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✧c.-041

N/A: Este capítulo es otra de esas montañas rusas de las que tanto me gustan a mí, sin mencionar que estamos acercándonos a una de mis partes favoritas de la historia xD

Cap dedicado a medychristmas ♡♡

Hoy os recomiendo 'Bad Dog' de Neon Hitch, una canción más vieja que yo, pero que me encanta.

[...]

"Ya hemos llegado." Celebraba Sebin, bajándose del coche con sumo cuidado, mientras que el castaño daba un saltito enérgico. Él bufó. "Hijo de mi vida, qué agilidad... Cómo se nota que estás en la flor de la vida."

Soltando una risita, inmediatamente TaeHyung dio la vuelta al coche, llegando hasta él a tiempo para ayudarle a bajar.

"No diga eso, señor Jang, usted todavía es joven."

"Uy, sí, súper joven."

"¿Cuántos años tiene?" Quiso saber. Sebin le fulminó con la mirada, logrando que se arrepintiera al instante, apartando la mirada. "No... No he dicho nada."

"Eso pensaba yo." Asintió, guiándole hacia el interior de la Biblioteca Nacional.

"Aunque en mi defensa y en la suya, debo decir que se ve súper joven."

Las cejas alzadas del señor Jang no tardaron en hacerse presentes, mirando al castaño con curiosidad. "¿Estás intentando hacerme la pelota? ¿Qué es lo que quieres, un ascenso? ¿Un aumento de sueldo? Porque te estás dirigiendo al jefe equivocado."

"No, claro que no, señor Jang, sólo estoy siendo honesto. Desconozco su edad y después de sentir como me arrancaba la cabeza telepáticamente sólo con preguntarlo, no voy a volver a hacerlo, pero es lo que pienso."

Sin poder evitarlo, Sebin soltó una pequeña risa, negando con la cabeza.

"Estoy rozando los cuarenta con el meñique, novato. No soy tan viejo, pero tampoco tan joven." Respondía, señalando la sala principal. "Aquí es."

TaeHyung se adentró primero, viendo la cantidad de sillas ocupadas por periodistas, tras una mesa rectangular casi kilométrica, en la que suponía, tomaría asiento el actor Gong Yoo.

"¿Cuarenta años no es ser joven? Mi abuela estaría muy ofendida si le escuchara decir eso." Casi bufaba el castaño, sorprendido por la edad de su jefe.

Y es que Sebin lucía como un señor mayor, cascarrabias y quisquilloso, atrapado en el cuerpo de un hombre joven. Era alto, de complexión delgada, pero con hombros anchos, cabello corto y oscuro y mirada felina. TaeHyung jamás podría adivinar su edad exacta si él no se la hubiera dicho.

El hombre se encogió de hombros tras las palabras de TaeHyung, impasible mientras tomaba asiento en la última fila y le indicaba a TaeHyung que hiciera lo mismo, este haciéndole caso al instante, sentándose a su lado.

"Ya, y la mía. Pero por suerte no me está escuchando ahora mismo... Lo que le faltaba ya a la pobre mujer."

"Pues también es verdad..." Musitó en voz baja, recibiendo una mirada fulminante de la cual ni siquiera fue consciente.

Una chica que rondaría aproximadamente la edad de TaeHyung, apareció tras la mesa rectangular, llamando así la atención de todos los presentes cuando quedó de pie frente a ellos. Tenía una tarjeta de identificación colgando del cuello.

"El señor Gong Yoo llegará en breves, recuerden mantener la compostura y los turnos de palabras. Nada de fotografías con flash dentro del recinto."

Y, sin decir nada más al respecto, abandonó el lugar por donde había venido. TaeHyung miró a su jefe con notable confusión.

"¿Por qué no pueden hacer fotos con flash?"

"Es sensible a la luz."

"Oh..." Comprendiendo, asintió. "¿Y cómo sabe usted eso?"

Sebin le observó con un rostro impasible. "Estás muy preguntón, ¿eh?"

"Soy periodista."

"Pero yo no soy al que tienes que entrevistar, novato."

El castaño apretó los labios, devolviendo la vista al frente. "Tiene razón, lo siento."

