El sol había salido hace tiempo, y las chicas empezaban a despertar.

-Buenos días chicas.- Demon, que había despertado hace rato, entró a la habitación para abrir las cortinas, consiguiendo quejas por parte de sus compañeras de cuarto.- Venga, que son las diez de la mañana y la noche estuvo tranquila. No podéis tener tanto sueño.

Chasqueó su lengua al ver que ninguna se movía, así que decidió ir a ver a los chicos mientras pensaba una manera poco suave de despertarlas.

-Buenos días Demon.- 9 le saludó cuando la vió entrar a la sala.- ¿Las chicas siguen durmiendo?

-Sí, y por lo que veo estos también.- Todos ellos dormían plácidamente a pesar de estar atados.- ¿Llevan atados toda la noche?

-Por supuesto, seguro que me hubieran matado mientras dormía.- Demon solo asintió dándole la razón a su compañero, para luego encaminarse a la cocina seguida de él.

-Por cierto, me faltan dos prisioneros, ¿dónde están Hawks y Dabi?- La más alta solo se rió macabramente, cosa que no sorprendió en lo absoluto al chico, y girándose para quedar cara a cara le dijo:

-No te preocupes, pronto los veremos.

Y se marchó de la cocina con dos vasos vacíos, dejando a un Diego intrigado y algo preocupado por los objetos que llevaba en sus manos.