2. MUNSON THE KILLER
Psycho killer ... The talking heads
-Tienes que jurarme por lo que quieras, que no le contarás esto a nadie, y hablo muy en serio, Hugo.- Ash cruzó los brazos, nerviosa por escuchar qué era tan importante.- Ash, por favor, júralo.
-Lo juro, no le contaré a nadie.- contestó la chica.- Por favor, dime qué es, Munson.
-Todo fue tan... bizarro. Chrissy Cunningham había ido a mi casa...- antes de que Eddie siguiera, Ash lo interrumpió.
-¿Me estás diciendo que Chrissy fue a tu casa?- cuestionó Ash incrédula.
-Sé que suena raro pero te juro que se pone peor, sólo déjame terminar.- Ash asintió con miedo.- Me pidió una cosa prestada y fui a mi habitación a buscarlo.- la voz de Eddie sonaba temblorosa.- Cuando regresé ella, ella estaba flotando...- su voz se volvió más temblorosa al igual que lo hicieron sus manos.
-Eddie, cálmate eso ya pasó.- murmuró Ash acercándose al chico.
-Y ella, tenía los ojos blancos, y luego sucedió lo peor de todo...- Ash esperaba con ansias finalmente saber qué ocurrió.- Sus extremidades, se retorcían.. Hasta que, que se rompieron.- Los ojos de Eddie parecían cristalizarse, pero Ash no sabía que hacer, estaba completamente inmóvil, intentando procesar lo ocurrido.- Su mandíbula.. se rompió, y sus ojos, algo cortó sus ojos. Quedó destruída, totalmente.- Eddie miró a la chica, en busca de alguna reacción, encontrándose sólo con miedo de su parte.- Sé que no debí haber venido a tu casa, sin avisar, a media noche y con una historia que seguro no crees.- continuó frustrado.
-Puedes pasar la noche en mi casa, en mi habitación.- por fin habló.- Pero tendremos que contárselo a alguien.
-¿Te has vuelto loca?, te lo he contado a ti porque confío en que me crees, pero nadie más lo hará.
-Conozco a un par de personas que sí.- le aseguró Ash.- Vamos, Munson, intenta dormir algo.
Ash tomó el brazo de Eddie, guiándolo por el pasillo de su casa, caminando silenciosamente. Podía sentir la mano de Eddie temblando, y su respiración agitada. Cuando se adentraron en la habitación, Ash cerró la puerta, sin decir nada.
-Te puedes quedar a dormir, pero no puedes quedarte hasta tarde, si mis padres te ven, nos mataran.- explicó Ash.
-Te juro que no pegaré el ojo en toda la noche, Hugo.- aseguró Eddie.- Fue demasiado grotesco como para actuar como si nada después de eso.
-Entiendo que fue horrible, pero tienes que intentar descansar al menos, Munson.- contestó la joven, pasándole unas sabanas y una almohada. Eddie observó su habitación, dudando entre sí le había ofrecido dormir en su cama.
-¿En tu cama caben dos personas?- preguntó confundido.
-¡No, no, en el suelo!- respondió Ash, sintiendo calor en sus mejillas. Eddie no dijo nada más y sólo se acomodó en el suelo, intentando dormir. Ash apagó la lámpara de la habitación, y esta quedó iluminada únicamente por la luz de la luna.
-¿Eddie?- llamó Ash.
-¿Sí?
-De casualidad, ¿te parece que cuando ocurrió, el ambiente se volvió extraño?, casi como denso.- Eddie susurró un "sí".
-No parecía de este mundo.
[...]
Cuando hubo suficiente luz en la habitación, Ash despertó, esperando encontrarse a Eddie, sin embargo no fue así. El suelo de su habitación estaba vacío, asustada porque sus padres se hayan enterado, salió velozmente de su habitación, en la cocina se encontraban sus padres, desayunando y viendo las noticias.
-Buenos días, Ash.- saludó su madre, estaban listos para irse a trabajar. Saludó a ambos, y disimuladamente buscó a Eddie por la casa.
-¡Ash, ven un momento!- llamó su padre, la joven se giró asustada, imaginándose lo peor.- ¿Ya has visto eso?
