Las copas en las manos de los invitados burbujeaban brillando en esa noche de luna llena en Jeju. Un salón gigante con vista y salida privada a la playa con el mejor chef de la zona dispuesto a llevar a sus paladares los mejores sabores de la isla; los invitados estaban encantados con el ambiente con luces cálidas y el blanco, dorado y verde de los detalles destacando la elegancia y sofisticación en el matrimonio de la hija del ministro de economía coreano y un chico que había salido de la nada que ahora se destacaba por ser modelo.

—¿Haz visto a HoSeok?— SooRim se acercó a su padre quien conversaba con un amigo japones al cual había invitado cordialmente y negó con la cabeza mientras seguía hablando.

SooRim caminaba por el salón buscando a su esposo en su delicado vestido satinado hasta que dió con él y sonrió viendo a lo lejos como le ofrecía comida a los invitados. Caminó hasta él quitándole la bandeja de la mano y se la entregó a uno de los camareros que iba pasando frente a ellos.

—¿Qué haces?—rió mientras le arreglaba el cabello sobre a su frente.

—Lo siento, la costumbre—Se inclinó para besarla dulcemente en los labios, la miró completamente al notar que se había quitado su vestido de novia con el cual lucia como una princesa —. ¡Hey! ¿Por qué te cambiaste de vestido? Pretendía sacártelo a solas—habló a su odio mordiendo parte de su cartílago.

—Deja eso para despues y acompáñame a saludar a los invitados antes de que partir el pastel— le tomó del brazo—. Muchos de ellos dejaron una gran suma de dinero para nosotros así que sonríe y haz que los conoces a todos como yo lo hago

—Yo te sigo pero antes—jaló del brazo a SooRim para llevarla hasta donde estaba su madre y una de sus tías comiendo en la mesa.

No era que la madre de HoSeok odiara a SooRim pero sentía que ella había cambiado a su hijo completamente. ¿Qué era este mundo del cual ahora era parte un chico como HoSeok? se cuestionaba la mujer algo mayor quien había soñado que su hijo se quedara en casa cuidándola hasta que muriera. SooRim no era la mujer que soñaba exactamente para él pero HoSeok la miraba como embobado y comprendía que a su hijo y cuan enamorado estaba de la mujer con la que él se había casado.

—Dejaré que conversen mientras voy al baño—HoSeok dejó un beso en la coronilla de su esposa y caminó hasta los baños con lentitud para darles más tiempo.

—¿Le gustó la ceremonia?— SooRim se atrevió a dar la primera palabra.

—Sí, fue linda—La mujer mayor que a duras penas tenia dos canas en su cabello negro miró hacia el mar evitando mirar a la novia—. Creo que me iré pronto, está haciendo frío

—Sra. Jung  yo quisiera que habláramos sobre...

—No quiero vivir en su casa lujosa, ya le dije a HoSeok que no iba a vivir con ustedes y sus sirvientas—hizo el ademán de levantarse de la mesa pero SooRim la detuvo.

—¿No lo haría ni por su nieto o nieta?—La madre de HoSeok miró a la muchacha de pies a cabeza notando en sus ojos la suplica por esa conversación —Lo supe esta mañana despues de que no me llegara el periodo, no le diga a HoSeok que se lo dije porque creo que sería mucho para nuestra noche de bodas—tomó ambas manos de la mujer —. Comprendo que yo no soy la mujer que pensó para su hijo pero prometo que le haré su sopa de algas para su cumpleaños y seré una buena mujer para él.

—No es que no te quiera muchachita, solo siento que la gente como tu compra el amor y mi hijo no está a la venta—SooRim recordó que la primera vez que conoció a HoSeok trabajaba en un hotel donde lo trataban pésimo y meses despues compraría una noche de placer por una suma de dinero.

—Claro que no está a la venta, Sra. Jung—La miró con detención —Yo quiero hacer feliz a su hijo porque también lo amo y no compraría su amor.

