(En casa de Silvia) 

Mamá de Silvia: Hija, ¿estás bien? —me mira, su expresión un tanto preocupada—

Silvia: Sí, es sólo que... ahora empiezo a recordar un poco —digo, sonriendo—

Mamá de Silvia: ¿Recordar qué? —me dijo, veía la confusión en sus ojos—

Silvia: Mi vida —le digo, ahora yo también estaba confundida— Mi vida antes de todo esto —apunto a mi alrededor—

Mamá de Silvia: ¿De qué vida hablas? —me dijo mi madre, luego se acercó y me tocó la frente— ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? ¿Tienes fiebre?

Silvia: ¿Qué? ¡No! ¿Por qué dices eso? —miro a mamá, confundida—

Mamá de Silvia: Porque estás delirando, ¿vida antes de todo esto? —me mira— Esta ha sido nuestra única vida, no han habido más

Silvia: Yo... —dije, esta vez yo estaba confundida—

(En casa de Dante y Tina)

Dante: ¡Caridad! —exclama— ¿Puedo invitar a Kally a cenar?

Caridad: —levanta una ceja— ¿A Kally, la vecina?

Dante: Sí, ella misma —sonríe—

Caridad: ¿La vecina que odias? —lo mira, confundida—

Dante: ¿Que odio? Yo no odio a Kally, yo la amo —él vuelve a sonreír—

Caridad: ¿Cuándo tuviste este repentino cambio de sentimientos? —Caridad levanta una ceja—

Dante: Ammm... nunca —él lo miró, su cara reflejaba confusión— Siempre la he amado 

Tina: —entra a la casa— ¿Qué está pasando aquí?

Dante: Tina, por fin —suspira— Dile a Caridad que yo siempre he querido a Kally —él se para, se acerca y le susurra a su hermana— Al parecer aún no se acuerda

Tina:....

(En casa de Eva)

Eva: Nono, tengo excelentes noticias —sonríe, emocionada—

Nono: ¿Qué pasó? —pregunta, curioso—

Eva: Todo ha vuelto a la... —observa la casa, sigue siendo la misma— Normalidad

Nono: ¿De qué hablas? ¿Te golpeaste la cabeza o algo así?

Eva: No, yo... —susurra para sí misma— ¿Por qué el Nono no recuerda nada?