-No sé yo chicas, creo que nos hemos pasado.- Dijo Alexandra preocupada, viendo como Sia cerraba las puertas del mueble.

-Tranquila mujer, ¿qué es lo peor que puede pasar?- Contestó la anterior mencionada mientras sacudía sus manos, con una sonrisa victoriosa en su rostro.

-Bueno,- Intervino Akira, mirando sus manos para empezar a enumerar.- podríamos morir quemadas, que nos lancen desde una altura considerable, hacernos polvo, aparecer de repente en una isl- ¡EH! Con decirme que me callara bastaba.- Se quejó sobando su brazo, donde su compañera de equipo le había dado un buen golpe.

-Hoy estás parlanchina Akira.- Comentó Vanesa con tono sarcástico, acercándose a Alex.- Y tú deja de preocuparte tanto, que es solo una broma.

-Una broma a unos villanos.- Se río Toga, recibiendo una mala mirada de Vanesa, lo que provocó que su risa aumentara.

-No creo que pase nada de lo que ha dicho Akira, aún siguen teniendo los supresores.- Habló Magne.

-Cierto, y lo bueno es que solo nosotros sabemos desactivarlos, porque somos unos genios.- Mencionó Demon, obteniendo como resultado un gran silencio y alguna que otra tos.- Bueno, vamos a dormir de una vez. Mejor estar alejadas de esta sala, por si las moscas. Buenas noches y que no os coman las chinches.

Y con esto dicho las chicas fueron a su habitación, corriendo, caminando o saltando, pero con una sonrisa en sus caras e impacientes por lo que sucedería el día siguiente.