Capítulo O9
Capítulo O9: trata de cómo JungKook tuvo otro cambio drástico de personalidad.
Como era de esperarse, el señor Té y yo nos volvimos bastante unidos en su espera por San. No diré que eso me hizo mal, de hecho, me gustaba pasar tiempo con JungKook.
Sobre todo porque, a cómo iban las cosas, lentamente volvía a conversar conmigo y yo, nuevamente, volvía a ser su centro de confianza. Seguía sintiéndome rechazado de alguna manera. Ya no volví a hablar del tema de la foto, quiero decir, comenzó a ser irrelevante porque... A JungKook le gustaba ese chico y por eso lo había hecho (supongo, o eso era lo que repetía en mi cabeza). De todas maneras, estaba confundido porque él era tan cambiante, y tan exagerado en algunas cosas. No entendía. Había días en los que iba completamente vestido con pantalones negros, y camisas blancas de manga larga; y después lo veía usando sus tenis rojos.
— ¿Estás diciéndome que no te vas a poner histérico por su gusto por alguien más?
Le rodé los ojos al consejero/presidente estudiantil, NamJoon, mientras recargaba la barbilla en la palma de mi mano.
— ¿Por qué debería de hacer eso, Nam?
— Porque él te gusta —sentencia, terminando de doblar unos papeles—. ¿No es obvio?
— ¡Él no me gusta!
Como por arte de magia, llamando a las malas intenciones del destino hacia mi complicada vida, SeokJin el organizador de actividades extraescolares, entra en la habitación moviendo otros papeles en alto.
— ¿De qué hablan ahora?
— SeokJin, ¿no es cierto que a TaeHyung le gusta JungKook?
— Ah, claro. Eso siempre ha sido así.
Los observé incrédulo. ¿Realmente ellos pensaban eso? Es decir, ya me había planteado ese problema con ellos dos, un montón de veces. Desde que JungKook me hizo sentir como un manojo de nervios y confusión, había estado hablando con SeokJin y con Nam para ordenar mis pensamientos; sin embargo, el simple hecho de que ellos estuviesen afirmando que a mí me gustaba mi mejor amigo era alarmante.
SeokJin acomodó algunas cosas en la estantería de la rectoría y justo después se dedicó a estar recargado en la ventana del lugar. Observándome, claro, como si tuviera algún secreto guardado.
— JungKook no me gusta.
— Ves demasiado problema en que él te guste —dice SeokJin sin poca emoción—. ¿Por qué? ¿Me perdí de algo?
— Al parecer a JungKook le gusta un chico de su internado —responde NamJoon por mí.
SeokJin abre la boca un segundo, pero vuelve a cerrarla. Realmente esos dos estaban especulando de mi vida amorosa, y me encantaba porque me podría guiar de eso y arreglar los malentendidos que tenía en la cabeza. Para muchos podría resultar molesto, pero el hecho de hablar con ellos y que les saliera tan natural todo lo que me decían, simplemente era como escuchar las verdades que nadie más podría expresarme. Ambos chicos tenían esa extraña capacidad de hacerme entrar en razón.
NamJoon abrió la boca, como si estuviera ofendido y cerró el libro, dejándolo regado por cualquier lugar.
— Escucha, Tae, ahora que lo pienso realmente parece que él te cambió en unas pocas semanas por ese tal San.
Ese tipo de frases eran cosas que yo pensaba pero que me resultaban difíciles de procesar. En cambio, el escucharlo de NamJoon me hacía analizarlo lentamente.
Bueno... La idea de San era tan vaga en mi propia cabeza. Las cosas claras eran pocas: el tipo era extremadamente educado, alineado, siempre bien vestido, usaba lentes, era amable y estricto al mismo tiempo, su cabello era negro y probablemente vendría a la escuela en cuanto la extensión del internado terminara. Eso fue lo que a duras penas le saqué a JungKook.
— No creo que él me haya cambiado así de fácil.
— Oh, eso decía yo en mi anterior relación —Jin mueve en el aire una barrita de galleta antes de morderla—. Shi, esfo no funfcionó.
