NOTA: Este capítulo es muy largo, pero no quise dividirlo. Denle amor para no arrepentirme, dejen bonitos comentarios 🥺

* ~ * ~ *

Mar: ¿Sería extraño que sea yo de nosotros dos el que sí crea en el destino? No sé. Es que mira, creo que es cierto que nuestras acciones provocan ciertas circunstancias y nos llevan a donde estamos; coincido contigo en ese sentido. Pero también creo que hay cosas destinadas a suceder porque una sola decisión nuestra lo cambiaría todo. Todo. Absolutamente todo. Tú y yo no estaríamos aquí si hubiéramos incluso presionado un botón diferente. Yo nunca he sido de usar este tipo de aplicaciones y creo que tú tampoco. Sasha me insistió durante mucho tiempo y yo sólo me reía. Y luego un día me animé, recibí mensajes estúpidos durante dos días y estaba a punto de borrar mi perfil, me dije "Sólo un día más, quizá sólo te has topado con las personas equivocadas, dale la oportunidad a las correctas de aparecer" y entonces tú dijiste “Hola”. No sé tú, pero yo diría que esto fue destino.

Cristián: Quizá tienes razón. Yo también lo pensé mucho antes de hacer mi perfil aquí y también estaba por eliminarlo cuando por fin me apareciste tú.

Mar: Qué afortunados somos entonces. Eso o fue el destino, mi querido Cris 😉

Marcos pensó de nuevo en si realmente Cristián era el hermano de Natasha. Estaba casi seguro que sí y en realidad bastaría con preguntarle a ella el nombre o pedirle una foto con cualquier pretexto. Pero no quería hacerlo; se sentía como entrometiéndose en la vida personal de Cristián.  Y si él no quería decírselo ahora, esperaría. Sólo esperaba que no se molestara cuando se enterara que él ya sabía.

Mar: Siguiente pregunta. ¿Podrías perdonar una mentira? Y no me refiero a un gran engaño, sino a esas ocasiones en que omitimos una parte de la verdad. Verdades que si bien son importantes, creemos que no hace daño conservarlas para nosotros mismos un poco más.

Y por supuesto que sí, Cristián se demoró en su respuesta. Ya no debería sorprenderlo. Este hombre era así, siempre haciéndola de emoción.

* * * * *

Lo primero que vino a su mente fue un rotundo "NO". Por supuesto que no perdonaría un engaño.

Pero después lo pensó y toda su vida se había sentido como una mentira. Una tras otra.

Nunca, hasta este momento, había sentido nada por una chica.

No tenía cita para la boda de su hermana y había dicho que sí.

Constantemente se inventaba intereses femeninos para que Johnny lo dejara en paz.

Nadie sabía que se había creado un perfil en una aplicación de citas.

Y definitivamente no que todas sus primeras opciones fueron chicos.

Y, por último y lo que nadie nunca debía saber y que él mismo quería olvidar, que el "Dios" del maquillaje le hizo sentir algo –en un aspecto puramente físico– cuando chocaron.

Y al final de cuentas el físico no importa. Es algo que venía cuestionándose desde hace tiempo. No importa que haya sentido algo...quizá fueron sólo los nervios por haber estado a punto de conocer a un hombre que se maquilla o la pena por haber chocado con él.

Y de cualquier manera no importaba porque nunca volvería a verlo. Y fue algo fugaz. Algo que no se comparaba a lo que Mar, sin haberlo tocado ni una sola vez, le hacía sentir cada día. Quizá, por primera vez en su vida, le gustaba una chica.

Él sí era normal y Mar vino a demostrarlo.

Cristián: No creo que sea algo que pudiera olvidar fácilmente, pero supongo que escucharía la explicación primero. Aunque definitivamente prefiero la verdad, no importa lo dura que sea. Me gusta ser sincero y espero lo mismo de los demás. De hecho muchas veces me meto en problemas por eso y mi vida es demasiado solitaria también debido a esa cualidad. No sé por qué las personas prefieren que les endulcen todo, cuando eso no cambia nada.

