XXXV
— Eres hija de Manoban SeokJin, él es tu padre.
— ¿Mí padre? Yo no tengo padre, ni madre.
— Eres hija de Manoban SeokJin y Wendy Kim, Moonbyul.
— No, a mi me encontraron fuera de la mansión, a mí me acogieron los dueños de la casa. No tengo padre ni madre, ellos me dijeron que me dejaron aquí porque no me querían.
La pequeña se abrazó a sí misma mientras observaba a la persona que se encontraba en frente de ella.
Tragó saliva y sintió sus ojitos comenzar a llenarse lágrimas que no tardaron en caer.
— Claro que SeokJin no te quería, Moon, SeokJin te mandó traer aquí, SeokJin encerró a tu madre lejos e impidió que ella cuidara de ti. SeokJin sabía que tú eras su primogénita y por eso es que te envió lejos, porque quería que tu hermana menor, Lalisa Manoban, fuera la jefa de la Bron Ganje. Pero la verdadera jefa eres tú.
— Pero yo no quiero ser la jefa de eso. Yo quiero irme de aquí, solo quiero alejarme de estas personas.
La pequeña de cabello negro sintió un puchero tirar de sus labios.
— Pero debes reclamar tu puesto en la Bron Ganje, Moon, tu hermana no es merecedora de ese puesto, Lalisa no es quien debe asumir ese lugar, debes ser tú.
— Pero es mi hermana, ¿No es bueno que ella obtenga ese puesto? Somos de la misma sangre.
— No, tu hermana Lisa va a enterarse de que eres otra heredera de SeokJin y va a buscarte para matarte, SeokJin va a decirle que estás tú para alimentar su odio y envidia hacia ti, porque eres la verdadera heredera de SeokJin mientras Lisa no merece nada de él.
— No, es mi hermana, nunca podría matarme.
—Por ser la jefa de la Bron Ganje y por obtener todo lo que eso incluye más el cariño de SeokJin, ¿Crees que no lo haría? No lo dudaría ni un minuto.
La pequeña miró el suelo sintiendo cómo su corazón se rompía en mil pedazos, no podía creer que su familia adoptiva la despreciara y su familia biológica no la quería viva.
— Jefe, el enfrentamiento está a punto de llevarse a cabo.
SeokJin levantó la mirada de los papeles que tenía entre manos para observar a su guardia que se encontraba en la puerta de aquella habitación.
— ¿La contrincante que Felix trajo ya está lista para enfrentar a mi hija? Bien, entonces supongo que es hora de dirigirnos al sótano.
El Alfa se paró de su lugar y salió de ahí mientras su guardia lo seguía de cerca. Una sonrisa ladina era capaz de ser presenciada en su rostro, su mirada rebosaba altanería en cualquiera de sus ángulos, era más que obvio que SeokJin pensaba que Lisa iba a ganar, era su hija, legítima heredera, o eso quería creer.
Al llegar al sótano, la castaña se encontraba parada y cruzada de brazos con su mejor amiga, la pelirroja, detrás de ella. Ambas llevaban una mirada seria en sus rostros, nada bueno iba a salir de ahí.
— Hija.
— Padre.
Lisa le dedicó un asentimiento de cabeza al hombre que se encontraba frente a ella y tragó saliva intentando espantar los ligeros nervios que se hacían presentes en ella. Sabía su destino pero aún así iba a intentarlo, debía demostrar que antes de rendirse prefería dar todo de ella.
— ¿Estás lista para esto? Sé que no has entrenado demasiado, estoy algo preocupado por él resultado.
— Padre, estamos hablando de mí, no deberías preocuparte.
Ese tono egocéntrico se notó en la voz de Lisa, ese tono con el que hablaba siempre, logrando que su padre sonriera ligeramente para después alejarse de ella y tomar asiento en los sillones que se encontraban en el grande sótano.
— Yo seré el árbitro, hola.
Un chico de cabello rubio sonrió mirando a todos los presentes y parándose en el centro del pequeño ring que habían armado ahí.
— Bienvenidos, damas y caballeros, hoy nos encontramos aquí a punto de presenciar el enfrentamiento entre dos Alfas que disputan entre sí el puesto de jefa de la manada, Bron Ganje. Por un lado, tenemos a la más temeraria de todas, a la más fuerte y rebelde de toda una larga lista de familiares de una de las razas más importantes del universo; ¡Lalisa Manoban!
La castaña solo se acomodó en su lugar y asintió con la cabeza mirando a su alrededor. Había más gente de la que se esperaba, no recordaba que la invitación hubiera llegado a tantos, ahora sabía que todos ellos iban a verla perder, iban a verla derrotada y tragándose todas su palabras, porque ninguna sería verdad.
— Por otro lado, no ha dejado presentación ni seudónimo, o siquiera un nombre acompañado de un apellido, así que solo tenemos a; ¡Moonbyul!
SeokJin alzó una ceja al oír aquello, no recordaba que en su manada hubiera nadie con aquel nombre, los conocía a todos a la perfección, le costaba pensar en quién podría haber llevado Felix para enfrentarse contra Lalisa.
