Capitulo 30. Ka manao
6 meses después...
—Diane ¿Por qué si Chin y Steve van detrás del sospechoso tu decidiste dejarme aquí con la victima e irte tras él? ¡Gracias! —dijo Danny a través del comunicador.
—¿Quién te dijo que voy detrás del sospechoso? Voy detrás de Steve, juro que cuando lo alcance le voy a sacar la mitad de tu hígado y te lo devolveré, lo juro —contestó Diane mientras corría.
—Ok, no diré que no a eso. Me gusta la idea...
Mientras Steve corría detrás del sospechoso, y cada vez estaba más cerca de atraparlo, así como Diane de Steve, Chin intentaba tomarles el ritmo, pero de pronto la persecución paso de ser en las calles, a ser en lo mas alto de los edificios residenciales de Oahu. Steve sin pensarlo saltaba cada techo y cada baranda que podía, Diane sin siquiera darse cuenta lo había estado haciendo de tal manera que un momento el sospechoso salto desde la terraza de un edificio, hacia la terraza de otro edificio mucho mas bajo, y así como saltó Steve, saltó ella.
El sospechoso logro seguir corriendo, pero Steve al caer se había golpeado de tal manera que se abrió una herida en el pecho. Diane quien al igual que Steve callo un poco mal pudo recomponerse más rápido y fue hasta el para ayudarle.
—Ay no, no no... —decía ella mirando como la sangre se hacía en su camisa clara y Steve comenzaba a quejarse.
Diane.
Unas horas antes...
Yo creía que nada superaría a ese momento en que Steve y yo decidimos estar juntos y reconstruir lo que un día tuvimos, pero luego llegaron estos seis meses de su reposo y fueron muchísimo mejor.
Obviamente tuvimos que hablar de eso que tanto miedo me daba y para mi sorpresa Danny tenía razón, no es como que Steve le emocionó demasiado saber que envié por unos días a su madre a un calabozo en el FBI en Texas, pero al menos entendió mi punto; claramente le especifique que su madre ahora estaba libre pero que no dejaría de ser buscada por el FBI, lo que le gustó mucho menos, pero de nuevo entendió que aquello se salía completamente de sus manos y mis manos. S que internamente se preocupa por ella y por saber dónde está, así que unos días después le dije que Catherine era quien la monitoreaba y que a ella podía preguntarle por Doris (teniendo en cuenta que Doris quiera ser encontrada); una vez pudo comunicarse con Catherine pude notar que algo se relajó ligeramente en él, y fue entonces cuando comenzamos a disfrutar de este tiempo.
Su régimen de recuperación era bastante estricto, por lo que al principio fue bastante rudo tener que obligarle a estar en cama. Con los días ya podía hacer ciertas cosas y fue cuando decidí yo también darme de baja temporal de Five-0 para estar a su lado, y empecé a hacer otras actividades; algunas solas y otras con su compañía. Algunas de ellas estaba visitar algunos lugares que yo no conocía de Hawaii y que Steve disfrutaba mostrarme (siempre y cuando no fuese senderismo o la jungla) y otras en las que me gustó enfocarme como era hacer un bonito jardín en su casa (desde esa vez que leí el libro de compostaje me enamore de la jardinería) y aquella fundación que había creado la psicóloga que conocí en Los Ángeles y que se desarrollaba donde un día estuvo mi casa, de hecho, una de ellas estaba dando frutos, tanto que estaba gritando de la emoción.
—¡Hey ¿Qué sucede? ¿todo bien?! —llego Steve corriendo al jardín.
—¡Mis Gardenias! ¡Florecieron mis gardenias! —decía Diane emocionada y Steve rio. Se había asustado. —¡Aaaah!
Y esta vez de la emoción abrazó a Steve y luego le dio un beso.
—Empezaba a creer que no era tan buena en esto.
—Era cuestión de tiempo, te lo dije. Ahora mira, hay un bonito jardín en mi casa. Empiezo a creer que fue buena idea darte alojo aquí —dijo Steve divertido.
—Oh alojo... Soy solo una huésped.
—Si, tu y Granada son mis huéspedes. Uno me cae mejor que otro, pero no diré quién es mi favorito.
—Pues procura que no sea el gato, porque si no los vas acompañar en la misma cama.
Entre jugueteos y risa los dos entraron a la casa a alistarse, por fin Steve volvería a Five-0, así como también Diane y Danny. A Diane se le ocurrió hacer una pequeña celebración entre los tres en la mañana antes de ir al trabajo, así que la noche anterior había preparado un buen menú de desayuno.
—¡Cariño llegó Danny! —grito Steve desde la puerta.
—Bajo en un segundo. Ya la comida está lista, pueden empezar.
—La idea es que estes ahí —dijo Steve y abrió la puerta. —¡Hey! Buenos días.
—Huele bien —dijo Danny al entrar.
—Lo sé, y gracias por saludar.
—Te veo todos los días de mi vida, no es necesaria la cortesía —replico Danny.
Steve ya bastante acostumbrado a Danny y sus cosas solo lo llevo hasta la cocina y se sentaron a comer, Diane aun no bajaba porque los dos no esperaron más y comenzaron sin ella.
—Ay no... —dijo Danny quien de pronto dejo de comer.
—Ok, ok... voy a detenerte justo ahí —dijo Steve presintiendo lo que Danny diría—, si tienes algo malo que decir de su comida, te agradezco me lo digas en el auto ¿De acuerdo? Estuvo 6 semanas tomando clases de cocina y le romperás el corazón si dices algo malo ¿de acuerdo? Solo comételo y ya ¿Quieres?
—Dos cosas, la primera; te equivocas, porque de hecho me sorprende, esto está muy bueno, he probado la comida de Diane antes y sabe a comida para perro en comparación de esto. Y la segunda, me sorprende que no seas el primero en decir algo brutalmente honesto.
—No tengo que... La vi esforzarse por aprender a cocinar y además pensando en mi bienestar y al mismo tiempo en el tuyo (porque me dijo que le daría todas las recetas a Amber), además luego de la tercera semana la comida mejoró muchísimo, a esto que vez y comes ahora.
—Amor, sabes si granada... —iba a decir Diane, pero se detuvo al ver a Steve y Danny disfrutando de la comida—supongo que les gusto.
—Sorprendentemente esto es lo mejor que he probado en meses —dijo Danny.
—Me alegra que te gustara Danny.
—Y a mí que cocines. Ahora ¿De qué granada estabas hablando? —preguntó este sin dejar de comer.
—Oh, eso —dijo ella y se dirigió a Steve: —Amor, Granada está intentando comerse mis gardenias, primero es peligroso para él, y segundo no quiero que lo arruine, así que cuando salga, cierra la puerta del jardín por favor.
—¿Quién es granada? —pregunto Danny de nuevo.
—El gato que le regalé a Steve en navidad —respondió Diane con simpleza.
—¿Le pusieron al gato "Granada"?
—Si —contesto esta vez Steve—, a los dos nos gustó mucho el nombre.
—No sé porque me sorprendo —replico este comiendo nuevamente de su plato.
—Bien, yo debo irme porque debo recoger las invitaciones de la gala y mi vestido —dijo Diane y le dio un pequeño beso a Steve en la boca. Y luego se acercó y abrazo a Danny—, los veo en el cuartel. Recuerden no pasarse de listos, y también seguir las reglas ¿sí? O volverán a reposo. Ah, y por favor, llámenme cuando estén en el medico ¿De acuerdo?
—Ok —dijeron ambos al unísono.
—Los veo al rato, bye —se despidió saliendo de la cocina.
Steve y Danny estuvieron en silencio por un momento, hasta que la puerta sonó. Era la señal de que Diane ya se había ido.
