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✧c.-062

N/A: Este es de esos capítulos que, para mí, son como una montaña rusa de emociones. Me encantan xD

Cap dedicado a ninibeelen ♡♡

Hoy os recomiendo 'THE LOVE WAS REAL' de Michael Cimino, gracias a mi maravilloso Descubrimiento Semanal

[...]

TaeHyung entró en su apartamento como si fuese un zombi, con el rostro empapado en sus propias lágrimas, los ojos hinchados, rojizos e inmerso en un fuerte llanto. No podía creer lo sucedido, haberse enterado de algo tan grave para su persona como decepcionante e hiriente, humillante, que había ocurrido muchos años atrás, ni mucho menos saber que Jungkook estuvo allí y jamás mencionó nada al respecto.

Mientras se quitaba las lágrimas, sin dejar de sollozar, se dejó caer en el sofá a duras penas, sintiéndose débil. Dolía, pero no sabía si el hecho de que Jungkook estuviese involucrado añadía un porcentaje mucho más alto a ese dolor o simplemente estaba enfadado con el mundo por haber sido el último en enterarse.

Pasó años queriendo formar parte de lo que Jongin y sus amigos tenían, de sentirse incluido entre sus compañeros, que le tuvieran en cuenta para algo más que copiar su tarea dándole falsas esperanzas. Encontró una amistad maravillosa cuando Noeul llegó a su vida, aquello siendo justo lo que TaeHyung necesitaba, el amigo perfecto. Sin embargo, aún contaba con esa pequeña ilusión. Una ilusión que creyó haber cumplido a medias cuando Jongin y su grupo le invitaron a beber juntos en el viaje final. Por fin le tenían en cuenta, después de tantos años deseándolo.

Y resulta que todo había sido una farsa. Que esos compañeros en los que tanto quiso confiar, le usaron como a una rata de laboratorio.

La puerta del baño se abrió, Noeul apareciendo tras ella para sorpresa del castaño, quien sorbió por la nariz, incorporándose a duras penas. El rubio también se mostró sorprendido en cuanto vio que estaba allí, su ceño frunciéndose.

"Uy, ¿qué haces aquí? Justo estaba agarrando el cargador portátil para irnos, Boss ha ido a echarle gasolina al coche."

Él negó. "Es que me sentía un poco mal... Pero no es nada, no te preocupes."

Claramente, su tono de voz y el modo en que sus hombros estaban encogidos, dándole un aspecto cabizbajo, le indicaban a Noeul que lo que decía no era para nada cierto. Sin embargo, fueron sus ojos enrojecidos e hinchados lo que le hizo estar alerta.

"¿Cómo que no me preocupe? Si estás llorando, TaeHyung." Señaló, acercándose a él, sabiendo que solo estaba conteniéndose en llanto.

Una vez llegó a su misma altura y le observó con toda la preocupación que cabía en su ser, TaeHyung se echó a llorar, logrando que Noeul sintiera una punzada de dolor en el pecho, inmediatamente colocándose de cuclillas frente a él.

"Eh, ¿qué es lo que ocurre?" Quiso saber, poniendo una mano sobre la impropia. "¿Ha pasado algo? ¿Alguien te ha dicho algo?"

TaeHyung lloró más fuerte.

"Me siento como una puñetera rata de laboratorio, Noeul... No sé por qué la gente es tan cruel y mala, ni por qué tengo que toparme yo con todos ellos... ¿Qué he hecho mal?"

Noeul meneó la cabeza de un lado a otro, incapaz de comprender a lo que se refería. "Corazón, ¿por qué dices eso? No- no entiendo nada... ¿Qué te han hecho?"

"Jongin... Jongin apareció justo cuando terminé de hablar contigo..."

"¿Ese imbécil?"

El castaño asintió con dificultad.

"Sí..."

"¿Y qué hizo? ¿Qué fue lo que te dijo?"

