✧c.-001
N/A: Nueva historia, nuevos personajes, pero la misma emoción de siempre. Estoy muy ansiosa por todo lo que se viene, todo lo que tengo planeado y lo que ya está escrito, sólo espero contagiaros ese sentimiento xD
Cap dedicado a jkVanteC ♡♡
Hoy os recomiendo 'Encore' de Jason Derulo, una canción más vieja que yo, pero es que Jason de 2010 era mi favorito.
[...]
El TaeHyung adolescente definitivamente le daría un buen puñetazo en la cara al TaeHyung del futuro si este le dijese que había despertado con una sonrisa radiante un lunes a primera hora de la mañana. Sin embargo, si tal vez, le explicaba detalladamente que habían conseguido el trabajo de sus sueños, el pequeño TaeHyung sonreiría con él. Incluso podría dar algún que otro salto para celebrarlo...
Así que eso es justo lo que estaba haciendo: Saltar. Por toda la casa. Sin dejarse ningún lugar en el que estampar las plantas de los pies con efusividad. Casi se sentía mal por sus vecinos de abajo. Sólo casi, porque estaba demasiado feliz como para pararse a pensar en los demás.
Mientras se impulsaba hacia arriba, con el único propósito aparente de abrirse la cabeza contra el techo, romperlo y que el señor Kwak (su vecino, un señor mayor muy entrañable) se le cayese encima, provocándole muy posiblemente una muerte inmediata, Noeul, su compañero de piso y mejor amigo, salía del baño.
"¿Por qué estás saltando?" Quiso saber, observándole con el ceño fruncido.
Noeul también estaba contento por haber conseguido junto a TaeHyung un trabajo de ensueño, pero el hecho de tener que despertarse todos los días a las seis de la mañana, le quitaba efusividad al asunto.
"¡Porque estoy feliz!" Chillaba. El rubio se apretó las sienes con ambos dedos índices. "¡Hemos logrado entrar en la revista de nuestros sueños, Eul!"
"Ya, ya..."
Acto seguido, TaeHyung dejó de botar como una pelota de goma diminuta y prácticamente se abalanzó sobre él, tomándolo por los hombros.
"¡Vamos a trabajar juntos! ¡¿No estás emocionado?!"
"Sí, lo sé." Sonriéndole, Noeul asintió. "Y estoy muy emocionado, creo que aún no lo asimilo del todo, por eso no estoy intentando despertar al señor Kwak a cabezazos." Señaló el techo. TaeHyung se sonrojó.
"Huh, bueno..." Dejando escapar una risita avergonzada, murmuró, rascándose el cuello. No había caído en el pobre hombre. "Supongo que estoy demasiado enérgico esta mañana. Luego subiré a pedirle disculpas..."
"No te preocupes, apuesto que, si le das la noticia, incluso se pone a saltar contigo."
Otra risa abandonó sus labios. "¿Tú crees?"
"Estoy muy seguro." Dijo, palmeando su hombro. "Ahora deberíamos vestirnos, el trayecto en coche hasta allí es de media hora sin tráfico. No nos podemos permitir llegar tarde nuestro primer día."
"Cierto, cierto, que nos vamos a la mierda." Asentía el castaño, sin dejar de reír entre dientes.
TaeHyung estaba demasiado nervioso como para fingir lo contrario, pero la emoción era mayor que cualquier otro sentimiento. Había soñado con este momento desde que entró en la facultad de Periodismo, durante todo su proceso de aprendizaje e incluso cuando le asignaron el puesto en dicha revista. Resultaba increíble asimilar hasta donde había llegado cuando nadie tenía las esperanzas puestas en él. Ni siquiera él mismo.
Alrededor de cuarenta y cinco minutos más tarde, tras haberse peleado con su propio reflejo en el espejo por no ser capaz de decidir un atuendo que le convenciera al cien por cien, requerir la ayuda de Noeul y finalmente vestir algo decente, ambos se encontraban en el coche del rubio, rumbo al trabajo.
"¿Crees que las instalaciones serán iguales a como se vieron en ese reportaje de hace dos años?" Preguntaba TaeHyung, moviendo el pie de arriba abajo. "¿Y el plató? ¿Será igual de grande que en televisión?"
"Espero que sí, estoy deseando verlo con mis propios ojos."
Feliz ahora que Noeul compartía su emoción (tras haber consumido casi medio litro de café él solito, todo sea dicho), TaeHyung frotó las palmas de sus manos contra la tela de los pantalones, sintiendo como cada centímetro de su cuerpo temblaba, expectante.
"Y yo, aunque quizás nunca estaré allí como periodista, me va a encantar verlo en persona."
"Oye, ni se te ocurra decir eso, por supuesto que estarás allí como periodista."
La sonrisa del castaño se esfumó casi por completo. "Ya... Yo no estoy tan seguro."
"Pues yo sí. Y mucho."
"Bueno, aún es muy pronto para averiguarlo... Ni siquiera nos hemos acomodado en nuestros respectivos puestos."
Eul asintió, manteniendo la vista fija en la carretera. "Cierto es."
"Además, este es un día demasiado especial como para pensar en cosas que no proceden. Llevamos esperándolo años, no quiero que nada lo arruine."
"Estoy de acuerdo, tenemos que disfrutarlo al máximo."
Nuevamente animado, como si aquel atisbo de inseguridad jamás hubiese estado presente en su cabeza, TaeHyung aplaudió, su sonrisa resplandeciente.
"¿Crees que debería hacer un vídeo? Así nos llevamos un bonito recuerdo de este día."
"Oh, ¿esos famosos videos tuyos? En los que te grabas gritando y llorando por toda la casa."
Viéndose un poco avergonzado ante la mención de su pequeño (no tan pequeño, en realidad) secreto, el castaño se sonrojó, apretando los labios.
"No, no, esos que dices son los que me recomendó hacer mi psicóloga para controlar las emociones. Son terapéuticos y la verdad es que me ayudan bastante, pero me refiero a un videoblog para la posteridad."
"Hm, bueno." Encogiéndose de hombros, dijo. "Si es lo que quieres hacer, adelante, por mí bien."
"¿Sí?" La sonrisa de TaeHyung se amplió. "Genial."
No tardó demasiado en girarse para rebuscar en su bolsa aquella cámara que siempre iba a todos lados con él, sacándola y soplando la lente en caso de que hubiese polvo. Sin borrar su sonrisa, desplegó la pequeña pantalla, viéndose en ella inmediatamente.
El rubio le observó de soslayo. "Hm... ¿y no es menos complicado grabar con el móvil? Siempre vas con ese trasto a todos lados."
"¡Oye! Que no es ningún trasto." Exclamaba TaeHyung, su ceño fruncido a modo de ofensa. Nadie insultaba a su tesoro. "Se llama Babee y la tengo desde que tenía doce años."
"Lo siento, lo siento, no quería insultar a ¿Babee...?" Inmediatamente se disculpó, riendo entre dientes. "Sólo pienso que con el móvil es menos complejo, pero eso queda a elección tuya."
"Por supuesto que sí. Me gusta que todo quede inmortalizado en un mismo sitio. El día que me muera, mis seres queridos sólo tendrán que buscar en las tarjetas de memoria interna si quieren volver a verme y listo. Nada de teléfonos móviles."
"Joder, TaeHyung, no digas eso... Es demasiado dramático hasta para ti."
"¿Qué? Es verdad. Además, soy periodista, tener una cámara delante está en mi ADN... Es como para ti llevar un diccionario."
"Soy filólogo, no un profesor de primaria. No llevo diccionarios a ninguna parte, sólo me encargo de editar artículos."
"Ya, ya, bueno, tú me entiendes."
Noeul soltó un bufido, poniendo los ojos en blanco, mientras TaeHyung configuraba la cámara. Ese chico no tenía remedio, sólo recordaba lo que le interesaba y se ponía a la defensiva cuando lo creía conveniente. O lo que era lo mismo, cada vez que alguien insultaba a ese trasto de Babee.
"No te entiendes ni tú."
"Meh... Eso es verdad."
Apenas un par de segundos más tarde, una vez configuró la cámara a su gusto y se vio lo suficientemente decente como para pulsar el botón de «iniciar grabación», TaeHyung volvía a poner su mejor sonrisa (que básicamente era cualquiera, porque el desgraciado no se veía mal en ningún ángulo), enfocándose a sí mismo.
"Bueno, la última vez que grabé algo tan importante, fue hace tres meses cuando estaba saliendo de la facultad y-"
"¡Oye! ¿Pero tú de qué vas? Justo después de eso fue mi cumpleaños, ¿cómo has podido olvidarlo?" Se quejaba Noeul, su ceño fruncido. Él también podía ofenderse cuando le parecía.
TaeHyung rio, enfocando a su acompañante. "Estoy con Noeul, no acostumbra a salir en muchos vídeos, pero hoy es nuestro día especial, así que no se librará. Saluda."
"¿Que salude a quién?"
"¡A nuestro 'yo' del futuro, hombre! Ya te he dicho que esto quedará para la posteridad."
"¿Y qué pasa si tu 'yo' del futuro se quedara sordo?"
Ante aquella cuestión, TaeHyung frunció el ceño, completamente extrañado. "¿Eh? ¿Por qué pensarías en eso como una posibilidad? No me voy a quedar sordo."
"Eso no lo sabes. Vas a estar muy expuesto a cámaras, micrófonos y lo que es más peligroso, pinganillos, de ahora en adelante, puede haber algún fallo técnico y que uno de estos termine explotando dentro de tu oreja... Quedarías parcialmente sordo en el menor de los casos."
Conforme Noeul llegaba al punto de su teoría, el rostro de TaeHyung se iba transformando gradualmente en uno con expresión horrorizada, su barbilla temblando una vez el rubio finalizó la explicación de su posible sordera en un futuro.
"¿Pero eso puede pasar de verdad?"
"Hombre, la probabilidad no es que sea muy alta pero..." El rubio se encogió de hombros. "Pasar, puede pasar."
TaeHyung tembló, sus ojos llenándose de lágrimas.
"¿Esto es por haberme olvidado de que tu cumpleaños también había sido un evento importante, hace un rato?"
"¿Qué?"
El rubio le observó, confundido. No lo había dicho en serio.
"Estás- ¿Estás tratando de traumatizarme?"
"No..." Dijo, como si no acabara de presentarle el más trágico de los finales para su carrera.
TaeHyung miró a la cámara, aterrorizado e incrédulo. Luego, volvió a enfocarse en su mejor amigo.
"¿Acaso piensas provocarme un nuevo miedo?" Quiso saber, su tono de voz más bajo ahora.
Sólo entonces, al ver cómo sus ojos perdían ese brillo y la efusividad que había estado arrastrando desde que despertó esa misma mañana, también se terminó transformando en desilusión. Noeul fue quien sintió el verdadero pavor, tragando saliva con algo de dificultad.
No había algo más terrorífico que quitarle la ilusión bruscamente a alguien tan positivo y enérgico como TaeHyung. Era como presenciar el acabose. O lo que era lo mismo: el comienzo de un berrinche digno de un niño caprichoso de seis años.
"Claro que-"
"¡Porque ya le tengo suficiente miedo al mar, a las alturas, a los gatos, a la nieve y a las tormentas, para que encima vengas tú y me arruines el sueño de mi vida!"
"No, yo no... E-Era una bro-"
"¡Vergüenza debería de darte! ¡A tu mejor amigo causarle estos traumas gratuitamente!" Chillaba, ocasionando que Noeul mirase a la cámara con ojos saltones, incapaz de creer que esto no fuese una broma.
"TaeHyung..."
"¡Qué digo gratuitamente! Si con lo tacaño que eres, hasta me querrás cobrar dinero!"
Su ceño se frunció. "Yo no soy taca..."
"¡Sordera parcial por un maldito pinganillo! ¡Y me lo tienes que decir cuando me contratan en la revista más famosa del país!"
"Que era-"
"¡No podías haberlo dicho cuando quise entrar en la carrera, no!"
"¡TaeHyung, que era una broma!" Chilló Noeul también, al borde de un ataque.
"¡¿Y qué clase de broma es esa?!"
"¡No lo sé! Una para romper el hielo, nada más."
"¡¿El hielo?! ¡¿Está nevando?!" TaeHyung se asomó a la ventana.
"¡No!" Gritó por última vez, inmediatamente dándose cuenta de que esto no les llevaba a ninguna parte, por lo que tomó una profunda respiración, calmándose. "No era más que una pequeña broma inocente, sin malas intenciones."
"Ah." Murmuró, apretando los labios. "Entonces, ¿no me voy a quedar sordo por un pinganillo?"
"No, no te vas a quedar sordo por un pinganillo... Espero."
"¡¿Esperas?!"
"Sí, pe-"
"¡¿O sea, que sí existe la probabilidad?!"
Las manos de Noeul temblaron sobre el volante. "¡No, no existe! ¡Cálmate!"
"¡¿Cómo me voy a calmar?! ¡Si yo quería grabar un momento bonito y estoy inmortalizando el trauma de mi vida a manos de mi mejor amigo!"
"¡Pero no me hagas caso a mí, TaeHyung!"
"¡Es imposible que no te haga caso si me dices eso! ¡Sólo te había pedido que saludaras a cámara y me sales con toda esa tragedia!" Dijo, señalando la pantalla plegable. "¡Encima ni siquiera has saludado!"
"¡Pues saludo, no te preocupes!"
"¡Saluda!"
"¡Hola!"