—Ok, ya puedes decirme para que viene además del desayuno de Diane —dijo Danny.
—Quiero que antes de ir al cuartel pasemos por un centro comercial o una joyería, le compraré algo a Diane.
—¿Su cumpleaños no es en Agosto?
—No es para su cumpleaños. Voy a comprar un anillo, le propondré matrimonio —y Danny casi se ahoga con el jugo.
—¡¿Qué?! ¡¿Es enserio?!
—Si, muy enserio.
—¡Eso es genial! —dijo este sonriendo. —Es fantástico ¿Cuándo lo decidiste?
—Hace unas semanas, de hecho, creo que luego de salir del hospital. Pero estos meses han sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, y si así es la vida a su lado, pues me gustaría quedarme así... Por siempre.
—Eso es lo más cursi y ridículo que te he escuchado decir, pero me alegra muchísimo. Iremos a una joyería que conozco. ¡No puedo creerlo! —dijo este y le dio una palmada en el hombro riendo. —¿Qué haremos primero? ¿Vamos al médico o elegimos el anillo? Porque me interesan ambos.
—Primero a la joyería —respondió Steve—¿Crees que le deba comprar un anillo costoso con esas piedras enormes o algo que le guste más a ella? Es decir, su familia va a verlo, me preocupa que no esté a la altura de ellos, además que aun ni se cómo se va a tomar esto su tío, quien seguro aún está odiándome.
—Pues conociendo a Diane, yo que tú me iría por algo sencillo. Ya lo de que Jhon Brighton te odie es otra cosa que no hará que cambie con un anillo.
—Tienes razón...
—Me muero por estar ahí cuando el señor se entere —dijo Danny riendo, pero Steve le puso mala cara—¿Qué? Va a ser algo divertido, para mí lo será.
—¿Por qué seria divertido que la familia de la mujer con la que voy a casar me odie?
Pero este solo se encoge de hombros, y dice: —Pues John Brighton te odia, y es obvio que va haber mucha tensión. Quiero ver como te ganas a tu tío-suegro.
Steve lo miró de mala manera y le indico el camino a la salida mientras Danny solo reía al ver que Steve enserio estaba preocupado por agradarle a su futura familia política. Danny estaba realmente feliz por ambos, y aunque en el fondo también estaba un poco preocupado por toda la situación, desde pedirle matrimonio a Diane hasta lo de su familia, estaba seguro que después tantas cosas por las que habían pasado Diane y Steve, eso era lo mínimo.
Cuartel General Five-0
Después de buscar el anillo (Lo cual fue bastante sencillo, pues a Steve solo le tomó ver una caja del mostrador para saber que ese era el indicado) fueron a su cita mensual con el médico, donde al igual que un par de pequeños niños hicieron una carrera con sillas de ruedas, donde Kono y Lou eran sus porristas. Una vez ganada la carrera y visto el médico, volvieron por fin después de 6 meses al cuartel, era momento de volver a trabajar.
—No puedes llamarlo "victoria" si hiciste trampa Danny —dice Kono, quien junto a Danny, Steve y Lou caminaban a las oficinas del Cuartel.
—No hice trampa —responde este— ¿Quién dice que hice trampa? Hice exactamente lo que Steve habría hecho para ganar. Además, él estuvo empujándome todo el tiempo.
—¿En que parte del libro de reglas dice que no podía hacer eso? —replica Steve.
—No lo se —replica Danny de nuevo—, tal vez en la pagina que dice "Eres un idiota por desafiar a alguien a una carrera en silla de ruedas"
—Pues eres mas idiota al haber aceptado...
—Kono, se lo que intentas al crear este debate, y no vas a recuperar tu dinero —interviene Lou—. ¿Sabes qué, McGarrett? Pensé que al tener una experiencia cercana a la muerte y que Danny te haya dado parte de su hígado, te volverías más cercano el, pero ahora que eso se fue al diablo, lo resolveremos así, haz otra carrera en silla de ruedas la próxima vez que ambos estén en el hospital ¿Sí?
—Pues teniendo en cuenta que es Steve, estoy seguro que eso será pronto. Pero... Tengo la fe de que su matrimonio le haga tomar consciencia, es decir necesita llegar con vida a su boda.
—¡¿Qué?! —dijo Kono emocionada y miro a Steve y este solo miro a Danny serio—¿Te casarás?
—¿Es enserio? ¿Tu y la insufrible de Diane se casarán? —dijo Grover también.
—Gracias Danny por arruinarlo. —dijo Steve.
—¿Qué? ¿No pensabas decírselo al equipo? —replico este.
—Si, pero quería que Diane y yo lo hiciéramos, juntos.
—¡jefe felicidades! —dijo Kono obviando la pelea de Steve y Danny y le dio un abrazo al primero.
—¡Felicidades hombre! —dijo esta vez Lou y también se acercó abrazarle—Supongo que ella aun no lo sabe.
—No, aun no. Le propondré matrimonio esta noche —respondió Steve y abrió la puerta del cuartel ya casi dentro de las oficinas.
Steve quien les diría que quería hacer algo privado para ellos dos, se detuvo al ver que un cadáver estaba en la entrada. De inmediato todos desenfundaron sus armas, y mientras Steve y Danny se acercaban al cadáver; Lou y Kono revisaban las oficinas.
—Despejado —dice Kono.
—Despejado —secunda Grover.
Steve se agachó hasta el cuerpo el cual estaba boca abajo; y al voltearlo este tenía una nota pegada con el escrito "He sido un mal muchacho". Aquello impresionó un tanto al equipo ¿Cómo alguien se había atrevido a entrar a las instalaciones de Five-0, dejar un cadáver y de paso con una nota? Ya era momento que involucrar al resto de la HPD.
***
Hotel Hilton Hawaii Village, Honolulu.
—Diane que gusto verte —saludo Esther. Aquella psicóloga con la Diane había abierto el centro para cuidar de las victimas de trata de blanca de Javier Valdés.
—Hola Esther. Gracias a ti por invitarme —respondió Diane.
—¿Cómo esta Steve? —pregunto la señora.
—Pues hoy finalmente volvió a trabajar, esta mas que emocionado. Yo al contrario estoy un poco aterrada, se como es y pues me da pavor tener que pasar por lo que pase hace unos meses.
—Todo estará bien, ya lo veras. Seguro esta experiencia le hizo tomar consciencia sobre su vida —replico ella y le indico a Diane que se sentaran en uno de los muebles de la habitación de Esther.
—Eso espero, aunque lo dudo —respondió Diane con una pequeña risa.
—Ya verás que si ¿Cómo te preparas para esta noche? Tu noche.
—Dios... Lo dice de esa manera y me da un poco de nervios —responde Diane.
—A ver ¿Cómo es que un Marine tan condecorado tiene nervios de recibir otra condecoración?
—Bueno... Creo que son escenarios muy diferentes, tal vez... Es decir, yo no recuerdo muy bien como es que llegamos hasta aquí, pero supongo que nunca había hecho algo que realmente me llenara y me hiciera sentir en paz.
—Entonces te mereces ese reconocimiento —dijo la señora y le extendió unos sobres—. No me confirmaste si tu equipo vendría, de igual manera ahí están todas las invitaciones.
—La verdad olvide preguntarles y bueno, no sé si quisieran venir a un evento de esos, así que supongo que por eso lo ignore. De todas maneras, se las entregaré muchas gracias Esther.
—De nada, me alegro verte hoy. Nos vemos esta noche Diane —dijo ella y se acerco para darle un abrazo de despedida.
—Igualmente Esther, nos vemos en la noche.
