Namjoon lo observó durante un largo periodo de tiempo, de alguna forma Jungkook le había hecho saber sobre lo sucedido con Park.

— ¿Jimin te besó? — preguntó con sorpresa.

— ¿De todo lo que te dije, eso es lo único que quieres saber?

— ¿Qué esperabas? Me tomaste por sorpresa hombre — respondió en defensa — pensé que solo discutirán un poco, pero jamás pensé que dormirán juntos en la misma cama y que él te besaría.

— Se supone que eso no pasaría — comentó en voz baja.

— Tú no te ves exactamente molesto por ese beso. 

— Él me robó ese beso — respondió en defensa. 

Namjoon enarcó una ceja al escucharle decir eso. 

— Bueno, yo lo hice primero, estamos a mano — agregó sacudiendo la cabeza restándole importancia al asunto. 

— ¿Cómo piensan hallar al culpable de los rumores? — preguntó, su voz llena de un tono curioso. 

— Necesito idear un plan que nos permita hallar al culpable rápido, últimamente los rumores se están saliendo de control. 

— ¿A qué te refieres? — cuestionó al percatarse de la expresión de preocupación que adquirió el rostro de Jungkook. 

— He estado ignorándolo, pero me han estado llegando textos de chicos, no sé quiénes demonios son, pero han estado molestándome. 

Namjoon frunció el ceño, su vista fue directo hacia el móvil que el más bajo sacó del bolsillo derecho de su pantalón. 

— ¿Sucede seguido? — cuestionó acercándose para poder ver la pantalla digital. 

— A veces — respondió deslizando la yema de su pulgar contra el móvil a través de la bandeja de entrada de los mensajes. 

— Maldición — Namjoon leyó un par de estos logrando sentirse molesto realmente rápido — esto es una mierda Jungkook — agregó.

— Lo es — suspiró con fuerza — por esto y otras cosas más estaba tan molesto.

— Por eso seguiste culpando a Jimin. 

— Si, no debí hacerlo. 

— Al menos lograste disculparte. 

— Si, lo hice — Jungkook se fijó en la hora, la próxima clase estaba por comenzar. 

Namjoon lo siguió a pocos pasos de distancia, parte de la mañana Jeon se mantuvo distraído con las clases, pero seguía siendo consciente de las miradas a su alrededor. 

El problema yacía en que los rumores que se dispersaron de forma inocente, ahora estaban realmente involucrándolo en problemas.

— Disculpa, ¿Eres Jungkook? — con la sola mención de su nombre, él supo que no era algo bueno.

Y lo comprobó. 

— ¿Quién eres? — preguntó de vuelta llevando su mirada aburrida hacia el chico más bajo frente suyo. 

— Soy del departamento de ciencias — respondió — quería hacerte una consulta. 

— ¿Una consulta? —preguntó — ¿De qué? 

El chico frente suyo formó una ligera e incrédula expresión en el rostro. 

— Ya sabes, una consulta — repitió el chico en voz baja percatándose de observar a su alrededor cada cierto tiempo. 

Aquello le dio mala espina a Jungkook. 

— No sé a qué te refieres — insistió.

— Eres Jeon Jungkook, ¿Verdad? — preguntó nuevamente como si se hubiera equivocado de persona. 

— Si, pero no sé de qué consultas me estás hablando — insistió Jungkook ya sintiéndose frustrado. 

Las personas que habían estado caminando a su alrededor comenzaron a detenerse intentando prestar atención a su conversación, el chico sin aviso previo tomó de la muñeca a Jeon para sacarlo de ese pasillo transitado, hasta el exterior de la edificación. 

— Estoy seguro de que eres tú — dijo el chico desconocido — eres el de la foto, el chico gay de la facultad. 

Jungkook se alejó un par de pasos sorprendido por su comentario.

— Sé que haces consultas a otros chicos.

Por alguna extraña razón su corazón se aceleró ferozmente en el interior de su torso.

— Ya sabes, ayudarlos a comprobar. 

Tragando grueso bajó la vista un par de segundos mientras el chico continuaba hablando. 

Por primera vez en todo el tiempo en que los rumores estaban dispersándose comenzó a sentirse enfermo, náuseas apareciendo en su estómago. 

— ¿Quiero saber si es algo que haces, ya sabes, gratis? O tenemos que invitarte primero, como citas y esas cosas. 

Jungkook elevó la voz para encararlo, pero las palabras se quedaron estancadas en su garganta. 

— Él no hace consultas amigo —  una voz a su costado lo tomó por sorpresa —  no sé dónde demonios escuchaste una estupidez como esa, pero él no es ese tipo de persona. 