Ash entró a la cocina y observó el televisor, la gran noticia del día. Dos estudiantes de el instituto de Hawkins fueron encontradas muertas. Tomó asiento junto a su padre, aún observando sin creer lo que leía. Una de ellas encontrada en un campamento de casas remolques, y la otra fue encontrada en mitad de la calle. Pero lo que sin duda le puso los pelos de punta a Ash, fue el siguiente gran titular del día, "Eddie Munson principal sospechoso de asesinato"
El estómago se le revolvió y el hambre se le fue inmediatamente, se puso de pie, excusándose y corrió a el baño. Recordó la anécdota de Eddie sobre como vio a Chrissy morir, sintiendo nauseas, terminó vomitando. Cuando se sintió mejor, regresó a su habitación, en busca de alguna señal de Eddie, y sí había. En su mesa de noche, había un post it pegado, con una dirección escrita en él.
Lo arrancó rápidamente, leyendo la dirección, no había escuchado nunca de ese lugar, pero se lo enseñaría a los demás.
[...]
Abrió de golpe la puerta de la tienda de películas que se encontraba junto al arcade, encontrándose no sólo con Steve y Robin, si no también con Dustin y Max. Corrió hacia el mostrador, con la respiración agitada, cansada y arrepintiéndose de haber ido en bicicleta.
-¿Ash?- cuestionó Steve confundido.
-¿Qué sucede?, ¿Por qué estás tan agitada?
-Es urgente lo que debo contarles.- La tienda estaba casi vacía a excepción de una señora en la parte de atrás.- Es sobre Eddie.- comentó.
-Espera, ¿tú cómo lo sabes?- preguntó Dustin.- ¿Cómo es que siempre lo sabes todo?
-Eddie fue a mi casa anoche, justo después del... incidente.- explicó en voz baja.- Me contó todo, estaba aterrorizado, y me parece que es lo peor de lo peor, es algo que no parece, de este mundo, ¿saben?
Steve se mostró fastidiado al escuchar las últimas palabras.- En serio, cuándo nos darán un descanso.
-El mal nunca descansa, Steve.- comentó Robin.- Bien, Ash, cuenta lo que sucedió.
-No creo que yo sea capaz de describirlo, pero Eddie ha dejado esto en mi habitación.- Sacando rápidamente la nota de su mochila, todos observaban atentos.- Estoy segura de que se fue allí.- Todos se acercaron a leer la nota.
-¿la casa de Rick Lipton?
-Como el té. Holland Road 2121.
-Cerca del lago Lovers.- comentó Dustin.
-Alejado de todo.
-Es el sitio perfecto para esconderse.
-Entonces, ¿vamos?
Steve y Robin no tardaron mucho en aceptar, y acto seguido cerraron la tienda. Todos subieron al auto de Steve, Ash tomando asiento atrás junto a Robin y Max.
-¿Cómo exactamente es que Eddie Munson sabía donde vives?- cuestionó Steve.- Es decir, a mí me costó un par de años en aprenderme tu dirección.
-Eso es porque tú eres idiota.- le dijo Dustin.
-Estoy segura de que alguna vez en primaria, su madre me llevó a mi casa o algo así.
-¿No te parece extraño que se acuerde?- insinuó Steve.- El posible asesino en serie.
-Que sutil, en verdad no me parece extraño, sólo fui a casa de Robin una vez en primero de secundaria y aún me acuerdo.
Dustin rodó los ojos a Steve.- Henderson, cállate.
-Ni siquiera hablo, imbecil.
-Sí, es mejor así.
De pronto, Ash los mandó a callar a ambos cuando escuchó en la radio como interrumpían la transmisión.
-Interrumpimos la transmisión con noticias sobre los dos asesinatos ocurridos en Hawkins. El segundo cuerpo encontrado ha sido identificado, la joven llamada Sara Flynn, fue encontrada en mitad de la calle, muerta y su causa de muerte parece ser la misma a la de Chrissy Cunningham.- Dustin apagó inmediatamente la radio, todo el auto se volvió silencioso en cuestión de segundos.
-¿Sara Flynn?- preguntó Ash en voz baja.- Oh dios mío.
-¿Qué sucede?- preguntó Robin confundida.
-Ella era parte de mi club.- contestó, parecía estar en shock.
-¿Misma causa de muerte que Chrissy?, ¿Qué mierda está matándolos esta vez?
[...]
El auto se detuvo frente a una pequeña casa en el medio del bosque, era verdaderamente la nada. El día había oscurecido, así que tuvieron que bajar con linternas en sus manos. Caminaron hacia la puerta principal de la pequeña casa de madera.