"Me- Me dijo que lamentaba haber hecho lo que tanto él como su grupo de mierda hicieron conmigo. Pensé que estaba disculpándose por nunca haberme tenido en cuenta, por usarme y crearme falsas esperanzas, pero no... Me pedía perdón por algo que hicieron en el viaje de fin de curso."

Nuevamente, Eul meneó la cabeza, en señal de que seguía sin comprender. "No entiendo, ¿a qué se refería?"

De manera violenta se quitó las lágrimas, sorbiendo por la nariz antes de darle una respuesta, como si fuese incapaz de hablar, algo que preocupó aún más al rubio. Estaba molesto, decepcionado y herido, no haciendo otra cosa que pensar en aquella versión más joven de sí mismo, en qué tal feliz fue con aquel momento. Un momento que en realidad nunca ocurrió.

"TaeHyung, dime." Insistía Noeul. "¿Qué te dijo?"

"¿Recuerdas cuando nos emborrachamos en la cabaña? Trajeron alcohol a escondidas y tú no quisiste beber, te fuiste a bañar al jacuzzi porque querías relajarte por lo de tu alergia."

Él asintió. "Sí, claro, me acuerdo perfectamente."

"Yo me uní a ellos, bebí hasta emborracharme. Creí que era uno más. Me trataban como a uno más, de hecho." Narró, una sonrisa triste destacando en sus labios, antes de mirar a Noeul con los ojos llenos de lágrimas y negar. "Pero no lo era..."

"¿Por qué?"

Encogiéndose débilmente de hombros, quitó con pereza una lágrima que le había llegado al mentón.

"Al parecer no creían que fuese alérgico a las nueces. Darían por hecho que estaba inventándomelo para no hacer esos ridículos postres que nos obligaron a hacer. Los brownies. Así que cuando me quedé dormido, borracho hasta las trancas, aprovecharon para gastarme una pequeña broma."

"Pequeña broma..." Repitió, para cerciorarse. "¿Qué clase de broma?"

"Hacer que me comiera un brownie."

Noeul no tardó en mostrarse horrorizado, así que TaeHyung sollozó con ganas.

"Supongo que les pareció super gracioso meterme un maldito trozo en la boca mientras dormía, para ver si era cierto que podía morir asfixiado por comer nueces o sólo me lo estaba inventando." Él sorbió por la nariz, su rostro arrugándose en un llanto silencioso.

Negando, el rubio respiró hondo. "Hijos de puta... ¿Por qué mierda hicieron eso? ¿Qué coño se les pasa por la cabeza?"

"No... No lo sé." Respondió simplemente, volviendo a encogiéndose de hombros. "Tampoco sé por qué Jungkook nunca me dijo nada cuando fue él quien me ayudó después de que todos salieran corriendo, horrorizados porque empecé a convulsionar."

Noeul tomó asiento a su lado, necesitando un segundo para procesar toda la información y la sensación de desagrado que habitó inmediatamente en su ser, tragando saliva.

"¿Cómo sabes que Jungkook hizo todo eso?"

"Jongin me lo dijo. De hecho, creía que el mismo Jungkook me lo había contado." Explicó. "Pero no, no lo hizo, jamás mencionó lo que me hicieron incluso si también estaba allí. Y yo no puedo entenderlo, Noeul..."

Su llanto se volvió más fuerte, tanto que ni siquiera tenía fuerzas para sollozar. El rubio le abrazó de inmediato, sintiendo como un peso extra se quedaba estancado en su pecho, casi impidiéndole respirar.

Y es que a diferencia de TaeHyung, quien ansiaba hacerse un hueco entre sus compañeros, ser reconocido por todos ellos y que le tuvieran mínimamente en cuenta, a Noeul no podía importarle menos ser un estudiante fantasma, que apenas se acordaran de su nombre. Le era indiferente.

"No entiendo nada, ¿por qué?" Preguntaba TaeHyung, incluso cuando sabía que jamás obtendría respuestas. "¿Por qué me hicieron eso? ¿Por qué a mí? ¿Por qué Jungkook me lo ocultó?"

