Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Final]

Después de aquella improvisada tarde de baile, la relación de YoonGi y JiMin había ido tomando un buen rumbo para ambos. Para Jimin, aquello se sentía como un sueño, hablaba con YoonGi todas las noches por medio de mensajes y lo saludaba en los pasillos de la universidad todos los días. Pero el sueño bonito y precioso, se convertía en una eterna pesadilla cuando YoonGi hablaba de Havana o cantaba la bendita canción.

Incluso ahora cuando en su mente estaba la coreografía de otra canción y esta sonaba fuertemente en el salón, solamente podía pensar en las risas de YoonGi cuando bailaron juntos y en todas las veces que logro tocarlo con la excusa de explicarle un paso.

— Concéntrate. — Se regañó así mismo mientras golpeaba su rostro con sus manos.

— Eso debió doler. — Mencionó YoonGi entrando al salón. Jimin saltó en su lugar del susto mientras veía al pálido. YoonGi le sonrió con cariño y empezó a caminar hasta él con una botella de agua saborizada en sus manos. — Te traje esto para que recargues fuerzas. — Le guiñó el ojo. — Venía a invitarte a la cafetería más tarde cuando salgamos de clases, ¿crees que puedas aceptar mi humilde invitación?

— Iría al fin del mundo si es contigo. — Susurró el pelinegro. YoonGi frunció el ceño confundido.

— No te escuché Jimin-ssi.

— Que me parece perfecto. — Respondió en medio de una sonrisa. — Estaré practicando aquí por si no me ves en la salida de la universidad. — YoonGi asintió antes de salir del salón y dejar al menor con una sonrisa soñadora en su rostro.

...

JungKook frunció el ceño en medio de todo el relato que escuchaba por parte de su hyung, Min YoonGi se desvivía hablando de Jimin y lo buen bailarín que era, aquello no le asombraba porque varias veces le tocó practicar con Jimin y sabía muy bien que tenía bastante facilidad para aprenderse los pasos y transmitir la música con sus movimientos, sin embargo... Lo que había llamado enteramente su atención fue cuando el pálido mencionó que Jimin y él compartían el mismo gusto por Havana.

— ¿De qué Park Jimin me estás hablando? — Preguntó confundido el menor. — El Jimin que yo conozco odia Havana con todas sus fuerzas. — YoonGi negó confundido.

— Pues tendrá un hermano gemelo, hasta ayer estuvimos hablando y nunca me dio a entender que odiara la canción. — JungKook empezó a reír mientras recordaba algo que había visto en twitter acerca de Jimin y la conocida canción. Desbloqueando su teléfono, decidió revisar y se maldijo cuando vio el montón de publicaciones que su mayor había retwiteado en la conocida red social, cuando por fin encontró lo que buscaba una sonrisa triunfal se dibujó en su rostro.

— Míralo tú mismo. — Mencionó extendiéndole el teléfono. El mayor gruñó y tomó el móvil entre sus manos.

— Esto es imposible. ¿Por qué fingiría? — JungKook rió tomando el teléfono en sus manos y subiendo las publicaciones buscó la que había leído la noche anterior, en voz alta mencionó:

— ¿Qué serías capaz de hacer para acercarte a tu crush? — JungKook comentó divertido cuando leyó la respuesta. — Hablar de una canción que odio 24/7 solo para estar con él. — YoonGi parpadeó perplejo mientras negaba bajo la risa del menor.

— ¡Eso es imposible!

— No lo es. — Rebatió el menor. — Yo lo escuché varias veces hablando de la canción y lo cansado que estaba de escucharla en todos lados. — Mencionó sinceramente. — No tengo porque mentirte hyung.

...

Cuando YoonGi observó a Jimin en la entrada, simplemente sonrió amablemente ante el entusiasmo de éste por verle. Lo que había leído en twitter lo hacía sentirse un poco engañado, pero no le importaba. Una pequeña mentira fue lo que lo acercó a Park Jimin y aquello lo aprovecharía el tiempo necesario. Incluso más ahora que sabía que Jimin sentía atracción hacia él.

— ¿Tienes mucho rato esperándome? — Preguntó apenado mientras se rascaba la nuca. Jimin negó.

— Llegué hace poco, aproveché a ducharme en los baños del gimnasio y poder estar presentable para ir a la cafetería, estoy trabajando en una coreografía como nota final y tengo que dar todo de mí para pasarla con honores.

— Entonces vamos. — Animó el pálido extendiendo su mano temblorosamente. Jimin sonrió nerviosamente mientras correspondía el gesto y se aferraba a aquella mano que lo envolvía de forma cálida.

Bajo una cómoda conversación, ambos fueron de la mano durante todo el camino hacia la cafetería. Cuando llegaron al local pidieron dos cafés sencillos y algunas galletas para pasar la tarde. Entre risas y coqueteos discretos, ambos fueron acercándose y conociéndose un poco más. La atracción entre ambos era mutua y YoonGi podía comprobarlo en el preciso momento en que ambos simplemente se observaron sin decir nada con sus labios pero expresaban todo lo que no podían con su mirada.

— ¿Sabías que me gustas? — Preguntó el pálido con cariño mientras observaba con especial deleite los labios carnosos del contrario. Jimin se relamió ansiosamente mientras su vista también estaba completamente enfocada en los delgados labios contrarios.

— Depende. ¿Sabías que tú también me gustas? — Admitió sinceramente con una sonrisa en sus labios, sonrisa que fue besada con especial cariño y anhelo. Un tipo de beso que lo llevó a conocer el más dulce sabor que nunca antes había probado pero que ahora sabía, que lo encontraría siempre que besara a Min YoonGi.

— Ahora conozco tu secreto. — Sonrió el pálido en medio del beso. Jimin sonrió soñadoramente mientras asentía.

— ¿Sí? ¿Cuál será? — Cuestionó juguetonamente. YoonGi rió depositando un casto beso en la frente del menor.

— Sé que odias Havana con todas tus fuerzas. — La sonrisa del rostro del menor desapareció e incluso YoonGi pensó que Jimin se puso más pálido que él. — Pero ¿sabes algo? — Jimin asintió temeroso. — Eso no me importa porque ahora... Ahora te tengo a mi lado.

— ¿No te importa que te mintiera con eso? — Cuestionó. YoonGi negó.

— Tú podrás odiarla, pero ahora yo la amo más porque eso te trajo hasta mí. — Sonrió YoonGi. Y en medio de risas, ambos sellaron nuevamente su amor con un beso que sería el primero de muchos más.

Y ahora que estaba feliz con la persona que le gustaba, quizás a Jimin le estaba empezando a agradar un poquito Havana.

...

Havana oh-nana x2.

Muchas gracias por leer.

Moraleja: Nunca debes dejar pruebas de tus mentiras.

Muchas gracias por los 1.8K en seguidores, me hacen feliz como una lombriz. Gracias también por el cariño a mis historias, en serio se los agradezco mucho.

¡No olviden seguirme!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro