Quiero verlo acabar
— ¡Tienes una gran vista de la ciudad desde aquí!—miré por el gran ventanal, la lluvia aún no paraba y las gotas resbalaban por el cristal
—¿Tu crees?— se acercó y me abrazó por la cintura —Para mi es lo usual, de hecho veo desde aquí el edificio donde trabajo— bufó fastidiada, quizás odiaba su trabajo tanto como yo al mio
—-Es mucho mejor que ver a tu vecino de 50 años rascarse la panza— reí ante el comentario, realmente era desagradable. Es lo único que podías ver ya que había un gran edificio justo hacia donde dan las ventanas del apartamento
—¿Quieres un trago?— colocó su mentón en mi hombro —Una copa de champaña, vino ...
—Un café quizás— sonreí y la miré por sobre el hombro, no quería ser aguafiestas, pero mañana debía trabajar y cada vez que estaba con ella bebía, no quería hacerlo en esta ocasión
—Café entonces— me soltó y caminó hacia la cocina, no me habia dado cuenta que estaba descalza y que su camisa de dormir le llegaba apenas a los muslos.
Mientras preparaba el café yo tomé asiento en la las sillas que rodeaban las encimera. Veía como se movía por el espacio sacando cosas de los muebles más altos colocándose de puntillas sin pedir ayuda, era tan astuta.
Dejó la taza sobre la mesa con el polvillo café oscuro dentro y vertió el agua con cuidado dejando que el vapor soltara un olor muy agradable, era café del bueno no como el que tenemos que comprar en casa para ahorrar.
—Ahora dime ¿Cómo es que a un chico tan inteligente como tu, se le pierden las llaves de su apartamento?
—Solo las olvidé en la tienda de conveniencia donde suelo comprar— bebí un sorbo de café y me quemé la lengua pero con mucha dignidad busqué no lloriquear y parecer seguro
—Cosas que pasan ¿no?— rodeó la encimera para llegar junto a mi —Ahora te quedarás conmigo-acarició mi brazo cubierto por la cómoda tela del pijama —El café está muy caliente, podríamos esperar que se enfríe un poco en el sillón- acarició mis dedos para luego tomar mi mano.
—Bien— en resumidas cuentas si necesitaba que se enfriara, tomé la taza y la llevé conmigo a la mesita de centro frente al sillón.
Ambos tomamos asiento y nos miramos, sonreímos y miramos a la nada algo nerviosos. No entendía que hacia que este momento fuera tan diferente a los otros que teniamos ¿Será que estar en pijama no me hacia sentir con la capacidad de ser atractivo?
—¿Quieres ver una pelicula?— pregunté —Osea, podrias colocar una pelicula mientras ...—a esta altura del partido no podía ocultar mi nerviosismo y me limité a sonreírle
—¿Qué tal una porno?— colocó una de sus manos en mi rodilla —¿Qué tipo de porno te gusta?— se levantó del sillón y caminó hacia su habitación.
¡Dios mio, calma Ho Seok! ya lo haz hecho antes con ella ¿Por qué estas así? ¡No seas un tonto!
—Dime que no ves porno lesbico, realmente no me gusta ese contenido— tomó asiento junto a mi con su Ipad —¿Tienes alguna pagina favorita o algo asi?
—No, no tengo una favorita— miré la pantalla —Dejo a tu criterio el video, yo voy al baño- me levanté y caminé a revisar mi mochila, no traía condones
"Estoy jodido" pensé ¿Cómo hago para no matar las pasiones en un momento como este?
—SooRim— me senté a su lado —No traigo condones, lo siento
—Yo tengo, no te preocupes
¡Mierda, ahí estaba el maldito video que me jodió la mente por una semana!
Recordaba la cara de la chica del video que JoonHyung veía aquella vez en el baño pero esta vez estaba en compañía de otro hombre y quería intentar cosas nuevas.
—¿Te parece este?— apunté el video con mi dedo, él miró la pantalla sin una expresión en particular —Quizás esto es muy incomodo— apagué la pantalla pero Ho Seok evitó que dejara el Ipad en la mesa sujetando mi muñeca
—Hagámoslo— tomó el Ipad y presionó el video
En la pantalla salía directamente una mujer desnuda tocando los muslos y lamiéndole el miembro a un hombre, no había preliminares, solo la visual de una mujer mamando un miembro y duró unos 10 minutos o menos hasta que el tipo se corrió en su rostro lo cual fue demasiado incómodo de ver.
Miré el rostro de Ho Seok al acabar el video y era de asco. Tenía el ceño fruncido y los ojos entrecerrados, su boca se curvaba hacia abajo y trago profundo para mirarme.