Noeul se quedó en silencio, únicamente abrazándole con todas sus fuerzas.

"¿Qué les hice para que me trataran así? Para que sólo me vieran como una mera atracción de feria, c-como un chiste con patas. No lo entiendo..."

"Lo siento, corazón, lo siento mucho... Siento que esos inútiles te hicieran eso." Susurró, notando como cedía ante sus propias lágrimas. TaeHyung negó.

"Tú no eres quien debe disculparse, no es tu culpa."

"Yo también tendría que haber estado en esa cabaña contigo, TaeHyung, debí haberme quedado."

El castaño volvió a negar. "No sabías lo que iba a pasar, Eul, ni yo tampoco. Estaba tan enfocado, tan ilusionado al creer que por una vez en la vida se estaban fijando en mí, como para pensar en nada más."

"Son escoria, siempre lo han sido... Tú jamás podrías formar parte de ellos, aunque tuvieras la oportunidad."

"Lo sé."

"Y yo espero sinceramente nunca encontrármelos de nuevo, porque te prometo por mi vida, que si llego a verlos por la calle no respondo, TaeHyung. Ni reuniones de antiguos alumnos ni mierdas, porque me desconozco."

"No quiero nada de eso, descuida. Ya no más. Nunca. Me siento tan asqueado conmigo mismo por haberme llegado a ilusionar con personas que no merecían la pena." Negando, volvió a esbozar una sonrisa triste, apenada. "Qué ingenuo..."

El ceño de Noeul no tardó en fruncirse. "Estoy de acuerdo en que fuiste bastante ingenuo, por supuesto, pero ellos fueron una panda de descerebrados dejándose llevar por una única neurona conjunta que los llevó a cometer tal soberana gilipollez. Y eso sí que es para sentirse asqueado, no el ser ingenuo. Tú no le haces daño a nadie siendo ingenuo."

"Bueno... A mí mismo."

"Tampoco, los demás se aprovechan porque su empatía ausente y sus nulas habilidades sociales les impiden funcionar de otro modo. Y no me refiero a Jungkook, ni mucho menos."

Ante la mención del azabache, la sonrisa triste volvió a los labios de TaeHyung, que, si bien ya había dejado de llorar, el dolor en su pecho seguía latente, dándole la sensación de que jamás se esfumaría. Era casi agonizante.

"Creo que el hecho de que me lo ocultara durante tantos años es lo que más me duele de todo esto... Incluso por encima de que peligrara mi salud. Simplemente no me entra en la cabeza."

Noeul hizo una mueca. "No sé... Yo creo que puedo llegar a entender un poco su postura." Murmuró, inmediatamente logrando que TaeHyung le observara. "Quiero decir, no apoyo que lo hiciera ni tampoco voy a excusarlo, pero en cierto modo lo comprendo."

"¿Por qué? ¿Tú también me lo hubieras ocultado?"

"No, en mi caso te hubieras enterado a la fuerza, ya que tendrías que venir a visitarme a la cárcel donde me habrían encerrado por apedrear a semejantes comemierdas." Respondió, logrando sacarle una risa al castaño.

"¿Entonces?"

"Es que es complicado, TaeHyung... Si me pongo en su lugar y después de ver lo ilusionado que estabas, sabiendo lo importante que era para ti y cuánto significaba, decirte la verdad resultaría como autoapuñalarse en el pecho con un tacón de aguja."

TaeHyung se encogió, abrazándose a sí mismo y meneando la cabeza de un lado a otro sutilmente. "Sigue sin ser justo, Eul..."

"Lo sé, cariño, por eso digo que no excuso sus acciones, pero sí que las entiendo. Ese hombre te adora, y lo sé porque quererte es de lo poco que tenemos en común. Obviamente ambos lo hacemos de maneras distintas y con propósitos totalmente diferentes, pero el sentimiento sigue siendo el mismo."

