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N/A: Otro de mis capítulos favoritos (de los del top, no confundamos) que me hizo llorar como una desgraciada mientras lo escribía xD

Cap dedicado a  LeRezoAlKooktae ♡♡

Hoy os recomiendo 'Just Pretend' de Bad Omens, que ha llegado a mí vía Tik Tok y me ha conquistado el corazón.

[...]

Jungkook leyó varias veces el título de aquella carta antes de asimilar lo que estaba pasando, mostrándose incrédulo cuando levantó la mirada para ver a TaeHyung, cuyos ojos carecían de brillo, como si acabase de recordar todo lo sucedido.

"¿Carta de renuncia?" Susurró, incapaz de creerlo. "¿Tienes pensado renunciar?"

"Ya lo he hecho, en realidad." Dijo, como si no fuera la gran cosa, cuando ambos sabían perfectamente que sí lo era.

El azabache negó, su ceño fruncido mientras le observaba, como si de ese modo pudiera tener respuestas.

"No entiendo, TaeHyung... No tiene sentido. ¿Cómo vas a renunciar así?"

"Haciéndolo." Respondió. "Ya hablé con Sebin, le dije absolutamente todo lo que pensaba de él y que presentaría mi renuncia el miércoles, así que ya sólo me queda enviar esa carta. No hay vuelta atrás."

"Claro que la hay, por supuesto que la hay."

"Pero no quiero retroceder en mis pasos ni echarme atrás, Jungkook." Insistió, tendiéndole una mano. "Dame la carta."

"No."

"Jungkook, dame esa carta."

"No puedes renunciar, TaeHyung." Le dijo.

Sólo en ese momento, los ojos del castaño se humedecieron, su barbilla temblando como si estuviera a punto de desmoronarse en un llanto desgarrador. Luego, volvía a negar, logrando contener sus lágrimas por al menos unos segundos, antes de que estas le traicionaran.

"Por favor... No tienes ni idea de lo mucho que me ha costado dar el paso, Jungkook..." Sollozaba, rompiéndose en mil pedazos. "No sabes cuánto me ha costado hacer y firmar esa carta sabiendo que no sólo estoy renunciando al trabajo de mi vida, sino también a mí sueño."

Notando como su propio corazón se partía, Jungkook miró al castaño con ojos brillantes, conmocionado por la imagen.

"Eh..." Susurró de vuelta, inmediatamente reaccionando a su llanto y envolviendo el cuerpo ajeno entre sus brazos.

"Quizás para ti soy un cobarde, alguien que se rinde fácilmente, pero ni siquiera me importa serlo. Porque ya no puedo más, Jungkook. Estoy cansado. Estoy muy cansado."

Él negó. "No eres ningún cobarde, TaeHyung. Cualquier cosa menos eso."

Sin dejar de sollozar, escondió su rostro en el cuello de Jungkook, temblando. Se sentía abatido, devastado, como si durante horas hubiera estado en una realidad paralela donde los problemas no existía y ahora volvía a la realidad.

"Has aguantado esta situación por mucho tiempo, quizás más tiempo del que deberías. No cualquiera persona seria capaz de soportarlo. Yo no podría."

"¿No?"

Jungkook se separó, sosteniéndole el rostro con ambas manos. Se le rompía el alma sólo con ver a TaeHyung de ese modo.

"Claro que no." Susurró, limpiando sus lágrimas con los pulgares incluso si era un movimiento absurdo, pues no dejaba de llorar. "No quiero que te rindas porque sé que este es tu sueño, pero tampoco puedo hacer nada para evitarlo cuanto te está consumiendo."

Su barbilla seguía temblando cuando volvió a tomar la palabra. "Duele mucho..."

"Lo sé."

"Siento- siento como si me estuviera desprendiendo de una parte muy importante para mí." Él hipó. "Y... y duele más porque sé que no es mi culpa, así que no puedo hacer nada para arreglarlo..."

