Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 46

Cuando las vacaciones comenzaron había sido obligado a regresar a casa y, aunque fui alabado por todos por mi comportamiento en el incidente de la  carrera de motos aéreas, en realidad no me sentí satisfecho porque estaba siendo regañado por mi madre.

—¿Quieres ganar fama suprimiendo piratas del cielo? Julián, no entiendes tu posición. Actualmente no tienes los recursos de guerra para desplegar una aeronave, no, ni siquiera una armadura, tú armadura regalada por el Barón está en su territorio recibiendo mantenimiento, tampoco tienes la autoridad para movilizar a los soldados del reino, ¿Piensas suprimir a los piratas del cielo en tales condiciones? Eso ni siquiera es una broma divertida.

 Mi madre era aterradora en su modo de trabajo por lo que intenté corregirme de inmediato, si lograba convencerla, ella podría prestarme algunos de sus activos, quería mostrarle a Marie mi fuerza, es cierto que las mujeres se enamoran de hombres fuertes. También con eso podría ayudar a todos en la supresión de piratas.

En última instancia solo con recibir su permiso estaría bien.

—¡Pero madre! ¿No es la supresión de los piratas del cielo el deber de los nobles? ¡Además, me iré con Adeuz, él es fuerte y lo sabes!

—¿A-, Adeuz-kun?

Estaba un poco molesto por el hecho de que sus mejillas se pusieron un poco rojas.

No entendía que estaba pasando pero sabía que debía apuntar a esa pequeña debilidad.

—¡Madre! ¡Deberíamos enviar refuerzos para ayudarlo! Por favor déjame comandar tu flota, ¡Verás que esos piratas del cielo pronto serán eliminados!

Sin embargo incluso con la mención de Adeuz la duda en el corazón de mi madre solo se mostró durante un segundo o incluso menos. Ella rápidamente volvió a su modo de trabajo.

—Aún si el Barón es fuerte es el deber de las personas que son adecuadas para el trabajo. Julian, respondeme seriamente, ¿Puedes hacerlo mejor que los caballeros o soldados que regularmente reprimen a los piratas del cielo? No tienes ninguna experiencia al mando de una flota, ¿verdad? Además ¿Entiendes que también debes considerar a los caballeros y soldados? Hay casos en que los chicos de la academia pueden lograr lo absurdo —mencionó en referencia a Adeuz—, pero ¿Te das cuenta de la cantidad de proporción que hay entre ellos y los que solo estorban? Para los caballeros y soldados es increíblemente molesto, solo los ayudan por su amabilidad.

Si, puedo entenderlo, Adeuz ya me explicó como los chicos hacen todo lo posible para atraer a las chicas. Seguramente sabiendo eso los caballeros y soldados no pueden detenerlos con firmeza. Él mismo tuvo mucha oposición a que se uniera a los militares al principio, tuvo que mentir diciendo que era un chico de la academia para aligerar su ambiente.

—¡Es por eso que tampoco deberías detenerme madre, porque yo también soy un chico!

—Debes dar la oportunidad de reprimir piratas del cielo a otros chicos, ya tienes una prometida —Esas palabras hicieron hervir mi sangre pero solo apreté mis puños—. Como se trata de un territorio de una familia semi-barón enviaremos a las tropas después de obtener el permiso. Durante ese tiempo, también pediremos personas de la academia que estén interesadas en ello, aunque no quiero puedes ir con esas personas.

Una solución que permitía a ella, a mi, a los chicos y los militares terminar moderadamente satisfechos, mi madre pensó en los pros y los contra de cada solución posible y llegó a la mejor en solo unos segundos.

Su competencia era ciertamente aterradora.

Cuando trabajaba, ella ocultaba su habitual impresión de ingenuidad.

—¡Dios! ¡A este ritmo no podré ayudar a esos dos!

Mientras pensaba eso la voz de alguien resonó en el frente de la oficina. Era el sirviente de la entrada quién anunciaba la petición de Jilk para ingresar.

Cuando mi madre lo aprobó, Jilk entró en la habitación.

Mantuvo un aura serena pero posiblemente desconfiando de él mi madre entrecerró sus ojos.

