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Final

—En la cama, quiero estar en la cama con ustedes.

Yeonjun asintió.

Se levantó de la cama y primero desató sus piernas. Entonces Beomgyu pudo levantarse.

Esa cama era lo suficientemente grande para los tres, había elegido esa habitación por eso.

Soobin se dio le vuelta.

Y entonces rió.

—Dios, tenía que dejar que me folles hace mucho.

Yeonjun sonrió mientras ayudaba a Beomgyu a acomodarse a su lado.

—Me alegra que te haya gustado.

—No estuviste tan mal.—El mayor rodó los ojos.—Ahora veremos si te gusta a ti.

Yeonjun palmeó su muslo.

—Si, sobre eso...—Lo miró de arriba a abajo.—Eres más grande que yo, específicamente más grueso, tendrás que prepararme bien y darme una posición cómoda.

—Beomgyu me toma.

—Beomgyu podría tomar un consolador de dragón con lo mucho que follamos.

Este no se sintió aludido.

Sabía que era verdad.

—Deberías montarlo.—Sugirió en voz baja.

Los mayores se miraron entre ellos.

—Tal vez.—Dijo Soobin.

El proceso de estirar a Yeonjun fue más lento.

Este se había subido al regazo de Soobin mientras el más alto le iba metiendo los dedos. Yeonjun gimió de dolor cuando tenía 3 dedos metidos, pero Soobin dijo:—Te preocupa el grosor, ¿no?

El asintió.

Compartía la idea de Soobin de que la sensación era extraña. Sin embargo no podía dejar de balancear sus caderas en esos dedos largos.

Se dio cuenta de que estaba gimiendo muy fuerte al ver a Soobin sonreír con auto suficiencia.

—Eso es todo.—Sacó sus dedos. Y Yeonjun sentía que estaba vacío. Soobin levantó las caderas de Yeonjun y se alineó con su él. Tomó las manos del mayor y las llevó a su pecho:—Cuando quieras.

Yeonjun empezó a bajar lentamente, con las piernas temblando. La mitad de la polla de Soobin ya era como meterse un consolador de tamaño promedio.

Tiró la cabeza hacia atrás al sentir que sus nervios eran presionados por dentro, sin entender como algo que si que le estaba doliendo lo estaba estimulando tanto.

Hizo que Soobin se recostara por completo y presionó su pecho con más fuerza, moviendo las caderas de arriba abajo.

—De atrás para adelante.—Dijo Soobin, tomándolo de la cadera, cambiando su movimiento. Yeonjun jadeó al sentir que esos movimientos haciendo que su polla se frotara con su abdomen.

Y se sentía muy bien.

Siguió con ese movimiento hasta que sintió que estaba de pronto al borde de las lágrimas.

—Increíble.—Suspiró. Volvió a acomodarse para saltar en la polla de Soobin.—Oh, mierda. Ahí, Soobin, follame.

Eso fue todo lo que él más alto tuvo que escuchar para tomar el control de la situación.

Soobin empujaba sus cadeneras con fuerza hacia arriba y Yeonjun no paraba de balbucear cosas sin sentido.

A duras penas, Yeonjun logró concentrarse en Beomgyu a su lado:—Bésame.—Le dijo.

El castaño se apresuró a juntar los labios con su novio.

—Se siente tan bien.—Decía entre besos, llevando a Beomgyu al borde de la locura.—Mierda, mierda, detente, me voy a correr, para.

Soobin se detuvo. El sudor bajaba por su frente, hasta su cuello y pecho. Las venas de sus brazos sobresalían por el esfuerzo, y su cabello estaba hecho un desastre.

—Tengo una idea.






*****






En menos de cinco minutos, los tres habían cambiado de posición.

Beomgyu tenía las piernas abiertas al borde de la cama, mientras Yeonjun entraba en el.

—¡Ah! ¡Quítame la jaula te lo ruego!—Lloriqueo.

