T3: Capítulo 8: Ferocidad
Daniel no sabe que tuvo que salir tan, TAN, mal como para terminar en la situación en la que se encuentra ahora mismo.
El solo estaba tratando de ser bueno y guiar a un niño que lucía perdido y algo descuidado fuera del bosque.
¿!Cómo demonios intentar hacer eso termino de esta manera!?
"¡Por favor!", Daniel esquivo otra zarpaso de la Loba, este corrió hasta esconderse detrás de un árbol, "¡Cálmate!", el grito con ciertas señales de pánico, "No estaba haciendo nada malo con tu- uh, ¿Dueño? ¿Amigo menor de edad? ¿El niño por haya?"
"¡El es mi hijo, monstruo!", Rio exclamó mientras se lanzaba de nuevo en dirección a la criatura, que la esquivo y siguió huyendo de ella escondiéndose detrás de otro arbol, "¡Deja de huir, fenómeno de la naturaleza!", la Loba exclamó. Ella y está criatura an estado jugando este ridículo 'juego' del gato y el ratón por más de media hora.
"¡No! ¡Y deja de herir mis sentimientos con títulos hirientes o me veré forzado a hacer lo mismo, tu- ¿Uh?", Daniel pensó en algo que decir que no sonara demaciado especista, pero tampoco tan feo, "¡Cabeza de alcornoque! Oh dios, no. Espera, no, eso-eso fue demaciado feo. Mal Daniel. Que pensaría Barbie si te escuchará gritarle eso a alguien mas", se corrigió y susurro para si mismo rápidamente.
La Loba soltó una risa burlona mientras continuaba persiguiéndolo. Daniel, de nuevo, se preguntaba qué había hecho para merecer esto. Todo comenzó cuando vio al niño perdido en el bosque y decidió ayudarlo a encontrar el camino de regreso a casa. Nunca pensó que la madre del niño resultaría ser una loba enfurecida.
"Mire, señora", dijo Daniel mientras movía su cabeza aun lado y esquivaba otro zarpaso, "¡Solo estaba tratando de ayudar a su hijo!", está vez el se hizo aun lado y esquivo a la Loba intentando taclearlo, "No tengo intenciones de hacerle daño a su hijo, ¡Se lo juro por Dieguito Maradona!", el de repente exclamó con acento argentino, tratando de traer algo de alivio cómico a la situación.
"Puedes guardar tus mentiras para alguien más, monstruo", respondió la loba con un gruñido. "Solo un tonto confiaría en algo como tu"
Daniel sabía que estaba en problemas. Trató de recordar todo lo que había aprendido sobre cómo lidiar con animales enojados. Sabía que no debía mostrar señales de debilidad ni de agresión, pero en ese momento solo podía pensar en huir. El no era alguien violento. El no se puede permitir ser alguien violento. Si Barbie estuviera a su lado, ella se encargaría de esto.
Mientras continuaba esquivando los ataques de la coyote, buscó desesperadamente una salida. Finalmente, divisó una pequeña colina y, corrió hacia ella.
"¡Deja de huir!", Rio exclamó con furia y exasperación.
"¡Voy a dejar de correr cuando decidas ser alguien civilizada y dejes de intentar matarme!"
"¡Nunca!"
Cuando Daniel llegó hasta la cima de la colina, mirando hacia abajo, se dio cuenta de que no había escapado por completo. La loba seguía persiguiéndolo, "Oh dios, que acaso eres un Terminator o algo así?", el dijo, y la loba estaba a punto de alcanzarlo. Daniel se sintió derrotado. Pensó que había fracasado en su intento por ser amable y ayudar.
Finalmente, Rio llegó a la cima.
"Al fin ...", Rio trato de recuperar el aliento mientras se arrastraba y terminaba de subirse a la colina, "... Ya ... Uff ... No tienes ... Oh dios, uff ... ¡a dónde más huir!", ella exclamó, luciendo más que agotada. Rio estaba completa y absolutamente exhausta. Además de eso, su visión también se estaba llenando de puntos negros. Tal vez... Tal vez no fue tan buena idea escalar hasta la cima de la colina persiguiendo al monstruo.
