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Capítulo 22. Malalo o ko'u malu

Entre un montón de cosas estúpidas que pueden pasar, esta era la más estúpida. Sin duda, esta se llevaba el número uno, incluso aunque posiblemente en sus recuerdos borrados hubiese algo aún más estúpido, para ella este sería la numero uno.

—Hemos estado juntos durante, eh... Tres años —dice Danny.

—Cuatro —corrige Steve.

— ¿Ve? —le dice Danny a la Dra. y Diane rueda sus ojos, parecía una muy mala escena de Sr. Y Sra. Smith—, esto es específicamente de lo que he estado hablando.

—Solo estoy corrigiéndote —aclara Danny.

—Ok, son cuatro años...

—De hecho, son tres años, once meses y dos días Exactamente —dice Steve y Diane por octava vez quiere levantarse, tomar sus cosas e irse.

— ¿Terminaste? —pregunta Danny un tanto irónico.

Y Steve solo bufa con mala cara, mientras Danny lo señala como intentando acusarlo con la Dra. Carlin.

—El detective Williams le hizo una pregunta Comandante —dice la Dra. Carlin.90

— ¿Cuándo? —responde este a la pregunta.

—Le pregunto si iba a permitir terminar lo que iba a decirme —dice la Dra. Carlin y Diane mira a Steve a la expectativa de su respuesta. No podía creer que ambos fuesen tan poco colaboradores.

—Disculpe ¿de qué lado está?

—No estoy tomando un lado Comandante, solo soy un observador objetivo. Como ya saben, el gobernador me pidió que supervisara la auditoria psicológica anual del personal, y me preocupo por lo que dijo el Detective Williams —explicaba la Dra. Carlin hasta que miro a Diane: —Como también me preocupa que no ha dicho nada más desde que llegó Comandante Brighton.

—Oh, lo siento... Esto me sigue pareciendo estúpido, lo siento, de verdad lo siento. Pero yo, ya le había comentado que asisto a terapias con otro médico y que puede comunicarse con el cuándo lo desee, así que no veo porque tengo que seguir aquí, esto es... No lo sé, incomodo.

—La entiendo Comandante, sin embargo al hablar con el resto del personal, todos tenían la misma idea, de que usted siempre estaba en medio del Comandante McGarrett y el Detective Williams, y con esto me refiero a que es muy cercana a ambos, así que creí que podía tomar a los tres en la misma terapia, podrían verse desde una óptica muy distinta cada uno.

—Ok, ok... déjeme le aclaro, yo no estoy en el medio, es decir, por razones de trabajo siempre termino con ellos, pero no estoy en el medio de lo que sea que tengan.

— ¿Qué hay de eso de que te comportas como Steve ah? —dice Danny.

—Danny, no me comporto como Steve tengo mis métodos, y no es mi culpa que se parezcan un poco a los de él.

—Estoy de acuerdo —dice Steve.

— ¿Estás de acuerdo? —Reclama Danny—, oh, estás de acuerdo. Es obvio que estás de acuerdo en que ella se comporte como tú, porque para los dos es muy gratificante ir por ahí haciendo estupideces que me saquen de quicio.

—Oh, ¿yo te saco de quicio? —replica Diane.

—Sí, bastante. Mucho de hecho... ¿Por qué no piensas antes de irte a algún lugar del medio oriente a rescatar personas como si fueses Indiana Jones? Nunca piensas, y luego regresas y todo es un caos, porque la señorita jamás piensa, solo actúa. De eso estoy hablando...

—Aguarda, yo no hice eso porque quiera... —decía Diane, pero enseguida fue interrumpida por la Dra. Carlin.

—Bien, esto me parece un avance. Les diré algo, Comandante, siento que usted los conoce y ellos a usted, porque no se calman y volvamos a donde empezamos y así poco a poco podemos ir avanzando con esto.

—Como quiera —dijo Diane y se cruzó de brazos.

Estratégicamente o tal vez casual Diane se había sentado en medio de Steve y Danny, y si, tal y como lo decía la Dra. Carlin, ella estaba en medio de ambos, la mayor parte del tiempo, por lo que también tenía razón en que debía quedarse, por lo visto los tres aún tenían mucho que decirse.

—Bien. Detective Williams, puede decirme lo que quería antes de que interviniera la Comandante Brighton.

—Un segundo —interrumpe de nuevo Steve y Diane esta vez respira profundo—, me disculpo nosotros... eh, nosotros no... No estamos de acuerdo en algunas cosas, pero no veo por qué eso es tan importante.

—Ok, ok... me voy a tomar un segundo, para detenerte justo ahí —dice Danny—, dices "algunas cosas" ¿" algunas cosas"? nosotros no estamos de acuerdo en nada.

—Perfecto, menciona una —dice Steve.

—Uhmm, nunca puedo conducir mi propio auto —dice Danny y Diane inconscientemente asiente mirando a Steve.

—Yo sinceramente —repone Steve con una pequeña risa irónica—, no entiendo porque siempre te molestas por eso. Es decir, deberías estar agradecido de que siempre conduzco para ti.

— ¿Eso es algo bueno? —pregunta Diane mirando a Steve y luego sin querer mira a Dra. Carlin, y es que para ella estar justo ahí escuchando eso, era como un día común, así que por momentos olvidaba que estaba en una terapia.

—Respóndele —le dice Danny a Steve—, por supuesto que no lo harás. ¿Quién soy? ¿La señora Deisy? A veces me gustaría conducir mi propio auto.

—A veces conduces —responde Steve.

— ¿A veces? Enserio te atreves a decir eso frente a esta mujer y con una cara seria ¿enserio?

— ¿Nunca manejas tu propio auto, ah? —pregunta Steve irónico y Diane que no había hecho más que mirar de un lado a otro, se detiene y solo mira hacia a todos lados hasta que consigue lo busca, un vaso con agua. — ¿yo siempre lo manejo? ¿Ah?

—No, por supuesto que puedo manejar mi auto, cuando tú no estás en él. Cuando estoy solo puedo manejar mi propio auto, por supuesto que si —dice Danny.

—Si. Eso es a veces y está bien. —expresa Steve y Diane solo continúa mirando de un lado a otro escuchando las respuestas— ¿Sabes qué? ¿Quieres saber por qué pasas tanto tiempo en el asiento del copiloto? ¿Quieres saber?

—Ok, esto debe ser increíble, fantástico de hecho —decía Danny riendo sarcásticamente—, porque nunca me lo había dicho. Si, por supuesto, quiero saber.

—Si yo también —se escuchó la voz de Diane.

—Porque me mareo cuando no conduzco —dice Steve y Danny comienza a reírse.

—Y se ríe, se ríe y es la primera vez que le digo esto —dice Steve.

—Porque es ridículo —dice Danny aun riendo—, porque sinceramente es ridículo.

—Tal vez por eso no se entienden, porque siempre crees que Steve no tiene sentimientos o que puede sentirse mal —le dice Diane a Danny.

—Claro que sé que Steve no es una piedra, por supuesto que lo se... Pero eso nada tiene que ver con su manía de controlar todo. Es un maniático del control.

—Pues eso es parte de sus sentimientos Danny —dice Diane.

—A ver —dice la Dra. Carlin— después de todo, creo que si notó que es necesario que fuesen los tres juntos a terapia ¿No Comandante Brighton?

—No, la verdad sigue sin parecerme lógico —replica ella.

—Pues lo es, porque la cuestión Detective Williams, es que el Comandante McGarrett está compartiendo algo muy personal con usted, tal vez debería mostrar un poco de respeto.

— ¡Pero está mintiendo! —exclama Danny.

—No, lo estoy haciendo —dice Steve.

—Es un Navy SEAL.

— ¿Y eso que tiene que ver? —pregunta esta vez Diane.

—Sí, exacto ¿eso que tiene que ver? —dice Steve esta vez.

—Pues les voy a decir que si no vamos a ser honesto, con todo respeto —dice Danny—, yo no quiero estar aquí, ella ya se lo ha dicho es todo momento, y estoy muy seguro que el tampoco; entonces sino vamos a ser honesto, entonces me voy a ir.

—Estoy siendo honesto —dice Steve.

—No he mentido, ni siquiera he hablado mucho —dice Diane.

— ¡Señores! —llama la Dra. Carlin.

—Si —dicen los tres al unísono. —Esta es una revisión obligatoria Así que continuemos, ¿de acuerdo?

—Bien —dice Steve.

—Como sea —dice Diane.

—Bueno —dice Danny.

— ¿Por qué no cambiamos la temática un poco? ¿Por qué no me describen como se conocieron? —dice la Dra. Carlin y tanto Steve como Danny ríen, incluso Diane pues hasta hace poco supo de aquella historia.

Steve comenzó aquella divertida historia de cómo Danny y él se habían conocido. De hecho, a pesar de ser una historia algo caótica era también muy divertida, hasta que a mi mitad de la historia a Steve se le ocurrió llamar "Danno" en vez de "Danny" a Danny.

—Ok, detente, detente justo ahí —dice Danny—, ¿ve? Él sabe... él sabe que no me gusta que me llamen así y...

—Ok, ok... El Señor Daniel —dice Steve en un tono solemne que hizo reír a Diane.

Aquella historia siguió, incluso con las aclaraciones de Danny, donde le decía a la Doctora que él no lo veía como un contrato, sino como un secuestro, cosa que también hizo reír a Diane. Luego comenzó a comentar sobre el resto incluyendo a Lou quien era reciente en el equipo, hasta que llego a Diane.

— ¿Puede usted decirnos como conoció a Five-0 Comandante Brighton?

—Oh... Pues me gustaría, pero eso está en esa parte de mi memoria que no existe. Lo único que recuerdo es que desperté en un hospital, y a mi lado y tomando mi mano estaba Danny, quien se aterró cuando le dije que no le recordaba, minutos después entro Steve y Sam quien en ese entonces era el médico tratante y mi prometido. Después de eso, solo sucedieron muchas cosas por las que termine aquí de nuevo —responde ella dejando un gran silencio al aire.

—Diane llegó a nosotros como un caso —dice Steve y Diane y el conectan sus miradas—, la fiesta de juramentación del antiguo gobernador fue atacada y ella fue secuestrada, la encontramos y luego de ello el Gobernador nos impuso que ella trabajaría con nosotros. Fue difícil al principio —explicaba este— pero luego de ver que Diane podía dar incluso su vida por alguno de nosotros e incluso por personas que no conoce ya Diane era parte de nosotros. Además, Diane es brillante, es una estratega muy audaz, tiene una carrera impresionante; me gusta que siempre tiene la intención de ayudar a los demás sin importar que, y cuando menos lo pensamos puede ser bastante dulce.

Y aquella descripción actual de Diane hecha por Steve dejaba muy en claro, que todo lo que había sucedido en el pasado, en el pasado estaba; pero además de eso, que Steve sentía un profundo cariño por ella, y ahora ya no teme hacérselo saber.

— ¿Entonces actualmente son seis personas las que conforman Five-0? —pregunta la Dra. Carlin.

— Sí, pero somos... somos más que un grupo de trabajo, somos Ohana —responde Steve y Danny lo mira de pronto.

— ¿Por qué la mirada Detective Williams? —pregunta la Dra. Carlin.

—Oh no, no... Por nada creo que... creo que, por primera vez, estoy de acuerdo con él.

— ¿Y usted Comandante Brighton? —pregunta la Dra. De nuevo.

—Así me siento actualmente —respondió y les dio una sonrisa a ambos.

...

Cuartel General Five-0

—Pregunta —dice Grover al ver llegar a Danny, Steve y Diane—, ¿es normal que en época de papeleo estos tres no estén?

—Si —responde Chin sin dejar de teclear su computadora.

—Completamente normal —secunda Kono.

