaba el suave sonido de la ropa deslizándose por la piel Olivia habló, con sus ojos caídos como los de un cachorro regañado y un corazón muy pesado que estaba lleno de dudas.
—Adeuz me odia. —dijo.
—¿Porqué crees eso? —preguntó Anjelica, colocándose un par de largas medias blancas.
—El me ofreció su amistad desde el principio, pero, yo desconfíe de él haciendo caso a esa mujer que apenas conocía... Soy una persona horrible, si no me odiaba antes ahora debe hacerlo.
Angelica deslizó por sus manos unos largos guantes rojos.
—En parte, tú también eres culpable, pero Adeuz también es el responsable, a pesar de ser un hombre ese chico actúa tan complicadamente. Siempre tienes que pensar profundamente en todo lo que dice, buscar un significado más profundo en sus palabras y sus acciones, pero lo más irritante, ¡A veces no hay nada! A veces ese chico simplemente presenta un arma revolucionaria al reino y tienes que pensar en todas las implicaciones políticas que esta pensando y otras simplemente trae un pastel porque sí, sin motivo alguno, es tan frustrante.
Olivia sonrió.
—Me alegra que te sigas llevando bien con Adeuz, Anjelica.
—....
La hija del Duque se quedo en silencio durante unos segundos, completamente quieta pensando en lo que le acababan de decir antes de seguir arreglándose su cabello.
—Eso creo.
Olivia pudo sentir que algo andaba mal después de escuchar la respuesta de Anjelica, pero en lugar de estar mencionándolo decidió mejor cambiar el rumbo de la conversación.
—Por cierto, recibí una carta hace poco, he oído que la recuperación de Leon avanza increíblemente bien.
—¿Ah —Anjelica se sorprendió del cambio de tema—? Si, también lo escuche, todavía sigue en la cama de la enfermería y se niega ir a clases usando sus lesiones como excusa. —Los ojos de Anjelica se oscurecieron al recordar como Leon incluso después de ser tratado con magia curativa seguía fingiendo dolor para no hacer nada más que comer y dormir. No le gustaba esa actitud de vago sin embargo su culpa no le permitía expresarlo fervientemente.
Olivia se rió con nerviosismo.
—Ya sabes como es Leon, que bueno que tiene buenos amigos que lo cuidan.
Olivia imaginó a Raymond y Daniel ayudando a Leon en la enfermería con una sonrisa de satisfacción por ayudar a un amigo y Leon agradeciéndoles de mala gana por pedido de Anjelica.
Nada mas alejado de la realidad.
—Vamos chicos, sigan ventilando.
—Tú, maldito.... —Daniel contenía su frustración.
Tirado en esa cama de la enfermería rodeado de platos de comida y jugo Leon estaba siendo ventilado por Daniel y Raymond quienes sostenían largos abanicos de mano.
—Si, seré un maldito, pero un maldito al que deben seguir ventilando por la petición de cierta hija de un duque amigo mío.
Leon comenzó a reír con maldad mientras Raymond detenía a Daniel como podía de golpear a Leon quien aun tenia varios yesos aunque no los necesitara.
Volviendo con Olivia y Anjelica, ellas siguieron hablando.
—Anjie... En serio soy una persona terrible.
Al escuchar eso Anjelica apretó sus dientes conteniendo esos pensamientos en su cabeza antes de hablar.
—No lo digas así, tu eres una persona muy dulce, Livia.
—¿En serio crees eso, Anjie?
—Si, yo lo creo.
Olivia sonrió ante esas palabras dadas por su amiga, sin embargo su corazón aun pesaba, ella aun quería decir algo.
—Anjie, yo....
—Terminé. —Sin embargo la pobre Olivia fue interrumpida, quedándose completamente sorprendida cuando vio a su amiga salir desde el vestidor.
Angelica estaba ahí de pie frente a Olivia, con su clásico peinado de cebolla y con un largo vestido de una sola pieza de color carmín, con varios rubíes incrustados en su pecho tomando la forma de una flor con sus pétalos abriéndose, con su espalda expuesta y un collar de joyas preciosas usaba largos guantes blancos de seda fina y unas zapatillas rojas de tacón. Sus labios brillaban de un intenso rojo.