Diane quien en el fondo estaba bastante emocionada por esa noche, también estaba un poco nerviosa, pero sabiendo que tendría a Steve a su lado tal vez no le prestaría mucha atención. Así que salió del hotel dispuesta a ir al cuartel, pues había recibido las fotos de lo que había encontrad Kono, Lou, Danny y Steve en el cuartel; sin embargo, aquellos planes parecían estar a punto de cambiar pronto, pues recibió un mensaje de Steve que la alertó.
Aquel mensaje que contenía básicamente "nada", la alertó tanto que comenzó a manejar tal y como lo haría Steve, afortunadamente ya toda la isla conocía los autos de los Five-0 por lo que rebasar autos era sencillo, ya que estos se hacían a un lado. Al llegar al lugar que indicaba el GPS, el carro rechino. Diane esperaba por alguna razón lo peor, pero era todo lo contrario, eran Steve y Danny recostados del auto separados (muy) uno del otro y evitando mirarse.
—Steve, Danny ¿Qué paso? ¿Están bien? —decía ella mirándolos esperando encontrar alguna herida o algo.
—Ni siquiera fuiste capaz de decirle algo para que no se asustara —dijo Danny negando con la cabeza—, eres un animal enserio.
—Ok... ¿Qué carajos está pasando aquí?
—¿Ves? —dice Danny de nuevo—Aquí es donde digo que eres desagradecido. Mírala, solo mírala Steve...
—¿De que hablas? —replico de mala gana Steve.
—Esta pálida, blanca como un papel...Le enviaste ese mensaje, y no le aclaraste lo que sucedía y llego aquí aterrada. Después de todo lo que tuvo que pasar con esto del ataque, tu vienes y la haces venir y no le dices que...
—¿Qué querías que dijera Danny? Que estabas peleando por enésima vez por tu pedazo de hígado, que está dentro de mí, y que a la fuerza quieres dominar. ¿Eso quería que le dijeras?
—Esto tiene que ser una maldita broma —dijo Diane respirando profundo.
—¿Dominarlo? ¡ESTOY CUIDANDOLO! ¡Pase 6 horas en una mesa de operaciones Steven! ¡Pude haber muerto!
—¡Por favor Danny no seas dramático!
—¡Oh Dramático! Ahora soy dramático...
Diane no necesitaba explicaciones, no necesitaba ni siquiera adivinar ya sabía de qué se trataba todo aquello, y aunque por un momento se tranquilizó por otro estaba que los amarraba a ambos a un árbol y hasta que no se pidieran disculpas no se irían. Pero sabia también, que aquello era inútil, una estupidez... Así que, sin decir más, se fue de nuevo hacia su auto.
—Diane —llamo Steve y ella volteo—, es por aquí. —dijo señalando el auto, y Diane lo entendió todo. Así que respiro profundo de nuevo y se subió al auto.
Durante un buen rato los tres estuvieron en silencio. La cara de Diane era de severa molestia, la de Danny era mas un "Mi culpa no es" y la Steve era como la de un pequeño niño que sabe que hizo algo mal y están a punto de reprenderlo.
—Lo siento —dijo Steve rompiendo el silencio y mirando a Diane.
Ella aparta la vista por un segundo del camino y lo mira...
—¿Qué es exactamente lo que sientes? Porque no me veo afectada por otra de sus típicas peleas —suelta ella—, mas bien estoy a nada de hacer algo que odio y es darle la razón a Danny...
—¿Qué? —dijo Danny acomodándose en su asiento de atrás y colocándose en medio de ambos.
—... Porque tuvo razón hace rato cuando hace rato te dijo que no te importaba nada de lo que había pasado, por ciertamente así actúas. No te importa todo lo que tuvimos que pasar...
—¿Es enserio? ¿De verdad estas diciéndome esto? —replicó Steve.
—¿Por qué? ¿¿No puedo o no debo? Porque las parejas tienen estas clases de conversaciones, sobre todo si una de las partes casi se muere junto a ti si algo llegaba a pasar. Pero si te molesta, entonces deberías reconsiderar si quieres seguir con esto.
Y como habían llegado a su destino (la casa de Anthony Hein el cuerpo que encontraron en el cuartel general), Diane estacionó, bajó del auto molesta y cerró la puerta tan duro que dejó a Steve y Danny paralizados dentro del auto.
—Sabes que es lo increíble de todo esto, que tu matrimonio ni siquiera empieza y ya lo llevaste a su primera crisis —dijo Danny palmeando el hombro de Steve—, eres fuera de serie amigo. Felicidades.
Y este fue el segundo en salir del auto.
Diane ni siquiera quiso preguntar que hacían exactamente en el lugar, sabía que tenía que ver con el caso en el que ya estaba trabajando Five-0 ya que le había llegado la alerta a su teléfono de lo que había pasado en el Cuartel: pero mientras seguía molesta, prefería no preguntar nada.
—La puerta la dejaron abierta —comentó Danny al abrir. —Claras señales de lucha... pudo haber sido asesinado aquí.
Los tres comenzaron a distribuirse por la casa para revisarla.
—Steve —llamo Diane.
—¿Sí?
—Tengo una bolsa de tintorería rota —respondió Diane.
—Danny tiene razón, esta es la escena principal del crimen.
—Este tipo, Hein, trabajaba en un lavado de autos, ¿verdad? ¿Por qué tiene un uniforme de hotel? —pregunta Diane.
—Pues supongo que tiene que ver con esto —dice Danny mostrando dos llaves de hotel—, son dos llaves del Palekaiko Resort and Spa, y este tiene sangre.
...
Palekaiko Resort & Spa, Waikiki.
Si el equipo quería respuestas era mas que obvio que tenían que buscarlas en el Palekaiko, por lo que al llegar, Steve llamo al resto del equipo, mientras Diane consultaba con el gerente sobre las llaves que habían encontrado en casa de Hein. Asi mismo intentaban que por lo momentos todo quedara dentro del equipo, ya que ese resort era un punto turístico importante en la isla y aquello podría revolucionar a las personas.
—Ok chicos, el gerente me confirma que las llaves si son del lugar —dice Diane para el Chin y Kono que venían llegando. Los cuatros comenzaron a caminar hasta el ascensor, donde una vez llegado al piso subieron los 5—, y estas habitaciones están ocupadas. Asi que nosotros revisaremos el piso 12 y ustedes el 21 ¿de acuerdo?
—Ok —respondieron Chin y Kono quienes se quedaron en el ascensor mientras Steve, Danny y Diane bajaban en el piso 12.
Al llegar a la habitación a donde pertenecía la llave la puerta estaba semiabierta, Steve se anunció varias veces, pero nadie respondió así que entraron. Desenfundaron sus armas, pero al entrar mas que cualquier peligro encontraron fue un par de cuerpos a los cuales les habían sacado los ojos.
—¿Por qué si esto esta empezando se esta poniendo tan mal? —dice Diane.
—Si, no parece ser un día tranquilo hoy —mencionó Danny.
Steve quien también estaba pesando igual que Danny y Diane, no sabia que ni decir. Por fortuna su teléfono comenzó a sonar sacándolo de su trance: era Chin.
—Chin ¿Qué tenemos? —dijo Steve y colocó el teléfono en altavoz.
—Tenemos dos cadáveres aquí y ambos les han sacado los ojos.
—Tenemos exactamente lo mismo aquí —dijo Diane.
—Anthony Hein es un asesino serial.
—Tal vez quien lo asesino a él, sabía que era un asesino serial antes que nosotros —concluyo Steve.