La mujer le dió una leve sonrisa y caminó hasta el salón donde todos se estaban reuniendo para dar las gracias por la celebración y comer pastel. SooRim acarició su barriguita que era casi nula pensando en que momento sería capaz de decirle a HoSeok que sería padre.

Cuando la fiesta estaba por concluir era el  momento para que los novios abandonaran el lugar y decidieran iniciar su noche de bodas en una hermosa suits con vista a la playa en lo alto de un hotel. La habitación estaba decorada con rosas y tenia una champagne de la cual SooRim no bebería por el bebé que llevaría en su vientre así que se negó cautelosamente dejando la botella en las hielos hasta que se derritieran.

—¿Me amas?— SooRim abrazó a HoSeok por la espalda quedándose apoyada contra su hombro tiernamente mientras él colocaba musica suave en el ambiente. Se giró y besó su coronilla quitando el cabello que cubría sus hombros.

—Soy un eterno agradecido de ti, siempre— tomó las manos de ella y las colocó en su cuello para que lo abrazara y él acarició su cintura para comenzar a moverse al ritmo de la balada —Pienso hacerte la mujer más feliz del mundo

—Ya lo soy desde que dijiste que sí— arrugó la nariz mirando su rostro que ahora tenia una sonrisa amplia con sus dientes perfectos, amaba que todo él fuera igual de perfecto que su corazón.

—Quiero que mamá te conozca y sepa que eres una persona increíble.

—¿Y se enamore de mi también?—rió ella y le besó la barbilla a su esposo. 

—Me ha hecho mal esta pausa sexual que hicimos esta semana—gruñó contra el oído de su esposa —. Te juro que estaba a punto de llevarte a los baños del salón y hacerte mía pero no correspondía

—Lo sé, lo sé—gimió ella acariciándole el cabello mientras él regalaba besos en su cuello —. Te vez tan malditamente guapo en ese smoking de novio, como cuando nos conocimos en ese hotel y me hiciste llegar al cielo —suspiró al sentir las manos de él bajándole el cierre del vestido —Fuiste tan increíble

—Quiero besarte toda la vida, Jung SooRim y que jamás dudes de tu destreza haciendo el amor o de que tan buena empresaria y mujer eres. Te amo—Sus manos deslizaron los tirantes del vestido por sus hombros hasta que cayera la tela al piso, acarició su piel y luego besó cada rincón de ella enfatizando succiones en sus pezones y ombligo. Se hincó y bajó las bragas de encaje blanco hasta quitárselas, le indicó que apoyara una de sus piernas en su hombro y lamió su centro con delicadeza y humedad, saboreando su clitoris jugoso.

SooRim estaba en las nubes, era su deseo máximo estar con un hombre que le demostrara este tipo de trato único y solido en la cama, que fuera de ella fuera cariñoso, educado y masculino a la vez, que la protegiera de todo a pesar de que ella podía hacerlo sola.

Que la dejara mandar dentro y fuera de la cama y no se sintiera herido en el ego, que la amara incondicionalmente inclusive en sus días malos. Eso era HoSeok, era una luz en plena oscuridad brillando y siendo guía.

Los sexos de ambos se unieron con fuerza y se besaron hasta que sus bocas rogaron por algo de beber. Fueron al menos dos rondas y una por la mañana  antes de salir a cenar con la familia de HoSeok junto a la playa. SooRim traía en su bolsa un regalo especial para él y sería perfecto entregárselo en la cena de hoy antes de que su madre y tia volvieran a Gwangju en el siguiente vuelo, quizás así podía convencer a su suegra de vivir junto a ellos, despues de ver el rostro de su hijo ante la sorpresa.

—Yo quería agradecerles por estar aquí y haber venido—sonrió la recién casada quien tenia en su mano su brillante argolla de oro y la mano de HoSeok acariciándole —. Me hubiera gustado que se quedaran más días y recorrieran la isla.

—No me agrada mucho la brisa marina, me hace un poco mal para la salud—la mujer miraba las manos de ambos unidas y luego a su hijo quien le sonrió luego de apoyarse en el hombro de su esposa.