Olivia sonrió con sus mejillas manchadas de carmín.
—Te ves muy bien, Anjie.
Anjelica devolvió la sonrisa a Olivia.
—Muchas gracias, Livia.
Sin embargo al ver la sonrisa de Olivia esos pensamientos en el fondo de su corazón volvieron, la duda la estaba golpeando.
—¿Acaso, no es mi culpa también está situación? —pensó.
Al ver la sonrisa congelada de Anjie Olivia se preocupo.
—¿Anjie? ¿Estás bien?
—S-, Si, disculpame, olvidé que tengo algo que hacer. Descansa un poco. Pronto saldremos al baile.
Anjie no sabía qué hacer, ella nunca había tenido amigos verdaderos hechos con su propio esfuerzo, solo seguidores, además de que el estatus entre todos sus amigos era extremadamente diferente.
Para Anjelica este problema demasiado complicado solo podía ser resuelto de una manera; Escapando.
—¿An... —Anjelica escapó azotando la puerta tras de sí—... jie?
Pero Anjelica en ningún momento volteo hacia atrás, tenía miedo de lo que ocurría si lo hacía. Ella solo siguió adelante sin saber el daño que estaba causando.
Olivia sólo bajó su cabeza con resignación.
Su relación se estaba rompiendo.
◇
Mientras todo eso pasaba, en el busque insignia de la flota enviada por el palacio Real, un viejo funcionario del gobierno con un título de Margrave de la Corte real miraba con seriedad a los cinco chicos reunidos ante él.
—Con la supresión de los piratas del cielo siendo un éxito, todos ustedes han convocados al palacio real para discutir sobre el futuro —mencionó con una voz serena aunque estaba sudando frío, ¿La razón? Era el gigante de acero que se encontraba vigilando el territorio del Conde como un dios inclemente. La armadura, Lucifer—. Solo espero el reino no sea tan tonto como para querer hacernos pelear contra esa cosa... Eso no sería una pelea, solo una masacre indiscriminada. Cielos, ese chico, ¿Cuándo obtuvo tanto poder? —pensó.
Jilk fue el que tomó la palabra.
—Después de nuestros logros la recompensa mínima debería ser nombrarnos oficialmente como caballeros, ¿No es así? Además, claro está, de una remuneración por la supresión de los piratas.
Cuando el funcionario asintió todos los chicos se emocionaron, Jilk cerró sus ojos y agacho su rostro con una sonrisa de autoconfianza.
—Lo sabía.
—Con esto sin duda Marie se va sentir muy emocionada.
—Hablando de eso, ¿Qué estará haciendo Marie en estos momentos?
—No lo se, pero en verdad me siento muy vacío, hace días que no veo su hermosa sonrisa.
—Necesitamos comprar increíbles regalos para ella con nuestras remuneraciones.
El funcionario del gobierno estaba estupefacto.
—¿¡Qué acaso esos chicos no se preocupan por nada más?!
—Por cierto, ¿Qué hay de Adeuz? ¿Cómo será recompensado el Barón Rasford? —preguntó.
Respirando profundamente, el funcionario habló.
—Ese es un tema más delicado, lamentablemente no tengo la autoridad como para afirmar una respuesta, todo dependerá de como se de la reunión de facciones, sin embargo, he de decir que por parte del palacio, la reina y el rey tienen pensado darle una buena remuneración... Además, tengo entendido que se le será honrado con una rosa azul por parte de la reina.
Julian tuvo una sonrisa complicada.
—¿Una rosa azul? Estoy seguro que él estará muy feliz con eso.
Después de decir eso el funcionario los despidió de la sala, eso de cierta forma fue bueno para ellos, después de todo tenían que arreglarse para el baile.
◇
Estando afuera los cinco tuvieron una expresión complicada.
—¿Su Alteza? —preguntó Jilk.
—¿Qué pasa, Jilk?
—Si, su alteza, si me permite, me sentí muy inútil en esta cacería de piratas, Adeuz es quien hizo la mayoría, por eso, ¡Por favor acompáñeme a la mazmorra cuando lleguemos a la capital!
Greg grito al escuchar eso.