Con cuatro cuerpos, muchas pistas y hasta el asesino muerto, aquel caso comenzaba a ponerse más difícil de lo que Diane y Danny en un momento pensaron. De momento no querían alarmar a nadie, así que dejaron que el hotel siguiera sus actividades, solamente cerrando totalmente los pisos 12 y 21 para que CSI pudiera analizar las escenas. Mientras Diane coordinaba y dirigía al equipo de CSI y la HPD, llego hasta ella un grupo vestidos todos de traje negro rodeando a una mujer quien habían traspasado la barrera de seguridad que Diane había ordenado delimitar.
—¿Quién carajos es usted y porque pasa mi barrera de seguridad? —dijo Diane bastante molesta.
—Keiko Mahoe —dijo la señora de mediana estatura, rasgos asiáticos y piel morena—, candidata a la gobernación de Hawaii.
—Pues las elecciones son hasta la semana que viene, venga cuando gane y no interrumpa mi trabajo ¿de acuerdo? Contamina mi escena del crimen —replico Diane.
—Diane Brighton ¿no? —dijo la señora mirando a Diane como si intentara buscar pacientemente las próximas palabras que diría.
—Si, soy yo. Y si quiere hablar conmigo, le espero afuera.
—Si, ya me habían hablado de usted. Arrogante, un poco cínica y bastante grosera cuando quiere. Pero creo que se quedaron cortos con la descripción.
—Pues sí, tal vez faltan un par de virtudes más, y uno de mis defectos más grandes el cual es "no poseo paciencia'', ahora si me permite, debo volver a mi escena y usted abajo.
—Soy quien dirige el buro de turismo en la isla comandante —dice la señora y termina de entrar a la habitación. —Necesito hablar con Five-0 sobre este incidente.
—¿No podía empezar por ahí? —dice Diane rodando sus ojos y siguiendo a la señora quien caminaba hasta donde estaba Steve.
—comandante —saludo ella y este le devolvió el saludo con la mano—¿Estamos seguro de que estos asesinatos están conectados?
—Si señora son el mismo modus operandi —responde Steve y le muestra una foto de su celular de Anthony Hein— creemos que este hombre.
—¿Quién es el? —pregunto ella.
—Es el cuerpo que encontraron en el cuartel hasta mañana, supongo que esta enterada de ello.
—¿Es este tipo? —señaló la pantalla.
—Sí, señora. El laboratorio encontró rastros de la sangre de las cuatro víctimas en su ropa. No parece que ninguna de las parejas se conociera. No faltaron objetos de valor en ninguna de las escenas del crimen. Hasta ahora, todo apunta a que se trata de una serie.
—¿Por qué los ojos? —pregunto Mahoe.
—Creemos que es porque eran turistas —respondió esta vez Diane.
—Entonces, ¿este tipo asesinó a cuatro personas con días de diferencia en el mismo hotel y luego apareció muerto? ¿Qué está pasando aquí, comandante?
—No estamos seguros —respondió Diane. —Podría ser un justiciero, tal vez este tipo tenía un compañero que se volvió contra él, solo que... aún no lo sabemos.
—Tenemos que ocultar lo que pasó aquí a la prensa. Si las personas piensan que no pueden estar seguras en sus habitaciones de hotel, ponemos en peligro la única cosa de la que más depende esta isla —dice Mahoe y Steve y Diane se miran.
—Ehh... Yo creo que no —dice Diane—. Si cubrimos esto y otro turista es asesina, entonces ya no tendremos palabra para dirigirnos a la isla y pedirles que se protejan mientras nosotros también trabajamos.
—Comandante McGarrett, Comandante Brighton: el gobernador Denning me dijo dos cosas cuando le dije que me pondría en las elecciones de gobernador. Lo primero fue: "Nunca vayas a un evento sin dos copias de un discurso". Y lo segundo fue: "Nunca subestimes al grupo de trabajo Five-O". Por eso estoy aquí, para decirles que cuentan con todo mi apoyo. Así que hagan su trabajo y asegúrense de que esto no vuelva a suceder.
—Muy bonito el consejo, pero yo ya he pasado por dos gestiones de gobierno, y en ninguna de las dos ese "tienen mi apoyo termina bien" así que gracias, pero no —dijo Diane y Steve la miro tipo advirtiéndole que no hablara más.
—Pues le tocara confiar comandante —dijo Mahoe y salió de la habitación junto a su sequito.
—Pues la respuesta sigue siendo no —dice ella en voz baja.
—Diane...
—¿Qué? —replica ella—Por favor Steve, no vamos a caer en eso. Si es cierto que ella es la próxima en ser elegida gobernadora sabemos que esto es una prueba. No podemos confiar en ella.
—No es que confiemos, tal vez solo debamos seguirle la corriente igual trabaja para el buro de turismo de la isla, tenemos que darle respuestas.
—Trabajaré bajo mis términos, como siempre. No es como que me preocupe que me quitan la placa por millonésima vez —dice Diane rodando sus ojos y esta vez es ella quien sale de la habitación.
Steve sonrió y le siguió. Diane no tenía remedio.
Cuartel General Five-0
Chin y Kono habían ido hasta el laboratorio luego de que Fong les dijera lo que había encontrado en el celular de Hein quien había grabado los asesinatos del hotel y además las había enviado por correo a alguien. Además de ello, en el teléfono no solo estaban los asesinatos del hotel, sino que estaba un tercer asesinato, que también grabo, con la suerte de que Fong pudo aislar la acústica de las grabaciones y encontrar que fue hecha cerca de la playa de Ewa.
Así que sin pensarlo Chin y Kono fueron hasta la ubicación que pudieron sacar de las grabaciones y ahí encontraron dos cuerpos más. Parecía que este hombre en menos de una semana había hecho una masacre.
—Hablé con la empresa que alquila la casa. Las víctimas son Justin y Michelle Lowe —Explicaba Kono mientras en la pantalla se proyectaba un video que encontraron Chin y Kono en la casa donde encontraron los cuerpos.
—Dos turistas más —dice Steve.
—Sí, los forenses estiman que fueron asesinados hace cinco días, así que debemos suponer que fueron las primeras víctimas de Hein. —comenta Chin.
—Bien, a menos que haya dos cuerpos más por ahí —dice esta vez Danny.
—Dime que tienes algo —le dice Steve a Diane quien entraba a la sala después de haber estaba en el laboratorio mientras Kono y Chin y estaban en la casa de los Lowe.
—Estuve tratando de identificar a quien le enviaron esos correos, pero es bastante difícil y mi nerd de confianza no responde su teléfono —dijo Diane. —Sin embargo, con lo poco que se, pude darme cuenta de que el destinatario abrió la cuenta dos días antes del asesinato en la Playa de Ewa.
—Bueno, eso no es una coincidencia. Quien haya abierto esa cuenta estaba esperando esos correos electrónicos —dijo Kono.
—Odio cuando esto pasa, pero creo que tienes razón —le dice Danny a Steve—, Hein tiene un socio.
—Ok, y esto se pone peor —dice esta vez Grover quien viene entrando a la sala—Tengo a un periodista quien esta cubriendo la historia de lo que paso en el Palekaiko, así que tenemos que hacer algo pronto.
—¿Por qué habriamos de hacer algo? —dice Diane—No podemos mantener desinformadas a las personas.
—Diane —dice Steve—sabes que no podemos dejar que esto llegue a la prensa.
—¿Por qué? Porque la señora "No eres turista eres Ohana" no quiere por política. Steve tenemos un asesino serial muerto con un socio en las calles, esto es serio ok, estamos en pleno verano y las personas están llegando cada día a la isla a vacacionar, sino alertamos, esto se nos sale de las manos.
—Tienes razón, de acuerdo. La tienes —responde este— pero podemos manejar esto nosotros mientras conseguimos al socio de Hein, sabes que sí.