— SeokJin tiene razón, TaeHyung. Incluso cuando no lo notes del todo, si JungKook está haciendo cosas por él o con él que no hacía por o contig....
Los observé por un segundo, pero era un tanto ilógico. Quiero decir, ¿no se supone que a veces, cuando alguien te gusta, haces cosas por la otra persona, incluso aunque a uno mismo no le gusten esas cosas? Si la idea de ese tipo de relación era simplemente una equivocación mía, entonces probablemente ellos tenían razón y JungKook comenzaba a desplazarme.
Tampoco me entrometería tanto en eso. No valía la pena discutir con él. Un momento... Claro que valía la pena. El problema, más bien, era que yo no quería tocar un tema como ese; me resultaría difícil... Aún más si él terminaba diciendo algo como "es porque él me gusta".
— En todo caso... ¿No es que estoy haciendo todo un desfile por esto?
— Eso fue así desde que él llegó con lentes y pantalones y te pusiste histérico.
— Ahora que lo pienso, tal vez no deba entrometerme en esto.
— Oh, no —Jin se sienta en el sofá de la sala, mirándome con incredulidad—. Eso te dijimos el primer día que conversaste con nosotros. ¿Te recuerdo que nos respondiste?
Fue, específicamente, "Sí, pero este chico me confunde y no sé qué hacer, así que quiero saber lo que sucede".
En ese momento no sabía que JungKook estaba enamorándose de un chico que, aparte de ser atractivo como el demonio, era tan centrado e inteligente, el modelo perfecto a seguir de JungKook. Su ídolo. En cambio, en ese instante, no solo era el saber que a JungKook le gustaba San, ya me estaba planteando dos cosas más: ¿JungKook me gusta? y ¿JungKook me está desplazando?
— Era diferente.
— Claro, ahora no solo estás confundido por su cambio de personalidad. Ahora también estás celoso de San, y claro que temes a que te olviden como amigo y apoyo.
Jin, al finalizar de decir eso, me sonrió satisfecho con hacerme sentir un poco más preocupado por mi actual situación sentimental. Las verdades, dolían. Comencé a preguntarme si era realmente lo correcto decir que yo estaba celoso. ¿Estaba celoso de que me reemplazaran como amigo? ¿Estaba celoso porque me gustaba JungKook? Preguntas que no me dejan dormir.
— ¿Por qué no intentas hablar con él? —NamJoon me dice en un intento de tranquilizar mi notable ira interna.
Hablar con JungKook era una muy mala idea. Ya veía venir sus preguntas, que me molestaría, le respondería demasiado cortado y él, al final, no me hablaría por un tiempo hasta aclarar su mente. Para que terminara con la conclusión de: no te estoy desplazando, eres mi mejor amigo y lo sabes, Darling.
¿He dicho que, actualmente, el apodo Darling está en medio de odiar y amar?
— ¿Y qué planeas que le diga?
— Oh, hay muchas cosas que puedes decirle —NamJoon vuelve a hablar con bastante obviedad—. ¿Qué tal si empiezas con el sentimiento de reemplazo?
— Ni siquiera sé si me está reemplazando ¡Él le gusta! Yo soy su amigo, él su interés amoroso.
— Puede que tú seas ambos —Jin menciona desde la esquina—. Sólo digo.
— Sí. Además, amigos antes que novios —termina NamJoon.
Realmente estaba confundiéndome más de lo debido. JungKook se distanció de mí de manera intermitente... ¿Por San? ¿Él me estaba cambiando como amigo? No era quien para entrometerme en sus gustos, tampoco evitaría que quisiera estar con San, o algo así.
Lo que no podría permitir es que me quitasen el puesto de mejor amigo. ¡Así que sí! ¡Iba a decirle a JungKook que yo era su mejor amigo, y que mientras pudiera, nadie me quitaría ese puesto! Sin tanta seguridad, y probablemente con otras palabras.
— Si te sirve de algo... Hay un chico que fue al mismo internado que JungKook, pero hace tiempo.
O al menos, pretendería hacerlo.
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