Estaba bastante seguro de que había experimentado alguna especia de orgasmo seco desde el momento en que Yeonjun había empezado a follarlo.

—Cállate.—Le dijo el mayor, llevando las manos a su cuello. Beomgyu tenía las lágrimas en las mejillas.—Mierda. Mierda.—Yeonjun se recostó sobre su novio.—Si, follame.

Soobin había entrado en el desde atrás.

La escena era de lo más pornografica, Beomgyu siendo follado contra la cama por Yeonjun, Yeonjun apoyado en el, recibiendo a Soobin dentro de él, mientras el más alto controlaba el
movimiento de ambos.

El coro de gemidos era como demasiado para todos.

Beomgyu observaba a Yeonjun ser follado por Soobin, abría las piernas, sintiendo al mayor tocar lo más profundo de su interior, y lloraba.

Cerró los ojos con fuerza.

Ya no podía más, si los seguía viendo moriria de verdad.

—Voy a venirme, mierda. ¡Ah, Soobin, más!

Yeonjun tenía la boca abierta pidiendo más, pero no tardó en enterrar los dientes en el cuello de Beomgyu, sacándole un grito.

—Por favor.—Rogó una ultima vez.

—Voy a quitarla y vamos a corrernos juntos.

Beomgyu suspiró de alivio. Y gritó cuando un empuje muy fuerte de Soobin hizo que Yeonjun perdiera el equilibrio y pegara su cuerpo al suyo.

Se correria en el momento exacto en el que le sacaran la jaula, lo sabía.

Yeonjun tomó la llave que Soobin le había pasado hace un buen rato.

Una vez liberado, Beomgyu ni siquiera tuvo tiempo de gemir. Se estaba corriendo por todo su abdomen y el de Yeonjun en menos de un segundo.

Fue demasiado para el mayor, cuya próstata Soobin estaba golpeando como si fuera su enemigo personal.

El orgasmo de Yeonjun duró tanto tiempo que pensó que jamás terminaría.

Mordió los labios de Beomgyu con tanta fuerza que sangró.

Soobin fue el último. El ya se había corrido, pero la imagen delante de él hizo que no fuera difícil hacerlo una segunda vez. Se aferró al cabello de Yeonjun y su rostro de deshizo en una nueva mueca de placer.

Los tres prácticamente se desmayaron uno encima del otro.





****






Soobin fue el primero en despertar.

Nada más abrir los ojos y ver que no estaba en su casa, flashbacks de la noche anterior se hicieron presentes en su cabeza. Esa última ronda los había agotado tanto que se quedaron dormidos desnudos.

Yeonjun y Beomgyu aún dormían plácidamente.

Beomgyu estaba completamente recostado en el pecho del mayor y este lo envolvía en un cálido abrazo.

Por alguna razón, esa imagen le perforó el corazón.

Eran una pareja muy bonita.

Su shock inicial por el tipo se sexo que esos dos tenían, obviamente había pasado. Ahora los conocía. Sabía que Yeonjun no era tan malo como parecía ser, era más bien alguien algo cerrado al inicio, pero divertido, calmado y espontáneo cuando lo conocías. Y Beomgyu no era ningún tonto ni tan inocente, el era calculador, pero también mimoso y atento con las necesidades de los demás.

Eran perfectos.

Y eran el uno para el otro.

A Soobin se le cayó el estómago al pensarlo.

En realidad, había cometido un gravísimo error.

Se había enamorado de los dos.

Y cuando esto terminara, ellos seguirían siendo novios, y el estaría solo.

No pudo seguir mirándolos, simplemente se puso el traje de mala gana y se fue.






*****






Fue cerca de una hora más tarde que Beomgyu empezó a despertar. Los cálidos brazos rodeándolo aflojaron su agarre, pues Yeonjun lo había sentido moverse.

Al mirar arriba y ver a su novio mirándolo, Beomgyu sonrió.

