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✧c.-034

N/A: He tenido que cortar el capítulo inicial y convertirlo en dos, porque juntos formaban un capítulo de siete mil palabras y eso ya es demasiado xD

Cap dedicado a candeecarballo9 ♡♡

Hoy os recomiendo '11 y ONCE' de Tainy, Sech y E.VAX, una canción con la que llevo obsesionada desde que salió y probablemente lo esté durante más tiempo.

[...]

"Me voy ya, Shinhye, nos vemos luego." Le dijo a su tía, quién estaba en la cocina. "Te quiero."

"Que tengas un gran día, cariño." Ella respondió. Y, acto seguido, Jungkook cerró la puerta.

El miércoles a primera hora de la mañana, Jungkook salía de casa directo hacia el trabajo, escuchando inmediatamente como la puerta del apartamento de TaeHyung se cerraba, lo que le hizo esbozar una pequeña sonrisa.

No era un secreto que TaeHyung había pasado los últimos días evitando encontrarse con él por los pasillos. Salía muy temprano en la mañana para sacar la basura, huía en cuanto oía la puerta ajena abrirse y si llegaba a cruzarse con él en el pasillo, no dudaba en girarse y salir corriendo. Probablemente estaba nervioso, molesto y avergonzado tras lo ocurrido la última vez que se encontraron, algo que maravillaba a Jungkook.

Por una vez, era él quien causaba las emociones fuertes al otro. Y eso le encantaba.

Las pequeñas vacaciones habían terminado antes de que TaeHyung pudiera ser consciente de ello, y es que era mucho más fácil pensar que no iba al trabajo a causa de estas, que por haber renunciado a su puesto. Sin embargo, ahora que ya llegaban a su fin, ya no tenía excusa, por lo que recordar la situación en la que se encontraba actualmente amargaba un poquito su existencia.

Había enviado su carta de renuncia el lunes por la mañana, sabiendo que no tendría una respuesta hasta ese día, al igual que podría llegar a arrepentirse si pensaba demasiado en ello, pues la idea d estar dejando atrás su sueño todavía le pesaba en el corazón.

Noeul apareció por el pasillo cuando TaeHyung cerraba la puerta, mostrándose horrorizado tras haber estado a punto de cruzarse con Jungkook mientras se encaminaba hacia el salón.

"Buenos días, corazón de melón."

"Buenos días." Saludó de vuelta, girándose sólo para ver cómo iba vestido. "Ay, me gusta esa camisa, te queda muy bien."

TaeHyung no llegó a ver el modo en que Noeul lució confundido tras notar que este aún llevaba el pijama puesto, abriendo la boca como si quisiera hacer una pregunta y luego recordando algo de máxima importancia. Casi había olvidado que su mejor amigo ya no era también su compañero de trabajo.

"Ou..." Emitió, sólo así logrando que TaeHyung volviera a mirarle, expectante.

"¿Qué ocurre?"

Noeul negó. "Hm, no, nada... Tengo la cabeza en cualquier parte."

Entonces, una pequeña sonrisa triste jaló de sus labios, entendiendo cuál era el problema realmente. Ambos podían engañar a cualquiera, pero nunca podrían hacerlo entre sí.

"Habías olvidado que he renunciado, ¿verdad?"

"Bueno... Técnicamente no has renunciado porque no han firmado tu carta todavía, pero sí... Lo había olvidado."

"Tranquilo, yo también. De hecho, lo primero que hice esta mañana al levantarme fue pensar en lo que me pondría. Luego recordé que no tengo ningún sitio al que ir más que a sacar la basura y me quedé con el pijama." Encogiéndose de hombros, como si no fuera triste en absoluto, dijo, riendo poco después.

Con los labios apretados, el rubio asintió. "En tu defensa debo decir que ese pijama es precioso. Podrías ir con él a cualquier lado."

Y, como era de esperar, TaeHyung soltó una risita. "Gracias, gracias. Quizás me lo ponga si tengo una nueva entrevista de trabajo."

"Deberías."

"Lo haré, definitivamente." Asentía, terminando de poner algunos cojines del sofá en sus respectivos lugares. "Ya son las diez, deberías estar de camino."

"¿Me estás echando de mi propia casa?"

"No, pero llegarás tarde y ahora eres el único de los dos que trabaja."

Un suspiro abandonó los labios del rubio. No podía evitar sentirse mal por TaeHyung, incluso teniendo que ocultarlo para no preocuparle o hacerle sentir culpable. Él no era protagonista en aquella situación, pero aún así dolía horrores.

"Por muy poco tiempo, ya lo verás. En cuanto menos te lo esperes, te han contratado en otra revista."

TaeHyung asintió, e incluso si no se veía convencido, esbozó su mejor sonrisa. "Sí, yo también lo creo."