La semana iba de mal en peor, primero el gobernador enviando al equipo a terapia y luego les pidió que durante una semana estuviesen inactivos pues debían entregarle el papeleo de 4 meses. Diane quien fue la que recibió la orden solo estaba petrificada frente al gobernador pidiendo a cualquier ser místico que ella no fuese a salir con algunas de sus excentricidades y aunque por casi media hora creyó no poder hacerlo, al final lo hizo.

Por lo que apenas era martes y aún estaban discutiendo sobre algunos casos recientes, lo peor vendría cuando le tocara a Diane redactar el caso del grupo del MNL que ataco el edificio y secuestro a Sam, porque eso no estaba en sus registros de recuerdos.

—A mí ni me miren —dijo Diane tomando asiento en la mesa de reuniones donde estaban desde hace tres días haciendo todos en equipo el papeleo—, la terapia se la debemos a estos dos. Ellos y su matrimonio fallido nos envió a terapia, que es de dónde vengo y la razón por la que según Grover —le mira con una ceja alzada—, no estoy haciendo el papeleo. Por cierto, aquí hay un reporte de Duke donde explica que me apuntaste a mí y al equipo con más de doce hombres de tu equipo SWAT, ¿Lo omito o describo lo hijo de puta de fuiste? —termina Diane y mientras teclea los demás ríen por lo último que dijo.

— ¿De mal humor, eh? —responde Grover y Diane baja sus lentes de lectura y lo mira por encima de estos— No tengo la culpa de que básicamente los cables de tu cerebro no estén bien conectados y hagas cosas como secuestrar un equipo entero de SWAT. Enserio ¿No le temes ni un poquito a la cárcel?

—Cariño, ese es mi sitio fijo de vacaciones permanentes en caso de que algo salga mal.

—No le prestes atención —dice Danny quien también comienza a organizar su sitio para comenzar con el papeleo—, esta de mal humor porque la Dra. Carlin la obligo a seguir yendo a terapia.

—Oh si —replica Diane y coloca a un lado su laptop—, ¿Seguro que es por mí?

— ¿No lo es? —pregunta Grover y los demás vuelven a reír.

—Jefe ¿Cómo te fue a ti? Estas muy callado —pregunta Kono.

—Mmm... Quisiera poder decir algo bueno, pero tener a Diane y a Danny en una misma sala, es agotador. Solo puedo decir eso.

Y entonces Danny y Diane comienzan hablar al mismo tiempo, reprochándose entre sí, no solo la terapia sino lo que había dicho Steve. Aquella escena era por demás divertida para el resto del equipo, y es que, a decir verdad, tanto Grover, como Chin y Kono estaban un poco aburridos haciendo el papeleo.

—Ok, ok... Basta. Concentrémonos en esto, necesitamos terminar esto y apenas es miércoles —Inmediatamente Danny y Diane dejaron de hablar y una se acomodó sus lentes y silenciosamente volvió a su laptop y así mismo Danny.

...

— ¡Ey! ¿Quieres ir a comer? No sé tú, pero yo me estoy muriendo de hambre —pregunta Danny a Diane.

Luego de una larga jornada, donde ya no quedaban sino solo ellos dos pues habían estado trabajando en conjunto sobre el caso del MNL; ambos decidieron que ya debían dejarlo. Steve tenía un asunto personal que resolver, entiéndase su madre y Wo Fat y el resto se fue a casa, excepto por Danny y Diane.

—Sí, si me ofreces algo mejor que ir donde Kamekona está bien.

—Créeme te ofrezco algo mucho mejor.

—Ok, acepto.

Ambos fueron a un restaurant de comida indie llamado Bombay Palace, y ahí conversaron sobre cómo iban las cosas con Rachel y su idea de llevar a Danny de nuevo a juicio solo por lo que había ocurrido en un partido de futbol.

—Cambiando de tema —dice Danny—, veo que tú y Steve me han hecho caso, se han mantenido alejados el uno del otro. Eso me agrada.

Y Diane solo rueda sus ojos y sonríe, tratando de disimular lo mejor que puede; mentir jamás ha sido su fuerte.

—Jamás entendí porque quieres eso y lo peor de todo es que eres incapaz de explicarme. Sin embargo, puedo decirte que Steve tiene muchas ocupaciones y yo también.

—Y eso es genial, lo adoro. Me encanta de hecho. Puedo sentir "Paz" —y esto último lo dice en una mofa suspirando y abriendo sus abrazos.

—Como quieras —dice Diane riendo—. Sin embargo, creo que me debes una explicación extensa de tu imperativa orden hacia mí y hacia Steve.

—Créeme cosita que lo haré, te lo dire. ¿De acuerdo? ahora vamos a casa, debo buscar a Grace y a Charlie primero; y luego dejarte en tu casa.

Diane y Danny terminaron de comer y emprendieron su camino a casa. Sorpresivamente, Rachel había llamado a Danny y de la forma más cordial le había dicho que Grace y Charlie ya estaban en su casa, así que no debía preocuparse por irlos a buscar.

Ciertamente cuando llegaron las luces de la casa de Danny, estaban encendidas, y podía verse que otras luces parpadeaban por lo que se suponía que ya los niños estaban ahí y habían encendido la televisión. No había mucho tiempo entre la llamada de Rachel y la llegada de Danny a la casa, por lo que Grace y Charlie no habían estado demasiado tiempo solos.

—Iré primero a saludar y luego te llevaré a casa ¿De acuerdo? —dijo Danny mientras abría la puerta de su casa.

—Oh no, tranquilo. Le pediré a Prescott que venga por mí, después de todo siempre me pide querer hacer su trabajo como Chofer de la familia, así que, podría este ser su glorioso momento.

—Oh, si es cierto que estoy junto a la Paris Hilton de los policías —dice Danny y Diane rueda sus ojos.

—Ja, ja y ja —replica ella—, muy gracioso.

—Que te puedo decir. ¡Grace! ¡Charlie!... ¡Grace ya estoy en casa! —Decía Danny en voz alta esperando que en algún momento saliera Grace o Charlie a saludarle.

Pero fue todo lo contrario, de la puerta de la cocina salió un hombre moreno, de rasgos latinos, cabello oscuro y con un traje beige que hizo que ambos de inmediato desenfundaran sus armas.

—¿Qué demonios hace en mi casa? —dice Danny apuntándole al hombre.

—Quédate con él, yo revisaré la casa para buscar a Grace y Charlie —dice Diane y Danny asiente.

Diane con su arma abajo, pero en guardia subió directo a las habitaciones de Grace y Charlie y para su suerte ambos estaban durmiendo en la cama de Danny, verifico que estuviesen bien y volvió enseguida con Danny, no sin antes cerrar la puerta donde ellos estaban.

—Ok, explíqueme —y cargo su arma—, que hace en propiedad privada y como es que conoce a Danny.

—¿Y tú quién eres? —pregunto el hombre con una sonrisa burlona.

—Alguien que le va a disparar sino me dice en tres segundos que hace aquí —replica Diane —Danny quien tampoco dejaba de apuntarle al hombre miro a Diane y se dispuso a explicarle.

—Ok, pero el Señor Reyes ya está enterado de todo ¿Por qué sigue aquí? —dijo Diane.

—Yo solo vine por ayuda y como veo que son dos, supongo que tendrán mi dinero mucho antes de lo esperado —decía Marcos Reyes con una actitud socarrona y relajada la cual estaba haciendo molestar a Diane.

—Supone mal —espeto Diane.

...

Diane se había encargado de llevar a HPD a Marcos Reyes y hacer el arresto para mantenerlo ahí hasta el día siguiente. De regreso llamo a Danny para proponerle que ella se quedase en la casa junto a él, por si este hombre tenía planeado algo más. Sin embargo, Danny quien de pronto para Diane empezaba actuar extraño le pidió que fuese a casa.

Diane tomo su palabra, pero en vez de ir a casa solo a descansar, decidió molestar a Kavner y pedirle que averigüe todo lo que pueda sobre este hombre, algo le decía que esto no iba por buen camino. Danny es la persona más cuidadosa del mundo, y de no ser porque esta con Steve y a veces con Diane su vida sería una total calma y meterse en problemas jamás ha estado en su vocabulario, por lo que sin querer a Diane se le activaron sus alarmas, y posiblemente algo de sobreprotección.

A la mañana siguiente Diane se encargó de que Marcos Reyes fuese traslado al Cuartel General, esto para que pudiera hablar con Danny, sobre su estadía en Hawaii, y de que exactamente habla, porque Danny parece perdido ante su petición.

—Ey, que bueno que llegaste, ya casi le sacaba una muela de un puñetazo. Pero tendré en cuenta que esto solo debes manejarlo tu —dijo Diane al ver a Danny llegando a la sala de interrogatorio.

—Diane, ¿Qué te dije? —dijo este en tono de advertencia.

—Ya se, ya se... —y alzo las manos en señal de rendición—, sé que tu manejas esto. Lo tengo, no intervendré.

—Ok, perfecto —dijo este y se encamino a la sala.

—Pero —dijo Diane y este enseguida se detuvo y se devolvió. No, Diane no iba a dejar las cosas así. —Si las cosas se salen de control, ya sabes que yo...

—Diane, nada se va a salir de control ¿ok?

—Ok, ok... yo solo digo. Ya sabes —dijo ella e hizo un amague como si fuese a pegarle a alguien y Danny sonrió. Si algo era seguro era que jamás se libraría de Diane e incluso cuando no recordaba nada, seguía siendo ella.

Danny entro a la sala y detrás de él Diane. Danny que ya había leído lo que le había enviado Diane iba directo a obtener respuestas, pues, aunque Danny parecía estar muy tranquilo, se le notaba igual de confundido que el día anterior y mucho más preocupado.

—Según la interpol tiene un registro limpio, un prominente promotor inmobiliario en Colombia. Pero tú y yo sabemos que eso es mentira ¿no? —dijo Danny parándose frente a Reyes.

—Entiendo que estes molesto conmigo por haber entrado en tu casa, pero es que la verdad no vi otra forma de llegar a ti.

—Mmm...entiendo, pero tenemos este aparato ¿Cómo es que se llama? —dijo Danny al aire, y en medio de su impaciencia la cual ocultaba Diane contesto:

—Teléfono lo llaman.

—Exacto —secundo Danny.

—Si, tienen razón. Pero algunos negocios deben hacerse cara a cara —dice Marco y se hace a un lado para ver a Diane— ¿Siempre están juntos?

—¿Quieres que responda eso? —contesto de inmediato Diane, pero prefirió callar luego.

—Ok, hablemos —dijo Marcos al ver la cara de Diane la cual era de muy pero muy pocos amigos—, Cuando tu hermano desapareció, estaba en posesión de una cantidad importante de dinero. Mi dinero.

—¿Cuánto? —pregunto Danny.

—18 millones y medio —respondió Marcos.

—Vaya, eso mucho dinero. Y lo lamento, porque no se nada sobre eso, y no he hablado o visto a mi hermano en tres años.

—Lamento escuchar eso, porque vine aquí solo por mi dinero —y el tono de Marcos había cambiado se notaba que quería intimidar.

—Bien, entonces recorriste un largo camino para nada —le respondió Danny en el mismo tono amenazante que este usaba.

—Detective Williams, me investigó por la Interpol, así que sabe quién soy. ¿De verdad crees que soy el tipo de persona que no consigue lo que quiere?

Y justo ahí Diane respiro profundo.

—¿No oíste lo que dije? No sé nada acerca de esos 18 millones.

—Entonces será mejor que empiece a buscarlos Detective, porque entonces vendré por usted.

Y Diane que quería restregarle lo que haría con él y hasta sacarle la muela que le había advertido decidió salir de la sala, no sin antes darle una mirada de advertencia a Marcos, y esperaba que la tomara enserio, porque si algo era seguro, era que él iba a ir por Danny sin antes pasar por ella.