Mar: Estoy de acuerdo. También me ha llegado a suceder que personas dejan de seguirme por cómo me expreso o mi manera de responder. No te preocupes, las personas correctas se quedarán en tu vida precisamente por eso.

Cristián se extrañó por la expresión "seguirme", pero quizá era así como las chicas lo decían.

Y antes de que pudiera preguntarle, otro mensaje llegó.

Mar: Te toca preguntar.

Quizá era una pregunta algo intrusiva, pero ya la había enviado antes de pensarlo.

Cristián: ¿Has tenido novio?

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Oh. Bueno, qué directo.

Marcos sonrió. Supuso que a Cristián le interesaba al menos un poco, porque la pregunta por parejas anteriores no es simplemente un tema casual de conversación.

Mar: Un novio formal, no. He salido con varios chicos, no tantos como podrías imaginarte. Y he estado interesado en muchos más que esos, pero la gran mayoría de las ocasiones no pasa de algo platónico e incluso lo sé desde el principio. Generalmente cuando le gusto a alguien es sólo por mi físico, nadie se toma la oportunidad de conocerme, todos creen que una cita es solamente un paso necesario para llevarme a la cama. No hay nada peor que una cita que no fluye; ya sabes, llegar con expectativas y que en menos de cinco minutos se derrumben. Y cuando alguien realmente me interesa a mí, no suelo ser el tipo de esa persona. Creo que sólo una vez estuve a punto de estar en una relación real, pero entonces él se fue a otro país. Había pensado muy seriamente en renunciar a todo esto de conocer personas... Y entonces llegaste tú.

Presionó "enviar" y después miró con horror el texto larguísimo. Dios, ¿por qué escribió tanto?

Ni siquiera espero una respuesta. Decidió hacer su siguiente pregunta.

Mar: Me toca. ¿Qué hay de ti? ¿Has salido con muchos antes? ¿Te has enamorado o sentido atraído por alguien?

* * * * *

Cristián todavía no sopesaba del todo su respuesta, cuando la pregunta llegó. Y en realidad la respuesta era muy simple: no.

No se había enamorado nunca.

Nunca había sentido atracción física por ninguna chica.

De hecho, en cuestiones físicas, nunca había sentido nada...hasta que chocó con el maldito dios del maquillaje.

Cuando miraba a las mujeres a su alrededor, no despertaban ningún interés en él. Podría apreciar la belleza física de todas, claro; pero no pasaba de un "Es muy guapa", "Tiene bonitos ojos" o "Me gusta su sonrisa", nunca se sintió como "Ella me gusta".

Mar le gustaba, pero no era atracción física porque no la conocía todavía.

Y sólo había salido con una chica antes. Lo que resultó ser nada porque ella sólo lo vio como trabajar juntos para un proyecto escolar, mientras que Cristián había pensado que era una cita.

Cristián: No.

* * * * *

Marcos miró el "No" que le había tomado a Cristián minutos escribir.

Una carcajada se le escapó cuando nada más llegó después de eso. ¿Era en serio?

Mar: Uumm. Gracias respuesta. Me dice mucho.

Cristián: No a todo.

Marcos se rio un poco más. ¿Por qué le gustaba tanto este tipo tan raro?

Cristián: Lo siento si no es lo que esperabas.

Cristián: Y quizá sea extraño llegar a los veintitantos y decir que nunca te has enamorado ni tenido citas, pero así es. Soy demasiado patético. Supongo que no es de extrañar que no le guste a nadie.

Mar: A mí me gustas.

Ni siquiera lo pensó. Sus dedos simplemente presionaron las teclas y las palabras estaban escritas y enviadas antes de que lo pensara mejor.

* * * * *

Cristián sintió como si su estómago y su pecho se llenaran de algo extraño. Como si lo hubieran golpeado, pero no doliera. Sólo se quedó sin aire y a eso siguieron las mariposas que revoloteaban dentro de él. Tardó un poco en procesar el mensaje, pero cuando lo hizo una sonrisa se expandió lentamente hasta ser enorme y se encontró abrazando su celular.

