Capitulo 24. Kuka'awale
Unas semanas después de lo ocurrido con Steve, todo parecía volver a la normalidad, tanto que justamente Steve y Danny estaban viendo llegar a Diane —algo tarde— a la consulta de la Dra. Carlín.
—Es tarde cosita —dice Danny.
—Sí, lo sé. Es que no quería venir —respondió ella con ironía— ¿Se acuerdan de lo que hablamos no?
—Sí, absolutamente —contesta Steve.
—Bien me alegra mucho, ahora pretendamos que nos llevamos de maravilla, ustedes dos se entienden y yo soy el pegamento que une esto. Andando.
—Adoro cuando está optimista —dice Danny.
—Sí, me pregunto cuánto le durara —Dice Steve mientras ve a Diane entrar bastante entusiasmada al consultorio de la Dra. Carlin.
Iban al menos unos 30mins de la terapia cuando la Dra. Carlín hizo que Danny y Steve hicieran un ejercicio donde se supone que deben expresar lo que sienten. Primero había sido Diane y quien sin pretender engañar a la doctora lo había hecho bien. Y es que a pesar de todo, Diane no tiene casi nada negativo que decir de Danny o de Steve; más allá de que uno es intensamente sobre protector y el otro un controlador que en cuatro paredes era la persona más dulce del mundo; claro, eso ultimo era privado y no lo comento más que un "...Steve suele ser amable con Danny en el 90% de las veces cuando este no está siendo sarcástico e irónico", por lo que la Dra. Carlín lo tomo como algo bueno y paso a Steve y Danny.
—Daniel —le decía Steve a Danny mirándole a los ojos— a veces siento que podrías ser un... Uh... poco, de hecho demasiado sensible.
—Ok, entiendo —contesta Danny a quien se le notaba a leguas que el comentario no le cayó bien pero estaba siguiendo la corriente, pero sobretodo porque podía sentir a Diane mirándole intensamente, para que este fingiera que todo estaba bien— ¿Por qué te sientes así?
—No lo sé —responde Steve de lo más natural. Algo bueno—, es tu forma de ser; siempre tomas el comentario más inocente y lo conviertes en un insulto personal. Es extremadamente molesto.
—Lenguaje positivo Comandante —reprendió la Dra. Carlín.
Pero que mier... ¡Maldición! —pensaba Diane.
Sin duda aquel comentario de Steve iba arruinarlo todo.
—Vale, lo siento —dijo Steve intentando disculparse—, cuando... Cuando tú haces eso, es...lo contrario de agradable para mi ¿así está bien?
Juro por mi vida, que lo voy a picar en pedacitos y voy a ir a Kilauea a dejar sus restos para que nadie los encuentre nunca.
Diane ya empezaba a molestarse y podía notarse.
—Bien, de acuerdo... La razón por la que piensas que soy sensible, es porque soy una persona real...
Y tú lo vas acompañar...
—...Es decir, tengo sentimiento. No soy un animal, o un robot —repuso Danny.
—Mantenga el: escuchar atentamente Detective Williams —regañó de nuevo la Dra. Carlin—, no se desvíe.
—Ok... Aguarde, esto es estúpido —dijo Steve y esta vez Diane solo respiro profundo—, Lo siento, de verdad pero ¿Podemos avanzar?
— Señores, —respondió la Dra. Carlin— cuando realicé su auditoría psicológica hace unos meses, accedieron a verme y a compartir su progreso. Francamente, hasta ahora no he visto ninguno —Y Diane miro furiosa a Steve y Danny—, tranquilícese Comandante Brighton ., ya fingió estar tranquila lo suficiente.
Pero Diane solo negó con la cabeza algo frustrada, era obvio que seguirían en terapia.
—Por lo que todo esto me lleva a preguntarme si deberían venir aquí más regularmente —dice la Doctora.
—Aguarde... Lamento si le di esa impresión, pero las cosas han estado mejorando ¿cierto? —dice Steve y mira a Danny y Diane asintió emocionada, aun había esperanza.
—Sí, así es. No hemos estado llevando mucho mejor —secunda Danny.
—Puedo confirmar que así es —dice Diane.
—Vaya, hasta que hablo de nuevo Comandante —Dice la Dra. Carlín.
—Es que es cierto. Dile Danny como ha progresado con lo del control ¿No es así Steve? —Dice ella pero Steve la mira con cierta cara de confusión, y Diane pide al cielo que siga la corriente.
Para Steve aquello era extraño, pues jamás había escuchado a Diane decirle que era controlador, aunque esta lo pensara, jamás se lo dijo.
—Así es —interviene Danny— hemos estado peleando mucho menos, nos comunicamos mas
—Así es —afirma Steve.
— ¿Podría decirme el porqué de ese repentino avance? —pregunto la Dra. Carlín.
Y aquella pregunta llego al grupo como cuando al fin descubren la travesura. Steve no sabía que responder, por lo que miro enseguida a Danny y este tomo la palabra.
—Si le soy honesto creo que Steve está haciendo un excelente trabajo, increíble de hecho con esto del control. —Y al igual que Danny aquel comentario exploto en Steve solo que intento disimularlo exhalando fuertemente.
—Oh, miren ¿Quién es el sensible ahora? —Dijo Danny con algo de burla, sabía que aquel comentario era como una espina, su idea era hacerlo molestar, tanto como él lo hizo con lo de "sensible".
— ¿Dije algo? ¿Dije algo? —y miro a Diane y esta negó con la cabeza y miro a Danny para que dejara pasar—No he dicho nada.
—No, no... No dijiste nada —dijo Danny. No, no iba a dejarlo pasar y fue Diane la que exhalo fuertemente esa vez— ¿Por qué habrías de decir algo? ¿Por qué hablar en inglés y decir algo cuando puedes expresarlo exhalando por tu nariz y tu boca? ¿Verdad?
Los voy asesinar a los dos, lo juro.
—Todo esto me hace pensar que no está de acuerdo con lo que dice el detective Williams ¿Cierto Comandante? —dice la Dra. Carlín.
— Vale, en realidad, ¿sabes qué? —Dijo Steve— Esta es la verdadera razón por la que nos llevamos tan bien ahora, es porque decidí no escucharle más.
— ¿Podemos volver al tema del control? —dice Danny.
—No, no hablemos de otra cosa —dijo Diane—, Steve no está de acuerdo con Danny porque él sabe que es real. Como también sabe el Detective Williams que Steve tiene razón, y que siguen en este círculo, solo porque ninguno quiere dar su brazo a torcer, y decir "ok, lo lamento". Porque creen que es muy divertido verles como una pareja en su estado más crítico, eso sucede.
—Creo que ahora si nos estamos entendiendo —Dijo la Dra. Carlín y Steve y Danny seguían atónitos por la respuesta de Diane.
—Oh ¿te parece que soy demasiado sensible Diane? —replica Danny.
—Y al parecer yo soy un controlador —dijo Steve con un poco de ironía y Diane le miro molesta.
—No Danny, lo que me parece es que aun después de tantos años, no has entendido que Steve simplemente no tiene filtros, y si no lo entiendes entonces no avanzaremos en esta estúpida cosa. Lo siento —Dijo Diane pero la Dra. Carlín estaba más que emocionada por lograr que Diane dijera lo que realmente pensaba de Steve
—Y tú —se dirigió a Steve—, deberías ser un poco más comprensivo con Danny, es obvio que el sí está conectado con sus emociones y eso no lo hace "sensible", así lucen las personas que deciden exteriorizar lo que sienten; y no está mal. Es solo una persona.
—Te he dicho lo que siento por ti —y aquella frase dejo mudos a todos en la sala.
—Aguarden un segundo ¿ustedes dos están saliendo? —pregunto la Dra. Carlin.
—Sí, lo están —respondió Danny—, y cabe destacar que decidieron ocultármelo.
—Tú nos pediste que no nos mezcláramos, y por eso lo hicimos —replico Diane.
—Ok, ok... Basta señores —pidió la Doctora— de nuevo les recuerdo que la idea de esta terapia es que seamos completamente honesto señores. Por lo que me habría gustado que ambos me informaran de esto, pues una relación puede también afectar la dinámica laboral.
—Nah, ya lo han hecho antes, y no termino bien, pero tengo fe de esta vez sí —dijo Danny.
—Entiendo —dijo la Dra. Carlin anotando en su libreta. — su hora ya termino, sin embargo seguiremos discutiendo algunos puntos, en la siguiente sesión.
—Ok, ok... Espere, espere ¿vernos la próxima vez? ¿A quién? ¿A mí? ¿A todos? —pregunto Steve.
—A todos. Y además de eso les voy asignar algo a los dos —dice la Dra. Y le extiende un libro azul a Danny quien al verlo comienza a reír, pero Steve esta aun algo perdido porque esperaba no volver a terapia.
— ¿Qué es eso? —pregunta Steve.
—Su tarea Comandante —responde la Dra.
— Ya que vieron conveniente desperdiciar casi toda la hora de sesión, en ironías y pretender estar bien, además de estarse atacándose el uno al otro, van a hacer un poco de consejería sobre conflictos en su propio tiempo, y espero que esté terminado para nuestra próxima sesión. Y usted también debe llenarlo comandante, sea específica sobre su relación con el Comandante McGarrett —y le extiende un libro a ella también.
—Dra. Carlin le voy aclarar un par de puntos; yo acepte venir porque no quería decir que no a algo de mi trabajo, sin embargo, mi relación personal con el Comandante McGarrett no afecta en nada mi relación laboral con él. En Five-0 somos un equipo, y ambos lo dirigimos así que debemos estar en sincronía, incluso cuando seguro habrá días donde como pareja no nos entendamos. Por lo que en primera renuncio a esto, no volveré a terapia. Y en segundo, no estoy en medio de ellos dos, me alegra que nos invite a venir la próxima vez pero yo no lo haré.
Y Danny y Steve miraron a Diane sorprendidos.
—Y le diré algo, si usted consigue con esto, que estos dos se comporten como amigos y compañeros de trabajo y como una pareja en crisis a punto del divorcio; entonces yo misma pediré un aumento en su cotización de trabajo para el gobernador. Ahora —se levantó de su silla y los tres solo la siguieron con la mirada— me retiro. Gracias por su tiempo, que tenga buen día.
...
Cuartel General Five-0
Diane se sentía libre, aunque no lo hubiese dicho jamás, lo de la terapia con la Dra. Carlin es algo que empezó siendo tolerable, cuando ella paso por primera vez y tuvo su sesión a solas con la Doctora, pues básicamente hablaban de trabajo, de su relación con Five-o, y además de lo que sucedió con la SRU, pero para ella ese tema no era discutible, por lo que enseguida se lo hizo saber.
En primera instancia todo parecía bien, pues la Dra. Carlin no le había pedido que volviese. Fueron las sesiones de Chin, Kono y Lou los que desataron aquella bestia de estupidez que era la terapia junto con Danny y Steve. Y es que estos habían comentado en muchas ocasiones que Diane era lo más parecido a Steve pero que también lograba tener una buena relación con Danny, lo que hizo que la Dra. Carlin pensara que ella podía ser una pieza clave para que Steve y Danny se llevaran mejor y se entendieran mejor.
Diane acepto, porque no quería verse mal siendo la única que desacataba una orden del gobernador, así que acepto, pero luego de la segunda sesión ya estaba realmente obstinada de toda aquella parafernalia; pero continuo yendo porque realmente pensó que si ella los ayudaba todo aquello terminaría pronto, pero ese fue el error. Pensar que Danny y Steve podrían comportarse frente a la Dra. Carlin.
¿Por qué lo harían si jamás en tantos años han podido hacerlo? Era una de las interrogantes que también era respuesta, y que llego a Diane luego de salir de la tercera sesión. Por lo que en esta última —para ella— a pesar de sus intentos, quiso ayudarles a librarse de ello, y al no conseguirlo, simplemente renuncio. Si había problemas o no ya no le importaba. Aquello seguía y será siempre una estupidez.
Sin embargo el día no solo era dedicarle a la Dra. Carlin y a su terapia del terror, el equipo ya estaba trabajando en un caso, donde el robo de una joyería había dejado un muerto, y este era ex policía.
— ¿El CODIS arrojo algo? —le pregunto Diane a Chin.
—No sabía que estabas aquí, creí que estabas con la Dra. Carlin, Steve y Danny.
—Lo estaba, pero ya renuncié —respondió ella y se notaba contenta con ello.
— ¿Se podía hacer eso?
—No, pero lo hice. ¿Tienes idea de lo duro que estar escuchando a Steve y Danny pelear también en la terapia?
—No, pero te entiendo. A mí solo me causa gracia.
—Pues no te causaría gracia si los escucharas todo el tiempo y mucho menos en una sesión de terapia, son peores. Hacen que el matrimonio se vea horrible, y en realidad no es tan malo.
—Lo sé —dice Chin riendo— pero sin esas peleas ¿serian realmente Steve y Danny?
—No pero su comportamiento llamo la atención del gobernador y nos envió a terapia. Y yo caí en el medio de eso, y es justo eso lo que crítico. De resto, Danny siempre será Danny y Steve siempre será quien saque de quicio a Danny.
—Créeme si algún día te falta eso, lo vas a extrañar.
Y aquella frase dejo pensando a Diane, si bien no podía recordar si extrañó o no a Danny y Steve estando en NYC, si podía sentir que ese par con su inestable pero sólida relación le harían falta si algún día ya no estuviesen.
—Espero no —dijo ella divertida. Sabía que no era cierto.
—De la muestra que recogieron de la escena, el CODIS dio como resultado con un hombre llamado Jacob Anders. Está en el sistema por asalto agravado y cargos por robo.
Y por la puerta venia entrando el resto del equipo, quienes hacia unos minutos estaban la escena.
—Pero si es nuestra rebelde sin causa —dijo Danny.
—Ok, dejemos esto claro; si me quieres oír hablar por unos 30mins sobre como esto es tu culpa y de Steve, puedes seguir con lo que estas a punto de decir. Pero si deseas paz y que te diga lo que encontró Chin en el CODIS entonces puedes venir ponerte a mi lado y borrar de tu mente todo lo que estás pensando.
—Yo elegiré por él. La segunda —dijo Steve y condujo a Danny hasta donde estaba Diane.
—Supongo que tendré que decirle a la Dra. Carlin sobre que el tema del control no está del todo superado —y Steve miro de mala manera Danny.
Chin quien junto al resto del equipo se estaba riendo se dispuso a explicarle al resto sobre lo que había encontrado en el CODIS.
—Deberíamos comenzar por registrar las salas de urgencias por si está en alguna de ellas, y por supuesto a los socios de Anders —sugirió Diane. — si está herido, debe estar tratando de buscar ayuda.
—Oigan encontré esto —dice Grover atrayendo la atención de todos— La cámara de tráfico acaba de captar a un lmpala negro saltándose un semáforo en rojo a tres manzanas de nuestra escena del crimen. Ahora, el reconocimiento facial identifica a la conductora como Emma Mills. Según este registro es su novia.
—Qué bonita manera de terminar con alguien —dice Danny.
—Bueno, entre ladrones no hay honor —dice Steve.
— ¿Dónde está ahora? Podemos ir por ella —dice Diane.
— El GPS del teléfono de Emma muestra que está en su apartamento ahora mismo —dice Grover.
—Creo que ella está muy segura sobre la muerte de Anders, porque de otro modo no estaría tan tranquila en su departamento —dice Kono.
—De todas formas la HPD está enviando justo ahora una unidad para ir por ella —agrega Grover.
—No, no... Llámalos de vuelta —dice Steve.
— ¿Ah? —Dice Diane. —Si la atrapamos a ella podemos tener a Anders.
—Sí, pero la mejor manera de llegar a este tipo es que ella siga con su plan, así el volverá por ella y nosotros estaremos ahí esperando.
—No me gusta cómo suena esto —dice Danny y mira a Diane.
—Ni a mí, pero supongo que no tenemos de otra.
DIA 1
Para poder llevar a cabo el plan de Steve el equipo tuvo que pedir una orden judicial para pernoctar en el edificio frente al de Emma. Casualmente el propietario del departamento no estaba en la isla, sin embargo, su cuidador no estaba muy contento con la idea de dejar el departamento en mano de la Policía.
—Sí, se quedó muy tranquilo —dice Diane irónica—sobre todo cuando le restregaste la orden judicial en la cara.
—No me gusta tu tono cosita. Parece hostil —dice Danny.
—Oh no, no... para nada, era más ironía. A diferencia de ustedes yo estoy súper feliz y libre —dice ella tratando de dar en la herida. —Pero no entremos en discordias, ir al baño, ya vuelvo. Igual vamos a estar aquí un largo tiempo.
Mientras Diane iba al baño, Steve y Danny se preparaban para acondicionar el lugar. De pronto estando en el baño Diane escucho como algo caía al suelo y un grito de Steve. Así que salió del baño lo más rápido posible al tiempo que desenfundaba su arma.
— ¿Están bien? —Dijo ella mirando todo el lugar— ¿Qué paso?
—Danny paso —respondió Steve y se dirigió a Danny de nuevo: — ¿Qué es lo que pasa contigo?
—Esa cosa salto de la nada ¿ok? Me asuste ¿Qué quieres? —replico Danny aun con su arma en la mano; Diane rodo sus ojos y guardo su arma; al mirar alrededor a unos metros de ella estaba lo que había asustado a Danny, el gato del cuadro que estaba justo detrás de él "Mr. Pickles".
—Lo que quiero que hagas es que reacciones como un hombre adulto ¿Te parece? Es solo un gato. —contesta Steve.
—Bien pues déjame decirte algo que no sabes, no me gustan... —contestaba Danny y sin querer se apuntó con su propia arma. Diane le miro y este al notarlo enseguida la guardo—, no me gustan los gatos.
—Me encanta los gatos —dijo Steve quien junto a Diane estaban moviendo algunas cosas de una pequeña mesa que estaba frente al ventanal donde podían ver a Emma.
