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N/A: Ahora sí que sí, ¡el capítulo de la verdad! Espero que algunas de vuestras dudan se disipen después de esto xD

Cap dedicado a Karen87_Tae ♡♡

Hoy os recomiendo 'Therapy' de Kyan Palmer. Esta semana mi Descubrimiento Semanal  y yo estamos en completa sintonía.

[...]

Tan pronto como su horario laboral finalizó, TaeHyung y Noeul salieron del edificio siendo los últimos de su plantilla (como siempre, gracias al castaño y su obsesión por dejar el escritorio impoluto, como si nadie hubiese estado allí), yendo directos hacia el coche de Noeul, tan cansados que parecían recién atropellados por un ferry.

"¿Ha ido todo bien en tu primer día?" Quiso saber Noeul, teniendo a TaeHyung colgado de su brazo.

"Sí, bueno... No es como si hubiese hecho mucho, en realidad. Me he pasado toda la mañana corrigiendo el último artículo que escribí, buscando erratas y fallos en la redacción."

"¿Y por qué no me pediste ayuda?"

"Porque tú estabas ocupado con trabajo real. Mi jefe aún no llega, así que no puedo tomarme la libertad de hacer lo que me dé la gana... Probablemente ni siquiera me publiquen ese artículo."

Noeul frunció el ceño. "¿Y por qué no? Es bastante bueno."

"Porque se publica lo que el señor Jang decida. Si a él no le gusta algo, queda descartado."

"Eso ya se sabía, pero no entiendo por qué asumes que no le gustará. Yo creo que sí lo hará. Te esforzaste mucho."

Encogiéndose de hombros, TaeHyung hizo una mueca, viéndose algo desanimado. "Esforzarse no siempre asegura que vayas a tener reconocimiento por ello..."

"Oye, deja de ser tan negativo, ¿vale? Y de sobrepensar las cosas tanto. Tú mismo te estás saboteando ahora."

Un suspiro brotó de sus labios, asintiendo mientras abría la puerta del copiloto, porque en el fondo, aunque estaba muy cerrado en su burbuja, sabía que Noeul tenía razón. Era su peor enemigo cuando se trataba del sabotaje. Ni siquiera la existencia de Jungkook hacía tanto daño como sus propias acciones le causaban y desgraciadamente siempre había sido así.

"Tienes razón..."

"La tengo. Y tú tienes que dejar de hacer todo eso, porque así vas a ser incapaz de disfrutar cualquier cosa, TaeHyung." Le aconsejaba, poniéndose el cinturón antes de verificar que TaeHyung también lo hubiese hecho.

Kim asintió, cabizbajo. "Lo sé..."

"Has entrado en la revista de tus sueños, deberías estar dando saltos como lo hiciste el primer día. Sin embargo, lo único que tienes en mente es que vas a caerle mal a tu jefe, no te van a publicar los artículos y que jamás pisarás el plató como periodista. Eso no debería ser así."

"Lo sé, lo sé." Repitió, aclarándose la garganta.

Noeul encendió el motor, incorporándose a la carretera poco a poco, mientras que TaeHyung debatía consigo mismo cómo tomarse aquellas palabras.

Él sabía que Eul sólo quería ayudarle, intentando mostrar una perspectiva llena de positividad en la que jamás había pensado, algo que realmente se esforzaba por creer, mas nunca lo conseguía. Al final, tanto él mismo, como todo aquel que le rodeaba, terminaban pensando que era un fracasado. Y quizás lo era.

Antes de que pudiera decir algo más al respecto, lo mismo para Noeul, su teléfono comenzó a recibir varias notificaciones al mismo tiempo en cuanto las activó, sorprendiendo a ambos, ya que TaeHyung no solía tener demasiados contactos.

"Uy, ¿quién te habla tanto de repente?" Quiso saber el rubio, viendo su ceño fruncido mientras sacaba dicho teléfono.

"Eso mismo me pregunto yo..."

TaeHyung desbloqueó la pantalla, murmurando algo en voz baja y viendo como todos aquellos mensajes provenían de un mismo grupo al que recientemente había sido añadido: compañeros periodistas de Too Much To Handle. De inmediato, se le iluminaron los ojos.