—¡Oi, Jilk! ¿Acaso estas intentando dejarnos atrás? ¡No lo permitiré!
—Tampoco puedo quedarme atrás cuando se menciona la palabra "Mazmorra". —mencionó Chris por lo bajo.
—¿Entonces, lo hemos decidido?
Los cuatro se vieron asintiendo entre ellos, Julian fue el primero en extender su mano, el resto tambien fue extendiendo su mano.
—¡Nos volveremos más fuertes y ganaremos a Adeuz!
—Oh, que interesante. —Una voz reverberó por el aire.
Todos voltearon para ver al final del pasillo a... Adeuz. Con ojos abiertos de sorpresa vieron como él se acerco a ellos, con sus pisadas resonando mientras avanzaba y una gran sonrisa en sus blancos dientes el dedico unas palabras llenas de soberbia.
—Les reto, oh, admirados jóvenes maestros del reino, ¡Intenten superarme con todo lo que tienen —hizo un gesto con su dedo pulgar de cortar su cuello—! Los aplastaré.
Y después de eso entró a la habitación del marqués sin siquiera tener la mínima cortesía de tocar la puerta.
Los cinco vieron con sorpresa y admiración, sus ánimos renovados por saber que ese enemigo, esa muralla insuperable los estaba esperando en la cima de la fuerza.
—Por cierto, ¿Huelen eso?
—¿Qué?
—Si huele raro... Como a sudor.
Los cinco comenzaron a olerse a sí mismos.
◇
¡LA PUTA MADRE!
Tuve que aguantar ese grito cuando recibí el informe de Luxon.
[Maestro, está ocurriendo un momento de los que usted apoda "Eventos".]
Así es, tenia a Luxon espiando a los personajes principales para poder aparecer en escena durante momentos importantes, se lo que estas pensando. No, no miro imágenes suyas en el baño. Aun si quisiera ver a Angie y Livia bañándose Luxon no me lo permitiría. Solo me mostraría imágenes de los objetivos de captura.
Mi mente se llenó de imágenes de esos cinco tipos desnudos en una ducha con esos rostros perfectos, después de un cosquilleo en mi espalda obligue a los pliegues de mi cerebro a desconectarse y mandar a la mierda todo mi cerebro.
—Luxon, borrado de memoria, ahora.
[Maestro aun no diseñamos un borrador de memoria flash, si quiere olvidar algo tendría que realizar una cirugía y abrir su cerebro, ¿Debo hacerlo?]
—Ugh... Estoy bien, puedo vivir olvidando eso durante unos años más, Agrega a la lista de pendientes el borrador de memoria.
[Entendido, maestro.]
—Humm... Baron, ¿Se encuentra bien? —preguntó, sacándome de mis pensamientos.
—Si, Bryan, sigue con lo tuyo.
—E-, Entendido.
El viejo mayordomo siguió realizando los preparativos para la "Fiesta" hoy, acaricie mi barbilla sutilmente mientras miraba su buen trabajo.
¿Podría ser momento de narrar lo que paso hace apenas una hora? ¡No, concéntrate Adeuz! El evento esta transcurriendo en este momento.
—Luxon, muéstrame el "evento". —dije y salí corriendo en dirección a donde Julian y los demás mientras los miraba mediante una pantalla holográfica en mis lentes de contacto, escuchando todo mediante un auricular.
Rápidamente perdí toda mi resistencia y me di cuenta de algo.
—¿Pero que mierda? Ni siquiera se donde están.
Maldición, maldición, necesito llegar rápido o el evento terminará.
Con ese pensamiento en mente mejor dejaré un flashback de hace una hora mientras busco como demonios llegar al evento.
◇
Sentado sobre un improvisado trono dentro de la sala de ceremonia del castillo del conde, crucé mis piernas y miré por sobre el hombro a las decenas de caballeros y sirvientes que se encontraban todos postrados debajo mío.
Todos esos grandes números principalmente de hombres armados temían y temblaban mostrándome sumisamente sus cuellos, yo tenia el poder de elegir si vivían o morían, ¿Porqué? Por las gigantescas armaduras controladas por Luxon que custodiaban la habitación como gigantescas estatuas listas para aplastarlos a todos.