—Por supuesto que te gustan los gatos —replico Danny.
—Sí, me encantan los gatos ¿A quién no le gustan los gatos? Son increíbles. Son como pequeños ninjas, adorables. Son inteligentes, rápidos, y son, uh... lindos y mimosos al mismo tiempo. Ayúdame con esto ¿Quieres? —le pidió a Danny para mover el gran sofá de la sala.
—Ok, déjame decirte algo —responde Danny—los gatos son desleales ¿sí? De hecho se comerían a sus dueños si pudieran.
Diane había aprendido algo durante las sesiones con la Dra. Carlin y es a entrar en un extraño estado catatónico, donde básicamente ella esta físicamente ahí, pero su mente no. Eso tuvo que irlo desarrollando gracias a tener que compartir terapia con Steve y Danny; que luego fue perfeccionando al pasar los días y escucharlos en sus peleas. Por lo que al punto presente, ella estaba en esa sala, moviendo y acomodando cosas para acondicionar el lugar pero no estaba escuchando lo que realmente decían o por lo que peleaban ambos, era sobre perros y gatos, pero los argumentos no los estaba escuchando.
—...Danny si pones un perro domesticado en una selva por 24hrs esa cosa estará muerta en dos, en cambio un gato, sobreviviría porque jamás olvido como cazar o matar, está en su instinto —decía Steve.
—Bueno supongo que por eso te gustan tanto, son idénticos, unas máquinas de matar y cazar —dice Danny.
—Pues sí, la verdad si —responde Steve mirando a la ventana—tenemos una situación aquí.
Y al escuchar eso, Diane volvió en sí. Pero de inmediato Steve y Danny se pusieron a discutir sobre si mirar o no, lo que ocasiono que la perfecta vista que tenían de Emma en su departamento se esfumara pues esta al verlos a los dos en la ventana, cerró sus cortinas.
— ¡Guau! —Dice Diane negando con la cabeza—, solo tenemos media hora aquí y ya he oído dos discusiones de ustedes y ya fallaron en la vigilancia.
—A ver, a ver... ¿Qué sucede contigo? —Dice Danny— hace rato ni se te oía respirar y ahora estas quejándote de nosotros. Cuéntame, ¿esto es parte de la nueva Diane?
—Oh sí, no sé cómo era la otra; pero sin duda esta no está dispuesta a escucharles o a meterse en su espantosa relación. Yo solo estaré aquí de cuerpo presente; en ocasiones, pero no en mente. Así que iré al cuartel y me mantendré allá, y los dejaré aquí a ustedes a que hagan el trabajo.
—Oye ¿es enserio? Creí que te quedarías aquí, ¿Quién controlara a Steve? —dice Danny.
— ¿Te parece que yo controlo algo en ustedes dos?
—No... No, pero al menos me gusta cuando hablas equilibradamente y me das la razón a mí —dice Danny— además entiendes que es normal ser un humano y mostrar emociones. Eso me gusta.
—Estoy segura que Steve entenderá eso algún día —dice ella mirándolo a él y le sonríe—, por ahora, es mejor que ustedes estén juntos y hagan su tarea para comprenderse mutuamente. Nos vemos.
Diane no estaba muy contenta en dejar a Steve y a Danny, pero en realidad era lo mejor para ambos, algo le decía que de eso iba a salir algo bueno. Steve y Danny son perfectos el uno para el otro, pues son el complemento perfecto. Steve era la fuerza y Danny el corazón, pero aquello que parecía ser lo mejor de ambos era lo que los hacía discutir.
Diane está segura que si tuviera que hacerlo, Danny le daría hasta su corazón a Steve y de igual manera, Steve. Pero en algún momento ese par tenía que entenderse Y Diane esperaba que fuese pronto, antes que existiese otra auditoria.
Cuartel General Five-0
—Comandante ¿Cómo está? —saludo uno de los guardias del cuartel.
—Muy bien oficial —respondió Diane.
—En su oficina le espera el General Matthews.
—Muchísimas gracias oficial.
Aquella noticia no era precisamente agradable, puesto que su visita solo significaba que debía ir a la corte militar por lo del MK; y eso podría significar perder su carrera o que se demostró su inocencia.
—Estaba llamándote —dijo Chin al ver a Diane entrar—, hay alguien esperándote. No sabía que volverías al cuartel, creí que te quedarías de encubierto con Steve y Danny.
—No, ya tuve suficiente de ese par hoy. Vine a ver qué podía hacer desde aquí.
—Pues Steve y Danny llamaron hace un rato y en la vigilancia a Emma reconocieron la voz de un hombre, estoy investigándolo justo ahora.
—Vale. Avísame cuando tengas algo por favor.
—Claro que si, quien está esperándote está en tu oficina —dijo Chin antes de irse a la computadora.
—Gracias Chin.
El general estaba sentado en una de las sillas de visitantes pero en la mesa de Steve, este estaba concentrado viendo el gran barco que Steve solía tener en su oficina.
—General —dijo Diane y este inmediatamente se levantó de su silla para saludar.
—Un gusto verla de nuevo Comandante —y extendió su mano. — me alegra verla en tan buen estado después de lo que paso en el borde con usted, el Comandante McGarrett y el Agente Kavner.
—Quisiera poder decirle que estoy igual de encantada de verle, pero la verdad es que su visita solo quiere decir que ya la corte tiene un veredicto ¿no?
—Sí, tiene razón. A eso vine; en realidad estaba en Pearl Harbor revisando un par de cosas y aproveche para venir hasta acá. Creo que después de tanto, por fin esto podría acabar.
—Pues puede que no acabe bien para mí.
—No tengo muchos detalles, pero sé que hay una decisión, y que antes de tomarla, han estado estudiando todo lo que has hecho en tu carrera, así que tal vez no sea tan malo.
—Yo también lo espero —dijo ella tomando el sobre que le entregaba el General a Diane. Esta lo abrió y frente a él, le dio una corta lectura: —Oh, tres meses. Así que en tres meses estaré escuchando el veredicto.
—Así es, espero de verdad que sea favorable. Se lo que has hecho Diane, pero también sé que todos estos medios tienen un fin. Uno bueno.
—Si pues... Yo también espero que el jurado lo vea así. —Dijo ella y procedió a meter la citación en el sobre— General, antes de venir de nuevo a Hawaii alguien me había mencionado sobre la verdadera persona que abrió el MK.
—Hasta ahora todo sigue apuntando a Rollins y a McGarrett pero si aún se consigue algo que pruebe lo contrario, podría servir —respondió el General.
—Ok, entiendo. La cuestión es que el Agente Kavner dio con esta persona mucho antes que ustedes, así que creo que no está diciéndomelo todo.
—No hemos recibido ningún informe del Agente Kavner —replico el General sorprendido por lo que había dicho Diane. Y aunque parecía haberse echado al agua, en realidad solo quería dejar a Steve fuera de eso, aunque aquello le costara mucho, a la mujer que había traído al hombre con el que ella justo ahora, era feliz. —De ser así, podrían enviármelo, tal vez las cosas cambien para ellos.
—De acuerdo se lo enviare. Creo que es pertinente.
Con un estrechón de manos, el General dejo la oficina de Diane. Y aunque esta estaba casi gritando internamente por lo que había hecho, al final decidió que era lo mejor. Ella había pagado hasta con su propia vida lo que había hecho Doris McGarrett por alguna extraña razón (y que estaba dispuesta a averiguarlo) y no era justo que Steve y Catherine pagaran por un plan orquestado por ella. Diane estaba segura que si Doris pudo hacer eso, era porque es del tipo de personas capaz de llegar hasta las últimas consecuencias; por lo que esperaba que al verse rodeada y abandonada por la CIA, la buscara y hablara con ella.
Entretanto Chin había conseguido la voz que Danny había reconocido en una de las llamadas que había hecho la sospechosa Emma, a quien se suponía que debía entregarle los diamantes.
—Vi que saliste de la oficina y volviste a entrar ¿encontraste algo? —le pregunto Diane a Chin después de despedir al General.
—De hecho tengo mucho. El hombre que Danny reconoció esta en nuestra sala de interrogatorios. Le pedimos a la HPD que lo siguiera y resulta que llevaba 2 millones de Dólares en efectivo y lo detuvieron por eso —explicaba Chin bastante contento por el resultado.
—Vaya, fue fácil —dijo ella.
—Sí, esperemos que el interrogatorio también lo sea —dijo este y le señalo el camino— ¿No vienes? Creo que te agradara este tipo.
—Percibo mucha ironía en ese tono, pero igual forma iré —dice Diane y Chin ríe.
...
—Señor Blast la policía lo detuvo con 2 millones de dólares en efectivo en su auto ¿puede explicar eso? —pregunto Chin y a su lado Grover.
Diane había decidido entrar a la sala en silencio y estar recostada a la pared junto a la puerta de la sala de interrogatorios a escuchar a Blast.
— ¿Desde cuándo ser rico es delito? —respondió Blast con un estilo bonachón.
