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Capítulo 19. Aloha hou Hawaii

Diane

"Vamos Diane. Respira. Ya hemos hecho esto antes y en peores condiciones". Sabía que tantas heridas me harían colapsar pronto, de hecho ya podía sentir mi cuerpo demasiado cansado. Pero no podía rendirme y acabar enterrada en algún sendero de esta isla. Debía seguir.

Mientras le daba fuerzas a mi yo interno pude oír unos pasos, así que tome más fuerte el delgado pero pesado que tenía en la mano, y con la fuerza que me quedaba y hasta donde estos zapatos me dejaran me dispuse a levantarme lentamente y aun recostada al árbol donde estaba. Los pasos cada vez se oían mas cerca así que cuando mi cuenta mental termino en tres, salí dispuesta a golpear al imbécil que me seguía.

Al salir este me apuntaba con un arma, se sorprendió al verme pero su cara demostraba una especie de alivio, sin poderlo evitar, mi cuerpo comenzaba a colapsar, y caí estrepitosamente al suelo, soltando el delgado tronco y deteniendo un poco mi caída con las manos.

— ¡Ey, tranquila! Ya estoy aquí, te sacare de aquí ¿De acuerdo?

—M...McGarrett —logre decir, estaba demasiado mareada y ya mi cabeza parecía no coordinar mucho lo que decía—, ¿Cómo sabias que...Que estaba en la isla?

12 horas antes...

New York Police Department, Manhattan. New York.

Hora: 03:46 am

Mac estaba en urgencias, y yo... Yo iba camino a encontrarme con Hart, no podía huir para siempre y Mac no podía esconderme tampoco para siempre, así que le prometí que iría con Hart y llamaría a mis abogados para que me ayudaran con esto, y que si debía irme, le prometí que estaría bien. Además de agradecerle por haberme devuelto la razón para querer ser la Comandante Diane Brighton.

—Me alegra que lo haya pensado mejor que su jefe Diane —dijo Hart al verme llegar.

—No le conozco, no me tutee por favor —pedí y este solo rodo sus ojos—, ¿Por qué se supone que debo ir con usted? ¿Por qué la orden de arresto?

—Ya me habían comentado de su amnesia post traumática, una pena —dijo este y se levantó de su silla para merodear por la que era mi oficina—, sin embargo, eso no la exenta de todo lo que hizo en Hawaii.

Y Don que había decido acompañarme le miro de mala manera.

—Hace unos meses llego a mí una sentencia de la corte donde se me excluía de la vinculación de Wo Fat y Frank Delano, así que no entiendo —replique.

—Eso es solo una pequeña parte, me sorprende que sepa de ello, ¿y su amnesia?

—Tengo amnesia, no algún problema psicomotor. Se de alguna de las cosas que hice en Hawaii, las investigue cuando llegó esa sentencia.

—Bien, como le dije, eso es solo una parte ¿Acaso recuerda que usted planeo el asalto a una embajada de Rusia en Hawaii? ¿O que fue a Corea del Norte sin autorización para rescatar al comandante McGarrett, usando medio y civiles en el proceso? —y eso ultimo me dejo pensando.

Entonces aquel sueño no era parte de alguna película un poco loca de mi cabeza, realmente había ido a salvar a Steve McGarrett, ahora sé que fue a Corea, lo que no se es el "porque".

—Pues no, lo recuerdo. Sabe que, si tiene algo que decir o esa orden, hable con mis abogados —me levante e iba a irme pero este me detuvo.

—Comandante ¿no? ¿Así me pidió la primera vez que la llamara?... Ok, no haga esto más difícil. Porque lo próximo será que venga el FBI y entonces usted no tendrá salida, y no volverá a tocar un arma en su vida, ni siquiera podría repartir multas. Así que le agradezco que venga conmigo.

Y a Hart se le ocurrió hacer algo que me sacaría de quicio incluso a esta Diane (esta, que era más apacible y que había perdido la memoria). Saco unas esposas e intento ponérmelas. Respiré profundo y no pude evitar mirarlo de mala manera, me alejé un poco y saqué mi placa de la NYPD de mi cinturón.

—Ten Don —le entregue la placa—, no quiero hacer esto si tengo la placa puesta.