En estos momentos para esos hombres y mujeres mi figura no era diferente a la de dios, sin embargo no soy un dios y ese es un limite que nunca pienso superar, nunca me considerare un dios, solo un hombre.
Pero bueno, no es momento de debatir mi divinidad, en primer lugar porque eso no es debatible.
Baje mi pierna derecha y después coloque mi pierna izquierda encima volviendo a cruzarme de piernas.
¿Eh? Es verdad, debo dar ordenes o estas personas se quedaran aquí hasta morir de hambre o sed. Vivimos en islas en el cielo completamente aisladas de cualquier otro pedazo de tierra, no puedes simplemente tomar un caballo y salir... Hmm... No hay pegasos en este mundo pero seria interesante crear uno.
Los planos como los de una maquina se comenzaron a expandir a mi alrededor, todo dentro de mente, sin embargo en lugar de engranajes y metal, carne, órganos y nervios aparecieron, la imagen de un caballo, después un águila apareció ante mi, suprimiendo el resto del cuerpo solo dejé las alas, expandiéndolas y viendo su estructura ósea y sus plumas. Una simulación imaginaria ocurrió en mi mente, el cuerpo del animal desplomándose, todos muriendo y las siguientes generaciones comenzando a evolucionar para deshacerse de esas alas, al final solo quedarían unos pequeños bultos óseos en su espalda, algo inútil pero no lo suficiente como para que la evolución considerara que seria inútil gastar esfuerzos en deshacerlos.
Había un problema con el peso. Comencé a cambiar el esqueleto del caballo, haciendo huesos huecos, más frágiles.
Los pegasos ahora fueron capaces de volar, pero las fuertes corrientes de viento golpearon rompiendo varias costillas en cada viaje.
Acaricie mi barbilla, esto seria más problemático de lo que esperaría.
[Maestro, como siga así uno de ellos va a orinarse encima.]
¡Ah! Es verdad.
Suspiré viendo a todas las personas arrodilladas ante mí, dejaría la creación de una nueva raza de fantasía para otro momento. Sin embargo, he de admitir que la idea de crear una guardia de caballeros en pegasos era buena idea, no tanto para la guerra sino como monturas para que los guardias puedan vigilar las calles desde encima, parecía muy buena idea, después de todo no era posible llevar aeronaves a patrullar las calles por el peligro de que caiga, explote y comience un incendio. En esta época solo la magia de agua podía acabar fácilmente con un incendio, pero los caballeros que podían usar magia de agua estaban en el palacio o en la zona noble, y para cuando llegaran las llamas serian tan incontrolables que solo podrían contenerlas mientras que otros destruían el perímetro alrededor de las llamas para evitar que se expandieran.
Asentí en mi mente por mi increíble idea, pronto recordé.
¡Ah, es verdad! Las personas.
Volví a cambiar mis piernas de posición.
—Muy bien —hablé, todos ellos temblando por mi voz, por dios, ¿Porqué tanto miedo? Ah, es verdad, que les estoy apuntando con armas—, ¿Qué haremos con ustedes? —pregunté.
—Por favor, su alteza, sea sublime.
Sublime ¿Eh?
—Sublime, palabra usada para denotar gran belleza o moral. Bueno, ya soy hermoso, no necesito ser moral, ¿No creen —sonreí—? Así que díganme, ¿A que se refieren con ser sublime? ¿Están degradando mi hermoso rostro o es que me están llamando inmoral? ¿Qué me están tratando de decir?
Los vi temblando, pegaron sus cabezas en el suelo queriéndome mostrar lo patético de su existencia.
—Por favor su alteza, muestre su grandeza. —volvió a decir uno de ellos.
Suspiré, estos idiotas me estaban molestando.
—"Sea sublime", "Muestre su grandeza", ¿Qué es lo que sigue? ¿"Muestre misericordia"? ¡Ugh! juro que si dicen eso voy a golpear a alguien por el maldito cliché.
Los sirvientes se tragaron las palabras "Muestre misericordia", suspiré, entonces mi pierna comenzó a moverse, con una lenta agitación.
—Dejarlos vivir, dejarlos morir. Sean directos, después de todo no es mi vida la que esta en juego. —dije.
