Samuel.

Me dolía demasiado la cabeza, la resaca sí que me la estaba jugando duro, Guille seguía dormido, así que me levanté sigilosamente al baño para darme una ducha rápida.

Tomé la toalla que había traído de casa, ya que no me parecía nada higiénico compartir la toalla con nadie, y me metí en la ducha.

Acostumbraba poner el agua cálida, me puse shampoo y jabón, me quedé un rato para disfrutar un poco más de la sensación del agua en mi cuerpo.

Recuerdo perfectamente lo que hice, ¿como pude haberme atrevido?, ¿porque Guille había correspondido mi beso?, estaba tan confundido, él no estaba lo suficientemente ebrio y aún así, fue el beso más sincero que nadie, en lo que llevó de vida, me había dado jamás, pero si, admito que yo si estaba muy ebrio como para no controlar mi propio pensar, la había cagado.

No quería salir de la ducha y encontrar a un Willy incómodo e incluso molesto, pero no podía quedarme ahí toda la vida, así que salí y me puse la toalla alrededor de la cintura.

—Buenos días—escuche a Willy decirme mientras se ponía las sandalias.

—B-buenos días Willy, ¿como has dormido?—el ambiente era pesado y muy incómodo.

—Creo que bien, me duchare—tomo su toalla y se metió al baño sin decir más.

Joder hermano, si que la he cagado fuerte, no fue capaz ni de verme a los ojos, ¿qué voy hacer ahora?, no puedo dejar esto así.

Me puse unos pans negros, un suéter de lana color magenta, unos calcetines también negros y unas sandalias acolchonadas, entonces me dispuse a esperar a que Guille saliera de la ducha para hablar con él.

Revise un poco Twitter e Instagram mientras esperaba a Willy, quién siempre se demoraba demasiado en ducharse, no era algo nuevo.

Él salió yo tragué saliva y guarde mi celular.

—Guille—le llamé pero él solo caminó por un lado de mi para ponerse la ropa.
—Guille—volví a llamarlo y esta vez se giró.

—Dime—no me miro.

—¿Pasa algo?

—No, nada nada tío—siguió poniéndose su ropa pero seguía sin mirarme.

—¿Es por lo de anoche?

Se congelo por un largo tiempo, solo apretaba sus labios y cerró los ojos, suspiró.

—Me mentiste—dijo por fin.

—¿Te mentí?, ¿porqué dices eso?

—Dijiste que jamás me verías con otras intenciones, dijiste que al ser tu mejor amigo no pasaría algo así—seguía con la cabeza agachada.

—Perdóname Guille, por favor, perdóname—me acerque, pero él retrocedió.

—Esta bien, estabas muy ebrio—a pesar de que dijo aquello se veía mal.

—Aun así no debí, me arrepiento mucho de haberlo echo Guille, no quiero arruinar nuestra amistad—quería preguntarle, quería saber porque me había correspondido si ahora estaría tan molesto, pero eso solo haría que las cosas se agravaran más.

—No puedes deshacer lo que ya hiciste, pero te perdono, solo que, necesito tiempo para volver a confiar en ti—sabia que las cosas cambiarían, que esto me marcaría.

—Guille...

—Vamos a desayunar—seguía sin mirarme a los ojos, yo solo lo seguí a la planta baja y nos reunimos con su familia en la mesa para desayunar.

—Buenos días chicos—dijeron​ casi al unisono.

—¿Durmieron bien?, espero que no les afecte mucho la resaca—el padre de Guille bromeó, yo también reí un poco, Guille solo se sentó y comenzó a comer el desayuno.

—Guille, hijo, ¿pasa algo?—su madre lo notó muy callado y algo distante.

—Nada nada mamá, solo me duele un poco la cabeza—dijo este mientras le dedicaba una de las sonrisas más falsas que había visto.

—Pero si tú no tomaste casi nada—dijo Karol bromeando a lo que Guille le miro de forma agresiva.

—Pero aún así me duele—Karol se cohibió por la forma en que su hermano le había hablado.
—Lo siento Karol, pero en serio me duele la cabeza—dijo en cuanto se dio cuenta y siguió comiendo.

Al terminar subió a la habitación, yo me quedé abajo ayudando a su madre a lavar los platos.

—¿Sabes que le pasa?—me puse nervioso.

—Se despertó así, tal vez no hay que dejarle tomar otra vez.

—Parece triste, molesto—hizo gesto amargo.

—Intentare hablar con él.

—Seria de mucha ayuda, te lo agradezco mucho Samuel—me sonrió, yo me seque las manos con la toalla que tenía cerca y subí a la habitación para hablar con él.

Yo sabía perfectamente que le pasaba, estaba molesto, decepcionado de que yo le haya mentido.

—Se puede—abrí un poco la puerta y le ví sentado a la orilla de la cama.

—Tardaste en venir—no me miro y yo entre.

—Willy yo...

—Escucha, Samuel, perdóname pero creo que jamás podre corresponderte—aquello me dolió pero lo deje seguir.
—Eres y siempre serás mi mejor amigo y no puedo verte de otra manera—sonreí.

—Guille, yo lo sé.

—Lo siento—por fin me miro, sus ojos se veían tristes, yo hice todo lo posible por no llorar.

—No te disculpes Chiqui.

—Hagamos como que nada de esto paso, ¿de acuerdo?—mi pecho dolía y mi garganta me quemaba, sentía que en cualquier momento me desmoronaría frente a él.

—Estoy de acuerdo compañero —él camino hacía la ventana.

Salí de la habitación y me dirigí al baño, me sentía mal, a pesar de que no me había declarado, él ya me había rechazado y eso me dolía, aunque yo sabía que jamás podría haber algo más entre nosotros, el echo de que lo que sentía se haya quedado en el "intento" o en el "¿que hubiera pasado?", me dejaría con una mal sabor de boca un largo tiempo.

—¿Ya sales?, tengo que hacer mis necesidades Samu, por fis—escuche a Karol que tocaba la puerta, salí.

—Lo siento pequeña—le sonreí y ella entró corriendo.

Volví al cuarto, para mi suerte Guille no estaba ahí, no creo que pudiera tener el valor de volver a tener esa confianza de siempre, porque estoy seguro que Willy estaría siempre a la defensiva conmigo, ya realmente resignado me recosté en la cama y me eche una pequeña siesta para olvidarme de todo por un rato.