Daniel, sorprendido, se detuvo y miró con cierta preocupación a la coyote. Parecía tan exhausta. Lucía como su novia cuando el y ella salían a correr, solo que mucho peor, con la lengua fuera y la respiración muy agitada.
"Uh ¿Estás bien?" Daniel preguntó algo preocupado, y por supuesto, tratando de ser amable.
"Que demo... Ugh", La loba se llevó una pata delantera a la cabeza, está sacudió su cabeza, y parpadeo un par de veces tratando de hacer desaparecer los molestos puntos negros en su visión, "Por qué tus labios se mueven pero no salen palabras de ellos?", ella de repente pregunto con sus ojos entrecerrados, y comenzó a tambalearse, "Y por qué no se deja de mover el suelo!? ¿!Que me hiciste!?"
"Hey, tranquila, creo que nesecitas sentarte por un momento", Daniel le dijo mientras trataba de acercarse a esta con cuidado, "Creo que se lo que está pasando. Okey? Los perros, o en este caso loba, que caminan en dos patas, cuando se sobreesfuerzan demaciado, usualmente tardan más en recuperar la energía gastada de lo que lo haría un humano. Lo que parece que te está pasando ahora, es un golpe de calor o agotamiento por el esfuerzo físico que hiciste al perseguirme. Si sigues esforzándote más, terminarás cayendo en coma o algo peor".
La loba se dejó caer al suelo, jadeando y tratando de ponerse de pie nuevamente. "Wow wow. No trates de levantarte, okey?", Daniel rápido la detuvo y se sentó a su lado. Ella lucía mucho peor de lo que pensaba. El nisiquiera estaba seguro de que esta hubiera escuchado algo de lo que el había dicho.
El nesecitaba hacer algo para ayudar a esta Loba. Es una mamá, con un hijo. Pero la situación actual le impedía moverla. Su condición no parecía muy buena, y este comenzaba a ver cómo rastros de espuma se acumulaban alrededor de el hocico de la Loba. Ella realmente se empujó mucho mas haya de sus limites, y todo por qué pensó que su supuesto hijo estaba en peligro.
Y entonces, Daniel se asusto y empezó a desesperar cuando la Loba de repente comenzó a temblar. Oh no. Eso no era para nada bueno.
"Oh mierda", el susurro/maldijo, y sin pensarlo dos veces este se llevó el antebrazo a la boca, y mordió con fuerza, la suficiente como para morder la vena, lo suficiente como para hacerlo sangrar profundamente, "Hey hey, tranquila, no-no te preocupes, ¿okey?", el dijo, luciendo algo desesperado. El permitió que su sangre cayera dentro de el hocico abierto de la coyote, "Todo va a estar bien. Todo va a estar bien", el repitió una y otra vez, el no sabía si esto funcionaria de algo.
Pero Daniel estaba lo suficiente desesperado por no ver morir a la loba como para intentarlo de todas maneras. Sus ojos se tornaron negro, e hizo un puño. La sangre, al instante, dejo de ser roja, y se torno de un color negro y aceitoso.
Comenzó a emanar un humo oscuro mientras se infiltraba en el cuerpo de la loba. Daniel gruño mientras forzaba a mantener el flujo de sangre constante.
Después de unos momentos de tensión, la loba dejó de temblar y su respiración se calmó. Parecía que estaba estabilizándose. Daniel soltó un suspiro de alivio, sus ojos volvieron a la normalidad y este se apartó. Su brazo dejando de sangrar casi al instante.
Rio abrió los ojos lentamente, y rápido, alzó la cabeza para mirar a Daniel. Parecía confundida y más que desorientada al principio, pero luego una expresión de aún mas confusión se mostró en su rostro. Todo a su alrededor se veía más ... Colorido. Más nítido. Los olores eran más intensos. El mismo aire que azotaba en contra de su pelaje y el suelo sobre el que estaba parada, se sentían diferente.
"¿Qué... qué me hiciste?", preguntó con voz débil. Incluso la criatura delante de ella se veía menos amenazante y Antinatural, "Mi cuerpo se siente ... Extraño"
Ahora. Cómo se supone que Daniel responda a eso?