Gong Yoo entró en la sala exactamente cinco segundos después, dejando a TaeHyung boquiabierto al verlo tan cerca, pues ni siquiera había tenido tiempo de mentalizarse cuando supo que lo entrevistarían.

Se sentía irreal haber coincidido con dos actores a los que admiraba profesionalmente en un periodo más corto de veinticuatro horas.

"Dios, es mucho más alto y guapo en persona..." Dijo, siendo incapaz de ocultar su sorpresa. "No me puedo creer que esté viéndole tan de cerca."

Junto a él, por supuesto, Sebin bufó. "Profesionalidad, novato. Dile a tu fanático interior que se quede en silencio ahora mismo. Estás aquí como periodista."

De inmediato, TaeHyung se puso recto, encontrando que tenía razón. No podía dejarse llevar por la emoción, incluso si era inmensa y sólo pensaba en cómo reaccionaría Noeul cuando se lo contase mientras veía al actor acomodándose en su silla.

"Además, tampoco es para tanto..." Añadió finalmente, logrando que su aprendiz le mirase con sorpresa.

"¿Cómo? Señor Jang, es Gong Yoo, uno de los mejores actores de esta época."

"Meh, no es más que un niñato egoísta."

Aquellas palabras confundieron a TaeHyung, no por el modo en que criticó al actor, sino por la forma en la que se dirigió a él, como si su reacción estuviese sujeta a una razón muy personal.

"¿Niñato?"

Sebin se quedó en blanco por unos segundos, asimilando lo que acababa de decir como si no hubiese esperado que esas palabras pudieran salir de su boca sin pensarlas antes. Sin embargo, pudo recomponerse con facilidad (o al menos, eso fue lo que demostró a ojos de un muy observador TaeHyung), mostrándose indiferente.

"Sí, bueno, somos de la misma edad, creo que estoy capacitado para poder llamarle niñato, ¿no?"

Sin saber muy bien qué decir, TaeHyung asintió. "Claro, claro..."

Devolviendo su atención nuevamente al frente, donde Gong Yoo recibía indicaciones de la misma chica que tiempo atrás les había advertido, fue espectador involuntario del momento exacto en que el actor levantaba la mirada para enfocarla en la multitud y cómo sus ojos quedaron fijos en un punto específico. Un punto demasiado cercano a donde él se encontraba. Junto a él, para ser más concreto.

No pudo evitar sentirse confundido, fuera de lugar al no entender qué estaba pasando allí, pero sí sabiendo de sobra que estaba perdiéndose de algo muy importante, así que miró a su derecha para Sebin o sus reacciones como tal pudieran darle alguna pista, encontrándolo perdido en su teléfono, sin ser realmente consciente de nada. Él apretó los labios.

Hasta que la voz de Gong Yoo le hizo salir de su burbuja.

"Bueno, muchas gracias a todos por venir y lamento la tardanza." Dijo, en un tono de voz calmado, dulce. TaeHyung le observó una tercera vez, topándose con su pequeña sonrisa. "Quiero decir que me siento especialmente contento por el buen recibimiento que ha tenido Disinterred y las críticas positivas. Estoy dispuesto a responder, en su gran mayoría, todas las preguntas que tengáis para hacerme con respecto a mi nueva película, siempre y cuando estás vengan de forma ordenada. Gracias."

"Damos inicio a la rueda de prensa." Mencionó la chica, tras haber tomado asiento a su lado.

Inmediatamente, varias manos se levantaron delante de TaeHyung, quien se sobresaltó por la rapidez de los presentes. Gong Yoo señaló a una chica de la primera fila.

"Señor Gong, ¿cómo ha sido grabar su primer papel protagónico después del éxito que tuvo su personaje en Squid Game?"

"Mejor de lo que esperaba, honestamente. Tener toda la atención del espectador siempre es una sensación agradable, supongo."

Sebin bufó una vez más, inclinándose hacia su aprendiz. "¿Qué te ha parecido esa pregunta, novato?"

"Hm... Buena, creo. Es interesante."

Gong Yoo le dio la palabra a un chico en la tercera fila.

"¿Cree que le veremos de nuevo en una comedia romántica junto a Lee Sohye? Los internautas se sienten hambrientos por ver más de vuestra química en la gran pantalla, señor Gong."

El actor soltó una risita. "No hay propuestas de esas en el aire ahora mismo, lo siento."