"Son los de mi plantilla, me han añadido al grupo." Respondió, deslizando el dedo hacia abajo para ver los mensajes que se había perdido. Todos pertenecían a números que no tenía agendados.

+82 024 15... te añadió.

+82 024 15... (∼Minnie Nicha):

Ahora sí que estamos todos.

Hola, TaeHyung, bienvenido. Soy Minnie.

Aquí estáis prácticamente todos los trabajadores que formáis la plantilla redactores, a excepción del señor Jang. Yo soy la administradora y aunque no forme parte de la plantilla, no molesto a nadie, así que me quedo.

+82 067 57... (∼Sungho Dumbledore):

¿Quién es el nuevo?

Recordadle que debe pasar una foto de su tarjeta bancaria por detrás y por delante. Que los números se vean nítidos.

+82 059 65... (∼J. Jungkook):

El nuevo se llama TaeHyung, lo conociste esta mañana en la reunión.

Y los datos de tus tarjetas SIM se han vuelto a mezclar, Sungho. Cámbiate el nombre antes de que alguien se piense que estamos en un rol de Harry Potter.

TaeHyung soltó una risita en voz alta tras leer aquel mensaje, avergonzándose de inmediato al darse cuenta de que pertenecía a Jungkook, lo que le hizo mantenerse quieto y muy serio, antes de seguir leyendo el resto.

+82 067 57... (∼Sungho Dumbledore):

Mierda. Ya voy.

+82 011 23... (∼Rachel Khan):

¿Alguien sabe cuándo llegará el señor Jang de su viaje?

+82 065 78... (∼S. Hanbin):

Jungkook seguro que debe saberlo.

+82 067 57... (∼Sungho):

Oye, ¿y dónde se fue? Casi me ilusiono creyendo que había dejado la empresa cuando no apareció esta mañana, y ahora me entero que se fue de viaje.

+82 059 65... (∼J. Jungkook):

El señor Jang fue a una charla sobre periodismo en KAIST. Volvió el sábado, pero se reincorporará mañana. No hay nada de lo que preocuparse.

+82 067 57... (∼Sungho):

Gracias, Jeon.

Oye, ¿cuándo dices que te asciende a su secretario? Quiero estar preparado para ese momento... Va a ser duro no tenerte en la mesa de al lado.

+82 059 65... (∼J. Jungkook):

Muy gracioso, Sungho, pero nunca. Me gusta mucho mi puesto de trabajo y prefiero mantenerme en él, pero aprecio que me hagas la pregunta.

TaeHyung volvió a bloquear su teléfono sin siquiera enviar un primer mensaje en aquel grupo, viéndose demasiado asqueado como para hacerlo. Él apenas fue consciente de cuando se le escapó un bufido involuntario, teniendo rápidamente la atención de Noeul sobre él.

"¿Ocurre algo?"

"Nada... Sólo me emocioné demasiado pronto al ver que me habían añadido en el grupo, no fui consciente de que Jungkook también estaría." Respondió, su gesto torciéndose en una mueca de desagrado.

"¿Te ha dicho algo?"

Él negó. "Actúa como si fuera un superior sólo porque, al parecer, el señor Jang tiene preferencia por él. Se cree que es su secretario, o algo así, cuando no es más que un simple periodista del montón."

Noeul frunció el ceño, suspirando y manteniendo la vista fija en la carretera sin desviarse ni un centímetro, moviendo los labios como si quisiera decir algo. El castaño notó aquello, mostrándose expectante.

"¿Acaso es posible odiar tanto a alguien como tú odias a Jungkook? Porque casi me parece surrealista." Murmuró, viendo por el rabillo del ojo como TaeHyung se encogía de hombros. "Yo viví vuestra historia de cerca, así que estoy al tanto... Pero no lo termino de entender."

"No lo viviste todo, Eul, hay cosas que te perdiste."

"Si, claro. Como eso que mencionaste sobre él a punto de quitarte la virginidad..."

Kim resopló. "¡Fue una exageración!"

"Que en un punto concreto de nuestra amistad omitiste completamente." Señalaba el rubio, demostrando cuán ofendido se sentía al no haber tenido constancia de aquel suceso hasta hacía unas horas.

Vaciando sus pulmones de aire, TaeHyung se acomodó en su asiento, relamiéndose los labios y negando, como si mencionar en voz lo que sucedió hasta llegar a ese punto tan complejo con alguien a quien tanto detestaba, fuese sumamente complicado de relatar.