—Hola... venia por ustedes —dijo Steve quien venia caminando hacia la sala —¿Todo bien?

—Si, Sali porque no quería que... —y la aquella respuesta fue interrumpida por el sonido de la puerta de la sala de interrogatorios y de esta venia saliendo Danny.

—¿Ves porque los mantengo alejados? Sabía que ibas a irte contra el cuándo me amenazo y en vez de eso te saliste de la sala. A eso lo llamo avance.

Diane y Steve se miraron y negaron con la cabeza. La verdad es que aquella actitud de relajación de Danny estaba llamando demasiado la atención, algo no andaba bien.

—¿Qué harás con él? —pregunto Steve.

—No lo sé, creo que está demasiado convencido sobre Matt y los 18 millones.

—¿Matt le debe dinero y viene por ti? —cuestiono Steve de nuevo.

—Bueno, supongo que cree que se dónde está.

—¿Qué quieres que hagamos con él? —y Steve miro a Diane.

—No te preocupes —Dijo ella—, lo procesaremos por allanamiento de morada, y si se me ocurren cinco cargos más, se los añadiré, a ver si unos días en el Hotel HPD le hagan reflexionar sobre amenazar a Danny y que evitaran que le sacara una muela.

—Si a lo primero, no a lo último —dijo Danny y junto a Steve caminaron a la salida.

Diane se encargaría de que la HPD se llevara a Marcos Reyes.

...

El resto del día el equipo se avoco a un caso, y Diane se quedó a terminar el papeleo. Si bien les había pedido no intervenir en ningún caso por la semana Diane decidió junto a Steve tomar el caso pues habían sido los primeros en ser llamados, mientras ella se quedaba terminando el papeleo, para no atrasarse en la entrega al Gobernador.

Eran casi las 6:00pm cuando recibió una llamada de Duke, donde la informaba que Marcos Reyes había sido puesto en libertad pues su abogado movió muy bien sus cartas y más allá de entrar en la casa de Danny, Marcos no había hecho más.

—Maldita sea, debí imputarle los demás cargos —dijo Diane al colgar el teléfono.

Debía buscar a Danny, tal vez seguro lo sabía, pero debían pensar en algo, pues si algo era seguro, era que Marcos Reyes venia decido a buscar lo que necesitaba y si tenía que desaparecer a Danny o su familia lo haría.

Casa de McGarrett

Diane había estado llamando a Steve para avisarle que iría a su casa, pero este no respondía, por lo que esperar no estaba en sus genes y la educación en un momento así tampoco. Además, ya habían compartido más que una simple cita, como para no poder llegar a su casa.

—Lamento venir sin avisar, pero te llamé y no contestabas —dijo ella apenas Steve abrió la puerta.

—Oye no tienes que avisar, pasa ¿estas bien?

—Hace rato me llamo Duke, liberaron a Marcos Reyes y Danny no me contesta, así que pensé enseguida en ti porque mi cabeza me dice un millón de cosas que debo hacer, pero, estoy muy consciente de que Danny no estaría de acuerdo en ninguna de ellas, y la verdad no quiero intervenir a menos que el me lo pida.

—Entiendo. Pues no me ha llamado, y cuando salió del cuartel me dijo que pasaría por Grace y luego por Charlie de sus actividades y los llevaría a casa. Pero déjame lo intento yo.

Steve tomo su celular y le marco a Danny, este respondió luego de un par más de llamadas, no quiso decir mucho, pero aclaró que estaba bien.

—Está bien, está en su casa justo ahora y ya está enterado de que Marcos Reyes

—Mmm... Bueno, me alegra saberlo —dijo Diane.

—Si, tranquila. Igual podemos vigilarlo y Diane sonrió. Al menos no era la única con ideas que Danny no aprobaría. —¿Te quedas a cenar? Estaba por ir por ti al cuartel, pero apareciste aquí.

—¿De verdad? —cuestiono Diane, en el fondo no esperaba ese tipo de iniciativas por parte de Steve.

Si bien su relación iba poco a poco, y aun descubriendo cosas ambos que para Diane era la primera vez, pero para Steve podría ser la primera como tambien la segunda; el romanticismo y ese tipo cosas no era algo que pudiera verse en Steve, y Diane por alguna razón lo supo desde sus salidas al Café Wailana.

—¿Por qué el tono de sorpresa? —dijo Steve fingiendo estar ofendido.

—Naaah, olvídalo —soltó Diane y fue directo a sus labios y sonrió.

—Pues si cada vez que dudes vas hacer esto, puedes seguir haciéndolo —dijo Steve y de nuevo se acercó a ella para seguir besándola.

Necesito sacar la valentía para contarle de su madre, no quiero que esto termine.

...

—Me alegra verte de nuevo. Recibí un correo de la Dra. Carlin, es una colega y me sorprendió que también estuvieses viéndote con ella —dijo el Dr. Vianne a quien Diane había decidido visitar pues en las últimas semanas había estado teniendo esos sueños nuevamente. Esos que parecían viejos recuerdo, pero que no está segura si eso paso o no.

—Le ruego no me recuerde eso... Es una tortura de verdad, si me hubiesen dicho eso antes de decidir quedarme en Hawaii, hubiese dicho que no y habría tomado el primer vuelo de vuelta a New York —y el Dr. Vianne rio, sabía que Diane no le agradaba estas situaciones, y si la obligaban debía ser una tortura, para ella.

—¿Cómo vas con eso? ¿Extrañas New York?

—Extraño a Don, mucho la verdad. En esta etapa donde parezco estar viviendo todo de nuevo, Don me hacía sentir que no estaba tan perdida.

—¿Te sientes perdida aquí en Hawaii?

—A veces... Es decir, todos los días me cuestiono si lo que hago, es algo que haría mi antigua yo. De mi cabeza aun no sale las palabras de Tío John, ni las de Kavner como tampoco las de Dan. Y eso siempre está torturándome, aunque no lo diga.

—¿Qué es eso que no haría la otra Diane?

—Estar en una relación con Steve, ayudar incondicionalmente a los Five-0, mentirle a Danny, mentirle a Steve...

—¿En que estas mintiéndoles?

—A Danny, en la relación que mantengo con Steve y a Steve, no diciéndole que fue su madre la que causo el noventa porciento de las cosas que él y yo vivimos, que nos hicimos...

—Entiendo... Pero primero, no deberías ocultar algo que es tuyo. Si quieres decirlo, puedes hacerlo, ya el señor Williams verá que hace con esa información. Tu eres su amiga y compañera de trabajo, no su propiedad. Y con respecto a Steve, la verdad siempre te hace libre. ¿Crees que eso repercuta en su relación?

—La verdad es que no lo sé, es solo que más que yo, más que nada... No quiero que pase por lo mismo de nuevo, su madre es un tema delicado para él, y no quiero que... ya sabe...

—¿No quieres que Diane? Recuerda que aquí no hablamos a medias.

—No quiero que sufra, es todo —dijo ella y miro a la ventana que estaba a un lado de ella.

—Diane, no siempre puedes proteger a todos y a todo. Por más que sea Teniente Comandante Diane Brighton, no eres un superhéroe. Y aunque no lo veas de esta manera, no estas protegiendo a nadie, solo estas abriendo otra grieta entre tu y Steve.

—Créame que lo he intentado, bueno... He pensado en intentarlo.

—Solo hazlo Diane, solo hazlo. Enfócate en el presente Diane, si Steve y tu decidieron estar de nuevo juntos a pesar de todo lo vivido, es porque ambos decidieron superar su pasado.

—Yo no decidí nada, solo me deje llevar por esta cosa extraña que siento al estar a su lado, es como si... No lo sé, realmente no sé cómo explicarlo...

—Ok, ¿Qué quiere decir eso?

—Que, qué tal si recupero la memoria, y no es Steve con quien quiero estar, y si sigo amando a quien fue mi prometido, y todo esto es una pérdida de tiempo. Esos sueños, ahí... Ahí estaba tan atormentada, siempre que estoy ahí me siento diferente, es como si siempre tuviese que obligarme a estar molesta, llena de rabia y hasta rencor. Y no entiendo porque, si todo lo que paso fue tan horrible ¿Por qué antes de perder la memoria decidí volver? ¿Por qué nunca traté de hablar con Steve y explicarle todo?

—Bueno, a eso ultimo puedo decirte que sueles ser bastante orgullosa, así que podría ser eso. De igual manera no podemos especular sobre ello. Si bien según tú, no lo elegiste, sino que esa extraña sensación la hizo por ti, temo decirte que esa sensación no puede hacer nada por sí misma, así que si fuiste tu.

—¿Seguro que esta de mi lado?

—Por supuesto —dijo el hombre en medio una pequeña risa—. Diane, tus últimos estudios no revelan algún avance o algo que nos pueda decir si recuperaras tu memoria o no... Lo único que puedes hacer es seguir, y no, no te preguntes si la otra Diane habría hecho eso o no. Eso no puedes saberlo, lo que si puedes es hablar con Steve, y pedirle que te explique y que hablen de todo eso que los separo, y juntos busquen la manera de evitarlo ahora. Y para que eso suceda, también tendrás que decirle que su madre fue quien causo todo esto, ella y ustedes por no confiar el uno en el otro ¿de acuerdo?

—No se para que vengo a terapia si usted no está de mi lado —dijo Diane en un tono divertido para tratar de asimilar todas y cada una de aquellas palabras que estaban cargadas de verdad.

...

Cuartel General Five-0

La semana estaba a unos días de terminar, y aún había mucho por hacer. Porque Five-0 quería mantenerse enfocado en lo del papeleo, simplemente no se podía. En la isla al aumentar el turismo, aumenta la criminalidad; por lo que, aun si Five-0 quisiera de verdad estar haciendo solo el papeleo, sencillamente no podrían.

Es por eso, que luego de sesión de terapia con el Dr. Vianne, Diane fue directamente hasta el cuartel a terminar lo que aún le faltaba, en esta ocasión estaría con Steve, ya que Danny y el resto del equipo ya estaban en un caso.

En el camino hacia los interiores del Cuartel, Diane fue informada por la recepción que tenía correspondencia. Tomo un par de sobres y uno era de una compañía de seguros de auto. Según el reporte, durante una persecución en palolo rompió los vidrios de un auto.

—Ok, no diré que no. Lo pagaré, solo que no tengo tiempo para esto —hablaba mientras estaba en el ascensor camino a la oficina— ¿Sera buena idea tener una asistente?

Unos segundos después ya estaba cruzando la puerta de Five-0 pero aún no despegaba la vista de siguiente sobre y de su contenido.

—No puede ser, ¿es enserio? —dijo muy emocionada.

Lo que llamo enseguida la atención de Steve haciendo que se levantara de su mesa y fuese hasta donde ella estaba.

—Ey ¿Qué sucede? ¿Por qué la emoción?

—Pues según este correo, mi tesis fue aprobada y ahora soy Especialista en Ciencias de Investigación Criminal por la Universidad de Pace.

—Oye eso es genial, felicidades —Celebro con un abrazo—, ¿Cuándo estudiaste eso?

—Cuando estuve en New York luego de salir de Five-0. Lo supe porque estando de nuevo allá recibí una llamada del Decano de la facultad y casi lo mando a volar, hasta que Don me dijo que estuve haciendo en esos años en New York.

—Supongo que por haber trabajado en el Laboratorio Criminal.

—Si, creo... La verdad adore estar ahí, incluso cuando no tenía ni idea que había estado ahí. Es bastante interesante, y creo que sé a quién se lo debo.

—Si es a Don Flack, puedes decirlo en tu discurso de graduación —dijo Steve muy serio.

—¿Qué? —Y Diane no pudo evitar reírse. Al parecer Steve podría ser como cualquier pareja, incluso sentir un poco de celos.