—¿Te gustó?— lo miré atenta
—¿A ti sí?
—Pero era una mujer haciendo una mamada— lo miré impresionada —A mi... no me gustó
—Primero, no hubo preliminar, no había mucho contacto ... No vi en ningun momento que ella recibiera algún estímulo de placer, ni siquiera le vi el cuerpo hasta que le acabo en la cara— parecía un crítico total
—Bien, entonces busquemos otro— salí de la miniatura del video y busqué otro entre los más populares, todos mostraban mujeres muy exuberantes y eso me hizo sentir algo intimidada frente a él
—Busca en las categorías, quizás haya alguna que te guste-indicó
—Creo que ya no quiero hacerlo— apagué el Ipad y lo dejé en la mesa para luego tomar mi café, ahora estaba a buena temperatura
—¿Pasó algo?—se inclinó para alcanzar su taza y bebió al igual que yo
—Esas mujeres del porno son tan sexys y curvilíneas, hasta su vulva la tienen perfecta— bufé desde mi inseguridad —Ojala fuera una chica asi, seguramente no me acomplejaría
—¿De qué hablas? ¡Eres guapisima! — dejó la taza en la mesa y me quitó la mía de mis manos -SooRim, ¿Sabes lo que me pasó por la cabeza cuando te ví la primera vez? — negué y lo miré a los ojos algo avergonzada —Dije: ¡Que suertudo soy! y juré que sería la mejor noche porque eres muy atractiva
—¡Que mentira!— reí, parecía un coqueteo básico que cualquier hombre haría para hacerme sentir bien
—Puedes pensar que yo me he acostado con muchas mujeres y que digo esto miles de veces pero te seré sincero— se giró hacia mí y subió sus pies descalzos al sillón para sentarse a lo indio, mirándome —Solo he tenido 5 clientas, contandote a ti y creeme que eres la que mejor me ha tratado
—¿Por qué lo dices?— estaba intrigada respecto a esto
—Porque eres dulce, no me haz pedido ser agresivo ni nada de eso o cosas como que acabe en tu cara — rió —Eres una mujer guapa y soltera que desea explorarse en lo sexual, es sexy eso— sonrió
Soltera... bueno no se si soltera del todo pero no le debo nada al idiota de Joon que seguramente debe estar en lo mismo que yo en este momento.
—Tu eres muy lindo Ho Seok— acaricié su mejilla con cariño —Pero eso no hace que mi busto sea más grande o mis caderas se ensanchen— me levanté para llevar las tazas al lavadero antes de que dejaran una marca en la madera de la mesa
—Pero si haces que me erecte en cosa de segundos— argumentó coqueto mientras yo caminaba rumbo a la cocina.
Al escucharlo mis entrañas se apretaron, estaba segura que estaba humeda despues de lo que había dicho, de solo pensarlo dentro de mí, mis manos temblaban.
Caminé hacia Ho Seok el cual se había posicionado correctamente en el sillón con los pies en el suelo, lo miré y me senté en sus piernas
—¿Dices que soy dulce?— lo miré desde mi posición, el se acercó a mi cuerpo y corrió mi pelo para ver mi cuello
—Lo eres, muy linda y agradable— acarició mi espalda baja y mis nalgas por sobre la tela, bajó mi bata para besar mis hombros y acariciar mi piel.
¿Será posible a este hombre le prenda que sea tierna y linda en este rollo erótico? ¿Cómo podía saberlo si no lo intentaba?
—¿Me dejas quitarme la camisa de dormir?—presenté con la voz más delicada que podía hacer, él abrió un poco más a sus ojos y asintió sin quitar la mirada de mi.
Dejé mi bata a un costado y subí mi camisa por mi cintura y mi torso hasta sacarla por completo desnudándome por completo frente a él.
Sus ojos tenían un brillo especial, frotó las palmas de sus manos contra la tela del pantalón sobre sus muslos, era sexy que se tensara de esa forma antes de tener sexo, me hacia sentir importante, deseada.
Apoyé mis rodillas a los costados de sus caderas y me senté sobre su miembro firme oculto bajo el pantalón de pijama, guié sus manos hacia mis nalgas y las acunó con calidez. Me acerqué a sus labios para disfrutar un beso, su beso intenso lleno de deseo.
Con habilidad desabotoné la pieza superior del pijama dejando su pecho al descubierto y comencé a recorrerlo con la yema de mis dedos, cada parte de su piel.