"¿Considera que esa química en algún momento ha traspasado la pantalla?"

"Depende de quién esté viendo la televisión en ese momento." Bromeó, haciendo a los presentes reír. "Pero no, en mi caso nunca la ha traspasado."

"Nunca ha hablado de su vida privada en ninguna entrevista, señor Gong, ¿tiene a alguien especial que quiera presentarnos?" Un chico en la primera fila preguntó, tan pronto como fue señalado.

Gong Yoo volvía a reír. "No os conozco, así que no."

"¿Qué te parece esa pregunta?" Sebin se inclinó hacia TaeHyung por segunda vez, quién se encogió de hombros.

"Fuera de lugar, no me gusta... Creo que a nadie le importa realmente su vida privada."

"Vale... ¿Qué le preguntarías tú?"

Él suspiró. "Muchísimas cosas."

"¿Cómo por ejemplo...?"

"No sé, supongo que si hay algún rol en concreto que le gustaría representar en alguna serie o película. Me interesaría saber si tiene alguna propuesta o algo que le llame mucho la atención."

Su jefe asintió, incorporándose sólo un poco, lo suficiente como para llegar a la fila de delante y arrebatarle el micrófono a otro periodista, antes de pasárselo a TaeHyung.

"En ese caso, levanta el brazo y haz la pregunta."

"¿Qué?"

"Lo que oyes, novato. Levanta el brazo y pregunta."

TaeHyung se puso exageradamente nervioso. "¿A-Ahora?"

"Bueno, si prefieres ponerte a hacer preguntas cuando haya terminado la rueda de prensa, quizás la chica tan maja de ahí te puede responder qué va a almorzar hoy. Aunque no sé si eso te interesa mucho, la verdad."

Viendo a su jefe encogerse de hombros, el castaño tragó saliva, notando como las manos comenzaban a sudarle repentinamente. No estaba preparado para esto.

"Pregunta."

"P-Pero..."

"Antes de que se te adelanten y pierdas tu oportunidad. Hazlo. No es para tanto."

Sebin le dio un codazo muy sutil, encendiendo su micrófono, por lo que ya no tenía vuelta atrás.

Y, finalmente, TaeHyung hizo lo pedido, poniendo su mano en alto con la esperanza de no ser señalado. Sin embargo, tan pronto como realizó aquella acción, Gong Yoo miró hacia él, esbozando una pequeña sonrisa cuando sus ojos se desviaron momentáneamente hacia la persona que estaba sentada junto al castaño, señalando al susodicho poco después.

"Ay, que me ha elegido..." Susurró para sí mismo, tragando saliva en cuanto supo que había dicho aquello en voz alta y ahora Gong Yoo se estaba riendo. "Q-Quería saber si hay algún rol que le haga especial emoción representar, ya sea en alguna película o serie. Un papel que no dudaría ni por un segundo en aceptar si se lo proponen."

El señor Jang palmeó su rodilla y TaeHyung no pudo evitar sentirse un poco como Yeontan cada vez que efectuaba un truco de manera correcta y él le daba palmaditas en la cabeza.

"La verdad es que sí, me encantaría protagonizar alguna comedia romántica donde mi personaje sea simplemente un hombre que se enamora de otro hombre, sin un final trágico de por medio. Considero que siempre dan ese tipo de finales a esas historias y ojalá fuese algo diferente."

El corazón de TaeHyung se aceleró, llevándose el micro a los labios. "Eso... Eso suena genial, señor Gong, ojalá lo tengan en cuenta. Gracias."

"A ti."

Él miró a su jefe tan pronto como la atención del actor pasó a otro periodista, entregándole con una pequeña mueca de disculpa el micrófono a su respectivo dueño. Sebin negaba con la cabeza, su mirada atenta a Gong Yoo mientras dejaba escapar pequeños bufidos.

"¿Qué le ha parecido mi pregunta, señor Jang?" Se atrevió a preguntar. El hombre le observó.

"Interesante, pero para la próxima vez no te debatas tanto en si hacerlo o no. Recuerda que este es tu trabajo."

"Sí, lo sé..."

"No puedes quedarte callado cuando tus preguntas son más atrayentes que las del resto." Añadió, antes siquiera de que TaeHyung pudiera decir nada.