Red flag. Se dijo Diane a sí misma.
— No lo es —respondió Chin— Pero la conspiración para cometer un robo sí lo es. Y cuando un policía retirado es asesinado en el curso de ese robo, entonces te conviertes en cómplice de un robo.
— Sabemos de su trato con Emma Mills, quien debía entregarte los diamantes que ella y Anders, robaron —Dijo Grover.
— Caballeros, creo que este es el punto de la conversación en el que pido llamar a mi abogado —Replico Blast lo que hizo entrar a Diane a la conversación.
—De hecho este es el punto de la conversación donde usted escucha y con mucha atención —dice Diane acercándose a él y reclinándose a un lado de Blast para poner la mano en su hombro y hablarle más de cerca—, porque en general no tengo paciencia para repetir información: Emma le mintió. A Anders no lo asesino la policía, ella lo intento; y le digo "intento" porque Anders sigue vivo.
Y la cara de Blast por alguna razón cambio dramáticamente a una de terror, lo que hizo reír a Grover: —Miren esa cara ¿Qué paso con los comentarios inteligentes, ah? ¿Se asustó? ¿Eh? De hecho aquí va un dato interesante. Emma intento dejarlo fuera de este juego, así que no creo que ella sea de las que simplemente rompan el trato y te deje ir fácilmente, olvidándolo todo.
La cara de Blast seguía siendo de terror, así que mientras este asimilaba lo que escuchaba Diane se puso de nuevo en su posición y frente a él se paró a verle con ambas manos en su cintura.
—O sea... Que ustedes me están ofreciendo un trato para joderla a ella antes que ella me joda a mí —dijo Blast.
—Mmm, eso suena feo porque mi interés es detener a quien asesino a uno de los nuestros, pero si... También, por que no —dijo Diane.
—Emma está esperando a que aparezcas con el dinero en cualquier momento ¿Verdad? —pregunto Chin.
—Si —contesto Blast.
—Bien, pues todo lo que te pedimos es que la llames y la cambies la fecha —continuo Chin.
El hombre lo pensó por unos momentos, suspiro para al final poner la cara más estúpida que Diane había visto y extender su mano hacia ella y decir: —Trato.
Blast intento que Grover o Chin la tomaran pero si Diane había puesto cara de fastidio, las caras de Chin y de Grover eran más amenazantes: —Baah —bufo este con fastidio y rodo sus ojos al ver que ninguno le siguió. —Debería haber sabido que estaba jugando con fuego. Quiero decir, tipos como Ivanovich, no mueren fácilmente.
—Espera un minuto —dijo Chin— ¿Quién es Ivanovich?
—Créanme alguien con quien no querrán meterse.
Luego aquella inesperada revelación Grover, Chin y Diane salieron de la sala de interrogatorios para debatir lo que había hablado con Blast.
—Al menos tenemos a este pelmazo de nuestro lado —dijo Grover.
—Hay que mantenerlo muy vigilado, parece un idiota pero no luce como tal —dijo Diane.
—Lo sé —dice Chin.
—Yo investigaré y le diré a Steve y Danny sobre Ivanovich, mientras manténganse alerta con Blast ¿de acuerdo? Y si necesitan algo llámenme.
—De acuerdo —dijo Grover.
Diane tomo su camino hasta el ascensor y comenzó su búsqueda sobre Radomir Ivanovich. No fue tan difícil, pues por su trabajo militar estaba dentro de algunas bases, por lo que cuando termino de completar lo que necesitaba para su investigación llamo a Steve y Danny.
—...Nuestro ladrón y además giro sorprende en esta trama— Explica Diane a través de Videollamada—, se llama Radomir Ivanovich. Es un antiguo miembro de las fuerzas especiales serbias. Después de la guerra de Bosnia, se convirtió en un ladrón de joyas de alto nivel. Hizo robos por toda Europa, dejando muchos cuerpos en el camino. Ahora, y desde hace un par de años, aparece en Hawaii bajo el nombre de Jacob Anders y asociándose al mismo tiempo con Emma Mills en un montón de robos hasta que Emma finalmente fue atrapada. Sin embargo, ella nunca hablo de Ivanovich, por lo que terminó cumpliendo diez meses en prisión.
—Espera ¿ella cumplió 10 años en prisión, no lo delato y ahora es ella la que va detrás de él? Eso no tiene mucho sentido —Dice Danny.
—Lo sé, yo también estoy tratando de buscarle la lógica a todo esto —dice Diane.
—Vale, Gracias por la información Diane, mantennos informados ¿Si? —dice Steve.
—Por supuesto —dice ella y cuelga.
Durante el resto de la tarde Diane seguía junto a Chin y a Grover buscando información sobre Ivanovich. Grover estaba atento a las cámaras a de la Ciudad, Chin estaba sobre Blast y Diane sobre los últimos movimientos de Ivanovich como "Anders" dentro de la isla.
Diane miro el teléfono por última vez y sonrió. Si bien esos momentos eran únicos, y eran algo que a casi diario compartía con Steve se preguntaba ¿Cuándo dejaría de ser así? Pues aun con la información de su madre y todo lo del juicio de una forma u otra los afectaría.
Así que pensó que si tal vez, en tres meses ellos no estarían juntos, entonces aprovecharía este tiempo junto a Steve al máximo.
PRIMERA NOCHE
—Oh, pero miren quien volvió —dijo Danny al abrir la puerta—, creí que seguías enojada.
— ¿Por qué piensan que estoy enojada? Estoy feliz de haberme librado de la terapia, y al mismo tiempo aliviada de no tener que verlos pelarse también en la terapia. Eso estoy —dijo Diane entrando hacia el departamento—, además es obvio que necesito estar aquí también, ustedes ya casi lo arruinan en la mañana así que no dejaré que eso pase.
—No estábamos arruinándolo —se defendió Steve.
—Sí, si lo estaban haciendo.
—Bien, ya que estas aquí te pregunto a ti también ¿tienes hambre? Estábamos por ordenar comida y Danny iba a elegir —Dice Steve.
—Oh, iba a elegir que suertudo estoy hoy.
—Pues si —dijo Steve rodando sus ojos y Diane rio—, lo que quieras. Elige.
—Pues yo quiero comida China —dice Danny y luego ve a Diane: — ¿Y tú?
—Lo que ustedes elijan está bien, lo comeré —dice ella y se sienta en el sofá que esta frente a las computadoras que había instalado Steve. Esa era una batalla que sabia que no iba a ganar. Y esperaba que Danny lo entendiera.
—Mmm... El glutamato me da dolor de cabeza —dice Steve
—Ok... ¿Qué tal ese lugar de pizzas que nos gusta a Diane y a mí? —dice Danny de nuevo y Steve chasquea sus dedos.
—Sí, claro... ¡Lo tengo! ¿Han probado la comida India? —Y comenzó a ordenar, dejando muy claro que había desestimado todas las opciones de Danny. Quien, por supuesto estuvo a nada de reclamarle, por lo que miro a Diane y esta solo rio y negó con la cabeza.
Steve era incorregible. Y Danny no había dejado dejar esa batalla.
La comida no tardó mucho en llegar, por lo que Diane junto a Steve estaban desempacando las bolsas con la comida mientras Danny buscaba algunos cubiertos y vasos.
—Oh, faltan las servilletas —dijo Danny.
—No te preocupes —dijo Diane— tu siéntate, yo iré por ellas.
Y Diane se levantó rápidamente de la mesa y de fue a buscar las servilletas, pero en camino encontró algo que llamo muchísimo su atención.
— ¡Guau! Díganme que no compraron esto —dijo ella mostrando la enorme bolsa de hierba que había sacado de un costado del tostador.
—Ah eso —dijo Steve— no. Extrañamente lo encontramos aquí.
— ¿Era de la señora dueña de la casa? —pregunta ella.
—O tal vez del señor, aún no sabemos.
—Mmm Entiendo, si es medicinal es legal en este estado así que... —Se encogió de hombros y coloco de vuelta la hierba donde la había encontrado.
Durante un rato mientras probaban todos los platillos la cena había transcurrido en silencio, todos estaban concentrados en los sabores y en lo bueno de las comidas. Hasta que la nada, Steve le pidió a Danny sé que detuviera y sin más Diane también lo hizo.
—Lo estás haciendo mal —dijo Steve.
—¿Haciendo mal? —dijo Danny.
—¿Haciendo mal? —repitió Diane también extrañada.
—Mírame y mira como se hace —dice Steve y Diane que ya entendió por donde iba la cosa, decidió ignorarle y negando con la cabeza volvió a su plato— toma un pedazo de pan de naan...
Danny hace lo que le pide.
—...lo mojas en el malasa ¿de acuerdo? —explica al tiempo que va haciendo lo dice, y lo mismo Danny—Tomas un poco de pollo, toma de tu pollo —ordena y Danny lo hace.
— ¿Es enserio? —dice Diane.
—Por supuesto —responde Steve y continúa: —pones el pollo dentro del pan, haces un pequeño doblez y colocas sobre el pollo un poco de chutney de mango... Vamos, Chutney de mango, ponlo encima —repite hasta que Danny hace lo que le pide.
