🎉 E X T R A. 🎉
JiMin nunca se consideró fanático de la navidad.
Para JiMin, era una festividad más que ameritaba gastar dinero y realizar buenas acciones para guardar apariencias ante los medios.
Nunca sintió ningún tipo de anhelo por envolverse en la magia navideña de la que todo el mundo solía comentar, porque para JiMin, quien creció en un hogar carente de ese tipo de afecto o emoción, no era totalmente necesario.
Sin embargo, habían cosas que estaban cambiando en su vida, la primera de ellas, es que tenía un precioso cachorro que parecía tener un gusto bastante llamativo sobre las esferas navideñas, y tenía un alfa bastante doméstico que parecía saber todo los caprichos de su pequeño bebé.
Habían pasado muchas cosas a lo largo de los primeros seis meses de vida de SooBin. Había pasado por un proceso de recuperación extenso, SeokJin había afirmado que era necesario que guardara reposo de forma correcta, y YoonGi se había tomado eso como una orden.
Incluso TaeHyung terminó ayudando a YoonGi, delatándolo en el primer momento que se pudo escapar de su alfa para poder ir a su empresa y ver cómo marchaban las cosas sin él.
—Regresa a tu casa, este no es lugar para ti. —Afirmó TaeHyung, prácticamente arrastrándolo fuera de su oficina.
—Es mi empresa, TaeHyung.
—Y nadie te la está quitando, pero si el alfa que tienes como pareja se entera que te escapaste de tu casa y dejaste a SooBin con una niñera, seguramente te matará.
—SooBin no está con ninguna niñera, lo tiene Jisso. —Explicó. —Es un bebé necesitado de atención, no se a quien saldría.
—Si, yo tampoco tengo idea. —Dijo de forma irónica el omega contrario mientras jalaba a su mejor amigo hacia afuera de su oficina, encontrándose a medio camino con Jisso.
Habían cambiado muchas cosas, pero JiMin no se arrepentía de nada.
Estaba en dónde quería estar.
Y es feliz.
—Omega Park. —Una de las omegas que había contratado para que se ocupara de limpiar la casa se acercó a él, aunque manteniendo aún una considerable distancia entre ambos. —He terminado con mis labores del día, solo quería desearle una bonita navidad. —JiMin asintió, dejando ir a la joven sin tomarle mucha importancia. —Olvidaba decirlo, YoonGi-ssi tiene unas galletas guardadas en el horno.
—¿YoonGi-ssi? —Cuestionó arqueando la ceja. La omega se tensó ante el tono fuerte empleado por JiMin. —¿Son amigos o algo?
—Lo siento. —Negó la chica, desviando la mirada. —El señor YoonGi me pidió unas galletas que había horneado hace unos días, le traje unas cuantas, si quiere usted también puede probarlas. —Invitó, aunque su mirada nunca estuvo destinada al omega. —Debo irme ahora. —Agregó casi huyendo a lo último. JiMin la dejó ir, consciente de que sería el último día que la omega prestaría sus servicios en su hogar.
SooBin a su lado emitió un sonido bajo, jugando con un sonajero que JungKook le había regalado. La vista de su hijo lo hizo calmarse un poco.
Era algo normal, pero tan fastidioso al mismo tiempo. No podía evitar que las personas notarán extremadamente apuesto a YoonGi. JiMin se atrevía a decir que incluso la paternidad lo hacía verse más apuesto.
Los omegas alrededor no paraban de verlo. Era el tipo de alfa que emitía ese tipo de vibra protectora, el prototipo ideal para crear una familia, según un viejo post que había leído en internet, sobre como se había robado a YoonGi.
—¡Todos quieren a tu papá! —Dijo tiernamente, riendo cuando el pequeño cachorro empezó a reír. —Tenemos que cuidarlo.
Y como si SooBin hubiese entendido, terminó frunciendo el ceño, mientras balbuceaba seriamente.
JiMin terminó riendo fuertemente mientras se abrazaba al cachorro.
Independientemente de lo que pasara a su alrededor, JiMin ni siquiera tenía porque preocuparse.
...
YoonGi sonrió cuando lo primero que vio al entrar a su departamento, fue a JiMin envuelto entre cientos de guirnaldas y a SooBin jugando con una pieza de Santa Claus.
El árbol en sí, era un completo desastre, pero YoonGi ignoró todo mientras acortaba la distancia existente entre su omega y él, besándolo en el proceso.
—¿Adornando? —Cuestionó arqueando una ceja. JiMin rió.
—¿Por qué te sorprendes? Me dijiste que querías la casa adornada y yo lo estoy cumpliendo. —Respondió encogiéndose de hombros.
—Dijiste que le dirías a la omega de servicio que se ocupara de ello, ¿No? —JiMin sonrió falsamente.
—La despedí, aunque ella no lo sabe, por cierto, me dijo que te dejó unas galletas en el horno, pero por accidente se me cayeron en un bote de basura, lo siento. —YoonGi rodó los ojos, agarrando al omega por la cintura cuando vio sus claras intenciones de escapar.
—Yo pagué por esas galletas. Se suponía que las llevaría mañana a la empresa para el compartir que haremos.
—Con razón eran varias. —Negó el omega, desviando la mirada. YoonGi iba a decir algo cuando el claro balbuceo de SooBin inundó la sala, el cachorro parecía dirigir sus balbuceos hacia el alfa.
—Sí, tu papá omega no necesita que lo defiendan, se portó mal, tengo que castigarlo. —JiMin enarcó la ceja.