Y sin importarme que sucediera me acerque a él con mi puño listo: —Le juro que si me vuelve a poner una mano encima le rompo la nariz, ¡Alejes de mí! Yo iré sola.

Don sonrió.

—Ya la escuchó. No hace falta las esposas y además está en nuestro laboratorio, aquí usted ningún mando.

Una hora después, estaba Mac junto a Don en mi oficina tratando de evitar que Hart me arrestara, pero al parecer era imposible, este había conseguido una orden y yo debía ir a Hawaii a resolver los asuntos que Hart había mencionado.

—No puedo creer que esté haciendo esto de nuevo —dice Don y me abraza—, no otra vez D.

—Lo siento Don —respondí a su abrazo—, te prometo que estaré bien.

—Diane, en el laboratorio siempre serás bienvenida, cuídate —dijo esta vez y ambos nos despedimos con un abrazo.

Hart quería hacer alarde del arresto, así que quería ponerme unas esposas, pero gracias a Mac este prefirió no hacerlo, a Mac, y a la amenaza de Don de golpearlo.

Sé que Don le comentaba algo a Mac, pero no logre alcanzarlo. Solo sabía que afuera estaba un auto negro esperándome para llevarme al aeropuerto, serian unas diez horas muy largas.

Hawaii, Honolulu.

Cuartel General Five-0.

Hora: 09:45am

—McGarrett —respondió Steve al teléfono—, si, si claro. Flack el detective de New York.

— ¿Quién? —dijo Danny pero Steve le dio una seña para que no hablara.

Steve apuro su paso y conecto el teléfono a la computadora y cambio de llamada a video llamada. En el cuartel estaban Chin, Kono y Danny que venía junto a Steve.

—Ok, ahora si —dice Steve y en la pantalla se proyecta la imagen de dos hombres, uno era Mac y el otro Flack—. Detective Flack, ¿en qué puedo ayudarlo esta vez?

—La verdad es que decidimos llamar por Diane —dice Flack—, no estamos convencidos de su arresto, y en vista de que es a Hawaii donde se la llevan, decidí llamar a su antiguo equipo, creo que ustedes están enterados de esto.

—Sí, así es detective Flack, la verdad es algo complicado, pero intentamos evitar que Diane vaya a la cárcel o llegue a la isla —responde Steve.

—Pues eso va a ser imposible —dice Mac—, decidimos chequear si era cierto que iba a Hawaii y pedimos a algunos agentes del aeropuerto J.F.Kennedy que nos dieran información sobre ella y su vuelo salió hace 20 minutos, tomo un vuelo privado a Hawaii. Es el Conrad 203.

—Ok, esa es información muy valiosa —dice Steve—, ¿El agente Hart iba con alguien más?

—Cuando hablo conmigo la primera vez no —responde Mac—, pero unas horas después, regreso con otro agente llamado Harold Larsson.

Enseguida Kono se puso a teclear en la computadora a investigar el nombre que Mac le había dado.

—Solo queremos saber que Diane estará bien —dice Don—. Así que le preguntare, ¿Por qué están evitando que ella llegue a la isla?

—Presumimos que es parte de un plan para silenciarla, tal vez sacarla del juego —responde esta vez Danny—, Diane conoce a un hombre llamado Sean Park, es nuestro senador por el Estado de Hawaii al congreso, y al parecer conoce más de él, que el mismo. Así que por eso presumimos que la quieren de vuelta en Hawaii.

—Bien, entiendo —dice Don—, Comandante McGarrett ¿Cree que pueda mantenernos informados sobre Diane?

—No se preocupe, lo haremos. Gracias por llamar —dice Steve y enseguida del otro lado Don asiente con la cabeza y cuelgan la videollamada.

—Ok, jefe... tenemos un problema —dice Kono—, Harold Larsson ciertamente es un agente de Asuntos Internos acá en Hawaii, lo único que está mal, es que este murió hace dos años. Esa identificación que usaron era falsa.

—Este arresto no existe —dice Danny—, es parte del plan de Park, usar a Hart para deshacerse de Diane.

—Ok Kono, quiero que vayas al aeropuerto y a Hickman, junto a Chin y averigüen a qué hora tiene planeado la llegada el Conrad 203. Ahí estaremos esperando —dice Steve—, yo iré a buscar a alguien más.