Steve lleva su pedazo a la boca y por consiguiente Danny. Diane solo los miraba con una expresión de rareza pero a la vez de diversión.
— ¿Lo ves? —dice Steve—, eso es todo. Así es como se come esto. Tú también deberías hacerlo —le dice a Diane pero ella solo se le queda mirando dando por respondida su petición al tiempo que ve la cara de pocos amigos de Danny.
— ¿No te gusta? —le pregunto a Danny, Diane.
— No, me gusta mucho—contesto Danny—. Es probablemente una de las mejores cosas que he probado en toda mi vida. De hecho, no sé cómo es que he pasado tanto tiempo en mi vida sin experimentar sabores tan exóticos.
— ¿Cuál es el problema entonces? —pregunto Steve. — ¿Qué le pasa a tu cara?
— Bueno, el problema puede ser porque dijiste que podía elegir dónde comeríamos ¿Qué? "Tú eliges". Dijiste exactamente: "Danny elige" y luego dijiste de nuevo: "Tú eliges". Y yo elegí un montón de lugares, tú los derribaste todos, y luego elegiste un lugar que querías...
Y Steve soltó una carcajada.
—Steve —le dijo Diane a modo de advertencia—, porque no escuchas lo que dice ¿sí?
—Gracias —le dice Danny a Diane—. Me alegra que te parezca divertido Steven.
—¿Es una broma, cierto? —dice Steve.
—No, no lo es —responde Danny.
—Es una cena Danny ¿De qué estás hablando?
—De que no es solo una cena ¿entiendes?
—Esto es lo que se llama dominio de la relación. ¿De acuerdo? Es como si tuvieras que conducir mi coche. Siempre tienes que conducir mi coche. Tienes que tener el control, Steve de todo, de absolutamente todo.
—¿Lo estás oyendo? —dice Steve mirando a Diane.
—Solo escúchalo ¿sí? —le dijo Diane y Danny de nuevo le agradeció.
—De acuerdo ¿Sacaste eso de tu libros de ejercicios? —pregunto Steve y Danny dejo su comida, limpio sus manos y ciertamente tomo el libro que le dio la Dra. Carlin.
—Sí, claro que lo he sacado de mi libro de ejercicios, ¿vale? Es un capítulo muy esclarecedor, Es todo sobre los tipos de personalidad.
—Oh, y me lo vas a leer —dice Steve y Diane que por primera vez decidió no elegir su estado catatónico sino ver la pelea de Steve y Danny, supo tal vez como podía ayudar a este par.
— Dime que esto no suena a ti, ¿vale? "Los ESTJ, o personalidad ejecutiva: son confiados, confiables, leales, líderes naturales. Tienden a esforzarse mucho en el cumplimiento de sus deberes y obligaciones."... —y Diane asentía con su cabeza afirmando lo que decía el libro sobre la personalidad de Steve.
—Ok, ok... déjame detenerte justo ahí, solo un minuto —interrumpido Steve—, ¿Se supone que debo ofenderme por lo que me dijiste? Porque de hecho suena genial.
—Bueno, básicamente leí los puntos fuertes —dijo Danny y le dio vueltas a su libro—, ahora leerle las debilidades: "No esta naturalmente en sintonía con lo que sienten los demás, dificultad para expresar las emociones. Dificultad para aceptar las críticas"
— ¿Puedo comer mi comida en paz? —pregunto Steve irónicamente.
—Ok, escuchen, Danny tiene un punto —dice Diane y Steve la miro: —Si Steve, si lo tiene. Pero Steve también, ¿Por qué no dejamos el asunto de las personalidades para después y cenamos tranquilos, si?
—Ok, de acuerdo. Pero esto solo afirma que eres un loco del control —dice Danny desatando de nuevo la pelea entre él y Steve.
Diane al ver que no iban hacerle caso comenzó a comer ella sola, esperando entrar en su estado catatónico de siempre. Pero afortunadamente el sonido de la puerta del departamento abriéndose los hizo callar a los dos y alertar a Diane.
La puerta se abrió y de esta salió un hombre como de 1.60mts, cabello oscuro y vestido muy jovial.
—Oh... Debo haberme equivocado de lugar ¿no? —dijo el chico al ver a Steve, Danny y Diane parados frente a la puerta.
—No, no lo creo. Abriste la puerta con una llave, así que no... ¿En qué puedo ayudarte? —dijo Diane.
—Oh... pues en ese caso ¿Qué hay amigos? —y tu tono cambio a uno más alegre y sonriente—, siempre que Agnes no está soy quien cuida a este muchachote.
Y como si lo hubiesen llamado para afirmar, Mr. Pickles había llegado hasta el muchacho restregándose contra él.
—Soy Ricky por cierto —dice el chico y camina hacia la cocina—, vivo abajo. Este nene necesita muchos juegos y atención ¿Saben? Los gatos son muy inteligentes.
—Pues el mas del tipo "me gustan los perros" —dijo Steve y señalo a Danny y Diane sonrió.
—Oh, eres de ese tipo... Pues, que mal, porque los gatos son la onda. ¿Ven este nene? ¡Mee-ee! —Y de pronto Ricky comenzó hacer un extraño sonido con la boca para llamar a Mr. Pickles.
— ¿Podrías dejar de hacer ese sonido? —dice Danny.
—Mee-ee —seguían haciendo.
—Por favor —repitió Danny pero antes de que pudiera pedirle de nuevo que dejara el sonido ya el gato estaba en sus manos.
—Voy a buscar la comida a mi Menehune —dijo revisando cada gabinete, pero al no encontrar algo parecía decepcionado.
— ¿Es esto lo que buscas? —dijo Diane mostrándole la bolsa con la hierba.
—Ah... eh... No, no. Eso no es lo que busco.
—Estas almacenando droga en la casa, de la Tía de mi amigo —dice Diane.
—Lo sé ¿es brillante no? —Dice el chico de manera natural—, así la policía no sospecha de que Ricky vende hierbicky, y todos están traquilickys. ¿Quieren un poco? Ya saben, puedo hacer para todo el grupo.
—Oh, no no, mi amigo aquí es paranoico —le dice Steve a Ricky y Diane de nuevo reprime una carcajada.
—Oye, tranquilo. Si lo verde no va contigo, Ricky pone algo bueno en tu camino. Ya sabes, coca, pastillas, éxtasis... lo que necesites Bro. Tengo conexiones, incluso puedo conseguirte una serpiente o un hurón, ya sabes que están prohibidos en Hawaii ¿no? Son plagas invasoras.
—Sí, lo sabíamos —dice Steve.
—Yeah, me gusta que saben lo que es la onda, eh... Les voy a dejar mi tarjeta —Y Ricky le extiende un pequeño cartoncito color negro a Danny.
—"Ricky Schiff. Agente de viajes" ¡Guau! —dice Danny leyendo la tarjeta.
—Así es, si quieres irte de viaje, soy el tipo al que debes llamar.
—Eso es genial. Te llamaremos entonces —dice Diane y Ricky le quita la bolsa de las manos pero ella solo le sonríe.
—Gracias chicos. ¡Bye Mr. Pickles! Se bueno —dijo el chico y por fin atravesó la puerta.
DIA 2
Al amanecer Diane había decidió tomar una ducha, ya que ella era que se había ofrecido a vigilar esa noche, así que apenas amaneció y como de costumbre ya Steve estaba despierto. Así que mientras ella se duchaba, Steve preparaba desayuno para todos.
— ¡Agh! ¡Qué desagradable! Steve ¿Quién calienta una tortilla en el microondas? —dijo Danny quien estaba en el sofá concentrado en su libro, hasta que sintió el olor de los huevos.
—El cuerpo necesita proteínas, y cuando no estas durmiendo bien aún más —dice Steve bastante entusiasmado por su preparación.
—Ay no... ¿Qué hicieron? —dijo Diane al salir y sentir el olor de los huevos. Pero Danny no contesto, solo señalo a Steve con la mirada.
—Es proteína ¿sí? La vas a necesitar. Ten, también te hice café —dijo Steve y Diane le sonrió y por un momento iba camino agradecerle a Steve con un beso su desayuno pero Danny levanto la mirada y Diane por alguna razón la sintió. Así que Steve que también esperaba aquel beso, bajo la mirada y le entrego la taza a Diane.
—Gracias, pero creo que solo tomare el café —dijo ella, en el fondo eso de los huevos hecho en microondas le daban asco.
—Entonces ten, una tostada. No vas a estar el resto del día así —Y Diane de verdad quería lanzarse a sus brazos pero se contuvo.
— ¿Qué haces Danny? —le pregunto Diane, sentándose en el mismo sillón que Danny sin molestar a Mr. Pickles que estaba durmiendo a su lado.
—Estoy haciendo un pequeño test en el libro, sobre "Que tan bien conoces a tu pareja". Me pidió que hiciera una lista de algo que le apasionara —y miro a Steve.
—Ah sí ¿Qué escribiste? —dijo Steve y Diane los mira ambos curiosa de la respuesta.