—¿Castigo? —Cuestionó con una sonrisa en sus labios. YoonGi le guiñó el ojo.
—Espera que el cachorro se duerma. —Susurró deslizando lentamente sus manos hacía los glúteos del omega.
JiMin ni siquiera pudo ocultar su emoción después de escuchar esas palabras.
...
JiMin piensa mucho en como todo ha cambiado y ahora no son tan libres como antes.
Tener un hijo era una responsabilidad muy grande, una aventura emocionante, pero que a su vez, también era algo que demandaba más tiempo del necesario.
A veces ni siquiera, podían besarse, era como si SooBin tuviera una especie de radar para detectar cuando sus padres estaban compartiendo un tiempo juntos.
—Se supone que te iba a castigar, haciéndote adornar el árbol. —Se quejó el alfa, mientras ayudaba al omega a deshacerse de su camisa. —Pero mírame, soy tan débil ante esa mirada suplicante que tienes.
—¿Suplicante? —Rebatió el omega, besando la mandíbula del alfa antes de besar castamente los labios de YoonGi. —Admítelo, solo quieres cogerme. —Respondió, dejándose caer sobre el sofá, maldiciendo por lo bajo cuando un grupo de esferas navideñas cayeron al suelo.
YoonGi se tensó en su lugar, deteniéndose a medio camino de besar al omega, mientras esperaba en silencio el venidero llanto de su hijo.
JiMin ni siquiera quiso esperar. Terminó envolviendo sus muslos alrededor de la cintura del pálido, atrayéndolo a él con desesperación mientras se hundía en la boca del alfa.
Tiempo.
Tenía tanto tiempo sin sentir a YoonGi.
Ni siquiera sabía cuanto tiempo duraría.
SooBin podría llorar en cualquier momento y ellos tendrían que separarse.
Pero JiMin necesitaba sentir a YoonGi, tenerlo encima de él, marcarlo con su aroma.
—¿Estás desesperado? —Cuestionó YoonGi besando la piel expuesta del cuello del omega.
—Es mi deseo de Navidad, le escribí a Santa temprano, pidiéndole que mi alfa recordara el camino a casa.
YoonGi se alejó, con una sonrisa en su rostro mientras veía el rostro sonrojado de su omega.
—Tan bonito, eres el omega más precioso que existe. —Susurró paseando sus manos por el pecho del omega. JiMin jadeó cuando, sin aviso alguno, el alfa se detuvo en su pezón, succionando este como si la vida se le fuera a ir en un segundo.
—Y–YoonGi. —Se quejó, aruñando el espaldar del sofá mientras se mordía los labios para evitar gemir con más fuerza. —S-SooBin no... SooBin se va a m-molestar.
—SooBin sabe compartir. —Susurró alejándose. —Por eso está durmiendo tranquilamente mientras yo me encargo de su papá. —JiMin rió, dejándose besar por el alfa.
...
Cuando despertó a la mañana siguiente, ni siquiera se sorprendió de estar durmiendo en su propia cama, con una ropa completamente diferente a la que cargaba la noche anterior.
YoonGi era ese tipo de alfa que le gustaba cuidar y tener todo bajo control.
Saliendo de su habitación un tiempo después, se dejó llevar por el sonido bajo de pequeñas maldiciones, la imagen frente a él fue completamente divertida. SooBin sostenía con fuerza una guirnalda y YoonGi estaba lo suficientemente interesado en ese en específico.
—No es tuya, es del árbol, así que por favor. —Mencionó viéndolo fijamente. —No te daré regalos.
—¿Es en serio? —Arqueó la ceja el omega, riendo en cuanto notó que el cachorro soltó la guirnalda al verlo.
—¡Despertó siendo mi peor enemigo! —Exclamó, dejándose caer a un lado mientras veía como un emocionado SooBin era cargado por JiMin. —Me vomitó dos veces. —JiMin arrugó la nariz ante la información nueva. —Y me lanzaba todas las cosas.
—Te dije, él sabe lo que hiciste ayer. —YoonGi rodó los ojos, pero la risita infantil de su hijo lo hizo reír también. —Es un bonito árbol. —Susurró acercándose cuando notó que YoonGi colocó el último adorno en el árbol y estuvo a su altura. —Feliz navidad, YoonGi-ah, gracias por darme todo lo que siempre he querido y más. —Sonrió, depositando un casto beso en la frente del cachorro. SooBin movió sus manos animadamente, como si quisiera incluir más cerca a su padre alfa con ellos.
—Feliz navidad para ti también, Jiminnie. —Sonrió ante el sonrojo en las mejillas de su omega. —Y para ti también. —Mencionó pellizcando delicadamente la nariz del bebé, dejándola levemente roja.
Para JiMin, navidad nunca tuvo sentido. Era algo que pasaba por debajo de la mesa y que no tenía gran importancia para él.
Ahora, era una situación completamente diferente. Todavía no podía decir que era un fanático de la navidad o que la amaba con locura, pero mientras escuchaba los balbuceos de su cachorro y sentía el aroma del alfa a su alrededor mientras cantaba villancicos, podía verlo de una forma diferente.
Podía vivirlo como nunca antes lo vivió.
Con una familia, empezando su propia aventura.
...
HoHoHo, feliz navidad. 🎉🧑🏻🎄
Una navidad más por aquí. Gracias por todo el cariño.
Quería algo navideño, pero también quería que leyeran un poquito más de la vida de este YoonMin ahora siendo una familia de tres. Fue difícil, porque hasta yo me olvidaba del chamaco, pero espero que esto les guste, si es que leyeron claro está JAJAJA.
💋
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