Este se mostró sorprendido, mirando a su jefe con los ojos como platos.

"¿Usted cree eso de mis preguntas?"

"Tú eres el que tienes que creértelo, novato, sólo no dejes que se te suba a la cabeza. Entonces te convertirás en uno más, igual de insoportable y básico."

Kim asintió. "De acuerdo... Muchas gracias, señor."

Sebin también asintió, dando aquella conversación por terminada, sus ojos volviendo a Gong Yoo, quien ahora respondía la pregunta de otro chico.

En otra parte de esa misma ciudad, pero un rato más tarde, Jungkook salía del edificio donde trabajaba siendo acompañado por Minnie, ambos dirigiéndose hacia el restaurante que siempre frecuentaban a la hora del almuerzo.

"Oye, ¿sabes dónde está el señor Jang? No lo he visto en todo el día y eso es raro."

"Está en una rueda de prensa, por eso no ha venido hoy." Minnie le dijo a Jungkook, quién se preguntaba por el paradero de su jefe. "Se ha llevado a TaeHyung."

Inmediatamente, tras la mención del castaño, Jungkook observó a Minnie con el ceño fruncido.

"¿A TaeHyung?"

Ella asintió. "Esta mañana temprano le envió un correo al señor Chaikamon avisando de que TaeHyung y él estarían fuera todo el día. Supongo que ahora está teniéndole en cuenta."

"Ya era hora..."

"Pues sí, parece como si hubiese tenido que darle un ultimátum para que le tuviera en cuenta."

"Y me alegro que así sea, porque de lo contrario Sebin estaría arrepintiéndose de por vida al dejarle ir."

Minnie esbozó una dulce sonrisa, poniendo su mano sobre el brazo de Jungkook. "Es adorable que pienses así, cielo."

"No lo pienso porque esté enamorado de él, sino porque es cierto." Se apresuró en asegurar. "TaeHyung no sólo es una de las personas más nobles que conozco, también es impresionantemente inteligente y su trabajo le apasiona más que cualquier cosa. Sería una gran pérdida."

La sonrisa de Minnie se ensanchó. "Lo sé, te recuerdo que fui yo quien se presentó en su casa para que cambiase de opinión y al poco tiempo su artículo fue publicado. Sé de sobra a lo que te refieres."

"Ya, ya, estoy al tanto, descuida..." Dijo, dejando escapar una pequeña risita.

"¿Sigues molesto con él?"

"Hm, algo así. Me molesta que todo el tiempo esté intentando tenerme como enemigo cuando no hago nada más que preocuparme y demostrarlo."

"Debe ser una mierda..."

"Muchísimo." Afirmó. "Y a pesar de eso, no puedo enfadarme realmente con él."

Minnie emitió un sonidito parecido a un lloriqueo, casi dejándose caer sobre el azabache, quién rio suavemente. "Es porque estás muy enamorado, cariño mío."

"Lo sé. Y eso es otra mierda aún peor."

"No hace falta que lo jures... Pero bueno, piensa que al igual que TaeHyung renunciando a su trabajo ha tenido que servir para su progreso como periodista, o al menos eso parece, que te hayas declarado así tan inesperadamente, puede servir para que algo cambie entre vosotros."

"¿Tú crees?"

"Claro. De algo tiene que servir, eso seguro. Para lo positivo o para lo negativo, algún impacto debe tener."

"Ya... Pues ojalá sea cierto." Un suspiro brotó de sus labios. "Pero rezo porque sea un impacto positivo."

"Lo será, no te preocupes." Minnie le palmeó el hombro.

Abriendo la puerta para que ambos pudieran entrar, el azabache estuvo de acuerdo con sus palabras, moviendo la cabeza a modo de asentimiento.

Ni siquiera quería pararse a pensar en eso, pues su cabeza estaba a rebosar de situaciones que no se le hacían ciertamente atractivas. Y, por muy positivo que quisiera mantenerse, temía haber arruinado sus pocas posibilidades con TaeHyung al haber sido demasiado directo.

"¿Nos sentamos aquí?" Propuso la morena, señalando la primera mesa cercana a la salida. "First debe estar al llegar."