"Tú mismo lo has dicho, no es tu culpa. Sebin no tiene ni idea de lo que va a perder en cuanto entregues esa dichosa carta de renuncia, TaeHyung."

"Ni la va a tener nunca." Susurró, apretando los labios. "¿Sabías que llevaba todo este tiempo creyendo que mi nombre era Novato? Hasta se sorprendió cuando le dije cómo me llamaba."

Sin poder creer que aquello fuese cierto, Jungkook ahogó una maldición, mordiéndose la lengua para evitar decir cualquier barbaridad. TaeHyung no necesitaba que alguien estuviera molesto por su situación, sólo a alguien que le hiciese ver que él no era el problema.

"Ni siquiera se ha molestado en leer mi artículo porque sólo me ve como una puñetera cafetera andante. Tampoco me incluyó en las reuniones de plantilla, sólo para repartir cafés o botellas de agua y luego enviarme fuera." Continuaba diciendo, encogiéndose de hombros. "Nunca me tuvo en cuenta..."

"Él se lo pierde." Masculló.

TaeHyung simplemente se encogió de hombros, sintiéndose sin fuerzas suficientes para hacer cualquier otro movimiento. Estaba agotado. Física, mental y emocionalmente.

"Quizás no. Quizás mis expectativas en mí mismo eran demasiado altas y tal vez nada de esto sea para mí."

"¿Cómo puedes decir eso?"

"Es lo único que percibo, Jungkook. Me he pasado semanas escribiendo un artículo que ahora está muerto de risa en cualquier cajón de su puñetero escritorio." Respondió, mientras con su mano temblorosa trataba de eliminar algunas lágrimas. "Sólo para demostrarle cuál es mi potencial y de lo que soy capaz, pero nada... No he conseguido nada porque quizás no lo soy."

Mordiéndose el labio inferior, afianzó el agarre en su rostro, enfocándose en los ojos cristalizados del contrario y negando. "Eso es absurdo, TaeHyung. Te recuerdo que yo mismo leí ese artículo y te puedo asegurar que si Sebin no quiere ver tu potencial es porque es un ignorante de mierda."

"No lo sé..."

"No tienes que saberlo, ya te lo digo yo: lo es. Y tú eres la definición exacta de periodismo sano y profesional, TaeHyung. De eso que no te quepa duda nunca."

Sus ojos, llenos de lágrimas, volvieron a traicionarle, entrecerrándose para dar paso a un segundo llanto desgarrador, aferrándose al azabache cuando sintió que el dolor se llevaba toda su fuerza.

¿Por qué nadie era capaz de apreciarlo? ¿Por qué nadie le veía? ¿Por qué todos actuaban como si fuera invisible? ¿Qué tanto debía esforzarse para destacar en al menos una ocasión? Porque estaba harto de hacerse las mismas preguntas una y otra vez y que estas nunca tuviesen respuesta. Estaba harto de ser insignificante para todos, inclusive para sí mismo.

¿En algún momento cambiaría? ¿En algún momento sería diferente? Siempre terminaba preguntándose, quizás deseando ser quien tuviese que cambiar, incluso si no había nada malo en él.

Incluso si sólo era un chico más intentando adaptarse, intentando cumplir con las exigencias del mundo en el que vivía, queriendo ser feliz con poco y no dejando atrás sus metas en el proceso. Pero cada vez parecía más imposible.

Dolía tanto. Quemaba en lo más profundo de su corazón y se esparcía por todas partes, no dejándole respirar. Un dolor fuerte que le llenaba de angustia, pero parecía calmarse en brazos de Jungkook.

Tardó cinco minutos más en calmarse, en dejar salir todo aquello que rompía su alma en mil pedazos y simplemente desahogarse mientras ambos se mantenían en silencio, únicamente el llanto de TaeHyung sobando y el suave murmullo de la voz de Jungkook queriendo calmarlo.

"Siento que me he desviado tanto del punto de partida..."

Apenas susurró, logrando que Jungkook se separase para mirar su rostro. Ya no lloraba, pero continuaba con la mirada vacía.