—Nada... Olvídalo. Estoy muy feliz por ti, y nada sorprendido, eres brillante —y luego de mirar a todos lados, Steve se acercó a ella y tomo su rostro entre sus manos; y aun con una sonrisa pícara en su rostro por aquel repentino ataque de celos, Diane se acercó también y le beso. —Basta...—susurro en sus labios y dejando pequeños besos.

Steve sabía que Diane estaba aún riendo por su rección al mencionar a Don.

—Lo siento, me tomo por sorpresa esa reacción.

—¿Y cuándo se supone que es tu acto? —pregunto Steve evadiendo lo que Diane había dicho.

—Pues según esto, en tres meses. Y espero verte ahí en primera fila —dijo ella y se separó de Steve para ir a la mesa y comenzar con su trabajo.

—Ahí estaré, debo y tengo que ir —dijo este y tomo asiento frente a ella y al escuchar aquello, Diane volvió a reír.

—Si te da paz, Don no es parte del Laboratorio. Mi idea de estudiar se la debo a Jo, siempre creí que era más de pensamiento y acción, a veces solo acción. Pero estando ahí, y con la ayuda de Jo, me di cuenta que incluso tengo un lado científico, que no sabía.

Steve no dijo nada, solo la miro por encima de su computadora y Diane volvió a reír. Como necesitaba una cámara en ese momento, si ella decía lo que acababa de vivir, nadie iba a creerle.

...

Diane y Steve habían pasado el resto del día entre trabajando y riendo, al recordar cada uno de los casos contaban algunas anécdotas sobre ellos, si las había. Porque a decir verdad esa época era bastante tensa entre Steve y Diane.

Aquella charla que aún tenía risas bastantes sonoras fue de inmediato puesta en silencio debido a la entrada de Danny en la oficina de Steve. Este parecía entre asustado y fuera de control.

—Danny —dijo Diane al verlo.

—Marcos Reyes tiene a mi hermano —soltó de pronto.

—¿De que estas hablando? ¿A Matt? —pregunto Steve mientras Danny seguía caminando de un lado a otro.

—Si —respondió.

—¿Te lo dijo Danny? ¿Te dijo que tenía a tu hermano? —pregunto esta vez Diane.

—Dijo que lo tiene, y que le pondrá una bala en la cabeza...

—¿Te dijo dónde está el dinero? —pregunto de nuevo Steve.

—No, no me dijo dónde está el dinero —respondió Danny quien no paraba de caminar de un lado a otro la oficina.

—Si no te dijo dónde está el dinero ¿Cómo sabes que no está fanfarroneando diciéndote que tiene a Matt solo para que le des el dinero?

—De acuerdo ¿y si no es así, ah? ¿eh?

—Danny, tu hermano ha sido un fugitivo durante tres años, ¿de acuerdo? —le decía Steve a Danny. Y solo oír esas palabras hizo que Danny se detuviera—, Si ese dinero existiera, lo estaría usando para permanecer bajo el radar. Y si ese es el caso, Reyes no tiene a tu hermano, porque sabría dónde está el dinero.

—¿De qué demonios estás hablando? ¿Qué, estás tratando de confundirme? Estoy molesto justo ahora. ¿Quieres hacerme enfadar más? ¿Qué significa eso siquiera?

—Ok, Danny escucha: tal vez Steve tenga razón, es decir si tu hermano Matt robó 18 millones y medio de dólares, tal vez Reyes esté lo haciendo solo para ponerte alerta, para ver si sabes dónde está tu hermano y con él, el dinero.

—Exacto —secunda Steve—. Y si ese es el caso, yo digo que hagas lo mismo que él. Que juegues su juego.

Aquella charla no había tranquilizado nada a Danny, lo único que hizo fue estar en silencio un rato más y salió del cuartel. Diane fue tras él y le dio algunas opciones que no estaban dentro del estilo de Danny pero que para ella servirían, sin embargo, Danny no acepto.

Ante aquella negativa a Diane e incluso a Steve solo le tocaba esperar por Danny.

Juntos en el auto de Steve se dirigían a la casa de Steve, de nuevo tenía un plan para ambos, y aunque ambos no estaban del todo concentrado pues cada tanto pensaban en Danny y esos 18 millones que debía conseguir; intentaron pasar un buen rato. Tanto que aquel rato se convirtió en un momento de dos, algo más íntimo, algo más privado, por lo que en la madrugada del siguiente día ambos compartían la misma cama.

Diane que estaba entre dormida despierta, comenzó a sentir que Steve se movía, quiso no prestarle atención, pues pensaba que tal vez solo estaba acomodándose en la cama, pero nuevo este volvió a moverse y para cuando Diane iba a voltearse, Steve se había levantado de la cama quedando solo sentado sobre esta.

—Ey ¿estas bien? —le decía Diane, pero este aún estaba un poco confundido.

Diane se levantó y se sentó a su lado, Steve le miro y volvió. Sacudió su cabeza y poco a poco fue acostarse de nuevo.

—Está bien... Estoy aquí —le dijo Diane en un susurro, era obvio que había sido una pesadilla.

—Lo sé —respondió el igualmente en susurro y acunando a Diane en sus brazos y con su frente pegada al rostro de Diane volvió a quedarse dormido.

Aquello no había sido la primera vez que sucedía, desde que ambos compartían esos momentos y se quedaban dormidos Steve solía tener pesadillas. En algunos casos hablaba, en otra tenía temblores y en muchos casos terminaba levantándose abrumado por lo que seguro estuviese viviendo.

La primera vez que ocurrió Diane de inmediato supo de que trataba, y es que era muy común en soldados militares que luego de haber estado en acción experimentasen este tipo de sueños, sin embargo, Diane no los padeció hasta luego de que su equipo de SRU muriera. Por lo que aquello le causo curiosidad y no dudo en preguntarle a Steve.

Para su sorpresa, Steve fue bastante abierto con ella y le conto que aquellos sueños se debían a la muerte de su mejor amigo Freddie Hart, a quien quería mucho y que había perdido en una misión. A pesar de que ya había podido recuperar su cuerpo y darle una sepultura digna, su recuerdo seguía muy vivo, y eran muy pocas las ocasiones en las que el dejaba de soñarle.

...

—Vamos dame una razón para salir de aquí y sacarte la verdad como a mí me gusta hacerlo. Vamos, anda...Maldito estúpido con cara de artesanía prehispánica —decía Diane para sí, pero en voz alta, sentada en el asiento del copiloto del auto de Danny.

Danny seguía preocupado por su hermano, así como también le embargaba la duda de si el dinero existía o no; de si Reyes tenía a su hermano o no; o de simplemente actuar o no. Así que Diane se ofreció a ir junto con él para hablar con Reyes. Danny iba muy determinado a saber la verdad, tanto que había esperado de Reyes saliera de su hotel para poder hablar con el... O bueno, de golpearle en el estómago como había hecho.

—¡Eso! ¡Si! —celebró Diane mientras veía desde el auto—, y dicen que mis métodos no funcionan ¡ja!

Danny venia de regreso y su cara no parecía muy tranquila, tanto que era más que obvio que Reyes no le había dado ninguna de las respuestas que Danny buscaba.

—Ok, vale... Ahora dime: ¿lo secuestramos? ¿lo seguimos y lo golpeamos? ¿lo tomamos de rehén y pedimos dinero por él? O vamos directamente a Colombia y buscamos a tu hermano. Tu solo dime, haremos que sea posible.

—No, no... Está bien, haré esto por mi cuenta —responde Danny encendiendo el auto.

—¿Qué quieres decir?

—Que no quiero que te involucres en esto ¿de acuerdo? Lo haré yo solo.

—Danny no puedes hacer esto solo —replico Diane.

—Si Diane, si puedo hacerlo. Y te agradezco que te mantengas alejada ¿Sí? Necesito concentrarme en esto.

—¿Enserio estas diciéndome esto?

—Si Diane, lo estoy haciendo. No necesito más problemas.

—Oh... problemas, es lo que soy. Vale, como quieras. Supongo que lo tienes resuelto entonces.

—Si, lo tengo.

—Ok —dijo ella y salió del auto dando un portazo al salir.

—¡¿A dónde vas?! —Exclamo Danny al ver que Diane cruzaba la calle furiosa—vuelve al auto, hay que ir al cuartel.

—No te preocupes puedo irme sola, no quiero causarte ¡MAS PROBLEMAS! —Grito ella y siguió caminando.

Danny sabía que no iba a conseguir que se subiera al auto, y tampoco es como que dejara a una mujer indefensa y desprotegida, Danny sabía que Diane daba más miedo que cualquier criminal o asesino, pero tampoco quería dejarla así.

Fue hasta que vio que tomo un taxi que este arranco el auto. Había mucho por hacer y aunque ahora Diane estaba molesta con él, y con razón, no podía perder tiempo en pedirle disculpas. Ya lo haría apropiadamente y explicándole porque había actuado asi.

...

Cuartel General Five-0

Steve, Kono, Chin y Lou estaban en la computadora central debatiendo sobre el caso en el que estaban trabajando, pero al ver llegar a Diane con su peor cara de molestia, se detuvieron. Querían preguntarle si todo estaba bien y además por Danny, pero es que aquella expresión decía explícitamente "no te me acerques".

No obstante, a Steve le valió casi nada y dejo lo que estaba haciendo y se fue hasta su oficina.

—Oye ¿todo bien?

—¿No tienes un caso que resolver? —espetó Diane mientras abría su computadora y miraba fijamente a ella.

—¡uy! Tranquila ¿ok? ¿puedo saber porque no volviste con Danny? ¿Todo bien?

—Pues pregúntaselo a él, supongo que a ti no te ve como un problema —y de nuevo con aquella actitud tajante Diane le respondió.

—¿Danny y tú se pelearon?

—¿Nos peleamos? No, no nos peleamos, el me sacó de todo y me pidió que me alejara diciéndome que yo era un problema eso fue lo que pasó. Yo no peleé ¿parezco que peleé? Porque no es así ¿ok? —y esto último lo dijo cerrando su laptop de un golpe.

—Ok, ok ¿Por qué no nos calmamos un poco sí? Si Danny te dijo eso es porque no quiere involucrarte.

—Si, ya lo se. Lo dejó bien claro, Si no estas escuchándome ¿para qué demonios me preguntas ah?

Grover, Chin y Kono quienes estaban expectantes pero que no esperaban ser vistos, enseguida voltearon al escuchar más fuerte la voz de Diane.

—Diane calma —dijo este con una media sonrisa que a Diane le pareció bastante odiosa y opto por evitar mirarlo abriendo nuevamente su laptop? —, si Danny hizo eso es porque obvio quiere protegerte, mantenerte a raya. Seamos honestos, él sabe cómo reaccionas, y lo impredecible que eres, no quiere tener que lidiar con más de lo que ya está pasando.

—Pues eso es una estupidez, porque él no puede ni debe hacer esto solo. No cuando nos tiene a ti, a mi y al resto del equipo. Me parece estúpido la verdad.

—Pues como yo lo veo, creo que lo aprendió de alguien muy cercano. Y si, hablo de ti —dijo Steve.

—Oh vamos yo no... Yo... ¡Esto es diferente ¿ok?! —replico Diane y Steve se acercó más a ella y la tomo por los hombros.

—No es diferente Diane, no lo es...Así que lo que puedes hacer, es esperar a que el acuda a ti ¿sí?

Diane no dijo nada, solo se quedó callada. Hasta que Steve le hizo un gesto y dijo: —Diane...

—Ok, ok... Está bien —dijo ella rodando sus ojos— Pero ¿puedes dejarme hacer mi drama? Necesito tener algo que reprocharle como él lo hace conmigo.