"Así me gusta, con positividad." Dijo, sonando orgulloso. El castaño rio.

"Vete ya, anda."

"Ya me voy, ya me voy... Joder, que parece que te quieres librar de mí." Bufando, se dirigió hacia el mueble de la entrada para agarrar sus pertenencias.

"Eso nunca, pero tienes obligaciones y yo una casa que limpiar en tu ausencia si quiero evitar que tu alergia empeore."

Noeul llevó una mano hasta su pecho, acercándose a TaeHyung para envolverle en un fuerte abrazo.

"Ow... Qué atento eres." Notando como el castaño frotaba su espalda, suspiró. "¿Qué haría yo sin ti?"

"Perder menos el tiempo. Vamos, largo de aquí que llegas tarde al final."

Riendo, se separó de él. "Sí, ahora sí. Nos vemos luego, ¿vale? Hoy llegaré más tarde porque tenemos una reunión."

"Claro, no te preocupes. De aquí no me voy a mover." Bromeaba, dejando escapar una risita vacía, que para él en realidad carecía de gracia.

Noeul abandonó el apartamento conjunto tan sólo unos minutos después, no queriendo dejarle a solas pero tampoco contando con otra opción. Y, una vez este se vio en completa soledad, se desplomó sobre el sofá.

Jamás se había sentido tan inútil como ahora, tan vacío, tan inservible... Como si ya no tuviera razón alguna para levantarse por las mañanas. Aquella sensación dolía horrores y no sabía si dejaría de tenerla en algún momento.

Al cabo de unas horas, Jungkook abandonaba la sala de reuniones tras ser asignado para entrevistar a Hello Gloom, uno de los artistas del momento que iniciaba su gira por Seúl, y se disponía a recoger sus pertenencias del despacho para bajar a almorzar con Minnie, quien esperaba por él fuera.

Sin embargo, Sebin, su jefe, quién salía tras él de aquella reunión, parecía tener otros planes para él.

"Jungkook, ¿puedes acompañarme un momento a mi despacho?"

Un poco confundido, Jungkook asintió. "Claro, señor."

Sebin caminó hasta su despacho, el único alejado de toda la plantilla y con suficiente privacidad, siendo seguido por Jungkook, el cual se adentraba tras él en aquel despacho.

"Tengo el número del manager de ese chico al que vas a entrevistar, así que te será más fácil poder contactar con él." Dijo en cuanto llegaron, encaminándose hacia su escritorio, donde tenía montones y montones de papeles.

"Se lo agradezco mucho, señor."

"No es nada, sólo dile que vas de mi parte." Aclaró, encontrando el post it con dicho número y entregándoselo. "Toma, aquí tienes."

"Muchas gracias."

Sebin se aclaró la garganta, tomando asiento en su silla. "Por cierto, ¿sabes algo del novato? Kim... Kim TaeHyung, o como se llame."

"¿Algo como qué, señor?"

"Si tiene pensado venir a trabajar o planea alargar más sus pequeñas vacaciones."

Ahí, Jungkook sólo pudo mostrarse confundido. ¿Acaso su jefe estaba teniendo problemas de memoria?

"TaeHyung no está de vacaciones, señor; renunció a su puesto de trabajo."

"Oh... Así que iba en serio. Qué lástima." Murmuró, moviendo la cabeza a modo de asentimiento, manteniendo una expresión indiferente que confundió aún más a Jungkook.

Normalmente era complicado entender a Sebin: una persona algo superficial, muy exigente con los demás, perfeccionista y con un carácter fuerte, gélido. Como si llevase una coraza a todas partes. Era extremadamente difícil adivinar lo que pasaba por su cabeza, incluso si Jungkook parecía ser un experto en ello.

"Pensé que a estas alturas ya había recibido su carta de dimisión."

"Sí, lo más probable es que así sea, pero no he tenido tiempo de leer nada todavía." Explicó, echándose hacia delante. "Además, con todo este desorden a saber dónde puede estar esa carta..."

Escuchándole suspirar mientras veía como movía montañas de papel de un lado a otro sin éxito alguno, Jungkook mantuvo la vista fija en el desastre que era aquel inmenso escritorio, asombrado, cuando lo que parecía ser una bufanda dejada de cualquier manera sobre la mesa llamó su atención.

"Quizás esté aquí debajo." Murmuró, inclinándose para levantarla del escritorio.

Efectivamente, tal y como pensaba, había un diminuto (en comparación al resto) montículo de papeles y carpetas bajo esta. Entre ellos, lo primero que pudo destacar fue la carta de TaeHyung, tomándola con una pequeña mueca de decepción. Él ya sabía que TaeHyung iba a renunciar, pues parecía bastante seguro de ello y convencido, incluso si aquella idea no le gustaba precisamente, pero lo único que había mantenido aquella decisión en un limbo, era el hecho de no haber enviado dicha carta. Ahora, era oficial.

