N/A: Se acerca una de mis partes favoritas del fic y creo que este capítulo es perfecto para acabar con la semana xD
Cap dedicado a jkke_13 ♡♡
Hoy os recomiendo 'ANGELS @ MY FUNERAL' de PLVTINUM, ya todos conocéis mi amor por su música y su estilo, así que no voy a volver a repetirlo, pero me encanta.
[...]
El sábado por la noche llegó antes de que cualquiera pudiera darse cuenta, TaeHyung estaba mejor de lo que esperaba para haber pasado un día ingresado (en contra de su voluntad, algo que le hizo verse a sí mismo como una versión mini de su propio jefe), dos peleando con ese mismo jefe, Noeul e incluso el señor Chaikamon porque estos no le dejaban volver a su puesto de trabajo y medio día lloriqueando por estar aburrido.
Sin embargo, ahora, todo rastro de aburrimiento se había esfumado, pues ver a Noeul frustrado frente al espejo se había vuelto su nuevo entretenimiento.
"Rápido, ¿a rayas o lisa?"
TaeHyung se metió media galleta en la boca, viendo las diferentes opciones. "A rayas."
Asintiendo, Noeul lanzó la camisa contraria por los aires, sacando otra a rayas pero de diferente color. "¿Rosa o azul bebé?"
"Rosa, pega más con tu color de pelo."
"Vale... Gracias, ya te puedes ir." Un suspiro abandonó sus labios, asintiendo.
Claramente, TaeHyung no se movió ni un centímetro de donde estaba, acabándose la galleta y ladeando la cabeza, su cuerpo apoyado en el marco de la puerta, sin apartar la mirada del rubio, a quien observaba atentamente.
"Aunque no entiendo por qué estás tan atacado con elegir un buen conjunto, si según tú esto no es más que una cena de trabajo..."
"Y lo es, TaeHyung, y lo es, pero quiero parecer un poco presentable, al menos."
Sus labios se abultaron. "¿Lo suficientemente presentable como para que parezca que vas a una cita con tu jefe?"
Noeul bufó, colocándose la camisa que el castaño había elegido para él y abotonándosela hasta poco más arriba del pecho.
"No, lo suficientemente presentable como para que mi jefe crea que está cenando con otro ser humano y no con un sim al que han creado en aleatorio." Respondió, ignorando su risa. "Y deja ya de hacerme tantas preguntas, que esto parece un interrogatorio."
"Sólo tengo curiosidad..."
"Sí, ya, pues la curiosidad mató al gato, así que no seas tan curioso." Le dijo, mientras se movía por la habitación, echándose su perfume favorito.
TaeHyung levantó ambas cejas, no perdiéndose ningún detalle. "¿Y ese perfume?"
"¿Qué le pasa?"
"¿No decías que sólo lo usabas para ocasiones especiales?"
Noeul se sonrojó en cuestión de segundos, pero TaeHyung no podía diferenciar si era por vergüenza o por enfado.
"Cállate." Masculló, apretando los dientes al no encontrar forma de salir ileso.
Al notar aquello, el castaño soltó una carcajada, pues sabía que había dado justo en el clavo.
Y es que no entendía por qué para Noeul era tan complicado aceptar que iba a una cita con el señor Chaikamon, cuál era el problema en darlo por hecho, cuando había sido su propio jefe quién lo invitó con intenciones muy, muy claras. Era como si se negase a admitirlo.
"Me marcho ya." Al cabo de un rato, ya completamente arreglado, apareció en el salón, donde TaeHyung se encontraba, atento a su móvil. "No hagas tonterías en mi ausencia."
El castaño bufó. "Ni que fueras mi madre..."
"Pues más o menos hago el mismo esfuerzo por soportarte."
Aquello, evidentemente, ofendió a un TaeHyung que no dudó en demostrarlo. "¡Oye!" Chilló, su ceño fruncido.
Noeul rio. "Es broma, es broma. Cuídate y nada de comer nueces, ¿vale?"
"Voy a avisar a Jungkook para que venga a cenar y ver juntos una película, ¿te molesta?" Le preguntó, entrando en el chat del susodicho.
"Claro que no, esta también es tu casa, TaeHyung. Invita a quien tú quieras." Respondió. "Además, casi que prefiero irme sabiendo que estarás acompañado, no me gusta dejarte solo, y menos después de lo que ha pasado últimamente."
"Yo ya estoy bien, Eul, no tienes nada de lo que preocuparte."
"Bueno, pero es mejor así. Me voy más tranquilo."
Asintiendo, le escribió un mensaje a Jungkook mientras veía a su mejor amigo agarrar las pocas pertenencias que le quedaban, como sus llaves y el teléfono.
Kim TaeHyung:
¿Estás libre?
"Me llevo el coche, ¿vale?" Oyó a Noeul decir.
