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Quiero volverlo a ver


—Buenos días Srta. Lee, ¿Cómo quiere su café?— Lina, la secretaria me seguía con mi abrigo en sus brazos a mi oficina.

—Sin lactosa, gracias— le sonreí amable e ingrese cerrando la puerta de tras de mi.

Eunah estaba llamado desde la mañana pero decidí invitarla ha tomar algo en la hora del almuerzo a nuestro lugar favorito, para hablar de la gran noche de ayer.

Trabajar como la subdirectora de una gran empresa era algo agotador pero no podía decirle a mi papá que no, luego de que me proclamara como su "joya brillante" frente al comité de inversionistas japoneses aquella vez. Esos hombres realmente odiaban que una mujer estuviera al mano pero papá había dejado su machismo de lado cuando el doctor le dijo que yo seria una hermosa niña, luego de querer a un heredero varón.

—Buenos días Hija— papá ingresó a mi oficina con unas flores —Estas son para ti con mucho cariño— las dejó en el mueble renovando las flores que permanecían aún vivas en el florero de cristal.

—Estan preciosas papá, muchas gracias— me acerqué a darle un abrazo —¿Viste las acciones esta semana?

—¡Subiendo por las nubes!— elevó su brazo simulando un avión —Pero no vengo a hablar de ello— me miró con preocupación —Llamé a JoonHyung ayer para invitarlos a cenar. ya que tu no contestabas y me dijo que se "tomaron un tiempo" ¿Qué es eso?

—Sí papá, te iba a hablar de eso pero no te preocupes— le indiqué que tomara asiento con una seña —Creemos que es bueno darse un tiempo y pensar las cosas, hemos estado llenos de trabajo, sobretodo yo y terminamos discutiendo— me toqué la cabeza porque sentía que me daría una migraña de solo pensar lo estúpido que es Joon —Pero todo está bien—.

—Si tu lo dices— suspiró —Sabes que podemos posponer todo si así lo deseas

—No, déjalo así, ya te dije, todo esta bien— sonreí falsamente —Ahora, necesito avanzar y reunirme con unos inversionistas de Tokio, te cuento luego como me va— lo invité a salir.

 ⋆⋆⋆

—Lo siento, la reunión se extendió más de lo debido— coloqué mi abrigo en el respaldo de la silla y miré a Eunah apenada.

—Ya pedí— apagó su cigarrillo contra el cenicero y bebió su mimosa —Bueno a lo que vinimos— sonrió.

—¡Estuvo increíble!— moví mis pies bajo la mesa de emoción —Hace tiempo que no acababa de esa forma

—¿Valió la pena el dinero invertido?— Eunah parecía impresionada con mis expresiones ya que nunca me veía así de emocionada.

—Sí, totalmente— miré mi teléfono —Puede que quiera repetirme el plato, quedamos en que me enseñaría algunas cosas

—¡Ay! ¿Quién eres y qué hiciste con la tímida SooRim?— se burló y observó al camarero traer nuestra comida —Bueno, ¿Algún detalle hot?

Esperé a que dejaran los platillos y el chico se retirara para soltar el sinfín de información.

—Huele exquisito, sus manos son preciosas, sabe tocar bien y me mojó solo con hablarme al oído ¿Puedes creerlo?

—¿Bromeas? ¡Muero!— Eunah deliraba —¿Y se mueve tan bien como baila?

—¡Sí, creo que es mucho mejor!— sonreí —Fue muy atento, demasiado diria yo

—Le pagaste, es obvio que lo sería— llevó comida a su boca mientras yo la miraba sometida en mis pensamientos.

—Es cierto, le pagué— miré mi plato y revolví mis fideos picantes —Quiero verlo otra vez—.

—¿Esta noche?—.

—¿Crees que me haga ver intensa?— me cuestioné, no quería parecerlo, solo era una clienta que pretendía ser fiel.

—Bueno, es tu decisión—.

Me quité los guantes del látex y la mascarilla para desecharlas en el basurero. Hoy no atendería gente luego de ver tantos baños y sábanas malolientes. La coordinadora me felicitó y me dió un postre de la cocina, me lo comí tranquilamente en las escaleras de servicio a solas pensando en SooRim.

¿Cómo existen hombres tan imbéciles?  No dejaba de cuestionarme aquello con la intención mínima de comprender el hecho de que, una chica tan guapa, se sintiera insegura de sí misma. Si bien no la conocía a fondo (al menos no figurativamente ya que literalmente,  fui al fondo de ella) podía decir que era una mujer agradable y no el tipo de chica que te genera ese tipo de rechazo.