...

Cuartel General de SWAT, Hawaii.

—Ey, no hace falta ni que lo digas ¿Ok? —dice Lou colocándose enseguida su chaleco y enfundando su arma— Diane será insufrible, pero esa chica es mi amiga. Cuando llegue a esta isla no creí que nadie me entendería como ella lo hizo.

—Eso porque no hablaste conmigo —dice Danny y Steve le mira.

—Mmmm... me quedo con lo insufrible que es Diane.

—Gracias por ayudar Lou —dice Steve y entre estos estrechan su mano.

Todo el equipo junto a Lou y algunos oficiales de SWAT se dispusieron a esperar la llegada de Diane. Por un lado estaban Kono y Chin en Hickman esperando, y en el aeropuerto Internacional de Honolulu estaban Steve, Danny y Lou.

Y desde un lugar cercano a la casa de Sean Park, estaba Jerry junto a Duke. Si había alguien a quien no descuidarían era a él.

— ¿Algo nuevo Jer? —pregunto Steve.

—Nada Comandante —respondió este—, entro a casa con el mismo hombre que me describió y aún no han salido. De hecho estoy desde un punto donde puedo ver hacia un lado de la casa...

—Estas en un árbol ¿cierto? —pregunto Danny.

—Sí, lo estoy —contesto muy natural Jerry.

—Ok, jamás entenderé esto —dice Danny.

—Le decía que desde aquí pude ver que estaba hablando por teléfono, y antes que se volteara pude leer en sus labios algo como "si esto sale mal, juro que te iras con ella a la misma fosa"

—Ok, eso fue muy específico —dice Danny— ¿Crees que hable de Diane?

—Si algo pude notar de Sean, es que el solo nombre de Diane le da nervios, así que posiblemente este impaciente por la llegada de Diane.

Diane

Aquellas horas parecían eternas, y estar en un avión no me ayudaba mucho. Mi cabeza parecía explotar de tanto pensar, había algo de esto que no terminaba de convencerme, pero empecé a creer que estaba algo paranoica.

Además de ello, no podía entender porque cada vez que volvía a Hawaii —o al menos así lo supe cuando investigue— siempre tenía que ser a la fuerza. Juro que si debo quedarme lo hare, no huiré mas de ese lugar. Sea lo que sea que tenga que hacer ahí, lo hare y en el tiempo que sea necesario, sé que cuando termine, podre volver a NYC.

Por otro lado, mi herida parecía seguir sangrando, porque sentía como algo húmedo se hacía en mi hombro, a pesar de que cambie el vendaje luego de que Mac estuviera en urgencias, creo que no fue suficiente, empezaba de nuevo a sentirme algo decaída, pero me obligaba a no hacerlo, no podía confiar aun a donde iba y con quien iba.

—Señor, tenemos un problema —dice Larsson, uno de los agentes que venían con Hart.

— ¿Ahora que sucede? —dice este un poco fastidiado.

—En una hora aterrizaremos y hay un K12 —dice este y pude ver que la cara de Hart cambio. Aquel lenguaje era algo muy personal para ellos, porque jamás había oído ese código.

— ¿Cuántos? —pregunto Hart.

—Todos ellos señor. Ya nos avisaron, en incluso están en Hickman —dijo este.

—No hay problema, tengo una idea —dijo este y se levantó de su asiento.

Exactamente una hora después estábamos en Hawaii. Y de nuevo mi ese presentimiento de que algo no estaba bien volvió, y es que Hart había pedido que aterrizáramos mucho antes de la pista para aviones, después de ello, este me puso en un auto junto a Larsson, y este tomo otro, pero antes de irse este me dio una sonrisa algo sarcástica y dijo: "Fue un placer Diane".

El auto tomo la autopista y por unos minutos todo iba bien hasta que Larsson comenzó a subir la velocidad y cuando intento frenar, simplemente no pudo, así que giro el volante a y el auto quedo a un lado, e inmediatamente fue impactado por un camión que venía pasando.

Pude sentir como mi cuerpo se estrellaba violentamente contra este y como daba vueltas. Cuando finalmente se detuvo, yo simplemente no tenía más fuerzas y me deje ir.

Aeropuerto internacional de Honolulu.