—¿Qué tanto te gusto Ho Seok?— mi voz de niña buena hizo que alzara su cadera y me rozara con su miembro mi expuesta entrada íntima, le ponía este juego, era evidente
—Mucho— me robó un beso y apretó mis nalgas
—¿Te gustan mis pezones?— me aparté y los acaricié ante sus ojos —Te gusta su color, el aroma de mi pecho, su suavidad ...— alcé la mirada y lo vi tensar su mandíbula, relamió sus labios y asintió —¿Quieres lamerlos?— acerqué mi pecho a su rostro y él abrió su boca con deseo atrapando uno de ellos
Lo lamia y besaba como si fueran mis labios, mis senos se endurecieron ante su estímulo y mis paredes vaginales se contrajeron como pulsaciones.
—Quiero tenerte dentro, amaría que estuvieras dentro para cuando llegue a mi orgasmo- me levanté y tiré del elástico del pijama liberando con mis manos su erección y sus testículos
—Prometo ser buena— le di un casto beso en los labios y comenzó a gemir cuando comencé a masturbarlo.
Cuando lo sentí húmedo en mi mano me posicioné sobre él, bajé lentamente por su longitud mordiendo mis labios para no gemir. Acerqué mi pecho a su boca y mi pezón endurecido rozó sus labios pidiendo atención, podría jurar que me haría acabar con solo lamer y succionar mis pechos, lo hacia maravilloso.
— ¡Lo haces tan bien!— dije entre gemidos, llevé mis manos a su nuca y comencé a acariciar entre las hebras de su cabello con la yema de mis dedos.
Moví mi cadera en círculos sobre su miembro y cuando me vi con más fuerza aumenté el ritmo dando leves saltitos sobre él.
—¡No tengo el condon puesto!— su voz temblaba de lo agitado que estábamos
—No te preocupes, yo me cuido— aclaré —¡No me hagas parar ahora!— comencé a besar su cuello y a masajear su nuca
—No, ahh— gemía más que en otras ocasiones y eso me calentaba aún más
—¿No que Ho Seok?— le hablé a su oído
—No me hagas acabar aún—dijo en medio de suspiros.
¡Mierda! Alguna de las cosas que había hecho en este lapsus le había excitado hasta el punto de pedir parar, descubrirlo me hacia perder la cabeza.
Besé sus clavículas mientras me movía lento sobre él, su cuello; su oreja pero nada, no cambiaba nada. Tomé distancia para mirarlo mejor y llevé mis manos a su nuca y acaricié su cuello cabelludo, cerró los ojos y frunció el ceño, ¡Eureka!
Me moví con más fuerza logrando rozar mi zona G con su miembro a tope ya que estaba mucho más duro ahora que estaba a punto de acabar. Hice movimientos similares a como cuando lavas el cabello y gimió, lo sentía desesperado, lucia jodidamente sexy con su labios entreabiertos y sus ojos cerrados con fuerza.
—¡SooRim!— gemía —So ...Soo— entreabrió sus labios —¡Fuck!—abrió sus ojos y los colocó en blanco luego de tensarse por completo y rendirse por un momento —Te ayudo—dijo entre suspiros llevando sus dedos a mi clitoris y los meneo con ritmo hasta hacerme acabar.
⋆⋆⋆
Sonreí agotada contra su pecho desnudo y algo sudado. Más allá de acabar tan rico fue verlo acabar y descubrir su punto débil
—¿Te gustan los cariños en el cabello?— me acerqué a su cara y comencé a besar sus mejillas—¿Te gusta que te masajeen?
—Nadie lo había hecho, es primera vez que acabo tan rico— tomó mi rostro con ambas manos y me beso recostandome en el sillón —Eres maravillosa— sonrió entre el beso, se retiró de mi interior y miró mi entre pierna —Es muy sexy verte chorrear así, tan llena de mi — mordió su labio —Voy por papel
Se ocultó el miembro bajo el pantalón del pijama y caminó hacia el baño con rapidez para volver pronto. Yo tenia mis piernas flectadas y mis pies apoyados en el sillón. Me apoyé contra mis hombros para verlo acercarse.
—Dame— alcé mi mano para alcanzar el papel
—¡No, lo haré yo!— sacó un poco de papel y lo pasó por mi intimidad, lo dobló sobre si mismo y lo volvió a pasar —Mi desastre, yo limpio— sonrió
—¿Por qué todo lo que haces tiene que ser tan lindo y sexy?— cubrí mi rostro queriendo desaparecer de la emocion que sentia, él es increíble en todo sentido.
New Hope right here!
No quise hacer esperar más así que aquí dejó otra bella parte
Que la disfruten, Hobinistas pecadoras...
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