—¡Ho Seok!— NamJoon apareció y se sentó junto a mi —¿Otra vez robando postres?

—Esta vez si me lo dieron— sonreí y le ofrecí

—No, tu cuchara tiene fluidos de viejas— apartó la cucharada de su cara

—Si supieras quien fue la chica de anoche te la comerias con gusto— me llevé la cuchara a la boca con una sonrisa.

—¿Era guapa?— preguntó interesado, asentí y lo miré de costado —Que suerte tienes, yo aún no consigo que Yuna acepte salir conmigo— me miró las uñas perfectamente cortadas

—Ella no es para tí, sale con medio bufete, ¡Hasta me invitó a salir  una vez!— dejé el pocillo vacío a un costado —Creeme, tienes que buscarte una chica que le gusten las cosas como a ti, salir a dar vueltas en bici, leer, ir a museos, hablar por horas de temas reflexivos— lo abracé —Necesitas a alguien que te aporte bro, no que te haga sentir que eres uno más en la fila

—Tienes razón, no soy uno más en la fila— asintió —Iré a la cocina a ver si sobró algo

—Te acompaño, quiero ver si queda pollito— me sacudí el trasero y acomodé mi delantal en mi cintura para seguir a Nam.

 ⋆⋆⋆

Esta tarde no tenia show así que lo que debíamos hacer era "rondar" y conseguir clientas, tal y como lo hacen las chicas en los cafés, pero yo no usaría portaligas y una tanga.

RockerWoo ya parecía tener su cita de la noche, aquella mujer que bordeaba los 50 años lo venía a ver todas la semanas, al menos una vez y le pagaba una buena cantidad por quizás qué cosas. Muchos rumoreaban que tenía a RockerWoo como ToyBoy y le pagaba viajes y el GYM. pero son solo rumores.

 —J Hope— Madame Bitna me jaló de la mano y colocó una copa de champagne en ella —Bebe conmigo esta copa— mostró la suya a medio beber.

Me llevé la copa a los labios y bebí de a poco, no tenía planes de emborracharme esta noche.

—Quiero saber que hiciste, como para que una de tus clientas pagara una gran suma por tus servicios— tocó mi hombro, claramente estaba algo borracha

—¿Lo dice por la subasta?

—No, una mujer me llamó esta tarde solicitando al menos 5 citas y las pagó por adelantado, pidió además que te sacara de la app de reserva porque quería exclusividad— al escucharla decir eso me comencé a preocupar, ¿Acaso tenía una acosadora?

Recordé aquella mujer del restorant y sus hijos, el esposo ejemplar y me corrió algo por el cuerpo que no supe describir, aún sentía culpa por ello.

—¿Sabe el nombre de la clienta?— le hablé al oído debido a la musica del ambiente 

—Lee SooRim— respondió y caminó hacia otro de los chicos que estaba solo en el salón

¡Valgame Dios! ya no me siento mal, porque la volveré a ver. Pasé entre las mesas saludando a las damas presentes, bailé un momento e intercambié algunas copas con unos compañeros de trabajo y divisé aquella cintura y cabello largo en la barra. Bebía un martini con elegancia y llevaba un vestido negro con detalles en plata.

Me acerqué sin dejar que me viera y le cubrí los ojos.

—No sabía que las estrellas caían a esta hora, hubiera pedido un deseo— le hablé al oído.

—Aún puedes pedirlo— respondió dejando su copa de lado

—Creo que lo dejaré para más tarde— quité mis manos de sus ojos y acomodé su cabello —No creí que te vería tan pronto—.

—Soy algo impaciente, vivo una vida bastante atareada como para dejar todo al final— sonrió —Supongo que estás al tanto de todo— revolvió en su bolso y sacó una especie de tarjeta dorada y me la mostró —.

—¡Un billete dorado de Willy Wonka!— sonreí —¿Es para comer chocolate?— me burlé —¿Quieres mostrarme que me compraste?

Ella cambió su rostro y guardó la especie de boleto un poco avergonzada, yo estaba algo incómodo, no porque ella había vuelto a solicitarme, sino la forma en la que presumía esa especie de credencial, como quien presume un anillo de compromiso con un gran diamante.

—Lo siento, no es usual que me pase esto— me acomodé uno de mis anillos —¿Te parece si vamos a otro lado?— me acerqué a su oído y lo mordisquee como juego.

—Sí— se giró hacia mí y dejó su copa de martini vacía en el mesón de la barra.NewHope right here!


¡NewHope right here!

Nuevo capítulo, SooRim volvió a buscara  J Hope y esta vez, pagó 5 citas  oh Wow 

vendería toda mi colección para costear algo como esto 

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