Sin embargo, decidió abrir la boca y contar su (menor detallada posible) versión de los hechos. Porque, a pesar de que hubiesen pasado algunos años desde aquello, TaeHyung lo recordaba como si fuese reciente. Y vaya si lo recordaba...

"El verano que te fuiste a Tailandia para visitar a tu familia yo me quedé solo aquí." Comenzó, teniendo la atención de Noeul.

"Sí, lo recuerdo."

"Estar solo me llevó al aburrimiento, y ese aburrimiento a tomar malas decisiones. Muy malas."

Inmediatamente su amigo frunció el ceño, no sabiendo qué debía esperarse con exactitud. Porque si había algo que sabía a ciencia cierta, era que de TaeHyung podía suponer cualquier cosa y jamás estaría equivocado. No cuando era capaz de cualquier cosa.

"¿Cómo de malas...?"

"Me colé en la casa de Kim Jongin cuando celebraba su cumpleaños. Casi mato a un guardia de seguridad al caerle encima..."

"¡¿Qué hiciste qué?!" Chilló. "¡¿Y por qué?!"

"No me invitó y copiaba mi tarea de química todos los martes. Algo debía tener a cambio, ¿no?"

Eul parecía más sorprendido de lo que debía. "¡No, TaeHyung, claro que no!"

"Pues sí, y yo lo tuve. Además, lo del guardia quedó en un simple susto." TaeHyung sólo se encogió de hombros, como si nada. "El caso es que no pudo pillarme in fraganti otra persona que no fuese Jungkook, quien, por supuesto, sí que estaba invitado a la fiesta."

"¿Tal vez porque él no se colaba en casas ajenas...?"

Un bufido abandonó los labios del castaño, casi ofendido. "Bueno, eso tú no lo sabes."

"Jesús, TaeHyung..."

"¿Quieres conocer el resto de la historia o no?"

"Sí, claro, sigue."

"Muy bien, a lo que iba." Continuó, aclarándose la garganta. "Jungkook me regañó como si él fuera mi padre y yo hubiese cometido un crimen de guerra, pero terminó apiadándose de mí, por alguna razón que desconozco. Así que cuando Jongin me vio allí, él dijo que yo era su acompañante."

Noeul frunció los labios. "Qué detalle."

"Cállate, me sentí como si fuera su puñetera mascota."

"Bueno, bueno... ¿Qué ocurrió?"

"Nos unimos a algo que estaban jugando todos el círculo. Siete minutos en el cielo, o algo así... Ahora mismo no lo recuerdo, pero yo creí que el juego trataba de ver quién duraba más haciéndose el muerto."

Riéndose de su evidente ingenuidad, Noeul negó con la cabeza, sin despegar sus ojos de la carretera.

"Claramente no tenía nada que ver con eso, pero tardé en darme cuenta..." El gesto se le torció. "Había una botella vacía en el suelo que alguien giraba dos veces y los señalados debían meterse en un armario. Yo seguía con mi teoría de hacerse el muerto, hasta que esa dichosa botella nos señaló a Jungkook y a mí. Entonces, mientras nos dirigíamos a —según yo— demostrar que podíamos aguantar siete minutos en un armario encerrados, un amigo de Jongin dijo, ¡con lengua!"

"Y supiste que algo raro tenía ese juego." Finalizó por él, mientras asentía sin borrar aquella sonrisa llena de diversión. Casi deseaba haber estado allí para presenciar aquello. Casi.

"No, lo supe cuando Jungkook empezó a besarme en el interior del armario. Yo seguía siendo fiel a mi teoría y suponía que el reto extra era tener la lengua fuera."

Una carcajada brotó desde lo más profundo de su garganta. "¡¿Me lo estás diciendo en serio?!"

"Je... Y tan en serio..."

[Algunos años antes, en el interior de un armario...]

"¡Los siete minutos empiezan en...!" La voz de Jongin sonó fuera.

TaeHyung miró a su alrededor, a un montón de abrigos largos y mantas viejas. Ojalá no tuvieran arañas, porque ahí sí que no sobreviviría mucho...

"¡Tres..., dos..., uno...!" Más voces se unieron a la del cumpleañero.