—Ok, como quieras... Ahora andando te necesito en esto cariño —y aquella última palabra lo había detenido y había dejado en silencio a Diane.

—¿Me llamaste cariño? —dijo ella.

—Siempre lo hago, solo que no en el trabajo. Ya sabes por Danny —y Diane le hizo un gesto de incredulidad—, ok bien. Siempre lo digo, pero en mi mente, ahora andando.

Cualquiera pensaría que el resto del día había sido tranquilo, pero no lo fue. Diane estaba más impaciente que nunca y bastante intolerante a casi cualquier cosa que hacían los sospechosos, incluso respirar.

Al final del día, quienes habían asesinado a un local, había sido arrestadas. Y Diane y Steve volvieron a mitad de noche a terminar el papeleo.

Diane seguía pensando en Danny, y aunque quería ahorcarlo, solo pedía que no hiciera nada estúpido. Eso no estaba mucho en su ser o hacer, pero en medio de la desesperación cualquier cosa es posible. Aquellos pensamientos la tenían tan ida que no pudo sino de ahí cuando escucho el teléfono de Steve sonar.

—Es Danny —dijo.

—¿Puedes ponerlo en alta voz? —pidió Diane y Steve asintió.

Ella no diría nada, haría entender que la conversación solo era para Steve.

—Ey Danny trate de llamarte, pero no contestabas —respondió Steve—¿Qué está pasando? ¿Hablaste con Reyes?

—Creí que Diane te diría —respondió Danny y Diane puso sus ojos en blanco.

—Oh no, estaba furiosa, no iba contarme mucho —dijo Steve y le sonrió a Diane.

—Lo sé... Creo que se me fue la mano. Ya hablare con ella —y se escuchó como este suspiro y Steve que miro a Diane noto que ella había notado su arrepentimiento, pero también que esta vez Diane sería bastante orgullosa— Reyes me dio hasta el lunes para conseguirle su dinero... Steve, no creo que este mintiendo. Creo que enserio tiene a Matt.

—Bien, entonces voto porque vayamos a Colombia y lo traigamos de vuelta.

—No eso no podemos hacerlo ¿de acuerdo? Este tipo, es del tipo de persona que tiene un ejército a su alrededor para protegerlo. Si vamos ahí, Matt estará muerto antes de que entremos por la puerta principal. Así que se me ocurrió otra forma de recuperar a Matt.

—¿Cómo? —pregunto Steve y Diane pedía que no fuese hacer nada estúpido. Ya no le importaba los antecedentes de Danny, sabía que podía hacer hasta lo imposible si alguien que quiere estaba en peligro.

—Pagándole su dinero —responde Danny y Diane y Steve se miran confundidos.

—¿Te refieres al dinero que no existe?

—Creo que estoy empezando a creer que si existe. De hecho, estoy pensando que está aquí en la isla.

—¿De que estas hablando?

—Hace tres años cuando Matt se subió a ese avión, no llevaba ni una sola pieza de equipaje, y se supone que llevaba 18 millones y medio de dólares. Si de verdad la tenía, entonces antes de irse, los dejo en la isla.

—Bien, digamos que lo hizo, ahora ¿Cómo lo vas a encontrar?

Un mes luego de que Matt desapareciera me envió una postal.

—¿Una postal? ¿Qué decía? ¿mencionaba algo del dinero?

—No, no mencionaba el dinero. Sólo escribió "Ojalá estuvieras aquí". Es una foto de esta zona remota en Oahu. "Ojalá estuvieras aquí" con una formación rocosa y un par de... un par de palmeras. Espera. Voy a tomar una foto —Y enseguida que llego la foto Steve, se la enseñó a Diane.

—Ok Danny, esto es enserio molesto, porque este tipo desaparece así y lo único que te deja es una postal con un "ojalá estuvieras aquí"

—Lo sé, pero es todo lo que tengo. Hace días estaba confundido. No entiendo por qué lo sentí. Luego lo miré de nuevo hoy y empezó a tener un poco más de sentido. Tal vez me estaba enviando la postal para decirme dónde está la ubicación del dinero.

—Danny...

—Lo sé, lo sé, lo se... Llámame loco.

—Ok, espera un momento, ¿Crees que todo esto de la foto se trate una especie de búsqueda del tesoro?

—Si. De acuerdo, adelante, dilo. Di que estoy loco.

—No lo haré —dice Steve y mira a Diane.

—Te lo agradezco.

—Danny escucha, se dónde está ese lugar, puedo estar ahí en menos de dos horas para ayudarte a desenterrarlo.

—No, no, no, no, no. No te preocupes por eso. Escucha... Ya estoy aquí, y puede que no sea nada. ¿Está bien? —Y Diane que había cambiado sus gestos por unos más suaves volvió a su cara molesta.

—Bien, estoy contigo. Si encuentras algo, o necesitas ayuda solo llámame ¿Sí?

—Lo haré —dijo Danny y colgó.

—Supongo que nos tocara esperar —dijo Steve.

—Si, supongo —dijo Diane en un suspiro.

—Creo que pasaste de estar molesta a estar preocupada en menos de un minuto.

—Si, lo estoy... Porque hay algo que quise decirle a Danny, pero no me atrevía.

—¿Es sobre Reyes? —cuestiona Steve.

—Es, sobre todo. Marcos Reyes es parte de un cartel colombiano, y en mi experiencia de muchos años con Valdés pude aprender que estas personas ya han hecho el trabajo cuando están asignándote el tuyo.

—¿Qué quieres decir?

—Que, para este punto, tal vez el hermano de Danny ya esté muerto. Por eso quería estar a su lado, para que no se pusiera en peligro o no hiciera cosas que pudieran exponerlo, o simplemente luchar cuando todo ya está perdido. Esta gente no espera, mucho antes de que Reyes apareciera aquí, ya seguro le había advertido a Matt y como no le sirvió de nada, seguro ya...—No podía decir que el hermano de Danny había sido asesinado, pues en el fondo y muy a pesar de sus presentimientos esperaba que este estuviese vivo. No quería ver a Danny abatido por una perdida así— Se que Danny me pidió distancia, pero no voy a dejar que nada le pase o que ponga en riesgo a Grace y Charlie por cosas que serán en vano.

—Tranquila —dijo Steve tomando la mano la Diane—, estaremos aquí para él. Seamos positivos, y estemos a la par de Danny, tal vez tengamos suerte.

—Tal vez...

Departamento de Policía de Honolulu (HPD)

Luego de pasar por algunos reportes de la HPD que necesitaba anexar al papeleo, Diane iría a Wailana Café porque se había levantado demasiado temprano y aun no tenia lo necesitaba para poder pensar mejor en las mañanas y era café.

Camino a su auto, su teléfono comenzó a sonar, así que apuro un poco más el paso para llegar a este y atender la llamada ahí dentro.

—Brighton —respondió.

—Diane —era la voz de Steve— ¿A dónde fuiste tan temprano? Pasé por tu casa para ir por ti, pero me dijeron que saliste.

—Si lo se... Olvidé mencionarlo, anoche quedamos en que yo iría a la HPD a recoger los reportes que faltaban. Bueno, básicamente lo mencioné no te lo dije. Voy camino a Wailana y luego al Cuartel ¿todo bien? ¿has hablado con Danny?

—Si, de hecho, por eso te llamaba. Encontró el dinero.

—¡¿Qué?! ¿de verdad? —y suspiro— genial una cosa menos.

—Si, pero...

—Ay no, un "pero" —dijo ella.

—Danny solo encontró 13 millones. Le hacen falta 5 millones y medio.

—Ok, ahora entiendo el, "pero" ... Supongo que los habrá tomado su propio hermano ¿no? Para así poder escapar.

—Si, eso creemos. La cuestión es que ¿de donde conseguiremos 5 millones y medio para el lunes?

—No hay problemas, ese tiempo me es suficiente.

—Diane no... ¿De dónde vas a sacar esa...? Aguarda...No me digas que...

—Es solo dinero Steve, y yo jamás he usado nada de ello. Así que eso no será un problema. No se preocupen. Danny tendrá esa cantidad antes del lunes.

—Ok, entiendo ¿quieres que...?

—No,no,no —interrumpió Diane enseguida—, no le digas aun. Cuando tenga el dinero le explicaré que es de lo que mis padres me dejaron, sé que va a preocuparse y pensar que, entre abruptamente a un banco, amordacé a todos y saqué esa cantidad. Así que para que esté tranquilo, yo le diré.

—Vale, esta bien —dice Steve y Diane pudo sentir que se había reído por lo último que había dicho—, te vere en el cuartel entonces.

Mientras Diane conducía a Wailana comenzó hacer las llamadas necesarias para obtener lo que necesitaba Danny. Y aunque ya hace un tiempo Diane había decidido tomar posesión de la herencia que le había dejados sus padres, estando en NY, aun había ciertas cosas que debía consultar. Mas que todo porque jamás necesito mas que unos cientos de dólares para vivir.

Quienes manejaban algunos de los activos de la familia Brighton le había comunicado a Diane que ya estaban en proceso y que en transcurso del día podía ir al banco a hacer la solicitud del dinero en efectivo.

Aquello le dio a Diane también un respiro, y es que, aunque ni ella lo entendiera, había algo dentro de ella que la hacia sentirse igual de preocupada que Danny, no exactamente por Matt porque Diane, aunque quería ser optimista sabia que todos esos años de experiencia no se equivocarían, pero al menos podría darle un poco de tranquilada y seguridad a Danny.

Cuartel General Five-0

Steve, Danny y Lou habían atendido un llamado de ATS porque un hombre que había arribado a la isla muy temprano, había violado la seguridad del aeropuerto. Además de haberse enfrentado y dejar mal herido a cinco funcionarios, logro escapara. Por lo que ya el equipo estaba en su búsqueda.

En la sala estaban Lou, Steve y Danny. Diane prefirió hacer como que iba demasiado preocupada para no tener que entablar conversación y tener que mirar a Danny. Si bien aquella actitud se le hacía de adolescente —ella misma estaba consciente de ello— le parecía lo más adecuado al no escuchar aun una disculpa por parte de Danny.

—¿Llegue muy tarde? ¿Ya atraparon a Hulk? —dijo Diane al llegar.

—¿Hulk? —dijo Grover extrañado.

—Bueno, si derribo cinco hombres el solo... Supongo que debe tener algo de Vengador en su sangre ¿No?

—No —respondió Lou sonriendo por la ocurrencia de Diane—, estamos en su búsqueda. Estaba por explicarle a todos que "Hulk" en realidad se llama Joseph Stegner —y Diane hizo un ademan con su café al escuchar su referencia en la boca de Lou—. No se le conoce ningún historial laboral fuera del negocio de la construcción. Es dueño de una casa en West Bloomfield, Michigan... un pequeño suburbio en las afueras de Detroit. Este tipo vive bastante bien para alguien que supuestamente pasó toda su vida blandiendo un martillo.

—¿Tiene antecedentes penales? —pregunto Steve.

—Bueno, según la policía de Detroit, el nombre de Stegner ha estado relacionado con algunas palizas y un par de homicidios, el primero fue un jefe sindical asesinado a tiros; y el segundo un jurado que fue asesinado en un atropello. Ahora, Stegner ha sido traído unas cuantas veces para ser interrogado sobre estos dos homicidios, pero nunca llego a ser acusado o condenado por alguno de ellos.

—Así que el crimen organizado está vivo en Detroit —comento Danny.

—Así es —replico Grover—, Y de acuerdo con la información Stegner se supone que tiene estrechos vínculos con la familia Bagosa.

—¿Qué hay sobre ellos? —pregunto esta vez Steve.