Park estaba a su lado, su voz sonando peligrosamente molesta, una expresión agria en su rostro, su mandíbula tensa a tal punto que era notable. 

El chico retrocedió un poco al sentirse amenazado por Park. 

— Lo lamento, es que escuché los rumores —  se disculpó enseguida. 

— ¿Quién te lo dijo? ¿Quién te dijo esa tontería? —  Park avanzó de forma amenazante hacia el chico. 

Jungkook envió su mano hacia el brazo de Park para captar su atención. 

—  Vamos, relájate, no queremos crear más rumores agregando una pelea —  le susurró. 

Jimin chasqueó su lengua contra la parte trasera de sus dientes delanteros.

— Yo lo escuché de unos chicos de la facultad de artes — el chico parecía realmente asustado al percatarse de la expresión sombría en el rostro de Park.

Jungkook apretó sus dedos contra el brazo de Jimin en respuesta.

Suspirando, Jimin dejó ir al chico para luego girarse a encarar al más alto quien lucía realmente afectado por la reciente situación.

— Escucha, solo son tonterías, no prestes atención.

— Jimin — mencionó su nombre en voz baja al notar las miradas nuevamente en él.

Estaba cansado de esta situación.

Jimin lo arrastró lejos, ni siquiera prestó atención durante el recorrido porque Jungkook no lograba entender cómo los rumores se habían desviado en ese sentido.

Ellos habían logrado dañar su imagen, lo habían hecho público, como si su vida fuera un tema del cual hablar constantemente.

— Maldición, esto ha llegado demasiado lejos — Jungkook sintió un suave toque en su mejilla derecha.

Se topó con la mirada preocupada del mayor.

— Ellos creen que yo soy un... — Jungkook fue interrumpido.

— No lo eres, no creas nada de esas tonterías, esos jodidos rumores han empeorado últimamente.

Bajando la mirada Jungkook buscó su móvil, luego de acceder a los mensajes se lo enseñó a Park.

— Jodidos hijos de puta — justo en esos momentos un mensaje entrante llenó parte de la pantalla.

Nuevamente eran mensajes pidiéndole a Jungkook que se acostara con desconocidos, pero por primera vez uno de esos números se atrevió a llamar.

Él no pudo impedir que Park respondiera a dicha llamada, la forma en la que el hombre dejó salir su furia a través de eso, fue increíble.

— No me importa quién demonios les haya dicho de esos estúpidos rumores, porque eso es lo que son, solo son rumores — insistió molesto — si vuelvas a enviar algún mensaje o llamar te reportaré por acoso.

Dicho esto cortó la llamada, Jungkook se mantuvo en silencio observando a Park manipular su móvil a su antojo, contrario a lo que pensó, Jimin no eliminó los mensajes, solo se encargó de archivarlos.

— ¿Por qué haces eso? — notó que Jimin comenzó a enviar los mensajes a su propio móvil.

— Yo también he recibido este tipo de mensajes Jungkook — admitió en voz baja — los guardaré como evidencia, podemos intentar obtener información de ellos usando como excusa que los reportaremos como acoso.

Era cierto, llegó hasta tal punto que podía llamarse acoso.

El mencionado elevó la mirada, ellos estaban fuera de la universidad, a una distancia corta, para ser más exactos.

— Lo siento, te arrastré hasta aquí — dijo Jimin al notar la mirada confusa en el menor.

— No, está bien — respondió — necesitaba salir de ese lugar.

— Jungkook, lo he estado pensando, deja que yo me encargue de buscar al culpable — pidió.

— Yo quiero ayudar — se apresuró en decir.

Jimin sacudió su cabeza negativamente.

— Los rumores han llegado a este punto Jungkook — elevó el móvil para agitarlo — me sentiría más seguro si yo me encargo solo, no necesitamos más problemas.

— Pero... — fue interrumpido nuevamente.

— No aceptaré la ayuda — advirtió — y no es porque no quiera o no estés involucrado — le explicó — pero a este paso siento que terminaré golpeando a alguien por defenderte joder.

Jungkook no supo cómo responder a ello.

— Por favor, no golpees a nadie — pidió luego de un tiempo.

Jimin sonrió alegremente unos segundos sacudiendo la cabeza.

— Lo prometo — dijo — pero no por eso dejaré que te sigan acosando — su voz sonando firme.

Jungkook asintió sintiéndose extrañamente relajado al saber que Park estaba allí para él, inevitablemente recordó el pasado de su relación.