—odio cuando le tengo que dar la razón a ambos en mismo día, pero Diane tiene un punto —dice Danny.
—No se lo estoy quitando, solo digo que nos demos unas horas. Sabes que atraparemos a este tipo —dijo Steve. —Lo sabes...
—Ok, como sea —dice ella y su teléfono comienza a sonar: —Si, Brighton... Ujumm... ¡¿Qué?!... Voy para allá.
—¿Qué sucede? —pregunto Steve.
—Hay un cuerpo en mi auto —dijo Diane.
—¿Tu auto no está aquí abajo? —pregunta Grover.
—Exacto.
De inmediato todos entendieron y con sus armas desenfundadas bajaron hasta el estacionamiento del cuartel general. Al salir, todo parecía normal, las personas caminaban por el lugar como si nada, y lo que había eran dos oficiales de HPD custodiando el auto, pero para dejar un cuerpo dentro del auto de una Five-0 no habían hecho gran cosa.
Diane y el resto del equipo revisaron los alrededores tratando de conseguir algo, pero no consiguieron nada. De hecho, hasta la puerta del auto estaba cerrada...
Al cabo de media hora todo CSI estaba rodeando la escena al igual que la HPD.
—Esto ya es personal —dice Danny.
—¿Qué diablos está tratando de decirnos? —dice Steve.
—No lo sé, pero todos en esta isla saben quienes somos, y pudo haber sido al azar lo del auto, pero Danny tiene razón, esto es para nosotros. Primero el cuartel y ahora mi auto, es claro que algo quiere decirnos el socio de Hein, y por alguna razón creo que Hein no era la mente maestra de esto.
—No, no lo era —Dice Kono—, hay otra pieza de ajedrez en el cuerpo de la víctima.
—Y al menos tenemos sus huellas —dice Chin mostrando los resultados del scanner dactilar. —Su nombre es David Larsen
—Ok, denme 30 minutos ya vuelvo —dice Diane y se dirige a Steve—: las llaves de tu camioneta por favor.
—Ok, iremos todos —dice Danny y sin mas tanto el como Steve y hasta Grover siguieron a Diane.
Si algo sacaba de sus casillas a Diane era cuando uno de estos hombres se ponía creativo y comenzaba como una especie de indirectas muy directas. Podía llamarlo temor a que algo le pasara a uno de ellos, pero también era para ella una ofensa que se tomaba muy personal.
...
Las cosas en la casa de Larsen salieron peor de lo que pudieran pensar. Al llegar en la puerta había un escrito con tinta roja que decía "Bienvenido", pero lo que verdaderamente había puesto la situación peor era que en la casa de Larsen había un total de 8 cuerpos. Aquella noticia se esparció de tal manera que llego a todos los portales de noticias de la isla y hasta en el continente, por lo que pasaron de la casa de Larsen a la oficina de Mahoe directamente.
—Esta en todas las noticias —dijo está mirando a Diane como si estuviera reprendiendo a un niño que hizo algo mal.
—Si ya lo sé, se lo advertí, pero es normal que la gente de por aquí no me escuche mucho —contesto Diane con fastidio. —Ahí claramente dice que la HPD no da respuestas, y justamente eso es lo que hizo que en la siguiente noticia que puso dijeran que había turistas cancelando los vuelos.
—No quiero sarcasmos comandante —dijo la mujer— quiero respuestas.
—Pues bienvenida al equipo —replicó Diane y Steve respiro profundo. Se preguntaba si tal vez no le hubiese enviado ese mensaje y no hubiese puesto de mal humor, todo aquel carácter se habría podido evitar; pero rápidamente recordó que era Diane Brighton la que estaba así, y entendió que era solo ella siendo ella.
—¿Larsen y Hein trabajaban juntos? —pregunto Mahoe.
—Hasta el momento, no tenemos evidencia de eso. En este momento, lo único que los conecta es quien los mató y arrojó sus cuerpos en nuestro regazo —Contestó Steve.
—Comandante, ¿hay un justiciero suelto?
—Aún no estamos seguros... —respondió Steve
—Pero ambos asesinatos fueron ejecutados de la misma manera. Ambos asfixiados. Eso es un patrón, ¿verdad?
—Es correcto, y no descartamos que sea un asesino en serie, pero, aun hay mucho por estudiar.
—Dijeron que encontraron fotos en teléfono de Larsen ¿Qué hay de eso? —dijo ella y miro a Diane.
—David Larsen fotografió a las ocho víctimas antes y después de matarlas. Además, creemos que todas estas víctimas eran locales.
—¿Por qué tomaría fotografías? ¿Para su propia diversión?
—Es posible, basándonos en lo que hemos visto, este tipo podría ser un psicópata y en ocasiones estos ven el asesinar como un hobbies o diversión, no siempre son traumas y cosas del pasado; aunque no se descarta. Estas imágenes eran muy gráficas, al igual que las grabaciones de audio que hizo Anthony Lee Hein. Y al igual que Hein, creemos que Larsen estaba compartiendo estas imágenes con alguien, posiblemente la persona que lo mató.
—¿Pero no pueden estar seguro?
—No.
—Pero es seguro decir que tenemos un asesino en serie suelto que se dirige a personas como él. Y de alguna manera, está sobre ellos antes que nuestro maldito departamento de policía.
—Primero que todo, no me hable de esa manera —replico Diane—, y segundo creemos que estaba trabajando con estos hombres. Lo que explicaría cómo lo sabe.
—comandante, acabo de pasar las últimas tres horas con mi gabinete discutiendo poner una cuarentena en esta isla. Pero si hago eso, pasarán años antes de que la gente piense que es seguro volver aquí. Entonces, antes de que este lugar se arruine y ponga en miedo permanente a nuestros locales, haga por mí lo que hizo por el gobernador Denning, y haga que desaparezcan problemas como este.
—Pues lo haremos siempre y cuando nos deje trabajar en paz y sin querer ocultar nada. Primero no funciona y segundo detesto que me presionen —Respondió Diane y Mahoe solo la vio seria y le dio su mano.
Diane la estrecho dando a entender, que entre ambas a pesar de todo se estaban entendiendo, y Mahoe no intervendría más, y Diane junto al equipo trataría de resolver todo aquello.
De camino al cuartel Steve y Diane iban en silencio. Era inevitable para ambos no preocuparse por como el caso estaba escalando y la presión que había, incluso con Diane tratando de disiparla a la fuerza imponiendo su carácter.
—Creo que mejor no hubiésemos quedado en casa otra semana mas —dijo Steve para romper aquel silencio y Diane sonrió. Ya hasta se le había olvidado que estaba molesta con él.
—Ni que lo digas —respondió ella.
—Lamento lo que paso hasta mañana con Danny, no creí que fuera afectarte. —dijo Steve y Diane le miro y suspiro.
—No estaba realmente molesta, solo que enserio me asuste. No tienes idea de lo que fue verte ahí; a ti a Danny con sus vidas pendiendo de un hilo. De verdad que son pocas las veces en donde puedo sentir que realmente he sentido miedo, y esa fue una de ellas. Y cuando supe de todo eso, me aterré. No quiero pasar por eso de nuevo, y tampoco que tu o Danny lo pasen, quiero que te tomes esto enserio Steve.
—Lo sé... Lo sé, y lo lamento enserio. Pero tu yo volvimos a esto porque consideramos que era el momento...
—Con sus restricciones Steve, con sus restricciones... No puedes manejar y como un lunático y lo sabes, tampoco puedes hacer grandes esfuerzos, todo eso quiero que lo cumplas a cabalidad ¿Estamos?
—Ok, ok... Mandona —dijo este con diversión.