—La familia Bagosa es una de las 24 familias criminales originales —respondió Grover— Ahora, la mayoría de la gente, cuando piensa en Detroit, piensa en los coches o en ser la capital del crimen del país. La familia Bagosa es uno de los sindicatos del crimen más activos del país. Y eso es debido a este tipo: Albert Bagosa, jefe del crimen de tercera generación. Gobierna con puño de hierro. El tipo simplemente no tolera la disidencia.

—Ok, a ver si les voy siguiendo el hilo. Bagosa envía a Stegner a hacer un trabajo, con sus herramientas. Es atrapado por un control de revisión de maletas al azar, es detenido en el aeropuerto y luego escapa, ¿correcto? —Dice Diane.

—Es así —responde Grover.

—La pregunta ahora es ¿Quién es el objetivo al que Stegner tiene planeado eliminar? —dice Steve.

—Oigan, las cámaras de seguridad del Centro Ward acaban de captar a nuestro sospechoso. —menciona Kono mientras se acerca a la mesa de la computadora con su Tablet para mostrar lo que estaba diciendo.

En el video podía verse a Stegner en un cajero automático sacando dinero.

—Valiente —dijo Diane.

—Pues hay que darle, no es como que este asustado —siguió Danny.

—Tomando en cuenta que tuvo que dejar sus cosas en el aeropuerto seguro necesitara dinero —dice Grover— probablemente este vaciando sus cuentas antes de que las bloqueen.

—Bien, ese cajero está en el centro del centro comercial. Kono, usa esas cámaras de seguridad para rastrearlo fuera de allí. Y llama a la policía, diles que aseguren el perímetro. Cada calle. Estamos en camino.

...

Steve y Grover estaban dentro del centro comercial para localizar a Stegner, del otro lado de este, al sur exactamente del Centro Comercial estaba Diane en su auto cerca del estacionamiento por si a Stegner le daba por escaparse. Y en efecto asi fue...

De un momento a otro Steve y Lou estaban detrás de Stegner mientras este buscaba su auto, pero la realidad es que Stegner fue asesinado por otro hombre que le había disparado desde el estacionamiento que estaba frente a donde se encontraba Diane.

—Lo veo, estoy a unos metros. Iré por el —dijo Diane al comunicador.

Mientras ella corría a buscar al hombre que le había disparado a Stegner, Steve iba en el mismo camino contra el tráfico, importándole muy poco estar corriendo en medio de una avenida.

Diane logro estar a solo unos metros de donde venia saliendo el auto de quien disparo, este dio la vuelta y quedo justo frente a Diane, ella en medio de la calle comenzó a disparar, pero no lo hacía con la intención de matarlo, sino para que este se detuviera. Lo que fue una terrible idea, porque al final este término echándole el auto encima, tanto que tuvo lanzarse a un lado de calle para poder esquivarlo para que al final este escapara.

—Ok, ahora ya me enojé —decía Diane para si mientras se levantaba del suelo.

Steve estaba del otro lado de la calle, y también pudo ver como el tirador se había escapado, así que no que quedaba de otra que seguir.

—¿Tiene esto algún sentido para ustedes? —decía Grover al encontrarse con Steve y Diane— el asesino a sueldo llega a la isla para asesinar a alguien y termina siendo el asesinado.

—Tal vez el objetivo a asesinar se dio cuenta antes y decidió adelantarse y asesinar a Stegner —respondió Diane.

—Si ese es el caso, el hombre que escapo no es un objetivo ordinario. Acaba de dispararle a alguien a 100mts de distancia y logro escapar de un cordón policial.

—Genial, más problemas —dice Grover.

—Ni que lo digas —dice Diane.

—Comandante —se acercó un oficial de la HPD—, la policía acaba de encontrar el vehículo del sospechoso abandonado en la calle George. El detective Williams ya está en camino.

—Gracias —respondió Diane.

—Vayan, yo me encargo de esto —dijo Lou y Steve y Diane deciden dejarle junto al cadáver de Stegner y todo el rebulicio que se había armado gracias a un nuevo sospechoso.

...

Ya en la calle George se encontraba la HPD y Danny revisando el lugar y el auto para así recuperar evidencias que puedan decirles quien es el tirador, AKA el nuevo sospechoso.

—¿Encontraste algo? —pregunto Steve y se sentó junto a Danny dentro del auto del tirador.

—Nada más que sangre. Parece que le dieron —responde Danny.

—Mmm... Después de todo si valió la pena —dijo Diane mirando hacia dentro del auto, pero ignorando completamente a Danny— Oficial —llamo Diane a un oficial de la HPD— que CSI procese el vehículo...

—¿Enserio va ignorarme todo el día? —le decía Steve a Danny mientras Diane hablaba con el Oficial.

—Ya sabes cómo es, es bastante terca. Dale tiempo.

—...y que los oficiales busquen en todos los hospitales de isla ¿sí? —Y de pronto comenzó a sonar su teléfono. Era del banco.

—Si Comandante —respondió el oficial.

—Pues voy hablarle, que ridículo estar así —dijo Danny decidido y salió del auto— ¡ey! ¿Vas a estar molesta conmigo por siempre?

—... Si, en unos 20 minutos estaré ahí —decía Diane al teléfono, pero había volteado a ver a Danny— vale. Gracias. —Diane colgó su teléfono y solo miro a Danny sin decir nada.

—Porque no simplemente lo olvidamos ¿sí? —dijo Danny.

—Discúlpate —Lanzo Diane.

—Ok, vale lo siento —dijo Danny.

—Pues no es suficiente —Dijo Diane y se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el auto de Steve.

Danny se había quedado un tanto sorprendido por aquella actitud, pero sabía que era algo normal en Diane y que lo que le había dicho iba a ser un poco difícil de digerir para ella.

—¿La viste? —le dijo Danny a Steve.

—Te dije que esperaras.

—Ok, vale... No le hablaré.

—Bien, necesito que maduren porque no los tendré peleados y trabajando juntos. Así que piensen en estrategias para volver a ser felices ¿ok?

—Oh woao —y Danny comenzó a reír irónicamente—, vaya. Que ironía, pues no lo voy hacer solo por hecho de disfrutaré ver como sufres lo mismo que yo sufrí cuando ustedes dos estaban en su batalla campal diaria. Así que no, no me disculparé.

—Ok, como digas Danno. —Steve sabia que Diane solo quería molestar a Danny, y que aquella reconciliación estaba más cerca de lo previsto. Así que no le preocupaban las palabras de Danny.

Durante el camino, Danny solo iba mirando a la ventana, muy callado, bastante pensativo lo que obviamente preocupaba a Steve.

—Supe que Chin estaba ayudándote a conseguir el dinero, ¿has sabido algo? —pregunta Steve.

—No —responde Danny.

—¿Sabes que Danny? Podemos tomar un avión ahora mismo y arreglar esto. —Y aunque aquella declaración era del tipo que Danny no aceptaba le hizo sonreír

—¿Ves? Esa es la razón por la que te quiero amigo, siempre estas dispuesto arriesgar la vida de ambos en cualquier momento.

—Pues si te hace sentir mejor, yo iré primero y tú me cubrirás.

—Oh que lindo ¿de verdad lo harías?

—Por supuesto que sí.

...

Mientras tanto, Diane llegaba al banco. Al parecer por la cantidad de dinero que iba a sacar del banco debía firmar unas formas.

—¿En que puedo ayudarla? —la recibe una chica rubia, alta con el cabello elegante atado en una coleta, muy bonita y en unos altos tacones negros, que hacían juego con el resto de su uniforme.

—Hola, soy Diane Brighton vengo a firmar las formas para hacer un retiro en efectivo —Al responder esto la chica que tenia enfrente puso una cara de confusión y miro a Diane de arriba abajo, a su parecer no parecía del tipo que fuese a retirar cinco millones y medio de dólares. —¿Luzco como alguien que conoces o estas confundida? —espeto Diane.

—Oh, no no... Disculpe, sígame por favor —dijo la chica y Diane rodo sus ojos.

Brie, —pudo leer Diane en su gafete— la condujo hasta una oficina donde ahí la esperaba quien la había llamado por teléfono de nombre Joseph Hans.

Para la mala suerte de Joseph se le ocurrió hacer lo mismo que Brie, lo que saco de quicio de Diane, el día ya estaba bastante pesado y para colmo tenia que soportar el clasismo de un par de empleados de un banco.

—¿Qué carajos sucede en este sitio? No es como que este viniendo apuntarles con mi arma para que me den mi dinero. Si, no luzco como alguien que posea esa cantidad y además soy policía, pero mi identificación —y saco su placa de Five-0— dice claramente "Diane Brighton" y si, la cuenta a la vengo a retirar es mía. Ahora, si quieren conservar sus trabajos, les recomiendo que primero dejen de mirar a las personas de esa manera, y la segunda es que empiecen agilizar mi dinero. Y mas les vale que este listo para el día acordado porque si no, les juro que los hago despedir a ustedes dos y además demandare a este sitio por clasismo.

—Le pedimos disculpas Señorita Brighton...

—Mira solo dame los papeles a firmar ¿sí? No tengo tu tiempo y tampoco quiero tus disculpas.

Diane tomo asiento y enseguida el hombre empezó a buscar entre sus papeles y a hacer llamadas. Mientras Diane los observaba con su peor cara. Estando ahí, disfrutando lo que había hecho, su teléfono comenzó a sonar, por alguna razón esperaba que fuese Steve para hablarle del caso o temía que fuese Danny, pero era todo lo contrario. Quien la llamaba era Tío Jhon.

—Tío Jhon, ¿a qué debo el gusto de tu llamada?

—Me alegra que contestaras ¿Todo esta bien Diane? —pregunto este enseguida sorprendiendo a Diane.

—Si tío todo bien ¿Por qué?

—Es que recibí una llamada del banco avisándome que alguien estaba por retirar unos fondos de tus cuentas, y temían que estuviesen haciéndose pasar por ti —"Ok, ahora si se pasaron" pensó Diane y miro directamente a Joseph quien la observaba hablar por teléfono, pero que al notarlo enseguida quito su mirada de Diane.

—Soy yo tío, y estoy justo aquí.

—Ok, bien... Se que eres un adulto May, pero en casi 20 años, jamás has tocado el dinero de tus padres y mucho menos una cantidad de dinero tan grande. ¿Seguro que esta todo bien? Porque si algo no soy, es estúpido, y con tu estilo de vida, seguro alguien esta sobornándote o se llevaron a alguien ¿Es Don? ¿Alguien tiene a Don?

—No tío, nadie secuestro a Don, y estoy en Hawaii te recuerdo. —respondió—, Ya se que nunca he usado el dinero que me dejaron mis padres, pero decidí comprar un bote ¿no puedo?

Si, la brillante de idea de Diane fue decirle a Tío Jhon que iba a comprar un bote. Y es que a decir verdad si le decía que con ese dinero iría a Colombia a rescatar al hermano de Danny, las cosas se iban a poner algo estresantes.

—¿Un bote? May, tenemos quienes se encargue de comprar nuestros bienes. Además ¿los necesitas en efectivo?

—Fue exigencia del vendedor —resolvió ella tratando de sonar convencida. Mentir no era muy su fuerte. No a su familia.

—Mmm...Diane Marie Brighton si estas en algo turbio...

—No estoy en nada turbio tío —respondió esta vez Diane riendo—, te juro que todo esta bien. Ven a Hawaii y te llevare de paseo en mi nuevo bote ¿Ok? Ahora debo irme tengo que firmar unos papeles.

—Si estas mintiéndome lo voy a saber ¿de acuerdo? Bye —y colgó. La mentira, no sirvió de mucho.

"Debo agilizar la aceptación de la herencia de mis padres si quiero que Tío Jhon no entre en crisis cada que haga algo así" Pensaba.

