O2.
Jimin y Jungkook se detestaban, vaya que lo hacían.
Pero ahora querían destrozarse el uno al otro de una manera que nunca hubieran imaginado.
─Maldito imbécil ─ gruño salvajemente el castaño mientras enterraba sus dedos en los mechones rebeldes del alfa, joder. Quería tan mal tenerlo en su boca.
Un gusto mezclado por lo insano e incorrecto, y claro por la maldita boca tan buena de Jeon.
Jungkook mordía los belfos de Jimin sin piedad, maltratando y chupando los suaves labios como le daba la gana.
─Tu amas que este imbécil te coma la boca─ bajó sus labios a su cuello para chupar la dulce piel de Jimin, increíblemente lo estaba drogando, su olor fresco a menta y lo tentador del chocolate lo hacía enterrar su cabeza en su cuello, respirando como un jodido adicto.
El no debería desear el aroma de un alfa, pero lo hacía.
El olor de un alfa, el olor de Park Jimin, de el y de nadie más.
Gruñó posesivo sobre su cuello apretando más su cintura, su lado primitivo salía a flote, podía sentir claramente sus colmillos rozar la piel acaramelada de Jimin.
Su lobo exigía hacer llorar al otro alfa, verlo a su total merced, doblegarlo hasta que esté sumiso. De rodillas y pidiendo por él.
Sométete, Sométete.
Con todo el control que tenía guardó sus caninos, intentaba con mucho esfuerzo no morder la piel ajena. Tenía que calmar a su maldito lobo de una vez.
Intentando distraer sus impulsos se dio la libertad de pasar sus manos por el voluptuoso trasero de Jimin, sus grandes manos no alcanzaban atrapar todo su cuerpo.
Vaya, si antes pensaba que el trasero de Park se veía tan plano y sin gracia en esos pantalones de abuelo como solía llamarlos, ahora estaba arrepentido de sus palabras, desgraciados pantalones que ocultaban el redondo, abultado y glorioso trasero de Jimin.
Pensándolo bien, agradecía que los utilizara, era el único alfa que podía disfrutar de los atributos escondidos del odioso Park Jimin.
Otra vez un aire de posesividad viajó por su cuerpo. Él era el único, el alfa, el único y solo el. Salió un gruñido de lo más profundo de su ser, sin pensarlo más tomó los muslos del castaño para alzarlo y empotrarlo bruscamente en la pared, rudo y demandante.
El lobo de Jungkook comenzó a soltar más feromonas alrededor de Jimin, cosa que disgustó al otro alfa, el lobo del castaño se puso en alerta, totalmente indignado, no estaba dispuesto a sumirse ante ese alfa y ante nadie, si Jeon creía que iba a dominarlo estaba totalmente equivocado.
─Creo que no han quedado las cosas claras aún─ Jimin apartó sus boca del azabache dejando un hilo de saliva brillante en sus labios, se quitó del agarre de Jungkook bajando sus piernas al suelo. Escuchó un gruñido en desaprobación del otro alfa. Jimin lo hizo callar con una sola mirada.
─Aquí el muerde almohadas vas hacer tu ─ Reclamó otra vez mirando cauteloso. Jimin disfrutó mirar el cabello revuelto y la respiración jadeante de Jungkook, sin contenerse más, volvió a besarlo agresivamente como antes, esta vez el tomando el control total del beso.
Jungkook debería de estar enojado, pero no lo estaba. Le parecía demasiado interesante la forma que Jimin tenia para imponerse ante él. A veces era demasiado alfa que parecía falso.
Jeon río sobre los labios de Jimin mientras también luchaba con su lengua por tener el control de nuevo, Jimin era una pobre cosita tierna si pensaba que el alfa se iba a dejar meter algo.
Solo estaba claro una cosa.
Ninguno iba dejar su brazo a torcer, sus lobos aceptaban el reto, una batalla entre besos sucios, chasquidos y feromonas. Solo uno de ellos debía salir vencedor.
¿Qué cómo habían pasado a esta extraña situación?
Bueno eso era fácil. Un par de insultos y palabras vulgares, más dos alfas cachondos en un pequeño espacio reducido. Como resultado tenemos a un pacto discreto de colegas alfas.
Era sorprendente los giros inesperados de la vida.