—¿Qué necesitas?

Jilk colocó unos documentos en la mesa, respiró hondo y entonces comenzó a hablar.

—Mi reina, parece que los piratas se están refugiando en el territorio del Conde Olfery, aunque intentamos investigar cualquier relación entre ambas partes la facción del Márques nos lo está impidiendo. Me temo que si intentamos presionar más podría derramarse sangre.

Miré a mi madre. Estaba un poco enojado mientras pensaba en cómo ella parecía estar usando a Jilk para enviar mensajes, sin embargo al verla suspirar entendí que no era momento para eso.

—Jilk, ¿Esa información es cierta?

—En efecto. Ya lo he confirmado. Según mis expectativas-...

—Por favor, sólo transmite la información confirmada.

Después de ser criticado, Jilk se enderezó y continuó.

—Los Caballeros de la 4°ta flota de patrullaje después de derrotar a un grupo de piratas se vieron detenidos por el ejército del Conde Olfery cuando se acercaron a su territorio. Cuando recibieron permiso e intentaron perseguir a los piratas fueron emboscados por un grupo diferente de piratas y fueron aniquilados. Esta información proviene de una fuente confiable.

Al escuchar eso Mylene comenzó a pensar.

—Ya ni siquiera intentan mantener las apariencias. Es problemático. Solo podemos esperar que Adeuz pueda hacer algo con esos piratas. Nosotros debemos mantenernos aquí para reunir información contra el Conde.

—¡Madre! ¡Por favor también déjame ir! ¿¡Por qué Adeuz está bien, pero yo no!? —protesté.

Mi madre no me respondió, volvió a trabajar y dejó escapar un suspiro.

—No puedo dejarte ir precisamente porque no entiendes por qué. Ahora-...

Cuando estaba por sacarme de su oficina escuchamos la voz del sirviente afuera anunciando la llegada de alguien.

La puerta se abrió y ese hombre entró con pasos ligeros pero para nada débiles.

—Es un honor estar ante ustedes, su alteza el príncipe herederos, su majestad la reina y Lord Jilk. —Se inclinó pero pude saber que tenía una sonrisa burlona.

Ese hombre era Adeuz.



No puedo entender porque las situaciones problemáticas siguen llegando una tras otra.

Hoy mismo saldré a la cacería de piratas durante estas pequeñas vacaciones, sin embargo antes de irme Julian me pidió convencer a sus padres para que le permitieran asistir a la cacería de piratas. Era como si yo fuera el amigo responsable con el auto que llevaria a su amigo problemático a una fiesta a media noche pero para que sus padres le dieran permiso tendría que hablar con ellos y decirles que seríamos responsables y todo eso.

La última vez que tuve que hacer eso terminé en la casa de un desconocido en otra ciudad y el auto estaba en la alberca de su pobre vecino.

Fue una situación complicada.

Incluso el resto de los idiotas, a excepción de Brad a quien aparentemente Cara también pidió ayuda, me pidió que interviniera con su familia para poder ir a la cacería de piratas. Si era un prestigioso caballero como yo seguramente aceptarían, o eso dijeron ellos.

¡Estoy seguro que si me acerco a menos de un kilómetro sus casas van a desplegar todas sus aeronaves para derrumbarme! ¡En especial tu, Chris! ¿¡Imbécil quieres matarme o porque me quieres poner en frente del Santo de la Espada?! ¡Estoy seguro que él me odia!

Para ellos cazar piratas era como salir de excursión a divertirse por lo que no se preocupaban tanto por ello.

Sin embargo tampoco es como si me importara solo rechacé su petición porque me tomaría varios días y no quería atrasar mas la cacería. No necesito estar gastando tanto tiempo y debo ir a terminar con el problema tampoco es que algo como un jefe final me esté esperando allá.

Suspirando con resignación terminaron de revisarme y rociarme con perfume.

Olía a uva.

Lo único bueno es que podré ver a Mylene-Sama incluso antes de volver de la cacería de piratas, aunque Julian estará ahí no importa.

Me dirigí con pasos más apresurados que cautelosos hasta llegar a la entrada de la oficina de Mylene-Sama, al verme el sirviente en la puerta no tuvo que preguntar por mi.