—¡Por favor perdónennos, su alteza! —gritaron.
¿Recuerdan que les dije que tenían su cabeza en el suelo? Pues yo pensé que ya no podrían agachar aun más su cabeza pero ellos me mostraron lo equivocado que estaba cuando suplicaban por su vida prácticamente golpeando sus cabezas contra el suelo.
—¿Solo eso quieren decir? —pregunté.
—¡Por favor! —volvieron a suplicar.
Volví a cambiar la posición de mis piernas, recargo mi mejilla en mi puño y hablo.
—Muy bien, si no dirán nada más entonces haré lo siguiente. Mataré a uno de cada diez de ustedes, ¿Qué opinan —sonreí los vi ponerse pálidos pero ninguno de ellos pudo formar ninguna oración coherente. Al ver eso me puse de pie—? Que así sea.
Y con un chasquido el retumbar de los disparos lleno la habitación, el grito de las personas fue hilarante para mí, comencé a reírme. Muchos pensaran que soy sádico por burlarme de la muerte de personas inocentes, pero esa era la gracia. No había muerte, y esas personas son todo menos inocentes.
De entre todos los sirvientes que Luxon investigó los que estaban aquí eran los más escoria, muchos de ellos habían cometido crímenes o eran socios de tales, si los procesaba por el modo legal todos ellos serian ejecutados y torturados, pero... No hice eso.
Cuando el sonido de las balas desapreció y los disparos habían agujereado las delgadas paredes como queso, los sirvientes subieron su cabeza con la morbosa intención de ver que había pasado, tal vez querían confirmar si era verdad que seguían vivos, una tontería si me lo preguntan pues el olor acre de la sangre no empañaba la habitación, solo el débil olor a la pólvora en el aire, después de confirmar su seguridad todas sus miradas voltearon hacia mí, mi humor se enfrió cuando el olor a orina inundó mis fosas nasales.
—Phuag, que asqueroso —gruñí silenciosamente—. Vaya, ninguno de ustedes intento protestar, que obedientes que son.
Uno de ellos se puso de pie, corriendo en mi dirección, Luxon de inmediato movió una de las armaduras apuntándole pero con una señal le dije que se detuviera.
Cuando llegó al comienzo de los escalones se tiró al suelo y azotó con fuerza su cabeza en el suelo, pude escuchar el goteo de la sangre manchando la alfombra, hubo un crujido asqueroso, seguro había usado todas sus fuerzas para satisfacerme, ¿Tan sádico me veo?
—¡Su majestad —gritó, su voz húmeda manchada por la sangre del desgarrar de sus cuerdas vocales—! Mi nombre es Darrick Fou Ferle, hijo del Vizconde Ferle, por favor, perdone mi vida y mi padre sin duda sabrá recompensarlo por su misericordia.
¿Huh? Interesante, después de ver fallar su intento de suplicar buscando mis buenas intenciones ahora aquellos que pueden ofrecer algo me lo ofrecen.
—Yn dime, hijo de la casa Ferle, ¿Qué es lo que puedes ofrecerme?
—¡Dinero, apoyo, reconocimiento, mi padre hará lo que sea!
Adeuz sonrió, esa sonrisa hijo que al hijo de cuna noble le llegará el más mínimo hilo de esperanza, si, si jugaba bien sus cartas podría sobrevivir.
—Oh, que interesante —dijo—, ¿Puedes prometer lo que dices?
—Y-, Yo...
La mirada de Adeuz perdió todo su humor y ahora fue increíblemente fría.
—¡L-, Lo juro su alteza!
Pero Adeuz no volvió a sonreír, se puso de pie, con su capa agitándose detrás suyo.
—Un hombre abandonando por au familia, tirado al servicio de un noble inútil, ¿Qué dinero me puedes ofrecer? Tengo más oro y platino de lo que alguna vez podrás contar, ¿Qué clase de apoyo me puedes dar? La propia familia real es mi apoyo, tu familia, los Ferle son simplemente unos pobres Vizcondes de la frontera bajo el mando del Conde Olfery —Adeuz bajó los escalones soltando una patada en el rostro del hombre—. Mientes, odio los mentirosos. Sin embargo no te ejecutaré, a ninguno de ustedes. Llevenselos a mi mansión. —ordené.