Esas dos almas que parecían repelerse como insecticidas, ahora estaban comiéndose la boca salvajemente el uno al otro.
Jimin era una persona tranquila la mayoría del tiempo, de mente serena como las aguas, todo lo contrario de Jungkook, siempre parecía apunto de explotar, Jeon era ese fuego violento que lograba atormentar su paz.
Rey mundo y todo el mundo sabían que eran muy distintos, esos dos no pegaban ni de chiste. Dos almas tan diferentes que nunca deberían estar juntas.
Todo el mundo sabía que el agua y el fuego era la imperfecta combinación para el perfecto caos
─Vamos Jeon, ríndete y abre de una vez esas malditas piernas─ Susurró en su oído mientras sus manos bajaban por su abdomen sacando la camisa de Jungkook, tuvo tiempo de pasar sus pequeños dedos por el duro cuerpo bien formado del azabache, sonrió gustoso al escuchar un suspiro entrecortado del alfa.
─Tuve suficiente con esa boca tan sucia─ Jungkook agarró su mandíbula con dureza, el alfa soltó un gemido cuando sintió la mordida en su labio dejando un pequeño hilo de sangre en ellos que resplandecía.
El alfa comenzó a tocar los pezones del castaño, sus dedos cálidos apretaron suave sus botones. La sensación electrizante hizo a Jimin cerrar sus ojos gimiendo desastrosamente.
─Mírate. Tan desesperado por mi─ Susurró con voz ronca ─Todo el tiempo siendo un alfa perfecto ¿Qué pensaran los demás ahora? El gran alfa Park gimiendo necesitado por otro alfa─ Volvió hablar aún sosteniendo su rostro. Pasó lentamente su lengua sobre los labios del castaño, el sabor metálico tocando su paladar.
─Puedo decir lo mismo de ti, siempre siendo un culo amargado quien diría que eres un maldito caliente─ Jimin apartó la mano de Jungkook de un manotazo dando una sonrisa ladina, su mano agarró el miembro del azabache sobre la ropa, podía sentir la calidez y la dureza sobre la tela ─Que divertido ¿Te pongo demasiado cachondo, no es así?
Jungkook no respondió y solo levantó ambas manos del castaño sobre su cabeza apretándolas ─Si tanto quieres saberlo por qué no lo pruebas tu mismo─ sonrió al ver la cara enojada del alfa. Era tan irresistible ver su cara encabronada, tan irresistibles como sus labios, los cuales volvió a besar con brusquedad.
Jimin sabia dulce y malditamente desquiciante, era como si sus labios se hubieran convertido en su nueva droga.
Sonidos obscenos de chasquidos, gemidos y gruñidos era lo que se escuchaba en aquella habitación.
El Castaño acomodó su pierna en medio de las del alfa, soltó un gruñido grave cuando sintió su erección dura rozar su propia pierna.
La fricción entre sus entrepiernas los estaba matando ─Joder.
Los ojos de los dos alfas brillaban, sus partes animales estaban haciendo presencia, la excitación los estaba obligado a que se apresuraran, terminaran aquellos jueguitos y satisficieran sus erecciones que ya comenzaban apretarse en sus pantalones.
─Me rindo, dejaré que lo hagas─ soltó los labios de Jimin dejando una pequeña mordida, estaban brillantes y rojos ─Pero solo será mi boca.
Antes de que Jimin pudiera protestar Jungkook ya le había bajado sus pantalones junto su ropa interior.
El miembro de Jimin chocó con los labios del alfa, el aliento caliente de su boca logró mandar una corriente por todo su cuerpo.
Lamió la punta lentamente con su lengua saboreando gustosamente cuando escuchó gemir grave al castaño.
El tamaño de un alfa era realmente grande, igual al suyo. Mentiría si digiera que no le gustaba tener una en su boca. Mentiría si digiera que no le estaba encantando tener la gruesa polla de Jimin.
Movió su cabeza metiendo todo lo que alcanzaba en su boca y lo que sobraba con su mano, sus rodillas en el piso friccionaban, la presión que ejercía ardía en la desnudez de sus rodillas pero se sentía más que satisfecho con los gruñidos que salían de la boca de Jimin.