—Puede pasar, su alteza el príncipe heredero Julian Rafua Holfault, su majestad la reina Mylene Rafua Holfault y Lord Jilk lo están esperando.

El sirviente después de eso anunció mi llegada mientras me abría las puertas.

Entré inclinandome ante la realeza.

—Es un honor estar ante ustedes, su alteza el príncipe herederos, su majestad la reina y Lord Jilk.

Llamé a Jilk "Lord" solo por pura formalidad, siendo él hijo de una casa importante pero no su heredero su posición era más baja de la mía, un aristócrata oficial, pero como solo soy un barón del campo la balanza está muy igualada.

De cualquier forma no le tengo respeto al bastardo de corazón negro, sin embargo aún si es alguien competente es fácil de leer por lo que no representa amenaza alguna.

—Puede levantar la cabeza, Barón.

No levanté mi cabeza, en la sociedad noble rechazar levantar tu cabeza ante otro no era insubordinación sino una forma de mostrar tu respeto.

El sirviente después de vetitificar que todo estaba correcto y recibir la orden salió de la habitación dejándonos a los tres solos.

—Puedes levantar tu cabeza, Adeuz. —me pidió Mylene-Sama.

Entonces con gusto y una pequeña sonrisa en mis labios alcé mi cabeza para verla.

Sus hermosos ojos azules me miraron con un brillo como el de dos grandes gemas. Ella era bellísima, tan hermosa como el día en que me fui a la academia y ya no pude verla regularmente.

Esa era otra de las razones por las que odio la academia, ¿Porqué no puedo simplemente graduarme ya?

Adeuz es, sin duda, el favorito de mis padres.

Yo, como hijo y como príncipe heredero, puedo notar eso con facilidad. Mi padre el rey decide hacer oídos sordos a las quejas sobre Adeuz de los nobles pobres del campo y mi madre le trata favorablemente, parece confiar mucho en él.

También Adeuz era el único capaz de hacer que mi madre cambie de su modo de trabajo a su modo maternal de forma tan rápida.

Si había alguien en éste mundo que pudiera convencer a mi madre de permitirme ir a la cacería de piratas entonces ese era Adeuz.

Miré a aquel que consideraba mi mejor amigo, Adeuz, esperando sus palabras.

Jilk a mi lado no captó ni un poco de mi atención, aún si lo había conocido desde mi infancia, no, más bien porque lo había conocido desde mi infancia es que se sobre su falta de escrúpulos.

Mientras miraba a Adeuz lo noté.

—¿Eh? ¿Porqué no está hablando? Además, ¿Qué es esa mirada que le está dedicando a mí madre?

Mis pensamientos antes ocupados por muchas preguntas se llenaron con imágenes de Marie.

La mirada que tenía Adeuz era la misma que nosotros teníamos al ver a Marie; Era amor puro.

¿Porqué Adeuz, su caballero, está mirando a mí madre, la reina, así?

No puede ser eso, ¿Verdad? ¡¿Verdad?!

Solo es admiración o algo así.

Pero por más que quería negarlo no podía hacerlo.

Eso en la mirada de Adeuz era sin duda amor, espera, ¡Madre! ¿¡Porqué lo ves así también?!

Mi ceja tembló, golpeada desde dos frentes por emociones complejas.

Por un lado quería que el romance de mi amigo fuera bien así como estoy seguro él quiere lo mismo con mi romance con Marie pero, a su vez, ¡Es mi madre por dios!

¿¡Pueden entender lo raro que es que tu mejor amigo se enamore de tu madre?! ¿¡Pueden?!

—¡Hmp!

Jilk hizo ese ruido mientras fingía aclarar su garganta para romper éste ambiente rosado.

Al escuchar eso tanto Mylene como Adeuz desviaron su mirada con cierta vergüenza.

¡No hagan eso!

Como si hubieran escuchado la voz de mi corazón ambos se calmaron, entonces mi madre habló.

—Barón, he escuchado acerca de sus planes para la cacería de piratas, pero, ¿No cree que sería un poco inapropiado llevar a ese lugar al príncipe heredero? ¿Qué haría en caso de que saliera lastimado?