—Creo que le haría bien pasear por la playa y despejarse. Estar en cerrada en casa es muy aburrido. Yo quiero llevarla a Paris, a Tokio...

La madre de HoSeok miró al muchacho y de reojo a su esposa, la mujer de su hijo la miró devolviéndole una sonrisa cálida haciendo que la la Sra. Jung pudiera considerar dar una respuesta pronta a la pregunta que le habían hecho antes de la fiesta.

—Quiero que mi cuarto tenga una buena vista y el viento pase al igual que el sol, con una gran ventana—miró a los dos haciendo que hasta su hermana la viera con ojos bien abiertos —. No voy a perder la oportunidad de ver a mi nieto todos los días—mencionó haciendo que SooRim se atorara con el jugo que estaba bebiendo.

HoSeok miró a su mamá cuestionando lo que decía mientras que frotaba a espalda de su mujer quien seguía tosiendo a pesar de los duros intentos de respirar mejor. El único hombre en la mesa se volteó a ver si había algo con lo cual limpiarse ya que las servilletas eran de genero y se mancharían con el jugo de fresa hasta que abrió la bolsa aparte que traía SooRim sacando una especie de paño de algodón y la limpió.

—HoSeok— SooRim respiró profundo y miró a su esposo mientras él la seguía limpiando con el paño blanco que tenia en letras doradas bordado "Felicidades Papá" y que ahora tenia manchas de color rosa por todo la tela.

—¿Estás bien?— HoSeok la miró y se giró a ver a su tia quien aplaudía feliz.

—¡Felicidades a los dos, que emoción!—reía la mujer que tenía un alto parecido a la madre del novio.

HoSeok tomó el pañuelo girándolo para leer lo que decía quedándose atónito ante la noticia mirando a todos en la mesa.

—¿Voy a ser papá?—Sus ojos y los de SooRim brillaron y por ese segundo eran ellos nada más en ese lugar, mientras ella asistía repetitivamente con los ojos llenos de lagrimas de emoción.

La pareja desconocía si había sido la noticia, la felicidad de su hijo o el hecho definitivo de ser abuela pero la Sra. Jung tomó la decisión de vivir con ellos en una gran casa a las afueras de la ciudad, compartiendo mucho tiempo de calidad con su nuera quien trabajaba desde casa debido a su embarazo.

La barriga de SooRim se hacia cada vez más grande pero eso no les impedía disfrutar del mundo nuevo lleno de erotismo y sensualidad. Había que admitir que SooRim tenia su libido a flor de piel y no por tener ocho meses dejaría de sentirse atractiva para su esposo.

—Hola guapo—dijo esta apoyándose contra el umbral de la puerta del baño mirando a HoSeok quien se quitaba la mascarilla coreana de noche para su rostro.

—¡Wow, que delicia de mujer!—sonrió él pidiéndole a ella que se acercara en su lencería rosita con un listón coqueto en el centro de sus abundantes senos lactantes tras la tela fina y transparente. La tanga que usaba era de encaje y HoSeok no dudo en bajarla para untarle los dedos en esa zona que parecía estar lista para él todo el tiempo.

—Estuve pensando en ti todo el día—ella se acercó a besarlo y mordisquearlo con la intención de encender esa llama.

—NamJoon aceptó ser el padrino—jaló del listón para desnudarla por completo —Dijo que siempre pensó que sería una niña

—Estoy muy feliz, Eunah también aceptó y me mandó un set de vestiditos rosas que dejé en la cajonera—suspiró al sentir que los dedos de su hombre la bombeaban rítmicamente —No pares

—No lo haré, solo te preparo para lo mejor—llevó uno de sus pechos a la boca succionándolos suavemente mientras sentía las paredes vaginales de su esposa contraerse —Me encantas

—Lo sé y tu a mi— suspiró al sentir que se vendría en las manos de su esposo —Follame mucho esta noche, lo necesito

—Yo también te necesito— suspiró contra su piel recostándola en la cama colocándola de costado para 

Ambos cayeron contra el colchón de la gran cama besándose y acomodándose con la separación de ese gran vientre al al cual HoSeok acariciaba y besaba con amor a excepción de otras zonas de su piel que jalaba y mordisqueaba sacándole gemidos que respingaban mas y más su erección.