─Jungkook─ El mencionado alzó su vista al castaño quien mantenía sus ojos cerrados y mejillas sonrojadas jadeando su nombre, su miembro hormigueo ante la vista tan tentativa que tenía solo para el.
Jungkook no era fanático de hacer mamadas, le gustaba más recibirlas. Pero el delicioso aroma de la polla de Jimin comenzaba hacer su nuevo afrodisíaco. Estaba empalmado como una roca por chuparle la polla a un alfa.
Jimin no quería aceptarlo, pero la mágica boca de Jeon se sentía tan buena que quería dejarlo lleno. Agarró de manera brusca el cabello de Jungkook follandole la boca sin compasión alguna hasta pudo sentir que estaba apunto de venirse. Sus ojos carmín oscuros miraron al alfa quien alzó su mirada encontrándose con la intensa mirada sobre él.
La mirada intensa logró que Jungkook sintiera su cuerpo caliente como la mierda, ahuecó sus mejillas, una necesidad insistente en querer esa atención sobre el. Escuchó un fuerte gruñido de Jimin, sus cabellos fueron jalados fuertemente hasta que sintió el caliente semen del alfa en su boca.
Dulce, se tragó todo. Terminó lamiendo la polla del alfa antes de sonreír al ver la cara de Park agitada, con orejas rojas y mirada hambrienta.
Jungkook se paró de nuevo para besar al castaño pero fue apartado.
─¿Qué haces?─ dijo Jimin mirando el ceño fruncido de Jungkook ─Me la acabas de mamar─ aclaró.
Jungkook se echó una carcajada.
─Como si me importara una mierda─ atrajo de nuevo a Jimin abrazando posesivamente su cintura mientras lo besaba.
Jimin sintió el sabor de su propia esencia en su paladar, la lengua de Jungkook estaba reclamando descaradamente su boca.
Sintió como las manos de Jungkook intentaban desabotonar su camisa sin éxito, o eso era hasta que escuchó la tela romperse.
─He esperado suficiente.
Jungkook volteó el cuerpo de Jimin dejando su erección contra el trasero descubierto de del alfa, la suavidad de su piel quemaba con su dura y gorda polla.
─¡Espera! Nunca he hecho esto, imbécil─ Advirtió mirando de manera filosa a Jungkook quien solo le dio una sonrisa.
Jimin no era ningún virgen mojigato pero no faltaba aclarar que su agujero era tan casto como una monja.
Jungkook tenía que darle crédito a Jimin, no cualquier alfa te entregaba el culo para que lo follaras, así que quizás solo por esta vez iba a ser un poco... considerado.
Metió un dígito en su entrada esperando que se acostumbrara un poco. En este momento Jimin estaba luchando con su instinto de literalmente saltar a Jungkook y matarlo. Por un lado a su lobo le parecía tan deplorable e humillante, pero por otro el no era ningún desconsiderado en dejar a Jungkook así, el celo sin satisfacer era una tortura para cualquier alfa. Sintió otro dígito en su agujero ─Más despacio.
Sintió la respiración pesada de Jungkook en su cuello ─Si esto es mucho para un alfa como tu, puedo ser más suave─ se burló Jeon recibiendo un gruñido en respuesta.
Sintió su sangre hervir, el podía soportar mucho más que eso.
─Cierra la boca y métemelos más duro─ ordenó el alfa. Jungkook sonrió y siguió la orden insertando tres dígitos a la vez. Jimin agradeció mentalmente que había una mesa la cual sujetarse, ya sentía el ardor en su entrada pero era tan orgulloso que no se iba a quejar. Jeon era un desgraciado que metía sus dedos cada vez más profundo.
─No estas mojado.
Jimin torció los ojos aguantado las ganas de golpearlo.
─Por que no eres un omega.
─No me digas, Sherlock─ soltó sarcástico sintiendo como los dedos eran retirados de su entrada, no pudo evitar jadear.
Jungkook decidió ignorar su comentario, cualquier omega ya estaría lubricando para ser recibido por un alfa en celo, sobre todo si este era un alfa puro. Claro que Jimin no era ningún omega, tenía que buscar otras opciones ─Tranquilo, haré que estés mojado para mi─ sonrió Jeon arrodillándose detrás del alfa, cuando Jimin quiso preguntar de qué mierda hablaba pero paró en seco al sentir la respiración caliente de Jungkook sobre su piel.