Pero Adeuz negó esas preocupaciones con una sonrisa.

—Entiendo sus preocupaciones, majestad, sin embargo el príncipe Julian está en una posición algo temblorosa, con la caída de la facción del duque y la cada vez más agresiva política del Marqués Frampton, es necesario hacer ver tanto a nobles como plebeyos que el próximo rey es alguien de confianza.

—¿Y su propuesta es hacerlo mediante una cacería de piratas? Barón, hay más formas en las que se podría lograr el objetivo que usted propone.

—Tal vez haya más formas, pero, teniendo una respuesta simple y sencilla a la vista, ¿Porqué habríamos de despreciarla?

—Lo fácil suele ser una trampa.

—Entiendo. Referente a su preocupación por la seguridad del príncipe, personalmente movilizaré mis aeronaves "Socio" y "Compañero" cargadas con Arroganz y más armaduras para la cacería, además de que movilizaré a las cinco naves que mi compañía "Schild" acaba de conseguir.

—Escoltar al príncipe heredero será una gran promoción para usted ¿No es así, barón?

Adeuz dejó salir una pequeña sonrisa y colocando una mano en su pecho inclinó un poco su cabeza.

—Precisamente.

Adeuz logró ponerse al ritmo que mi madre, nunca había visto a dos personas alinearse tan bien, era como si todo fuera algo que ambos prepararon de antemano.

Aunque no me gusta la forma tan política con la que hablan al menos es mejor que cuando se veían con ojos tan amorosos.

—Jilk, Julian, salgan. —ordenó mi madre sacándome de mis pensamientos.

—P-, Pero madre...

—Salgan.

Su voz se enfrió. Si la calidez de la voz es la calidad del corazón entonces el corazón de mi madre no me mostraba nada de calor.

—E-, Entendido.

No pude oponerme a mi aterradora madre y salí junto a Jilk de ahí.

Una vez que Julian y Jilk salieron de la habitación me quedé solo con Mylene-Sama.

—Adeuz, te haré ésta pregunta no como reina sino como madre, ¿Crees honestamente que mi Julian está preparado para algo tan serio como la cacería de piratas? Ese chico ha obligado a algunos agricultores del palacio a preparar un cultivo de papas dentro del palacio y aunque todos se quejan él se niega a quitar su cultivo. También está molestando a los cocineros para que preparen platillos con papas.

¿¡Papas?!

Perdón Mylene-sama no debí de darle esas papas fritas cuando visitó mi territorio, solo espero que la deliciosa comida de Luxon no lo haya convertido en un príncipe amante de las papas que va diciendo algo como "Es necesario que haya al menos un rey experto en las papas".

Decidí lanzar la culpa de lado y mejor centrarme en los piratas, si, eso será lo mejor para mi salud mental y emocional.

¿La cacería de piratas es algo serio?

Con Luxon en mi poder no importa que todos los piratas del reino se juntaran contra mi, al final todos serían destruidos. Para mí los piratas no eran más que mosquitos zumbando en mi oido a los cuales podía pisotear cuando se me antojara.

Sin embargo debo decir que sería un desperdicio matar a seres humanos que podrían actuar como mis sujetos de prueba así que intentaré evitar matar a la mayoría de ellos posibles.

—Si, yo lo creo. —respondí lleno de confianza.

Mylene-Sama sonrió a mis palabras. Esa hermosa sonrisa calentó mis mejillas.

—Es bueno saber que alguien más confía en él. Está bien, le daré permiso a Julian de ir, te lo encargo, ¿Está bien?

—S-, Si. —respondí mientras me inclinaba con una mano en mi pecho y la otra en mi espalda.

—Aunque también me gustaría enviar unos refuerzos, pero, ¿Qué opinas?

Adeuz negó esas palabras.

—La situación del palacio es inestable. La facción del Duque y el Marqués están muy igualadas, dependiendo de como se lleve la situación en cualquier momento podría comenzar una guerra dentro del palacio para que una de las facciones quede encima y la otra abajo. Estaré lejos durante un tiempo por lo que prefiero todos sus pocos caballeros estén de aquí para protegerla. —respondí a la reina.

