Havana 3
Su cuerpo... ¿Cómo describir su cuerpo? Era tan...masculino, tan suave. Los músculos estaban marcados perfectamente por la fina tela blanca que llevaba puesta encima, su piel morena tono chocolate se remarcan bajo la tenue luz brillante.Sus muslos... eran tan firmes, sus caderas eran más marcadas que la de cualquier omega del lugar y su trasero... Dios su trasero era una obra de arte que se movía al compás de la suave melodía.
Sus movimientos eran certeros, se movía conpresicion y sin miedo a caer del pequeño escenario montado. Movía sus caderas marcadas al ritmo de la música delante y atrás, sentado en la silla, rodeando la silla. Era tan sexy y tentador.
Su sonrisa era inigualable genuina, con unos labios voluptuosos y rosados rematcados con labial fresa. La pequeña tela fina que lo cubría, hacia de parecer que estuviera desnudo de caderas para arriba, pues era casi transparente y su pectorales y cuadros de abdomen se podían notar fácilmente. El olor que desprendia era casi igual de encantador que todo el, olor a melocotón y duraznos, delicioso, dulce pero no empalagoso.
Mi atención se perdió en sus movimientos y risas que insitaban a ir y tomarlo ahí mismo en el escenario, como me recriminaba mi alfa. Estaba haciendo un esfuerzo enorme de no hacerlo, pues nada más ver ese cuerpo, ese trasero, esos labios y esos rosados botones que se maracaban con la camisa, habían hecho levantar mi pene que dolía estrepitosamente por estar apretado en mi pantalón. La chica arriba de mi ya no importaba, en cambio seguía los movimientos suaves y dulces del chico rubio.
Relami mis labios. Y la omega arriba de mi aparecio en mi campo de visión, tapándose la vista del hermoso omega rubio. Ella hizo un puchero tierno que me hizo sentir nervioso, pues había prometido no quitarle atención a ella, pero finalmente el tentativo omega lo había logrado.La música se detuvo y el omega hizo reverencia, tomando el dinero que había sido tirado al escenario, Minnie tomo la botella de agua y tomo un poco y finalmente se fue del escenario.
-No puedo creer que el lo hiciera de nuevo- se quejó moviendo sus caderas hasta dar con mi bulto- Siempre pasa esto Minnie roba la atención de todos, es un profesional.
-Preciosa...-hable nervioso, tomando sus caderas y haciendo círculos en ellas.
-No importa. ¿Aún quieres divertirte conmigo verdad? ¿O me vas a dejar?
-¡No! Claro que quiero seguir contigo.
Ella sonrió victoriosa. Y salto en mis piernas rozando mi bulto. Yo la tome fuertemente de las caderas y la pegue a mi bulto dejándola quieta. Me avalance hasta sus labios, tratando de borrar los deliciosos movimientos de caderas del omega chocolate. Ella se separó sonriendo y siendo completamente sumisa.
-Alfa, si pagamos de aquí. ¿Tiene lugar donde ir?
-Si pero... seguro mi padre la está ocupando-ella me miró dudosa-dl hombre que te señalé hace rato. Nos alquilamos en el hotel nacional pero una habitacion para ambos.
-Oh entiendo-dijo para pararse y separarse de mis piernas- Entonces sigueme.
Ella me tomo de la muñeca y empezó a caminar por donde antes habían salido las omegas, Namjoon y finalmente el omega rubio. Se trataba de un pasillo largo con unas habitaciones a ambos lados, no pude contar cuantas era en total. Cuando pasamos por delante de una habitacion no pude evitar mirar en su interior pues estaba media abierta y vi al hermoso omega rubio y oli su delicioso aroma, pero algo hizo que mi lobo bajará la cabeza, el ewtava con alguien más.
Un hombre corpulento que parecía extranjero lo tomaba de los hombros y atacaba su delicado cuello, hambriento. Dejando besos en toda su piel. Este sólo correspondía a el, girando su cuello a un lado, soltando jadeos suaves que erizaron mi piel. Pronto el hombre lo tiro a la cama decorado con tela roja y no vi más nada de aquella escena, pues la omega que me acompañaba cerró la puerta con cuidado.
-Disculpa pero parece que está está ocupada.
-El...-hable perplejo
-Si el también, es el show, pero también es piel y de las buenas.Lo que tiene un precio más alto querido. Pero vamos dejemos a la estrella y concentrate en mi ¿puedes?
Yo sacudi la cabeza y sonreí a ella para atacar sus labios gruesos y ella me recibió gustosa. Trataría de disfrutar con esta deliciosa omega sin tener que pensar en la estrella del show, aunque se me había muy difícil no olvidar aquellos movimientos.
Entre besos y ella enfocada en mis caderas, llegamos a una habitacion casi al fondo del pasillo que estaba disponible. Abrí la puerta de madera negra y la timbre a la mullida cama, cubierta por sábanas de tela roja pasión. Ella sonrió al caer en esta y empezó a quitar la poca tela que tenía cubriendo sus voluminosas partes. Yo la observe y hambriento de piel desabroche mi pantalón y quite la camisa tirandolos a un lado, quedándome en boxers. Me concentre en saborear con mi lengua la piel de la omega, la aureola de sus prominentes pechos. Su piel era tan suave y deliciosa.