Kim asintió, sorbiendo por la nariz. "Muy bien." Dijo, aunque su voz tembló. "Colocaré subtítulos para el TaeHyung del futuro por si acaso..."
"¡Ay, Dios!" Lloriqueando, Noeul estampó su frente voluntariamente contra el volante. "¿Puedes enfocarte en lo que estabas diciendo?"
"Ya no me acuerdo qué era. ¡Me has desconcentrado!"
"¡Pues céntrate! Explícale al TaeHyung del futuro por qué este es un día tan importante."
"Ah, eso."
"Sí, eso."
"Estupendo. Pues tal y como he mencionado antes de que Eul me crease un nuevo miedo irracional..." Fue a decir, oyendo al mencionado bufar, por lo que le observó. "¡Oye, no bufes en mi vídeo!"
"¡Sólo continúa con lo tuyo!"
"¡Eso intento!"
"¡Pues no lo suficiente! Se te va a acabar la batería si sigues así."
Al instante, TaeHyung miró el indicador de la batería, viendo que se encontraba a menos de la mitad.
"Ay, es verdad. A lo que iba, hoy es nuestro día especial porque tanto Noeul como yo, hemos sido aceptados en el trabajo de nuestros sueños. Hice un vídeo del día en que entregamos los currículums, pero mi móvil no quiso funcionar."
"Oh, eso tiene sentido ahora." Murmuraba el rubio, en referencia a la conversación anterior sobre Babee siendo un trasto.
"Así que ahora estamos rumbo a las oficinas de Too Much To Handle, la revista número uno de toda Seúl y probablemente Corea del Sur en general."
"Y de Tailandia."
TaeHyung le observó con el ceño fruncido. "¿En Tailandia tenéis revistas?"
Devolviéndole la mirada, Noeul frunció el ceño también, incrédulo. "¿En serio me lo estás preguntando?"
Sólo entonces, se dio cuenta de lo mal que había formulado su duda, negando con la cabeza inmediatamente.
"Eh... No, me refería a que si allí también se venden revistas que salen de aquí. Las locales, por así decirlo."
"Claro, como en casi todos lados, pero cambian las portadas."
"Ah."
Noeul señaló a la cámara una vez más. "La batería, TaeHyung."
"¡Ay, que se apaga!" Chilló. "Bueno, lo que intentaba decir es que estamos felices porque hemos dejado atrás toda nuestra vida estudiantil. Somos oficialmente adultos."
"Síp, adultos que trabajan." Noeul asintió y el castaño sonrió.
"Adultos que trabajan en su trabajo soñado."
"Exacto."
"No más instituto."
"Ni facultad de periodismo."
La sonrisa de TaeHyung se hizo más grande. "Ni vecinos o compañeros de clase que hacen tu vida insoportable."
"Bien di-" Noeul calló, frunciendo el ceño. "Eh, ¿por qué hablas de Jeon ahora?"
"Porque después de habernos topado con él hasta en la sopa, por fin lo hemos dejado atrás. Es un logro."
"Oh, bueno..." Murmuró, visualizando el edificio a menos de tres metros a lo lejos. "¡Llegamos!"
E incluso si dio la noticia en una voz lo suficientemente alta, Kim parecía demasiado metido en su propio mundo, aquel donde el vecino del que hablaba era protagonista, con la mirada perdida y una boba sonrisa en el rostro.
"TaeHyung del futuro, somos libres de Jeon Jungkook..."
Noeul dio un frenazo que le sacó bruscamente de aquel mundo en el que la felicidad era equivalente a no tener a Jungkook cerca, logrando que Babee cayera, estampándosele en el rostro.
"¡Ay!" Exclamó, alterado, sosteniendo la cámara con fuerza. "¡Eul, ¿qué haces?!"
Y, sin mediar palabra, el mencionado sostuvo su rostro, girándolo hacia la derecha.
Al instante, el corazón de TaeHyung se detuvo. La mueca horrorizada que adoptó cuando Noeul intentó causarle un nuevo trauma quedándose corta al lado de esta.
Jeon Jungkook, vecino y compañero de clases del que celebraba a todo pulmón haberse librado, salía del coche que tenían aparcado justo al lado, sus ojos inevitablemente encontrándose con los de TaeHyung, quién chilló sin abrir la boca.
Él también parecía sorprendido al verlo allí, como si no pudiera creerlo, negando con la cabeza mientras esbozaba una sonrisa llena de incredulidad y seguidamente se alejaba, en dirección al enorme edificio. El edificio de la revista «Too Much To Handle». Su revista.
Babee se apagó, cayéndose en su cara por segunda vez. Esto no podía estar pasando.
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