YoonGi se mantuvo demasiado ocupado ese día, por una parte sabía que era un método de escape para evitar pensar tanto en JiMin y en lo que la señora Zhang le había recomendado la noche anterior.

Aunque sencillamente era tan difícil evitar pensar en todo, cuando a dónde fuera, veía o escuchaba algo de JiMin, el omega era uno de los principales temas de conversación, si había estado en un fiesta, incluso sobre la nueva campaña que estaba dirigiendo. Él siempre era el centro, no había nada que pudiera opacar al omega.

Y de tan solo pensar que estuvo con él, aunque sea por un corto tiempo, la forma en la que el omega se mostró ante él, lo hacía sentirse jodidamente bien.

—Deja de pensar en lo que sea que estés pensando y ponte a trabajar, tienes que hacer esta entrega, luego regresa a casa si quieres. —YoonGi observó las cosas que dejaban sobre la caja de la moto, evitó decir que quizás era más peso del esperado, pero su jefe le veía sin muchos ánimos. —Sé puntual, el cliente que pidió esto es alguien bastante importante y no quiero quedar mal por tu culpa.

—Es bastante lejos. —Mencionó YoonGi observando la dirección que registró en su mapa. El beta rodó los ojos.

—¿Desde cuándo a los alfas le da miedo ir tan lejos? —Cuestionó bruscamente. —Anda a cumplir tu trabajo y no quiero quejas de nadie, Min.

YoonGi asintió, observando la hora en su reloj. Era la última entrega del día, justamente estaría libre a la hora que JiMin lo citó.

¿Debería mandarle un mensaje diciendo que iría?

...

JiMin por su parte, intentó ignorar por un gran tiempo cualquier cosa que se relacionara con el alfa.

Intentó, mucho. 

Pero era a veces imposible, porque cualquier cosa le hacía recordar al menor. Su omega se sentía inquieto, él intentaba mostrarse seguro ante todo, no quería dejar que alguien notara que estaba empezando a sentir una debilidad, mucho menos por un alfa. Era casi gracioso como había pasado de ser el omega rompecorazones, al omega que estaba desesperado por la respuesta de un alfa.

Muchas veces se había imagino al alfa ideal para él, incluso tropezó mucho en su camino intentando buscarlo, ni siquiera JunWoo, con el cual todo el mundo concordó que se casaría y tendrían un fuerte imperio, llegó a ser lo suficientemente importante para él.

La gente equívocamente habían encasillado a JiMin en el omega que se quedó llorando por JunWoo, cuando JiMin ni siquiera recordaba al alfa más allá de cuando las personas lo nombraban.

Se volvió frío cuando JunWoo lo dejó.

Ellos se iban a casar, pero JunWoo lo dejó.

JiMin se volvió malo cuando el alfa de sus sueños terminó con él, incluso se iban a casar.

JiMin estaba tan enamorado. Lastima que JunWoo lo terminó cortando.

Todo lo que leía sobre JiMin siempre fue dejado de lado después de saber con quién JiMin se había enrollado. Pudo haber tenido la campaña más grande del año, pero todo se empañaría en cuánto él sonriera a un alfa y saliera una foto de eso.

Los alfas con los cuales cogía, eran más importante que todo su imperio. Nada más importaba para las grandes revistas y eso, eso era precisamente lo que los alfas que lo rodeaban siempre querían, su nombre, su fama, su dinero, y su influencia.

Por eso cuando vio a ese alfa en la entrada de su empresa, con todo el look desalineado de un universitario cualquiera, no entendió porque su lobo se esmeró en hacer que se quedara a su alrededor. De todos los alfas que algún día pensó que sería el indicado para él, nunca cruzó por su mente ni un segundo alguien como YoonGi. Alguien menor que él, con gustos totalmente diferentes a los suyos, pero con una genialidad desbordante que mantenían en constante curiosidad a su omega.

Intentó por todos los medio dejarlo de lado, se concentró en el sexo y se refugió en él, buscó las mil y un formas de marcar una diferencia aceptable entre ambos, como lo que era, un contrato. JiMin lo había manejado tan bien las últimas veces, que no entendía porque justo ahora tenía que perder el control de algo en lo que muy bien se desarrollaba.

Era increíble.

—¿Vas a salir hoy? —La voz inconfundible de TaeHyung se coló en su oficina. JiMin arrugó su rostro, repentinamente asqueado. —Lo siento, te juro que intenté quitarme el olor de las velas aromáticas que puso JungKook en el estudio.

—¿Me repites porque JungKook necesita velas aromáticas?

—Dijo algo sobre encontrar su libertad mientras nivela sus emociones, no lo sé, lo vio en un vídeo y JungKook creyó todo lo que dijeron. —Se lamentó sentándose considerablemente lejos del mayor. —¿Entonces?

—Tengo planes en la noche, si. —Respondió la pregunta antes hecha mientras trataba de ignorar la sensación de asco. —Iré a ver a YoonGi. —TaeHyung se sobresaltó en su lugar, JiMin rió ante la reacción del omega contrario.

—¿En plan de qué? —Cuestionó interesado.

—Hace falta en la empresa, ¿No? —TaeHyung rodó los ojos y JiMin rió ante la acción de su amigo. —También iré a hablar con él, pero es personal.