"Sí, claro, no te preocupes."
Su teléfono le notificó de un nuevo mensaje. Jungkook había respondido.
Jungkook:
Depende de para qué.
Inmediatamente sus labios se estiraron en una sonrisa de la que él no tenía constancia siquiera.
Kim TaeHyung:
Para estar conmigo. Noeul se va y me quedo solo en casa.
"Corazón de melón, me marcho ya, ¿vale?"
"Vale, pásatelo bien con el señor Chaikamon. No vuelvas temprano."
Riendo, abrió la puerta, meneando su cabeza de un lado a otro. "Adiós, anda... Llámame si necesitas algo."
Y, mientras Noeul abandonaba el apartamento compartido, el teléfono de TaeHyung sonó, una llamada entrante apareciendo en pantalla con la foto de Jungkook. De inmediato, se le aceleró el corazón, tragando saliva antes de aceptarla.
"Jungkook..."
"¿Me estabas invitando a tu casa o me lo parecía a mí?"
Él se relamió los labios, sintiéndose repentinamente nervioso. Ni siquiera tenía sentido que se sintiera así, pues había sido él quien inició aquella conversación sin vergüenza alguna, pero su cuerpo tendía a actuar de manera extraña cuando se trataba de Jungkook y él ni siquiera podía culparse.
"Te estaba invitando." Murmuró en respuesta. "¿Estás libre o no?"
"Para ti siempre lo estoy."
Una vez más, el corazón se le aceleró, riendo suavemente por los nervios. "En ese caso, te espero aquí."
"¿Quieres que vaya ya?"
"¿Tienes algo que hacer antes?"
"No."
"Entonces, sí. He pensado que podíamos comprar palomitas, ver una película y luego pedir cualquier cosa para cenar... No soy muy original con los planes, pero-"
Jungkook le interrumpió. "Me gusta mucho ese plan, tranquilo, no necesito originalidad."
Él asintió, incluso si no podía ser visto, masticando la esquina de su labio inferior
"Vale... Pues nos vemos en un rato. Ten cuidado."
Colgó tras escuchar la despedida del azabache sin borrar aquella sonrisa, suspirando. No entendía por qué se sentía tan nervioso, como si estuviera atrapado en el cuerpo de un adolescente tímido y enamorado por primera vez. Era un adulto hecho y derecho, por el amor de Dios...
Veinte minutos más tarde, mientras se ponía los zapatos más cómodos que encontró en su armario para terminar de vestirse, el timbre sonó, sobresaltándole (cómo no) y haciéndole soltar un pequeño gritito, antes de dirigirse a la puerta.
Jungkook se encontraba tras ella, viéndose tan apuesto como siempre: todo vestido de negro, con el cabello un poco despeinado y su usual sonrisa brillante. TaeHyung agradeció el no tener que seguir fingiendo ser su enemigo, pues esta sería probablemente la prueba más dura de superar.
"Ven, pasa." Le dijo, dando pequeños saltitos para acomodarse los dichosos zapatos.
Adentrándose, el azabache miró a su alrededor. "¿Ya se ha ido Noeul?"
"Sí, se marchó antes de que me llamaras." Respondió, batallando con la parte trasera del zapato que no paraba de doblarse. "Maldito zapato del demonio..."
"Ha ido a esa cena con Boss, ¿verdad?"
TaeHyung asintió. "¿Por qué? ¿Sabes algo?" Cuestionó, casi de manera desesperada, tanto que perdió el equilibrio y estuvo a punto de caer, si no fuera porque Jungkook lo impidió, sosteniéndole con ambas manos.
Una risa abandonó sus labios, aprovechando el descuido para acariciarle la cintura y deleitarse con el modo en que se estremeció, soltándole poco a poco.
"No, no sé nada, TaeHyung."
Este le observó con el ceño fruncido. "¿Seguro? Porque yo te he contado todo con lujo de detalles, no puedes fallarme."
Entonces, Jungkook se mantuvo pensativo, con el labio inferior entre los dientes, admirándole, pues contaba con información exclusiva que no había mencionado a nadie y sabía que él querría oírla.
"A ver... Algo sí que sé, pero debes prometerme que no vas a decírselo a nadie si tú también quieres saberlo, ni siquiera a Noeul o a Khaotung. A nadie. Boquita cerrada."
"Sí, prometido." Al instante asintió, sus ojos brillantes. "Mi boca está sellada."
"De sellarla me encargo yo luego, por eso no te preocupes."
"Bueno, pero habla ya que me estoy poniendo histérico."
Otra risa abandonó sus labios. "Vale, vale... Lo único que sé y puedo decirte es que las intenciones del señor Chaikamon con Noeul son de todo menos profesionales. Vamos, que no le ha invitado a cenar para hablar de ser el sustituto de First."