—Jefe, el Conrad ya aterrizo —aviso Kono—, pero lo hizo en otra pista. Hart salió en un auto y puso a Diane en otro. Tomamos las placas y el auto perdió señal en la autopista H-3.

—Ok, vamos hacia allá —dijo Steve y se puso en marcha hacia la H-3—, Kono, quiero que tu y Chin sigan a Hart.

—Es lo que hacemos jefe, lo tenemos cerca—dijo Kono.

—Bien —dijo este y colgó.

—Sabes algo, te voy a dar la oportunidad de que si quieres golpear a Hart, lo hagas. Tienes toda mi aprobación —dice Danny.

—Pues muchas gracias —dice Steve y da una vuelta que hace rechinar los neumáticos y que por supuesto puso de nervios a Danny.

—Eso sí, intenta llevarnos en una pieza, la idea es que encontremos a Diane.

Diane

Había un zumbido en mi oído, y mi cabeza parecía que iba estallar, pero estaba de vuelta. Podía recordar como hace un rato solo cerré mis ojos, por lo que aun podía escapar. Desabroche el cinturón y el resto de mi cuerpo que aún estaba sobre el auto, cayo violentamente, me queje un poco pero pude arrastrarme hasta la ventana y salir del auto.

Mire mi cuerpo y parte de mi ropa estaba rasgada y tenía heridas por todos lados, me quite el blazer negro que traía y lo tire a un lado, necesitaba poder estar algo cómoda para poder correr hasta donde estos zapatos me dieran.

Camine lentamente hasta el piloto, pero me detuve, sentía como algo escurría fuertemente a un costado de mí, y que dolía mucho más que cualquier otra herida, mire mi camisa blanca y estaba completamente roja, me toque el área y la sangre parecía salir en un gran chorro, si seguía así, no podría ni siquiera caminar un kilómetro, me desangraría pronto.

Presione lo más que pude con mi mano y camine hasta el piloto que se encontraba del lado izquierdo de donde había salido. Al llegar me lleve una sorpresa, quien manejaba no estaba y al segundo siguiente se oyó un disparo, voltee rápidamente y era el, estaba disparando hacia a mí, así que corrí y me adentre dentro de uno de los senderos, corrí lo más rápido y más fuerte que pude, tanto que un rato después ya no escuchaba ni sus pasos, ni los disparos.

Para intentar calmar mi respiración me recosté a un árbol y mi cuerpo que parecía querer dejar de responder, simplemente me pidió que me sentara ahí. Y por alguna razón se sentía un gran alivio, y para mi suerte, justo al lado había un tronco delgado y algo pequeño, este a simple vista parecía liviano, pero no lo era; por lo que había encontrado un arma de defensa.

...

—Steve, para es aquí —dijo Danny quien había divisado humo y como uno de las cercas que están al lado de la autopista estaba roto.

Steve y Danny se bajaron de inmediato, y Lou quien venía a pocos metros detrás de ellos, también se detuvo y de inmediato se bajó.

—Es el auto que había dicho Kono —dice Lou.

Steve camino hasta donde el auto estaba y este comenzaba a escurrir gasolina, el tanque se había roto.

—Steve —llamo Danny y le mostro un blazer color negro que había encontrado— Tiene sangre.

—Lou y tu vayan por el lado oeste, yo iré por este. No puede haber ido muy lejos de aquí, ambos deben seguir aquí —dice Steve.

Steve emprendió su búsqueda, camino unos metros siguiendo un rastro de sangre que había empezado a ver desde el auto. Pero este por alguna razón se perdió en el sendero, ya no la había, y de la nada escucho un disparo y al mismo tiempo pudo sentir como este pasaba por un lado de el, asi que sin pensarlo acciono su arma y disparo al hombre que le había disparado primero.

Al acercarse al cuerpo pudo notar que este traía una credencia: Harold Larsson. Había acabado con el hombre que había traído a Diane a la isla. De pronto a un lado de este comenzó a divisar de nuevo el rastro de sangre, así que le siguió.

—Steve ¿estás bien? —pregunto Lou.

—Sí, encontré a Larsson, creo que busca a Diane —dice este y ve que el rastro de sangre se hace más grande y comienza a oír algo más que el viento y el sonido de algunos pájaros e insectos.