—¡JiMin-ah! —Se quejó TaeHyung en su lugar. —He sido fan de esta relación desde el inicio. —JiMin arqueó la ceja. —Bueno, quizás no desde el inicio, ¡pero si que recapacité y empecé a ver lo lindo que era YoonGi-hyung contigo! Eso me hace merecedor de mis detalles, ¿Sabes? —JiMin negó. —Aunque sea agradéceme. —El mayor le observó curioso. TaeHyung sonrió, adoptando una expresión creída en su rostro. —Fueron mis palabras las que te hicieron buscarlo, ¿No? Seguro estuviste pensando en todo ello. JiMin negó, aunque rápidamente llegó a su mente aquella pregunta clave.

¿Seguirás diciendo lo mismo cuando lo veas siendo feliz con alguien más?

Eso, más la horrible ansiedad que se adueñó de su cuerpo tuvieron mucho que ver. Pero igualmente se encontró negando, para consternación de TaeHyung.

—¿No?

—No. —Respondió riendo JiMin. —En realidad, lo extraño. —Confesó sin sentir ese extraño ataque de pánico. —Incluso hice un nido con la ropa que dejó en mi apartamento, pero ya no sirve, porque no tiene su olor y no lo quiero así, lo quiero a él, completo, y es como...

—¡Justo cómo cuando estabas con JunWoo! —Se alegró TaeHyung, aplaudiendo ante su comentario. JiMin arrugó la cara.

—Sabes, empiezo a confirmar que los traumado con mi relación pasada son todos menos JunWoo o yo. —Mencionó rodando los ojos. —No es como mi relación con JunWoo, no hay punto de comparación.

—Estabas enamorado de JunWoo. —Le recordó TaeHyung.

—Creí estar enamorado, TaeHyung. —Negó JiMin. —No era amor y mucho menos era otra cosa, los medios decían más de una relación que a veces no tenía ni pies ni cabeza, éramos buenos en el sexo y prácticamente nos buscábamos cuando necesitábamos desestresarnos, la misma mierda que empecé a hacer con todos los alfas con los que me relacioné bajo contrato. —Mencionó tranquilamente. —Por mucho tiempo, dada mi condición, empecé a ver eso como normal, no hay relación estable, no hay lazos, mucho menos desilusiones con escenarios en dónde somos felices como familia.

—JiMin... —TaeHyung se lamentó por lo bajo.

—Y siempre fue eso, el jodido miedo que siento de entregarme en una relación en dónde se me pida lo más normal del mundo, que es tener hijos, y que yo, sencillamente no puedo tenerlos.

—Si puedes, no es imposible. —JiMin negó.

—Los lobos no se mandan, TaeHyung. Mi omega nunca sintió interés en ningún alfa, tengo 32 años, estoy envejeciendo. Por más que sea, si algún logro encontrar esa pareja ideal, será jodidamente difícil para mí, ¿Quizás debo dejar de insistirle a YoonGi?

TaeHyung negó, casi corriendo hasta el asiento en dónde estaba JiMin cuando lo vio tomar su teléfono. El omega mayor arrugó el rostro en desagrado cuando sintió la fuerte esencia en el omega contrario.

—¡Dios, no! ¡No hagas eso! —Exclamó guardándose el teléfono de JiMin en su bolsillo. —¡Y ya quita esa expresión, no huelo mal!

—Pero me provoca asco. —Negó levantándose de su asiento, buscando la forma de alejarse de su amigo.

—Si no supiera tu historia completa, diría que estás... —TaeHyung se calló abruptamente. JiMin lo agradeció.

—Solo quítate ese olor y déjame solo un momento. —TaeHyung terminó asintiendo antes de salir de la oficina.

...

JiMin se mantuvo positivo los primeros minutos pasadas las 7 de la noche. Incluso ordenó su bebida favorita y empezó a observar a su alrededor, las mesas estaban ocupadas por grupos de personas, algunos en pareja, otros como simples amigos, más de una vez se llevó alguna mirada de reconocimiento sobre él, incluso sintió que alguien tomaba fotos, quizás para subirlo en redes y mofarse de que obviamente, lo dejaron plantado.

Porque claro, uno puede esperar y justificar diez minutos, pero 45 minutos tarde era tanto tiempo para dar una respuesta definitiva a todo.

JiMin tenia que irse y dejar todo atrás.

Eso era lo que tenía que hacer, por lo cual, terminó pagando su cuenta y dejando su firma en una lámina, recomendando el lugar al que seguramente, jamás iría nuevamente.

Ir sería recordar que estuvo esperando durante casi una hora, y quizás...

—¡JiMin! —El omega se detuvo apunto de subirse a su carro, paralizado por un momento mientras intentaba convencerse de que aquello no era un engaño de su mente. —¡JiMin!

—¿YoonGi? —Se volteó con esperanza, visualizando a lo lejos al alfa. —¡YoonGi! —Exclamó con pánico cuando lo vio tropezar y caer al suelo, corrió lo más rápido que pudo, reconociendo algunas heridas en el contrario. —¡Dios mío!, ¿Qué te pasó? —Cuestionó abrazando el cuerpo del menor con fuerza. Al instante sintió la ayuda de su chofer mientras la pregunta quedó sin respuesta durante un tiempo.

...

Holaaaaa 💓

Feliz 2024, aunque anda bien caótico.🤔 Se vino con todo, menos con paciencia. 😂

La pregunta del millón, ¿Qué le pasó a YoonGi? 🥴

Gracias por la paciencia, nos leemos luego.

Disculpen cualquier error. 😔

PD: Las del grupito de WhatsApp, ¿Vieron que todo lo paga YoonGi, no? 🥴🤭😂