No estaba mintiendo, en realidad no necesitaba la ayuda de sus caballeros y sería un horror que ocurriera algo mientras no estaba aquí, aunque tengo a Luxon y sus drones por todo el palacio no podría reaccionar si estoy a varios días de la capital cazando piratas.

En el peor de los casos tendría que sacar el cuerpo principal de Luxon para dirigirme al palacio y destruir a la facción que intenté hacer algo a Mylene-Sama o a mi mejor amigo Roland... Espera, estoy enamorado de la esposa de mi amigo, ¿No es eso algo de una persona horrible?

Recordando un poco de mi platica del bar recordé que A Roland realmente no le gustaba Mylene y si, por el fuera, nunca se hubiera casado con ella.

Aunque lo critiqué mucho en realidad es algo muy conveniente para mí, entonces no habrá problema en que coqueteé un poco con Mylene-Sama.

—Adeuz... —murmuró la reina fon mejillas carmesí.

Decidí aprovechar que estábamos solos y me acerqué tomando sus manos mientras me inclinaba sobre mi pierna derecha.

—Siempre la protegeré, pero no por eso correré riesgo de perderla. 

Besé la mano de Mylene-sama, un caballero besando la mano de una dama era un cliché entre la aristocracia pero por una vez no me importó lo cliché.

—¡Hmp!

Escuché una voz molesta y mirando en esa dirección me encontré con Julian quien me miraba con una expresión complicada.

—¿J-, Julian?

—Adeuz, ¿Puedes dejar de coquetear con mi madre?

No.

Sin embargo no pude decir eso porque Mylene-sama alejo su mano mientras miraba en otra dirección con su rostro entero teñido de rojo.

—J-,Julian te permito ir a la cacería de piratas.

—¿En serio? ¡Iré a decirle a Marie inmediatamente!

Julian con una gran sonrisa salió disparado de la habitación.

El animo de Mylene-sama se apagó inmediatamente al ver eso.

—¿Qué salió mal? Hasta hace poco era un niño del que esperábamos bastante.

Me sentí un poco culpable.

¿Matar a Marie haría feliz a Mylene-sama?

Sacudí con la cabeza para negar y sacar esos pensamientos, estoy seguro que eso no haría feliz a Mylene-sama. Sin embargo si ella me lo pidiera podría romper mi pacto silencioso de no agresión y cortar el cuello de Marie sin dudarlo.

Estaba en un puerto para aeronaves dentro de la capital real. Los grandes puertos suelen ser islas flotantes pequeñas ligeramente separadas de la capital real. Con aeronaves entrando y saliendo constantemente por aquí pasaban todo tipo de personas con todo tipo de vidas e historias, para mí este lugar era perfecto para trabajar.

De inmediato saqué mi instrumento, una guitarra de múltiples cuerdas hecha con la madera de un manzano.

—Venido, venido y escuchar sobre las aventuras de los heroicos aventureros de tierras más allá de las nubes. —promocioné mientras cantaba.

Con mi cabello rubio grasoso y mi buen aspecto llamé la atención mientras cantaba narrando historias épicas de valientes aventureros que cazaban monstruos y conquistaban mazmorras. El reino Holfault donde los aventureros son admirados y respetados es el lugar indicado para un bardo como yo.

Dentro del estuche de mi instrumento el sonido de metales golpeando entre sí resonaba cada vez que una moneda era lanzada, bronce, plata y en su minoría, oro.

Los nobles eran bastante generosos posiblemente por como mis historias eran de aventureros, lo mismo ocurria en otros lugares como en aquel reino de Occidente fundando por piratas en el cual ser un pirata y salir para atracar a otras naves y conquistar territorios era considerado un oficio respetable y hasta incluso honorario.

Recuerdo cuando la nave en la que iba fue derrumbada por un grupo de piratas de ese reino, solo sobreviví por mis hisotiras de piratas legendarios y mis habilidades artísticas.

Pude venir a Holfault pero no sin antes acostarme con la hija del líder pirata, estoy seguro que ahora hay una gran recompensa por mi cabeza en ese reino.

Muchas aeronaves, grandes y pequeñas, comenzaron a moverse procedentes de la capital real.