Asintiendo, tomó asiento frente a ella. "Sí, creo que estaba en una reunión, porque vi a Noeul saliendo de la sala de reuniones con algunos compañeros."

"Es porque First tiene que elegir a quien le representará cuando él esté fuera. Ya sabes, en reuniones y todo eso. Como ahora su plantilla es prácticamente nueva."

"Oh, ya veo. ¿Y sabes a quién tiene pensado elegir? Porque a mí no me ha dicho nada."

"Según escuché cuando estuvo reunido con el señor Chaikamon, le dijo que pensó en Noeul, pero no sabe si va a aceptar." Respondía, señalando con la cabeza al susodicho, quién se encontraba a espaldas del azabache.

Jungkook miró en la misma dirección, viendo a Noeul en la mesa del fondo, acompañado por Khaotung, el hermanastro de Boss. Ambos charlaban animadamente, pero se sentía extraño verlos juntos sin TaeHyung.

"¿Tú crees que aceptará?"

"Para serte honesto, no lo sé. En el instituto le ofrecieron ser presidente escolar y lo rechazó porque era demasiado para él."

"Bueno... Es entendible, supongo. Después de todo lo que me contaste sobre vuestros compañeros y cómo estos trataban a TaeHyung, yo tampoco querría representarlos."

Él asintió, porque aquello, desgraciadamente era cierto. "Sí, ni yo."

Jungkook sabía que había sido un adolescente afortunado al no formar parte de aquellos a quienes los más populares marginaban, usaban para su beneficio o se reían a espaldas de. Sin embargo, e incluso si esa misma élite deseaba tenerlo entre ellos, jamás podría alegrarse, pues una de esas víctimas siempre fue TaeHyung, la primera y última razón para querer alejarse de sus compañeros.

"¡Ay, Noeul!" Minnie chilló en cuanto el rubio pasó cerca de su mesa. "Ven un momento, guapo."

Este, acompañado por Khaotung, se les acercó a un más, sonriente. "Hola, chicos, ¿qué ocurre?"

"¿Sabes si First ha elegido ya a alguien para que sea su representante en la oficina cuándo él esté fuera?"

Khaotung pasó un brazo por encima de sus hombros, señalándolo con orgullo. "Lo tienes justo delante."

"No, aún no es nada seguro." Corrigió, dejando escapar una risita avergonzada cuando presenció el modo en que los ojos de Minnie se pusieron brillantes. "Todavía no he firmado nada."

"¿Qué? ¿Y eso por qué?"

"Es... Es complicado." Murmuró, segundos antes de que su teléfono comenzase a sonar. "Disculpadme un momento."

"Claro, no te preocupes."

Ambos asintieron, viéndole girarse mientras se llevaba el teléfono a la oreja.

"Hola, corazón de melón." Noeul dijo, respondiendo a TaeHyung con una pequeña sonrisa. "¿Cómo va esa entrevista? ¿Algún famoso guapo por ahí?"

Minnie parecía desconcertada y triste tras aquella noticia, cuando Jungkook puso sus ojos sobre ella, quién miraba a Khaotung como si este pudiera darle una respuesta.

Sin embargo, la voz de Noeul tornándose alterada de un momento a otro, impidió que cualquiera pudiera ignorarle.

"TaeHyung, espérate un momento, ¿cómo que vas al hospital?"

De inmediato, Jungkook desvió toda su atención en la conversación ajena, sintiéndose en estado de alerta tan pronto como escuchó a Noeul mencionar aquello con una voz rebosante de preocupación.

"¿Hospital? ¿Qué ha pasado?" Minnie quiso saber, mientras Jungkook se ponía en pie e iba hacia Noeul con rapidez.

"TaeHyung- TaeHyung, oye, respóndeme, ¿qué es lo que ocurre?" Los pitidos indicadores de que la llamada había llegado a su fin, lograron que el corazón se le estrujara. "¿TaeHyung...?" Susurró por última vez, antes de apartarse el teléfono de la oreja.

"¿Qué te ha dicho?" Quiso saber el azabache, poniendo una mano en su hombro.

"Ha... Ha colgado. Sólo podía escuchar las sirenas de las ambulancias por encima de su voz." Negó sutilmente, tragando saliva. "No sé qué ha pasado, sólo que estaban de camino al hospital."

"¿A qué hospital?"

