Jafar.

No lo entiendo, siempre se interpone en mis planes, arruinándomelos, pero pese a todo, la sigo queriendo.  Siempre fastidiándome, siempre amargándome la existencia...  La odio.  Realmente la odio, pero aun así, utilizo la poca energía que me queda para devolverla a su mundo.

A ella y a Daniel, aunque no lo hago de forma rápida, quizás pasarán uno o dos días en el espacio, perdidos, tal y como estuve yo.

Vale, tal vez una semana, pero que conste que no lo hago por venganza, sino porque no tengo tanta energía.

Vaale, lo hago por venganza.  Pero eso es un dato irrelevante, para nada importante.

Pienso en todo lo que he vivido mientras veo cómo mi hogar desaparece poco a poco.  Veo al niño que llegó al limbo, asustado, pero seguro de sí mismo.  Y también su progreso...  Recuerdo a Carlota frente a mí el día de nuestra boda y recupero todos los engaños y las mentiras que nos dijimos.

Sé que llega mi final, pero todavía me queda algo que hacer.  Rápidamente escribo una carta y la mando a la casa de Carlota, esperando que llegue a las manos adecuadas.

Por ejemplo, las de mi hija.

Mi último pensamiento es para ella.  La veo frente a mí mientras mi cuerpo comienza a desaparecer.  Y me arrepiento.  Me arrepiento de no haber pasado más tiempo con ella, de no haber estado a su lado en los momentos más importantes de su vida, de no intentar comprenderla...  Un buen padre, como mínimo, se habría molestado en conocer a su hija.

Cristina, recuérdame cuando no esté aquí.

Cris.

Salgo corriendo detrás de Jack, pero tropiezo con un papel en el pasillo.  Me doy de bruces con el suelo y, cuando me equilibro, lo cojo.

Para Cristina, de Jafar -leo.

Por un lado, temo ver el contenido de este sobre.  Puede ser que haya una bomba dentro, pero...  la curiosidad me puede y no tardo en abrirlo.

Cristina...

No sé cómo referirme a ti.  ¿Te puedo llamar hija?  No creo que tenga derecho a esto.  Independientemente, quería despedirme de ti, no quiero que el último recuerdo mío que tengas sea verme desquiciado y desintegrándome.

Mi vida ha sido difícil, mis padres murieron cuando era un niño y mis padres de acogida me abandonaron.  Llegue al limbo y aprendí todo lo que sé, pero, principalmente, me convertí en un hombre.  Sé que no es una buena excusa, ni siquiera sé si lo es, pero creo que es mi obligación intentar explicarme.

Yo...  he hecho cosas malas en mi vida, generalmente pensando en mí, pero nunca me he dado cuenta.  Hasta ahora, que he aprendido lo que es vivir con culpa.

Me arrepiento de algo:  nunca debí explicarle a Jack cómo abrir un portal.  Lo va a intentar, sé que lo hará, y tal vez lo logre, pero en ese caso, no conseguirá volver.

No dejes que Jack vuelva a ese mundo.  Él es mejor, mucho mejor que eso.  Demasiadas personas han muerto por mi ambición y no quiero que os pase nada.  A ninguno de los dos.

Ayúdalo en todo lo que puedas, es un chico muy especial, y algún día lo entenderá.  Cuando lo comprenda, será invencible, pero hasta entonces, las dudas lo asaltarán, tienes que evitar que eso ocurra.

Y en cuanto a tu madre, cuídala.  Asegúrate de que sea feliz , aunque sea con el idiota de Daniel.

Perdóname algún día, si puedes, pero hasta entonces, recuerda que siempre pensaré un poco en ti.  No demasiado, tampoco te hagas demasiadas ilusiones.

Con cariño, Jafar.

Sus palabras se repiten en mi mente:  No dejes que Jack vuelva a ese mundo.

No, no lo voy a hacer.  Jack es demasiado importante para mí.  Y él lo sabe.  Guardo la carta en el bolsillo de mis vaqueros y corro de nuevo tras Jack.  Lo veo en mitad de la calle, intentando abrir un portal.  Llego hasta él y lo agarro de las manos.

-Si quieres irte, vete, pero te voy a seguir, quieras o no.

-Cristy, esto no va contigo -responde evitando mirarme.  Sé que ha llorado y mi primer impulso es abrazarlo.

-Lo sé, pero a donde tú vayas, iré yo.  ¿Qué quieres hacer? -continúo.

-Quiero ver a mis padres, quiero entenderlo todo -responde.

Abre un portal rojo y murmura unas palabras.  Nos damos la mano, jugueteo con sus dedos y cruzamos juntos el halo de luz que se ha creado en la calle.

N.A.

Le dedico este capítulo a deadepa por haber estado siempre ahí, votar y comentar.  Gracias.

¿Se esperaban que Jafar escribiera algo tan emotivo?  Hay que tener en cuenta que, para ser él, ha sido bonito.

Y esto se acerca a su final.  Queda un capítulo y el epílogo, por supuesto.

Gracias por haber estado ahí, leyendo, votando y comentando.