"¿Por qué lo dices?"

"Porque todo esto no sólo me ha llevado a cuestionarme si en realidad el problema soy yo, si en realidad no soy tan bueno o si nada de esto es para mí, también ha logrado que en ciertos momentos llegue a odiar lo que más me apasiona el mundo."

Jungkook negó suavemente. "No puedes permitirlo."

"Ya, por eso mismo tomé la decisión de marcharme. Incluso si eso significa que deba dejar atrás el sueño de mi vida."

"Quizás puedas volver a retomarlo en un futuro, TaeHyung, no todo está perdido."

Estando de acuerdo, algo más calmado, el castaño asintió. "Pero se siente como si así fuera."

"Lo sé, créeme que lo sé." Sin dejar de acariciarle el rostro, dijo. "Sin embargo, no será así siempre. De aquí a un tiempo pensarás en esto y verás que no fue tu culpa, que diste lo mejor de ti frente a alguien incompetente."

"Ese "alguien incompetente" también es tu jefe, Jungkook, y te adora."

"No puede importarme menos." Dijo, encogiéndose de hombros, logrando que, con su indiferencia, TaeHyung soltase una risita. "No cuando por su culpa vamos a perder al mejor periodista que puede existir."

Sonrojándose, la risa del castaño se volvió más audible, negando con la cabeza.

"Se supone que ese eres tú."

"Entonces, al segundo mejor." Se corrigió, oyéndole bufar y siendo él quien riese en cuanto este golpeó su hombro.

"¡Imbécil!"

Sin dejar de reír, se inclinó para besar su frente. TaeHyung suspiró, por lo que volvió a envolverle entre sus brazos, en un abrazo de oso esta vez.

"Te odio tanto..." Murmuró el castaño.

Jungkook resopló.

"Vaya, menuda novedad."

"No, lo digo completamente en serio. Te odio. ¿Por qué tienes que ser tan perfecto?" Quiso saber, viéndose ofendido. "Todo se te da bien, destacas en todos los aspectos posibles y la gente te adora."

El azabache fue a decir algo, tal vez para demostrar su confusión, no entendiendo del todo si las palabras de TaeHyung eran una crítica o un intento bruto de halago.

"Joder, hasta yo te adoro. Vienes aquí después de estar todo el día trabajando sólo para buscarme, me compras comida y me salvas el culo con nuestro jefe. Bueno, tu jefe, el mío ya no."

TaeHyung suspiró, abrumado con la cantidad de cosas que había soltado, mientras que Jungkook cada vez estaba más confundido, su corazón algo acelerado debido a sus palabras.

"¿Y eso se supone que es algo malo?"

"¡Claro que lo es!" Chilló. "No puedo tener sentimientos positivos hacia ti."

Jeon ladeó la cabeza. "¿Por qué no?"

"Porque odiarte es en lo único que soy mejor que tú."

Tan pronto como mencionó aquello, Jungkook bufó, poniendo los ojos en blanco y separándose del abrazo.

"No puedes ganar una competición en la que sólo tú estás participando, TaeHyung. Eso es hacer trampas." Le dijo, dándose la vuelta para caminar hacia su coche, logrando que el mencionado se viera ofendido.

TaeHyung caminó torpemente tras él.

"¿Me estás llamando tramposo?"

"Por supuesto. ¿Cómo pretendes ganarme cuándo ni siquiera formo parte de esa competición tan absurda?"

"No es absurda."

"Claro que lo es, TaeHyung. No puedo odiarte, jamás podría hacerlo."

"Yo tampoco..." Susurró.

Jungkook esbozó una pequeña sonrisa, notando como se le aceleraba el corazón. Sin embargo, no dije nada al respecto, únicamente se detuvo frente a su coche, abriendo la puerta del copiloto para TaeHyung, cuando este, completamente distraído, chocó contra su espalda.

"¡Ay! ¿Qué haces?" Chilló, siendo sostenido por el azabache para evitar que cayese al suelo, mientras fruncía los labios. "Gracias..."