Y es que Jhon conocía a Diane, a pesar de haber estado muchos años lejos de Diane mientras estaba en la marina, ella nunca había adoptado el estilo de vida que realmente tenía. Siempre había trabajado y con su propio dinero se había mantenido. Si bien el usar las propiedades como la casa o el avión de familia no le era extraño pues eso si lo usaba, el que Diane pidiera esa cantidad de dinero si iba a mantenerlo alerta, y Diane también lo sabía.

Cuartel General Five-0

De regreso al cuartel ya Diane estaba al tanto, de lo que había estado ocurriendo con el caso. Al final si pudieron atrapar al hombre que se había escapado en el Centro Comercial y que llevaba por nombre Nick Mecer pero lo conocían como "Valentín" pues este era uno de los mas grandes asesinos a sueldo que existen Dretroit, tanto que la interpol y la policía local lo buscan, pero su trabajo es tan profesional que muchas ocasiones donde casi lo tenían, realmente no podían detenerlos pues todo aquel que se involucraba en el caso terminaba muerto.

Sin embargo, este hombre no estaba en Hawaii de vacaciones, de hecho, vivía en la isla, pero solía viajar mucho por su trabajo de asesino; lo importante del caso es que este asesino luego de estar en una experiencia cercana a la muerte se transformó en alguien bueno que extrañamente oculta personas a las que supuestamente debe asesinar. Eso, era lo que hasta ahora venia investigando el equipo.

—¡Comandante! —grito alguien detrás de ella lo que hizo voltear. —Jerry, ¿se acuerda de mí?

—Oh si —dijo ella presionando el botón del ascensor pues se dirigía a las oficinas de Five-0— eres el rarito que consiguió el audio de Sean donde prueba que quería asesinarme. Gracias por eso, fue muy útil en la corte.

—De nada —responde Jerry algo contrariado después de oído el "rarito"— Imagino que sube ¿no?

—Si claro ¿y tú?

—Oh igual. Ya sabe, Five-0 casi siempre necesita de mi ayuda y yo por supuesto que jamás puedo decirles que no, soy una parte importante de este equipo. De hecho, soy parte de equipo, solo que... Que sin placa.

—Claro, lo imagino —dijo Diane tratando de seguirle la corriente.

Diane ya tenia cierto conocimiento sobre Jerry y lo raro que era, o al menos eso pensaba ella. Además, que también sabía que Jerry tenia una meta fija y era obtener una placa de Five-0.

—Mi asistente dijo que llamaron —dijo Jerry haciendo que Diane sacara la vista de su teléfono.

—¿Tu madre? —dijo Diane.

—¿Cómo supiste que era su madre? —dijo Steve.

—No adivine, el luce de la manera que me hizo pensarlo y decirlo —respondió ella y Grover que estaba detrás de Steve y junto a Kono en la mesa de la computadora rio.

—Tu madre no sonaba muy feliz cuando llame ¿todo bien? —pregunta Steve.

—Escuche que vendiste tu casa ¡Felicidades! —dice Kono.

—No es mi casa, es la de mi madre —dice Jerry—. Lo que significa que estoy en el mercado para un nuevo sótano, si alguno de ustedes está buscando un roomie, no fumador dispuesto a que pague con trabajo doméstico, el alojamiento y la comida...

Pero nadie dijo nada. Y Diane solo asentaba su pensamiento sobre lo raro que le parecía Jerry.

—Bien, entonces estaré al pendiente —dijo para romper el silencio— ¿En qué puedo ayudarlos?

—Escucha Si alguien quisiera vivir fuera de la red... Y Jerry, óyeme bien, estoy hablando de evitar impuestos, muy muy fuera de la red ¿A dónde iría? —dice Steve.

—Estamos hablando de no tener servicio telefónico, no tener turistas entrometidos, no tener contacto con el mundo exterior. —explica Kono.

—Básicamente lo que intentan decir es, donde viven todos tus amigos más cercanos —dice Grover.

—Oye, también iba a decir eso —dice Diane

—¿Enserio? —dice Grover divertido.

—Te lo juro. Es que Jerry es muy ya sabes...

—Si, si lo sé —decían ambos mientras Steve, Kono y Jerry los miraban curiosos.

—Lo siento —dice Diane— Continua Jerry.

—¿De cuantas personas estamos hablando? —pregunta Jerry.

—Tal vez una docena —responde Kono.

—Exacto —repone Steve—. Y tendría que ser un lugar que tenga los recursos para mantener una comunidad como esa durante un largo período de tiempo.

—¿Dices que si Amelia Earhart hubiera ido a Hawaii a fingir su muerte en vez de a la isla Howland? —dice Jerry y Diane se acerca a Grover lentamente y le susurra:

—¿Alguna vez entiendes de lo que habla?

—Últimamente he estado aprendiendo mas —responde Grover también en un susurro.

—Si... Si, claro Jerry —dice Steve tratando de entender a Jerry.

— Bueno, eso es fácil. Dos lugares: la costa oeste de Molokai o la selva de Lanai. —contesta Jerry—. Si quisieras desaparecer, cualquiera de los dos lugares funcionaría.

Si bien la respuesta era idéntica a la personalidad de Jerry, no estaba lejos de ser cierto. Ambos lugares son bastante alejados de la ciudad e incluso muy remotos en la isla por lo que sería un buen lugar para esconderse.

—Agente especial Champman —respondió Steve a la llamada de Skype que apenas entraba a la red de Five-0— ¿Algún progreso de su parte en esta investigación?

—De hecho, le tengo un buen avance —responde la mujer del otro lado de la pantalla—. Uno de mis informantes más fiables acaba de decirme que un avión fletado por una de las compañías del frente de Bagosa salió de Detroit hace cuatro horas hacia el oeste con un manifiesto de seis personas. Y acaban de perder el contacto con el avión. Estamos bastante seguros de que están evitando el contacto por radar. Tienen problemas en su camino.

—Seis hombres, eso es mucho musculo —dice Grover.

—Eso solo significa que ya no vienen solo por este tipo, sino por las personas que esta escondiendo y que tenemos que movernos —dice Diane.

—Iremos con Valentín al hospital —dice Steve.

King's Medical Hospital

—Mi compañero ya me conto tu inspiradora historia, ahora quiero que la hagas real y me digas donde están todas las personas que escondiste —le dice Diane a Valentín— Si de verdad te importan tienes que decirnos ahora mismo.

—¿Tu quien eres?

—Alguien con muy poca paciencia y muy poco tiempo. Escucha, tu hombre, Bagosa viene en un avión con seis personas más, a terminar con el trabajo que tu colega Stegner no pudo. Entonces, si de verdad quisiste salvar a estas personas, dinos donde están.

—¿Cómo sé que no están mintiendo? —dice Valentín y mira a Steve.

Steve era con quien había hablado al principio y a quien le había contado todo, así que para probarlo Steve tomo las llaves y desato las esposas que lo ataban a la camilla donde estaba acostado.

—Dinos donde están, y entonces podremos salvarlo.

Costa de Molokai, Hawaii.

A pesar de que la Costa de Molokai esta lejos de la ciudad en helicóptero no tomo mucho tiempo llegar. El equipo ya se había instalado en la casa y esperaban por Bagosa, lo que tampoco tomo mucho tiempo porque en menos de lo que pensaban ya estaban en la casa.

Están llegando —aviso Jerry quien desde el cuartel seguía las cámaras y los audios que habían instalado en la casa.

—Veo a Bagosa —dijo Diane.

—Voy hacia a ti Diane —dijo Steve.

Chin vienen hacia ti dos de ellos —hablo Jerry.

Mientras Kono y Chin se encargaban de los hombres de Bagosa, Diane y Steve lo harían con este, sin embargo, a medio camino, Steve fue interceptado por uno de sus hombres quien enseguida lo ataco.

Steve termino saltando junto al hombre a través de una puerta, y mientras estos peleaban Bagosa apareció apuntándole directamente a Steve. Pero antes de que Diane pudiera hacer algo, Valentín que había venido junto al equipo por idea de Steve estaba apuntándole a la cabeza a Bagosa.

—Hola Jefe —le dijo este.

—¿Tienes idea de lo que realmente estas haciendo? —dijo Bagosa.

—Pedirte amablemente que bajes tu arma —respondió Valentín—, me conoces, sabes que te volare la cabeza.

—Y sino lo hace el, lo hago yo —dijo Diane saliendo por un lado de la casa. Steve la miro.

—El hombre comenzó a bajar el arma y Diane se acercó para quitársela. Con el arma en sus manos y sin dejar de apuntarle se acerco a Steve y le entrego unas esposas para que se las pusiera al hombre con el que estaba peleando.

—¿Estas bien? —y Steve asintió.

El resto del equipo ya se encontraba llegando a donde estaban Steve y Diane, ya todo estaba controlado, pero aun faltaba poner a Bagosa tras las rejas.

—Disculpe señor —dijo Grover esposando a Bagosa— ¿Quiere venir por aquí? Tengo una bonita jaula para usted.

...

El día de la entrega del dinero había llegado. Por fortuna, no había ningún contratiempo, por lo que con el dinero en mano y con su avión listo, Diane se dirigía a casa a Danny, quien aun no tenia ni idea que sería ella quien traería lo que le faltaba.

La puerta de la casa estaba abierta y afuera estaba la camioneta de Steve. Diane cruzo la entrada y sin mas tiro el dinero en la mesa donde estaban Steve y Danny sentados.

—5 millones y medio. Todo en la bolsa, el avión esta listo, debemos estar ahí en 15 minutos e iré a ese viaje, quieran o no —dijo y se dio la vuelta y salió de la casa.

—¿Diane sabia de esto? —le pregunto Steve a Danny.

—Jamás dejo de informarse. Sabia sobre esto, pero no tenía permitido decirte —respondió.

—No se que decir...

—No digas nada y sube a ese avión. Sabes que ella no iba a dejarlo, así como así, es demasiado impertinente como para ignorarte realmente y dejarte con esto solo. Así que andando tenemos que irnos.

Los tres en la camioneta de Steve se encaminaron al aeropuerto, allí los esperaba el avión de la familia de Diane, listo para despegar, por lo que, en unas cuantas horas, ya estarían arribando a Colombia.

Danny se había sentado con Steve, este seguía algo pensativo y un poco ido, sin embargo, no dejaba de pensar en que debía al menos decirle algo a Diane. Sabía que ella estaría molesta, y que podría ser bastante irritante, pero lo único que quería era decirle cuanto significaba aquello para él.

Así que se levanto de su asiento y fue a sentarse frente a Diane quien estaba concentrada leyendo un mapa, suponía que estaba creando estrategias.

—Ey —dijo Danny y esta solo subió la vista y volvió al mapa.

—¿Sí?

—Diane, lamento la forma en la que actúe ¿de acuerdo? Se que estas molesta y lo en...

—Danny, no estoy molesta. Nunca lo estuve de hecho. Solo estaba algo... Decepcionada y dolida porque creí que podíamos hacer esto juntos. Ya sé que no soy tu estilo, y que a veces me salgo de control, pero eso a veces podría ser una ventaja ¿de acuerdo? Pero lo único que quería era...

Y justo ahí se detuvo. Sabia que decirle lo que ella presentía, no era lo mejor. Al final todo eso podría valer, como también podría ser en vano.

—... era ayudar. Para eso se supone que son los amigos.

—Lo sé... Créeme que lo sé. Es solo que sentí que esto era algo que solo yo debía resolver esto.

—Entonces no vuelvas apartarme ¿sí? Lo único que tenia en mente, era no dejarte solo con esto. Porque no tendrías que hacerlo.

—Te adoro cosita —dijo Danny riendo, pero Diane solo le miro mal a modo de broma.

—Que este feliz de nuevo, te va a costar ¿eh?

—Te llevaré a ese lugar de pizza que gusta y estaremos bien. Ya lo veras.