Aquel sonido provenía detrás de un árbol, así que cargo de nuevo el arma y siguió el rastro, pero antes de que el llegara, ella había salido sorpresivamente detrás del árbol, de pronto al notar que era el, ella cayó estrepitosamente al suelo. Steve enseguida guardo el arma y se acercó a ella.

— ¡Ey, tranquila! Vine ayudar, estoy aquí para ayudarte.

—M...McGarrett —intento decir ella en un hilo de voz, se notaba más que cansada—, ¿Cómo sabias que...Que estaba en la isla? ¿Cómo me encontraste?

—Estas sangrando demasiado —le dijo Steve quien intentaba ayudarla a sentarse de nuevo en el árbol de donde había salido— déjame revisarte. Oigan, la encontré, pidan refuerzos y una ambulancia—dice Steve al comunicador.

—Pues... No lo sé... —intento decir Diane—, a estas alturas creo que todo mi cuerpo está sangrando.

—Diane esto no se ve bien —dijo Steve mientras revisaba la herida que ella sostenía—, ven tenemos que sacarte de aquí. ¡Ey! ¡Mírame! Necesito que estés despierta ¿de acuerdo? Quédate conmigo —le decía este en voz muy alta, pues Diane parecía desvanecerse en cualquier momento.

—Estoy... Estoy bien, solo... solo sácame de aquí por favor —pidió ella y con ayuda de Steve se levantó de nuevo.

Steve pretendía llevarla en brazos, pero ella se negó y aunque se apoyaba de Steve decidió caminar.

Les tomó unos minutos llegar hasta donde ya estaba la policía, los bomberos y la ambulancia.

—Woao, juraba que nuestro próximo encuentro sería diferente cosita —dice Danny y Diane le da una pequeña sonrisa.

—Lo siento, debí avisar que venía —dijo ella de nuevo en un hilo de voz.

— ¿Por qué los tacones eh? —dijo esta vez Lou.

Pero aunque Diane intento responderle al igual que Danny, solo logro articular un par de palabras más: —M...McGarrett —dijo y luego se desvaneció en sus brazos.

— ¡Ey por aquí! —le gritó Grover a los paramédicos, al tiempo que intentaba ayudar a Steve a sostener a Diane.

—Steve está sangrando demasiado —dice Danny.

—No te preocupes, ella estará bien. Vayan con Kono y Chin, quiero que estén con Hart y que averigüen quien envió hacerle esto a Diane.

—Ni lo sueñes, iré contigo —dijo Danny y se subió a su auto. Steve decidió ir con Diane en la ambulancia.

Los paramédicos hacían su trabajo, y Steve solo estaba observando a Diane, por un momento esperaba que ella solo despertara, y aun después de tanto tiempo, comenzó a sentir esa extraña sensación de miedo. Parecía que su corazón parecía latir más rápido al escuchar a los paramédicos anunciar un "Shock hipovolémico".

—Presión baja, pulso filiforme —anuncio uno de los paramédicos.

—Necesito presión en esta herida. Solución directa, transfusión de inmediato.

Unos minutos después ya estaban en el The Queen's Medical Center.

...

Kono y Chin habían atrapado a Hart, aunque este intento escapar no pudo lograrlo. Estaba en la sala de interrogatorios de Five-0 y frente a él estaban Kono, Chin y se les unía Lou.

— ¿Cómo esta Diane? —pregunto Kono.

—Perfecta. Ya sabes, esa mujer es indestructible, así que pronto tendremos su declaración y con ella pondremos a esta basura en la cárcel —Dijo Grover mirando fijamente a Hart, sabía que este esperaba que dijeran que ella había fallecido.

—Ya lo oíste Hart, si quieres que al menos te pongan en una celda donde puedas ver el sol, será mejor que nos digas quien te envió hacer esto.

— ¡Ustedes son unos enfermos! Lo peor que pudo hacer Park fue traerlos de vuelta —grito este enfurecido.

—Ah, entonces todo esto es obra del Senador Sean Park —dice Chin.

—Sí, si lo fue. Y ya que estamos aquí, puedo decirlo, porque es obvio que cuando se entere que me tienen aquí, todos ustedes irán a la cárcel.

