Abrí mis piernas para que pudiera acercarse más a mi, su cuerpo estaba sobre el mio y sus labios repasaba mis clavículas con amor, subió por mi cuello y finalmente unió sus labios con los míos, era intenso, apasionado y caliente, era un beso demasiado exquisito. Se apartó para besar mi abdomen, bajó hasta mi tanga y la deslizó por mis piernas, esta vez no cerraría los ojos, no quería avergonzarme.

—Esta chorreando— miró mi intimidad y abrió mis piernas como lo había dicho —Se ve tan jugosa— una de sus manos recogió los fluidos que corrían en la cara interna de mis muslos y lubricó su glande con aquello, mordí mi labio al ver aquella escena tan erotica.—¿Puedo servirme? — sugirió como si mi vulva fuera el plato principal de la noche, yo asentí.

Descansó su nariz sobre mi monte de venus justo antes de que comenzara mi vello público y abrió su boca liberando su lengua en el lugar correcto lamiendo mi clitoris con paciencia. La corriente eléctrica por mi espalda y mis muslos se hizo presente, alzó su mirada hacia mi y no dejó de hacerlo por un momento.

—¿Te gusta?—preguntó alzando su rostro por completo entre mis piernas, su mentón tenía fluidos y se los limpió con erotismo.

—Sí, mucho— respondí y me exalté al sentir que besaba mis muslos.

—Quieres que re haga acabar así o te gustaria otra cosa—preguntó como quien pregunta tu olor favorito

—¿Cómo deseas hacerme acabar?— lo miré con algo de sudor en mi frente, él me miró extasiado.

Aquella pregunta hizo que mis piernas terminaran apoyadas en uno de sus hombros y él, inclinado sobre mí introdujo su miembro lentamente en mí, Era primera vez en meses que no sentia ardor o molestias en una penetración, su miembro se deslizaba en mi como mantequilla en pan caliente.

No volvió a preguntarme nada, solo hacia lo que él sentía correcto y yo gemía de placer porque me sentía deseada, amada y disfrutada de pies a cabeza, estaba perdiendo mi juicio cuando comenzó a ir más rápido.

—¡Sigue, sigue por favor!— pedí algo desesperada.

J Hope separó mis piernas dejándolas a cada lado de su cadera y se acercó a mis labios para besarme con pasión sin dejar de moverse dentro de mi, al besarme mis gemidos y los suyos se complementaron, se movió hacia mi oído para susurrarme

—Estas jodidamente excitante, gime más para mi, ahhh— gemía —Tu interior se siente como el paraíso, me estas matando— se quejó e incorporó para ver nuestros sexos unidos, con un dedo comenzó a hacer movimientos rápidos sobre mi clitoris y me contraje de una forma increíblemente fuerte como nunca antes.

Nunca vi cuando se colocó el condón, solo vi que cuando lo saco y estaba casi lleno de sus fluidos, se retiró al baño para limpiarse yo hice lo mismo cogiendo mi ropa interior del piso. Al mirarme en espejo vi mi rostro ruborizado, mi cabello desaliñado y una capa fina de sudor en mi frente. 

Me hice un aseo express y salí a buscar mi vestido. Lo vi acomodando su camisa dentro del pantalón, su cabello perfectamente acomodado como si nada hubiera ocurrido. Me acerqué por mi vestido y lo subí con dificultad por mis caderas mientras que él me observaba de lejos.

—¿Necesitas ayuda?— se acercó con caballerosidad y deslizó el cierre ajustandolo a mi cuerpo cerrando el vestido.—¿Bajamos juntos o prefieres que me vaya primero?—tomó su chaqueta del despaldo del sillón.

—Vamos juntos— tomé mi bolso y salimos rumbo al elevador.

Caminamos en silencio, un silencio cómplice que me hacia sonreír y en la entrada nos despedimos.

—Espero que haya sido una buena noche para ti — tomó mi mano y la besó, como si no hubiera tenido sus labios en mi intimidad hace unos momentos.

—Igual para ti, lo pasé muy bien, lo disfruté— sonreí

—De eso se trata— sonrió de vuelta, mi taxi llegó y se estacionó frente a nosotros.

—¿Te veré de nuevo?— pregunté antes de subir al taxi e irme a mi casa.

—Depende de tí, ya sabes donde encontrarme— guiñó y me ayudó a cerrar la puerta del taxi.

NewHope right here!

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xoxo