"¡Ay, lo sabía!" Chilló, dando un pequeño salto antes de tomar las manos de Jungkook por acto reflejo. "Yo se lo decía a Noeul y él insistía en que no, que era todo por trabajo y bla, bla, bla..."
"Pues no... Trabajo poco."
"¿Y qué más? Porque hay más, ¿verdad?" Quiso saber, sus ojos fijos en los del azabache, atento a cualquier reacción. "Tú tienes cara de saber más cosas."
Sin embargo, este negó. "Lo máximo que puedo decirte es eso, lo siento mucho. Boss me mataría si llego a contar algo más."
Apretando los labios, TaeHyung apartó la mirada considerablemente desanimado, incluso dejando escapar un pequeño suspiro para darle más dramatismo a su comportamiento. Jungkook estaba decidido en mantener su postura, pero las palabras salieron por sí solas, incapaces de controlarlas cuando sintió que se le desplazaba el corazón de sitio tras la expresión vulnerable del castaño.
"Boss me dijo que está interesado en Noeul."
"¡¿Qué?!"
"No se lo puedes decir a nadie, TaeHyung." Insistió.
"No voy a decírselo, p-pero cómo... ¿Cómo sabes tú eso?"
"Él me lo dijo, el mismo día en que Gong Yoo apareció en la oficina preguntándote por Sebin."
"¿Y qué te dijo?"
"TaeHyung..."
Colocando ambas manos en su pecho, los ojos del susodicho insistieron por él, observándole con dulzura. Jungkook era débil, así que vació sus pulmones.
"No sé mucho más, en serio, sólo lo que te he dicho. Boss me envió un mensaje para pedirme que fuera a su despacho urgentemente, cuando llegué mencionó que no podía dejar de pensar en Noeul y en lo confundido que se sentía. Quería saber si tenía o estaba viendo a alguien de forma romántica."
"Y tú me lo preguntaste a mí." TaeHyung ató cabos, completando su teoría pasada.
"Sí... Pero esto que te he contado no puede salir de aquí, ¿vale?"
"Vale." Asintió, aunque estaba demasiado emocionado como para realmente prestarle atención, por lo que Jungkook le sostuvo el rostro, obligándole a mirarle. Este se quejó. "Oye."
"No puede salir de aquí." Insistía, sus cejas alzadas. "Es secreto, si se lo cuentas a alguien más, si otra persona, sea quien sea, llega a enterarse, nunca jamás volveré a contarte otra cosa. No me importa si haces pucheros, me pones caritas o-"
El castaño impidió que siguiera hablando, acortando la distancia entre ellos y capturando sus labios en un pequeño beso casto, separándose poco después pero sosteniéndole el rostro. Jeon le observó como si hubiese perdido el hilo de lo que estaba diciendo.
"Mis labios están sellados, lo que significa que no puedo decir nada." Señaló TaeHyung, notando los ojos del azabache sobre estos.
Y, relamiéndose los suyos propios, esta vez fue Jungkook quién acortó la distancia entre ambos, besándole profundamente tras sostenerle el rostro. Chupó el inferior, formando una fina línea de saliva a lo largo de este y luego lo rasgó superficialmente con los dientes, para poco después separarse, satisfecho, con un sonoro chasquido. TaeHyung se tambaleó por la intensidad.
"Ahora sí que no puedes decir nada."
"No, seguro que no..." Susurró.
El azabache vació sus pulmones, preparado para hacerse el desentendido, mientras TaeHyung parecía estar asimilando lo recientemente ocurrido, algo que tenía encantado a Jungkook, pues adoraba saber que causaba cosas en él.
"Bueno... ¿Y cuándo dices que vamos a por esas palomitas?"
"A-Ahora, ahora..."
"Bien, pues me pido elegir la película y la cena."
Y como estaba demasiado ocupado pensando en aquel beso, asintió.
Llegaron al supermercado en cuestión de unos minutos, aprovechando que habían abierto uno nuevo recientemente justo a la vuelta de la esquina (algo que tenía a TaeHyung súper emocionado y a Noeul aún más, porque así no tenían que ir hasta la gasolinera más lejana a por sus helados favoritos).
"¿Palomitas dulces o saladas?"
"Saladas, las dulces son una aberración."
Ante tal respuesta, TaeHyung se mostró ofendido, sus ojos fruncidos mirando al azabache.
"¡Tú sí que eres una aberración!"
Jungkook simplemente rio. "¿Las quieres dulces, entonces?"
"No, saladas. No me gustan las dulces." Respondió. Jungkook rio más fuerte, acercándose al estante de las palomitas. "Voy a mirar los helados, te espero en la zona de congelados."
"Vale, ¿quieres algo más de aquí?"
TaeHyung, que se acercaba a él para quitarle el carrito y llevárselo, se encogió de hombros.