—Buenos días.

—Buenos días, precioso.—Respondió Yeonjun, sonriendo un poco.

Era un día desocupado para ambos, podrían quedarse un poco y seguir durmiendo o tal vez salir, pero ambos se dieron rápidamente de la evidente ausencia en la habitación.

—¿Dónde está Soobin?—Pregunto Beomgyu.

—Seguro está en el baño tomando una ducha o...

Los teléfonos de ambos sonaron al mismo tiempo.

Yeonjun frunció el y se levantó.

El de Beomgyu estaba tirado en el sofá y el suyo estaba dentro del pantalón de traje en el piso. Le pasó a Beomgyu el aparato, pero ambos tenían el mismo mensaje en su bandeja de entradas.

Era de Soobin.

"Se que leerán esto cuando despierten y se preguntarán si tuve alguna urgencia. Quiero decirles que estoy bien, solo necesito un poco de tiempo para pensar. Probablemente me mantendré alejado de su relación desde ahora. He estado pensando que tal vez este arreglo debió ser algo de una vez y ahora ha llegado demasiado lejos.

No es nada que hayan hecho, simplemente creo que llegue hasta aquí.

Los veré a ambos en clase."

La pareja estaba atónita.

—¿Acaso el acaba de... dejarnos?—Preguntó Beomgyu.

Yeonjun no respondió, solo volvió a leer el mensaje, de principio a fin.

—Nos dejó.—Repitió Beomgyu.

—No éramos nada en primer lugar.—Bloqueó su teléfono y lo lanzó al sofá. Beomgyu lo miró con ojos heridos.

—¿Cómo puedes decir eso? Nosotros teníamos un... acuerdo.

—En realidad, no.—Dijo Yeonjun.—Supongo que se hartó de nosotros.

—¡Eso no es cierto!—Declaro.—Solo está confundido.

Yeonjun negó.

—Era cuestión de tiempo.—Dijo tomando su pantalón.—Ya nos usó a ambos, así que ya no es divertido.

—No digas eso, sabes que no es así.—Le dijo Beomgyu con la voz rota.

—¿Y que quieres piense si el...solo se va?—Se sentó en la cama.

Yeonjun se sentía de verdad decepcionado. ¿Acaso Soobin quería simplemente ponerle el mundo patas para arriba y luego irse?

—Yeonjun, tengo que ser sincero contigo.—Dijo Beomgyu estirándose en las sábanas hasta una posición sentada.—Yo... siento algo por el.

Los segundos que Yeonjun pasó sin hablar fueron como la muerte para Beomgyu.

—¿Es tu forma de decirme que ya no me quieres?

—¡No! ¡No! Por supuesto que no.—Tomó las manos de su novio.—Te amo, no pienses eso, yo solo... desarrollé sentimientos hacia él y quiero ser sincero al respecto. Si soy honesto, creo que que el nos... no se cual es la palabra pero...

—¿Complementa?—Ofrecio Yeonjun.

—Si, eso.

Nuevamente el mayor calló.

Soobin los complementaba, era la seguridad que Beomgyu necesitaba y el desafío que él anhelaba. Era su pieza perfecta, encajaba con ellos como nadie más.

—Yo también lo siento así.—Admitió.

El rostro de Beomgyu se iluminó.

—¿De verdad?

—Si, creo que el es... es nuestra pieza faltante.

Beomgyu lo abrazó.

—¿Qué vamos a hacer?—Pregunto ocultando el rostro en su cuello.

—Convencerlo de que no nos deje.







*****







Con los exámenes finales a la vuelta de la esquina, Soobin tenía mucho que estudiar.

Pasaba sus noches en la biblioteca hasta que estaba cerraba al rededor de las 8:00 PM y luego iba a casa a seguir estudiando.

Una existencia un poco triste, pero que más le daba a un estudiante solo.

Suspiró al ver que la bibliotecaria comenzaba a acomodar las sillas del lugar, pidiéndole sutilmente que se retire.