"¿Y qué?"

Un suspiro abandonó los labios de Noeul, acariciando la mano del castaño antes de volver a tomar la palabra.

"Vamos a hacer un intercambio de papeles para que más o menos comprendas a lo que me refiero, ¿vale?"

Kim asintió.

"Muy bien. Tú eres yo, y yo soy tú, el TaeHyung del pasado, con apenas diecisiete añitos, e imagínate que por fin, después de años queriendo hacerme un hueco entre compañeros que muy a duras penas notaban mi existencia, recordaban mi nombre y me tenían en cuenta, me invitan a beber con ellos una noche durante el viaje de fin de curso. Que nos encerramos en una cabaña y deciden que seré parte de ellos."

"Sí..."

"¿Cómo crees que me haría sentir eso?"

"Bien... Muy bien, ¿no?"

"¿Cómo te hizo sentir a ti?"

"Genial." Susurró.

"Pues a mí también. Me lo paso bien, siento que soy uno más, que finalmente me prestan atención, nos reímos todos juntos, todo es maravilloso. Y tú, sabiendo lo importante que eso es para mí, ¿cómo te sientes?"

TaeHyung se aclaró la garganta, su corazón empuñándose. "Feliz por ti."

Noeul asintió, de acuerdo. "Exacto. Feliz, muy feliz, porque sabes que eso es lo que he querido desde siempre."

"Sí..."

"Sin embargo, en un momento te enteras de que todo eso no era más que parte de una broma para hacer que me emborrachara, me quedara dormido y así ellos pudieran comprobar que de verdad soy alérgico a las puñeteras nueces. Ves que hacen algo horrible, desagradable e incluso peligroso, pero puedes detenerlo y yo no me doy cuenta."

Con la barbilla temblando, asintió de nuevo.

"Sí..."

"¿Qué harías después de eso? ¿Vendrías a mí, a decírmelo, o te lo callarías porque sabrías que la verdad me haría daño?"

Un sollozo silencioso abandonó sus labios, TaeHyung necesitando abrazarse a sí mismo. Noeul apretó su mano, pero no se detuvo.

"Que conocerla probablemente me llevaría a sentirme enfermo, asqueado conmigo mismo, justo como te sientes tú ahora... Que quizás nunca recuperaría la confianza en nadie más, me cerraría en banda al resto y cuestionaría todo sobre todo el mundo."

Sólo entonces, tras aquella sarta de preguntas e intercambios de papeles, se tapó el rostro con ambas manos, llorando en silencio, sacando toda su frustración y dolor a modo de lágrimas.

"¿Qué harías?" Noeul repitió. "¿Me lo dirías?"

"Callármelo sería injusto para ti, Noeul..."

"Lo que pasó esa noche ya fue injusto de por sí. Y no estoy diciendo que las acciones de Jungkook estén bien, que decidir por ti fuese lo correcto, porque no lo es en absoluto, sólo intento que entiendas la complejidad del asunto. Decir la verdad no es tan fácil siempre."

"Nunca es fácil..."

El rubio apretó su hombro suavemente. "Tú sabes que yo pondría la mano en el fuego por ti, que haría cualquier cosa."

"Lo sé."

"Pero quizás, erróneamente, tratando de protegerte también actuaría mal."

"¿Crees que Jungkook intentaba protegerme?"

"Creo que Jungkook te quiere, te quiere demasiado. Y no, lo que hizo no estuvo bien, pero no considero que tomase esa decisión porque ocultarte la verdad fuera más fácil, sino porque ir y decirte lo que esos gilipollas te hicieron, podría haberte destrozado de por vida."

TaeHyung asintió, afirmando la veracidad de aquellas palabras. "Lo hubiera hecho, sí..."

"No sé lo que hubiera hecho yo en su lugar, cómo reaccionaría... Lo más probable es que, como ya he dicho antes, ahora tendrías que estar visitándome en la cárcel y de esa forma te habrías enterado, pero de no ser el caso, me costaría mucho decírtelo."