—Proteína —respondió Danny.
— ¿Perdón?
—Proteína.
— ¿Proteína? —pregunto Diane riendo.
— ¿Proteína? Vaya, sí que leíste mi alma —dice Steve también con diversión.
—Ok, si no es eso ¿Qué es lo que te apasiona?
—Pues si tengo cosas que me apasionan Danny.
— ¿Cómo qué?
—Música, me apasiona la música.
—Eso es horrible...
—Danny —le dijo Diane en modo de advertencia—, solo escucha a Steve.
—Ay por favor Diane, a todos les gusta la música. A mí me gusta la música, podría decirte cada canción que escribió Bon Jovi —dice.
—Ok, pero es su pasión —repone Diane y Danny hace un gesto como si la ignorara.
—Pero es que no lo digo de esa manera —dice Steve—, No me apasiona escuchar música, me apasiona tocar música.
—Oh, tocas música. Pues es curioso, porque te conozco hace tiempo y nunca te he visto tocar un instrumento, ni siquiera tenerlo cerca.
—Pues solía tocar la guitarra —dice Steve y Diane le mira con una sonrisa entusiasmada por enterarse de eso. — De hecho, me gustaba mucho. También era bastante bueno.
— ¿Qué paso? —pregunto esta vez Diane.
—Sí, ¿Por qué lo dejaste? —cuestiona esta vez Danny.
—No lo sé, solo paré —y al decir aquello Diane noto que algo se había apagado en aquel lindo relato. Lo que decía que algo no muy grato le sucedió.
Por fortuna el timbre sonó, y Steve dejó todo lo que estaba haciendo para abrir la puerta. Grover y Barry Blast habían llegado.
— ¡Por dios! ¿Qué huele así? —Dijo Grover tapando su cara con parte de su camisa. — Solo tienen dos días aquí, ¿Cómo es que esto huele tan mal?
—Es porque este animal estuvo haciendo huevos en el microondas —contesto Danny.
Y Steve y Diane no dejaban de ver a Blast quien había hecho una dramática entrada y traía lentes oscuros y una gorra negra; y de la nada comienza a estornudar repetidamente.
— ¿Qué le pasa? —dijo Steve mirando a Diane.
—No lo sé, pero sí que es irritante —responde Diane.
—Oigan saquen eso de aquí —señalo a Mr. Pickles—, soy muy pero muy alérgico.
—Cálmese ¿Quiere? —le dijo Diane mientras Steve tomaba delicadamente a Mr. Pickles y lo colocaba en el suelo.
—Miren esto —señalo el sofá—, perdí mi virginidad en uno de estos, uno pensaría que este plástico es un problema, pero la verdad es que no lo es —y comenzó a subir repetidamente sus cejas.
—Ok, don idiota; escucha tienes una reunión en 15 minutos con Emma ¿de acuerdo? —Le explica Diane—, y por supuesto que vas a ir y le vas a decir que necesitas otras 24 horas para reunir el dinero ¿Estamos de acuerdo?
Y al escuchar aquello Blast se levantó del sillón aterrado: —Oigan no, ya la retrasé una vez, si no le doy el dinero me va a disparar en la cara.
—Y eso está bien —dice Diane—, es un riesgo que estamos dispuestos asumir ¿Cierto?
Y tanto Danny, como Steve y Grover asintieron con la cabeza, dejando más que aterrado a Blast.
Mientras Blast estaba con Emma, Danny, Steve y Diane le veían por las cámaras, mientras que Grover esperaba en el auto por Blast. El comienzo había sido agradable pero en cuanto Blast le menciono la prórroga, las cosas se tornaron un poco agresivas por lo que a través de la pantalla se podía ver a Emma apuntando a la garganta de Blast con una pistola.
—...O estás jugando conmigo, eres de las peores publicidades que he encontrado —le decía esta aun tomándolo de la camisa y apuntándole.
—Tranquila cariño, tendré tu dinero para mañana —le decía Barry intentando zafarse de ella. —Cada centavo, te lo juro.
—Más te vale Barry, o te perseguiré y te pondré una bala en la cabeza. Ahora ¡lárgate!
—Está bien... está bien, lo conseguiré.
—Lou —Steve tomo un comunicador—Barry va bajando.
—10-4, lo recogeremos.
—Parece que está haciendo una llamada —dijo Danny quien aún miraba la computadora.
— ¿Lo tienes? —le preguntaba una voz femenina a Emma.
—No, el hijo de puta dice que necesita un día más. ¿Y si me está dando largas? ¿Y si se entera que mentí sobre lo que paso?
—Tranquila —respondió la voz de nuevo—. Si sospechara algo ni se habría aparecido. Reprograma tu vuelo para mañana y te veré en un par de semanas.
—No, no puedo esperar tanto.
—Está bien —replico de nuevo la voz—, te veré esta noche.
NOCHE 2
La noche del segundo día había llegado, y había llegado con una sorpresa; y es que aquella voz que no pudieron reconocer al principio fue la visita que Emma tuvo esa noche, y era nada más que Mía Price, la dueña de la joyería y una de las supuestas víctimas del robo, con la que había hablado Steve y Danny en la escena; y no suficiente con eso, Mia y Emma eran pareja.
De inmediato Danny llamo a Chin y le comento lo que había sucedido, y al mismo tiempo Chin tenía algo que mostrarle, pues les había dado otro vistazo a las cámaras de seguridad.
—Miren esto —dijo y enseguida la pantalla de la computadora se dividió en dos, en un lado estaba la imagen de Chin por la videollamada y del otro estaba siendo proyectado el video de las cámaras de seguridad de la joyería— Justo antes del robo, Price mira su reloj. Y luego echa un vistazo a lo que hace.
—Llama al guardia para que no esté cerca de la alarma —dice Steve mirando el video.
—Y además ella sabe que el trabajo del guardia que también es un ex policía, es proteger así que no se quedar solo viendo —secunda Danny.
—Ahora, las finanzas —explica Chin—, muestran que el negocio había estado luchando durante años, pero hace sólo dos semanas, Price llegó al máximo de su crédito en un gran pedido con su proveedor de diamantes.
—Justo a tiempo para el robo —dice Steve al tiempo que en video suena y se observa los disparos de Ivanovich al guardia de seguridad.
— Muy bien, entonces... Price ayuda a estos tipos a hacer esto por un corte. También recibe el dinero del seguro. Nadie sabe nada —dice Danny.
—Y todos ganan —dice Diane—. Excepto que, en algún momento, Emma decide engancharse con Price y dejar a Ivanovich fuera de la ecuación ¿No?
—Es algo audaz, pero por alguna razón Price no sabía a quién estaba traicionando —dice Danny.
Y es que Ivanovich estaba solo planificando bien su ataque, porque si algo es seguro, es que no hay crimen perfecto.
La noche apenas comenzaba por lo que esta ocasión a Steve le tocaba vigilar, pero sin querer se había quedado dormido mientras leía el libro que Danny había estado llenando. Cuando lo tomo, Diane le miro y le sonrió; sabía que Steve a pesar de todo quería que la terapia funcionara y además tratar de entender a Danny, pues desde su concepción Danny solo exageraba, pero es que la vida para Steve había sido muy pero muy distinta a la Danny.
Diane al ver que ambos estaban dormidos, fue hasta el cuarto y busco un par de almohadas y cobijas para ellos. Así que tratando de no despertarlos primero arropo a Danny y como pudo le puso una almohada. Steve que si tenía el sueño más liviano apenas la sintió se despertó.
—Me quede dormido, lo siento —dijo este levantando la cabeza de su mano.
—Está bien, yo puedo vigilar. Duerme —le dijo Diane colocando la cobija sobre él. Steve la tomo de la muñeca y la halo hacia él. Diane sonrió y miro que Danny estuviese dormido y por fin después de dos días, pudieron estar un momento cerca, y ese momento era un beso. — Ahora descansa Marine, yo me quedare a vigilar.
—No, no... Tú ya te quedaste ayer y ya me desperté así que yo sigo.
—Está bien, pero conserva la cobija, traje una para mí —dijo ella y se sentó en el pequeño mueble que está a un lado del sofá, donde estaba acostado Danny.
Un rato después, Diane se había concentrado en leer un libro sobre compostaje que tenía la dueña de la casa, mientras Steve seguía vigilando y Danny que estaba dormido, comenzaba a despertar.
—Me quede dormido... ¿Me perdí de algo? —pregunto.
—No, no creo —dijo Steve y le subió el volumen a los micrófonos de las cámaras y lo único que se oían eran los gemidos de Emma y Mia quienes parecían tener una apasionada noche.
—Aparentemente no, hace media hora se detuvieron para tomar agua —respondió Steve.
—Eso es bueno, hay que mantenerse hidratado en esos momentos —y Diane rio. — ¿Ves? Esto es lo que nos hace quedar más a los hombres. Esto nos da mala fama, nosotros somos 20, 30 minutos y eso incluye la bebida, pero ¿dos horas? Eso nos deja muy mal —concluye Danny y Diane aprieta sus labios para no reír.