La lengua mojada del alfa pasó por una de sus nalgas haciendo erizar su piel. Jimin tenia intenciones de levantarse para apartarlo, la mano de Jeon sometiendo su espalda en la madera ─Quieto.
El alfa castaño presionó la madera entre sus uñas, Jungkook era un hijo de puta. Iba a reclamar pero la lengua de Jeon fue más rápida, metiéndose en la entrada estrecha y virgen del alfa.
Jimin gimió ante la sensación obscena en su culo y sus nalgas siendo apretadas codiciosamente. Tenía pequeñas lagrimas en sus ojos, a estas alturas su celo y las feromonas habían nublado completamente su juicio, sus instintos alfas siendo aplacados con la calentura.
El azabache sacó su lengua no sin antes dejar una marca en uno de los glúteos del alfa de forma territorial, miró satisfecho y acostó suavemente a Jimin en el suelo sobre su espalda, logrando verlo directamente, su cabello está revuelto y sus marcas rojizas brillaba sobre la piel acaramelada. Alineó su polla en la entrada de Jimin.
─Voy a meterla─ anunció con voz grave. Esta vez el azabache fue lento tomándose su tiempo tratando de no incomodar al castaño, aunque sus instintos querían tomar de una vez el culo caliente y apretado de Jimin.
Comenzó a besarle suave disfrutando del vaivén de sus lenguas para distraer a Jimin del dolor dando lentas estocadas encontrando su punto dulce.
─No pares─ Jimin gimió en la boca del azabache sintiendo nuevas sensaciones placenteras reemplazar el dolor, Jungkook bajó sus labios a sus pezones mordiendo a su placer mientras golpeaba el mismo punto débil de Jimin haciéndolo gemir ─Más.
─Jimin...─ el azabache gimió aumentando la velocidad sosteniendo las piernas del castaño sobre sus hombros sintiendo el aroma fuerte de chocolate ─Jimin─ lo besó de nuevo, sus labios hinchados lo volvía loco, podría sentir los latidos acelerados de su corazón─Jimim─ se apartó mirando al castaño quien también lo miraba, sus ojos y su sonrisa, mierda podría grabar esa imagen de por vida.
Jungkook siguió sin parar disfrutando su nombre salir de la boca del otro alfa mientras aruñaba su espalda dejando marcas rojizas que buscaban aferrarse cada vez más a el.
Embistió más fuerte cuando sentía su orgasmo cerca, enterró su cabeza en el cuello de Jimin sintiendo como el alfa lo acercaba envolviendo sus piernas en su cadera, presionándolo duro contra si.
Jeon respiró el aroma del alfa succionando su garganta soltó todo su propio aroma en Jimin al mismo tiempo que su nudo crecía dentro del alfa.
─Mio.
Jimin sintió como algo crecía dentro de el pero estaba demasiado satisfecho con el orgasmo que hizo que su enojo bajara a cero.
─Podrías haberte salido─ regañó al alfa, siento la vibración del alfa sobre el.
─Podría pero no quiero─ gruñó sobre su cuello acariciando su garganta con su nariz.
Habían estado 3D rondas enteras, el cuerpo de Jimin estaba al límite.
Escuchaba la voz de Jungkook decirle algo pero su cuerpo no soportó más y cerró sus párpados sintiendo el tibio cuerpo del contrario sobre el, dándole calor y sintiéndose extrañamente cómodo, fue lo único que recordó hasta quedarse dormido.
[🔪]
La vergüenza era una palabra muy corta para describir como se sentía.
Por amor de dios, él era un alfa ejemplar, el modelo a seguir con una ética y moral impecable, pero ahora se sentía un alfa con su orgullo y honor por el suelo.
¡Se había acostado con un maldito alfa! Con su peor enemigo, el más desquiciante y lo peor de todo es que lo habían follado. A él, el alfa de alfas.
Ya habían pasado semanas desde que tuvo sexo con su peor enemigo pero los recuerdos de su mente seguían presentes, atormentándolos.
Después de ese encuentro al despertar tuvo un dolor del infierno en su trasero, sobre su cuerpo estaba la chaqueta de Jungkook cubriéndolo del frío y la puerta del salón estaba totalmente destruida, el animal de Jungkook había dañado esa puerta.