—El único que ira a la cárcel por intento de homicidio eres tú —dice Kono.

—No puedo esperar a ver que hará McGarrett con este tipo —comenta Grover.

Sin más los tres salieron de la sala dejando a Hart furioso tratando de librarse de las esposas a las que estaba atado.

—Supongo que Danny estaba con Steve —dijo Chin.

—Sí, debe estar con él. La verdad es que esa chica me sorprende —expresó Grover con algo de pena en su voz—La verdad es que se veía terrible, y aun así estaba de pie siendo un poco sarcástica con Danny.

—Diane es la versión femenina y repotenciada de Steve. Sé que estará bien —dice Kono con una media sonrisa.

—Debemos hablar con Jerry —dice Chin—. Hace rato que no tenemos noticias de él o de Park.

—Y también deberíamos llamar al laboratorio donde trabajaba Diane, creo que deben saber cómo esta —sugiere Kono. Todos asienten y toman el camino hacia el ascensor.

...

The Queen's Medical Center

—Creo que están tardando demasiado —dice Danny.

—Danny, entro hace una hora más o menos, debemos ser pacientes —responde Steve y mira sus manos, estás aunque tenían los guantes tenían algo de sangre.

—Creo que... Creo que en fondo me alegra verla ¿Sabes? —dice Danny quien no paraba de caminar de aquí para allá.

—Lo se, se te nota.

—No enserio yo... Steve ese es el medico que atendió a Diane ¿no?

—Si —responde este y se levanta de inmediato de la silla.

—Doctor ¿Cómo esta Diane? —pregunta Steve.

—Está estable por los momentos, perdió mucha sangre y además estamos tratando con una infección que recién se hacía en una herida de bala en el hombro.

— ¿Le dispararon? —pregunto Danny y miro a Steve.

—Es difícil decirlo, cuando la encontré todo su cuerpo estaba cubierto de sangre —responde este.

—No creo que sea reciente, esa herida tiene más de 12 horas, por eso empezaba a infectarse —comento el doctor.

— ¿Sigue inconsciente? —pregunto esta vez Steve.

—Por los momentos si. Es lo mas recomendable, para que pueda recuperarse.

—Necesitamos hablar con ella, así que nos gustaría que nos informara cuando despierte —dice Steve.

—Lo haré Comandante —responde el Doctor y se despide de ambos.

—Bien, llamare a Duke, pediré que custodien el hospital. Yo estaré aquí, necesito que tú te comuniques con Jerry y me digas que ha visto en la residencia de Park.

—Ok, lo hare, pero responderás ese teléfono apenas te llame ¿De acuerdo?

—Lo hare Danny, no te preocupes. Ella estará bien.

—Eso espero.

Cuartel General Five-0

—Oigan no van a creer lo que encontré —entraba Jerry bastante entusiasmado—, pude probar una antena que roba algunos IP y encontré una de las llamadas de Park a Hart, aquí está, usen este número.

Y rápidamente Kono procede a intervenir el celular y comienza a rastrear las llamadas, y de inmediato se reproduce una:

"Como que se lo dejaste a Larsson. ¡Ese era tu trabajo Hart! Escucha algo, maldito imbécil, si Diane abre la boca, tu y yo nos vamos a morir en el hueco más profundo de la cárcel de Halawa"

"Yo cumplí con mi trabajo Park, y Larsson hará el suyo. No te preocupes, ella estará reunida con sus seres queridos muy pronto"

—Supongo que no necesitamos más pruebas ¿No? —pregunta Grover.

—No, sin duda no. Pero necesitamos el móvil, porque Sean querría asesinar a Diane, y eso solo puede responderlo ella —comenta Chin.

—Le enviare esto a Steve, creo que deberíamos doblar la seguridad del Hospital —dice Kono.

—No hace falta —dice Grover—, Danny ya lo pidió. Duke me aviso sobre ello.

—Bien, entonces solo queda esperar a que Diane despierte.

...

The Queen's Medical Center

Habían pasado unas horas y Steve había recibido la noticia de que Diane estaba mucho mejor, y había despertado por lo que era el momento de saber la verdad, y con ella poner tras las rejas a Hart y a Park, y por fin después de tanto tiempo traer un poco de paz al equipo.

