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EPÍLOGO; AMAR SIN CULPAS.

Samuel gruñó al observar la ardiente imágen, Ámbar sobre él, apoderándose de su ser aprisionandolo en su interior mientras sus caderas seguían un enloquecedor ritmo, sus mejillas enrojecidas, sus rizos rebotando alrededor de su rostro, sus ojos brillando a causa del placer, su boca entreabierta dejando escapar gemidos de absoluto éxtasis, mientras Samuel con las manos en las caderas le ayudaba a mantener el ritmo.

  —¡OH, sI!—gimió ella mordiendose el labio inferior, sus manos fueron directamente al amplio pecho de su esposo en busca de equilibrio que la ayudara a seguirse moviendo sobre él.

  Éxtasis...

  Pasión...

  Deseo...

  Amor....

  Todo en un mismo momento, en una misma situación, los gruñidos masculinos se mezclaban y acompañaban de los gemidos femeninos... y si, aunque Samuel disfrutaba de aquella posición de sumisión donde era Ámbar quién tenía el control, necesitaba desesperadamente recuperarlo, asi que en un movimiento rápido la hizo girar, Ámbar gimió de sorpresa y sonrió, amaba que él fuese asi, con aquella vena dominante, separó las piernas aún más para él dandole una vision completa del banquete disponible.

  —Eres perfecta, mi amor— le dijo con voz temblorosa.

  —Soy tuya— fue la respuesta de ella y nunca aquella frase había tenido un significado más real y amplio, si... ella era exclusiva, completa y únicamente suya...—¡DIOS!—gritó extasiada cuando Samuel se hundió en su interior, y le rodeó las caderas con las piernas buscando desesperadamente acercarlo aún más, cuándo él comenzó a bombear dentro de ella, elevándola rápidamente al placer...

  Mucho después, ambos cuerpos desnudos descansaban uno junto a otro, Ámbar dedicando suaves caricias al cuerpo de su esposo.

  —Te amo— dijo ella repentinamente arrancándole a Samuel una hermosa sonrisa de satisfacción.

  —No tienes idea de cuanto te amo yo— se inclinó hacia ella y depositó un tierno beso en sus labios.

  —Con que sea un poco de lo mucho que yo te amo, me doy por bien servida— le sonrió y lo miró intensamente— Samuel, hay algo importante que quiero decirte.

  —¿Si?— preguntó con ternura y dedicándole toda su atención.

  —Hace un par de días descubrí algo maravilloso — sus ojos brillaron rápidamente con unas lágrimas que llegaron de inmediato.

  —¿Qué ocurre?, ¿Está todo bien?

  —Si todo está bien, de hecho, mejor que nunca. Amor... pronto seremos tres— dijo con voz cargada de emoción. Samuel frunció el ceño ligeramente y luego abrió mucho los ojos.

  —¿Ámbar...?— preguntó con ojos llorosos y Ámbar asintió.

  —Seremos padres, mi amor— Samuel comenzó a reír y ella también, él le colocó una mano en el vientre, mientras las lágrimas de felicidad se deslizaban por sus mejillas, sin pensarlo se sentó y buscó la posición más cómoda para besar el vientre aún plano de Ámbar.

—Te amo Ámbar, te amo, te amo— dijo una y otra vez— y ya amo mucho a este bebé, es lo mejor que pudo pasarnos. Es un bebé amado, deseado, seré el mejor de los padres, lo juro, seré para el o ella un padre tan bueno como lo fue mi padre para mí, gracias, gracias, gracias por darme este enorme regalo. Te amo.

Ámbar sonrió agradecida pues sabía que lo que decía Samuel, cada palabra, era cierta, él era el mejor de los hombres, el mejor de los esposo,.por supuesto que sería el mejor de los padres, sin duda alguna su bebé era un bebé afortunado.

—Por supuesto que sí, amor, sé que éste bebé tiene el mejor de los padres. Aunque me aterra un poco no estar a la altura— No pudo evitar sentir miedo—¿Y si no soy una buena madre?

—¿Bromeas?— le preguntó él sentándose en la cama y ayudándola a seguir su ejemplo para luego abrazarla. — serás la mejor mamá, no lo dudes mi amor, claro que no sabemos cómo hacerlo, es nuestra primera vez, Pero no tiene por qué ser malo... además no lo harás sola, estaré aquí para ustedes cada día, haremos esto juntos mi amor— dijo y ella lloró — tu y yo seremos los mejores padres y este bebito será el niño más feliz del mundo —la abrazó trasmitiéndole seguridad y todo el amor que sentía. Nunca lo dudes amor... nuestro camino de felicidad apenas comienza.



Salieron del auto y se tomaron de la mano para caminar hacia la entrada, en cuanto estuvieron en frente de la estructura de la iglesia suspiraron... la iglesia, allí había empezado todo, allí había iniciado un amor prohibido, un amor que batalló contra diferentes obstáculos y ambos estaban seguros de que eran obstáculos humanos pues no dudaban que Dios los hubiese puesto en el mismo camino con la finalidad de unir dos almas que estaban destinadas a ser una, complementándose...

Se miraron y sonrieron, nada como la felicidad que experimentaban en aquel momento. Iniciaron la caminata así, tomados de la mano hasta llegar a las primeras bancas, en donde se sentaron uno junto al otro, sin soltar sus manos.

—Queremos agradecerte buen Dios— inicio Samuel— porque tú amor y bondad han sido con nosotros. Gracias por el fruto de este amor— los ojos de Samuel se llenaron de lágrimas.

—Es un regalo maravilloso— dijo Ámbar— poder ver materializado el fruto de esta unión nos confirma tu aprobación. Gracias porque a pesar de las pruebas, que no han Sido pocas, vale acotar, aquí estamos agradecidos de ti.

—Gracias porque podemos amarnos sin culpas, ni remordimientos, porque podemos ser libres del yugo de los hombres para vivir a plenitud nuestro amor.—Ámbar recargó su cabeza en el hombro de Samuel y una hermosa sonrisa iluminó su rostro mientras miraba al enorme Cristo. Permanecieron allí en silencio por largo rato, sin pronunciar palabras pero diciendo lo todo con sus corazones llenos de gratitud.

Mucho después se pusieron de pie, y así, sin soltarse de las manos se giraron para caminar hacia la salida, y con cada paso que daban por el pasillo para salir del templo sentían la satisfacción y la plenitud embargandolos.

—¡Perdóname Dios, he pecado!— había calmado Samuel con desesperación y parecía que desde aquello había pasado unas eternidad, ahora sí amor no era un pecado, su amor era puro y bendecido.

Porque ahora sabía que su único pecado sería no ser feliz junto a la mujer que amaba.

Si tienes el amor al alcance de tu mano, no dejes que se te escape, no sabes si tendrás la oportunidad de tenerlo de nuevo. Recuerda que el amor sano se construye a diario, con gestos, con detalles que alimenten la relación, no esperes que todo sea color de rosa, no esperes que todo sea fácil, si quieres ser feliz, construye esa felicidad y no dejes que la opinion o espectativas de otros te definan.

Vive tu vida,.pero vívela sabiamente, abraza el amor y sé feliz.

—FIN—

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