—Te amo —le dijo ella riendo y tomo su mano para darle un pequeño beso que sin duda enterneció de tal manera a Steve que sintió aquellos nervios o emoción de saber que ella era la persona con la que quería pasar el resto de sus días.
—Te amo —dijo el de vuelta.
Cuartel General Five-0
—Hey, justo a tiempo —dice Danny al ver llegar a Steve y Diane. —Jerry tiene algo sobre esas piezas de marfil.
—Díganme que es algo que nos ayude avanzar, me siento en mismo lugar desde que fuimos al Palekaiko —dice Diane.
—Después de mucho investigar, llegué a la conclusión de que esas tallas están modeladas a partir de piezas de ajedrez del siglo XI. Peones, para ser exactos —explica Jerry
—¿Ajedrez? —comenta Steve.
—Quizás quien asesino a Hein y Larsen piensa que esto es un juego —interviene Lou.
—O de alguna manera estaba usando a estos hombres para comerte estos asesinatos —secunda Kono. —Tal vez los considero instrumentos, sus peones.
—Exacto y después de que cumplieron con su objetivo se deshizo de ellos —dice Chin.
—Sostén eso que dijiste —dice Jerry: — Hay más. En el curso de mi investigación, encontré un caso abierto de hace ocho años. Una joven pareja de Kahala, Steve y Marissa Blake, desaparecieron, junto con varios artículos de alto precio, incluido un juego de ajedrez de marfil de morsa del siglo XI. ¿Les parecer familiar?
—Sí, esos son idénticos a los que recuperamos —responde Chin.
—¿Algún sospechoso en este caso? —pregunta Diane
—Uno, Pierre Shaw, 32 años. Recientemente en libertad condicional por posesión de bienes robados. —contesta Jerry al tiempo que les da la dirección actual del sujeto.
—Dios mío necesito que esto funcione —dice Diane y junto a ella el resto del equipo se dispersa para buscar sus armas y chalecos.
El sospechoso vivía en un conjunto residencial en el centro de Oahu, por lo que llegar solo les tomo unos minutos. Steve, Danny fueron con Shaw, mientras Chin, Kono y Lou rodeaban la zona.
—Ah caray, circuito cerrado —dice Diane señalando la cámara que estaba en toda la puerta del apartamento de Shaw.
Steve comenzó a tocar varias veces, pero no había respuesta, fue hasta un par de toques más que este abrió.
—¿Cómo puedo ayudarlos? —dijo este al abrir la puerta.
—Five-0 Señor Shaw, queremos hacerle un par de preguntas —dijo Danny.
—No creo que sea buen momento —dijo el hombre—estoy a punto de salir.
—No nos tomara mucho tiempo, no se preocupe —dijo Danny de nuevo.
—Solo serán un par de preguntas —dijo esta vez Diane.
—de verdad estoy un poco apurado ¿No podríamos hacer esto más tarde?
—Las condiciones de su libertad condicional nos permiten pasar cuando queramos. Queremos pasar ahora mismo. ¿Eso va a ser un problema? —dice Steve y Diane sin siquiera mirar pasa a su lado y abre la puerta con un empujón haciéndolo a un lado.
—No.
—Gracias —dice Danny.
—¿Alguien más aquí además de ti? —pregunta Diane.
—No, señor, vivo solo. Miren, realmente no sé por qué están aquí. He estado limpio desde que salí.
—Steven y Marissa Blake. Una pareja joven que desapareció hace unos ocho años. Eras sospechoso en el caso. —Dice Steve
—Sí es cierto —responde Shaw sonriendo como si recordara una loca anécdota— HPD me acusó de robarlos y hacerlos desaparecer. Pero fue una mierda, y nunca encontraron cuerpos ni ninguna de las cosas que desaparecieron, así que...
—Sí, hasta ahora —dice Danny y saca su teléfono celular y le muestra una imagen.
—Sí, una de las cosas que desaparecieron fue un juego de ajedrez de marfil. Y ahí mismo está una de las piezas.
—¡Alguien! —se escuchó un grito— ¡Ayuda! ¡Estoy aquí!
De inmediato Danny y Diane corrieron hacia donde se escucho el grito, mientras que Shaw corría hacia el balcón del departamento y Steve iba detrás de él.
—¡No! Yo lo hare —dijo Diane al ver que Danny pretendía derribar la puerta.
—¿Estás bien? Bien, Hey—intentaba Danny calmar a una joven mujer que tenía Shaw cautiva—. Estás a salvo, ¿de acuerdo? Estás seguro soy con Five-O. Todo estará bien. Voy a sacarte de aquí, ¿de acuerdo?
Diane escucho unos vidrios romperse por lo que su instinto se activó, Steve está en persecución detrás del sospechoso.
—Danny llamare refuerzos, quédate con ella —Dijo Diane y salió de la habitación.
Al salir a la sala donde previamente estaban vio que la ventana que daba al balcón estaba hecha pedazos, salió por ella y vio que por las barandas estaba Steve escalando para bajar a la par de Shaw.
—¡Con un carajo! ¡Steve! ¡¿Es enserio?! —grito, pero Steve ni la miro.
De la furia Diane tampoco lo pensó, y se fue de la misma manera que Steve, la diferencia es que estos ya llevaban mucha ventaja.
—¡Shaw esta escapando! —aviso Steve por el comunicador.
—Copiado —dijo Chin y también se puso en la marcha.
—Lou, Kono cruzo la calle hacia la avenida 34 —aviso Diane quien pudo ver como este corría y al mismo tiempo Steve aterrizaba en el suelo.
—¡copiado! —respondió Grover.
Un minuto después estaba Diane aterrizando en el mismo lugar, pero ya Steve, junto a Chin estaba en persecución de Shaw.
—Chin tu rodéalo, yo iré con Steve —ordeno Diane.
—Entendido —dijo Chin y se dio la vuelta para ir por otra calle.
De nuevo Diane intentaba seguirle el paso a Steve y a Shaw pero esta vez los dos decidieron a plena avenida y ver como Steve esquivaba, saltaba y hasta se subia en los autos en movimientos, le dio a Diane una especie de miedo paralizante, que lo único que hizo fue ver hasta ambos se perdieron de vista.
Un momento después despertó y continuo con la carrera pues Danny comenzó hablar por el comunicador.
—Diane ¿Por qué si Chin y Steve van detrás del sospechoso tu decidiste dejarme aquí con la victima e irte tras él? ¡Gracias! —dijo Danny a través del comunicador.
—¿Quién te dijo que voy detrás del sospechoso? Voy detrás de Steve, juro que cuando lo alcance le voy a sacar la mitad de tu hígado y te lo devolveré, lo juro —contestó Diane mientras corría.
—Ok, no diré que no a eso. Me gusta la idea...
Mientras Steve corría detrás del sospechoso, y cada vez estaba más cerca de atraparlo, así como Diane de Steve, Chin intentaba tomarles el ritmo, pero de pronto la persecución paso de ser en las calles, a ser en lo más alto de los edificios residenciales de Oahu. Steve sin pensarlo saltaba cada techo y cada baranda que podía, Diane sin siquiera darse cuenta lo había estado haciendo de tal manera que un momento el sospechoso salto desde la terraza de un edificio, hacia la terraza de otro edificio mucho más bajo, y así como saltó Steve, saltó ella.
El sospechoso logro seguir corriendo, pero Steve al caer se había golpeado de tal manera que se abrió una herida en el pecho. Diane quien al igual que Steve callo un poco mal pudo recomponerse más rápido y fue hasta el para ayudarle.
—Ay no, no no... —decía ella mirando como la sangre se hacía en su camisa clara y Steve comenzaba a quejarse. —Habla Diane Brighton de Five-0 necesito una ambulancia en el 38 de Weioli.