Lo había dejado solo, ese infeliz.
Jimin quería creer que todo lo que pasó entre ellos dos solo fue más que una pesadilla, una muy horrible.
Y no había parado ahí, claro que no, lo sabía muy bien.
Si antes se evitaban ahora lo era aún más, pero se tenían que tragar el orgullo y mirarse la cara todos los días.
Aunque el intentaba evadirlo, a Jungkook le parecía muy gracioso el darle miradas para nada disimuladas, sonreía totalmente ajeno a la pena que el sentía, era insoportable.
Corrió al baño cuando las clases terminaron queriendo descansar de su tortura diaria, su cara estaba acalorada, acomodó su cabello hacia atrás pero el reflejo de su espalda hizo su cólera crecer de nuevo.
─¿Huyes?
─¿Por qué tendría?─ respondió enfrentándolo cara a cara.
Tenía que enfrentar sus diablos.
─No lo se─ comenzó a acercarse
─¿Tan orgulloso eres para aceptar que te gustó?─ sonrió al ver la cara enfurecida de Jimin.
Le enloquecía lo descarado que era Jungkook, como quería golpear su cara.
─Fue el celo y lo sabes bien. Tu y yo somos como el agua y el aceite, estamos destinados a detestarnos ¿Comprendes?─ aclaró con molestia en su tono.
─Sabes lo que dicen, es mejor ver a la competencia de cerca.
Apoyó su brazo a los lados de la cabeza de Jimin inclinándose más cerca, separados por casi nada de espacio, el castaño podía ahogarse, su corazón se estaba acelerando, eso solo traía problemas.
El azabache dio una sonrisa y tomó de la nuca al castaño uniendo sus labios lentamente.
Una oleada de calor comenzó a recorrer sus cuerpos, ambos sabían que esta vez no era el celo. Los labios suaves del castaño pronto comenzaron a ponerse a un ritmo violento y desesperado, pidiendo por más.
Los dedos del azabache se aferraron a los cabellos del castaño atrayendo más a su cuerpo hasta terminar montándolo en el lavabo mientras el castaño rodeaba su cintura, ansiaba cada vez más al castaño.
Sus lenguas, entrelazándose y chocando para determinar quien domina más, atrayendo más sus labios el azabache mordió suavemente sus belfos.
El castaño soltó un gemido ronco, aportándole de golpe con sus manos en el pecho.
─Maldito imbécil, alguien nos podría ver.
─¿Y que? ¿No quieres que sepan que te gusta gemir mi nombre mientras te follo?
Un ruido escandaloso los hizo alertar a ambos mirando hacia uno de los cubículos del baño que se mantenía cerrado.
Jimin fue rápido hacia allá y de una patada lo abrió, estaba un pelirrojo con cara asustada ahí sin moverse, soltó una risa nerviosa.
─Yo...—el pelirrojo sintió la mirada asesina de los dos alfas ahí ─¡Estaba estreñido! No me hagan caso sigan en lo suyo─ salió corriendo como alma que lleva el diablo de los baños, un poco y Hoseok no la contaba.
Jimin miró de nuevo a Jungkook "te lo dije" no habló pero mirada era clara y con notable enfado, miró fríamente pasando por su lado.
─Te odio Jeon Jungkook.
Jungkook pasó su lengua empujando su mejilla interior.
─También te odio Park Jimin.
Los dos alfas salieron del baño caminando en direcciones opuestas sin mirar hacia atrás, Jimin fingiendo estar bien dando una cálida sonrisa a quien se le cruzaba y Jungkook ignorando a todo el mundo como siempre.
Por afuera todo parecía normal pero algo en ellos había cambiado.
Del odio al amor solo hay un paso, una delgada línea que cruzar, pero eso no era el caso entre ellos dos.
Jimin de verdad lo odiaba antes y lo odiaba más ahora por manchar su honra y orgullo de alfa. Jungkook lo odiaba porque... bueno él tenía sus razones.
Lo que pasó entre ellos ese día solo fue un error, un momento de calentura y ya. Sencillamente no querían involucrarse más en eso.
Pero no todo es como uno lo planea.
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