Dios. Era tan ridículo de verdad. No podía creer que nadie que haya conocido en persona le hubiera hecho sentir nada parecido a esto que una desconocida de Internet le provocaba.

Se mordió el labio inferior, debatiéndose entre si contestar "También me gustas" o no. Porque se sentía como que sí, pero no quería apresurarse.

Cristián: Creo que deberíamos conocernos mejor. Saber más de nosotros.

Mar: Estoy de acuerdo, guapo. Por eso estamos haciendo esto. Te toca.

Cierto. Era su turno de preguntar. Y se sintió aliviado de que Mar no dijera nada por cómo ignoró su mensaje.

Cristián: Me dijiste que no tienes hermanos, ¿cierto? ¿Quienes son las personas más cercanas a ti?

Mar: Cierto. No tengo hermanos; no de sangre, porque ya quedamos en que Sasha es como una hermana para mí. Supongo que ella y mis padres. Aunque no los veo mucho. Y no porque estemos peleados o algo así. Simplemente decidí independizarme y sólo voy de visita cada cierto tiempo. No nos vemos tan seguido, pero los quiero y me quieren. Me aceptan como soy.

Cristián suspiró. No sabía si sus padres pensarían lo mismo de él si vivieran.

Y como si leyera su mente, Mar justamente preguntó sobre eso.

Mar: ¿Qué hay de ti?

Cristián: Tengo a Johnny, mi mejor amigo; a mi hermana y a su futuro esposo. No diría que él y yo somos mejores amigos ni nada por el estilo, pero me cae bien, es una buena persona y sé que la ama. No hay nadie más. Mis padres murieron hace algunos años.

Y si vivieran seguramente estarían inconformes con que él no tuviera novia y no estuviera planeando ya un matrimonio como su hermana. Ellos tenían dinero suficiente para vivir tranquilos, así que seguramente también criticarían su trabajo. Sus padres siempre quisieron algo "mejor" para él. En todos los sentidos. No eran prejuiciosos; Natasha tenía razón en que no los criaron así. Pero sí tenían ideas claras de lo que esperaban de sus hijos.

Mar: Lo siento mucho. No sabía que era un tema delicado. No debí preguntar.

Cristián: No te preocupes. No tenías por qué saberlo y pude no contestar. Me gusta hablar contigo, incluso de estos temas. Es algo con lo que se aprende a vivir, no es que los olvides o deje de doler la muerte de un ser querido. Pero hay pocas personas con las que una conversación no muere al llegar a momentos así, me alegra que tú seas una de ellas.

* * * * *

Marcos tragó. Supuso que eso sería lo más cercano a un "Me gustas" viniendo de él. Al menos por ahora.

Mar: También me alegra mucho que haya más confianza y comodidad ahora entre nosotros. Te toca. Haz una pregunta picante.

Cristián: Hasta ahora me pareces una persona sumamente honesta y abierta. ¿Hay algo que te haga juzgar a una persona?

Mar: Siendo una persona que siempre es juzgada, mi respuesta sería no. Al menos no a primera vista. Nunca voy a criticar a alguien por cómo viste o cómo habla, por su maquillaje o falta de él, por sus preferencias sexuales o su religión. Ninguno de esos aspectos me harían juzgar a nadie y creo que ninguna persona debería hacerlo. Ahora, ya que llego a conocer a alguien y me doy cuenta de lo vacíos que pueden ser sus pensamientos, lo superficiales que son, lo poco empáticos...por supuesto que podré decir que es alguien que no me gusta y alejarme.

Mar: ¿Y tú, Cristián? Tú eres una persona muy culta, lees mucho, sabes mucho y quiero pensar que estás abierto al cambio. Si tienes una idea demasiado arraigada a ti, ¿serías capaz de aceptar o incluso adoptar pensamientos diferentes?