—Esta bien, estoy bien cariño —decía Steve.
—Estas sangrando Steve —dijo Diane casi en un hilo de voz tratando de ayudarle a levantar.
Poco a poco bajaron de la terraza donde estaban. Al llegar la ambulancia ya estaba afuera.
—Cayo como de unos 5 o 6 metros, no creo que tenga fractura, pero hace 6 meses tuvo un trasplante de hígado —explicaba Diane a los paramédicos.
—Muy bien comandante, no se preocupe ahora estará con nosotros —le dijo uno de los paramédicos y a ella no le quedo de otra que quedarse a un lado mientras él era atendido.
Shaw había escapado hacia el Hotel Pua Lei. Así que mientras Diane estaba con Steve, Danny buscaba un cambio para Steve; Chin, Kono y Lou estaban a la captura de Shaw. No tomo mucho para que todo el perímetro estuviera cercado por la HPD y SWAT.
—Es solo una pequeña herida, pero si debería mantener el reposo, no creo que con 6 meses de post operatorio sea conveniente este tipo de actividades —le dijo el paramédico a Diane.
—Bueno si conoce otro idioma que usted domine, aparte del inglés y que puede hacerle entender, seria genial, porque el no escucha —dijo Diane.
—Estoy bien, lo juro —dijo Steve y Diane respiro profundo.
—¿Cómo esta? —pregunto esta vez Danny quien traía en su mano, el cambio que había pedido Steve.
—Sinceramente yo ya no quiero seguir hablando de esto —dijo Diane.
—Diane... —Intento decir Steve, pero ella simplemente se dio la vuelta y entró al hotel donde estaba el resto del equipo coordinando la captura de Shaw.
—¿Por qué no la escuchas ah? ¿Por qué tiene razón? ¿Por eso? —dijo Danny.
—Estoy bien, lo juro. Estoy bien —dijo Steve colocándose la camisa que la había entregado Danny.
—Oh estas bien, ya se... eso es lo que colocare en tu lapida "Dijo que estaba bien. Pero estaba equivocado" ¿Qué es lo que pasa contigo?
—Danny escucha... Te amo —dijo Steve.
—También te amo ¿Y entonces?
—Solo dame un respiro ¿Sí? ¿Puedes darme un respiro? Tu y Diane últimamente están al borde de la locura con todo esto y la verdad lo aprecio, pero...
—Pero... Ok, vale, me hare a un lado. Y le diré lo mismo a Diane. Si quiere morir no tengo problemas con ello, no diré que no me afectará, obvio que sí, pero al menos piensa en que si te mueres, ella estará devastada y tus planes de boda no existirán ¿Si? Pero está bien, me iré.
—No es que quiera morir Danny...
No. Porque es lo que parece... Porque parece que, durante los últimos cinco, seis años, ese... ese ha sido el objetivo.
—Una vez más, creo que estás siendo un poco dramático —replico Steve.
—Bueno. ¿Sabes qué? Olvídalo. Buena suerte. ¡Buena suerte! —Y molesto se dio la vuelta.
—Oye, oye, espera. Espera, espera... —pidió Steve tratando de calmar esta vez a Danny.
—¿Esperar para qué? ¿Qué quieres?
—Danny...
—¿Qué? —volteo este molesto.
—Gracias. —dijo Steve tratando de hacerle entender que si estaba agradecido por lo que había hecho.
—De nada.
Pero aquella charla no llegaría a mucho, pues del hotel venían saliendo Chin, Kono, Lou y Diane.
—Muy bien, el edificio es seguro y está cerrado —dijo Kono—. Vamos a entrar
—Muy bien, ¿dónde está mi chaleco? —dijo Steve y Diane de nuevo sin poderlo creer lo miro de mala manera y se alejó del grupo.
—¿Qué quieres decir con dónde está tu chaleco? ¿A dónde vas? —pregunto Danny
—¿A dónde voy? Voy a cruzar la calle por un capuchino... ¿A dónde voy? ¿Dónde piensas que voy? —dijo Steve colocándose su chaleco antibalas
—¿Qué hay de la charla que acabamos de tener?
—Fue una charla muy agradable, y quise decir todo lo que dije. No dije que me iba a retirar.
—Eres un idiota, enserio... He terminado aquí y contigo —dijo Danny y al igual que Diane quería alejarse del grupo
—Espera, espera, espera... Espera un segundo. Antes de abrocharse el cinturón, escuche. Tenemos más que suficientes hombres aquí Steve, Diane y Danny tienen razón. —dice Grover tratando de alivianar la situación.
—¿Sabes qué? Ahórrate el aliento, porque está decidido a que mi noble sacrificio sea en vano ¿Y sabes qué? Si necesitas los órganos de alguien más, habla con Chin, porque yo no quiero hablar más contigo.
El equipo se distribuyó por todo el hotel con el fin de rodear a Shaw y por fin atraparlo.
—Ok todo el mundo, tengo ojos en cada piso —dijo Kono al comunicador desde el cuarto de cámaras del hotel.
—Tengo a todos mis oficiales chequeando todo el lugar —le dijo Duke a Kono—han estado revisando los ascensores y desde el piso 17 no responden al llamado.
Kono reviso el ascensor, pero estaba vacío.
—¿Cuál fue el último ascensor en el que estuvo?
—17 —respondió Duke.
—Chin, revisa el elevador de servicio en el piso 17 —le dice Kono desde el comunicador.
—Esta subiendo por el techo del elevador del piso 17—dijo Chin y Steve, Danny y Diane corrieron hasta allá.
Al salir de las escaleras de servicio, Steve y Shaw se encontraron de frente, obviamente este al verlo salió corriendo y Steve detrás de él.
—Esto parece una maldita pesadilla —dijo Diane quien también se les unió y detrás de ella Danny.
El hombre quiso tomar la segunda escalera de servicio, pero por ahí venia llegando Chin, así que se devolvió y aunque Steve estuvo muy cerca de él, al estar en los últimos pisos consiguió irse hacia la terraza de este.
Y de nuevo estaban absolutamente todos detrás de él y de Steve.
El helicóptero de la HPD pasaba cerca, toda la isla estaba frente a ellos, y al ver las intenciones de Shaw Diane sintió unos escalofríos al pensar que Steve también haría lo mismo, lanzarse hasta el edificio de enfrente con tal de atraparlo.
—Danny... —intento decir mientras corría. Casi como una suplica de que hiciera algo.
—¡Steve no lo hagas! —grito Danny al ver que Shaw ya se había lanzado y Steve estaba a solo metros de él.
Steve se había detenido y vio como Shaw quien parecía caer perfectamente hacia el edifico de enfrente resbalo y termino en la terraza del mismo edificio unos metros abajo. Danny quien venia detrás el, intento decirle algo, pero simplemente no pudo, por su cabeza pasaban mil cosas.
Diane ni siquiera quiso quedarse a ver, simplemente al ver que todo había terminado se dio la vuelta y bajó.
Cuando el equipo finalmente estuvo abajo para cerrar el caso y que el resto se hiciera cargo del cuerpo, Steve se dio cuenta que Diane ni siquiera estaba en el lugar.
—Creo que después de este día nos merecemos un par de cervezas ¿Qué dicen? —propone Kono.
—Definitivamente estoy dentro —dice Lou y Chin.
—¿ustedes vienen? ¿Y Diane?
—Mmm... Pues nosotros no podemos beber y Diane pues debe estar furiosa, asi que no creo que quiera —dijo Steve.
—Oh, y hablando de eso, supongo que ya arruinaste tu propuesta de matrimonio, porque ella esta furiosa contigo y no vi que reservaste un lugar ni hiciste nada lindo para proponérselo.