Me concentre en ella pero en realidad lo que estaba tratando de hacer era que la imagen de la omega con pechos frente a mi, no se convirtiera en la del omega rubio, con voluminoso trasero. Suspire llegando al ansiado orgasmo, pero sin anudarla ni marcar la aunque mis dientes lo pedían y me tiré a su lado. No sabía si aquella omega había traído ese orgasmo tan arrasador o si había sido la imagen que mi mente hacia del omega rubio. Después de ese sexo salvaje me quedé dormido a su lado, abrazando su cuerpo y abandone el mundo real para ir al de los sueños.
La mañana siguiente había sido un infierno. El dolor de cabeza era intenso, los dejes del alcohol, mire a mi lado y vi que no había nadie, la chica se había ido y en cambio dejo una nota de papel amarillento y mi billetera acomodada encima perfectamente cerrada. Tome la nota y leí lo que decía.
"Gracias por la diversión precioso.
Tome un poco de tu dinero, espero no te moleste, porque de igual forma tenías que pagar. Me tuve que ir, asuntos personales.
Gracias por todo, espero volver a verte ;)"
Bufe, genial, habai tomado de mi dinero y no sabía cuanto había sido, aunque de igual forma mi padre se había traído bastante. Divise en el piso de la habitación mi ropa tirada y arrugada, me la puse sin protestar, tome mi billetera y la revise, viendo que estaba completamente vacía, sólo estaba la tarjerta de identificacion y tarjetas de dinero que solo servian en Corea. Suspire, busque mi teléfono que no me había preocupado en sacar del bolsillo del pantalón y marque a mi padre. Sentí su ronca voz después de varios tonos.
-¿Diga?
-Papa, soy yo tu querido hijo-dijo con ironía y un deje de molestia en mi voz.
-¿Que pasa? ¿Dónde estás porque no volviste anoche?
-Por el mismo motivo que tu-respondi y escuché como soltó una risa-estoy en el mismo bar y sin dinero en los bolsillos, la omega me dejo sin un medio.
Mi padre volvió a reír descaradamente.
-Es su trabajo después de todo Yoongi, esperame allí, le diré un taxi para ir a buscarte.
-De acuerdo-dijo para finalmente colgar.
Arrugue ma nota de papel y la tiré al suelo. Me acomode mis caros zapatos y suspire. A pesar de la tan grande borrachera y el revolcón con aeulla omega su imagen no se iba de mi cabeza, esa piel tan firme y suave a la vez, esos labios tan gruesos y rosados igual que sus pezones, su trasero esponjoso y grande. De tan sólo recordarlo me hacia babear y a mi alfa rasguñar en mi interior.
Espere tranquilo sentado en la cama hasta que mi padre llegará. Después de unos minutos sentí el ruido de mi teléfono.
Era mi padre llamándome seguro estaba fuera del local. Tome mi billetera y la metí en los bolsillos de mi pantalón. Abrí la puerta de la habitación y vi el extenso pasillo, camine a paso lento por todo el, viendo como cada una de las habitaciones estaba minuciosamente cerrada. Todas menos una, la misma que había visto ayer de sábanas rojas brillantes y una aroma a duraznos y melocotón saliendo de el.
Abrí un poco más la puerta entreabierta y vi al cuerpo del moreno extendido en su totalidad, cubierto por las sábanas rojas que hacían un contraste hermoso con su cuerpo. Estaba profundamente dormido, algunas partes de su piel sobresalía de la tela que cubría sus partes íntimas, dejando ver los vestigios de la noche anterior que había pasado, marcas rojas en los cachetes, marcas amoratadas en su cuello y muslos. Mordidas no tan profundas pero visibles en su cuello. A Yoongi le recorrió la cólera y quiso besar cada uno de esas marcas hechas por el alfa corpulento que habua visto alli la noche anterior.
Otro sonido más de su teléfono lo hizo detener sus acciones. Temiendo haber despertado al omega tendido en la cama colgó y miró una vez más como este se removia en la roja cama, sin embargo no abrió sus achinados ojos y siguió durmiendo de manera angelical. Yoobfk salió de la habitación, procurando hacer el menor ruido posible y procurando no se visto por el omega que cerraba sus ojos fuertemente, tomo el pomo dorado oxidado que arrojaba la puerta marrón y salió de ella cerrando la suavemente.
Cuando salió de aquel extenso y oscuro pasillo, logró dar con la parte bar de ayer aparentemente cerrada con cortinas de metal oxidado. Yoongi miró por su alrededor tratando de encontrar una salida y afortunadamente por uno de los lados de esta había un letrero con grandes palabras en blanco y rojo "Exit". La puerta estaba entreabierta y simplemente salió de allí. El sol ardiente sorprendió su auto y tuvo que escudriñar sus ojos para poder observar mejor su alrededor. Vio como omegas, Alfas y betas caminaban por el lugar contoneandose, felices. El dio un giro hacia la entrada principal del bar encontrándose con un auto viejo llamado almendron, el típico cubano, esperandolo con su padre dentro mirándolo con una sonrisa.
Yoongi hizo una mueca al ver que el carro no tenía techado y que el sol quemaba en su fin piel. Se acercó al auto y saludo a su padre quien lo miro con una sonrisa pícara. El carro arrancó asiento un sonido ronco y se marcho del lugar siendo visto por un omega que se escondía detrás de la puerta de salida de emergencia.
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1787 palabras
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