Debía aprovechar que estábamos en la hora pico para conseguir un gran número de monedas.

Mientras cantaba...

—Cantas muy bien. —me alagó una dulce voz femenina.

—Gracias señori-... —Cuando estaba por responderle abrí mis ojos.

Ella era, en resumen, una santa. Pude ver eso tan claro como el que la tierra flota o como que mi nombre es Walce.

—Oh hermosa dama, mi nombre es Walce, ¿Puedo saber el suyo?

—¿U- Um? E-, Err... Me llamó Olivia.

—¿Olivia? Que nombre más hermoso, digno de usted.

De inmediato me incliné mientras besaba su mano y la cortejaba, ser un mujeriego era parte de mi trabajo de bardo, no miento, cortejar a mujeres hermosas para obtener información de ella y vendérsela a los hombres interesados es un negocio redondo. También, podría llevar canciones sobre hermosas damas a otras ciudades atrayendo la atención tanto como las historias de épicas aventuras.

Es por eso que se extendió la imagen cliché de un bardo mujeriego que cortejaba a todas las mujeres.

—¡Hmp! —Se aclaró la garganta con un pequeño carraspeo, solo entonces noté que la hermosa mujer tenía una acompañante.

Para mí suerte ésta vez no era un musculoso guardaespaldas que me rompería algunos huesos.

Observé detalladamente a la acompañante, cabello azul oscuro casi negro y una suave piel blanca, no era una belleza pero no por eso era fea. Era, en pocas palabras, normal tirando a bonita. Posiblemente una noble o hija de un comerciante rico.

—Olivia-San, el Barón Rasford nos está esperando. —mencionó esa chica con una sonrisa nerviosa, no sabía porqué.

Oír el titulo de Barón era algo que impresionaba, después de todo como un plebeyo no podía ir en contra de los nobles, normalmente me hubiera retirado al escuchar su relación con un noble, sin embargo, solo por ésta vez quise portarme como uno de los valientes de mis canciones y enfrentarme a un dragón por el amor de una dama.

Sin embargo, ¿Rasford?

Creo haber escuchado ese nombre en el pasado. Bueno, no importa.

—E-, Es verdad no quiero hacer esperar a Adeuz...

Ella se quería ir, sin embargo me moví de inmediato, no tenia tiempo para pensar.

—Hermosa señorita, ¿Me permitiría acompañarla?

Aunque la hermosa mujer rubia con un corte bob me miró con dudas su acompañante me miró con una mirada muy filosa, casi como una espada. Pude entender por esa mirada que me estaba diciendo: "Si no te retiras ahora mismo morirás".

¡Pero a los valientes no les importa eso y por tanto a mi tampoco!

Aun así, el sudor frió no para de llenar mi espalda, debo hacer algo rápido o seré rechazado.

—El Barón Rasford parece alguien increíble, me encantaría dedicarle una o varias acciones.—Me excusé pensando que por esa mirada, esa mujer esbelta debe estar bajo el mando de ese tal Rasford.

Lamer las botas de los orgullosos nobles siempre es algo que se me ha dado bien, la arrogancia del fuerte es la ventaja de los debiles.

Al escuchar mis palabras la hermosa mujer de cabello bob juntó sus manos con una gran sonrisa, sentí sus ojos brillar.

—¿Verdad que si? Adeuz-kun es tan increíble, aunque en ocasiones se pasa y toma actitudes un poco malas él siempre logra ganar, es bastante impresionante. —gritó con una emoción que me hizo asustarme.

¿Tal vez me equivoqué al pensar en cortejarla?

No tuve tiempo para pensar en eso, cuando me di cuenta ella tomó mi mano y comenzó a arrastrarme con ellos.

—¡Esp-! —intenté detenerme.

—¿Si? —Ella me volteó a ver con una sonrisa tan hermosa que hizo desaparecer toda la neblina oscura en mi corazón, me sentí libre y despejado.

—Nada... —respondí un poco embriagado por esa emoción.

Entonces fui arrastrado por ella.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________


¡¡¡ÁRBOL DE MIERDA, TE VOY A CORTAAAAAAR!!!!! D:<

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro