Jimin cumplió con lo prometido, reunió evidencia de cada mensaje que él y Jungkook recibieron los siguientes días.

Lograron conseguir la información de distintas personas, incluso hallaron un grupo específico para compartir acerca de los rumores que involucraban a ambos.

— Esto es agotador — murmuró Jungkook tecleando, su vista fija en la pantalla de su laptop.

— Tenía claro que el rumor se había extendido — dijo Jimin a su costado, estaban en la casa del menor — pero esto es jodidamente ridículo — mantuvo su vista en la pantalla. 

Jungkook tragó saliva lentamente al sentir la cercanía del cuerpo contrario, ellos estaban solos en casa, habría sido demasiado extraño si Jimin apareciera justo cuando sus padres estuvieran allí adentro. 

— ¿Qué es lo que piensas hacer? — preguntó en voz baja sabiendo que el contrario lo escucharía. 

— Hay muchas formas de encontrar los nombres de los dueños de los mensajes — respondió — me encargaré de eso. 

— Eso es mucho trabajo — comentó Jungkook preocupado.

— Está bien, lo haré — contestó. 

El menor asintió a ello, Jimin siempre le había ayudado desde que lo conoció, fue su mejor amigo durante varios años antes de dar ese paso en su relación, ese cambio había sido tan natural para ellos. 

Era inevitable no recordar las tardes después de la escuela que estuvo a su lado, Jimin solía invitarlo a su hogar, jugaban un par de horas videojuegos y luego se encargaban de hacer juntos las tareas. 

— Las cosas han cambiado — murmuró de repente Jungkook sin pensarlo mucho.

— ¿Qué cosas? — preguntó Jimin al escucharlo. 

El menor parpadeó sorprendido por haber pensado en voz alta. 

— Son tonterías — se apresuró en responder. 

— ¿Tonterías? — cuestionó Jimin dejando escapar una suave risa — ¿De qué se trata? Si es algo que no puedes decirme, está bien. 

Jungkook desvió la vista a un costado por un par de segundos preguntándose si era buena idea sacar el tema a colación, tal vez Park podría sentirse incómodo por ello, podría formarse un inconveniente en la forma actual de su relación.

— Solo recordé algunas cosas del pasado — decidió decirlo. 

Park se quedó en silencio haciéndole pensar al contrario que había sido una mala idea decirlo. 

— Siempre te invitaba a casa — dijo de repente Jimin — solías quejarte sobre hacer tareas, así que jugábamos videojuegos durante horas, solo hasta que ya había sido suficiente. 

— Solo quería llegar a casa a distraerme de la escuela — dijo Jungkook con una pequeña sonrisa tirando de sus labios. 

Aquello no había cambiado, Park continuaba siendo capaz de leer sus pensamientos en cierta forma. 

— Lo que comenzó como juegos — dijo Jimin llevando su mano hacia el mouse donde yacía la contraria de Jungkook — terminó convirtiéndose en los momentos en que podíamos estar solos. 

Jungkook sintió el calor filtrándose de la mano de Park hacia la suya. 

— Nosotros pasamos mucho tiempo a solas en tu habitación — soltó sin pensarlo dos veces — podíamos hacer cualquier cosa allí, jugar videojuegos, leer historias o simplemente jugar entre nosotros. 

— Solías quejarte mucho cuando debías irte — recordó Park soltando una fuerte carcajada, parte de su cuerpo que yacía a la espalda del menor, se agitó por la risa logrando mover el del contrario. 

— Tu madre llamaba a la mía para pedir permiso — comentó — era la única manera en que podía quedarme a dormir en tu casa. 

— No me dejabas dormir — agregó — querías conversar y luego te quejabas al día siguiente porque tenías sueño. 

— Me gustaba conversar contigo antes de dormir — era cierto, le gustaba cómo las conversaciones fluían entre ellos sin necesidad de ser demasiado serias. 

— Al principio no lograba dormir — dijo Park tomando desprevenido a Jungkook — me había acostumbrado de alguna forma a hablar contigo que comencé a odiar las noches silenciosas. 

Jungkook bajó la mirada. 

— No estoy diciendo todo esto con la intención de que te sientas mal por ello — explicó pausadamente — pero tampoco puedo evitar recordar esos momentos. 

— Me sentí mal durante las primeras semanas porque quería regresar de vuelta al pueblo solo para poder estar contigo — confesó después de varios segundos en silencio. 

— Te habría esperado Jungkook — admitió Jimin — terminaré la lista, así que envíame el archivo, por favor. 

— Claro — el menor sintió la mano de Park abandonar la suya para alejarse de su cuerpo. 

Llevó su mirada hacia la pantalla de nuevo, se encargó de enviarle el archivo mientras Park buscaba su mochila, sus padres no tardarían en llegar y el mayor prefería evitar un encuentro incómodo con ellos. 

— Jimin — le llamó girando parte de su cuerpo para encararlo. 

— ¿Si? — el contrario le prestó atención. 

— Gracias por hacer todo esto — dijo — sé que esto te afecta también, pero quiero agradecerte no dejarme solo con todo esto, no sabría qué hacer al respecto. 

— No es necesario que me agradezcas — dijo colgando su mochila en su hombro derecho, una sonrisa tirando de las comisuras de sus labios — sabes que siempre te ayudaré cuando lo necesites. 

Jungkook se levantó de la silla giratoria que estaba ocupando, se movió en dirección hacia Jimin quien lo observó de forma cautelosa, el rostro del menor se acercó al suyo para besarlo en la mejilla de la forma más dulce posible. 

Tragando saliva Park inhaló con fuerza casi de forma brusca, a pesar de que Jungkook quitó sus labios de la mejilla ajena, su rostro seguía peligrosamente cerca del mayor. 

— Creo que es mejor que te vayas Jimin — murmuró captando su atención — a este punto terminaré besándote sin permiso como la última vez. 

Jimin giró un poco su rostro dejando que su nariz tocara la contraria en una suave caricia, sus labios temblaron al rozarse con los ajenos, observó al menor juntar sus párpados lentamente a la esperar de cualquier acción por parte suya. 

Park sabía que no debía hacer ningún movimiento en Jungkook, la situación que los había juntado no era una razón suficiente como para juguetear con sus propios sentimientos y los contrarios. 

No quería arruinar la relación actual que tenían, pero joder, él sabía perfectamente lo suave que eran aquellos labios, la forma en que Jungkook parecía derretirse cuando lo besaba en el pasado, todo ello era imposible de olvidar teniéndolo actualmente de frente. 

— Sabes que si te beso las cosas se complicarán — murmuró rozando sus labios de forma torturante con los contrarios. 

—  Lo sé perfectamente — respondió sintiendo sus propios belfos tocar los mullidos del mayor — pero pienso estúpidamente que solo se trata de un beso y que eso no nos afectará, aún cuando sé que lo hará realmente.

Sintió la mano de Park deslizarse a través de la piel de su nuca, se sintió desfallecer al sentir la presión contra sus labios, Jimin lo estaba besando nuevamente sin mover los labios ni siquiera un poco. 

Un surco formándose en su frente, la sensación seguía siendo tan buena como en el pasado, parecían estar recreando su primer beso, la forma torpe en que ninguno de los dos se atrevió a mover sus bocas para evitar romper el beso. 

Pero la presión constante entre sus bocas era increíble, Jungkook sintió su corazón acelerarse repentinamente cuando Jimin lo juntó un poco más contra su cuerpo, sus propias manos se detuvieron contra los brazos de Park buscando algo a qué aferrarse. 

Nunca importó la diferencia de altura entre sus cuerpos, él siempre inclinaría su cabeza y Jimin la elevaría solo para poder estar de esa forma que ambos tanto querían.