—Bien, ya estamos aquí— miré la puerta del apartamento de JoonHyung 

—¿Él está en Seúl?— preguntó Hoseok a mi lado un poco nervioso

—En Tokio con sus tíos, llegará después de que la prensa se haya aburrido de buscarnos— metí la tarjeta en la ranura y la puerta se abrió

—¿Para qué es esto?— alzó el tarro de pintura roja en su mano, seguía parado en el umbral

—Ya verás— sonreí haciéndole señas para que entrara.

Hoseok caminó hacia mi desconfiando de lo que hacíamos ahí y cerró la puerta tras de él. Miraba con detención en lugar donde vivía el otro idiota que lo llamaremos desde ahora en adelante ¡MOM-FUCKER!

—La noche de nuestro primer aniversario llevaba exactamente este labial, rojo italiano, así se llama el color— sonreí irónica —Lo besé en el cuello cuando la situación se comenzaba a calentar y cuando notó que había pasado a llevar el cuello de su camisa de diseñador se molestó tanto— tomé el tarro de pintura de sus manos mientras me escuchaba hablar y lo dejé en la encimera de la cocina.

—No entendía por qué se había molestado tanto por un simple manchón de labial rojo en su camisa, que por cierto, botó a la basura el día siguiente— abrí la cajonera de los servicios y saqué un cuchillo mantequillero para abrir la lata —Este color es rojo italiano  y ese sillón que ves junto al balcón se lo regaló mi madre para su cumpleaños porque "JoonHyung es un hombre encantador, perfecto para ti".

Caminé hacia el y lancé pintura roja por el cuero de ese sillón estúpido donde solía sentarse a ver Tv ignorando lo que yo le decía la mayoría del tiempo. Me quité los zapatos y pisé las manchas de pintura en el piso para caminar por el lugar subiéndome a su alfombra horrible de decorador.

—¿Me acompañas o solo vas a mirar?— lo miré temiendo de que me viera como loca

—¿Traes algo para quitar la pintura?

—¿Para que quieres quitarla?— lo observé como veía el piso manchado con impresión 

—Para meter las manos— caminó hacia el tarro de pintura apoyado en el piso que aún conservaba pintura y metió la mano —¿Te parece escribirle algo en la pared?

—¡MOMFUCKER!— apunté a la pared que se veia tan blanca frente a nosotros junto al televisor.

Hoseok comenzó a escribir mientras yo me paseaba por las habitaciones con mis manos y pies pintados dejando rojo por todos lados, ese rojo italiano que tanto odiaba.

La manos de Hoseok quedaron marcadas en el mueble donde me tenia apoyada mientras me follaba, la pintura roja seguía fresca en ellas y las mías se apoyaban en la pared de enfrente dejando marcas muy sexuales por toda la superficie. Mi venganza había llegado al punto de excitarme, Hoseok no me dejaría con las ganas y tuvo el lindo detalle de dejar el condón usado en el mueble  con una nota que decía:

"Estuvo rico, gracias" 

...y un beso con mi labial, rojo italiano

Luego de ducharnos dejando un desastre rojo en la tina nos retiramos del lugar no sin antes hacer algo que para mi era importante.

—Se lo regalé yo para nuestro ultimo aniversario, luego de un reencuentro en Jeju que prometía ser la cura a todos nuestros males— apunté aquel lujoso auto que brillaba ante nuestros ojos.

—¡Es preciso!— se acercó al descapotable negro brillante prácticamente nuevo y  aún conservaba el cuero intacto de sus asientos.

—¡Es tuyo!— le lancé las llaves y las atrapó con rapidez.

Abrió los ojos como platos y miró por la ventana hacia adentro acunando los costados de su cara con sus manos, lucia muy emocionado. Apretó el control y desactivó la alarma para subirse.

—La patente es nueva y está a tu nombre— tomé asiento en el copiloto y acaricié su cabello aún húmedo por el baño reciente

—¿Por qué haces esto?