—No aguanto más—suspiró él al oído de su mujer quien se volteó dándole la espalda a él, este tomó una de sus piernas y las flectó hacia el frente y con su miembro repasó su mojada vulva hasta dar con su entrada dilatada para cogerla profundo y pausado en un principio y luego desenfrenadamente.

HoSeok notó que su interior se expandía y su miembro ya no estaba tan ajustado dentro de esa cavidad además de que de un momento a otro comenzó a mojar y mojar mientras ella gemía y se mostraba sonrojaba.

—Hace tiempo que no tenía un squirt—dijo ella sentados en la cama mientras HoSeok se limpiaba y notaba que la cama estaba muy mojada.

—Estas segura que fue eso o rompiste fuente—miró preocupado a la mujer que se levantó a tomar su baja y una puntada en el vientre bajo la obligó a volver a la cama —Llamaré el doctor

—Si, si creo que son contracciones—SooRim respiró profundo y soltó —¡Pero tiene 8 meses!

—Quizás no fue buena idea tener sexo—HoSeok se colocaba un buzo de algodón y una camiseta mientras su teléfono se apegaba en su oído atenta a la respuesta del doctor.

—No, fue una gran idea, fue maravilloso amor—sonrió entre el rostro de dolor por las contracciones mientras HoSeok volvía a acercarse a ella acariciar el vientre de la fémina y ayudarla a respirar.

La pequeña Dalnim pesó 3 kilos 800 gramos, midió a penas 47 cm y tenía una nariz pequeña como la de su padre y unas pestañas largas como mamá. Los primeros días estuvo internada al ser prematura pero se repuso de inmediato tanto como para ir a casa y conocer a la familia. Y todo se volvió entorno a la bebé, los trabajos cambiaron, haciendo que HoSeok y SooRim iniciaran una franquicia de cafetería la cual administraban desde casa y visitaban en la temporada de primavera y verano, épocas en donde Dalnim podia disfrutar viajando.

No era de sorprenderse que la primera palabra de ella fuera ¡Appá! y corriera a sus brazos cada vez que llegaba a casa luego de una reunión, era su rayito de sol una versión de SooRim más pequeña y encantadora con un par de mejillas rosadas.

—¡Appa!—Dalnim se impacientaba con los besos que HoSeok le daba entre el mentón y el cuello haciéndolo.

—¿Me extrañaste?

—¡Sí!— las manitas pequeñas de la niña de 3 años le tomaron la cara y sus ojos negro aceituna le miraron como enamorada, ella amaba a papá y SooRim amaba verlos en la cocina abrazados.

—Es el turno de mamá— HoSeok bajó a Dalnim de los brazos y ella corrió al living ya que su abuela la llamó.

—Ya esperaba esto—SooRim colocó ambas manos sobre los hombros de su esposo y acariciándole la nuca acercó su rostro hacia ella para darle un peso apasionado.

—Creo que este no es el típico beso de bienvenida—sonrió contra los labios de su mujer.

—¡Mamá, estaré hablando con mi esposa en nuestro cuarto, algo importante así que no nos interrumpan!—bajó sus manos por su cuerpo terminando en un agarrón de nalgas travieso.

—Hable bajito para que no los escuchemos—respondió la Sra. Jung para que la pareja de enamorados se fueran al dormitorio a hacer de todo menos hablar.

¡Feliz primer año de Hazme el Favor!

Últimamente todos mis personajes se embarazan pero era casi imposible no pensar que nuestro querida SooRim no fuera mamá despues del chismecito de la prensa en los últimos capítulos de hace un año.

La historia a crecido bastante así que agradezco mucho el apoyo y los premios que ha ganado en cada concurso. 

Para mi siempre es un agrado escribir de HoSeok ya que no hay muchas historias de este tipo de él.

Espero de corazón que amen en capitulo y nunca olviden esta historia.

NewHopeland