"Francamente ...", Daniel se encogió de hombros y suspiro mientras apartaba la vista. "Ni idea. Probablemente hice algo por lo que termines odiandome de manera más que justificada. Aún no estoy seguro".
La Loba se levantó lentamente, aún sintiéndose débil pero con una mejoría que era más que evidente. Miró a Daniel con algo de curiosidad y asombrada por su transformación. A pesar de su desconfianza inicial, comenzó a considerar la posibilidad de que la criatura delante de ella no fuera tan mala como había pensado. Tal vez ella actuó de manera demasiada apresurada.
"De todos modos, gracias por hacer lo que sea que hiciste, supongo", murmuró Rio, sus ojos lo veían con algo de gratitud y confusión.
"No hace falta que me des la gracias. Enserio", insistio Daniel, sintiéndose incómodo con la atención. El aún no sabe si lo que hizo fue lo correcto. "Solo quería ayudar... de alguna manera".
Se quedaron en silencio por un momento, mientras ambos procesaban lo que acababa de suceder. La tensión en el aire comenzó a disiparse lentamente, y Daniel decidió dar el primer paso hacia la reconciliación.
"Oye, umm, acerca de ese niño ...", Daniel comenzó, y pudo ver cómo la postura de la Loba cambiaba a una defensiva tan pronto como el niño fue mencionado.
"El debería de seguir dónde lo dejamos antes de que te empezará a perseguirte", ella respondió con total seguridad, ella aún podía captar el aroma de su niño desde donde estaban. Ella estaba segura que no se había movido demaciado de dónde le dijo que se quedara. Probablemente.
"Más le vale quedarse quieto está vez. La última vez que se separó demaciado de mi, termino trayendo un monstruo consigo"
"Oye", Daniel exclamó, sintiéndose insultado de le vuelva a llamar monstruo está Loba.
"Lo siento", Río rodó los ojos, no realmente importandole si ofendió a Daniel, ella prosiguió, "Termino trayendote a ti ...", ella se detuvo y lo vio de pies a cabeza, "... Lo que sea que seas"
Daniel puso los ojos en blanco, "Soy un humano"
"Seguro, y yo soy un Elefante mágico", ella dijo casi por puro reflejo. Al notar que Daniel estaba a punto de decir algo al respecto, ella lo detuvo levantando una para, "Mira- eso no es importante ahora mismo"
Ambos se miraron por un momento, sin saber qué decir o cómo continuar. Parecía que habían llegado a un punto muerto en su conversación, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder.
"Puede que no sea importante para ti, pero es importante para mí", Daniel dijo con determinación. "Me importa ser visto como un humano, y no me gusta cuando otros me llaman 'monstruo' o cualquier otro nombre despectivo"
Rio suspiro, por qué los humanos tienen que ser tan sensibles, "Nisiquiera se que significa despectivo- y por si no lo es lo bastante obvio, no me importa si cualquier cosa que diga o haga te ofende, okey?", ella le dijo, casi mostrando los colmillos, "Todo lo que me importa, es saber que hacías aquí, en mi parte del bosque, con mi hijo, lleno de sangre y luciendo como si te acabarán de arrojar por un cerro", ella señaló, remarcando la apariencia demacrada y con algunas manchas de sangre seca (y no tan seca) de Daniel.
"Oh dios mío ¡Solo estaba tratando de ayudarlo!", Daniel grito extendiendo ambos brazos, "Es lo que te llevo diciéndo todo este tiempo. Pero estabas demaciado ocupada intentando sacarme las tripas como para escucharme!"
"Meh. Lo que sea", Río respondió de manera apática mirando hacia otra direccion, "Si no estás aquí para hacerle daño a mi hijo o a mi, entonces puedes lárgate de regreso a tu cueva, o donde sea sea que las criaturas como tú vivan"
Perra ...
"Vivo en una casa, muchas gracias", Daniel dijo apretando los dientes. Eran momentos exactamente como este, los que hacían a Daniel maldecir en su cabeza el echo de ser pacifista. "Y ahora mismo estoy tratando de regresar a ella, aunque ..."