Recogió sus cosas pensando en que estaría haciendo un viernes por la noche si no hubiese sido lo suficientemente tonto como para terminar con Yeonjun y Beomgyu.

Entonces tal vez estaría haciendo algo más interesante.

No.

Se regañó a sí mismo.

Pero no pudo apagar su mente mientras caminaba a casa. Su distraído estado tampoco le permitió ver el auto estacionado enfrente.

Solo se percató de su presencia al estar frente a frente.

Yeonjun y Beomgyu.

Esperando en su puerta delantera.

—Hola.—Saludó el castaño.—Esperamos no molestar.

Soobin los miró a ambos. Beomgyu vestía sus habilidades ropas color pastel, y Yeonjun su chaqueta de cuero. Eran tan opuestos.

No pudo evitar pensar que el, con sus simples jeans y una camiseta azul era como el término medio entre ambos.

—¿Qué hacen aquí?

—Venimos a verte.

—Terminaste con nosotros por mensaje, eso está mal.—Añadió Yeonjun.

—Ni que hubiese sido una relación.—Bufó Soobin.

La pareja se miró entre ellos.

—¿Querrías que lo fuera?—Preguntó Yeonjun.

Soobin se congeló antes de preguntar:—¿Qué?

—Sabemos que suena loco, pero podríamos hacerlo funcionar.—Dijo Beomgyu.

—Querenos hacerlo funcionar.—Añadió Yeonjun.

Soobin seguía sin acreditar lo que escuchaba.

—¿Quieren que sea su juguete por más tiempo?

—¡No! Dios, Soobin, ¿no lo entiendes?—Beomgyu se acercó a él.—Nos gustas, no es solo sexo. No sabemos cómo funciona el poliamor, pero lo descubriremos juntos.

—No es posible que estén diciendo esto.

—Es muy posible, pero solo si no te repugna la idea, claro.—Yeonjun no era bueno siendo sutil, pero hizo que Soobin lo pensara.

¿Le repugnaba? Para nada.

¿Le asustaba? Como el infierno.

—Puedes decir que no sientes lo mismo, Soobin, está bien.—Le habló Beomgyu en voz baja.

Sentir.

¿Qué sentía exactamente por esos dos?

Ambos tenían tantas cosas le gustaban. Ambos sabían hacer que su corazón se acelerara y se sintiera embobado.

Ambos le gustaban.

—Siento algo.—Habló.—Siento lo mismo por los dos, me gustan.

Exhalo todo el miedo que tenía al confesar eso.

Beomgyu fue el primero en tomar su mano.

—Iremos de a poco, la gente no lo entenderá pero es lo de menos.

Soobin asintió.

—Pero ustedes... llevan tiempo juntos y yo...

—No pensamos dejarte, Soobin.—Yeonjun tomó su otra mano y también la de Beomgyu.—A partir de hoy, somos nosotros tres.—Pareció contento.—Y si alguien no lo entiende que se pudra.

Soobin rió.

Ese era el Yeonjun que conocía.

—Siempre quise un beso de tres.—Anuncia Beomgyu de forma juguetona.

—Mmm, ya empiezas con tus juegos— dijo Soobin, llevando sus labios al cuello del chico en vez de a sus labios.

Beomgyu suspiró.

—Ahora tengo dos amos.—Les sonrió.—Y mis amos tienen alguien que los domine cuando quieren.—Yeonjun y Soobin se miraron entre ellos.

—Eso suena increíble.—Admitió Soobin.

—Como un sueño hecho realidad.—Rio Yeonjun.

—Lo es, el mío.—Dijo Beomgyu antes de atraerlos a ambos a un beso.

En la puerta de Soobin.

Donde la gente podía verlos.

Pero estaban demasiado enamorados para pensar.

—Fin.













FIN FINAL FINALISMO ESTÁ VEZ 😭😭😭

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