T 3: Capítulo 3: Quedate
Decir que Daniel estaba cansado, seria una exageración.
El estaba exhausto.
Tanto fisica como mentalmente.
Cada vez que el era llevado a las puertas de la muerte, es regresado a la vida. Una y otra vez. Recordándole su cruel incapacidad para desaparecer o descansar eternamente.
Ahora mismo, una biologa, llamada; Sandra, una mujer en sus 68 años, le estaba explicando su último descubrimiento. En un fútil intento de que este entendiera por que el tenia la obligación moral y etica de quedarse en este lugar.
"Eres la Panacea", Sandra declaró con nada menos que total conviccion, "Lo que habita en tu interior- es la respuesta a todas las enfermedades que amenazan al ser humano. Si tan sólo lo investigamos un poco mas, podremos-"
*Im a Barbie girl~ in a barbie world~ Im fantastic~ Im-* *Bip*
Daniel presionó el cronómetro digital que estaba frente a el. Haciendo que dejara de sonar la cancion.
Entonces, el vio a la biologa con ambas cejas levantadas de manera espectante.
La biologa no hizo mas que dejar escapar un suspiro. Y, de manera simple, le arrojó una bolsa de takis azules a Daniel que guardaba dentro de su bata blanca.
Daniel atrapó la bolsa sin esfuerzo, y procedió a verla con sorpresa. Esto no era flan. Lo que solo podia significar una cosa:
"Tienes 20 minutos mas", Daniel le dijo, abriendo la bolsa de takis azules para comenzar a urgar dentro de esta, "Nada mas"
Sandra asintió, y sin mas demora, pregunto lo que mas queria saber, "¿Por que aceptaste venir a este lugar por los perros?", ella comenzó, "Pero te niegas a quedarte por la humanidad"
"Por que es lo correcto", Danie respondió sin vacilar, "La humanidad no nesecita o quiere lo que hay dentro de mi. Ustedes sólo creen quererlo por todo lo que puede hacer ..., no por todo lo que puede quitarles"
"Estas diciendo que la incapacidad de morir y la eterna juventud, es algo que no queremos"
"Si. Eso es exactamente lo que digo", Daniel afirmó mientras se metia un fritura a la boca, y la masticaba, "Los humanos están bien tal y como estan"
Daniel se sobresalto un poco cuando Sandra de repente golpeó con ambas manos la mesa frente a el, y lo vio con mayor intensidad.
"Y quien te crees que eres tu para decidir eso?", Sandra pregunto viéndolo a los ojos, apretando sus fragiles y desgastadas manos llenas de arrugas en puños, "¿Un dios?"
"Yo solo ... Yo sólo soy alguien que habla desde la experiencia. Sólo eso", Daniel le dijo midiendo sus palabras para no hacerla enojar más de lo que ya parece estar, el se encogió de hombros, "Y esa experiencia me dice que esto no es algo bueno o natural. Puede ayudar, si- pero hay un limite, no esperen que solucione todos los problemas del mundo o del ser humano ... TODO tiene un costo, incluso cuando no lo parece. Tarde o temprano, la deuda se va hacer demaciado grande como para que cualquiera pueda pagarla"
"...", Sandra guardo silencio tras escuchar las palabras del sujeto. Estas haciendo eco en su cabeza.
Ella no pudo evitar bajar la vista, y reflexionó en todo lo que a estado pasando en la instalacion y en el exterior. La posible relación entre eso y la habilidad antinatural de el sujeto para no morir ...
Pero incluso si ese era el caso ... Ella aún no puede rendirse. No cuanfo se trata de esto.
"... Mi nieta tiene un defecto de nacimiento en su cerebro", Sandra admitió con pesadez, haciendo que Daniel la viera con la boca abierta y dejara caer la bolsa de takis azules, "En cualquier momento, ella puedo morir", Sandra prosiguió, "Tiene apenas 8 años. Lo que hacemos aquí puede salvarle la vida. TU, puedes salvarla al igual que haces con todos estos perros", ella le dijo con un tono de suplica, y sacando un llavero que tenia la foto de su nieta de 8 años.
Ella colocó la foto frente a Daniel, incentivandolo a que este la tomará.
Daniel hizo exactamente eso. El pequeño llavero se sentia extremadamente pesado en la palma de su mano, mientras este inspeccionaba la foto.
El sonrió con cariño, recordando a Loba. Su sonrisa. Su sueave pelaje.
Dios ... El extraña tanto a su hija y a Barbie. No hay día que pase en este lugar, que el no sueñe con el día en que pueda volver a estar a lado de ellas. De sus chicas.