Steve había entrado a la habitación donde se encontraba Diane, ella aún estaba algo adormilada, así que con cuidado de no hacer ruido tomo una silla y se sentó a su lado. Por un momento y casi fugaz, a su mente vino todo aquello que debía haberle dicho, pero así como vino así también se había ido.

Steve recordaba que Diane aun no tenía en su memoria todo lo que había pasado entre ellos, desde lo bueno hasta lo malo, así que por ello y por más, aquel pensamiento rápidamente se fugó.

—Hola —saludo Steve a Diane mientras ella intentaba acostumbrarse a la luz del lugar.

—Hola —susurro ella. Se notaba que aún le faltaba algo de fuerza.

— ¿Cómo te sientes?

—Como si hubiese estado dentro de una caja metal y me hubiesen sacudido muy fuerte —dijo ella y Steve sonrió.

—Eso debe doler —dijo él.

—Como no tienes idea —replico Diane.

—Diane, pedí verte porque necesito hacerte unas preguntas —dijo Steve y ella intento acomodarse en la cama, si seguía en esa posición se iba a quedar dormida muy pronto de nuevo—, no te preocupes, te ayudaré.

Luego de ayudar a Diane a estar un poco más cómoda, procedió a explicarle como era que había dado con ella.

—...Así que creemos que Sean Park está detrás de todo esto —y en ese instante saco su teléfono y reprodujo la grabación que había encontrado Kono en el teléfono de Diane.

—Vaya, sueno realmente molesta —dijo Diane.

—Sí, lo estabas. Por eso necesito que me ayudes atrapar a quien te hizo esto ¿Qué es eso que sabes de Sean Park que quiso sacarte del juego asesinándote?

Diane suspiro, y aunque no entendía nada, sabía que los años no pasaban en vano y tarde o temprano aquello tomaría poder y llegaría hasta donde esta: —Sean y yo fuimos compañeros en la marina; el, Joey y yo éramos inseparables, éramos un gran equipo. Luego de retirarnos de combate, aunque seguíamos siendo amigos, cada uno tomo su rumbo. A él siempre le intereso la política, Joey solo quería disfrutar unos años la vida y luego volver a la acción y yo... yo era feliz sirviendo a inteligencia y preparándome para ser parte del servicio secreto del presidente.

>>Pero la vida tenía otros planes para mí, y conocí a Valdés, y a la par, estaba Sean haciendo su carrera en la política, tanto quería aquello que termino involucrándose con mafias importantes para que financiaran su carrera. Sin embargo eso no fue determinante para que no ganara. Pero cuando lo hizo todo se volvió un infierno, y esas mafias estaban cobrándole todos esos favores. Yo me había unido al FBI en L.A y ya tenía conocimiento de ello... pero todo emporó cuando decidió casi ser parte del Cartel de Miguel Valdés; abrió canales para que droga, armas y tráfico humano pasara por todos Los Ángeles, y fui yo quien le descubrió, quise hacer algo pero no muchos quisieron hundirlo y yo estaba concentrada en atrapar a Valdés así que por eso decidí olvidarlo y en cierta forma encubrirlo. Yo conozco cada uno de sus movimientos, y como es que obtuvo esa brillante carrera en la política. Supongo que ahora teme perderlo todo.

—Creo que es así Diane, por eso quiso asesinarte —dice Steve.

—Bueno, esta vez yo me salí con la mía y estoy segura que ustedes le atraparan, ya tienen mi confesión ¿no?

—Sí, claro que sí. No te preocupes, estas en buenas manos.

—Créeme, Park no me preocupa. Lo que fácil viene, fácil se va —dice ella y lleva su mano a la cabeza— ¿Podrías decirle a la enfermera que venga? Necesito algo más fuerte para este dolor de cabeza.

—Por supuesto que si —dice Steve y se levanta de inmediato de su silla—, vuelvo en un segundo.

Cuartel General Five-0

—Oigan tengo una coincidencia con el auto de Park, y se dirige al Queen's —dice Jerry.

—Creo que va a terminar lo que empezó —dice Chin.

—Hay que avisarle a Steve —dice Kono y rápidamente toma su teléfono, y junto a Chin y Grover salen hacia el Queen's.

...