"Tampoco lo sé..."

"La rueda de prensa era cerca de la Biblioteca Nacional, así que lo más probable es que se dirijan al St. Mary's." Minnie respondió, relamiéndose los labios mientras también se apartaba de la que era su mesa. "Avisaré al señor Chaikamon, id vosotros."

Jungkook fue el primero en abandonar el restaurante, saliendo de allí sin mirar atrás, sin esperar que nadie dijera nada, pues asumía que Khaotung y Noeul irían juntos en el coche de este último. Además, él necesitaba tiempo a solas para pensar, tranquilizarse y, sobre todo, no entrar en pánico al imaginarse cualquier cosa.

Notaba como, con cada paso que daba, el corazón le latía más y más rápido, desbocado contra sus costillas. Tan rápido que incluso llegaba a sentirse mareado.

Llegó al parking de la revista en menos de cinco minutos, hallando su coche en su respectiva plaza y metiéndose en él tan pronto como lo desbloqueó, cerrando la puerta. Una vez a solas, apretó el volante con ambas manos, respirando hondo varias veces, necesitando estar tranquilo antes de ponerse en marcha. Poco después, se incorporó a la carretera.

No podía dejar que su nerviosismo fuese más rápido que él, ni que lo controlase en un momento como este. No cuando ni siquiera sabía lo que pasaba realmente. Cuando quizás sólo se trataba de un susto, una caída tonta y TaeHyung estaba en perfecto estado mientras él se encontraba allí, sentado en su coche, muerto de miedo mientras pensaba en cualquier tragedia que quizás no se asemejaba a la realidad.

Él sabía que pensar todo aquello podía llegar a ser tranquilizador, pero ese sentimiento jamás sería duradero, no si hablábamos de TaeHyung: la única persona capaz de hacer que se le parase el corazón involuntariamente desde que se conocieron.

Cuando llegaban las vacaciones de verano, TaeHyung se pasaba todas las mañanas en el jardín jugando con un columpio gigante (ese que jamás le permitía a Jungkook tocar) y en un pequeño despiste, terminaba volando por los aires antes de aterrizar sobre la colchoneta de sus hermanas. TaeHyung se hacía el desentendido, reía y poco después volvía a columpiarse como si nada, pero Jungkook no. Jungkook era quien corría desde su porche al del castaño, con el corazón en un puño, sólo para verificar que estuviese bien y poder seguir respirando.

Incluso sin estar enamorado, sólo queriendo ser su amigo, una persona cercana, Jungkook ya sufría por TaeHyung y ponía toda su atención sobre él. Siempre lo haría.

Quince minutos después, Jungkook entraba en el hospital católico St. Mary's a toda prisa y en busca de alguna cara conocida que pudiera darle respuestas sobre TaeHyung. Sin embargo, parecía ser el primero de su círculo cercano en llegar, por lo que inmediatamente se acercó al mostrador de recepción, dispuesto a preguntar por él, cuando reconoció su figura a lo lejos, en la sala de espera y el corazón comenzó a latirle desbocado.

Estaba sentado en una silla, jugueteando con sus manos nerviosamente y acribillando su labio inferior. Parecía intranquilo, preocupado, pero lo verdaderamente importante es que se encontraba intacto, de una pieza, así que Jungkook no dudó en aligerar su paso para acercarse a él.

"TaeHyung." Susurró, deteniéndose justo delante del castaño, quien inmediatamente levantó la mirada del suelo.

Tenía los ojos brillantes, como si estuviera reteniendo un montón de lágrimas, mientras que los de Jungkook estaban llenos de angustia observándole sólo a él. De inmediato, TaeHyung se puso en pie, arrastrando los pies en su dirección de manera completamente involuntaria.

"Jungkook..."

El azabache sostuvo su rostro como si necesitara asegurarse de que estaba bien.

"¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?"

"Yo... E-El señor Jang y yo estábamos por terminar una rueda de prensa, cuando de repente se desplomó frente a mí." Comenzó, hablando atropelladamente, mientras Jungkook le acariciaba el rostro. "Pensé que había sido un golpe de calor porque estábamos al aire libre, pero no... No fue así. Estaba sufriendo un infarto. Él no reaccionaba, Jungkook, era incapaz de notar su pulso. Creí que estaba- que estaba muerto..."