La chica que había sido mencionada salió de su lugar, se encontraba en una esquina de aquella habitación en el subsuelo, estaba usando un abrigo negro con una capucha que tapaba su rostro. Se paró frente a Lisa y todos la observaron curiosos, nadie sabía de quién se trataba, pero Lisa sí que la conocía, la conocía más de lo que hubiera querido, para su mala suerte.
La chica se quitó la capucha y dejó a la vista su rostro. Su oscuro y negro cabello y sus intensos y grandes ojos celestes. SeokJin pudo sentir cómo se le helaba la sangre y su corazón se paraba de repente. No había visto aquellos ojos desde hacía mucho tiempo, ya ni recordaba cuándo había sido la última vez que había sido capaz de presenciar aquellos ojos y la intensidad de los mismos.
— Mierda.
No pudo evitar soltar aquel insulto al notar de quién se trataba, estaba más que sorprendido.
No podía creer que su primogénita fuera l que se encontrara ahí para pelear contra su otro hija. Pero, ¿Era ella? No podía saberlo, se llamaba igual y tenía gran parecido con Wendy, pero seguramente no debería encontrarse haciéndose la cabeza por estupideces, quizá solo estaba exagerando o algo por el estilo, no podía ser que aquello estuviera sucediendo, era demasiado irreal.
— El enfrentamiento comienza en tres, dos, ¡uno!
En cuanto el chico rubio se hubo callado y alejado del centro de aquel ring, ambas contrincantes se posicionaron en sus lugares y se miraron a los ojos con furia y molestia, tanto así que podía hasta olerse en el aire, era un olor demasiado fuerte.
L.M y el lobo de la otra chica se miraron entre sí y se acercaron lentamente mientras gruñían. Pasaron unos cortos segundos hasta que L.M saltó sobre el negro lobo que tenía en frente. Gruñó con fuerza y después comenzó a rasguñarlo. El lobo negro se quedó algo inmóvil sintiendo las garras de su atacante sobre él y sin inmutarse. Después de aproximadamente dos minutos de L.M lastimando al otro lobo, éste
último lo empujó y lo enfrentó con los dientes apretados entre sí. Después de rodear a L.M se arrojó sobre el para rugirle y después morderle el hocico con fuerza y arrancarle un pedazo de piel y algunos pelos.
Lisa apretó los puños mientras observaba a su lobo ser atacado por el otro, los enfrentamientos no solían ser tan sangrientos y despiadados, solo eran como una pequeña batalla para decidir algo, no debía ser de aquella forma, nunca llegaban al extremo de la muerte ni nada por el estilo, por lo que la Manoban no era la única sorprendida por aquello, todos los presentes se encontraban de la misma forma.
L.M estaba siendo atacado por el negro lobo mientras comenzaba a soltar sonoros quejidos ante aquello, estaba débil y Lisa comenzaba a sentirlo en carne propia. Estuvo a punto de frenar la pelea pero pudo divisar a su padre entre el público, éste estaba preocupado y observaba aquello desde su lugar.
Dudó un poco hasta que aquella voz en su cabeza le ordenó lo que debía hacer.
Aún tengo mis fuerzas, ama. No se preocupe, aún no he dado todo de mí, este lobo todavía no conoce todo de lo que soy capaz. Por favor, permítame enfrentarme ante él como se debe y demostrarle lo que puedo hacer.
La castaña tragó saliva y asintió con la cabeza viendo a L.M escapar de las garras del lobo negro y posicionándose nuevamente preparado para atacarlo. Se veía furia en su mirada, se notaba cómo aquello le molestaba en extremo. Lisa alzó una ceja, nunca antes había visto a L.M de aquella forma, pero esta vez supo distinguirlo, esta vez era personal. De momento a otro, mientras el lobo se acercaba a L.M y lo miraba fijamente. Sin que nadie ahí se diera cuenta, L.M cayó al suelo de lleno como si se tratara de una bolsa pesada, dejó de estar estable y en cuanto eso sucedió, el lobo negro se arrojó sobre él para morderlo y rasguñarlo con sus grandes y largas garras.
— ¡Alto!
Lisa, al ver que su lobo no se paraba ni nada por el estilo, se vio obligada a detener aquello. En cuanto el árbitro se paró en el centro, el lobo negro se alejó de L.M y se acercó a su dueño.
Lisa se arrodilló al lado del animal y la acarició mientras lo notaba respirar con dificultad. Comenzaba a sentirse mal, L.M realmente se encontraba lastimado, tanto que comenzaba a afectarle a ella.
— ¿Se rinden?
El rubio observó a Lisa fijamente esperando alguna respuesta de su parte. La castaña se encontraba sentada en el suelo, sintiéndose sumamente débil y a punto de desfallecer.
— Sí, se rinden.
Una voz lejana se oyó, era SeokJin, acababa de pararse de su lugar y acababa de responder por su hija. No iba a permitir que la mataran, no otra vez.
— Se da por terminado el enfrentamiento entre Manoban Lalisa y Moonbyul. Oficialmente tenemos nueva jefa de la manada, Bron Ganje.
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