—¡Gracias, su alteza! —ellos gritaron
[Parece que ellos piensan que usted los pondrá a trabajar en su mansión. Pobres sujetos, no saben que solo serán un lote de conejillos de indias.]
Sonreí ante las palabras que Luxon dijo mientras ese lote de sirvientes eran llevados por algunas armaduras en dirección a una aeronave.
—Ey, yo dije que no los ejecutaría y que los llevaría a la mansión, nada más.
[Pero aún así piensa matarlos en sus experimentos, es lo peor maestro, ¿No acaba de decir que odia a los mentirosos?]
—Así es, pero no he mentido.
[La omisión de información y el juego de palabras podrían considerarse mentiras, maestro usted es un mentiroso.]
—Brave, defiende a tu compañero.
Brave me vio con su ojo amarillento que veían con decepción, eso estaba bien, pero lo que no estaba bien es como esa mirada de decepción estaba guiada hacia mi.
{Perdón maestro pero debo estar de acuerdo con la chatarra.}
—¡Ah-! ¡Tú! ¡Malditos traidores, ambos son unos traidores!
[Maestro, el nuevo grupo ha aparecido.]
Luxon me interrumpió, maldita sea, no respetan a su maestro.
Tuve que tratar con más grupos de sirvientes que llenaban esta habitación, Traté con once de esos grupos, tres de ellos de criminales que envié a mi territorio, si los trataba por los medios convencionales serían ejecutados inmediatamente, así que, de cierta forma soy piadoso al perdonar sus vidas.
[¿Porqué siento que está pensando en algo repugnante maestro?]
{Compañero por favor se más decente.}
Maldición, ¿Porqué estos dos sólo están de acuerdo cuando se trata de insultarme? ¡Ninguno de ellos es leal!
Bueno, la cosa es que a los ocho grupos que perdoné les di la opción de trabajar para mi o irse, sin trucos o dobles intenciones, ellos eran personas honestas limpias de pecados cuyo mayor crimen sería su vagues al no hacer nada contra los crímenes de los otros sirvientes, una especie de cómplice indirecto, podía culparlos por eso pero no castigarlos.
Y aunque lo más lógico sería deshacerse de esas personas para transmitir el mensaje de que los que apoyaban a mis enemigos eran mis enemigos, no lo hice. No hubo fríos cálculos o una importante estratagema, solo un capricho humano.
Cuatro de esos grupos no quisieron trabajar bajo mi mando, posiblemente por mi infamia, esas personas les deje irse en una aeronave del conde, partieron de inmediato en dirección a la capital.
Mientras tanto, los otros cuatro que no quisieron, o no pudieron, abandonar el territorio decidieron seguir trabajando aquí en el palacio para mi, el que ellos consideraban el dueño temporal.
Pero en este mundo de magia y espadas la calidad de los individuos es más importante que la cantidad, un ejemplo serian esos cinco, aunque actualmente era muy débiles en el juego si los tenías a todos a máximo nivel (Cosa muy difícil de lograr de por sí y imposible si no pagabas una gran suma en objetos de paga) podías derrotar a un ejército incluso del doble de activos con suma facilidad.
O el propio caballero negro y su "Guardia Negra", si hagan el chiste. Los cuales podían abrumar a decenas de enemigos con su habilidad marcial sin igual.
Un hombre ingresó a la habitación, con un largo cabello blanco canoso peinado hacia atrás y un monóculo adelante de sus ojos azul marino. Su postura perfectamente recta y su impecable traje de Mayordomo.
Brian Fou Vinner, el jefe de los asistentes del Conde.
Para mis planes a futuro necesitaba a éste hombre, sonreí internamente, lo bueno estaba por comenzar, un debate de ideas, un juego de palabras, una apuesta que no perdería, espero que tengas experiencia en retórica porque yo no dejaré pasar ningún error, anciano.
Ésto será entretenido.
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¡Oh, Dios, otro capítulo!
A que no se lo esperaban ¿Verdad?
Siii.... Y mejor no sigan esperando xd Ésto es algo así como un regalo de navidad para ustedes, bueno, ¡Nos vemos en año nuevo!
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