Dejando escapar las últimas lágrimas que le quedaban, el castaño apretó los labios, sin dejar de asentir y terminando por esbozar un suspiro.

"Supongo que es difícil mirar a alguien a quien quieres y decirle que esos gilipollas entre los que él quería desesperadamente encajar, sólo trataban de usarle como experimento."

"Sí, bastante."

"Pero aun así no puedo evitar sentirme herido cuando me lo ocultó durante tanto tiempo..."

"Lo sé, corazón, que te sientas así es lo más válido y normal del mundo. Sería raro si no lo hicieras, si por el contrario te resultara indiferente."

Limpiándose el rastro que habían dejado dichas lágrimas, vació sus pulmones de aire, sintiéndose agotado al ser víctima de tantas emociones distintas juntándose a la vez. No estaba hecho para esto. Probablemente nadie lo estaba.

Su teléfono sonó, iluminándose a su lado con el contacto de Jungkook en la pantalla. Él decidió que no quería responder, pues necesitaba tiempo para sí mismo, así que lo ignoró, bloqueándolo de nuevo. Noeul le observó con preocupación.

"Ahora mismo no quiero hablar con él..."

Este asintió.

"Lo entenderá."

Luego, su propio teléfono sonó, siendo el señor Chaikamon quien apareciese en pantalla.

"Mierda, he olvidado avisarle de que no viniera a buscarme." Masculló.

"¿No irás con los chicos?"

"Por supuesto que no, me niego a dejarte aquí solo." Dijo, para acto seguido aceptar la llamada y ponerse en pie.

Noeul se alejó tan sólo unos metros, aunque TaeHyung podía escucharle desde el sofá.

"Boss, lo siento mucho, sé que estás abajo ya, pero no podré ir." Murmuró, masticando su labio inferior, un corto silencio en el ambiente hasta que tomó la palabra de nuevo. "No, no, tranquilo, yo estoy bien, es TaeHyung que se siente mal."

Una vez más, el teléfono del susodicho volvió a sonar, esta vez notificaciones de mensajes llegándole, logrando que la pantalla se iluminara repetidamente. Eran todos mensajes provenientes de Jungkook, por lo que, con las manos temblorosas, lo levantó del sofá.

Jungkook:

TaeHyung, lo siento. [10:30 p.m.]

[Llamada perdida a las 10:32 p.m.]

Cógeme el teléfono, por favor. Necesito explicártelo. [10:34 p.m.]

Sé que quizás estés lo suficientemente enfadado conmigo como para no querer volver a hablarme nunca más. Lo entiendo, porque en tu lugar yo también lo estaría, pero necesito que al menos escuches esto. Es la única forma que tengo de explicarte. [10:35 p.m.]

(Audio)

TaeHyung se llevó el móvil a la oreja.

"Me desvinculé de Jongin y todo su grupo justo después de lo que sucedió, supongo que ahora sabes la razón al completo, pero esa fue la gota que colmó el vaso. Verles no sólo me recordaba a lo que te hicieron, también al poco valor que tuve para mirarte a los ojos y decírtelo por mí mismo. Nunca pude."

La voz de Jungkook sonaba ronca, áspera, como si se acabase de despertar luego de una larga siesta o hubiese estado llorando por horas. TaeHyung sintió un peso extra en el pecho. Un nuevo mensaje llegó a su móvil.

Jungkook:

(Audio)

Él lo reprodujo, inseguro.

"He imaginado mil formas de decírtelo, pero jamás las he llevado a cabo. Tenía miedo. Quizás es que no lo he intentado tanto como debería, o que soy muy cobarde para eso. No lo sé, sinceramente no tengo ni idea."