Por que ...? ¿Por que hacer lo correcto siempre tiene que ser tan difícil?
Por que ... Por que venir a este lugar fue lo correcto ..., o no?
Los perros, iguales a su hija y Barbie, estaban muriendo. ¡Como se suponia que el no hiciera algo al respecto para evitar eso! Era prácticamente imposible para el no hacer algo para evitar eso. Tal ves ... Tal vez así fue como su padre se sintió cuando el estaba muriendo?
Sólo un hombre preocupado por la vida de los que mas ama.
"Puedes ser su heroe", Sandra hablo haciendo que Daniel al instante perdiera su sonrisa, "Sólo ... Sólo nesecitamos que aceptes quedarte un poco mas de tiempo. Sólo el suficiente como para poder estudiar como eres capaz de regenerar todo tu cerebro sin perder tu memoria. Eso podria ayudarnos a-"
"Como saben que puedo regenerar esa parte?", Daniel pregunto dejando el llavero frente a el, viendo a Sandra y notando como esta desviaba su mirada por unos segundos, "Ustedes no sólo an estado tomando mi corazón como me dijeron que ivan a hacer. ¿Verdad? ", el cuestionó.
"Sólo pasó una vez", Sandra rapidamente le dijo, "Nesecitabamos estudiarlo para poder comprender como funciona"
Por supuesto que fue por eso ...
"Todos siempre dicen lo mismo, sabes?", Daniel suspiro con pesadez, luciendo bastante decepcionado y mas viejo de lo que deberia, "Lo único que nadie te dice en este lugar es; 'lo siento, por tomar mas de lo ofrecias' "
La expresion de sandra se volvió sería y profesio al, "Escuchar eso te haría sentir mejor de cualquier forma?"
"Por supuesto que si. Por que es lo correcto", Daniel afirmó, viéndola como si acabare de preguntarle la pregunta mas obvia del mundo, "Incluso los niños saben que; cuando hacen algo mal, el camino correcto a tomar es disculparse. No buscar excusas que alargue aun mas el problmea. ¿Cómo es que nadie aquí parece saber eso?"
Sandra se quedó callada ante la pregunta, sintiéndose avergonzada por la verdad que acababa de ser revelada. Ella sabía que el sujeto tenía razón, que habían tomado más de lo que habían ofrecido, e intentar encontrar excusas para el comportamiento de ella y sus colegas era algo que ambos sabían que era una mala idea.
Finalmente, ella suspiró y dio su respuesta.
"Tienes razón", ella dijo con voz serena, "Hemos tomado mucho más de lo que deberíamos haber hecho. Pero espero que entiendas que estamos haciendo esto por el bien mayor."
Daniel sintió un gran peso en el pecho mientras escuchaba las palabras de Sandra. Sí, él entendía el porqué ellos hacían estas cosas. Y sí, aunque no estaba feliz con ello, podía ver el lado positivo de todo.
Pero aún así, no podía evitar sentirse cansado.
Cansado de estar constantemente en peligro, cansado de no ser capaz de desaparecer o descansar eternamente. Cansado de tener que preocuparse por el bienestar de los demás, a pesar de que el mismo no tenía nada.
Cansado de no tener el hombro de Barbie en el cual podia llorar.
Al final, Daniel suspiró.
"No puedo prometerles o decirles que me quedaré. Yo ... No puedo", el dijo con voz cansada, pero con una nota de determinación, "Estar en este lugar me a enseñado mucho sobre mi mismo. Una de esas cosas es que no soy el héroe o cosa que ustedes creen nesecitar. Sólo soy un pequeño y miserable hombre. Uno que también se cansa, y que quiere volver con su hija y su novia"
Eso fue algo que el aprendió muy bien. Hacer lo correcto, no siempre te vuelve un héroe. Un héroe siempre estaria dispuesto a hacer mas ....
El, por el contrario, no puede seguir dando mas. El ya habia alcanzado su límite.
Sandra asintió con tristeza, entendiendo que el sujeto no podía ser obligado o convencido para quedarse.
Ya muchos habia tratado de hacerlo. Ella no era ni de cerca la primera.
"Lo entiendo", ella le dijo, sintiendo lástima por el hombre agotado frente a ella, "Pero antes de que te vatas, debes saber que lo que hacemos aquí es para el bien mayor. En este lugar tenemos la oportunidad de salvar muchas vidas", ella le dijo con una nota de urgencia en su voz, "¿No crees que vale la pena intentarlo?"