El castaño se preparó para aguantar la respiración cuando llegase el aviso, teniendo a Jungkook excesivamente cerca. Tan cerca como para contar todos los lunares de su rostro.

Qué feo era el desgraciado...

"¡Ya!"

Finalmente, TaeHyung acumuló todo el aire posible en sus pulmones, cerrando los ojos para así mantenerse concentrado en su cometido, no queriendo pensar en otra cosa más que en ganar aquella competición que había creado en su cabeza.

Y, francamente, estaba sorprendido de sí mismo por aguantar de manera exitosa los primeros tres segundos antes de que una mano se posara en su rostro, acunándolo, otra en su cintura y unos labios sobre los suyos. Entonces, abrió los ojos desmesuradamente, viendo como Jungkook le besaba sin ningún tipo de advertencia. De inmediato, le empujó, alejándolo con brusquedad.

Ese había sido su primer beso y ni siquiera estuvo preparado para ello.

"¡¿Qué coño haces?!"

"Besarte. De eso va el reto."

"¡Claro que no!" Exclamó, manteniendo el ceño fruncido. Sin embargo, Jungkook parecía saber muy bien de lo que estaba hablando, así que su confianza se vio desestabilizada. "¿De eso va...?" Susurró esta vez.

Jungkook, que ni siquiera se mostró enfadado por el comportamiento ajeno, asintió, sus ojos suaves mirando al castaño. "Sí, pensé que lo sabías."

"¡¿Por qué oigo vuestras voces?!" Escuchó a Jongin preguntar en voz alta. "¡Hablar no es precisamente lo que tenéis que hacer con la lengua, tortolitos!"

Los ojos de TaeHyung volvieron a ensancharse. ¡La lengua, claro! Por eso la mencionaron... Ahora tenía mucho más sentido. Pensó para sí mismo, no teniendo lugar en su desconcierto para avergonzarse.

"No tenemos que hacer esto si no estás de acuerdo."

"¿Le dirás a Jongin que me colé en su casa sin invitación?" Formuló aquella pregunta en apenas un susurro.

"Claro que no."

"¡Os sigo oyendo!" Canturreaba el cumpleañero.

Jungkook se dio la vuelta, poniendo una mano en el picaporte. "Les diré que no jugaremos a esto."

Entonces, otra voz sonó, bufando. Era una chica. "Yo debí haber entrado con Jungkook, no ese... Seguro que se está quejando porque este juego es demasiado para él."

"Elige la botella, no tú." Alguien más dijo. "De todos modos, ¿quién le ha invitado? Es una marmota."

"Justo eso estaba diciendo."

Al instante, TaeHyung se aclaró la garganta, agarrando a Jungkook por la sudadera antes de que pudiera siquiera hacer otro movimiento. El azabache se giró, mirándole con atención.

"Hazlo."

"¿Cómo?"

"Quiero jugar."

Jeon frunció el ceño. "¿Estás hablando en serio?"

"¿Me veo cómo si no lo hiciera?"

"TaeHyung..."

"Tendré que pedir otra pareja si tú no estás por la labor de hacerlo." Masculló, siendo él esta vez quien fuese directo a abrir la puerta.

El castaño mencionó aquello como si esperara una reacción por su parte. Reacción que no tardó en provocar, ya que no pasó demasiado hasta que Jungkook le empujara de vuelta a su lugar, tomándole el rostro con ambas manos y volviendo a acortar la distancia entre ambos, capturándole los labios.

La sensación fue adormecedora, inusual y bastante contradictoria para alguien que estaba teniendo su primer beso con la persona que menos soportaba en el mundo. Sin embargo, parecía haber algo en cómo Jungkook movía los labios, usaba su lengua y buscaba la impropia hasta el punto en que TaeHyung se estremecía, necesitando aferrarse a él para no caer.

Y, para cuando se volvió consciente de ello, sus dedos estaban perdidos en unas hebras azabaches que pertenecían a Jungkook y su lengua se encontraba batallando con la del susodicho en una guerra que ni siquiera tuvo fuerzas para liderar.

"¡¿Tú también le besaste?!" Exclamó Noeul, tan sorprendido por aquella anécdota como para que las cuencas se le salieran de los ojos. TaeHyung se sonrojó, aclarándose la garganta.

"Sí..."

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