"De nada, pero la próxima vez mira por donde vas, torpe."

"Gilipollas."

La sonrisa de Jungkook se hizo más amplia.

"Entra." Le indicó, señalando el coche con un movimiento rápido de cabeza.

TaeHyung no se movió ni un centímetro.

"¿Me vas a llevar a casa?" Cuestionó.

"Claro."

Jungkook asintió, e inmediatamente su rostro fue sostenido por un par de manos frías, girándolo hasta quedar cara a cara con TaeHyung, quién acortó la distancia entre ambos presionando sus labios con los ajenos y casi logró que se le parara el corazón.

El impulso de seguirle el beso se esfumó de manera fulminante en cuanto notó el sabor amargo de la cerveza en los labios de TaeHyung y recordó su estado borracho, por lo que no tardó en separarse, una mueca de dolor brillando en su mirada.

Habían sido tantas las veces que soñó con aquello: TaeHyung siendo quien tomase la iniciativa de besarle, que ahora se sentía irreal. Pero no podía ocurrir. No así.

"Entra en el coche." Repitió.

Esta vez, TaeHyung hizo lo pedido, tambaleándose hasta que se sentó en el lugar del copiloto, acomodándose allí. Jungkook no tardó en tomar asiento a su lado.

"Tengo que llamar a Noeul para avisarle de que estás bien."

"¿A Noeul? ¿Por qué?"

"Porque era él quien pretendía venir a buscarte, hasta que se encontró conmigo." Dijo, conectando su teléfono con el coche cuando esté comenzó a marcar el número de Noeul, a la espera de su repuesta.

"Jungkook, dime que lo has encontrado." Pidió, tan pronto como descolgó.

TaeHyung se quedó en silencio, una sensación de malestar y culpabilidad pesándole en el estómago. El azabache le observó, sosteniendo su mano para darle un leve apretón.

"Sí, lamento no haberte avisado antes, pero hemos tenido una pequeña conversación."

Noeul suspiró, su alivio siendo evidente. El hueco en el corazón de TaeHyung se hizo aún más grande, notando cómo se le llenaban los ojos de lágrimas. Quería abrir la boca para decir algo, para que Noeul pudiera escuchar su voz, pero era incapaz.

"No te preocupes por eso, ¿él está bien?"

"Más o menos, pero supongo que hablaréis cuando esté en casa. Aunque debo avisarte de que está un poco borracho. Estaba en un bar de moteros bebiendo."

"¡¿El desgraciado ha desaparecido de la faz de la Tierra por ir a emborracharse?!"

"Algo así..."

"Pues menos mal que está bien porque en cuanto llegue lo mato yo."

Jungkook soltó una risita.

"Bueno, gracias por ocuparte de él, Jungkook. Te debo una. En cuanto se me pase esta fiebre de mierda veré cómo te lo devuelvo. Gracias."

"No, no es nada." Negó, incluso si Noeul no podía verlo.

Colgó poco tiempo después, Jungkook volviendo a enfocarse en TaeHyung, cuyos ojos estaban llenos de lágrimas nuevamente. Sabía cómo se sentía.

"Soy un amigo de mierda..." Susurró, su voz temblorosa.

"No, no lo eres. Sólo estabas pasando por un mal momento, nada más."

"Le he dejado solo teniendo casi cuarenta de fiebre, preocupado por mí y sin tener noticias." Insistió, tapándose el rostro. "No me quiero ni imaginar cómo hubiesen sido las cosas de no ser porque en su lugar viniste tú a buscarme."

Jungkook apretó el agarre en sus dedos. "Entonces no pienses en ello. No ha pasado, así que martirizarte creando escenarios ficticios que probablemente nunca ocurran porque, te guste o no, soy tu ángel de la guarda, no servirá de nada."

Asintiendo, TaeHyung sorbió por la nariz, siendo consciente de que aquello era cierto. Ambas cosas.