Dustin llamó al timbre un par de veces, al no recibir respuestas, comenzó a presionarlo repetidas veces.- Bueno, deja claro que no está.- comentó Steve. Dustin no le hizo caso y comenzó a golpear la puerta fuertemente.
-¡Eddie!, ¡soy Dustin!
-Genial.
-¡Sólo queremos hablar, ¿Vale?!, ¡Sin la policía, te juro!
-Dustin vas a despertar a cualquiera que se encuentre cerca.- murmuró Ash. La joven se acercó a las ventanas, alumbrando hacia adentro con la linterna, intentando buscar alguna señal de vida ahí adentro.
-¡Rick! ¡Dealer Rick!- continuó Dustin.
-No grites eso.- le regañó Steve.- No creo que estén ahí.
-¿Y si están drogados?
Max se alejó del resto, buscando algo más a sus alrededores.-Eh, Chicos.- Todos se acercaron rápidamente a Max, dándose cuenta que apuntaba algo con su linterna.
Detrás de la casa principal había una especie de almacén, un poco más grande que la principal, con una puerta grande, iluminada únicamente por la luz de un bombillo sobre la puerta. Rápidamente se acercaron a la casa, notando como las paredes estaban perforadas por lo que parecía ser balas. La puerta estaba entre abierta, y Robin decidió entrar primero.
-¿Hola?- llamó.- ¿hay alguien en casa?
Los demás pasaron después de ella, observando el lugar.- Menudo desastre.- comentó Steve. De pronto, sin aviso alguno, Steve tomó un remo que colgaba en la pared, acto seguido empezó a golpear repetidas veces una bolsa negra que se encontraba dentro de un bote.
-¿Qué coño haces?- preguntó Dustin alarmado.
-Podría estar aquí.- respondió Steve tranquilo.
-Pues quita la lona, imbecil.- habló Ash.
-Quítala tú, valiente.- Steve siguió golpeando la lona, sin conseguir respuesta.
-Hey, miren.- llamó Max.- Alguien ha estado aquí.- comentó.
-A lo mejor nos oyó, se asustó y salió corriendo.
-Tranquilos, Steve lo atrapará con su remo.- habló Dustin sarcásticamente.
-Tú ríete, pero los aquí presentes hemos estado a punto de morir unas cien veces, y a mí no me hace gracia..- Antes de que Steve pudiera terminar su oración, una persona saltó de la lona, acorralando a Steve contra la pared, con una botella cortada en su mano, Eddie la acercó peligrosamente a la garganta de Steve.
-¡Eddie, para!- chillaba Dustin.
-¡Eddie, quieto!- gritó Ash. Eddie se giró a verlos, cuando reconoció a la joven se calmó un poco.- Eddie, es Ash, con Dustin.- la joven hablaba pausadamente.- Él es Steve, no te hará daño, ¿verdad, Steve?
-Sí, es verdad.- susurró Steve asustado.
-Steve, suelta el remo.- ordenó Dustin. Así lo hizo Steve, pero esto sólo pareció tensarlo más.- ¡Es de fiar!- continuó gritando Dustin.
-¡Munson, suelta a Steve!- Gritó Ash.
-Hugo, ¿por qué los has traído a ellos?- preguntó Eddie, observando a Steve.
-Te estábamos buscando.
-Para ayudar.- agregó Robin.
-Eddie, estos son mis amigos.- habló Ash.- Ya conoces a Robin, de la banda.- dicho esto, Robin hizo unos sonidos raros simulando un instrumento.- Esta es Max.
-La que nunca quiere jugar dragones y mazmorras.- añadió Dustin.- Eddie, estamos de tu parte, te lo juro por mi madre, ¿cierto, chicos?
-Sí, sí. Por la madre de Dustin.- dijeron todos.
Eddie decidió soltar a Steve finalmente, Ash rápidamente se acercó para asegurarse de que se encontraba bien, mientras que Dustin se acercaba a Eddie.
-Eddie.- habló tranquilo.- Solamente queremos hablar.
Eddie observaba fijamente el suelo, sin decir nada. Lucía aún peor que cuando Ash lo vio.- Queremos saber lo que pasó.- comentó Robin.
-No me van a creer, estoy seguro de que ni siquiera Hugo me cree.
-Ya verás que sí.- le aseguró Max.
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