Daniel la miró con una expresión tenue, pero pensativa. Él sabía que ella tenía razón, que había una gran posibilidad de que salvar muchas vidas. Estas personas que trabajaban en el, no eran para nada como las personas que lo habían secuestrado y torturado hace unos años.
Ellos no eran monstruos.
Sólo eran hombres y mujeres honestos que trataban de salvar vidas.
"Si", él respondió finalmente, sintiendo como si estuviera encontrando respuestas a preguntas que llevaba toda su vida. "Vale mucho la pena", acoto.
Sandra sonrió agradecida. Ella nunca había tenido tanta fe en alguien como este hombre.
"Entonces, ¿aceptas quedarte? ", pregunto con moderada esperanza.
Daniel sonrió con tristeza, sin embargo, su tono era firme.
"No", él respondió, "Pero lo que puedo hacer es prometer que voy a ayudar en lo que pueda desde fuera. Voy a hablar con las personas adecuadas, voy a intentar encontrar una manera de ayudar a su nieta, y ... a todos los demás que me an pedido ayuda con problemas similares al de usted"
Sandra lo miró con incredulidad, incapaz de hablar.
Daniel le devolvió la mirada con una sonrisa cansada.
"Es decir, suponiendo que aún quieran mi ayuda cuando salga... Muchos de ustedes no se lo tomaron bien cuando les dije que no, je", el agregó con algo humor para romper la tensión.
Sandra comenzó a reír de inmediato, "Ya me lo imagino", alegrándose por la respuesta del sujeto.
"Voy aceptar tu ayuda", ella le dijo con una sonrisa, "Y estaré esperandola".
"Gracias", Daniel dijo sonriendo a Sandra de nuevo antes de ponerse de pie, "Por el momento tengo que irme. Pero antes de marcharme, ¿Quiere que haga algo por usted?"
Sandra pensó en ello durante un momento antes de hablar.
"Prométeme que te cuidarás", ella le dijo pareciendo su abuela, "No hay nada más que puedas hacer para ayudarme, pero puedes ayudarte a ti mismo si decides cuidarte. Lo que hay dentro de ti es de extrema importancia para el mundo y todos nosotros".
Daniel asintió lentamente.
"Puedo hacer eso", él dijo con una sonrisa, "Le prometo que me cuidaré", con esas ultimas palabras Daniel se retiró. En unos pocos dias más, el estaria de vuelta con Barbie y Loba.
Sus luces que siempre lo guían fuera de la oscuridad.
"Pronto volvere con ustedes ... Lo prometo", el susurro.
~~>(Casa De Daniel)<~~
Barbie seguia haciendo su nueva actividad favorita del día, una que ella recientemente descubrió, la mantenia en un mejor estado de animo.
Aunque 'mejor' es una palabra que Britannia no utilisaría para describir lo que ella estaba haciendo en estos momentos.
Por que ella estaba sentada en el suelo con ambas orejas firmes y en alto, frente a la puerta de la entrada.
Viendola fijamente.
Esperando pacientemente a que esta se habrá.
Y esta siempre se habria.
Como justo ahora.
Por que, ya saben, Britannia acababa de volver de la tienda, con un kilo de machaca en una pata y una cartera de huevos en la otra.
Las dos perras intercambiaron miradas por unos momentos.
"... Aun no creo que esto sea saludable, sabes?", Britannia le dijo. Viendo hacia abajo a la perra mas adulta y que estaba sentada en el suelo.
"Hmm", fue todo lo que Barbie dijo a modo de reconocimiento, mientras regresaba su atención a la puerta. En cualquier momento, esta se abrirá, y Daniel entrara por ella.
Y cuando eso pase ...
Ooohhhh, cuando eso pase.
Barbie se movió ansiosamente y entrecerro sus ojos, ella piensa embestirlo con la potencia de un jugador profesional de Fotball americano.
La puerta se volvió a abrir. Esta ves la que entró fue Loba, vistiendo su uniforme de primaria.
"Hola ma", Loba saludo mientras le daba un abrazo a su mamá.
"¡Hola corazon!", Barbie saludo a su hija con una sonrisa y una cola que se sacufia de izquierda a derecha, "Bri va hacer la comida hoy, okey? ve a darle una pata si puedes"
"Okey", Loba le dijo mientras la pasaba de lado y se retiraba a buscar a su hermana mayor. La cuál, si su nariz no la engañaba, ahora mismo estaba preparando la machaca.
¡Yumi!
~~~>>(Continuara)<<~~~
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