(Audio)

"Cuando estuviste en el hospital hace poco, Boss me dijo que debías saber la verdad. Y te juro que esa noche estuve buscando otras mil formas de decírtelo, de explicarte lo que sucedió ese día. Pero ya no sólo tenía miedo de que dicha verdad te hiciera daño, sino que no haberla conocido antes te alejara de mí. Temía arruinar todo lo que he conseguido hasta ahora... Tenía miedo de- de perderte."

Hubo una pausa cuando la voz de Jungkook se cortó por lo que parecía ser un sollozo. Luego, continuó, sonando tres tonos más graves.

"Sé que nada de esto es una excusa, que debí habértelo dicho, pero ahora no sé qué hacer más que pedir perdón y decirte que lo siento. Porque lo siento. Tal vez no soluciona nada, pero de verdad lo hago. Lo siento, TaeHyung. Lo siento. Y te quiero." Otra risita más sonó, como si se estuviera riendo de sí mismo. "Ojalá decirte la verdad hubiese sido tan fácil como decirte te quiero. Me hubiese ahorrado muchos problemas."

Para cuando terminó de escuchar aquella nota de voz, sentía un vacío en el pecho y un nudo en el estómago, tan grande que deseaba arrancárselo él mismo.

Noeul se le acercó.

"Boss dice que está abajo, quiere subir un momento a darnos algo antes de irse."

Él asintió, quitándose nuevamente las lágrimas. Estaba harto de ellas.

"¿El qué?"

"No lo sé." Respondió y al segundo siguiente el timbre sonó. "Oh, ahí está... Voy a abrir, ¿vale? Espera aquí, no entrará."

Volviendo a asentir, vio como Noeul se alejaba por el pasillo hacia la puerta. TaeHyung también se puso en pie, yendo tras él para mirarse en el espejo que tenían colgado en el salón, pues sabía que debía verse muy mal si decía eso.

"¿Cómo está? ¿Necesita algo?" Escuchó al señor Chaikamon preguntar.

"Mejor, mejor... Un poco cansado, solo, pero bien. Mañana estará como nuevo."

"Pues toma, os he traído esto. El señor de la tienda dice que son los mejores helados y yo me he fiado de su palabra, espero no haberme equivocado con los sabores... No sabía cuál os gustaba." Una risita abandonó sus labios. "Por supuesto, me he fijado en que no tengan nueces, no queremos más sustos."

Noeul también rio y TaeHyung pudo jurar que jamás le escuchó reír así: tan eufórico, avergonzado y risueño. Parecía un adolescente enamorado.

"Es un detalle precioso, señor Chaikamon, y justo has elegido mi sabor de helado favorito, también el de TaeHyung. Te lo agradezco muchísimo."

"Yo agradecería que dejaras de llamarme señor Chaikamon después de la tercera cita, Noeul."

El mencionado volvió a reír, tanto que TaeHyung sonrió. "Lo siento, lo siento, Boss, es la costumbre. Gracias, de verdad."

"Es un placer. Dile a TaeHyung de mi parte que se mejore y descanse."

"Lo haré, descuida."

"Pues te veo el lunes en la oficina."

"Claro, allí nos veremos. Hasta el lunes, adiós."

"Adiós, Noeul." TaeHyung escuchó el ruido de la puerta, pero no como esta se cerró. "Oh, espera un momento, me olvido de algo." El señor Chaikamon dijo de nuevo.

Noeul apenas llegó a decir algo, cuando el sonido de su voz cortándose fue evidente, silenciándole. Luego, un chasquido húmedo sonó y los ojos del castaño se ampliaron enormemente, sabiendo lo que aquello significaba.

"Ahora sí. Buenas noches y hasta el lunes."

Alguien tosió, probablemente su mejor amigo. "Hasta- hasta el lunes, señor Chaika- se- señor Boss... Boss. Hasta el lunes, Boss."

Y, con una risa encantadora, TaeHyung escuchó pasos alejándose. Un segundo después, vio a Noeul aparecer por la puerta del salón, completamente sonrojado.

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