—Sin duda, eso es imposible —dijo Steve y Diane le miro por encima del libro algo picara pero este la miro y volteo para no dar a entender nada.
Danny miro hacia atrás y encontró a Diane metida en su libro: —¿Tu porque tan callada?
—Estoy leyendo un libro sobre compostaje—contesto Diane.
— ¿Desde cuándo te gusta el compostaje?
—Desde que vigilo a la maniática que intento asesinar a un mercenario. Y la verdad es muy interesante. —dijo ella aun sin quitar la vista del libro.
—Mmm... Claro, ¿Has visto mi libro? —Dijo Danny buscándolo por todos lados, hasta que lo vio al lado del Steve— Allá, esta ¿Estuviste leyéndolo?
Y Steve fingió sorpresa: —No
— ¿No? —Inquirió de nuevo Danny. — ¿y cómo es que estaba aquí a mi lado y ahora está allá a tu lado?
—Cuando te dormiste lo dejaste caer ¿De acuerdo? Así que lo tome y lo puse aquí.
— ¿Y no lo miraste?
— ¿Qué si lo mire? Pues tal vez... Si, lo mire un poco. Estaba aburrido.
— ¿Qué te pareció? —cuestiono Danny esperando una mejor respuesta.
—Uhmm... —musito este con un movimiento de cabeza.
— ¿Eso es todo? —Y Danny se notaba frustrado—, de verdad que eres increíble. Quiero decir, te he visto en todas las situaciones de riesgo posible, sin pestañear. Pero cuando se trata de hablar de tus sentimientos prefieres masticar cianuro. ¿Sabes qué? Olvídalo. Despiértame si tienes algo interesante o la "psicópata" abre sus cortinas.
Y Danny tomo la cobija, se arropó y se dio la vuelta.
Diane miro a Steve y algo le decía que Steve sentía algunas cosas que quería decir pero no sabía cómo hacerlo, así que ella solo le dijo "Esta bien" solo moviendo sus labios y Steve suspiro, era el momento.
— ¿Sabes por qué dejé de tocar la guitarra? —musito.
—Sí, me gustaría saber —dijo Danny aun acostado y arropado con su cobija fingiendo desinterés en Steve.
— Concurso de talentos de décimo grado. Me inscribí para actuar —comenzó a contarle a Danny y este se levantó del asiento y se quitó la cobija, para mirarle mientras hablaba. Diane por su parte le miraba y podía notar que a través de esa seriedad intentaba ocultar todo lo que ese pequeño momento había significado tanto en su vida— Practiqué la canción todos los días durante meses y meses, y finalmente llegó el día. Estaba de pie en las alas. Mi guitarra estaba afinada. Dijeron mi nombre y salí al escenario. Me giré y miré a toda esa gente. Y no pude hacerlo. No pude hacerlo, así que me fui y nunca más toqué la guitarra.
— ¿Eso es todo? —pregunto Danny y Diane sintió unas enormes ganas le lanzarle el libro de compostaje en la cabeza.
— En décimo grado, tuviste miedo escénico, ¿así que nunca más tocaste la guitarra?
— No tenía miedo escénico; era algo más grande que eso. Danny, fue una... Ya sabes, supongo que fue una crisis existencial. Yo en ese momento, no podía manejar la vulnerabilidad que estaba experimentando. No podía manejar lo expuesto que me sentía. Sentí que no podía respirar, y pensé que me iba a matar. Escucha, fui criado de manera diferente a ti, ¿de acuerdo? No fui criado en una casa con una familia que me apoyara y me animara a compartir mis sentimientos. Y en tu caso, todos los sentimientos —por alguna razón Diane sonrió ante aquel comentario. Y es que a decir verdad, hasta para Diane a veces Danny podía está demasiado conectado con sus sentimientos—. Los hombres McGarrett son diferentes. Ellos... Para ellos, mostrar emociones es como mostrar debilidad, ¿sabes? Quiero decir, es estúpido, pero es así.
— Mm, entiendo eso, um... Es solo que imagine que después de todo lo que hemos pasado, ya sabes... tu padre, mi hermano, ella —señalo a Diane—, todo... me imaginé que tal vez yo era, ya sabes, alguien con quien podías abrirte, es todo.
—Y acabo de hacerlo —replico Steve mirando a Danny, pero enseguida miro hacia a Diane y sus ojos se abrieron.
—¿Qué? —dijo ella y volteó. Enseguida supo de que trataba.
— ¿Dónde está el gato? —Pregunto Steve— ¿Dejaste la ventana abierta?
Y así, como la sal y el agua se disolvió un hermoso momento, transformándolo inmediatamente en una próxima pelea entre Steve y Danny.
DIA 3
Aquella madrugada había terminado entre reproches y peleas, Steve estaba muy enojado por la perdida de Mr. Pickles y Danny solo replicaba a lo que este decía, en vez de solo pedir disculpas o hacer algo para buscar a Mr. Pickles. Diane, que no tenia de otra pues se negaba a tomar partido simplemente les ignoro.
Cuando amaneció sin decir nada, decidió tomar partido y pedir el desayuno para los tres, por lo que mientras esperaba se había vuelto a concentrar en su libro de compostaje mientras Danny y Steve se daban ocasionalmente malas miradas. Fue hasta que Kono llamo para informar que Ivanovich había atacado una tienda de armas, que los tres estuvieron juntos y hablando un poco.
—... Parece que Ivanovich se está preparando para una pelea. Según Norm, (el dueño de la tienda) robó armas pequeñas y grandes, chalecos antibalas, explosivos... todo. —explicaba Kono.
—Suena como que alguien está preparándose para su encuentro con Emma —dice Diane.
—Definitivamente —dice Danny.
—Price ha estado esta mañana en movimiento —dice Steve—, mantengámonos alerta.
—Bien, seguiré vigilando —dice Kono—, pondré a la HPD en la tienda de armas. Nos vemos mas tarde —se despide y cuelga.
La puerta sonó y Diane se levantó rápidamente lo que hizo que Steve se detuviera en su camino a también abrirla, creía que era la comida. Pero lo que entro por ella, la desconcertó y más atrás a Danny.
—¿Qué hay playboy? —saludo Ricky a Danny.
Este entro rápidamente a la casa y en menos de cinco segundos estaba fuera con un montón de ropa que estaba en el cuarto del departamento, explicando: —El sentido del olfato de los gatos es 14 veces más fuerte que el de los humanos. (Y ese dulce aroma de Agnes va a traer al Sr. Pickles de vuelta a casa.
Ricky se despidió y salió del departamento, y mientras Steve cerraba la puerta esta vez miraba de mala manera a Danny.
—¿Llamaste al traficante de drogas para encontrar a Mr. Pickles? —reprocho Danny.
—Oh, ¿tu tienes una mejor idea? ¿Tu vas a ir a buscarlo? ¿Lo harás? —replico Steve—No, lo creo.
—Steve Mr. Pickles es un gato, ellos suelen salir y volver, creo que eso fue demasiado —dice Diane.
—No, no lo es. —Y Diane levanto su ceja al ver el tono que este estaba usando.
— No, no, no. No hagas esto, ¿vale? No es mi culpa, es tu culpa —dice Danny también.
—¿Cómo es que es mi culpa que el Mr. Pickles haya salido? Tú eres la razón por la que Mr. Pickles se fue; dejaste la ventana abierta —contesta Steve.
— Bueno, no habría tenido que dejar la ventana abierta si no hubieras decidido que era una buena idea hacer una tortilla en el microondas —reprocha Danny— ¿Sabes qué, toda esta cosa pasivo-agresiva? Ya he terminado. Estoy cansado.
—Oh ¿estas cansado? Muy bien hagámoslo agresivo- agresivo —dijo Steve y Diane esta vez sí intervino— ¿Quieres eso?
—¿Qué carajos esta pasando aquí? Parecen un par de niños...
Y de pronto aquel lugar era solo gritos y reproches, hasta que por las cornetas se escuchó un grito y luego un disparo proveniente del departamento de Emma. Lo que los alerto a los tres dejando su disputa de inmediato.
Tanto Diane como Steve y Danny salieron corriendo hacia el edificio. Mientras Steve y Danny socorrían a Emma, Diane buscaba en el resto del edificio.
...
Al final Emma, la mujer que habían vigilado por tres días había muerto a manos del propio Ivanovich, Este intento buscar a Mia Price en la joyería, pero afortunadamente Kono fue alertada por Steve que volvió al departamento para ver lo que había sucedido mientras ellos corrían hacia Emma, por lo que dedujo que iría por Price, y tuvo razón.
Kono le había disparado a Ivanovich y Price fue puesta en Halawa.
Honolulu Police Department.
Por otro lado, y en mejores noticias, Mr. Pickles había vuelto, pero aun había algo que hacer. Haber escuchado a un traficante de drogas y hasta especies de animales prohibidos en la isla era algo que ninguno de los tres iba a pasar por alto.
—Gracias Duke —le dijo Diane cuando este abrió la puerta y le dejo pasar de primero.