— 20 de Diciembre del 2022 esa noche llegamos a un hotel, habíamos discutido por una estupidez y él me dejó sola en la mesa terminando mi cena— miré hacia el frente evocando imágenes en mi memoria —Había más gente en el restorán esa noche ...

Flashback

Miraba a mi alrededor esperando que nadie haya escuchado que me llamó "loca" luego de haber encontrado unos mensajes extraños con alguien más en su teléfono. Habíamos reservado una habitación de hotel para salir de lo cotidiano, una recomendación de nuestra terapeuta que salió mal.

Papá siempre me dijo que todo tenía solución, incluso una relación que parecía estar rota. Lo que no sabía era que aquella relación que me aconsejaba mantener me tenia muy triste hace meses.

Me levanté para ir al baño a limpiar mis lágrimas y en el pasillo me encontré una mujer insultando a uno de los garzones, pero no me di cuenta de que hablaban, solo entré al baño a quitarme el maquillaje corrido para volver a la mesa por una copa de vino.

—¡Eres un idiota Hoseok, esto podría costarte el trabajo! 

—No me despida por favor, necesito el dinero, mi madre necesita operarse

Escuché antes de salir del baño la discusión que tenían aquellas personas, me quedé junto a la puerta esperando a que terminaran para volver a la mesa y la conversación de un momento a otro se volvió interesante a mis oídos.

—No puedes esperar que me haga la ciega cuando te vi pelear con ese chico

—!Me insultó Sra. Young  por nada en el mundo dejo que me pasen a llevar de esa forma! 

—¿Por qué te llamó así? ¡Contesta Hoseok! ¿Por qué te dice Gigoló ese chico?

—No lo sé, por favor no me despida, yo hago el trabajo que nadie quiere en este hotel y me quedo horas extras, jamás di un problema

—¡No llores por Dios, se un hombre! Ya, lavate esa rostro y atiende las mesas que restan de las noches 

—Gracias Sra. Young

Cuando me vi sola en el pasillo salí y tomé asiento en mi mesa revisando en mi teléfono el servicio de impuesto con el nombre de Hoseok, para mi sorpresa había muchos asi que tenia que averiguar su apellido.

—Buenas noches Señorita, se le ofrece un poco de champaña— se acercó un muchacho e inclinó la botella de champaña a mi copa

—Si por favor— miré su piocha —Jung Hoseok...

—¿Necesita algo más?— preguntó amable 

—Un postre, el más dulce que tengas, no ha sido una buen anoche— sonreí con amargura

—Muy bien

Cuando volvió con el postre lo miré con desagrado, no quería comerlo, no con aquel chico aun trabajando siendo que los comensales ya se habían ido y yo era la única en el salón. Lo vi deambular inquieto mirándome de vez en cuando asomándose el pasillo que daba hacia al salón.

Me levanté y caminé con el postre hacia la cocina y lo encontré guardando la vajilla. Se sorprendió al verme y se quedó impactado mirándome de pies a cabeza sin saber que hacer.

—No quería comerlo sola— me senté sobre una encimera de la gran cocina y él se acercó, me miró a los ojos  sin articular palabra —Tú tampoco haz tenido un buen día— dí la primera cucharada al postre 

—¿Por qué lo dice?— tomó asiento junto a mí y sacó una cuchara del montón que habían limpias a su lado y sacó un poco 

—Por lo rojo que se ve tu pómulo, debió ser doloroso

—No más que un corazón roto— mencionó —Una mujer jamás deberá recibir malos tratos de un hombre, no si la ama 

—Son cosas que pasan, nada importante— le tendí el postre restante y me bajé de la encimera de un saltito haciendo sonar mis zapatos contra la loza limpia de la cocineria —Que tengas una linda noche, Hoseok—.

NewHope right here!

Asi es gente, SooRim conocía Hobi mucho antes de que lo viera en el club esa noche y lo ha cuidado desde esa entonces  como un angelito guardián con dinero.

Muchas emociones en un capítulo ♡ Gracias por sus visitas y votos