Jungkook se la entregó a su jefe.

"Tome, aquí tiene la carta. Esta bufanda estaba tapándola junto a otros documentos."

Sebin suspiró, estirando el brazo para agarrarla. "Necesito que Carlos me ayude urgentemente a ordenar todo esto antes de volverme loco." Admitió, negando con la cabeza. "Gracias."

"No es nada, señor." Esbozando una pequeña sonrisa, dijo, restándole importancia.

Entonces, echándole un rápido vistazo a lo restante en aquel montículo, vio que lo siguiente en él era el famoso artículo de TaeHyung, y la pequeña sonrisa en su rostro se volvió una triste, antes de ponerla frente a su jefe. Este le observó con las cejas en alto.

"¿Qué es esto?"

"El artículo que TaeHyung escribió, para que lo registre." Explicó, viéndole asentir.

"Oh, está bien, gracias." Sin prestarle demasiada atención, Sebin amontonó un nuevo grupo de papeles junto a él, entregándole una hoja a Jungkook. "Toma, tienes que firmar este contrato confidencial. Entrégamelo antes del próximo martes."

"Mañana mismo se lo traigo."

"Estupendo, pues ya no te quito más tiempo de tu descanso. Vete a almorzar." Indicó. Jungkook asintió.

"De acuerdo. Hasta luego, señor."

Dándose la vuelta, dispuesto a marcharse mientras le echaba un rápido vistazo a aquel contrato, que no dejaba de ser uno estándar, de confidencialidad, oyó a su jefe aclararse la garganta. Seguido de eso, su voz sonó.

"Una última cosa antes de que te marches, Jungkook." Pidió, por lo que el susodicho volvía a girarse. "¿Qué opinas del novato?"

"¿De TaeHyung?" Cuestionó. Sebin asintió. "Bueno... Siéndole completamente honesto, señor Jang, creo que no soy el más indicado para preguntar."

Aquella respuesta confundió al hombre, pues su ceño se frunció. "¿Y eso por qué?"

"Porque es la única persona con quien no puedo ser objetivo."

"Ya veo..."

"Pero es bueno, muy bueno." Añadió, a pesar de lo anteriormente dicho. "Le conozco desde que tengo uso de razón y siempre ha sido muy dedicado con su trabajo, muy perfeccionista. Le admiro mucho."

Sebin movió la cabeza a modo de asentimiento. "De acuerdo, gracias. Ahora sí puedes irte."

"Que pase una buena tarde, señor."

"Sí, igualmente."

Sin decir nada más, ni tampoco esperar algo por su parte, Jungkook abandonó el despacho de su jefe, dejando escapar un pequeño suspiro en cuanto supo que no estaba cerca.

"Entonces, ¿es oficial que TaeHyung ya no trabaja aquí?" Minnie cuestionó, mientras ambos se dirigían hacia el restaurante al que siempre acudían para almorzar.

"Es oficial, sí..." Murmuró. Ella soltó un bufido.

"Pues vaya mierda. Con lo bien que me caía y lo ilusionado que estaba cuando llegó. Pobrecito..."

"A mí no me da pena, me da rabia. TaeHyung es un periodista increíble, se deja la piel en cada cosa que escribe." Dijo, demostrando exactamente cómo se sentía al respecto. "Y me fastidia porque puede destacar en cualquier sitio, pero debía ser aquí."

Minnie se colgó de su brazo, haciendo un puchero. "¿Crees que estará muy mal?"

"Horrible." Murmuró, apartando la mirada. Si hablaba más del tema quizás no tendría ni ganas de comer, por lo que vació sus pulmones, dejando aquella conversación estancada. "¿Y tú cómo estás? ¿Has podido hablar con Boss sobre la decisión que tomaste?"

"No... Aún no, la verdad es que me da un poco de miedo."

"¿Y eso por qué? Boss sabe lo mucho que te gustaba ser periodista, Minnie."

"Sí, ya, sé que se lo va a tomar bien, pero... No sé, tampoco quiero hacerle creer que ser su secretaria es algo malo."

Jungkook soltó una risita. "¿Qué te hace pensar que llegará a esa conclusión? Yo creo que va a tomarse muy bien el que quieras volver a la plantilla como periodista. De hecho, no es un secreto que cuando decidiste dejar de ejercer como tal, quiso mantenerte en la empresa de cualquier forma. Por eso eres su secretaria."

"Ya..."

"¿Entonces?"

"No sé, creo que sólo estoy pensando de más y ya. Hablaré con él cuando tenga tiempo." Concluyó, esbozando una sonrisa cuando llegaron al restaurante y Jungkook abrió la puerta para que ella pudiese entrar. "Gracias, qué caballeroso..."