—¿Te vas a casar con Diane? —dijo Chin sorprendido, pues aun no sabia de aquella propuesta— ¡felicidades! Aunque...
—No se preocupen —dijo Steve—, sé que ella está molesta, pero lo arreglaré. No dejen de ir esta noche a la gala de beneficencia por favor, seguro le gustara verlos ahí.
—Oh si —dijo Grover— Ella nos entregó las invitaciones. Por supuesto que sí, ahí estaremos.
...
Hotel Hilton Hawaian Village, Waikiki.
En medio de su molestia o quizás pánico, aun no lo definía, Diane decidió que mientras se arreglaba para la gala lo haría en su casa en Kahala, así que luego de estar lista, ni siquiera le aviso a Steve, sino que ella misma manejo hasta el lugar.
Al llegar aún no había nadie del equipo, esperaba que se les olvidara o algo por estilo, por el momento, Five-0 era algo en lo que no quería pensar... Y no era nada personal, es que quería disfrazar aquel mal momento que paso con el "divertirse" en la gala. Durante un rato estuvo hablando con Esther y luego con un par de invitados que este le presento, hasta que estos se dispersaron y ella aprovecho para acercarse al bufete y tomar un copa.
—Estas preciosa esta noche—dijo una voz conocida.
—Gracias —respondió ella y son poderlo evitar sonrió.
—Se que estas molesta, lo entiendo, pero hemos hablado de esta noche por dos semanas y prometí estar aquí para apoyarte —Dijo Steve previendo un posible regaño.
—Gracias por venir —dijo ella.
Diane fue anunciada para entregarle el reconocimiento que le había dicho previamente Esther y aunque se había preparado para ello cientos de veces, no podía negar que ver a Steve ahí le dio un poco de tranquilidad. Y es que si había algo por lo que Diane estaba realmente molesta era por el hecho de que se había vuelto tan vulnerable ante Steve, y saber que en algún momento pueda perderle hace que la arrope una especie de pánico que lo único que le permite es huir.
—...Un aplauso para ella —decía Esther al micrófono y procedió a entregarle una especie de gota transparente que era el reconocimiento.
—¡Guau! —intentaba decir Diane entre sus nervios—es la primera vez que me dan uno de estos y no estoy bajo el sol, a 37 grados y con un montón de militares alrededor —y el público soltó una pequeña carcajada—. Hace días le decía a Esther que no me sentía realmente merecedora de esto, pues creo que no es mucho mi aporte. Sin embargo, mi trabajo, es lo que me llevo aquí, y aunque este trabajo, mi trabajo... el que tanto adoro a veces me pone las pruebas más difíciles del mundo y puedo ver las cosas mas horribles que existen; me di cuenta que si puedo brindarles seguridad a las personas o a mi país como lo hice en un tiempo pues tal vez si estoy haciendo algo bien y tal vez sea merecedora de esto... Así que gracias Esther por esto, es una motivación para seguir haciéndolo bien.
Los aplausos se soltaron y mientras ella iba bajando del pódium, pudo darse cuenta que todo el equipo también estaba ahí aplaudiéndole.
—Gracias por venir —les decía ella mientras cada uno iba dándole un abrazo de felicitaciones.
—Esta bien, nos encantan las fiestas —dijo Lou.
—No mencionaste mi nombre como tu mayor inspiración —dijo Danny.
—Lo siento improvise ese discurso —respondió ella.
—No es cierto —replico Steve—, lo ensayo como 4 veces en casa.
Y Danny fingió hacer una cara de ofensa lo que soltó las risas en el grupo.
—Al menos seguro lo intento —dijo Chin.
—No jamás lo hizo —volvió hablar Steve y todos continuaron riendo.
Luego de cenar y mas bromas el algunos se levantaron a bailar, entre esos Steve y Diane, quienes como siempre no sabían exactamente lo que hacían, pero se divertían intentándolo.
—Lo siento —le dijo Steve a Diane cuando en medio de una vuelta la atrajo hacia él.
—Mmm ¿Qué tan real ese ese "lo siento''? —objetó ella.
—Muy real tanto que me tomare unos días.
—Mmjumm —y Diane levanto la ceja, aun no le creía.
—No me veas así, es cierto... Mira, se que lo de hoy fue demasiado y tanto tu como Danny tienen razón, un poco dramáticos —y Diane alzo la ceja—, pero tienen razón. Así que hare lo que me piden. Intención no es preocuparlos, pero ambos deben saber que tarde o temprano voy a volver y tu mas que nadie debes saberlo porque es algo que tu haría...
—Ok, entonces estas usando mis actuaciones previas para escudarte en futuras acciones como las de hoy ¿Es eso?
—No, claro que no —dijo Steve riendo—es solo para que vayan haciéndose la idea.
—Mmm... —y Steve volvió a reír y se acerco a ella para besarla. Diane ni siquiera intento quitarse, en el fondo estar molesta con Steve era algo que dejo de disfrutar hace mucho tiempo. —Ahora vamos a casa, quiero estar a solas contigo.
...
—Oye... Oye —intentaba decir Diane en medio de los besos de Steve—, este vestido es jodidamente incomodo, quiero quitármelo ¿Te veo en la habitación?
—Mmm, no... mejor yo te ayudo —dijo este y volvió a besarla.
Juntos subieron a la habitación pero por mas que quisieron hacer un momento sexy quitando el vestido, este era demasiado engorroso, asi que ambos fueron al bano y con la ayuda de un prendedor pudiero bajar el cierre.
Mientras Steve seguía con aquel engorroso cierre, Diane iba quitándose la joyeria.
—Diane... —Dijo Steve.
—Si...
—¿Te casas conmigo? —pregunto Steve sin aun dejar de bajar el cierre.
Diane por un momento se quedo inmóvil y miro al espejo que estaba frente a ella buscando la mirada de Steve, y este al sentir ese silencio subio la mirada y la vio atraves del espejo.
—¿Te casas conmigo? —repitió sacando la caja que contenía el anillo y colocándola a su lado.
Diane volteo y sin siquiera ella esperarlo un par de lagrimas brotaron de sus ojos.
Steve tomo su mano, abrió la caja y la miro nuevamente...
—Por supuesto —dijo ella y se lanzo a sus brazos.
Y aquel montón de sensaciones que por momentos detestaba, aquella vulnerabilidad estaba ahí, haciendo de ella un montón de lágrimas de felicidad, algo que no le pasaba desde hacía mucho tiempo.
Steve coloco el anillo en sus manos, y luego le beso.
—Te amo —le dijo.
—Te amo —dijo ella de vuelta—quiero decir más, pero no estoy pesando con claridad.
—Todo lo que necesitaba saber u oír de ti lo supe y lo sentí cuando ese día desperté en el hospital y lo primero que vi fue a ti. No hay más que decir.
¡¡¡Alohaaaa!!! ¿Cómo están?
Ustedes no me van a creer, pero soy un mar de lagrimas escribiendo esto. Se que no es la propuesta de matrimonio soñada, pero siento que es tan Steve y tan Diane. Y pase anos decidiendo como seria este momento, y este es el que me llena el corazón porqué Steve y Diane han construido una relación de ellos y para ellos, y aunque hubiese sido lindo ver al equipo ahí, quería que ese momento fuese de ellos dos. Así que espero que les emocione tanto como a mí, y sino pues al menos emociónense porqué eso dos por fin estarán juntos hasta que la muerte los separe.
Los quiero mucho, como siempre. Disculpen la perdida, pero es que enserio esta vida de adultez es espantosa.
Como siempre...
Mahalo por leer :*
Con Amor D.A Blaez
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