"Si me conoces bien, no necesitas ni que te responda."
Y, acto seguido, se marchó con el carrito y la cabeza bien alta, volviendo a escuchar la risa de Jungkook mientras se alejaba hacia el pasillo de los helados y comida congelada, quedando maravillado al ver que sus favoritos y los de Noeul estaban allí.
"Tarta de queso... Oh, también de caramelo salado." Susurró, casi como si estuviera soñando, mientras abría uno de los congeladores. "Mi helado de galletitas..."
Tan pronto como su mano alcanzó el bote, otra más lo hizo, sacándolo de su ensoñación y mirando a su izquierda al susodicho.
"Ow." Emitió, apretando los labios.
La otra persona apartó su mano inmediatamente. "Lo siento, lo siento."
Entonces, sus ojos se encontraron mutuamente, reconociéndose al instante. El castaño quedó perplejo, antes de que esbozar una gigantesca sonrisa.
"Jinhyuk."
"TaeHyung." Pronunció, casi riendo por la sorpresa de haberse encontrado con su viejo compañero. "Madre mía, cuánto tiempo... ¿Qué tal?"
"Muy bien, muy bien, todo genial. ¿Y tú? ¿Qué ha sido de ti?"
"Estoy trabajando en una revista de moda y la verdad es que me va de maravilla." Explicó. "Aunque me dejó bastante preocupado que no respondieras mis mensajes ni contestaras mis llamadas, creí que aún seguías molesto por lo que pasó."
De inmediato, TaeHyung se apresuró a negar, porque incluso si el modo en que todos sus compañeros terminaron enterándose de que había perdido la virginidad con Jinhyuk, fue desafortunado y forzado, había pasado mucho tiempo desde eso como para mantener su enfado.
"Oh, no, no, para nada, es que me robaron el teléfono y perdí todos mis contactos. Y como las otras redes sociales apenas las uso, no he podido volver a contactar contigo."
"Oh, bueno, al menos me alegra saber que no ha sido por mi culpa." Rio. "Por cierto, supe que habías entrado en esa revista que tanto te gustaba... ¿Cómo era su nombre?"
"Too Much To Handle, Noeul y yo entramos juntos."
Jinhyuk asintió, incapaz de borrar su sonrisa. "Noeul, también me acuerdo de él... ¿Habéis venido juntos?"
"No, en realidad he venido con-"
"TaeHyung, aquí estás." Jungkook apareció tras su antiguo compañero, reconociéndolo en el mismo momento en que se giró y prácticamente ignorándolo.
Jinhyuk parecía perplejo de ver al azabache allí, pudiendo recordar lo mal que TaeHyung y él parecían llevarse en la universidad, algo que (muy egoístamente) agradecía, pues el interés de Jungkook por TaeHyung era algo que se notaba a kilómetros, además de ser mutuo (por mucho que TaeHyung quisiera negarlo), y eso dificultaba muchísimo su progreso de conquista al susodicho.
"¿Jeon Jungkook?" Mencionó su nombre con asombro.
El azabache asintió, forzando sus labios en una sonrisa mientras dejaba bolsas de snacks en el carrito que TaeHyung llevaba.
Jungkook claramente no necesitaba pregonar a los cuatro vientos que ese chico no era de su agrado para dejarlo en evidencia, pues ni siquiera se molestaba en ocultarlo.
"Sí, me alegro de volver a verte, Jinhyuk." Le dijo, a duras penas mirándolo antes de dirigirse a la única persona allí que le importaba. "Voy a por cervezas, ¿vale?"
"Claro." Asintió TaeHyung, dedicándole una pequeña sonrisa.
En cuanto Jungkook desapareció por donde había venido, Jinhyuk se le acercó con los ojos ensanchados, dispuesto a conocer detalles que le faltaban, algo que no pasó desapercibido a ojos del azabache, quién se encontraba en el pasillo más cercano, eligiendo cervezas según el gusto de TaeHyung y el suyo propio, manteniendo un oído en la conversación.
"¿Jeon Jungkook? ¿En serio?" Jinhyuk soltó una carcajada, acercándose más al castaño. "No sabía que erais amigos, pensé que a duras penas lo soportabas en la universidad."
TaeHyung le dio una sonrisa nerviosa. "Oh, no, no somos amigos."
Algo filoso y metafórico se clavó en el pecho de Jungkook, este haciendo una mueca mientras agarraba un paquete de doce cervezas, no pudiendo evitar sentirse un poco herido por las palabras del castaño.
"Oh, ya decía yo que me parecía extra-"
"Es mi novio." Corrigió, para sorpresa de todos, casi que incluido él mismo.
Y, sin mucho menos poder evitar sonreír, el azabache rio en su mente, mordiéndose el labio inferior, satisfecho y muy contento.
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