Len y Oliver volvian a casa juntos como era su costumbre, Oliver llevaba al hombro ambas mochilas mientras hacia equilibrio sobre la barda que protegia al canal, Len lo miraba con una sonrisa y ligeramente sonrojado. Llegaron al departamento de Len, Oliver se quito los zapatos y dejo las mochilas en un perchero.

-bien puedes sentarte en la sala- indico Len -empezare a preparar la cena- le dijo con una sonrisa.

-dije que te ayudaria con eso- dijo Oliver levantandose del sillon

-¿al menos sabes cocinar?- le pregunto Len con la ceja levantada 

-oh, te sorprenderia las cosas que se cocinar- se acerco a el y le susurro en el oido -querido Len- el otro rubio se estremecio -¿me llevas a la cocina?- Len asintio

-¡vaya Oliver! ¡eres increible!- exclamo Len al ver como Oliver cortaba las verduras con rapidez y elegacia y poniendolas dentro de la olla

-te dije que sabia cocinar bien- dijo sacandole la lengua -¿me ayudas cortando las zanahorias?- dijo señalando la mesa con la tabla de picar. Len asintio

¿como aprendiste a cocinar?- pregunto Len comenzando a picar las zanahorias

-aprendi a cocinar a los cinco años- explico revolviendo la sopa que preparaba

-¡¿en serio?!- respondio sorprendido, aunque el tambien habia aprendido a cocinar a corta edad

-si, veraz soy el mayor de seis hermanos- dijo sin apartar la vista de la estufa -por un tiempo fuimos solo mi mamá y yo, pero cuando cumpli cuatro mi mamá conocio a alguien nacieron mis dos hermanos menores, son gemelos, su padre se desatendio de ellos y mientras mi madre trabajaba yo me ocupaba de todo lo demas- dijo 

-¿tienes hermanos gemelos?- pregunto asombrado

-si, cuando cumpli ocho paso algo similar, mi madre conocio a alguien que parecia buen prospecto, se hizo cargo de mi y mis hermanos, con el tuvo a mis dos hermanas, una es menor que yo nueve años y la otra once años menor, parecia ir bien, pero paso lo mismo, solo se fue cuando mi hermana menor cumplio tres años y de nuevo volvimos a ser solo nosotros seis, pero recientemente mi madre tuvo un... espero sea el ultimo- dijo a modo de broma -otro hijo, mi hermano menor, tiene unos meses de nacido y parece que esta vez todo ira mejor- dijo recordando con nostalgia

-¿y tu padre?- se animo a preguntar Len

-no lo se y no me importa- aseguro sirviendose un poco de caldo en un platito para probarlo -¡esta muy bueno!- exclamo restandole importancia a lo de su padre

-es como Kaito aquel dia- se dijo Len a si mismo recordando la historia de como Kaito termino viviendo en casa de su abuela y los padres de Mikuo practicamente lo adoptaron, estaba  tan centrado recordando eso que no noto cuando Oliver se le acerco.

Con un movimiento aparto la silla para hacerse mas espacio y se inclino para poder mirarlo fijamente a unos escazos diez centimetros separaba sus rostros, Len se tenso y apreto el cuchillo y la zanahoria que llevaba en las manos, ninguno dijo nada. Oliver cerro los ojos y se acerco a Len con mucha lentitud, Len no pudo hacer otra cosa mas que cerrar los ojos esperando a que lo besara.

-¿eh?- dijo despues de unos segundos, el beso nunca llego, cuando abrio los ojos Oliver seguia cocinando, incluso penso que lo habia  soñado.

-¡vamos Len, necesito esas zanahorias!- le pidio sin dejar de revolver.

-¡¿ah?! ¡si, claro! ¡ya voy!- alzo la voz, y se apresuro

-nada mal- dijo Oliver juzgando el trabajo de Len 

-tal vez en otra ocasion yo sea el que cocine para ti- dijo recargando su cabeza en el hombro de Oliver, inconcienteente el se sonrojo y sonrio

-nada me gustaria mas- y por reflejo lo beso en la frente, ambos se sonrojaron por eso

-voy a... pasar los platos- respondio Len taratamudeando sintiendo como hasta las orejas le ardian, cuando se aseguro que Oliver no lo miraba se cubrio la cara y ahogo un grito con sus manos -calmate Len- se pidio -solo somos amigos, no tienes que ponerte asi- y tomo dos platos -si, solo somos amigos- repitio con tristeza mientras lo miraba

-¿te pasa algo?- dijo Oliver quitandose el mandil y doblandolo -te pusiste triste de momento- 

-no... nada- le entrego su plato -comamos- le sonrio y Oliver le devolvio la sonrisa.

***

-¡realmente eres bueno cocinando!- expreso Len terminandose su comida

-¿te lo parece?- dijo Oliver soltando una risita

-¡vaya que si!- dejo su plato sobre la mesa -tienen suerte tus hermanos, a mi tambien me gustaria que cocinaran para mi de vez en vez- dijo recargando su barbilla sobre la palma de su mano 

-podria cocinar para ti diario- penso Oliver en voz alta, sin darse cuenta, pero Len lo escucho y se sonrojo, se enderezo sobre la silla y jugo con sus dedos

-podriamos comer juntos... despues de la escuela... podrias cocinar aqui.... si tu... quieres- le propuso rascandose la nuca con nerviosismo, Oliver se sonrojo tambien

-eh... si, si, claro si no te molesta yo podria...-

-¡claro que no! adelante, mi casa es tu casa, sientete libre de venir cuando quieras- y sonrio

-lo hare- giro la vista al reloj en la pared -¡maldicion, mi madre va a matarme!- se levanto rapido de la mesa y volo buscando sus cosas

-pense que vivias solo-

-¡lo hago!- dijo poniendose su sueter -vinieron de visita, ella y mis hermanos, partiran mañana, les dije que vendria un rato contigo, prometi llegar pronto ¡y ya es muy tarde!- se coloco su mochila al hombro y corrio a la puerta

-saludala de mi parte- le pidio Len

-lo hare, tal vez algun día te la presente- dijo y lo beso en la mejilla, muy cerca de los labios -nos vemos- y salio corriendo. 

Len se quedo de pie en la puerta, tocandose la mejilla que Oliver le beso y una sonrisa tonta se formo en sus labios. Cerro la puerta tras de si, sin soltar su mejilla y se recargo sobre la puerta y con un suspiro se deslizo sobre la puerta hasta llegar al suelo.

-bueno, creo que el es lindo- opino para si mismo sonrojandose