Detrás de ella estaban Duke, Danny y Steve y los tres esta vez tenían sus placas puestas.
—¡Hey! Si son mis amigos ¿Qué están haciendo?
—Bueno... Somos policías —dice Danny y Diane le sonríe a Ricky.
—Mierda... —Dijo Ricky—; supongo que eso no es bueno para mí.
—Oh no, en definitiva, no —dice Diane.
—Pero a pesar de tener que incriminarte en media docena de delitos, encontraste al Sr. Pickles y lo trajiste de vuelta, así que por eso te vamos a dar un pase —menciono Steve y la cara de Ricky paso de estar asustado a estar aterrado y luego a casi de alivio.
—Uf —dijo haciendo un gesto de alivio—, Gracias de verdad.
—Por nada, sin embargo, esto no es solo así de mágico. ¿Ves al Sargento a mi lado? —dijo Diane señalando a Duke—, tienes que darle todos los nombres tus proveedores señor agente de viajes.
— De ninguna manera —replico inmediatamente Ricky—. No va a suceder, hermano. No soy un soplón.
— Esto debería ser obvio, pero si no cooperas, vas a la cárcel —Dijo Duke de una manera tan amenazante que bajo de un tirón la actitud algo rebelde Ricky.
Este miro a Steve, luego a Danny y por a ultimo a Diane que le hizo un gesto intentándole advertir de sus futuros problemas.
—Bien ¿Alguien tiene una pluma? Son muchos nombres —dijo este y Diane sonrió y se dio la vuelta en victoria de haber conseguido lo que los tres querían. Detrás de ella y dejando a Ricky con Duke se fueron Danny y Steve.
...
Después de tres días Diane y Steve volvían a ellos y a sus momentos. Luego de dejar a Danny ambos fueron a la casa de Steve y después un largo momento juntos, ambos estaban en la cocina, preparando la cena.
—¿Cuánto tiempo tenemos haciendo esto? —dice Steve colocándose detrás de Diane mientras ella corta unos tomates.
—¿Haciendo la cena? —pregunta ella y se da vuelta para quedar frente a él. —No lo sé... ¿Unos veinte minutos?
—No —dijo este riendo y le dio un corto beso—, esto. Estar en casa, juntos.
—Oh, ya... No lo sé, ¿Cuatro, cinco meses? Creo que tal vez más.
—Ok, ¿Y que tal si lo nos quedamos así? —pregunto Steve y de nuevo le dio un beso.
—¿Así como?
Steve nunca había sido bueno expresando lo que sentía, eso estaba mas que claro, pero esperaba que de nuevo todo pudiese calmarse en el para decirle lo que estaba sintiendo. O mejor lo que quería pedirle.
—¿Y si te mudas? Aquí... Conmigo.
Diane se quedo un poco en shock al escuchar aquello, y al no saber como responder solo le sonrió y se acerco a el para besarle, pero esta vez más íntimo, más profundo que respondiera aquella pregunta.
—Supongo que eso es un si —dijo Steve al separarse de ella.
—Lo es —musito ella muy cerca aun de sus labios.
...
Steve y Diane a la mañana siguiente habían planeado ir a casa de Diane por sus cosas, sin embargo, Danny había llamado muy temprano para pedirle un favor a Diane, asi que lo pospusieron hasta después del almuerzo pues los chicos y Jerry habían planeado un almuerzo juntos.
—Te veo luego —se despidió Diane dejando su taza de café en el lavaplatos.
Danny no le había querido decir a donde iban a Diane hasta que llegaron a su destino. Estando ahí, Diane pudo entender de que se trataba todo.
—Escucha... Tienes razón ¿De acuerdo? Casi nunca considero los sentimientos de Steve porque siempre creo que no tiene, a pesar de que me preocupo por él y blah blah blah —Y Diane sonrió—, no le escucho. Así que lo haré de ahora en adelante. Sé que él es como una almeja, cuando se trata de decir lo que siente. Pero últimamente ha estado diferente y se que en el fondo también se debe a ti y a lo que sea que tengan, es por eso que prometo que esta relación de los tres... Si Diane también estas aquí, será mucho mejor.
Diane rio y sin pensarlo se lanzó a los brazos de Danny emocionada: —Sabia que no necesitábamos más de esa estúpida terapia.
—Pues no me vendría mal tener una contigo donde me prometan que te quedaras así para siempre. Siendo la voz de la razón.
—No necesito terapia para eso Danny, tranquilo que lo mantendré.
—Eso espero, ahora ayúdame a escoger una de estas.
Luego de salir de la tienda Danny y Diane se fueron a donde Kamekonas donde estaba el resto del equipo ya juntos almorzando. Steve que sabía que Danny no se quedaría, pues hablaría en privado con él, pero Diane sí. Se levanto cuando vio llegar el auto de Danny.
—Bien me disculpo —dijo Steve— debo irme, tengo algo que hacer con Danny. Diane vendrá en un momento.
—Oh, el consejo matrimonial ¿Cómo va eso? —Pregunto Grover desatando las risas en el resto del grupo.
—¿Si reavivaron el romance? —dice Chin.
—Si, si... Muy graciosos —dice Steve.
—Aguarden, creí que no estaban casados —dice Agnes.
Agnes había sido una de las visitantes que tuvo Steve y Danny en su estadía en el departamento y mientras Diane no estuvo, ella les había comentado sobre como habían robado su helecho y por supuesto estaba pidiéndoles ayuda. Así que Steve designo a su oficial especial "Jerry" y este descubrió que básicamente la señora solo se sentía sola, así que la invito al almuerzo grupal.
—No, no están casados —le responde Chin a Agnes—, pero se pelean como una pareja de ancianos.
Entre risas y algunas burlas, Steve dejo el lugar para encontrarse con Danny y ver a su lado a Diane.
—¿Hiciste tu parte del libro? Porque la Dra. Carlin nos preguntara por eso —dijo Danny y Diane rio.
—Los hice de hecho, pero se los comió el perro —responde este.
—Ok, como sea —dice Danny rodando sus ojos—ven acá tengo algo para ti.
Y Steve ve a Diane, pero ella le sonríe y sigue a Danny.
—Ten es para ti —Y Danny sacó el portaguitarras del maletero del auto.
—¿Qué esto? —pregunto Steve.
—¿Qué es? Oh pues... es una tuba. Que imbécil eres ¿Qué aspecto tiene Steve? —Danny siendo Danny, y Diane riendo de ambos como siempre, como desde el principio.
—Oh que lindo, me conseguiste una tuba —dice Steve y abre el estuche. —Danny... esto es...
Y de nuevo Steve estaba tratando de conseguir las palabras adecuadas.
—Es bonito ¿no? —dice Danny sacándole del trance. —Pensé que empezarías a tocar de nuevo, tal vez tocar esa canción que nunca llegaste a tocar.
— Esto es realmente, uh... Esto es... No sé qué decir. ¿Gracias?
Diane estaba mas que feliz al ver por fin, a ese par en paz. Y sin duda, Danny se notaba dispuesto a ser más empático con Steve. Para Steve que siempre será Steve, sintió que un bonito gesto de su parte luego del regalo era dejar conducir su propio auto a Danny lo que hizo que Diane estallara en risas, pero antes de que estos se fueran a su consulta con la Dra. Carlin ella se acerco a el y le dijo: —A veces las segundas oportunidades superan nuestras expectativas. Toca la guitarra de nuevo mi amor —y tomó su mano—, yo estaré aquí contigo.
Steve que de nuevo se veía sorprendido por la mujer que tenia en frente y porque esta vez era tan diferente a todo, no supo que hacer. Y si bien quería ir y besarla por haberle dicho aquello que seguro recordara el resto de su vida, prefería mantener la distancia que ambos habían acordado cuando estuviesen alrededor del equipo.
Así que solo le sonrió y se subió al auto, no sin antes mirarla por ultima vez antes de irse. Y aunque Diane no lo sabía, el sentimiento de "¿Hasta cuándo durará?" era mutuo. Pero a diferencia de Diane, Steve no quería disfrutar como si eso fuese acabarse, él quería que aquello fuese permanente.
¡¡¡Alohaaa!!! Espero se encuentre bien. Como siempre ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que estuve por aquí, pero bueno; como siempre volví.
Espero les agrade esto, porque le puse todo el corazón, Steve y Diane no son precisamente la pareja de cuentos que esperan, pero a su manera saben demostrarse que en este camino están sintiendo más que cariño.
Y también como siempre agradezco el montón de visitas y votos que ha tenido la novela últimamente, siempre los veo y aun como en el 2014 no dejo de emocionarme. Así que mil Gracias por eso.
También quiero aprovechar para dedicarle este capitulo a una lectora que tuvo el gesto mas lindo de todos y fue hacerme unas portadas para esta novela. La verdad me sorprendió y aun me emociono al contarlo ¡Gracias! coralod De verdad hasta te hice un TikTok pero no te lo envié a tu numero porque me dio pena jajajajaja. Un abrazo enorme.
Como siempre:
Mahalo Por leer :*
Con Amor D.A Blaez
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