Jungkook rio, entrando tras ella mientras movía su cabeza de un lado a otro.

"Eh, ¿qué pasa ahí?" Escuchó a Minnie decir, por lo que levantó la mirada para ver a qué se refería.

Él inicialmente no vio nada, así que frunció el ceño, confundido, hasta que vio a Noeul y al hermanastro del jefe sentados en una mesa al fondo, el rubio siendo abrazado por su compañero mientras parecía estar inmerso en un llanto silencioso.

Jungkook inmediatamente notó como todos sus sentidos se ponían alerta, ni siquiera teniendo que darle algún tipo de señal a Minnie para que fuera con él, ambos simplemente acercándose sin más.

"Ya verás como todo se soluciona, hombre..." Khaotung murmuraba, palmeando la espalda de Noeul. En cuanto llegaron y este notó su presencia, levantó la mirada, asintiendo a modo de saludo.

"¿Qué ocurre? ¿Por qué está llorando?"

"Echa de menos a TaeHyung." Murmuró.

Noeul se separó del abrazo, limpiándose las lágrimas mientras negaba suavemente. Minnie, con el corazón en un puño, colocó una mano en su espalda. "Ay, Noeul, mi vida..."

"No es echarle de menos... Es que siento que me falta algo." Explicó, su voz temblorosa. "TaeHyung y yo hemos compartido el sueño de trabajar juntos en esta revista durante años, sin exagerar. Y ahora que no está aquí conmigo me siento vacío."

"Es completamente normal, sois mejores amigos. Yo también me sentiría así si estuviese en tu lugar."

Khaotung asintió. "Yo también."

"Sí, lo sé... Sé que es normal, pero odio que esto ocurra. Odio esta situación."

"Pero, ¿ha pasado algo más?" Jungkook quiso saber. "¿TaeHyung está bien? ¿Te ha dicho algo...?"

"No le ha pasado nada más, aunque dudo mucho que esté bien." Susurró, quitándose las lágrimas que continuaban cayendo. "No quiere seguir trabajando como periodista, dice que quiere dejarlo porque quizás no esté hecho para serlo."

Minnie observó a Jungkook con los ojos brillantes, sintiendo un peso en el pecho. "¿Cómo va a pensar eso? Si lo poco que he podido leer de sus artículos ha sido increíble."

"Porque está muy desilusionado, Minnie, no tiene ninguna motivación para creerlo, incluso si cualquiera de nosotros piensa así." Explicaba el rubio, sorbiendo por la nariz. "Cuando llevas toda tu vida soñado con algo, crees que lo has cumplido y todo lo que terminas obteniendo es un golpe como este, pensar que eres el problema es lo último que haces."

El azabache asintió, estando de acuerdo con él. "TaeHyung siempre ha sentido que él era el problema."

"Sí, todo el tiempo. Y si a mí sólo con verlo siento que se me rompe el alma, no puedo imaginarme cómo se siente él." Decía Khaotung, apretando los labios.

"Es una mierda... Ni siquiera sé qué puedo hacer para animarle porque TaeHyung no me deja ver que está triste, es como si se cerrase y quisiera hacerle creer al resto que nada de lo que está pasando le importa."

"Eh, chicos, ¿qué pasa aquí?" Boss llegó a su mesa con una clara mueca de preocupación, sus ojos ampliándose en cuanto vio a Noeul llorar. "¿Por qué estás llorando? ¿Qué ha pasado?"

Inmediatamente, este se quitó las lágrimas, negando. "No es nada, señor."

"¿Cómo que no?"

"Es por Kim TaeHyung, señor Chaikamon." Respondía Minnie.

"¿Qué ha pasado con él? No le he visto en la oficina."

"Ha renunciado a su puesto de trabajo." Su hermanastro dijo, aún palmeando la espalda de Noeul. "Tenía problemas con su jefe y tomó la decisión de dejarlo."

El ceño de Boss se frunció. "¿Qué clase de problemas? ¿Y por qué yo no tenía ni idea de nada?"

"Porque no lo dijo. Él prefería arreglar las cosas por sí mismo e intentar no perjudicar a nadie, tampoco su propia imagen." Fue la respuesta de Jungkook, antes de que Noeul comenzara a toser violentamente.

"Dios... Voy a por una botella de agua, esperadme aquí." Dijo el jefe, desapareciendo por donde había venido.

Mientras Khaotung palmeaba la espalda de Noeul cuando su tos repentina se calmó, Minnie puso una mano en el brazo de Jungkook, cuya mirada estaba perdida. Este le observó al notarlo, topándose con su preocupación.

"¿Te encuentras bien?" Cuestionó en voz baja al ver sus ojos apagados, tristes.

Jungkook simplemente asintió, incluso si aquello no era cierto. "Sí..."

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