"Tienes razón." Susurró nuevamente, acomodándose en el asiento conforme notaba como sus sentidos se adormecía.

Había llorado durante tanto tiempo que su cabeza se sentía pesada, los ojos le dolían y dormir parecía ser la mejor solución a todo. Estaba tan cansado.

"Lo sé."

Un suspiro abandonó sus labios, cerrando los ojos antes de aclararse la garganta.

"Y sí que me gusta..." Murmuró en voz muy baja, pero lo suficientemente audible para que el azabache pudiera escucharle.

Este sonrió, mordiéndose el labio inferior y manteniendo la vista fija en la carretera, no queriendo que su corazón acelerado por aquellas palabras le desconcentrara.

Quince minutos más tarde, con TaeHyung profundamente dormido a su lado, Jungkook aparcaba frente al edificio de Shinhye, desabrochando su cinturón y el del castaño antes de salir, yendo inmediatamente hacia la puerta del copiloto, sacando a TaeHyung con sumo cuidado y cargándolo como si de la noche de bodas de tratara.

Lo alzó en sus brazos, aferrándose a él para no dejarlo caer cuando cerró la puerta y bloqueó el coche, usando sus dos manos poco después, pudiendo así afianzar el agarre en todo su cuerpo, adentrándose en aquel edificio con TaeHyung prácticamente dormido sobre él. Para su suerte Noeul, quién estaba pendiente a la ventana y había visto al azabache salir del coche, abrió la puerta tan pronto como este comenzó a subir las escaleras.

"Hola." Saludó, el esfuerzo que estaba haciendo al llevar el cuerpo dormido de TaeHyung notándose en su voz.

Noeul se apartó, por lo que Jungkook pudo adentrarse en su apartamento sin problemas.

"¿Necesitas que te ayude?"

"No, posiblemente se despierte si nota mucho movimiento." Murmuró. "Llévame hasta su habitación."

"Claro, por aquí. Sígueme."

Yendo tras el rubio, Jungkook se aseguró de que TaeHyung estuviera cómodo en sus brazos, pegándolo más contra su pecho para mejorar la postura del cuello, adentrándose así en su habitación. Noeul se apresuró en deshacer la cama, e inmediatamente, él depósito sobre esta el cuerpo del castaño, acomodándolo antes de que Noeul lo tapase.

"¿Estaba muy mal cuando llegaste?" Quiso saber en un tono de voz muy suave, arrebatándole el abrigo y los zapatos a su amigo.

Jungkook no apartaba la vista de TaeHyung, asintiendo. "Se había metido en un bar de moteros y estaba emborrachándose con uno."

"Dios..."

"Va a necesitar a alguien cuando despierte." Murmuró, quitándole el cabello del rostro, acariciando con los nudillos su mejilla. Luego, miró a Noeul, cuya mirada era de tristeza. "¿Tú cómo te sientes?"

Este se encogió de hombros. "Del susto se me ha quitado hasta la fiebre, creo. No puedo pensar en otra cosa que no sea él."

"Te entiendo..." Suspiró. "Debería irme a casa, le prometí a Shinhye que no tardaría mucho."

"Sí, claro, por supuesto. Vamos, te acompaño."

Ambos salieron de la habitación sin hacer mucho ruido, dejándola a oscuras para que TaeHyung pudiera descansar.

Una vez en la entrada, Noeul vació sus pulmones.

"Gracias por traerle a casa. No sé qué hubiera pasado si no hubieses estado cerca."

"No es nada, descuida. Buenas noches."

"Buenas noches, Jungkook, descansa."

"Tú también." Murmuró el azabache, saliendo de aquel apartamento rumbo al suyo propio.

Noeul dejó escapar un suspiro, observando el papel que accidentalmente Jungkook había dejado caer, con la firma de su mejor amigo. «Carta de renuncia», se podía leer en él, haciéndole sentir un dolor inmenso sólo al imaginarse el de TaeHyung, provocando que algunas lágrimas mojaran sus mejillas.

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