Rio regreso su mirada y lo vio de manera curiosa, "Aunque, que?", ella cuestiono.
"Estoy algo perdido de momento", Daniel admitió, "De casualidad no sabrias en que dirección esta-"
"Tu parte del bosque?"
"Mi que-cosa-de que?"
"La parte de este Bosque que apesta a ti y a tu pareja? La que está más cerca de San Javier? La parte que más evitó?", Río miro confundida a un confundido Daniel, "Por qué me sigues mirando como si estuviera hablando en otro idioma?"
Daniel parpadeo.
"Solo-solo estoy sorprendido-¿confundido?", Daniel lucho por darle forma a sus palabras, "Hmm, de repente siento como que te e visto antes, pero no recuerdo muy bien cuando"
Ah, si. Daniel chasqueo los dedos. Fue durante una de mis caminatas con Barbie. Daniel recuerda haberle mandado un asentimiento de cabeza a la Loba a modo de reconocimiento/Saludo silencioso antes de seguir adelante. La pequeña interacción había sido tan insignificante que no era sorpresa que Daniel no la recordara.
Espera un momento, eso significa que ...
Daniel casi pareció teletransportarse, cuando esté de repente se encontró tomando a Rio por los hombros.
"¡Puedes señalar en que dirección está mi casa! ¡Nesecito regresar a ella lo más pronto posible!", Daniel ya no puede soportar estar más tiempo lejos de Barbie o su hogar. El ya evitó la muerte de una coyote que debió morir sin saber cuáles serían las consecuencias de hacer algo que nunca había echo antes.
Más tiempo lejos de Barbie o su hogar no podría significar nada bueno.
Nadie puede culpar a Río por como reaccionó ante tan repentino y brusco acercamiento de Daniel, cuando esté la tomo por los hombros.
Puro ...
Y ...
Absoluto ...
TERROR.
Cada fibra del cuerpo de Río se tenzo, de repente, la criatura que había visto antes y el miedo instintivo que sentía al percatarse de su presencia o aroma se sentía más ... Primitivo en origen. Era como sentir un miedo que siempre había estado presente en su interior.
La mente humana de Río, le decía que tenía que tener cuidado con lo que dijera e hiciera a continuación ...
La mente animal de Río, le decía que empezará a chillar como si estuviera al borde de la muerte, y intentara morder las manos que sostenían sus hombros ...
Río finalmente decidió que sería mejor idea escuchar a la parte humana de su mente. En esta situación almenos, se escuchaba como las más en control.
Que acababa de pedirle la criatura? Está quería una dirección de ella, este quería saber dónde estaba su parte del bosque. Eso es algo sencillo de dar. Y lo más probable es que la criatura la deje a ella y a su hijo tan pronto como está se la de.
Si, eso es lo más razonable para hacer en este momento.
Río tragó saliva, y lentamente levanto una garra de su pata delantera derecha, señalando la dirección en donde estaba la parte del bosque de la criatura.
"To-todo derecho para ese lado? Estás segura?"
Río asintió rapidamente con su cabeza. Ella enserio quería que la criatura dejara de tocarla. Ella estaba a nada de escuchar a su parte animal, y empezar hacer lo que está le decía que hiciera.
"¡Okey, mil gracias!", eso fue lo último que Daniel le dijo a la Loba antes de darse la vuelta y comenzar a correr en dirección a donde estaba su hogar. Dónde Barbie y Loba lo esperaban. Dónde la normalidad lo espera.
Por el lado de Río, está tardo unos segundo en reaccionar. Al percatarse de que la criatura ya no estaba. Solo cuando está ya no estaba, está se permitió escuchar y ser controlada por su parte animal.
La parte animal e instintos de Río, ahora le decían que tenía que regresar a lado de su cachorro y ver qué este estuviera bien y en un lugar seguro, donde ninguna criatura como la que se acaba de encontrar, pudiera interactuar con este.
Ella tenía que protegerlo. De los humanos. Y sobre todo de esa criatura.
Oh, y ella también tenía que regañarlo, muy severamente, por ir demaciado lejos de su guarida cuando ella estaba cazando el desayuno.
~~~>>(Continuara)<<~~~
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