Diane que se había quedado unos segundos sola, decidió cerrar sus ojos mientras esperaba a Steve y a la enfermera. En un instante oye la puerta abrirse y enseguida levanta su cabeza, pero la persona que entro enseguida se quitó el gorro y el tapabocas, dejando al descubierto que venía a terminar lo que había empezado.

Este se acercó a la cama y con un arma apunto a Diane.

—Vaya, no creí que tuvieras el valor de venir aquí. Es decir, intentar asesinarme si, que lo hiciera otra persona. Pero ¿tu? Precisamente tu... Es increíble.

—Lo siento Diane, no quiero, créeme que no quiero hacer esto, pero me tienes en tus manos, y sin ti puedo empezar a vivir tranquilo.

Diane aprovecho aquel momento de debilidad y con la poca fuerza que había recobrado ataco a Park y de un movimiento lo desarmo. Este se abalanzo sobre ella pero ella le golpeo. Enseguida todos los aparatos que tenía puestos para monitorearla se dispararon, y mientras ella intentaba luchar con Sean para que este no tomara el arma, Steve y la enfermera iban corriendo hacia la habitación.

A tan solo unos metros de la habitación estos se detuvieron, y es que había sonado un disparo, Steve desenfundo su arma, y de nuevo empezaba a sentir miedo. Miedo de que al entrar lo que consiguiera fuera el cuerpo de Diane sin vida.

Pero era todo lo contrario, ella sostenía el arma mientras Park presionaba su hombro.

— ¿Estas bien? —consternado Steve se acercó a ella y le quito el arma.

Diane solo respiro y se sostuvo de Steve de nuevo su cuerpo parecía estarle factura de todo lo que había vivido en las últimas horas.

Afuera del Queen's venían llegando Kono, Chin, Lou y Danny junto a mas refuerzos de la policía, y junto a ellos, una vans de una televisora local que quería cubrir el suceso.

El equipo subió hasta el piso donde se encontraba Diane, y justo fuera de su habitación venia saliendo Sean Park junto a Steve.

— ¿Cómo esta Diane? —pregunto Danny.

—Está bien, Park entro e intento dispararle, pero ella fue más rápida —respondió Steve.

—Iré a verla —dice Danny y a este le sigue Grover.

—Llévenselo y colóquenlo junto a Hart —en un rato les diré que haremos con él, le ordeno Steve a Kono.

Diane había vuelto a su habitación y por un rato estuvo con Grover y Danny, hasta que volvió a dormirse. Así estuvo por horas hasta que para su sorpresa cuando despertó, Steve, estaba a su lado. Diane volteo hacia su lado derecho y miro a Steve, este enseguida subió la mirada y dejo de leer una revista que había tomado del vestíbulo.

—McGarrett...

—Dime —respondió este

—Puedo pedirte un último favor.

—Por supuesto.

...

Días después...

Halawa Correctional Facility.

—Solo tiene unos minutos Comandante —dijo el guardia.

—No se preocupe, solo necesito cinco —respondió Diane y cruzo la puerta que la llevaría hasta donde estaba Sean.

—Diane yo... —intento decir Sean pero las lágrimas le invadieron primero—, lo lamento.

El guardia condujo a Sean hasta una silla frente a Diane, y ambos lo dividía una mesa de metal plateado. Diane mantenía su mirada fija en Sean y este evitaba mirarla.

—Sabes... la verdadera razón por la que siempre lo ignore y por la que siempre te cubrí, era por Joey. Ambos sabíamos lo que hacías pero te protegíamos, como siempre lo hacíamos en las misiones. Y mírate ¿todo esto para qué? Creo que ya lo perdiste todo Sean, y no necesite hablar. Pero lo peor de todo eso que perdiste, fue el poco respeto y hasta aprecio que sentía por ti.

Y sin más Diane se levantó de la silla y salió del lugar.

Afuera de Halawa, la esperaba Steve, quien le había prometido hacer este favor, de principio a fin.

—Gracias —dijo Diane al ver a Steve.

—No fue nada —respondió Steve.

—No solo por eso, sino por salvar mi vida, creo que... de nuevo ¿no? —dijo ella riendo.

—Sí, algo así —dijo este.

¡¡¡Alohaaaa!!! 

Los amo. Bye.

Mahalo por Leer :*

Con Amor D.A Blaez

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