Steve sonrió al ver que ambos ya estaban en paz de nuevo, y aunque él era uno de los que sabia que Diane no estaba enojada con Danny le hacia gracia verlos peleados. Porque Diane siendo tan volátil y Danny siendo tan testarudo era una combinación bastante interesante.

El momento que Danny tan había anhelado y al mismo tiempo temido estaba justo frente a él: El sitio donde los había citado Reyes. Diane intentaba mantenerse enfocada, ideando estrategias para que los tres o cuatro (esperaba que así fuese) regresaran a salvo a Hawaii.

Cuatro hombres le recibieron y comenzaron a revisarles antes de ver a Reyes. Cuando fue el turno de Diane el hombre que fue a revisarla le dio una sonrisita media socarrona, que le hizo entender a Diane por donde iría. Y en efecto este se colocó detrás de ella y cuando comenzó a revisar sus piernas subió sus manos hasta tocar su parte, lo que sin pensarlo hizo que Diane pisara fuertemente su pie, para luego con el codo darle en la cara desestabilizarlo y terminar por darle una patada que lo haría caer.

De inmediato el resto de los hombres le apunto a ella, a Danny y a Steve.

—Oigan ¿Por qué no nos calmamos de acuerdo? —Dijo Danny.

—Tu amigo se pasó de listo. Ella solo reacción ¿sí?

Los hombres bajaron sus armas y les ordenaron que entraran a donde se encontraba Reyes. Diane que no se había ni inmutado a lo que había hecho solo le dio una ultima mirada a quien la había tocado y le dio la misma sonrisa que el a ella.

Los tres luego de aquel suceso, se condujeron por un túnel compuesto por escaleras que se suponía que los llevaría a donde estaba Reyes.

—Vaya, lo hiciste y con una hora de sobra —dijo Reyes al ver a Danny—. Oh mira, trajiste a tus amiguitos, que gusto.

Diane respiro profundo, se decía a si misma que debía controlarse.

—Escucha, ahí esta tu dinero ¿ok? Esta todo ahí, ahora déjame ver a mi hermano ¿De acuerdo?

Los hombres que custodiaban a Reyes abrieron la maleta frente a este y le mostraron que en ella estaba el dinero.

—Ok, tienes razón. Un trato es un trato —este con una mirada da la orden y una puerta que está a su lado se abre.

—¡Matt! ¡Matty! —llamaba Danny a su hermano— ¡Matty soy yo, Danny! ¡Estoy aquí!

Y de esa puerta salió un hombre con una carrucha y en ella un contenedor viejo y oxidado. Lo que daba a entender que Matt, estaba ahí dentro.

Diane sentía su corazón en la boca, al mismo tiempo que estaba realmente desconcertada. Tanto que de verdad no podía creer que lo que ella pensaba se había hecho realidad. Tanto... que podía sentir el dolor y la desesperación que Danny podía estar sintiendo al ver que el cadáver de su hermano estaba ahí.

—¿quieres llevarlo contigo ahí o te lo enviamos? —dijo Reyes.

Y por primera vez Diane no sintió aquellas ganas de lanzársele encima y golpearlo. Solo quería salir de ahí, por alguna razón sentía una nauseas enormes. Y no es por sorpresa, pues haber visto cadáveres en contenedores, guindando en puentes o simplemente sus partes por doquier; era algo que había visto miles de veces gracias a Valdés.

—Escucha —dijo Danny—, mátame ahora ¿ok? Porque te prometo, te prometo que te voy a poner una bala en la cabeza en la primera oportunidad.

De inmediato Diane miro a Steve, buscando lo siguiente que harían, pero este solo le indico calma con su mirada.

—¡Escúchame tu a mí! —dijo Reyes— Toma un consejo: vete a casa. Y si de verdad quieres a tus hijos, no vuelvas nunca más a Colombia ¿Entendiste?

Para su sorpresa Danny se dio la vuelta y subió las escaleras en busca de la salida. Y detrás de él Steve y Diane.

—Puedes hacerlo —le dijo Danny a Diane. Y ella lo entendió, así como también Steve.

Al llegar arriba los tres derribaron a los hombres de Reyes, no fue tan difícil. Steve se encargaba de quienes custodiaban la entrada y Diane de quienes custodiaban el túnel. Danny tomo un arma y se fue de regreso hacia Reyes. Desde afuera Diane y Steve oyeron lo que esperaban, la justicia que Danny haría para su hermano.

...

Días después...

—Te hice café —menciona Steve quien traía una taza en la mano para Diane quien estaba sentada en una de las sillas que Steve tenia afuera de su casa frente al mar.

—Gracias. Adoro tu café —dice ella y le da un beso en cuanto recibe la taza.

—¿A que hora sale tu avión?

—A las 6:00pm, llegare a New Jersey a media noche —responde Diane.

—¿Reservaste un hotel?

—Si algo cerca de la casa de Danny.

—Diane, no siempre puedes salvarlos a todos ¿ok?

—Ya lo sé, es solo que nunca había visto a Danny así y me parte el alma verlo de esa manera. Ya sé que es un duelo, pero... Danny es como, esa cosa extraña que te da cariño y es dulce cuando no esta enojado porque hice algo estúpido...Y yo, Yo lo quiero mucho la verdad.

—Enserio necesito que todo el mundo vea quien eres cuando no usas una placa y un arma. Te ves adorable —dice Steve acercándose a ella para besarla.

—Por favor guarda ese secreto ¿Sí?

—Mi silencio tiene un precio

—Ok, lo pagare —dijo ella y se levantó de su silla y extendió su mano.

Steve sonrió, la tomo y juntos se encaminaron a la casa.

Newark, New Jersey. Tri-State Area.

Diane sentía que era algo que tenía que hacer. Si algo le había demostrado este suceso de perder la memoria, era que aun cuando quiso alejar a Danny y olvidarse de todo lo que sucedió o no, en Hawaii; nunca pudo hacerlo pues Danny jamás se olvidaba de ella. Diane sabía que Danny era la persona que más leal que jamás había conocido, que incluso cuando ella le aclaro varias veces que no le recordaba, ella siempre sintió que Danny era parte de su vida.

Si bien Danny se había ido de Hawaii unos días para estar con su familia y que era lo correcto, para Diane, el estar junto a él, era mucho más importante que demostrarle que saco una cantidad de dinero para su hermano. Y es que, aunque Diane podía ser todo lo opuesto a alguien con sentimientos cuando tenía una placa y un arma, cuando se trataba de quienes quería, no tenia miedo de mostrar sus sentimientos.

Y es que eso era justamente lo que la unía a Danny, porque si bien este siempre la comparaba con Steve y como ella era igual de desastrosa y caótica que este, Diane demostraba su toque humano y demostraba ser mas que solo armas y bombas. Y eso, era algo que había visto Danny en ella, desde el momento en que la conoció.

—Oh cariño, que gusto verte —dijo la madre de Danny apenas abrió la puerta y se fue a darle un abrazo a Diane.

—Lamento mucho lo que sucedió Sra. Williams.

—Gracias por venir cariño —dijo ella y se podía ver que comenzaría a llorar—. Pasa, estas en tu casa.

—Gracias.

—Danny esta en el jardín. Seguro se alegrará de verte, te traeré un poco de café y un pedazo de la tarta que trajo una vecina.

—Gracias que amable.

La señora tomo la cocina mientras Diane se fue a lo que visiblemente desde donde estaba se veía como el jardín. Ahí estaba Danny sentado frente a unas azaleas, aun con su traje negro solo que sin el saco. Diane sonrió al ver a Danny arreglando aquella planta, no sabía que podía hacer cosas de jardinería

—¿Le puedo decir a Steve que sabes de jardinería? Le vendría una buena mano a su jardín.

—Diane... —dijo este sorprendido.

—Lamento no avisar que venía, pero sentía que debía hacerlo —y sin esperarlo Danny no dijo más, sino que le dio un abrazo.

Danny y Diane pasaron el resto de la tarde junto a su madre mientras ella alegremente y a veces con lágrimas contaba anécdotas de Danny, Matt y sus otros hijos. 

Al finalizar, Diane y Danny ayudaron a su madre a ir a la cama y luego a recoger y lavar algunos utensilios de cocina, al terminar Danny le ofreció a Diane, subir al techo de su casa, ahí solía ir con Matt en ocasiones.

—Sabes... Cuando atrapé por primera vez a uno de los Valdés, entre a un mundo que yo sabía que existía pero que ignoraba en ocasiones. Yo tenía muy claro que mi vida según debía ser encaminada a ser directora del Servicio Secreto del presidente, pero luego de eso, mi vida cambio. Y saber sobre carteles, su funcionamiento y muchos de sus horrores eran parte de mi cotidianidad en Los Ángeles.

Danny la miraba expectante.

—Cuando me dijiste que no querías que te ayudara, yo no me moleste como te dije... Yo solo quería advertirte sobre lo que pasaría, sabía que Matt...

—Estaba muerto —concluyo Danny.

—Si.

—Creo que en el fondo también lo sabia Diane, es solo que me aferre un poco a un "tal vez".

—Lo sé, y créeme que te entiendo. Yo también lo habría hecho, por eso entendí porque debías hacer esto. Si te decía que Matt estaba muerto y lo investigábamos, y no hubiésemos ido a Colombia, tal vez la historia se habría vuelto más violenta.

—¿Sabes? Siempre estoy tratándote de hacer entender que no puedes salvarlos a todos, pero ahora entiendo porque lo haces.

—Al final jamás vamos a poder hacerlo Danny, y es algo con lo que intento aprender a vivir. Y en lo que tu me has ayudado —y Danny sonríe.

Aquellas palabras quedaron en el aire y de pronto hubo un silencio, hasta que Danny rodeo con su brazo a Diane.

—Gracias por venir. No sabia que lo necesitaba hasta que vi que mi madre se entretuvo con tu charla sobre como lanzaste a un hombre al Hudson en Brooklyn, y ahora yo, al decirme como tu psicótica carrera te ayudo a comprender la crónica de una muerte anunciada —y Diane soltó una pequeña carcajada.

—Supongo que eso es bueno.

—Lo es —repuso Danny.

—Te quiero mucho Danny.

—Yo también te quiero cosita.

—Hay algo que debo decirte.

—¿Qué será?

—Estoy saliendo de nuevo con Steve —Y Diane que esperaba algo quizás fuera de lugar se sorprendió al ver que este solo sonrió—. ¿Qué fue eso?

—Siempre lo supe Diane. Steve tiene la particularidad de que justo después de verte o simplemente en ciertas mañanas tiene una sonrisa estúpida en la cara. Y sé que Cath y el terminaron hace tiempo, y la única que podía ocasionar algo así, luego de tanto tiempo, eras tu.

—Vaya, no me esperaba eso.

—Si, pues actúan muy bien, pero olvidan que los conozco.

—Supongo que si —dijo ella riendo.

Aquello era inesperado, pero necesario. Ahora ya podía estar tranquila.

Alohaaa!!! ¿Cómo están? Espero que super. Yes, i'm back but not at all hahaha... Quería pasar por aquí y dejar un capítulo nuevo, saludarles y desearles cositas bonitas. También quería comentar que estoy evaluando si hacer un spin off (algo mas corto) sobre la época de Diane en NYC ya que ese momento fue muy importante. La idea original era retratarlo aquí, pero iban a ser demasiados capítulos así que por eso lo hice puntual. Pero sigo pensándolo.

También quiero aclarar que si bien en este capitulo me inspiro el amorcito, la relación de Diane y Steve es lenta, así que bueno, se los advierto para que no crean que siempre va haber demasiado amorcito entre estos dos...Aunque lo que paso aquí es mas que suficiente para ambos.

So... Como siempre, los quiero mucho y siempre los tengo presentes.

Mahalo por leer :*

Con Amor D.A BLaez

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