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Cristián pensó en la última discusión con su hermana. Se había molestado porque criticó al tal Marcos, aunque realmente no lo había hecho, sólo dijo que por qué no buscó a una maquillista mujer.

Su ceño se frunció. Nunca realmente había pensado en todas las ideas preconcebidas que tenía, todos los estereotipos sociales que seguía y aceptaba sin darse cuenta, sin cuestionarlos o dudar de ellos. ¿Podría cambiar su forma de pensar?

Supuso que sí. Si había dicho que estaba bien que una mujer no se maquillara, ¿por qué habría problema en que un hombre lo hiciera?

Sí, era extraño, pero en nada le afectaba eso a él.

Cristián: Supongo que no voy por la vida debatiendo con los demás ni esperando cambiar la forma de pensar de otros ni buscando que cambien las mías, pero acepto que no soy perfecto y que todos aprendemos a diario. No sé si decir que cambiaría mis ideas sería la correcto, creo que sería más bien un aceptar las de los demás. Aunque no estoy cerrado a aprender. Nunca lo estaría. Me gusta leer, lo amo y todos los lectores sabemos que a veces aprendemos más a través de la vida de los personajes y sus experiencias que de las propias.

Mar: Jaja. Gracias por decirme inculto.

Cristián: ¡Yo no dije eso!

Cristián: Perdón si se vio así. No quise decirlo.

Cristián: Mar, lo siento. Realmente no me importa que no leas. No estoy buscando a alguien igual a mí. Y no necesitas lees para ser lista.

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Marcos se llenó de ternura por la ola de disculpas.

Había sido una broma obviamente.

Mar: Era broma, Cris. No te preocupes. Me encanta que me hables de tus lecturas y lo mucho que te gusta. No es que yo lo odie, simplemente no me apasiona como a ti.

Mar: Y me encantó tu respuesta, por cierto. Amo que aunque no busques cambiar tu forma de pensar, estés abierto a que pudiera suceder. Y si no, al menos respetar a los demás. Si todos fuéramos así, este sería un mundo mejor.

Cristián: De todas maneras, lo siento. Discúlpame si se leyó así.

Mar: Estás perdonado, guapo.

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Cristian sonrió. Nunca creyó que ser llamado "Guapo" o "Cris" sería algo que le llegaría a gustar. Pero lo hacía.

Cristián: Gracias.

Cristián: Puedo preguntar, ya que tocamos el tema, y siéntete libre de no contestar o de decirme que no. Acabas de decir que no amas leer, pero no lo odias. Todos en la escuela llegamos a leer, al menos de manera obligada, algo. Lo que yo sí odio porque son pocos los profesores que buscan realmente algo interesante para sus alumnos y creo que esto influye en el poco amor de los jóvenes a la lectura... En fin, ¿has leído algo, ya sea por gusto u obligación, que te haya gustado? Algún texto que te dejó una sensación cálida en el pecho.

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Marcos sonrió y pensó en hacer una broma del tipo “¿Además de tus mensajes?”, pero sabía que era un tema serio para Cristian. Así que decidió ser honesto.

Mar: “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”.
 
Cristián: ¡El principito!

Cristián: ¡Me encanta!

Cristián: Es uno de mis favoritos. No puedo creer que te guste y que yo no lo supiera. Y esa cita es hermosa. Creo que no puede ser más cierta.

Mar: Concuerdo. ¿Sabes? Eso me hace pensar en el amor y en tu conflicto sobre el enamoramiento y la relevancia del aspecto físico en ello. Pienso que realmente el físico es importante, pero no lo principal para sentir algo por alguien. Y esto siempre me deja pensando en las diferentes formas en que el amor se presenta. No digo que pueda cambiarse la orientación sexual de alguien. Pero, ¿crees tú que es importante el sexo de una persona para poder enamorarte de ella? ¿No puedes simplemente amar a alguien sin importar si es hombre o mujer?

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¿Qué creen que responda Cris? 🙊

Como dije al inicio, fue un capítulo largo, pero no quise dividirlo. Espero les haya gustado y valiera la pena la espera ❤️