Con sus ojos llenándose de lágrimas al instante, TaeHyung se vio obligado a cerrarlos para evitar que estas salieran, notando como cada parte de sí temblaba sin tener control alguno sobre su cuerpo antes de que Jungkook le abrazase.

"Ven aquí..."

"Tenía tanto- tantísimo miedo de perderlo allí mismo y no poder hacer nada para evitarlo..." Balbuceaba, su voz acongojada, aferrándose a Jungkook para no disipar la sensación de sentirse a salvo. "No sabía qué hacer, así que le- le reanimé como pude."

"Está bien, hiciste lo que debías, está bien..."

TaeHyung negó, su frente frotándose con la camiseta de Jungkook mientras hipaba débilmente y él le acariciaba la espalda.

"No... Creo que le partí una costilla. Yo nunca había hecho eso antes, lo aprendí viendo series de bomberos."

"TaeHyung." Jungkook mencionó su nombre en un vano intento porque se calmase, separándose para tomarle el rostro con ambas manos.

"Dios mío... ¿Y si le he hecho más daño del que ya sentía? ¿Y si por mi culpa...?"

"Escúchame, tú no le has hecho daño a nadie, así que quítate esa idea de la cabeza, ¿vale? Porque no te va a servir de nada." Insistía. "Pase lo que pase, no eres el culpable de absolutamente nada, quiero que lo tengas muy claro."

"Sí, v-vale..."

"Muy bien." Él se inclinó para depositar un casto beso en su frente, acariciándole las mejillas. "¿Qué te han dicho los médicos?"

"Que dependiendo de su estado quizás tendrían que subirlo a quirófano para reparar el posible daño arterial, pero no sé nada más..."

"Es normal, de ser así esas operaciones pueden durar hasta seis horas. Seguramente no tendremos noticias hasta dentro de un rato."

"Dios... Eso es muchísimo tiempo." TaeHyung se llevó las manos al rostro, cuando un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. "¿Y si no sobrevive, Jungkook? ¿Y si se queda ahí y nunca más...?"

El azabache puso ambas manos alrededor de su rostro, acunándolo tras ver cómo volvían a llenársele los ojos de lágrimas. "No pienses en eso, TaeHyung, en cualquier cosa menos eso."

Una lágrima rebelde lo delató.

"Es que tengo miedo..." Admitió, en apenas un susurro. "Por una vez en estos casi tres meses sentía que el señor Jang y yo estábamos conectando, que él me tomaba en cuenta como tantas veces deseé. Y ahora..."

"Ahora nada, porque todavía no sabemos, no tenemos noticias. Sebin aún está dentro de esa habitación y nosotros aquí fuera sin ver lo que sucede."

"Tampoco quiero verlo..." Susurró, débilmente.

"Entiendes lo que quiero decir, TaeHyung."

Él asintió, vaciando sus pulmones. "Sí, supongo que sí..."

"Pues entonces, deja de pensar en situaciones que no le hacen bien a esa cabecita tuya." Pidió, dándole un par de golpecitos en la frente.

"Vale..."

"¿Vale?" Jungkook buscó sus ojos, queriendo así asegurarse de que no apartaba la mirada al darle una respuesta.

"Sí, vale." Sentenció, apretando los labios al sentir un cosquilleo en el estómago que le dejó sin aliento, viéndose en la obligación de ocultarlo con un suspiro tembloroso. "Gracias por venir a buscarme... Como siempre haces."

El azabache se encogió de hombros. "No hay nada que agradecer, tú mismo has dicho que siempre lo hago, así que podría decirse que ya es casi una costumbre."

"Sí... Supongo que sí." Corroboró, porque era cierto. Cada vez que algo malo ocurría, Jungkook era la primera persona que aparecía tras él cuando se daba la vuelta. Sin excepción.

Ojalá esa costumbre no se perdiera nunca. En lo más profundo de su corazón, e incluso si era un pensamiento egoísta, TaeHyung deseó.

Los dedos de Jungkook acariciaron sus mejillas de manera superficial, siendo incapaz de apartar la mirada cuando aquellos ojos brillantes causaban estragos en su corazón. Un corazón que, tal vez, ya ni le pertenecía.

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